El gen del hincha cordobés en números

Una encuesta realizada por la empresa D’Alessio Irol reveló varios aspectos acerca del perfil del “hombre del tablón”. El 84 por ciento se reconoció fanático de alguno de los clubes de la provincia.

¿Qué sería de un club sin el hincha? Una bolsa vacía. El hincha es el alma de los colores. Es el que no se ve, el que se da todo sin esperar nada. Eso es el hincha… Eso soy yo”, decía en 1951 Enrique Santos Discépolo personificando al “Ñato” en la película El hincha, un film clásico que intentó desentrañar ese personaje que puebla las tribunas de las canchas de fútbol.

D’Alessio Irol hizo una encuesta que descubre al hincha en su esencia. La empresa realizó un iné­dito estudio sobre el hincha del fútbol cordobés, dejando al descubierto algunos perfiles siempre reconocidos, aunque nunca medidos. El trabajo exclusivo, realizado sobre 7.311 usuarios de Facebook de Mundo D, pinta de cuerpo entero al futbolero, en un abanico de características que el argot popular suele dar por ciertas como “verdades de perogrullo”. El sondeo relevó a personas de ambos sexos y las dividió en sectores etarios.

Dentro del trabajo, tres de los datos arrojaron resultados por demás contundentes, que no dejan margen alguno para la polémica. El primero es el referido al origen del fanatismo por los colores que, como era de esperarse, reflejó la tradición familiar de la herencia.

El 72 por ciento de los sondeados reconoció a su padre, abuelo o hermano como responsable del amor por una camiseta. La cifra deja en elocuencia que ese vínculo (el familiar) es mucho muchísimo más fuerte que el de la amistad, por ejemplo, que arrojó solamente un seis por ciento de opciones de elección de los colores. Un poco más influyente resulta la proximidad con el club en cuestión durante la infancia, ya que el 12 por ciento aseguró que frecuentaba la institución desde niño.

Otro aspecto especialmente marcado es el referido a la cuestión geográfica y de identidad. El 84 por ciento confesó simpatía con algunos de los clubes cordobeses, dejando reducido a un escaso 16 por ciento las preferencias por clubes de órbita nacional. Entre ellos, Boca Juniors, con el seis por ciento, lidera el ranking de preferencias entre los no cordobeses.

El tercer punto indiscutible es un fenómeno relativamente moderno y que deja en evidencia el estado de exacerbación del hincha respecto de sus principales contrincantes.

El fanatismo extremo, muchas veces comprobables en los foros de discusión de las noticias del portal de Mundo D, se reflejó claramente en a la hora de rescatar la característica más valorada de su principal rival.

La opción “nada” fue la más votada con un 63 por ciento, seguida por un tibio reconocimiento a “la trayectoria” (15%), “la calidad de sus jugadores” (10%) y “la actitud para dar vuelta un partido” (6%). Está por demás claro que, aquellas postales de los 70/80, con las hinchadas unidas gritando el tradicional “Cor-do-bá, Cor-do-bá” cada vez que algunos de los equipos de la Docta marcaba un gol, es cosa del pasado. Lamentablemente, la rivalidad elevada a la máxima expresión ganó la partida por goleada.

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El perfil del hincha cordobés

D’Alessio Irol desprendió del estudio ocho características que identifican al futbolero de esta provincia.

1º) El hincha cordobés se siente parte de una comunidad y percibe que el amor que demuestra por su equipo y la forma en que lo sigue y alienta es el verdadero sustento de su club.
2º) No es resultadista. El concepto de “amar a tu equipo por sobre todas las cosas” es muy fuerte. El partido es un ingrediente importante pero no el único. El hincha sigue a su equipo más allá de un resultado final o de los ju­gadores.
3º) Hincha se nace, forma parte del designio familiar y el sentimiento se forma y se mantiene inamovible desde los primeros años.
4º) Un verdadero hincha tiene que cumplir al menos con dos condiciones: desde las más pasivas, como tener la camiseta del club o conocer sus noticias, hasta seguirlo en la cancha.
5º) En Córdoba, el fútbol sigue estando asociado a los hombres, aunque comienza a incrementarse la participación femenina. Un 17 por ciento de los más de 7.000 encuestados fueron del sexo femenino y la mitad de ellas van a las canchas.
6º) El hincha cordobés sigue claramente a un equipo de esta provincia. Esta pasión es uno de los vínculos y valores que parecen poder transmitirse cada vez más de padres a hijos.
7º) Al rival se le reconoce muy poco: más del 60 por ciento no pudo mencionar alguna característica positiva de su principal adversario.
8º) Tiene una asociación marcada con cuestiones místicas. Las cábalas no tienen eficacia comprobada, pero ningún hincha se arriesga a romperlas, y la mayoría tiene alguna cuando juega
su equipo.

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Fidelidad juvenil

El hecho de estar presente en la cancha para dar muestra del poder de convocatoria y estar al tanto de las novedades del club son las principales cualidades de un hincha verdadero.

Así lo manifestaron en un menú de respuestas, donde ambas características sumaron un 49 por ciento de adhesiones, aventajando a otras opciones como la de tener en el placard una camiseta de su equipo (46%), ser socio (28%) o no usar ropa con los colores de su tradicional rival (25%). Entre las respuestas recibidas, también figura una práctica habitual entre los más jóvenes: tener tatuado en la piel el escudo del club, una opción que tuvo 12 por ciento de adhe­rentes y que baja notoriamente su índice a partir de los 45 años, dónde sólo el cinco por ciento lo cree necesario.

La asistencia a la cancha es un requisito más valorado entre los jóvenes hasta 24 años (54%) que entre los mayores de 45 (41%), quienes sorpresivamente le dieron más valor al hecho de tener una casaca.

“La edad marca que ir a la cancha es más habitual a medida que son más jóvenes y, también, el iniciarse en el club. Ser más fanáticos con la ropa (conservar la camiseta y no usar los colores del equipo contrario) crece con los años”, fue la lectura que hizo la consultora.

Consultados sobre qué es lo más valorado de su equipo, el hincha no dudo en darse aires de protagonista. “El aliento permanente de su hinchada”, fue la elección del 76 por ciento de los consultados aventajando, incluso, a la historia del club, que sólo concitó el 58 por ciento. En mucho menor medida quedó aquello de “la identificación de los jugadores con su camiseta (14%) o el éxito deportivo las copas y torneos ganados (8%).

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Que las hay, las hay

Es cuestión de naturaleza. Las cábalas forman parte inseparable de los deportistas argentinos. Y también de sus hinchas. ¿Cuántas veces convivimos a diario con alguna formalidad derivada de la costumbre que acompañan a los más cabuleros?

A la hora de repetir un rito en ocasión de un acontecimiento deportivo, la incidencia de edad es leve: el 66 por ciento de los encuestados hasta 24 años reconocen tener alguna, mientras que entre los mayores de 45 esa tendencia es algo menor (55%).

“La importancia de la camiseta forma parte de las cábalas y de la piel del hincha. Ponerse la camiseta es como tener el equipo en el cuerpo”, analizó el informe de D’Alessio Irol, en referencia a que la costumbre más extendida es ponerse la camiseta mientras dure el encuentro del club de sus amores (35%).

Otro accionar recurrente es ver el partido rodeado de las mismas personas (15%), buscar ayuda en la fe y rezar antes y durante los juegos (14%) y seguir las alternativas frente a la televisión desde la misma silla o sillón (14%).

También se extendió entre los más cabuleros la costumbre que tomó notoriedad de la mano del entrenador Reinaldo Carlos Merlo: los cuernitos. Un 12 por ciento de los participantes admitió que hacen esa señal cuando su equipo está en peligro.

Menos habituales, pero también pero también con seguidores, figuran aquellos que lo escuchan por radio siempre con el mismo relator (9%) y quienes usan invariablemente la misma ropa interior (4%). “Los hinchas tienen claro que son el sustento del equipo”, sostiene la encuestadora. Porque al fin y al cabo, como decía Discépolo, “¿para qué trabaja uno si no es para ir el domingo a romperse los pulmones en las tribunas hinchando por un ideal?”. Eso es el hincha.