El 40% de las empresas cree que caerá su ganancia

Esperan que siga esa tendencia en los próximos seis meses; impuestos, tipo de cambio e inflación, las principales causas

Por Darío Palavecino  | LA NACION
MAR DEL PLATA.- Todo seguirá igual hasta abril próximo. O casi, ya que para la mayoría de los empresarios, y salvo pequeños matices, no se prevén cambios relevantes en la situación económica durante el próximo semestre, un escenario al que se proyecta casi calcado a idéntico período evaluado en mayo pasado.

La tradicional Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL se presentó ayer durante el 49° Coloquio de IDEA y dejó algunos datos relevantes. Por un lado, el repetido reclamo del sector privado para que se eliminen impuestos distorsivos, una política fiscal proinversión y la clarificación de reglas de juego. Por otro, cuatro de cada diez empresas anticipan una eventual prolongación de la caída en su rentabilidad que dicen estar afrontando como consecuencia de la política económica.

La medición permite confirmar además que, en promedio, las empresas están operando al 70% de su capacidad y estiman que durante 2014 destinarán a la inversión el 11% de su facturación anual. “Estamos ante un período muy plano, con un amesetamiento en términos de expectativas”, resumió Eduardo D’Alessio, responsable de la consultora que recabó datos entre 206 ejecutivos socios de IDEA.

Según los indicadores, la evaluación del período mayo/octubre está apenas por encima de las proyecciones que habían plasmado en la encuesta anterior. “La expectativa da cuenta de que no se esperan cambios en el corto plazo”, señaló Luis Secco, economista que participó de la presentación del estudio. Con porcentajes bastante modestos, el patrón predominante en las respuestas destaca que se esperan para el año próximo muy leves repuntes tanto en exportación como en ventas.

Los ejecutivos confirmaron que en los planes de inversión para el próximo año sobresale la búsqueda de nuevos mercados, innovación de productos e incorporación de maquinaria. “Hay incentivos a partir de un dólar barato”, dijo Secco.

Pero para promover la inversión dejaron en claro demandas muy similares a las que habían planteado aquí mismo hace un año. Apuntaron a los impuestos distorsivos (en particular, Ganancias) y pidieron políticas que los tienten a volcar capitales al desarrollo de sus empresas.

Cuando se les consultó sobre tres factores fundamentales que afectan las condiciones de competitividad para sus empresas, las respuestas fueron muy coincidentes: impuestos, tipo de cambio e inflación, seguidos muy de cerca por los salarios. “Se sienten afectados en particular por componentes macroeconómicos, ajenos a sus empresas”, destacó Secco. También pusieron la cuestión salarial al tope de los desafíos para sus negocios en 2014.

Otra queja contundente se refiere al acceso a servicios financieros. Seis de cada diez consultados afirmaron que es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto de entidades privadas como públicas. Mayor aún (67 y 68%) se plantea la imposibilidad para hacer lo propio en bancos de desarrollo o en el mercado de capitales.

En términos de empleo, el 54% de los consultados considera que en el próximo semestre no habrá variaciones en el mercado laboral, lejos del 28% que cree que puede darse una leve mejora y el 17% que cree que habrá pérdidas leves o significativas de puestos de trabajo.

La mayor inquietud en este tema es por las dificultades de tomar personal calificado, admitida por casi el 90% de los encuestados.

Queja de bancos por la presión impositiva

El piso 12° del hotel Sheraton fue el lugar que la banca extranjera agrupada en ABA eligió para reunirse con dirigentes de la Asociación Bancaria y repasar los números del sector. Allí, el presidente del Banco Santander Río, Enrique Cristofani, estimó que “por cada punto de aumento de la presión tributaria, se resignan 0,2 de crecimiento”. Y afirmó: “La presión impositiva subió más de 13 puntos en los últimos diez años, llegando en la actualidad a cerca de 38% del PBI”.

El sector tiene una rentabilidad de 25%, pero “si se ajusta por inflación, apenas conservamos el patrimonio”, dijo un ejecutivo. El encuentro fue convocado por el presidente de ABA, Claudio Cesario.

Expectativas para 2013 y 2014

Buen final, mejor inicio

“Los ejecutivos consultados no prevén mayores cambios en la situación económica del próximo semestre”, es el resumen de la encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL en el 49°Coloquio de IDEA. Según los números presentados ayer, el 64 por ciento de los empresarios prevé el próximo semestre –de noviembre de este año a abril del próximo– una situación igual o mejor respecto del período anterior. En referencia al semestre anterior, la evaluación arrojó una situación real mejor a la prevista en el anterior relevamiento. De todos modos, los directivos apuntan a una pérdida de rentabilidad y cuestionan los costos salariales.

Pese a los rezongos que plantean en los pasillos del Coloquio, al momento de hacer sus pronósticos son menos pesimistas.

El economista Luis Secco, ex mano derecha de Miguel Angel Broda, hizo una curiosa interpretación; los buenos resultados de la encuesta se deben al optimismo típico “por el cambio de estación –el verano– y la euforia del Mundial (sic)”. Casi la mitad de las empresas consultadas espera incrementar sus ventas en 2014. En relación con el empleo, de cada diez consultadas, tres esperan incorporar personal, cinco mantener la actual nómina y sólo dos disminuirla. “Se prevé además un ligero aumento de las exportaciones y la inversión”, señala el trabajo. En cuanto a los factores que –sostiene– afectan la rentabilidad, remarcan el tipo de cambio, la inflación y los salarios.

Al momento de explicar los factores de crecimiento del año próximo, los empresarios apuntan a la diversificación de productos y servicios (37 por ciento), abaratamiento de los costos (32), logro de alianzas estratégicas (27), inversión en tecnología (24) y procesos de reingeniería (24). En cuanto a las medidas que consideran necesarias para promover la inversión, los consultados apuntan a la eliminación de impuestos distorsivos, política fiscal proinversión, reglas de juego claras, financiamiento de largo plazo, recomposición de costos laborales, eliminación de bolsones de competencia desleal y renegociación con los organismos.

Los ejecutivos ven un 2014 con mucha facturación y poca ganancia

18/10/2013

Sorpresas en la encuesta de ejecutivos:la provisión de energía y la pérdida de competitividad, relativizadas. Escasa generación de nuevo empleo.

Mar del Plata. Los ejecutivos no prevén mayores cambios
en la situación económica del próximo semestre, es decir, después de las elecciones parlamentarias del domingo 27, aunque sí advierten mayoritariamente que la rentabilidad de las empresas cae o, cuanto menos, permanece estancada.

La tradicional encuesta de “Expectativas de ejecutivos”, que realiza la consultora D’Alessio IROL y que se difunde en el marco del Coloquio Anual de Idea, exhibe resultados para el último semestre “algo superiores a los previstos” y contiene varias sorpresas.

A criterio de los analistas, este horizonte positivo marca que el empresariado tiene una percepción de la macroeconomía diferente de lo que efectivamente les ocurre puertas adentro de sus compañías.

Los datos del estudio son en cierto modo sorpresivos en varios aspectos. Uno de los más polémicos es el vinculado con el cepo cambiario y las dificultades del comercio exterior.

“La falta de exportación proviene más de las estrategias locales e internacionales (de las compañías) que de la falta de competitividad. Casi el 40 por ciento de las empresas pueden reemplazar las importaciones por oferta local”, dice, llamativamente, una de las conclusiones.

Luego, el economista Luis Secco, quien acompañó a Eduardo D’Alessio en la presentación, consideró que la palabra “pueden” podría reemplazarse por “deben”. “No podemos saber hasta qué punto las empresas están obligadas a sustituir sus importaciones por bienes nacionales”, dijo.

El estudio de expectativas se efectuó en octubre a través de encuestas online sobre 206 ejecutivos asociados a Idea, entidad que congrega a las empresas argentinas de mayor estructura, volumen de facturación y de distintos rubros.

Para el próximo semestre, posterior a las elecciones, el 39 por ciento de los ejecutivos espera una situación igual, otro 22 la califica como moderadamente mejor y el tres por ciento como mucho mejor.

Cuando se les pregunta por las perspectivas para los próximos 12 meses, entre el 40 y el 54 por ciento de los ejecutivos dijo que no se modificará la situación en materia de exportaciones, inversión, ventas y empleo. Es más, una tercera parte de los encuestados dijo que la actividad aumentará “moderadamente”. Pero este clima está lejos de crear empleo de forma masiva. De cada 10 empresas, cinco no modificará sus estructuras de recursos humanos y tres incorporará gente.

La contrapartida al man­tenimiento del volumen de actividad y de facturación está
en la rentabilidad, indicó D’Alessio. El 77 por ciento de los consultados asegura que las ganancias no se modificarán (36) o disminuirán.

La capacidad instalada aparece claramente como un cuello de botella para recuperar rentabilidad. En esa línea, el nivel de inversiones previsto se ubica en el 12 por ciento promedio como porcentaje de la facturación anual para 2014, valor similar al del último año.

Otra sorpresa que deparó el relevamiento fue qué lugar tiene la provisión de energía dentro de las preocupaciones empresariales. En un esquema de 10 ítems, aparece como penúltima. Primero están claramente los salarios, luego la retención de talentos, la falta de crédito, las tarifas y el acceso a la tecnología, entre otras.

La explicación es que “la mayor parte del sector privado ya sustituyó a otro costo y que incide en la rentabilidad”, indicó D’Alessio. Sin embargo, en la lista de factores que pegan en la competitividad, la energía también está penúltima.

El primer factor de pérdida de competitividad señalado por los ejecutivos son los impuestos, luego tipo de cambio, inflación, salarios, calidad institucional, acceso al crédito, mano de obra, tecnología y acceso a la materia prima. La logística, está última.

Empresas prevén que su rentabilidad seguirá cayendo

El sondeo se difundió en el marco del 49 Coloquio de IDEA.

Los empresarios que participan del seminario de IDEA en Mar del Plata consideran que el próximo semestre va a ser “levemente peor” al anterior y vislumbran que seguirá la caída de rentabilidad de sus compañías. Así lo indicó la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realizó la consultora D’Alessio IROL entre los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que se presentó en el 49 Coloquio.

La encuesta realizada durante este mes arrojó 46 puntos, cuatro puntos por debajo de la media, que indica una situación “igual”, en una tabla que llega a 100. Los resultados muestran una leve pérdida de confianza respecto del semestre anterior que fue calificado con 47 puntos.

Mientras que el 25% de los consultados señala que a la economía le va a ir entre mejor y mucho mejor, el 39% considera que se mantendrá igual, mientras que el 36% evalúa que estará entre moderadamente peor y mucho peor. Las diferencias se concentran en la base de las opiniones, ya que en el semestre que terminó 6% dijo que le fue mucho peor, mientras que ese grupo sube a 8 % cuando se mira el semestre que está por delante.

El problema de los empresarios se concentra en la pérdida de rentabilidad de sus negocios, ya que solo el 23 por ciento considera que mejorará mientras que el 41 estima que seguirá cayendo.

La mitad de los empresarios considera que los principales factores que afectan a la competitividad de sus negocios son los impuestos, el tipo de cambio y la inflación, en ese orden.

En tanto que al ser consultados sobre provisión de gas, solo 31 % considera que es “adecuada”, 26 % ve que es “algo deficiente”, 19 % “muy deficiente” y 4 % dice que es “inexistente”. En materia de electricidad, solo 19 % dice que es “adecuada”, el 45 % es “algo deficiente”, 24 % “muy deficiente” y 1 % la califica de “inexistente”.

Por otro lado, en promedio las empresas dicen que invertirán tan solo el equivalente al 11 por ciento de su facturación. Casi la mitad de las empresas consultadas espera incrementar sus ventas en el 2014. En relación al empleo, de cada 10 empresas, 3 esperan incorporar más personal, 5 continuarán sin cambios y 2 lo disminuirán. Se prevé además un ligero aumento de exportaciones y la inversión.

Las pymes de América Latina y el Caribe

Mediante el siguiente link puede acceder al trabajo “Las pymes de América Latina y el Caribe: un negocio estratégico para los Bancos de la región” (Quinta encuesta Regional en América Latina y el Caribe 2012) realizado por D’Alessio IROL.

http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=37278359

Las pymes se preparan para un repunte económico, asegura una encuesta

El trabajo preparado por Eduardo D’Alessio señala que la mitad de las pequeñas y medianas empresas tuvo un buen primer semestre del año, aunque hubo retracción en las ventas, que impactó en la rentabilidad promedio.

Las pymes se preparan para un repunte en el segundo semestre en juego con los cambios internacionales y porque están superando los problemas con los trámites de importación”, afirmó ayer el consultor Eduardo D’Alessio, al analizar su encuesta de Expectativa de Empresas Pymes.
Los números, que fueron presentados el miércoles en el marco del 4º Encuentro IDEA Pymes, recogen apreciaciones de 125 dirigentes de ese segmento, de los que el 50% respondió que en el primer semestre mantuvo “resultados positivos” y que alcanzó objetivos en torno a mantener las ventas y facturación, pese a que reconocieron “una retracción de la demanda con pérdida de rentabilidad”, además de complicaciones con las nuevas metodologías de comercio exterior.
A contramano de lecturas apocalípticas, D’Alessio llamó a poner en contexto los datos y evaluó que “esa inflexión es significativa para la mitad de las empresas: hay que ver a qué segmento pertenecen; hubo un impacto, pero insignificante comparado con otras caídas”, comparó el analista, quien vaticinó para el actual semestre una mejora fundada en cambios de la coyuntura mundial, con eje en Brasil.
El titular de la consultora D’Alessio Irol dijo que las empresas que esperen mejorar sus rendimientos en el segundo semestre, en lugar de trasladar costos a precios, deberán “invertir en capacitación, modernización y mayor eficiencia”. En esa línea, otro de los problemas señalados en la encuesta fue el impacto de las paritarias en la rentabilidad: “Cerraron uno o dos puntos por encima de lo que preveían y es una preocupación porque no se puede volcar un 25% al precio. La solución es la inversión en nuevas estrategias”, apuntó el analista, quien agregó que “en lugar de trasladar, las pymes tienen que aportar más eficiencia, más inversión en maquinaria, bastante más que el año pasado, marketing: cuando la rentabilidad baja hay que aumentar el volumen”, recetó.
Uno de los indicadores importantes de la encuesta señaló que el 52% no tuvo problemas con los controles a las importaciones. Sin embargo, también fue alto el porcentaje de “perjudicados”. “El otro 48% –aclaró– tampoco tuvo problemas en sentido estricto, sino que debió afrontar nuevos trámites” desconocidos hasta entonces para las empresas chicas, lo que complicó los procedimientos, según dijo.
Un aspecto saliente de la medición informó que los empresarios no tienen previsto hacer movimientos en el campo laboral. “Hay estabilidad laboral, probablemente entre las empresas que no inviertan estarán muchas que no abran puestos de trabajo pero tampoco se prevé eliminación de empleos.”

4 de cada 10 pymes dependen de una “grande” (mejoran las expectativas para el segundo semestre)

La Encuesta de Expectativas de las Pymes realizada por la consultora D’Alessio IROL para IDEA Pyme bien puede ser tomado como una radiografía de las pequeñas y medianas empresas del país y su situación actual. Algunos de los datos son:
De cada 10 pymes:
• 8 cuentan entre sus clientes a grandes empresas.
• 4 poseen más de la mitad de su facturación basada en este segmento.
• 2 integran la cadena de valor de una gran empresa.
• Las expectativas van camino hacia la recuperación en el próximo semestre.
• La mitad tuvo resultados positivos durante el primer semestre de 2012.
• Solamente un 16% enfrentó una situación general negativa.
• Con menor ímpetu continúan las inversiones.
• Panorama de estabilidad laboral.
• 8 ven repercusiones negativas de la crisis internacional en nuestro país.
• Los acuerdos salariales promedio cerrados se encuentran 2,1% por encima de lo previsto.

Para la realización de la encuesta se entrevistaron 125 directivos de empresas pequeñas y medianas de todo el país durante el mes de agosto.

La mitad de las pymes tuvieron un buen nivel de ventas en el primer semestre

Los empresarios pymes creen que el segundo semestre del año será mejor que el que pasó, según revelaron en el cuarto encuentro anual de IDEA. Esa buena perspectiva sobre su propia empresa, discrepa con los pronósticos sobre la situación económica general.

Por Darío Gannio
La mitad de las pymes indicaron que el primer semestre del año fue positivo. Pese a que en el inicio de 2012 les fue peor de lo que esperaban, piensan que lo peor ya pasó. En concordancia con lo que vienen señalando las grandes empresas las últimas semanas, las firmas más chicas también estiman que la segunda parte del año será mejor que la primera.
Los datos fueron el resultado de la encuesta Expectativa de Empresas Pyme 2012, realizada por la consultora D’Alessio IROL y presentada ayer en el IV Encuentro Anual IDEA Pyme, frente a más de trescientos empresarios. Según el relevamiento, las pymes esperan un semestre mejor que el primero, pero sólo el 27% planea invertir en el próximo año, mientras que en 2011 ese número era de 42 por ciento. La mitad de ellas tuvieron un buen resultado general hasta ahora, mientras que un 16% calificó al semestre como “malo”. Para estos empresarios, la retracción de la demanda, la pérdida de rentabilidad y las complicaciones operativas por regulaciones al comercio fueron las principales consecuencias negativas de 2012. De los 125 directivos de empresas medianas y pequeñas consultados, tres de cada cuatro dijeron que que les fue “igual” o “peor” que en 2011 y el nivel general de las ventas fue menor que el que esperaban.
La encuesta, presentada por el director de la consultora, Eduardo D’alessio, en el Auditorio Buenos Aires, reveló que, a diferencia de lo que opinan los ejecutivos de las grandes empresas, la mayoría de los directivos de las pymes creen que la crisis internacional tendrá un impacto negativo en la Argentina. Un 70% cree que será “algo negativo” el efecto, mientras que el 12% contestó que perturbará “muy negativamente”.
También, en comparación con los “pesos pesados”, las pymes se mostraron más afectadas por la restricción a las importaciones. Casi la mitad sostuvo que se vio perjudicada por el corte a la entrada de insumos, mientras que sólo 5% dijo verse beneficiada. Los guarismos para las trabas a las compras de bienes finales fueron de 38% y 4%, respectivamente.
Grandes empresas. Uno de los aspectos relevantes de la encuesta es la alta articulación que se observa entre las pymes y las grandes empresas, ya que el 80% de las primeras tienen como clientes a las segundas. “El problema, en este caso, es que depende de un solo ‘elefante’”, dijo un empresario de una Pyme a BAE durante el evento. “Eso te da una alta vulnerabilidad, porque un día te deja de comprar y fuiste”, agregó. No obstante, sólo el 14% confirmó que le vende exclusivamente a firmas grandes, mientras que el 24% opera entre un 51% y un 75 por ciento.
En cuanto al empleo, el 12% proyecta contratar personal, mientras que el 63% “no tiene previsto cambios por el momento”. En cambio, el 33% confirmó que tiene planes de capacitación de su plantilla. En cuanto a los salarios, un 67% afirmó que las paritarias cerraron a un valor superior al previsto. Esa mayoría indicó que el promedio de los aumentos salariales se ubicó en 25,7%, cuando esperaban que ese número rondara el 23,6 por ciento. Por su parte, quienes pertenecen a sectores en los que aún no se firmaron los acuerdos paritarios, creen que cerrarán en un 24,5 por ciento. Finalmente, un 30% estimó que en lo que queda del año sus ventas aumentarán.
Según D’alessio, pese a la inflexión respecto de las expectativas de crecimiento, la pymes, en general, “sienten haber operado por encima del contexto”.
Más de trescientos empresarios se reunieron en IDEA PYME

Los costos y los cambios desvelan a las pymes

Después de un primer semestre complicado para buena parte de las pequeñas y medianas empresas argentinas, las expectativas empiezan a repuntar en la segunda parte del año. La recuperación del optimismo, que se atribuye a la mejora en la economía brasileña, encuentra algunas barreras en el frente interno: “En las pymes hay menos preocupación por las propias capacidades que por el contexto y los cambios que pueda hacer el Gobierno”, describió Eduardo Fidanza, director de la consultora Poliarquía, en el cierre del 4° encuentro anual de IDEA Pyme, realizado ayer en el Auditorio Buenos Aires, en Recoleta.
Las palabras de Fidanza fueron una conclusión sobre la encuesta que, minutos antes, había presentado en el mismo atril su colega Eduardo D’Alessio. La consulta efectuada el mes pasado sobre una muestra de 125 directivos de pymes reflejó una segmentación del empresariado en la que D’Alessio distinguió dos grupos: los beneficiados y los perjudicados por el modelo económico y los cambios que se introdujeron en los últimos meses.
En la placa que abordó la situación de las empresas, la división quedó descubierta: “Un 50 por ciento tuvo resultados buenos y muy buenos en el primer semestre, mientras que un 46% estuvo entre regular, malo y muy malo”, precisó D’Alessio. Los que experimentaron un buen desempeño de enero a junio celebraron las buenas ventas, el cumplimiento de objetivos de facturación y presupuestarios. El escenario fue distinto para los segundos, que sufrieron una retracción de demanda, perdieron rentabilidad y afrontaron obstáculos operativos por las regulaciones al comercio impuestas por el Gobierno.
La moneda mostró sus dos caras en un período en que la percepción sobre la economía local fue en descenso. En adelante, la proyección va en dirección contraria: “Hay un punto de inflexión respecto de las expectativas y una tendencia a la recuperación para el próximo semestre”, señaló D’Alessio, mientras marcaba una línea que se elevaba, aunque sin llegar al nivel de un año atrás. Según surge del contraste entre el sondeo y uno reciente entre grandes empresarios, las pymes sufrieron un impacto inferior al de las grandes compañías por la desaceleración económica en la primera mitad del año.
Como las de mayor escala, las pymes sintieron una baja rentabilidad ante una demanda, en general, estable. “La pérdida de rentabilidad se refiere a la dificultad para trasladar a precios los incrementos salariales”, explicó el presidente de D’Alessio Irol. El margen se achicó especialmente en el sector industrial. En las distintas actividades, los acuerdos salariales promediaron 25,7%, dos puntos por encima de lo esperado. Sin embargo, el alza los costos laborales, principal preocupación manifiesta, no tendrá incidencia por el momento en el mercado laboral del sector pyme, el mayor empleador en el país.
Otro de los factores que pesaron en las cuentas es la presión tributaria. En particular, debido a la falta de actualización de las bases imponibles de impuestos. “Pagan Ganancias por una rentabilidad que no tienen”, explicó el orador. Este año de quita de subsidios, tarifas y energía también subieron escalones entre las inquietudes de los empresarios.
Respecto del frente externo, la crisis internacional se destacó en las respuestas: un 82% de los encuestados dijo haber sido afectado negativamente. De allí que el repunte brasileño no pasara inadvertido en el sondeo. Tanto exportadores como operadores domésticos están expuestos a los impulsos y retracciones generadas por el vecino. Es que hay una estrecha relación entre las empresas pequeñas y las de mayor escala. O más aún: una relación de dependencia. El relevamiento encargado por la organización empresaria muestra que ocho de cada diez pymes son proveedoras de grandes compañías y dos de cada diez integran la cadena de valor.
En materia de comercio exterior, las trabas oficiales entorpecieron el abastecimiento de insumos (43%) a más firmas de las que benefició (5%) a raíz de la sustitución de productos importados.
Mientras sortean los trámites, las pymes permanecen atentas a los cambios que pueda introducir el Gobierno, “amigo en la abundancia, pero que busca responsables en la escasez”, según la definición de Fidanza. Las estrategias, ahora, buscan amoldarse optimizando costos, apelando al marketing y sustituyendo importaciones.

Informe de Expectativas de Empresas Pyme 2012

A continuación se presenta el Informe de Expectativas de Empresas Pyme 2012 que realizó la consultora D’Alessio IROL para IDEA sobre la percepción de la situación económica del país y la repercusión en su actividad empresarial.
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