La interrelación entre los dos segmentos es cada vez mayor lo que permite, del lado de los bancos, mayores rentabilidades y una oferta integral de cara al cliente y, para las compañías de seguros, cierto respaldo financiero.
Por Raúl Giberman y Florencia Pulla
No es un after-office como cualquier otro. En parte porque no es usual que gerentes de área de bancos y seguros se unan para debatir temas que atraviesan a los dos sectores. Y también porque es la Asociación de Marketing Bancario Argentino (Amba) y Alzas y Bajas quienes hacen la invitación. Llegaron -algunos más tarde, otros más temprano- Daniel Valtri, gerente Comercial de Colón compañía de seguros; Carlos Marcelo Swinyard, consultor financiero de IBM; Jorge Ibañez, gerente de seguros del banco Supervielle; Diego Gagliano, gerente Actuarial y de Reaseguro de Intégrity Seguros Argentina; Nora D’alessio, vicepresidente de D’alessio Irol; Gabriel Chaufan, Presidente de BBVA Consolidar; Pablo Blanco, gerente de Marketing de Efectivo Sí; Alejandro Achaval, gerente General de IGS; y Norberto Giudice y Eduardo Gagliano, de Amba.
Amba está cumpliendo 33 años y es obvio que mucho ha cambiado en este tiempo. ¿Consideran que los bancos han terminado convirtiéndose en verdaderas empresas de servicios?
Eduardo Gagliano (EG): Definitivamente. Hemos sido participes de la transformación de los bancos en empresas de servicio y, por otro lado, ha evolucionado en su rol fundacional que es la intermediación financiera. Y creo que la alianza estratégica con el negocio del seguro es muy provechosa en este sentido. Los bancos tienen con qué aportarle al negocio del seguro: su imagen, su posicionamiento en el mercado, una cartera que muchas veces es cautiva, tienen además los medios de comunicación con sus clientes y con el mercado en general, canales de distribución y también los medios de pago. Y los bancos necesitan justamente lo que si tienen las compañías de seguros, que son los productos y el expertise del negocio asegurador.
Gabriel Chaufan (GC): Uno de los puntos clave en la relación banca y seguros es el banco como gran canal de distribución. La industria del seguro no logra penetrar en la sociedad incluso con el nivel de inseguridad que se viven hoy en Argentina y cuando uno mira a los bancos ellos ofrecen muchas posibilidades, por su cercanía con los clientes y, además, porque están en todos lados.
¿A qué se debe esta deficiencia de las compañías de seguro:
a que no están sabiendo cómo llegar al mercado o a características propias del tejido social Argentino?
EG: Tengo la sensación de que las compañías de seguros no están sabiendo llegar al mercado y el seguro se sigue viendo como un mal necesario en vez de un beneficio. Todos seguramente pagamos una prepaga y la pagamos con más gusto que cuando pagamos un seguro y sin embargo no son muy diferentes. Creo que la presencia de los Bancos en el negocio puede llegara mejorar la comunicación con el cliente.
Jorge Ibañez (Jl): De hecho los bancos hemos tomado la responsabilidad de asesorar bien a los clientes, de mantenerlos actualizados en sus sumas y además darles productos modulares. Ese es el rol que tiene el banco, de asesorar y cuidar a su cliente para que se sienta cómodo. Si tiene la cuenta, si opera con el banco, si tiene un plazo fijo, si confía en el banco termina comprando su seguro.
Daniel Veltri (DV): Ahí empezamos a ver el rol de la intermediación que en esta actividad que esta regulada por la Superintendencia y obliga a estar matriculado para comercializar Seguros, implica una formación que permita asesorar a los clientes en como mantener su patrimonio astgurado. El banco es un canal de distribución para la compañía de seguros y vela por los intereses de sus clientes; es un canal que debe estar a la altura de las necesidades de los asegurados.
GC: De las seis compañías mas grandes en seguros de hogar, tres son bancos lo cual es un indicador bastante duro de cómo el mercado mira a los bancos como canal de distribución. Todavía no se da tanto en otros productos pero el combinado familiar es un producto perfecto para un cliente bancario y entonces se ve clarísimo.
Diego Gagliano (DG): También está el tema de las carteras cautivas que tienen los bancos y que permiten llegar a un sector de clientes a los que quizás les cuesta un poco más llegar a las empresas de seguros.
Marcelo Swinyard (MS): Nosotros tenemos una posición más agnóstica. La banca en Argentina pero también en el mundo ha iniciado un proceso de acercamiento a los clientes con un esfuerzo importante en base de datos. Notamos que las compañías de seguros en general están un poco atrás en eso. Quizás por la dependencia con el mercado productor implica más achatamiento en términos de acercamiento al cliente. El banco además se ha metido en serio en la vida del cliente y sabe sobre el sistema de puntos al que estoy asociado, dónde viajo, las transacciones que hago… o séa, ha hecho un esfuerzo para salir al cliente. Decimos que es una industria que tiene más puntos de contacto con el cliente; los busca y los trabaja.
Se habla siempre del concepto de conciencia aseguradora. Y se entiende, por lo que dicen varios de ustedes, que el tema es no quedarse en los laureles; que no se vislumbra todavía un techo en el sector.
Nora D’Alessio: Por encuestas que realizamos estamos en el mejor momento para el negocio asegurador porque hay más chances de ser vulnerado. Y las compañías de seguro acá pueden ser los verdaderos heroes; le pueden decir al cliente que finalmente pueden augurar algún tipo de tranquilidad.
DV: Generalmente las compañías de seguros trabajan en una situación opuesta a la del banco desde el punto de vista de la psicología del consumidor.
Al banco le demandan sus servicios mientras que la industria del seguro tiene que salir a ofrecerlos; a buscar, a tentar y a convencer. Seguramente cada uno de nosotros no estemos asegurados como corresponde y ese es el deber que tienen las empresas de seguros; seguir transitando y haciendo docencia y concientización en forma permanente. Comunicando, asesorando con los canales de distribución. ¿Hay un techo? No. Porque el mercado no tienen las coberturas que tiene que tener ni en cantidad ni en calidad.
MS: Estoy trabajando hace ya un año y medio con la gente de nuestro centro de competencias en Nueva York, obviamente traemos la cultura de un mercado maduro y estuvimos trabajando en Colombia y en Perü y se sorprendieron por los niveles de subaseguramiento y la falta de conocimiento que existe en la región. El espacio para crecer en comparación con esos mercados es sorprendente.
GC: En el caso de los seguros de personas tampoco hay una conciencia aseguradora pero en general en el resto del mundo esto se combate con incentivos fiscales. Entonces la forma pragmática de incentivar a que la gente tome un seguro de vida o de retiro es esa. Aún en países que no tienen conciencia aseguradora los incentivos hacen que la ecuación económica justifique que una gran cantidad de gente se vuelque a adquirir estos productos, cosa que en Argentina hoy no pasa.
Marcan la falta de incentivos fiscales y la poca conciencia como dos grandes limitantes. ¿Existen otros?
EG: Creo que aquí hay un desafío también para el marketing porque el seguro es un servicio que nadie quiere comprobar. La esencia del servicio es que cuando exista una eventualidad no tengamos un paraguas. Y
en ese sentido es un problema porque en otros productos el marketing puede apostar a que el cliente los pruebe mientras lo consume y eso aquí no pasa.
Alejandro Achaval: El mundo del seguro es apasionante y nosotros lo vemos de costado pero estamos muy involucrados. Por un lado, vemos que el cliente bancario a diferencia de lo que puede ser un cliente de retail o el cliente de una tarjeta es mucho más fiel que en cualquier otra institución. En algunos países, como Colombia, están viendo cómo aumentar la permanencia del cliente en las compañías de seguros, como aprender del banco, y buscan fidelizar clientes a través de servicios perifericos. Y ahí entramos mucho las asistencias.
Los seguros de vida son difíciles de vender en cuanto remiten a un tema bastante taboo: la muerte.
GC: El seguro de vida es el producto más difícil porque justamente lo que trae es la idea de la muerte y tiene además un montón de mitos por los cuales la gente no lo compra. Uno es la inflación; el estar en crisis permanente es otro. También está el famoso “no me va a pasar” y es fácil luchar contra esos mitos cuando se llega masivamente al cliente y eso es lo que mas cuesta. Porque con crisis o sin crisis la desprotección de mi familia frente a mi va a ser igual. El seguro de vida es el único que no tiene sustituto y entonces no hay forma de reemplazarlo porque lo que te da el seguro de vida no te lo da otro producto. Debiera ser el seguro más importante para una familia, antes que auto o el hogar porque es la base, si yo no tengo ingresos no puedo mantener ni el auto ni el hogar. De hecho en el mundo es así, el primer seguro en términos de volumen de primas son los de personas, después vienen las cosas.