Fernández busca sumar 1,5% al resultado de Scioli en el balotaje y llegar a 610 mil votos. Macri espera repetir la cosecha de octubre de 2017 y alcanzar el millón de sufragios.
A diferencia de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso) de agosto de 2015, se espera un escenario de alta polarización en los comicios del próximo domingo. Es una atmósfera de balotaje la que instalaron las dos fuerzas mayoritarias, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, para condensar la intención de voto y alcanzar el mayor porcentaje posible.
Con el peronismo cordobés con `boleta corta` (sin candidato a presidente), todo indica que el grueso de los votos, como en la mayor parte del país, se dividirá entre Mauricio Macri y Cristina Fernández. La candidatura oficial, oxigenada con la presencia de Miguel Ángel Pichetto como vice, y la principal fórmula opositora, con la estratégica luición del exjefe de Gabinete Alberto Fernández.
Pocos lo recuerdan, pero en aquellas Paso de 2015 el triunfo en Córdoba se lo llevó la alianza que encabezaban Sergio Massa (hoy en el Frente de Todos) y el extinto exgobernador José Manuel de la Sota.
Compitiendo en la interna de Unidos por una Nueva Argentina (UNA) sumaron 744 mil votos, 65 mil más que todos los tres precandidatos de Cambiemos juntos (Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió) y 463 mil más que el kirchnerismo.
Pero, ante este nuevo escenario polarizado, habría que tomar como referencia el resultado en Córdoba del balotaje de 2015. Por eso las expectativas de Juntos por el Cambio son altas.
Es obvio que ni propios ni rivales creen que Macri pueda reeditar la elección del 22 de noviembre de 2015, cuando aplastó a Scioli con el 71,5 por ciento. Sin embargo, todo indica que tiene chances de conseguir una ventaja que lo ayude a compensar el déficit que, dicen las encuestas, tiene en otros distritos.
En concreto, en aquel balotaje, la fórmula Macri-Michetti consiguió en Córdoba 1.545.217 votos, un volumen comparable con el de otras 11 provincias argentinas sumadas. Fue el distrito electoral en el que el voto a Cambiemos más creció entre las Paso y las generales (70%) y en el que consiguió la mayor ventaja: 43 puntos.
En aquellos comicios definitivos, Macri aventajó a la fórmula del Frente para la Victoria por más de 930 mil votos. La diferencia lograda era equiparable, por ejemplo, a la suma de las adhesiones que obtuvo Macri en otras dos provincias en las que también hizo grandes elecciones, como Mendoza (625 mil) y Entre Ríos (453 mil).
A tal punto es importante Córdoba para Macri que aquí obtuvo en 2015 incluso más votos que los que logró en la ciudad de Buenos Aires, distrito que gobernó durante ocho años y del que se fue con una altísima imagen positiva: el exjefe de Gobierno porteño contabilizó allí 1.258.151 votos (64,8%), 287 mil menos que en Córdoba.
Analizando en perspectiva aquellos números en Córdoba desde la visión del kirchnerismo, el balotaje fue una tragedia: Scioli obtuvo 616 mil votos, sólo el 28,4 por ciento. Comparando desempeños, en Córdoba sumó apenas un puñado más de votos que en Chaco (403 mil) o en Salta (400 mil), provincias con padrones con un tercio de electores que en esta provincia.
`Nuestro mejor escenario sería conseguir 30 o 32 puntos y que Macri no logre mucho más que 40 o 42. Creemos que eso es posible`, confió uno de los referentes locales del Psol, el partido del que proviene Eduardo Fernández, primer candidato a diputado por el frente opositor.
Para lograr el objetivo, con el actual padrón, Alberto Fernández debería sumar 611 mil votos en Córdoba, si la participación es baja (alrededor del 70%), y 699 mil, si la participación es alta (más cerca del 80%).
La última prueba en las urnas locales para el kirchnerismo fue en las legislativas de 2017, cuando Córdoba Ciudadana (el frente que apoyó Cristina) apenas logró 199 mil votos en el tramo para diputados. Cambiemos acarició el millón de sufragios (996 mil) y Unión por Córdoba, 626 mil. Imagen
La imagen de los candidatos también está en una grieta. Aunque en el Gran Córdoba la pobreza se elevó hasta el 36,5% y el desempleo, al 11,3%, la imagen positiva de Macri en los últimos dos años no bajó nunca del 41 por ciento.
Según datos del Monitor Social y Político que mensualmente Berensztein y D Alessio Irol elaboran para La Voz, la valoración positiva del Presidente entre los cordobeses creció 13 puntos en el bimestre pasado, de la mano de la estabilidad del tipo de cambio y de la moderación de la inflación. La imagen positiva se ubica ahora en el 54 por ciento.
En contraposición, la medición sitúa a Fernández con una valoración positiva del 26 por ciento (a julio) y una negativa del 69. Cristina mide peor: 19 por ciento de imagen positiva y 77 de negativa.
Publicado por La Voz el 05/08/19.