IDEA: siete de cada diez empresarios dicen estar peor que el año pasado

Las expectativas que tenían para este año los empresarios chocaron de frente con la realidad. El optimismo récord que habían mostrado en la encuesta de D’Alessio IROL para la organización IDEA en octubre pasado mostró en el relevamiento de este año un dato elocuente: el 68% de los 230 ejecutivos sondeados dijo que en el primer semestre de este año les fue peor que en el período anterior.

El estudio, que se hace dos veces al año desde 2000, toma a un grupo de empresas que representa entre el 70 y 80% del PBI. En el coloquio pasado de IDEA, que se llevó a cabo en octubre, una semana antes de la victoria del Gobierno en las elecciones legislativas, la encuesta presentada indicaba que el 76% de los sondeados creía que la economía iba a mejorar en el primer semestre del año. Había sido un récord de optimismo para el historial de la encuesta.

“Los resultados están alejados de las expectativas. Hubo mucho optimismo y los resultados no fueron los esperados”, indicó ayer Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora, al presentar el informe. El especialista señaló que el sondeo se realizó entre la segunda y la tercera semana de junio, cuando la mayor parte de la devaluación ya se había concretado.

Solo una vez desde que se hace la encuesta hubo una diferencia mayor entre las expectativas y la realidad. Fue en los informes de mayo y octubre de 2001, cuando en el medio sucedió el atentado del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas.

“Cuando se realizó la anterior encuesta, el dólar estaba en menos de $18 y todavía no se había dado el 28 de diciembre [la conferencia de prensa con el presidente del Banco Central en la Casa Rosada]. La expectativa de inflación todavía era alta, pero se estimaba por abajo del 20%. Tuvimos desde entonces un período de variabilidad extrema”, explicó el economista José Siaba Serrate, al comentar los resultados en la presentación de la encuesta. “Hay que tomar con pinzas las expectativas y analizar en qué momento se formularon para entenderlas”, agregó.

Para el próximo semestre, si bien los ejecutivos consultados sostienen una percepción adversa de la situación económica, el 51% confía en que va a estar moderadamente o mucho mejor. Las razones que dan son una mejor posición financiera del país, luego del acuerdo con el FMI y la recategorización a país emergente por la sociedad MSCI, y una mejora en el comercio exterior, producto de la apertura internacional, del aumento del dólar y de la mejora en los términos de intercambio. Mientras un 24% de los consultados cree que la situación se mantendrá igual, el 25% restante que cree que el contexto actual es mucho peor señala que es culpa de la devaluación del peso, de la inflación, de la caída del nivel de actividad, de la baja en el consumo, de la falta de inversión, de las elevadas tasas de interés y de la imposibilidad de bajar el déficit fiscal.

Nuevas expectativas

Para el próximo año, todas las expectativas de empleo, ventas y rentabilidad bajaron considerablemente en comparación con las previsiones de las empresas en octubre pasado.

La única variable que continúa estable es la inversión estimada. Si bien el año pasado los niveles habían sido récord, con una promesa de invertir el 14% de la facturación anual, el porcentaje solo cayó al 13%, aun en niveles por encima del promedio de los últimos ocho años. “La inversión por unidad de negocio sigue estando por encima del promedio, aun con este panorama. Lo que cambió fue el destino de la inversión: ahora prevalecen las del tipo blandas (desarrollo de tecnología, de nuevos productos y búsqueda de nuevos mercados), más que la inversión dura (incorporación de maquinaria, obras civiles y equipamiento informático)”, indicó D’Alessio.

En cuanto a la creación de puestos de trabajo, de los 230 ejecutivos consultados, apenas un 19% cree que el empleo en su empresa aumentará en los próximos doce meses; una caída significativa con respecto al 48% que esperaba aumentar la cantidad de personal en el informe anterior.

La expectativa de ventas, por otro lado, también cayó fuertemente: del 83% que creía el año pasado que iban a aumentar, la estimación en el último sondeo bajó al 34%. Asimismo, el 41% de los ejecutivos ahora proyecta que el nivel de ventas disminuirá dentro de los próximos 12 meses, mientras que en octubre pasado solo el 8% preveía un panorama negativo.

Además, solo el 28% de las empresas cree que su rentabilidad aumentará en el próximo año, mientras que en la encuesta pasada, el 43% creía que crecería.

Otro cambio de tendencia fue en el comercio exterior, donde un 43% cree que sus exportaciones van a aumentar, en comparación con el 31% de octubre pasado, lo que refleja el mejor contexto que brinda la devaluación a esta actividad.

Publicado en La Nación el 11/07/2018