La aparición masiva de internet hace unos veinte años transformó progresivamente la vida en sociedad, proveyendo nuevos usos que mejoran la eficiencia y facilitan operaciones que solían ser tortuosas.
Uno de esos beneficios se relaciona con las operaciones bancarias y financieras. Actualmente, un alto porcentaje de las transacciones habituales puede realizarse on-line, lo que permite ahorrar tiempo, evitar la utilización del papel (reduciendo el impacto ambiental) y mejorar la seguridad, al no implicar la circulación de billetes para operaciones cotidianas.
De a poco, hasta los usuarios más tradicionales dejan a un lado sus prejuicios y entienden estos beneficios.
Según un estudio realizado por D’Alessio IROL para Certi Sur dado a conocer esta semana, en el 2015 el 86% de los usuarios en Argentina accede a sus cuentas bancarias y realiza operaciones de pago, depósito o crédito mediante la web.
El número implica un importante crecimiento respecto del año anterior, cuando el 75% de los consultados utilizaba el canal electrónico.
El estudio explica que las principales barreras que los clientes expresan antes de comenzar a utilizar el servicio suelen relacionarse con el temor respecto de la seguridad de introducir datos confidenciales en la web, principalmente los relacionados a la identidad o a los números de cuenta, y que los mismos sean hackeados o robados para bases de datos.
Sin embargo, los miedos desaparecen al utilizar los canales electrónicos por primera vez, una vez que comprueban la seguridad actual de los sistemas de datos, y disfrutan los beneficios.
Crece el uso del home banking en el 2015
