Encuesta: la mitad de los argentinos, a favor de los cambios en las FF.AA.

Son datos de un relevamiento de la consultora Berensztein (con D’Alessio Irol), realizado durante julio.

La decisión del presidente Mauricio Macri de modificar el decreto que reglamentaba las funciones de las Fuerzas Armadas impulsó un gran debate político, que generó en la oposición duras críticas contra Cambiemos.

Hubo pronunciamientos de varios sectores del kirchnerismo, de la izquierda, y también de organizaciones de derechos humanos. Incluso, llamaron a manifestar el pasado jueves.

Pero ¿qué piensa la gente sobre el nuevo rol de las FF.AA., planteadas por el propio Macri y defendido por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y por el ministro de Defensa, Oscar Aguad?

Según una encuesta de la consultora Berenstein (junto a D’Alessio Irol), hoy la inseguridad es una cuestión de “importancia” para el 95% de los ciudadanos (68% dice que es “muy importante” y el 27%, “algo importante”).

Es mayor la preocupación en el segmento más afín al Gobierno nacional (85% de votantes de Cambiemos la calificó de “muy importante” vs. 50% entre seguidores del FPV), según explica el informe.

En ese contexto, el 50% de los consultados consideró que “el decreto de reconversión de las Fuerzas Armadas va a tender a mejorar el problema de la inseguridad”.

Especial: la reforma sobre las Fuerzas Armadas

Allí, está clara la “grieta” política que divide al país. En esa porción, ocho de cada 10 de los votantes de Cambiemos (82%) creen que la reconversión será útil, algo que comparten dos de cada 10 (18%) votantes del kirchnerismo.

Mientras que, entre los que dicen que no servirá para nada, el porcentaje es casi simétrico: 1,5 de cada 10 votantes de Cambiemos (14%) contra casi ocho de cada dos (77%).

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Publicado en La Voz del Interior el 29/07/2018

La obsesión eterna con los militares

Alemania, Italia y España pudieron exorcizar sus horripilantes fantasmas militares del pasado, inigualablemente mortíferos, sin que sus actuales Fuerzas Armadas tengan que cargar esos pavorosos crímenes en sus espaldas para siempre.

Pero en la Argentina eso es del todo imposible: los fantasmas que derivan de la última dictadura militar tienen mayor entidad que los del nazismo, el fascismo y el franquismo. Los crímenes cometidos, para colmo, en nombre del Estado, entre 1976 y 1983, no llegaron, ni de lejos, a las dimensiones colosales de aquellos, pero es aquí, y no en Europa, donde nos quedamos empantanados con ese trauma. Es obvio que víctimas y deudos de ellas lo sufrirán de por vida. En esos casos, solo cabe la solidaridad, la comprensión y el reclamo legítimo de que la Justicia actúe hasta las últimas consecuencias.

Pero el resto de la sociedad debe hacerse cargo de resolver el tema y dar vuelta la página, lo que no quiere decir olvidar ni justificar ese capítulo negro de nuestra historia contemporánea. Por las declaraciones impetuosas y el acto de los últimos días frente al Ministerio de Defensa, eso parece estar muy lejos de suceder porque persiste una perversa “zona de confort” política que consiste en revolver continuamente esa herida antigua para impedir su cierre definitivo.

No bastó con que los máximos responsables de la represión estén presos o hayan muerto en cautiverio; no bastó con que se mantenga en un inaudito limbo eterno de prisiones preventivas que duran décadas a muchos otros militares “por si acaso”; no bastó con que se haya reducido a las Fuerzas Armadas a una mínima y casi humillante expresión y se las tenga arrumbadas en un rincón para nada. Y no son pocos 70.000 efectivos, que el actual gobierno pretende reducir a 50.000, al tiempo de llevar adelante un cambio profundo de paradigma, en una tarea que por lo menos demandará tres años, para volverlos eficaces frente a los nuevos peligros foráneos (ciberterrorismo, narcotráfico, terrorismo islámico, pesca pirata, etc.), que ya no pasan por guerras convencionales con países vecinos, al menos en nuestra región.

Mauricio Macri apeló a un decreto para reponer el espíritu de la ley original de Defensa, de 1988. Es que en 2006 el que se atrevió con un decreto a toquetear y empeorar a ese verdadero monumento al consenso democrático votado por todas las fuerzas políticas fue Néstor Kirchner, con el auxilio de Nilda Garré. Eliminarlo con el mismo procedimiento puede que no sea lo ideal y hasta se entrevé cierta cuota de malicia (¿involuntaria?) por parte del Presidente.

Cristina Kirchner directamente le pasó por encima a ese texto alumbrado en la primavera alfonsinista cuando nombró a César Milani al frente del Ejército, hoy preso por violación de los derechos humanos, y al que intentó encaramar al frente del espionaje interno.

Fue más que interesante la visita del exministro de Defensa de Alfonsín, Horacio Jaunarena, el jueves último al programa Terapia de noticias, que emite LN+. Allí explicó muy bien la diferencia sustancial de labores entre cuerpos de seguridad (policías, Gendarmería, Prefectura) y Fuerzas Armadas. El objetivo de las primeras, recordó, es disuadir; la meta de los militares, en cambio, es destruir al agresor externo. De allí, la tragedia desatada cuando apuntaron sus armas hacia adentro y es lo que se debe evitar a toda costa que vuelva a suceder. Pero eso no ocurre, por lo menos, desde hace 35 años. La última asonada carapintada, en diciembre de 1990, cuando ya gobernaba Carlos Menem, fue aplastada por los militares leales que defendieron la democracia.

También debe evitarse que se vuelva a constituir el “partido militar”, que allanó el camino al poder de fuerzas conservadoras en distintas etapas y que en 1945, en un giro copernicano, parió al peronismo.

Pero, asimismo, es menester dar vuelta la página -que tampoco significa liberar a nadie que deba purgar su pena- para que la causa de los derechos humanos no sea objeto de constante manipulación política y pueda ampliar su campo de acción hacia otros aspectos sobre los que no presta atención.

El periodista Martín Granovsky, que en Página 12 apeló a un título desafortunado por lo tremendista -“Macri nos lleva a la muerte, 30 años después”-, pareció recuperar cierta cordura en una parte de su artículo, lo que debe haber fastidiado a buena parte de su feligresía, al apuntar que “un general de 55 años tenía 13 años, en 1976”.

Aquí también la grieta se expresa en toda su dimensión: según una encuesta reciente de D’Alessio IROL/Berensztein, ocho de cada diez votantes de Cambiemos creen que la reconversión de las FF.AA. será útil, pero solo dos de cada diez seguidores de Cristina Kirchner piensan lo mismo.

Hoy, los kirchneristas, que callaron ante Milani y el Escudo Norte (certezas), son los que se rasgan las vestiduras por lo que Macri pudiera llegar a hacer con los militares (suposiciones). Necesitan soñar despiertos pesadillas a medida (los militares reprimiendo conflictos sociales) para confirmar así sus peores presunciones sobre el Gobierno. Es un deseo paradójico y vehemente en el que se potencian con la izquierda, siempre dispuesta a ser funcional para contribuir a los malestares reales o imaginarios.

Resulta absurdo que fuerzas políticas más serias se pongan de acuerdo para derogar en el Congreso un decreto que pretende anular otro para volver al texto original firmado por el padre de la democracia.

Publicado en La Nación el 29/07/2018

La gestión nacional, con opiniones negativas entre los cordobeses

Según D’Alessio Irol/Berensztein, el 51% considera que es mala o muy mala. Por primera vez, son más altas que las positivas. La gobernadora Vidal es la dirigente con mejor imagen, y le siguen Carrió y Macri.

Por primera vez desde que se la mide, la evaluación sobre la gestión del Gobierno nacional es mayoritariamente negativa entre los cordobeses.

Según el último informe de Humor Social y Político de la consultora D’Alessio Irol/Berensztein, para el 51 por ciento de los encuestados la evaluación de la gestión del Gobierno nacional en su conjunto es mala, mientras que para el 47 por ciento es buena.

Hasta la medición de mayo pasado, las calificaciones positivas eran superiores a las negativas.

El pico se registró en septiembre de 2017, el mes previo a las elecciones legislativas nacionales, cuando el 73 por ciento de los cordobeses encuestados consideraba la gestión como buena, y apenas el 25 por ciento la veía mala.

En octubre y en noviembre, continuó en niveles positivos muy altos, pero en diciembre se produjo una caída intermensual de 10 puntos porcentuales en las opiniones favorables (pasó del 69 al 59 por ciento) y un crecimiento de 13 puntos en las desfavorables, que subieron del 26 al 39 por ciento.

La caída coincide con el inicio de la disparada en el precio del dólar y con el impulso en la inflación. En mayo pasado se produjo otra baja intermensual importante en las opiniones positivas, que pasaron del 56 por ciento en abril al 50 por ciento.

Y volvió a caer cuatro puntos más entre mayo y junio, para llegar al 47 por ciento actual. En esos dos meses, las opiniones negativas saltaron del 41 al 51 por ciento.

Nuevamente, los cambios bruscos coinciden con otra corrida cambiaria y con fuertes aumentos en los precios.

El estudio distingue la opinión de quienes fueron votantes de Cambiemos en el balotaje de 2015. En octubre, las opiniones positivas sobre la gestión del presidente Mauricio Macri llegaban al 92 por ciento. Las negativas eran de tan sólo el ocho por ciento.

Pero en junio las positivas bajaron al 64 por ciento y las negativas se elevaron al 33 por ciento.

En tanto, para quienes votaron a Daniel Scioli en el balotaje, la opinión sobre la gestión de Macri es mala para el 94 por ciento y buena para apenas el cinco por ciento. En noviembre del año pasado, se dieron los picos inversos, con 69 por ciento de calificaciones negativas y 24 por ciento positivas.

La consultora también preguntó si creían que la política gradualista del Gobierno fue acertada: el cuatro por ciento respondió por el sí en su totalidad; el 37 por ciento consideró que sí, en algunos aspectos; para el 23 por ciento no, mientras que para el 31 por ciento no hubo gradualismo.

Acuerdo con el FMI

Otra punto de la encuesta de D’Alessio Irol/Berensztein fue sobre el acuerdo alcanzado para la asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El 23 por ciento de los encuestados consideró que era la mejor opción; el 25 por ciento dijo que era la única opción, mientras que para el 39 por ciento fue la peor alternativa. En este último grupo está el 91 por ciento de quienes votaron por el Frente para la Victoria en 2015, mientras que en las dos primeras fueron mayoritariamente votantes de Macri.

Acerca de los efectos del acuerdo con el FMI, la consultora preguntó si de esta forma se evitará una crisis mayor. El 19 por ciento consideró que “sí, seguramente”; el 32 por ciento “sí, probablemente”; el 10 por ciento “no, probablemente” y el 33 por ciento “no, seguramente”.

Los cordobeses se expresaron mayoritariamente también sobre que la oposición debe acompañar para alcanzar las metas del acuerdo con el FMI (55 por ciento). El 27 por ciento consideró que debe oponerse y el 13 por ciento dice que debe mantenerse al margen.

Imagen y posicionamiento

Tres dirigentes de Cambiemos siguen siendo los líderes políticos con mejor imagen positiva en la provincia de Córdoba.

La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, sigue primera con el 61 por ciento, seguida por Elisa Carrió (56 por ciento) y Mauricio Macri (52 por ciento). No obstante, se trata de la cifra más baja desde que se los mide, es decir, desde julio del año pasado.

Los tres dirigentes tuvieron su pico en septiembre del año pasado: Vidal alcanzó el 76 por ciento, Carrió el 71 y Macri el 70.

Los que peor imagen tienen son Daniel Scioli (13 por ciento), el senador Miguel Ángel Pichetto (18 por ciento) y Cristina Fernández de Kirchner (24 por ciento). No obstante, se trata de los picos más altos de imagen positiva de estos dirigentes del kirchnerismo.

Si se considera el balance (imagen positiva menos imagen negativa), Vidal tiene 25 puntos, Carrió 17 y Macri 10. En cambio, Scioli llega a -69, Pichetto a -49 y Cristina a -47 puntos.

Datos técnicos de la encuesta

Medición on line de junio de 2018. Respuestas de 498 encuestados residentes en la provincia de Córdoba.

Los empresarios esperan un segundo semestre positivo

230 ejecutivos socios de IDEA respondieron la encuesta online. Pese a la percepción adversa del primer semestre, hay expectativas de recuperación.

La encuesta de Expectativas de Ejecutivos realizada por D´Alessio IROL para IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina)  muestra que para el 68% de los encuestados, la  situación económica del primer semestre es moderadamente peor o mucho peor que la situación en octubre de 2017. Solamente  el 15% de las personas respondieron favorablemente. Por otro lado, al ser consultados sobre las perspectivas para el resto del año, el 51% respondió que será moderadamente mejor o  mucho mejor.

Cabe señalar que los aspectos de mayor impacto positivo están marcados por una apertura al mundo. Mientras que la devaluación del peso muestra aspectos tanto negativos como positivos.

En lo que se refiere a las exportaciones,  las modificaciones cambiarias pueden contribuir a mejorar las expectativas. El 43% de las empresas que exportan consideran que verán incrementos en esta actividad. Además, una quinta parte de los consultados confían en incrementar las inversiones (23%).  Dicho aumento está centrado en las empresas medianas (32% aumentará en las medianas contra un 20% en las grandes).  También,  un tercio de las compañías consultadas espera subas en sus ventas. Quienes mejores expectativas tienen son las pequeñas, ya que un 42% los espera.

Al ser preguntadas sobre lo que creen que sucederá con el empleo en su empresa dentro de 12 meses, la mitad de las empresas considera que no tendrán mayores cambios en temas de empleo. De hecho, un 19% espera incrementar su dotación. Así mismo, una tercera parte de los encuestados espera mejoras en su rentabilidad (30% en sector industrial y un 24% en servicio).

Un aspecto negativo a diferencia de otros años es que en lo que va de 2018, aumentó la capacidad ociosa de las empresas. En 2017 era de un 27% y ahora es de un 38%.  Al mismo tiempo, los niveles de inversión están encima del promedio de los últimos 8 años.

Otro punto consultado fueron los temas más importantes a tratar para el próximo año. Para la industria, el tema vital es la reforma impositiva, mientras que para las empresas de servicios son los salarios. Pero también, el Dr. Eduardo D’Alessio destacó la importancia que tienen para las empresas la retención de talentos y la atracción de personal idóneo.

Otras respuestas para destacar de los 230 ejecutivos socios de IDEA fueron la necesidad de bajar la inflación como tema preponderante para la competitividad y que haya más justicia y educación para que el país crezca. Asimismo, señalaron que el Gobierno tuvo algunos aciertos como fue la apertura del país al mundo o las inversiones en la obra pública. Pero se le recrimina las fallas a las hora de comunicar.

Por último, en la encuesta de Expectativas de Ejecutivos realizada por D´Alessio IROL para IDEA se estima que en el corto plazo es necesario que se logre controlar el gasto público y la inflación. A esto hay que sumarle la necesidad de reforzar la confianza. En cuanto al largo plazo, se requerirán mayores inversiones en infraestructura.

A todo esto, el economista José Siaba Serrate subrayó la necesidad de tomar con cuidado las expectativas y esperar a futuro para ver qué pasa.  “Es un período de ebullición con muchas preguntas sin responder por parte del Gobierno”, agregó.

Publicado en Fortuna Web el 11/07/2018

IDEA: siete de cada 10 empresarios dicen estar peor que el año pasado

En una encuesta, los hombres de negocios le reclaman al Gobierno más control sobre el gasto público y la inflación para lo que resta del año.

BUENOS AIRES.- Los empresarios argentinos le reclaman al Gobierno más control sobre el gasto público y la inflación para lo que resta del año, además de reconocer que el primer semestre de este año fue el peor de la gestión del presidente Mauricio Macri. Así surge de una encuesta del  Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) de la que participaron 230 hombres de negocios que, en conjunto, representan entre el 70% y el 80% del PBI de la Argentina.

De sus resultados se desprende que para el 68% de los empresarios existió una percepción adversa de los primeros seis meses de este año, aunque estiman que habrá una leve recuperación de las expectativas entre julio y diciembre. De todos modos, siguen siendo críticos a la comunicación oficial y a las medidas que hasta ahora ha venido tomando Cambiemos vinculadas al gasto público y al control de la inflación.

Por eso, en la encuesta, que fue elaborada por la consultora D’Alessio Irol para IDEA, también piden que, en el mediano plazo, se promuevan más inversiones en infraestructura. En este marco, también reclaman una reforma impositiva para la industria y una baja en los costos salariales para el sector de servicios, así como una drástica reducción del costo inflacionario como tema preponderante para alcanzar una mayor competitividad.

En cuanto a las perspectivas, la mayoría de los ejecutivos que participaron de la encuesta de IDEA aseguraron que la apertura de la Argentina al mundo sigue siendo vista como positiva. Por eso tienen expectativas sobre el crecimiento de las exportaciones, el incremento de las inversiones y el empleo, además de mayores ventas y rentabilidad. Es más, aseguran que los niveles de inversión actuales se ubican por encima del promedio de los últimos ocho años.

Entre los factores negativos, la mayoría de los consultados por el instituto que agrupa a las empresas de mayor relieve de la Argentina se ubican también el sinceramiento económico y la transparencia. Piden además mayor orden desde el Gobierno y mejor orden a la hora de planificar.

Entre quienes opinaron que la situación es mucho peor identificaron como problemas a la falta de control de la inflación, la devaluación, la caída del nivel de actividad, baja del consumo, falta de inversiones, altas tasas de interés, carencia de crédito, corte de la cadena de pagos, imposibilidad de bajar el déficit social, entre otras.

Factores positivos

En cuanto a los factores positivos se destacan el acuerdo con el FMI, la calificación del país como mercado emergente, apertura internacional, sinceramiento económico y suba del dólar. Con relación a la recuperación de las exportaciones, el 43% esitimó que será un dato alentador para los próximos meses ya que las modificaciones cambiarias contribuyen a mejorar las expectativas de mayores ventas al exterior.

En tanto, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, un tercio prevé subas en sus ventas y la mitad de las empresas considera que no tendrá mayores cambios en temas de empleo mientras que otro 19% espera incrementar su dotación. Por otra parte, una tercera parte de los encuestados espera mejoras en su rentabilidad (30% en sector Industrias; 24% en Servicios). El estudio de IDEA se realiza dos veces al año desde el año 2000, por lo que los próximos resultados se brindarán durante el Coloquio anual de la entidad que, como de costumbre, se llevará a cabo en octubre próximo.

Publicado en La Gaceta el 11/07/2018

Empresarios esperan mejoría en el segundo semestre pero baja de rentabilidad

Consideran que la reforma impositiva es vital para los negocios. La comunicación y la conformación del equipo económico, los mayores errores del Gobierno.

El optimismo empresario chocó contra la realidad económica. La percepción de los ejecutivos para el primer semestre fuela más alta en los 22 años que D Alessio Irol realiza una encuesta junto al Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Pero una vez superado este período, el balance de los ejecutivos es como el célebre “no positivo”. El 68% de los 230 empresarios relevados afirma que su situación está mucho o moderadamente peor en la primera parte del año. Sin embargo, los resultados de la medición de junio arrojan un panorama alentador para los hombres de negocio, ya que más de la mitad (51%) pronostica un segundo semestre mejor. La reforma impositiva es uno de los temas mencionados como vitales para los próximos meses. Además señalan a la comunicación y a la conformación del equipo económico como los mayores errores del Gobierno.

Para los ejecutivos que ven con buenos ojos la performance de los últimos seis meses, los puntos más altos son el acuerdo con el FMI, la reclasificación de la Argentina como “mercado emergente”, la apertura internacional y el aumento del dólar. En cambio, aquellos que evalúan que están en una situación actual “mucho peor” señalan a la inflación, la devaluación, las elevadas tasas de interés y la crisis cambiaria como algunas de las principales causas.

“Hay una percepción adversa del primer semestre, pero existe una expectativa de recuperación”, mencionó Eduardo D’Alessio durante la presentación del informe. Entre los relevados, solo el 25% pronostica un semestre moderadamente o mucho peor, mientras que 2 de cada 10 creen que la performance no cambiará.

La única variable económica en la que los empresarios muestran perspectivas positivas son las exportaciones. El 43% afirma que aumentarán entre moderada y significativamente, lo cual marca un aumento respecto al 31% de la encuesta de octubre de 2017. Esto es producto, de acuerdo al informe, de las modificaciones cambiarias. Solo el 8% señala que disminuirán.

Las expectativas para las ventas y la inversión son menos prometedoras. Una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, especialmente las empresas medianas. En tanto, tres de cada 10 aseguran que disminuirán en los próximos 12 meses. No obstante, la inversión estimada como porcentaje de la facturación anual continúa por encima del promedio de los últimos años.

Respecto a las ventas, un tercio de las empresas espera subas (34%), a diferencia del resultado de octubre de 2017 que arrojaba optimismo en 83% de los relevados. Más del 40% de los ejecutivos prevé que las ventas caigan el año que viene.

La mitad de los ejecutivos (49%) considera que no habrá cambios en materia de empleo. El 19% espera que aumente, en particular las empresas pequeñas y de servicios, mientras que un 32% asegura que disminuirá. En la medición de octubre de 2017, solo el 11% pronosticaban un descenso. Los empresarios también esperan que la rentabilidad de sus compañías acuse recibo de la turbulencia económica. El 48% pronostica una caída para los próximos 12 meses.

Publicado en Marcelo Longobardi el 11/07/2018

Javier Goñi: “La crisis cambiaria generó que el primer semestre fuera peor que las expectativas”

Javier Goñi es el gerente general de Ledesma y el presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), una agrupación que reúne a más de 200 grandes, medianas y pequeñas firmas.

Ayer se dieron a conocer los resultados de la encuesta que realiza dos veces al año la consultora D’Alessio IROL entre los ejecutivos miembros de IDEA, en donde el 68% de los sondeados admitió que en el primer semestre del año le fue peor que en el periodo anterior. El dato contrastó con el récord de optimismo que habían dado las expectativas para los próximos meses en la encuesta anterior, realizada en octubre pasado.

-¿Por qué hubo tanta diferencia entre las expectativas que tenían los empresarios el año pasado y lo que finalmente ocurrió?

-Sin dudas la realidad fue peor que las expectativas. Pero quiero destacar que la economía venía con un crecimiento bueno al fin del año pasado y con una inercia que todos pensábamos que iba a continuar. Los hechos que dispararon esta crisis cambiaria -que fue la sequía, el tema de las tarifas y el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos- hizo que el primer semestre fuera peor que las expectativas. De la encuesta, mirándola en profundidad, rescato que las expectativas para los próximos meses vuelven a ser positivas y eso es interesante. El 51% de los encuestados dice que va a estar mejor, incluso más positivo es el sector de la industria que el de los servicios.

-¿Qué rescata de estos últimos meses y qué le preocupa?

-Entre las cosas que se hicieron bien está el acuerdo con el FMI . La sociedad argentina entendió lo importante que fue el préstamo como seguro para evitar una crisis mayor. Además, que la Argentina haya entrado como mercado emergente es una señal muy importante para el futuro. Por supuesto que a todos nos preocupa la inflación y las tasas de interés, que es importantísimo para la actividad que comiencen a bajar. La devaluación, que si bien por una parte tiene un efecto positivo, al ser tan repentina genera complicaciones. La encuesta refleja lo que está pasando: un primer semestre que estuvo por abajo de lo que se esperaba, pero que se siguen manteniendo las expectativas positivas para adelante. Creo que la cosecha fina que está viniendo para fin de año será buena y eso va a ayudar. Los proyectos con participación pública-privada (PPP), entre lo que es la obra pública y la infraestructura, también van a ser positivos. Además creemos que el consumo mejorará, que si bien no venía de un crecimiento fenomenal, venía creciendo.

-Pero también la encuesta señala que son pocas las empresas que creen que habrá creación de empleo, aumento de ventas y mejora en la rentabilidad.

-Todos sabemos, y lo escuchamos de la palabra del ministro [de Producción] Dante Sica , que tenemos que pensar que en el próximo semestre vamos a tener tasas altas, con inflación y desaceleramiento. Mirando para adelante, veo a fin de año un recupero y un repunte. Si el dólar también se llega a estabilizar, que en estos días pareciera, es una buena señal para tranquilizar a los mercados y para bajar las tasas, porque con estos niveles en los que estamos hoy ningún negocio es viable.

-Y mirando al año próximo, ¿cómo ve el panorama en un año electoral y el objetivo de llegar al 1,3% del déficit fiscal?

-El compromiso del Gobierno de bajar el déficit fiscal es una buena señal para todos. Si se ponen firme en eso y lo hacen en forma inteligente -que creo que está previsto en el acuerdo con el FMI que haya un espacio de contención social por lo que pueda generar la baja del déficit- es una buena señal. Un déficit bajo hará que la Argentina sea más competitiva y permitirá que los empresarios tengamos una mejor previsibilidad. El déficit fiscal, en definitiva, es la madre de todos los problemas. Es bueno que haya una meta estricta y que haya una vocación concreta, que es lo que noté con los ministros con los que hablé estos días y con el llamado a los gobernadores. Creo que el consenso es el camino.

-¿Hubo un cisne negro?

-Fue un cisne negro. El Presidente de hecho lo reconoció el otro día en el discurso por el Día de la Independencia, hay errores internos, no hay ninguna duda, pero se combinó con una serie de factores que no eran esperados. Los mismos errores, con otros factores, hubieran tenido un efecto más atenuado. Combinado con estos factores se generó una mini tormenta perfecta.

-¿Es una buena señal los cambios en el gabinete?

-Es una buena señal. Al ministro Dante Sica lo conozco porque trabajaba con nosotros en IDEA y conoce mucho de industria y es alguien que entiende mucho de la realidad del interior del país. Él dijo que le iba a dar más dinamismo a las políticas y más velocidad. Yo lo veo positivo.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

Para los empresarios, el semestre fue malo pero son optimistas para el resto del año

“Moderadamente peor o mucho peor”. Así ven en su mayoría los empresarios el desempeño del primer semestre de 2018, según la encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL, y a la que accedió ámbito.com.

El sondeo, que se realiza sobre 230 empresas, arrojó una percepción adversa del primer semestre y alejada de las expectativas que se observaron durante el último Coloquio de IDEA que se llevó a cabo en Mar del Plata.

Así, un 68% cree que la evaluación de la situación económica del semestre fue moderadamente “peor o mucho peor”. Sin embargo, el 51% cree que mejorará “mucho” o será “moderadamente mejor” para el resto de este año.

Mientras el propio presidente Mauricio Macri reconoció que el país atravesó una “tormenta”, con la turbulencia cambiara y la inflación que no encuentra frena, los empresarios parecen optimistas de que no habrá una profundización de la crisis, y creen que habrá una suerte de quiebre o punto de inflexión a partir del cual la situación mejorará.

• Expectativas sobre la economía nacional

Comparada con la medición de octubre, la Evaluación de la situación económica del semestre arroja que un 26% consideró que fue Mucho peor, y un 42% Moderadamente peor. En tanto, un 17% de los ejecutivos y ejecutivas consideraron que fue Igual. Un 12% señaló que su evaluación fue Moderadamente mejor, y un sólo un 3%, Mucho mejor.

Respecto de la Perspectiva de situación económica para el próximo semestre, un 52% de los encuestados consideró que será Moderadamente mejor (de este porcentaje, el 48% corresponde a Servicios, y un 54% a Industria), y sólo un 4%, Mucho mejor. En tanto, el 24% señaló que Igual.
Quienes opinaron que la situación actual es “Mucho mejor” señalaron entre sus considerandos: Acuerdo con el FMI; Reclasificación de Argentina como Mercado Emergente; Apertura internacional; Aumento del dólar; Sinceramiento económico; Transparencia; entre otros.

Los que, en cambio, optaron por considerar que la situación actual es “Mucho peor”, identificaron como causas: Elevadas tasas de interés; Inflación; Devaluación de la moneda; Baja del consumo; Caída del nivel de actividad; Crisis cambiaria; Sequía del campo; entre otros.

• Perspectivas para las empresas

Un 43% de las empresas relevadas consideraron que verán incrementos en las exportaciones, impulsadas en gran medida por las modificaciones en materia cambiaria.

Además, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones. Mayor suba en las empresas medianas (32% aumentará vs. 20% en las grandes).

Consultadas por el empleo, la mitad de las empresas consideró que no tendrán mayores cambios en ese factor. Un 19% espera incrementar su dotación.

Respecto de la tasa de capacidad de operación de las empresas, la industria es quien en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación. Sin embargo, durante el primer semestre el 38% de empresas relevadas operó entre el 50% al 70% de su capacidad; un 35% entre el 71% al 85%; el 27% de las empresas relevadas tuvo una tasa de operación de entre el 85% al 100%.

  • Factores de importancia para el crecimiento

    Los temas vitales para los empresarios son reforma impositiva (para la Industria), y salarios (para Servicios).

    En tanto, la baja de inflación es el tema preponderante para la competitividad.

    • Aciertos y desaciertos del Gobierno nacional

    Para ejecutivos, la comunicación sigue siendo la principal crítica al gobierno. Controlar el gasto público y la inflación en el corto plazo, junto a las inversiones en infraestructura en el mediano son las principales demandas de los empresarios al gobierno. “Moderadamente peor o mucho peor”. Así ven en su mayoría los empresarios el desempeño del primer semestre de 2018, según la encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL, y a la que accedióámbito.com.

El sondeo, que se realiza sobre 230 empresas, arrojó una percepción adversa del primer semestre y alejada de las expectativas que se observaron durante el último Coloquio de IDEA que se llevó a cabo en Mar del Plata.

Así, un 68% cree que la evaluación de la situación económica del semestre fue moderadamente “peor o mucho peor”. Sin embargo, el 51% cree que mejorará “mucho” o será “moderadamente mejor” para el resto de este año.

Mientras el propio presidente Mauricio Macri reconoció que el país atravesó una “tormenta”, con la turbulencia cambiara y la inflación que no encuentra frena, los empresarios parecen optimistas de que no habrá una profundización de la crisis, y creen que habrá una suerte de quiebre o punto de inflexión a partir del cual la situación mejorará.

  • Expectativas sobre la economía nacional

Comparada con la medición de octubre, la Evaluación de la situación económica del semestre arroja que un 26% consideró que fue Mucho peor, y un 42% Moderadamente peor. En tanto, un 17% de los ejecutivos y ejecutivas consideraron que fue Igual. Un 12% señaló que su evaluación fue Moderadamente mejor, y un sólo un 3%, Mucho mejor.

Respecto de la Perspectiva de situación económica para el próximo semestre, un 52% de los encuestados consideró que será Moderadamente mejor (de este porcentaje, el 48% corresponde a Servicios, y un 54% a Industria), y sólo un 4%, Mucho mejor. En tanto, el 24% señaló que Igual.

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Quienes opinaron que la situación actual es “Mucho mejor” señalaron entre sus considerandos: Acuerdo con el FMI; Reclasificación de Argentina como Mercado Emergente; Apertura internacional; Aumento del dólar; Sinceramiento económico; Transparencia; entre otros.

Los que, en cambio, optaron por considerar que la situación actual es “Mucho peor”, identificaron como causas: Elevadas tasas de interés; Inflación; Devaluación de la moneda; Baja del consumo; Caída del nivel de actividad; Crisis cambiaria; Sequía del campo; entre otros.

  • Perspectivas para las empresas

Un 43% de las empresas relevadas consideraron que verán incrementos en las exportaciones, impulsadas en gran medida por las modificaciones en materia cambiaria.

Además, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones. Mayor suba en las empresas medianas (32% aumentará vs. 20% en las grandes).

Consultadas por el empleo, la mitad de las empresas consideró que no tendrán mayores cambios en ese factor. Un 19% espera incrementar su dotación.

Respecto de la tasa de capacidad de operación de las empresas, la industria es quien en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación. Sin embargo, durante el primer semestre el 38% de empresas relevadas operó entre el 50% al 70% de su capacidad; un 35% entre el 71% al 85%; el 27% de las empresas relevadas tuvo una tasa de operación de entre el 85% al 100%.

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  • Factores de importancia para el crecimiento

Los temas vitales para los empresarios son reforma impositiva (para la Industria), y salarios (para Servicios).

En tanto, la baja de inflación es el tema preponderante para la competitividad.

  • Aciertos y desaciertos del Gobierno nacional

Para ejecutivos, la comunicación sigue siendo la principal crítica al gobierno. Controlar el gasto público y la inflación en el corto plazo, junto a las inversiones en infraestructura en el mediano son las principales demandas de los empresarios al gobierno.

Publicado en Ámbito el 11/07/2018

Idea: por sinceramiento de variables, ejecutivos esperan mejoras el resto del año

Según los resultados de la última encuesta de expectativas de ejecutivos realizada en junio por la consultora D’Alessio Irol, la mayoría confía en que se producirá una mejora en el segundo semestre de este complicado 2018.

En medio de la tormenta financiera, no todas son pálidas para el Gobierno nacional.

Según los resultados de la última encuesta de expectativas de ejecutivos realizada en junio por la consultora D’Alessio Irol, la mayoría confía en que se producirá una mejora en el segundo semestre de este complicado 2018.

El relevamiento electrónico, que alcanzó a 230 directores y gerentes de compañías asociadas al Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (Idea), mostró una adversa percepción sobre lo ocurrido en los primeros seis meses del año, donde el 68 por ciento calificó ese período como peor o mucho peor respecto del semestre inmediato anterior.

Pero cuando se les pregunta por lo que viene, el 51 por ciento ve un escenario moderadamente mejor o mucho mejor, y la visión pesimista se reduce al 25 por ciento.

“Los aspectos de mayor impacto positivo están marcados por una apertura al mundo. La devaluación del peso muestra aspectos tanto negativos como positivos”, indicó el estudio en sus conclusiones. De todos modos, no se llega al optimismo que caracterizó a la etapa poselectoral del año pasado.

Una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, con una mayor suba en las empresas medianas, ya que el 32 por ciento aumentará, contra 20 por ciento de las grandes.

También un tercio de las compañías prevé subas en sus ventas. Las pequeñas están con mejores expectativas: en este segmento, 42 por ciento espera aumentos. La mitad de las firmas no prevé cambios en el empleo, y un 19 contempla tomar gente.

Para considerar que la situación es “mucho mejor”, los ejecutivos relevados destacaron el acceso al crédito del FMI a baja tasa y la calificación de Argentina como país emergente.

Advierten, asimismo, una mejora en el comercio exterior por la suba del dólar y el acceso a más mercados, y el sinceramiento de las variables económicas.

Otro costado del relevamiento es que una tercera parte de los encuestados espera mejoras en su rentabilidad. La industria es la que en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación, comentó D’Alessio Irol. Los niveles de inversión están por encima del promedio de ocho años.

Entre las preocupaciones, aparecen las dificultades para bajar la inflación como una cuestión preponderante para la competitividad.

“Al Gobierno se le reconocen especialmente sus esfuerzos para lograr la apertura del país al mundo” y “surgen las menciones positivas por la obra pública”, agrega.

Pero estiman necesario, en el corto plazo, que se logren controlar el gasto público y la inflación. A esto se suma la necesidad de reforzar la confianza.

Publicado en La Voz del Interior el 11/07/2018

Optimismo cauteloso entre los empresarios

IDEA La tradicional encuesta muestra que el 1° semestre fue duro, pero que la situación no se agravará P3 Según la encuesta de IDEA, la primera mitad de 2018 estuvo muy lejos de las expectativas y, pese a la recesión, ejecutivos creen que la situación mejorará. Tras 1º semestre duro, empresarios mantienen un optimismo moderado

Corría el mes de octubre de 2017 y el Hotel Sheraton de Mar del Plata desbordaba de optimismo. Allí se celebraba el 53° Coloquio de IDEA (cita máxima del año para el Círculo Rojo) y la encuesta que realiza semestralmente Eduardo D´Alessio para la institución empresaria tocaba picos de optimismo récord. El contexto, una economía en recuperación y encuestas que marcaban que, solo unos días después, Esteban Bullrich se impondría sobre Cristina Kirchner en la estratégica provincia de Buenos Aires.

Hoy, varios meses después y `pasaron cosas` mediante, la situación cambió radicalmente. La única verdad, decía alguien, es la realidad, y esta no convalidó ese optimismo que, ciertamente, era muy verosímil: el Gobierno por el que la amplia mayoría de los empresarios había votado pudo superar un 2016 complejo, había puesto la economía a crecer nuevamente y estaba a punto de ganar las elecciones de medio término. `Fue una depresión posparto`, ironizó el economista José Siaba Serrate, ayer, en la presentación de los resultados de la última encuesta en la sede central de IDEA. Los datos fueron recopilados en la segunda quincena de junio.

Por eso, cuando D´Alessio puso a los hombres y mujeres de negocios a contrastar ese optimismo con la realidad observada, el balance ex post fue muy negativo: 68% de los más de 230 ejecutivos sondeados dicen que las cosas anduvieron peor que lo imaginado. ¿Los motivos? Diversos. Inflación y caída del peso; menos actividad y, en particular, consumo; tasas de interés altas y cadenas de pagos más estresadas y, también, errores en la política económica.

Hacia adelante, las perspectivas son (algo) más alentadoras, aunque ya no en las alturas de los picos de 2017: el 51% cree que las cosas andarán mejor (la mayoría dice `moderadamente` mejor); 24% cree que todo seguirá igual y 25% avizora un panorama peor. Según D´Alessio, esos guarismos sugieren, más que la creencia en una rápida reversión del ciclo bajista, una visión de que no se va a profundizar la crisis. Coincidió Siaba Serrate. Sin embargo, eso generó alguna sorpresa porque los efectos del sacudón cambiario recién se están empezando a sentir y todavía persiste la medicina amarga que se instrumentó para aplacarla, por caso, las tasas de interés en niveles absolutamente anormales. Quizás una explicación sea que las empresa sondeadas son relativamente grandes y suelen estar más `hedgeadas` antes el riesgo de la tasa (y las situaciones complejas en general). Algunos empresarios, dijo la encuesta, vieron el salto del dólar como una suerte de sinceramiento necesario.

Adonde más se siente el moderado optimismo futuro, lógicamente, es en las exportaciones. Con el nuevo dólar (casi $10 más alto que a comienzos de 2018), las empresas tienen mayores márgenes para colocar sus saldos en los mercados globales. En rigor, 43% de las empresas exportadores esperan aumentar sus ventas afuera.

Luego, las demás variables entregan resultados heterogéneos. Por ejemplo, la inversión: 47% dijo que la mantendrá, 19% que la aumentará moderadamente, 15% que reducirá en la misma cuantía. Registros similares se encontraron en ventas, empleo y rentabilidad.

Asimismo, subió más de 10 puntos porcentuales la cantidad de empresas que opera a una capacidad baja (entre 50% y 70%) y pasó de 27% a 38%. El 35% opera entre 71% y 85% y el 27% restante, arriba de 85%: allí lideran las de servicios en detrimento de las industriales.

La encuesta también sostiene que hay un pedido unánime del empresariado: reforma impositiva. La juzgan clave más de 39% de los sondeados. ¿No bastó la de 2017? Será difícil una reforma 2.0 en un contexto de ajusta fiscal. Salarios, tecnología y retención de talentos son otros de los temas importantes de los ejecutivos.

A nivel sistémico, los empresarios creen que la inflación es la gran batalla a futuro, junto a la reforma impositiva y la laboral (que el Gobierno decidió postergar y difícilmente vea la luz en el actual período presidencial).

¿Qué le recomiendan al Gobierno si estuvieran en su lugar? Bajar el gasto público, en primer lugar. Algo que siempre es más fácil decir que hacer y, a la vez, mejorar la comunicación, ya que esa es la principal falla que ven en Cambiemos.

Más allá de lo estrictamente económico, la Justicia y la educación básica aparecen como tema urgentes a mejorar.

Publicado en El Economista el 11/07/2018