Conociendo al nivel bajo para acelerar la inclusión financiera

Paso a paso, nuestro estudio destaca las particularidades de la bancarización y la utilización de instrumentos crediticios en sectores hasta ahora excluidos.

De acuerdo con los resultados del estudio “La otra mirada sobre medios de pago”, realizado este año por D‘Alessio IROL, queda en evidencia que el avance en la inclusión financiera del nivel bajo es lento porque las estrategias parecen basarse más en preconceptos que en el conocimiento real sobre este sector.

Para diferenciar mitos de realidades sobre el nivel socioeconómico bajo, que representa hoy a la mitad de los hogares, se trabajó junto con quienes forman parte de las poblaciones vulnerables en todo el proceso, desde la forma de hacer las preguntas, el armado de la base de respondentes y las encuestas que se efectuaron por el primer equipo capacitado por nuestros profesionales para entrevistar siguiendo el protocolo de las normas ISO. Quisiera destacar que hemos contado para poder llevar adelante esta investigación con el aporte de Entidades Financieras a las que les interesa especialmente.

DERRIBANDO MITOS

Mito 1: Es FALSO que los sectores vulnerables no encuentran utilidad a los distintos medios de pago.

91% consideran que pueden serles útiles. Solo 2% indican que “Las tarjetas y los bancos no pueden ayudarme a manejar mejor mi dinero”.

Mito 2: Es FALSO que lo que necesitan es que tengan el menor costo posible

19% indican que “La única ayuda es que bajen los costos” y 79% necesitan otros aspectos soft básicos: sentirse protegidos, no discriminados y mejor atención.

 

Mito 3: El crecimiento en la activación de la tarjeta de débito por parte del nivel socioeconómico bajo representa la expansión de su inclusión financiera. Relativamente FALSO.

La mayor parte se encuentra sub bancarizada. La baja utilización de distintos medios de pago no se debe al desconocimiento (conocen 6 diferentes, pero el uso se concentra en el efectivo, a pesar de la pandemia, y en la tarjeta de débito).

Es real que la mayor parte, 92%, la conoce, pero su uso se restringe al 64%. El problema es que se limita a la extracción de dinero y a lo sumo efectuar dos compras al mes.

Es menor el reconocimiento de otras operaciones típicas bancarias como transferencias, e-banking, etc.- 51%- y solo un tercio-32% menciona haber realizado alguna operación– 32%-.

“Ahora 12” ha funcionado como incentivo para el uso de la tarjeta de crédito en compras y generó el espacio para que el 41% indique que ha utilizado una tarjeta de crédito:

      1. Una de las principales barreras, indicado por el 72%, es la que les imponen los comercios de cercanía, básicamente los de alimentos.
      2. Encuentran que solo aceptan efectivo y/ o que mencionan que el “Posnet no está funcionando”, “no tienen comunicación”, etc. También en un 12% indican que ofrecen un descuento si pagan en efectivo
      3. Otras barreras relevantes: la desconfianza hacia Bancos y Medios de pago, y que sienten que no es fácil el aprendizaje.

Mito 4: Las billeteras móviles estarían empezando a ocupar el lugar del efectivo cuando termine la pandemia. Relativamente FALSO.

Hoy, las billeteras digitales no parecen cumplir este lugar. Única excepción Mercado Pago, que no es considerada una billetera digital. Mercado Pago logra que el 77% del nivel bajo pueda tenerlo en cuenta y el 34% menciona que pagó con este medio. Solo 1 de cada 10 indica que efectuó un pago con otra billetera entre las que se encuentran, Billetera Rapipago, MODO, PayPal, BNA+, DNI Banco Provincia, Todo pago, Valepei, etc.

Mito 5: La experiencia en el contacto con medios de pago y transacciones bancarias logrará vencer al uso del efectivo. FALSO.

Pensando en un futuro sin temor al contagio, esperan poder tener más libertad para nuevamente pagar en efectivo. La tarjeta de débito se encontraría instalada, sin muchos cambios en sus funciones actuales retrocederían operaciones bancarias y en segundo lugar Mercado Pago (que hasta puede retroceder tal como es su oferta actual).

BONUS: Y un último mito a derribar, Los millennials serán los early triers. FALSO. Los que están mejor predispuestos a la prueba tienen más de 35 años.

Requisitos mínimos:

      1. Contar con la posibilidad del pago mínimo sin recargar intereses-69%-
      2. Convencerse que serán un medio más seguro que llevar una billetera-61%-
      3. Una persona estará a su lado para explicarle como acceder y utilizarlo- 52%-

CAMINOS PARA EL USO MÁS INTENSIVO DE MEDIOS DE PAGO BANCARIOS

Este segmento, donde el 59% de los hogares tienen comprometido sus ingresos para el pago de deudas, se encuentra en permanente búsqueda de descuentos, en especial para la compra de alimentos.

1er.  Incentivo: Los descuentos instantáneos en la compra a efectuar funcionan como claro aliciente a usar más o comenzar a pagar con tarjeta de débito.

2do Incentivo: Un camino que se demuestra es el fácil acceso y aprendizaje que encuentran en las compras por Mercado Libre.

A la mitad de este segmento-49%- les resulta difícil “empezar a usar las apps de los nuevos medios de pago”

Una buena señal: A partir de la capacitación que efectuamos con palabras claras, sin recursos publicitarios que requieran de una decodificación a cada encuestado sobre las funcionalidades y el apoyo en su uso, 39%” pueden comenzar a usar las nuevas Apps de pago”.

El que ahorra en el banco quiere dejar de sentirse un perdedor

Imaginen la peor decisión de ahorro que se pueda hacer. De acuerdo, así planteado las respuestas pueden ser muchas. Desde prender puchos con billetes o sumarse esperanzado a un esquema piramidal, por decir un par. Pero pongamos que la pregunta va orientada a las inversiones tradicionales, las que cualquier ahorrista promedio puede hacer y entender, sin buscar inventar la pólvora o intentar volverse Gordon Gekko de la noche a la mañana gracias a un curso online.

El youtuber financiero Ramiro Marra supo quizás resumirlo a través de las pintadas callejeras con las que se promociona o como eslogan de sus charlas públicas: `Si invertís en plazo fijo sos un boludo`.

El Banco Central supo darle la razón en algunas de sus publicaciones. No literalmente, claro, el lenguaje fue diferente. Pero, a nivel más conceptual, podríamos decir que si.

Fue en 2016, en tiempos también ya pasados en los que Federico Sturzenegger intentaba -sin éxito- frenar la inflación. En ese momento, la entidad publicó datos sobre el resultado histórico de ahorrar en plazo fijo, dólares y ladrillos.

No es que los argentinos ahorren solo en eso, según datos de D´Alessio Irol a marzo del año pasado algo menos del 60% de los argentinos con capacidad de ahorro atesoraba dólares, 45% colocaba ahorros a plazo fijo y 10% invertía en propiedades (este número competía con 13% en fondos comunes, 10% en bonos y 9% ciones). Pero el ejercicio no es mío.

Los númerosdel BCRA mostraban que el ahorrista que puso el equivalente a $ 100 en plazo fijo en 1980, y mantuvo esa inversión renovándola por 36 años, hubiera encontrado en 2016 el equivalente a $ 1,40 de aquél capital inicial. Esto es, luego de descontar la inflación, más de dos décadas de tasa hubieran permitido comprar lo mismo que 36 años antes se conseguía con $ 1,40.

Las otras dos alternativas rendían mejor en el ejercicio del Central. Pero tampoco tanto.

Si el ahorrista ochentoso en cuestión hubiera, en cambio, cambiado los mismo $ 100 por dólares en lugar de colocarlos a plazo en el banco, en 2016 la capacidad adquisitiva de ese ahorro hubiera caído al equivalente de $ 77 de 1980.

No es un gran resultado, de hecho esa colocación se desvalorizó, pero no vamos a negar acá que es mucho mejor que el plazo fijo. De hecho, 55 veces mejor, para ser exactos.

El ladrillo (difícil comprar algo con $ 100 en este mercado, en 1980 y hoy también, pero sigamos la lógica), en cambio, tuvo un -levísimo- rendimiento positivo. El ahorrista del siglo pasado tenía hace dos años el equivalente a $ 128 gracias a esa añeja inversión.

La explicación de esta pérdida en el poder adquisitivo no está en los saltos del dólar en las últimas tres décadas y fracción (si fuera así, atesorar divisas hubiera sido un negoción). Está, en realidad, en que las tasas que pagaron históricamente los plazos fijos estuvieron por debajo de lo que subieron los precios. Por debajo de la inflación. Lo que los economistas llaman `tasas reales positivas`. Con datos menos antiguos que los del BCRA que el economista Federico Muñoz le cedió a este diario, llegan hasta 2013, podemos ver lo raro que es lo contrario. Lo raro que es encontrar `tasas reales positivas`, es decir, que rindan más de lo que daña al valor de los ahorros la inflación.

La tasa real positiva es una obsesión de los economistas, en especial los halcones anti inflación. Dicen que, sostenidas en el tiempo, pueden hacer que un país tenga una moneda estable. Pero no estamos hablando de eso acá.

En los últimos 198 meses, dado que alrededor del 80% de los depósitos a plazo se colocan a menos de 44 días tomo como unidad el mes, la tasa promedio de plazos fijos le ganó a la inflación sólo en 40 ocasiones. La llegada de Cambiemos al poder no cambió tanto eso: de 43 meses, los plazos fijos sólo ganaron en 14 oportunidades.

La novedad desde que en octubre del año pasado el BCRA y el FMI adoptaron un duro esquema de agregados monetarios -al que no vamos a evaluar acá- 7 de 9 meses la tasa promedio de plazo fijo le ganó a la inflación.

Poco comparado con, por ejemplo, Brasil, donde las tasas perdieron contra los precios brevemente en 2013. Y nunca más (la caderneta de poupan^a, un depósito de ahorro popular, garantiza tasas reales positivas a los brasileños).

Pero con suerte los primeros pasos para que el que invierta en plazo fijo pueda, quizás no fanfarronear el trade perfecto, pero al menos no sentirse un boludo.. Desde 2003, la tasa promedio de plazo Jijo le ganó 40 veces a la inflación, de un total de 198 meses Atesorar dólares entre 1980 y 2016 rindió más que el plazo fijo, pero menos que la inflación del período.

 

Publicado por El Cronista el 16/07/19.

Retrocede el índice de confianza del inversor por segundo mes

Tras la aprobación del paquete fiscal se reafirma la tendencia y por segundo mes consecutivo retrocede el Índice de Confianza del Inversor, según muestra un trabajo es realizado por D´Alessio IROL para la Cámara de Agentes de Bolsa, a fin de conocer la situación y percepción de los argentinos bancarizados, de clase media, en relación a sus inversiones personales y el escenario nacional.

Los datos corresponden a la sexta medición, realizada en diciembre, de forma online, a 500 encuestados mayores de 18 años, bancarizados, de todo el país.

El índice se obtiene de los resultados de una encuesta mensual que contiene preguntas sobre: la situación de la economía en general presente y futura, la percepción de satisfacción respecto al resultado de las inversiones personales presente y futura y las decisiones en relación a la cartera de inversión en el próximo mes.

La conclusión general es que se acentúa la baja de la confianza por parte de los inversores y retroceden tanto la percepción del escenario actual como las expectativas. `Se profundiza el proceso de incertidumbre y volatilidad económica post-electoral, a partir de la aprobación de las primeras medidas del paquete fiscal que ingresaron al Congreso`, apunta el informe. De todos modos, las expectativas con respecto al escenario inversor argentino del año próximo se mantienen positivas.

En cuanto a las preferencias de los inversores por instrumento, dólar y plazo fijo continúan al frente de las opciones de ahorro e inversión. Si bien en términos generales el inversor permanece optimista, se reafirma la tendencia negativa en la valoración del entorno propicio para la inversión aunque se mantienen las expectativas con respecto al rendimiento futuro de las inversiones personales.

Entre quienes no poseen inversiones, se observa una menor propensión a la compra de dólares a causa de las elevadas tasas de referencia que mantiene la autoridad monetaria. Hay también mayor predisposición a disminuir o abandonar el plazo fijo. Entre quienes ya tenían inversiones, existe predisposición a diversificar a el portfolio, particularmente entre los que constituyeron un plazo fijo.

 

Publicado en El Cronista el 5/01/2018

Créditos fintech versus bancos: clientes prefieren el sistema clásico

Cronista 9-10

Según un estudio de D´Alessio IROL, el público parte de lo conocido para evaluar lo que aún no probó. Así es como los bancos siguen siendo la primera opción entre los tomadores de créditos: aún con condiciones similares, el 74% los eligió. El mayor temor que generan las fintech es que no se respeten las condiciones del compromiso pactado. Sin embargo, las fintech suman interés

Si bien el mercado local está más receptivo a las innovaciones tecnológicas, los bancos siguen siendo la primera opción de la mayoría de los argentinos al momento de pedir un préstamo. Así, frente a la avalancha de fintech que buscan captar a esa gran demanda aún insatisfecha, los bancos pueden quedarse tranquilos, liderarán el negocio, aunque probablemente no por mucho tiempo.

El informe de D´Alessio IROL `Bancos y Fintech: ¿Opuestos o complementarios?` sostiene que estas entidades comparten una raíz común, ambas son financieras, no obstante aclaran que tienen ideas diferentes respecto a cómo aplicar las innovaciones tecnológicas, a dónde quieren llegar y cómo planean hacerlo.

Nora DAlessio, vicepresidente de DAlessio IROL, detalló que para conocer las preferencias utilizaron un ejemplo concreto: `Preguntamos si le ofrecen un préstamo de $ 100.000 apagar en 24 meses y un banco cobraría $ 7.250 y una Fintech $ 7.400 por mes,¿cuál elegiría?`.

El 74% eligió `el banco con el proceso y requisitos habituales`, mientras que un 11% optó por `una de las nuevas fintech`. En tanto, el 13% dijo que `no lo sabe` y 2% aseguró que `ninguna opción`.

Para D´ Alessio, ante este resultado, la tranquilidad de los bancos `es por un tiempo`, cree que ese 11% representa `un mercado enorme que, en la proyección, daría un nivel muy interesante para avanzar`. Al momento de comparar bancos y fintech, el estudio subraya que el público parte de lo conocido para evaluar lo que aún no probó. De todas formas, sobre la conformidad que generan los créditos bancarios, las respuestas están divididas: 3 de cada 10 actuales tomadores de créditos están muy conformes con lo que obtuvieron, pero en la misma proporción se encuentran los decepcionados, ya que otros 3 se encuentran muy insatisfechos.

Esta disconformidad está marcada por los costos y la comunicación. El 60% del impacto en la no conformidad con los créditos bancarios está compuesto por el Costo, un 30%, y por la Comunicación, el otro 30%. En tanto, el 60% del impacto negativo entre los tomadores de créditos en fintech se divide en Seguridad, Producto y Comunicación, en un 22%, 21% y 10%, respectivamente. Las respuestas más comunes fueron: `Siento que no son tan seguras como un banco` y `No sé si mantendrán los compromisos con sus clientes`.

`La gente tiene miedo porque supone que la fintech se puede ir, tener una letra chica o simplemente ser vendida y que el nuevo dueño no respete lo pactado. El problema de base tiene que ver con la desconfianza, y esta desconfianza existe porque no creen en la comunicación; ahí está la madre de la ecuación`, enfatizó DAlessio.

Los encuestados indicaron que la comunicación de una fintech es más transparente y directa que la de las entidades bancarias. El estudio asegura que las fintech generan interés, `pueden lograr algunos aspectos superadores a los créditos bancarios como una comunicación que esperan sea más clara y transparente`, sin embargo, advierte que el costo puede ser una decepción, porque los encuestados suponen que al no tener una estructura física, serían más bajos; y, al menos hoy, no lo son.

Un 32% indicó que se encuentra pagando un préstamo en este momento y que un 35% confirmó que desea hacerlo, de este último grupo, lo significativo, es que casi la mitad serían nuevos tomadores. Además, otro punto llamativo es que la variable que marca el requerimiento de crédito es el nivel socioeconómico: crece la atracción a medida que el nivel es más bajo. `Hay mucho por hacer en bancos y fintech, los clientes necesitan poder experimentar las potencialidades de ambos tipos de entidades`, concluyó D´Alessio. 

EL DATO

35% Es el porcentaje de los consultados por D´Alessio indicó que está evaluando sacar un préstamo. El

informe destaca que la mitad de éstos se tratarían de nuevos tomadores. Un 32% indicó que se encuentra pagando un préstamo en este momento. Además, otro punto llamativo es que

la variable que marca el requerimiento de crédito es el nivel socioeconómico: crece la atracción a medida que el nivel es más bajo

74% Es la porción eligió `el banco con el proceso y requisitos habituales`, mientras que un 11% optó por `una de las nuevas fintech`. En tanto, el 13% dijo que `no lo sabe` y 2% aseguró que `ninguna opción`. Para D´Alessio, ante este resultado, la tranquilidad de los bancos `es por un tiempo`, cree que ese 11% representa `un mercado enorme que, en la proyección, daría un nivel muy interesante para avanzar`

Para D´ Alessio, ante este resultado, la tranquilidad de los bancos `es por un tiempo` I Un 32% de los encuestados indicó que se encuentra pagando un préstamo en este momento.

Bancos que conforman pero no enamoran

REVISTA ESTRATEGA DEL SEGURO Y LA BANCA

Los clientes son fieles a la entidad financiera con la que operan más por costumbre que por convicción, según la encuesta de D´Alessio IROL.

Como a casi todos los servicios, a las comisiones y costos bancarios también les llegó la hora de los aumentos.

El Banco Central (BCRA) autorizó subas del 20% para lo inmediato y abrió la puerta para que a partir del mes de septiembre los precios sean fijados con total libertad por cada entidad financiera, después de varios años de fuerte regulación.
Claro que con la posibilidad de cobrar más, llega también la necesidad de competir más. Es que, a diferencia de otros servicios en los que el cliente es cautivo como la luz y el gas o semi-cautivo como en el caso de los proveedores de internet o televisión por cable, en materia de servicios bancarios el abanico es inmenso.
En el nuevo escenario, tener contento al cliente, ofrecerle más y mejor servicio y una ajustada sintonía entre precio y calidad será la clave para retener a los propios y tentar a los ajenos. El hilo será más delgado.

SATISFACCIÓN. Los bancos vienen, en general, trabajando en mejorar la relación con sus clientes, con propuestas más personalizadas, y la iniciativa se trasluce en los resultados del Tracking de Banca Minorista que desde hace mas de 20 años realiza la consultora D´Alessio IROL. Al primer trimestre de 2016 el indicador de satisfacción con su banco principal fue de 7,4 puntos (en una escala de 1 a 10), algunos puntos por encima del 6,9 del mismo periodo del año pasado. Sin embargo, hay reclamos históricos a ciertos aspectos del servicio que a partir de ahora podrían ser una visagra para irse o quedarse.

PUNTO DE INFLEXIÓN. En los resultados de la encuesta que mide la relación del cliente con su banco, el descontento con la atención es uno de los ítems de mayor impacto en la disconformidad. Tiene un peso de 35%. Y dentro de esos “disconformes”, que van desde los que se quejan por las largas filas en la caja o la falta de más terminales de operación automática, los que no recibieron una resolución efectiva de sus problemas y/o fueron maltratados por los empleados  suelen ser los más predispuestos a abandonar ese banco para abrir una cuenta en el de enfrente (y mucho más ahora que las cajas de ahorro son gratuitas en todas las entidades).
“Tomando datos de todo el mercado, observamos que en el último semestre la satisfacción de los usuarios con sus respectivos bancos se ha mantenido entre estable y ligeramente mejor. La satisfacción, si bien entra de dentro de lo “correcto”, no llega a plantear un verdadero engagement (grado de compromiso) con cada entidad, con lo cualhay una fidelidad más por costumbre que por convicción”, analiza Nora D´Alessio, vicepresidente de la consultora.

La ejecutiva recomienda a los banqueros sobre la base de los resultados obtenidos “que no descuiden los pilares de su relación con los clientes: La buena atención, el correcto funcionamiento de sus herramientas y canales, y los beneficios que ofrecen”.

Estrechar lazos, lograr fidelidad verdadera y no por “pereza” o falta de otras opciones, juega un rol fundamental a partir de ahora. Si se va a cobrar más caro que la competencia, el cliente exigirá también un servicio que lo justifique. De acuerdo a los datos publicados por el Banco Central en sus nuevas tablas comparativas, la comisión mensual por un paquete denominado Premium varía de $258 a $528. En el extremo más económico está en Banco Nación ($258), seguido por el Banco Francés ($393,60). En la otra punta, y siempre a de acuerdo a los rankings del BCRA, se encuentra el Banco Galicia ($528) secundado por el HSBC ($521,70). Sin embargo, dentro de esos paquetes no todas las entidades ofrecen el mismo servicio, y es justamente ahí donde estará puesto el ojo del cliente.

Dentro de los paquetes Premium algunos bancos bonifican el costo de renovación anual de las tarjetas de crédito pero otros no, algunas entidades ofrecen puntos, premios y recompensas que de algún modo “abaratan” el precio que se paga por el mantenimiento de la cuenta. Están también los que dan acceso exclusivo a ciertos servicios que van desde salones VIP en aeropuertos hasta ubicaciones exclusivas en espectáculos. Ese valor es intangible, no está rankeado por el Central, pero sí es tenido en cuenta por los usuarios específicos a los que apuntan ciertos bancos.
El nivel del servicio, especialmente en los segmentos más bancarizados, pesa mucho más a la hora de decidirse por una u otra entidad que el costo o la comisión cobrada. “Aplicando un modelo propio de análisis que permite conocer el impacto real de distintos factores en el relacionamiento con los clientes se registra quelas fallas en la atención se mantienen como el principal factor que impacta en la no conformidad, dificulta la retención y la venta de los otros productos y servicios”, advierte D’ Alessio.
Los grandes bancos ya tomaron nota y buscan llegar al cliente, especialmente al segmento de mayores recursos o de banca VIP -que no es cautivo como el de las cuentas sueldos-, con una oferta bien taylor made. “Buscamos brindar los productos y servicios adecuados al perfil de cada cliente y, en este sentido,la apuesta pasa por tener un conocimiento cada vez más profundo de sus preferencias”, explica Milagro Medrano, gerente de comunicaciones de Banco Macro. Desde Santander, el foco también está en diferenciarse por servicio. “Contamos con una encuesta de gustos y preferencias en Online Banking donde el cliente puede manifestar sus preferencias en deportes, música, viajes. Esa información nos sirve para acercarle propuestas novedosas y a la altura de sus expectativas”, apunta Guillermo de Torres, gerente de Rentas Altas de Santander Río.

AVIDOS DE DESCUENTOS. Otro dato que surge del Tracking de la Banca Minorista del primer trimestre de 2016, para el que se encuestaron a personas bancarizadas en todo el país, es que los clientes valoran mucho las promociones y los beneficios, al punto que se convirtió ya en la segunda variable que genera descontento o insatisfacción con su banco principal, con un impacto del 22%.
“En general -explica la especialista en leer las conductas del mercado y los consumidores- vemos un incremento en el porcentaje de clientes disconformes con este ítem en su banco principal. El usuario sintió un descenso en la calidad de estos servicios”.
Los descuentos, beneficios y acuerdos especiales que arrancaron hace algunos años como una herramienta de diferenciación y marketing entre los bancos, hoy son casi una obligación y ya no un tema al margen. “Son los aspectos donde pueden lograr diferencias que los ayuden en la competencia con otras entidades”, remarca D´Alessio. “Esto no es un dato menor, teniendo en cuenta que el aumento en los costos de los servicios bancarios van a generar un usuario más exigente, más atento a ver qué consigue a cambio de su dinero y más propenso a querer compensar lo que paga con lo que el banco le devuelve en beneficios”.
En ese sentido, los bancos rápidos de reflejo también recogen el guante. “Lejos de ser un gasto para el cliente, pertenecer al segmento Premier de nuestro banco les brinda la posibilidad de ahorrar muchísimo dinero de manera inteligente. En principio, reciben asesoramiento financiero personalizado de acuerdo a sus necesidades”, detallaYuri Muchenik, gerente de producto Premier de HSBC Argentina, en lo que respecta al acercamiento con sus clientes. “Además, cuentan con tasas de interés preferenciales, tanto para sus productos crediticios como de inversión y, por sobre todas las cosas, ahorran tiempo en su gestión bancaria para poder dedicarlo a su vida personal”, apunta.

Finalmente, la encuesta de D´Alessio sobre clientes bancarios da cuenta también de los comportamientos que podrían verse a futuro. “Vemos que los usuarios siguen manteniendo entre su planificación para 2016 acciones financieras que requieren el apoyo de las entidades bancarias, entre ellas el uso de la tarjeta de crédito para financiarse”. “Sin embargo, aclara, en este punto, surge la prudencia y 6 de cada 10 optan por utilizar el Plan Ahora 12, para evitar sobresaltos con los intereses”. El informe que acompaña los resultados de Tracking de la banca minorista, revela asimismo que 1 de cada 10 usuarios de servicios bancarios están planificando adquisiciones que requieren financiación, como un vehículo o una vivienda. “Esto último -alerta D´Alessio- es una oportunidad para afianzar los lazos con el cliente, siempre y cuando sean claros en la comunicación de costos y limitaciones, dado que los malos entendidos en estos aspectos son una potencial fuente de disconformidad”.

Una relación cada vez más emocional

LOS CLIENTES Y LOS BANCOS: Para fidelizar a los clientes, ya no basta con promociones y descuentos. La clave es poder mostrar propuestas Taylor Made para cada perfil, combinados con eficiencia en los canales para la operatoria online y costos competitivos. Un combo costoso, pero inevitable, para las entidades financieras.

No corren tiempos fáciles para acercarse a los clientes. La multiplicidad de ofertas, el acceso online para comparar casi cualquier producto o servicio con otro; el exceso de información y el poder del consumidor para probar aquí y allá, sin casarse con ningún proveedor ni ninguna marca, les complican la cancha a las empresas, especialmente en épocas de vacas flacas y negocios magros. Los bancos, obviamente, no son una excepción dentro de este escenario.

Si bien buena parte del volumen de clientes bancarios viene atado a las cuentas sueldo, una especie de segmento casi cautivo que llegó a serlo por decisión de su empleador y no por elección propia, traccionarlos y convencerlos de consumir más servicios en el banco, por encima de la mínima caja de ahorros donde le depositan su salario, es todo un desafío. Las entidades necesitan más que nunca aumentar el volumen de negocios, porque el alto nivel de regulaciones y límites a las comisiones y tasas de interés van erosionando la rentabilidad real. Ampliar la base y ganar volumen, es la clave.

BAJO NIVEL. Los niveles de bancarización en la Argentina son de los más bajos de Latinoamérica, en torno del 15% sobre el PBI, mientras que en Chile ese ratio es de 100% y en Brasil del 70%. El camino está lleno de oportunidades. Capitalizarlas dependerá del buen timing de cada entidad para acercarse con la propuesta justa, en el momento adecuado al cliente mejor predispuesto pero también, claro, del ritmo y el tono que vayan imprimiendo la política y la economía, y eso ya está fuera del alcance de los banqueros.

Saber qué priorizan y qué desean los clientes está en la agenda de todo el sector, que en general se mantiene proactivo y con iniciativas permanentes para retenerlos y atraerlos. De acuerdo con un trabajo realizado por PwC Argentina, a la hora de elegir un banco, los aspectos que más pesan en la decisión son: precio (81 %, lo menciona como algo importante, en encuesta de respuestas múltiples), cantidad de sucursales (76%), posibilidad de operar a través de online banking (73%) y oferta de servicios y productos personalizados (50%).

“Somos conscientes de que en el último tiempo el cliente se ha tornado más sofisticado, y que para poder satisfacer sus necesidades en un entorno de gran competencia debemos otorgar un diferencial”, aclara de entrada Milagro Medrano, gerente de relaciones institucionales de Banco Macro. “Nuestra estrategia, en ese sentido, es profundizar la política de hacer más fácil la vida a nuestros clientes. Además de poner especial énfasis en el interior del país que, como nuestra historia lo demuestra, es el ámbito que el banco considera estratégicamente prioritario”, asegura la ejecutiva.

“Lógicamente, al ser el nivel de intermediación bancaria en Argentina muy bajo en relación con estándares internacionales, los grados de fidelización aparecen diluidos”, explica Fernando Quiroga Lafargue, socio a cargo de Servicios Financieros de KPMG. “Los vínculos con los clientes típicamente se fortalecen con las relaciones crediticias de largo plazo, en donde el conocimiento, por parte de la entidad, del perfil de riesgo y de los flujos de ingresos y egresos, junto con el conocimiento, por parte del cliente, del grado de celeridad y comodidad de los servicios bancarios ofrecidos, conforman un proceso de aprendizaje mutuo que es gradual y costoso. Por ese motivo, una vez establecido y consolidado ese núcleo de relaciones, es de difícil reemplazo”, anota el especialista en la lista que hace a la base de la relación cliente/banco y que en la Argentina es una pata que por ahora falta. “Desde la última gran crisis en 2001/02, algunas de estas relaciones se han ido conformando pero fueron de algún modo interrumpidas por los ciclos económicos posteriores y limitadas en número por el escaso nivel de intermediación en relación con el nivel de actividad económica. Esto ha sido más significativo con los clientes corporativos, donde el proceso de aprendizaje es más largo y costoso”, aclara.

ALGO MAS QUE DESCUENTOS. Sin anclas de largo plazo, como es el crédito hipotecario (que aunque cambie el escenario económico tras la renovación presidencial, tardará un tiempo en recomponerse), los pilares para construir la relación con sus clientes pasan por un mix entre promociones, servicios personalizados, rápida respuesta, un buen home banking y todo a un precio competitivo.

“La típica diferenciación racional por precio, producto, promoción, tiene hoy productividad marginal decreciente en este mercado. Un factor importante pasa a ser la diferenciación emocional”, remarcan en PwC. A raíz de los resultados del trabajo de investigación realizado El nuevo desafío: cambio de paradigma en el perfil del diente en la era digital, “debe recurrirse a las experiencias y a las emociones en el relacionamiento con los clientes. Lo importante es identificar para cada segmento o microsegmentos los atributos emocionales y poder utilizarlos”, detallan en la consultora.

Es decir, las campañas de descuentos y premios masivos que hace unos años sorprendían a los clientes, hoy ya se volvieron un básico, que no puede faltar en el menú, pero no alcanzan para tener su voluntad incondicional. A eso hay que agregarle una propuesta que haga que el cliente se sienta “identificado”, que sienta que está pensada para sus necesidades. Un proceso complejo y costoso.

“Las promociones ya son, desde hace varios años, un commodity de la oferta de los bancos, y son buscadas y reclamadas por los usuarios. Sin embargo, a pesar de que en el último tiempo han crecido, no necesariamente mejoró la conformidad de los clientes con las entidades”, explica Nora D’Alessio, vicepresidenta de D’Alessio IROL, especializada en estudios de mercado. “Los problemas subsisten, en especial la no conformidad con la resolución de los inconvenientes y con las demoras en las respuestas”, apunta la especialista.

De acuerdo con los últimos datos relevados por la consultora, el 32% de los clientes consultados mencionó haber tenido en el último trimestre algún inconveniente con alguno de los bancos con los que opera. “Esto tiene mayor incidencia en el segmento adultos (entre 45 y 54 años), que es, potencialmente el rango de los clientes más activos.”

El tablero es, sin dudas, hoy más complejo que hace algunos años atrás, el consumidor tiene más poder y marca el terreno. En ese sentido, hay tres datos que los banqueros tienen sobre sus escritorios resaltados en color fluor: ? En promedio los clientes operan con tres bancos, lo cual indica atomización en los productos que utiliza con cada uno.

Según PwC, el 90% de los clientes directamente no tiene, o tiene, una baja segmentación.
Uno de cada tres clientes posee para el banco niveles de rentabilidad bajos, también según números de PwC Argentina.

De este diagnóstico, pueden surgir inmensas ventanas de oportunidades. En Banco Galicia, famosos por sus Puntos Quiero y por la historia de Marcos y Claudia que tanta empatia genera en clientes y no clientes, la estrategia desde hace un tiempo, cuentan a Estrategas, “es adoptar una segmentación por perfil de cliente”. “De este modo se crearon servicios específicos para atender las necesidades de cada grupo de clientes y surgieron Galicia Eminent, una sólida propuesta de valor orientada a los clientes premium; NyP, servicio pensado para atender las necesidades de los Negocios y Pequeñas empresas; o Move, una nueva propuesta de valor para el segmento joven. Cada uno de estos servicios posee una plataforma de beneficios exclusivamente desarrollada para cada perfil”, explican. Leonel Piraino, gerente de Política Comercial de Banco Provincia, pone en blanco sobre negro la estrategia de relacionamiento con sus clientes partiendo de la base de que, como banco público, debe “funcionar expuesto tanto a la competencia de mercado como a la ejecución de planes comerciales en los que es necesario trabajar en la masividad y la inclusión vía, por ejemplo, subsidios de tasas de interés en coordinación con la Nación y la Provincia, con propuestas de naturaleza masiva”. “Se ha tomado conciencia de que las entidades financieras no sobreviven sólo del negocio de la intermediación financiera clásica (recibiendo depósitos y otorgando préstamos) y, por lo tanto, que se debe estar atento a la generación de productos y servicios. Por esta razón es que nuestro programa de beneficio al cliente continuará incorporando dinamismo para competir de manera estricta con las entidades privadas nacionales e internacionales”, subraya el ejecutivo.

En Banco Francés la alianza comercial con LAN es la nave insignia en la estrategia comercial de segmentación. “Generamos una oferta de valor diferenciada para cada uno de los segmentos que nos hemos propuesto. Trabajamos fuertemente para que nuestros clientes más exigentes reconozcan la diferencia entre las propuestas masivas y las de alto valor como la que hemos dado en llamar Premium World, donde se destaca para los clientes un 40% extra en la suma de kilómetros LanPass, además de acceso a la sala VIP de la aerolínea en Ezeiza cuando se viaja por esa línea y otros beneficios especiales.”

Crece el uso del home banking en el 2015

La aparición masiva de internet hace unos veinte años transformó progresivamente la vida en sociedad, proveyendo nuevos usos que mejoran la eficiencia y facilitan operaciones que solían ser tortuosas.
Uno de esos beneficios se relaciona con las operaciones bancarias y financieras. Actualmente, un alto porcentaje de las transacciones habituales puede realizarse on-line, lo que permite ahorrar tiempo, evitar la utilización del papel (reduciendo el impacto ambiental) y mejorar la seguridad, al no implicar la circulación de billetes para operaciones cotidianas.
De a poco, hasta los usuarios más tradicionales dejan a un lado sus prejuicios y entienden estos beneficios.
Según un estudio realizado por D’Alessio IROL para Certi Sur dado a conocer esta semana, en el 2015 el 86% de los usuarios en Argentina accede a sus cuentas bancarias y realiza operaciones de pago, depósito o crédito mediante la web.
El número implica un importante crecimiento respecto del año anterior, cuando el 75% de los consultados utilizaba el canal electrónico.
El estudio explica que las principales barreras que los clientes expresan antes de comenzar a utilizar el servicio suelen relacionarse con el temor respecto de la seguridad de introducir datos confidenciales en la web, principalmente los relacionados a la identidad o a los números de cuenta, y que los mismos sean hackeados o robados para bases de datos.
Sin embargo, los miedos desaparecen al utilizar los canales electrónicos por primera vez, una vez que comprueban la seguridad actual de los sistemas de datos, y disfrutan los beneficios.

Dos segmentos, un mismo negocio

La interrelación entre los dos segmentos es cada vez mayor lo que permite, del lado de los bancos, mayores rentabilidades y una oferta integral de cara al cliente y, para las compañías de seguros, cierto respaldo financiero.

Por Raúl Giberman y Florencia Pulla

No es un after-office como cualquier otro. En parte porque no es usual que gerentes de área de bancos y seguros se unan para debatir temas que atraviesan a los dos sectores. Y también porque es la Asociación de Marketing Bancario Argentino (Amba) y Alzas y Bajas quienes hacen la invitación. Llegaron -algunos más tarde, otros más temprano- Daniel Valtri, gerente Comercial de Colón compañía de seguros; Carlos Marcelo Swinyard, consultor financiero de IBM; Jorge Ibañez, gerente de seguros del banco Supervielle; Diego Gagliano, gerente Actuarial y de Reaseguro de Intégrity Seguros Argentina; Nora D’alessio, vicepresidente de D’alessio Irol; Gabriel Chaufan, Presidente de BBVA Consolidar; Pablo Blanco, gerente de Marketing de Efectivo Sí; Alejandro Achaval, gerente General de IGS; y Norberto Giudice y Eduardo Gagliano, de Amba.
Amba está cumpliendo 33 años y es obvio que mucho ha cambiado en este tiempo. ¿Consideran que los bancos han terminado convirtiéndose en verdaderas empresas de servicios?
Eduardo Gagliano (EG): Definitivamente. Hemos sido participes de la transformación de los bancos en empresas de servicio y, por otro lado, ha evolucionado en su rol fundacional que es la intermediación financiera. Y creo que la alianza estratégica con el negocio del seguro es muy provechosa en este sentido. Los bancos tienen con qué aportarle al negocio del seguro: su imagen, su posicionamiento en el mercado, una cartera que muchas veces es cautiva, tienen además los medios de comunicación con sus clientes y con el mercado en general, canales de distribución y también los medios de pago. Y los bancos necesitan justamente lo que si tienen las compañías de seguros, que son los productos y el expertise del negocio asegurador.
Gabriel Chaufan (GC): Uno de los puntos clave en la relación banca y seguros es el banco como gran canal de distribución. La industria del seguro no logra penetrar en la sociedad incluso con el nivel de inseguridad que se viven hoy en Argentina y cuando uno mira a los bancos ellos ofrecen muchas posibilidades, por su cercanía con los clientes y, además, porque están en todos lados.
¿A qué se debe esta deficiencia de las compañías de seguro:
a que no están sabiendo cómo llegar al mercado o a características propias del tejido social Argentino?
EG: Tengo la sensación de que las compañías de seguros no están sabiendo llegar al mercado y el seguro se sigue viendo como un mal necesario en vez de un beneficio. Todos seguramente pagamos una prepaga y la pagamos con más gusto que cuando pagamos un seguro y sin embargo no son muy diferentes. Creo que la presencia de los Bancos en el negocio puede llegara mejorar la comunicación con el cliente.
Jorge Ibañez (Jl): De hecho los bancos hemos tomado la responsabilidad de asesorar bien a los clientes, de mantenerlos actualizados en sus sumas y además darles productos modulares. Ese es el rol que tiene el banco, de asesorar y cuidar a su cliente para que se sienta cómodo. Si tiene la cuenta, si opera con el banco, si tiene un plazo fijo, si confía en el banco termina comprando su seguro.
Daniel Veltri (DV): Ahí empezamos a ver el rol de la intermediación que en esta actividad que esta regulada por la Superintendencia y obliga a estar matriculado para comercializar Seguros, implica una formación que permita asesorar a los clientes en como mantener su patrimonio astgurado. El banco es un canal de distribución para la compañía de seguros y vela por los intereses de sus clientes; es un canal que debe estar a la altura de las necesidades de los asegurados.
GC: De las seis compañías mas grandes en seguros de hogar, tres son bancos lo cual es un indicador bastante duro de cómo el mercado mira a los bancos como canal de distribución. Todavía no se da tanto en otros productos pero el combinado familiar es un producto perfecto para un cliente bancario y entonces se ve clarísimo.
Diego Gagliano (DG): También está el tema de las carteras cautivas que tienen los bancos y que permiten llegar a un sector de clientes a los que quizás les cuesta un poco más llegar a las empresas de seguros.
Marcelo Swinyard (MS): Nosotros tenemos una posición más agnóstica. La banca en Argentina pero también en el mundo ha iniciado un proceso de acercamiento a los clientes con un esfuerzo importante en base de datos. Notamos que las compañías de seguros en general están un poco atrás en eso. Quizás por la dependencia con el mercado productor implica más achatamiento en términos de acercamiento al cliente. El banco además se ha metido en serio en la vida del cliente y sabe sobre el sistema de puntos al que estoy asociado, dónde viajo, las transacciones que hago… o séa, ha hecho un esfuerzo para salir al cliente. Decimos que es una industria que tiene más puntos de contacto con el cliente; los busca y los trabaja.
Se habla siempre del concepto de conciencia aseguradora. Y se entiende, por lo que dicen varios de ustedes, que el tema es no quedarse en los laureles; que no se vislumbra todavía un techo en el sector.
Nora D’Alessio: Por encuestas que realizamos estamos en el mejor momento para el negocio asegurador porque hay más chances de ser vulnerado. Y las compañías de seguro acá pueden ser los verdaderos heroes; le pueden decir al cliente que finalmente pueden augurar algún tipo de tranquilidad.
DV: Generalmente las compañías de seguros trabajan en una situación opuesta a la del banco desde el punto de vista de la psicología del consumidor.
Al banco le demandan sus servicios mientras que la industria del seguro tiene que salir a ofrecerlos; a buscar, a tentar y a convencer. Seguramente cada uno de nosotros no estemos asegurados como corresponde y ese es el deber que tienen las empresas de seguros; seguir transitando y haciendo docencia y concientización en forma permanente. Comunicando, asesorando con los canales de distribución. ¿Hay un techo? No. Porque el mercado no tienen las coberturas que tiene que tener ni en cantidad ni en calidad.
MS: Estoy trabajando hace ya un año y medio con la gente de nuestro centro de competencias en Nueva York, obviamente traemos la cultura de un mercado maduro y estuvimos trabajando en Colombia y en Perü y se sorprendieron por los niveles de subaseguramiento y la falta de conocimiento que existe en la región. El espacio para crecer en comparación con esos mercados es sorprendente.
GC: En el caso de los seguros de personas tampoco hay una conciencia aseguradora pero en general en el resto del mundo esto se combate con incentivos fiscales. Entonces la forma pragmática de incentivar a que la gente tome un seguro de vida o de retiro es esa. Aún en países que no tienen conciencia aseguradora los incentivos hacen que la ecuación económica justifique que una gran cantidad de gente se vuelque a adquirir estos productos, cosa que en Argentina hoy no pasa.
Marcan la falta de incentivos fiscales y la poca conciencia como dos grandes limitantes. ¿Existen otros?
EG: Creo que aquí hay un desafío también para el marketing porque el seguro es un servicio que nadie quiere comprobar. La esencia del servicio es que cuando exista una eventualidad no tengamos un paraguas. Y
en ese sentido es un problema porque en otros productos el marketing puede apostar a que el cliente los pruebe mientras lo consume y eso aquí no pasa.
Alejandro Achaval: El mundo del seguro es apasionante y nosotros lo vemos de costado pero estamos muy involucrados. Por un lado, vemos que el cliente bancario a diferencia de lo que puede ser un cliente de retail o el cliente de una tarjeta es mucho más fiel que en cualquier otra institución. En algunos países, como Colombia, están viendo cómo aumentar la permanencia del cliente en las compañías de seguros, como aprender del banco, y buscan fidelizar clientes a través de servicios perifericos. Y ahí entramos mucho las asistencias.
Los seguros de vida son difíciles de vender en cuanto remiten a un tema bastante taboo: la muerte.
GC: El seguro de vida es el producto más difícil porque justamente lo que trae es la idea de la muerte y tiene además un montón de mitos por los cuales la gente no lo compra. Uno es la inflación; el estar en crisis permanente es otro. También está el famoso “no me va a pasar” y es fácil luchar contra esos mitos cuando se llega masivamente al cliente y eso es lo que mas cuesta. Porque con crisis o sin crisis la desprotección de mi familia frente a mi va a ser igual. El seguro de vida es el único que no tiene sustituto y entonces no hay forma de reemplazarlo porque lo que te da el seguro de vida no te lo da otro producto. Debiera ser el seguro más importante para una familia, antes que auto o el hogar porque es la base, si yo no tengo ingresos no puedo mantener ni el auto ni el hogar. De hecho en el mundo es así, el primer seguro en términos de volumen de primas son los de personas, después vienen las cosas.

El Banco en el bolsillo se potencia


Information Technology – Pág. 22-23/Nº 206 (Noviembre)

En la Argentina, la creciente penetración móvil, que ya superó largamente el 100 por ciento (un 24 por ciento corresponde a usuarios de teléfonos inteligentes), genera un escenario de mayor interés por el uso de servicios de la banca móvil. Entre los proveedores de comercio móvil más confiables para los argentinos figuran los bancos, con un 43 por ciento, seguidos por los proveedores de tarjetas de crédito, con un 23 por ciento. Sin embargo, la principal barrera pasa por la baja bancarización de la población. En América latina, sólo cuatro de cada 10 personas tienen acceso a productos bancarios tales como cajas de ahorro, tarjetas de crédito y débito.

El déficit principal

La inclusión financiera en América latina es del 61 por ciento, mientras que un 48 por ciento está empleado de manera informal, según datos de Ericsson.

Proveedores de comercio móvil más confiables (Argentina)
43% Bancos
26% Proveedor de tarjetas de crédito bancario
14% Proveedor/operador de red móvil
9% Cadena de tiendas
7% Marca de celular
Fuente: Ericsson ConsumerLab

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¿Utiliza el servicio de pago o Homebanking desde el celular?
Base: todos los usuarios de Internet
Sí 30% – No 70%

Fuente: Seguridad en Internet: la visión de los usuarios. Certi Sur / D’Alessio IROL

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Acciones que más realizan los usuarios de banca móvil (Estados Unidos)

Chequeo de saldo de cuenta o transacciones recientes 93%
Descarga de apps del banco 72%
Transferencias de dinero entre cuentas del banco 57 %
Recibo de alertas por e-mail por parte del banco 53%
Pago de facturas mediante el sitio web o app 44%
Recibo de alertas por mensaje de texto por parte de banco 43 %
Localizar cajeros automáticos más cercanos 41 %
Depositar un cheque usando la cámara del dispositivo móvil 38%
Transferencias de dinero entre dos cuentas 26 %
Fuente: “Consumers and Mobile Financial Services 2014”- Reserva Federal EE.UU.

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439 millones
Son los usuarios de teléfonos celulares en América latina en 2014, según eMarketer. Un 44,1 % del total se conectará a Internet este año, 24,2% más que en 2013.

4º posición se ubicó el mobile banking entre las distintas modalidades que eligen los usuarios de entre 18 y 34 años en Estados Unidos (llamados millennials), según datos de eMarketer. En primer lugar se ubicó la banca online (88%), seguida por los cajeros automáticos (72%) y las sucursales bancarias (53%).

1 millón aproximado de argentinos opera con su banco desde el celular. La mayoría consulta saldos y movimientos de cuentas y tarjetas de crédito, según fuentes del mercado.

100% de los bancos locales permiten la descarga de aplicaciones para que los clientes puedan operar desde un dispositivo móvil. Al ingresar desde una URL del navegador, sólo el 25% tiene un sitio que se adapta y permite su operación como si se ingresara desde una PC, según datos de TBI Unit (fueron analizados 12 sitios de bancos).

Ahorro verde: la mitad de las personas sigue al dólar pero no le sobra plata para comprarlo

 

A pesar de la paz cambiaria, entre el 60% y 70% de los argentinos tiene el deseo latente de comprar billetes porque le brindan seguridad, según la consultora D’Alessio Irol. En una población poco sofisticada para invertir, la mitad de los consultados sigue la cotización del dólar. Pero la inflación le comió los excedentes para comprarlos

por: Veronica Dalto
 Ahorro verde: la mitad de las personas sigue al dólar pero no le sobra plata para comprarlo

Ahorro verde: la mitad de las personas sigue al dólar pero no le sobra plata para comprarlo

A pesar de la reducción de la brecha cambiaria y la suba de la tasa de interés, el deseo latente de los argentinos por el dólar se mantiene en niveles altos, entre el 60% y 70%. El gobierno abrió parcialmente la posibilidad de comprar dólares para atesoramiento, pero la inflación reduce la capacidad de ahorro y sólo la mitad de las personas puede acceder a ellos, según un monitoreo que realiza la consultora D’Alessio Irol.
Justamente el viernes, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, relacionó la baja en el impuesto a las Ganancias con la compra de billetes, al relativizar el impacto real que podría tener al mencionar la cantidad de operaciones de compra de dólares que realizan los asalariados.
La mayoría de los compradores de billetes son empleados en relación de dependencia (89,9% de las efectivizadas), y para los alcanzados, el impuesto a las Ganancias reduce también la capacidad de ahorro, que podría derivar en mayores compras de divisas.
Según datos que difunde la AFIP, entre el 27 de enero y el viernes pasado 991.153 personas validaron operaciones para comprar u$s 558,3 millones y 770.838 las efectivizaron operaciones por u$s 448,2 millones.
En promedio, las personas han comprado u$s 581,44 (a $ 7,97 promedio), por debajo de los u$s 2.000 permitidos, lo que indica que son los sectores medios los que buscan el atesoramiento. Hoy se puede comprar hasta el 20% de los ingresos de hasta $ 7.200 mensuales.
El impuesto a las Ganancias puede reducir el ahorro de los segmentos más altos de la escala social, pero para los más bajos, es la inflación la que no les permite comprar dólares.
“En una población que no tiene sofisticación en cuanto a su conducta financiera, la mitad de los consultados (51%) sigue la cotización del dólar, tanto del oficial como del paralelo. Pero la inflación le comió los excedentes para comprarlo”, explicó Nora D’Alessio, vicepresidente de la consultora.
Es el comportamiento que se desprende del monitor de humor social y consumo que realiza D’Alessio Irol cuatro veces por año entre mil individuos a nivel nacional, el cual también indica que el interés “para comprar cuando tenga la ocasión” se mantiene en un 14%.
Las medidas que tomó el Banco Central en lo que va del año y la flexiblización del cepo generaron una “paz cambiaria”, pero según las mediciones de la consultora la gente mantiene el deseo de compra.
“Si pudiera, entre el 60% y 70% de los consultados compraría dólares. La gente sigue la fluctuación del blue, del oficial y la brecha cambiaria. El paralelo le da inseguridad, y sube la apetencia al 70%. Ahora la gente está más tranquila, y el guarismo está más cerca del 60%”, dijo D’Alessio.
Entre las razones, un 29% dijo que “no hay una mejor opción para ahorrar” y un 36% lo haría “por costumbre”.
“La gente se siente segura si tiene ladrillos y dólares”, agregó la socióloga encargada de las investigaciones de mercado. “Es inherente a los argentinos que, cuando pueden, tratan de comprar dólares. Es la moneda de referencia y que da tranquilidad. El deseo siempre está. Pero la capacidad es menor”.
Según explicaron en dos bancos, hoy la venta de dólares se da en un clima tranquilo. Las operaciones crecen tras cobrar el sueldo. Pero también observan menor capacidad de ahorro, lo que deriva en posteriores ventas al blue, a fin de mes.
En tanto, los inversores más sofisticados -una porción mínima del segmento de altos ingresos, según D’Alessio Irol- sustituye el dólar por el plazo fijo desde que las tasas de interés subieron hasta el 25-26%.
El viernes el dólar ahorro cotizaba $ 9,612 y los bancos le cargan hasta 8 centavos. Según AFIP, más del 90% de las personas elige llevarse los billetes en vez de dejarlos depositados un año y ahorrarse el 20%.