El tiempo de la corrupción nunca se acaba en la Argentina. Atrapa la atención ciudadana en la medida en que algún eslabón de la cadena delictiva se rompe y las investigaciones avanzan. Algunas veces las judiciales. Otras las políticas. Y en muchas ocasiones, como la de los Panamá Papers o la reciente de los Cuadernos K, las periodísticas, que develan parte de la trama oculta de procedimientos ilegales vinculados, como en este caso, con las más altas esferas del poder público y privado.
Y decae cuando los casos tropiezan en la Justicia con procedimientos deficientes que diluyen las pruebas y extienden los plazos hasta hacer caer las acusaciones.
Diez cuadernos con anotaciones precisas del traslado de al menos 160 millones de dólares, videos con su voz y una declaración como arrepentido del mismo protagonista, dejaron expuesto un entramado de sobornos que, según Oscar Centeno, el chofer del por entonces secretario de Energía, Roberto Baratta; formó parte de la cara oculta del gobierno kirchnerista. Elementos que encuentran puntos comunes con los bolsos llenos de billetes que intentó ocultar el ex secretario de Obras Públicas, José López. O con la valija con u$s 850.000 que llegó en 2007 en un avión en el que viajaba Claudio Uberti, titular del ya desaparecido Órgano de Control de Concesiones Viales, la repartición que poseía oficinas en el edificio de cuyo estacionamiento partieron algunos de los bolsos mencionados por Centeno en sus anotaciones.
El caso de los cuadernos estalla en momentos en que la economía atraviesa una de sus peores etapas y cuando la fuerza gobernante es investigada por el financiamiento de la campaña electoral. Pero así como ambos temas no deben salir de agenda, tampoco un delito, debidamente probado, tiene que quedar impune, ni acotarse a una simple detención. Según una encuesta de D’Alessio IROL/Berensztein, tres de cada cuatro personas apoyan una ley para recuperar lo incautado en estos casos. Los actos de corrupción tienen que ser sancionados y los bienes recuperados, cualquiera sea el autor y la oportunidad en que se conozcan.
Publicado en El Cronista el 03/08/2018