Los problemas existen para los clientes y las empresas.
No importa si se trata de la pérdida de una tarjeta, la denuncia de un hackeo, un artefacto que dejó de funcionar, o simplemente pedir un turno para un trámite público o privado. Hoy, el pasaje obligado suele ser la app.
Y claro, puede ser rápido, eficiente y más rentable.
Pero el cliente necesita a otra persona del otro lado cuando algo no está bien.
En nuestros estudios, cuando analizamos cómo lograr que un cliente reitere su preferencia por una empresa, o cómo reducir la dependencia de promociones, volvemos siempre al mismo punto: la conexión humana, especialmente cuando algo falla.
Dos datos contundentes de nuestro último Tracking de Medios de Pago
D´Alessio IROL’25®: el 93% de los usuarios tuvo algún problema en los últimos meses (de distintas intensidades). La mayor parte no pudo, o le fue muy difícil, resolverlo porque no encontró quién lo escuche ni le facilite los pasos a seguir.
Ese es el talón de Aquiles.
La experiencia positiva no se construye solo cuando todo fluye, sino en cómo se resuelven los quiebres.
Ahí se define si ese cliente vuelve.
O se va para siempre.
Desde el 1° de diciembre de 2024, los pasajeros del subte de Buenos Aires pueden pagar su viaje simplemente acercando tarjetas y dispositivos móviles a los molinetes.
Según el último estudio que realizamos en D’Alessio IROL sobre estilos de vida y medios de pago®, la mayor parte de los consultados preferiría pagar con otro método consolidando la tendencia hacia pagos más ágiles y sin fricción. Aunque la tarjeta SUBE seguiría siendo utilizada por un 40% de los pasajeros, su uso se complementará o incluso reemplazaría con opciones como VISA, Mercado Pago, MasterCard y Naranja X, en ese orden de preferencia.
La digitalización del transporte público avanza y Argentina comienza a adoptarla. ¿Será este el impulso definitivo para la masificación de pagos móviles en la movilidad urbana?
Mientras la Generación Z, los más jóvenes, prioriza Mercado Pago, las demás generaciones se inclinan más por algún formato de VISA.
El mundo ya ha recorrido este camino: en China, donde los pagos móviles dominan el transporte público con Alipay y WeChat Pay, permitiendo pagar con códigos QR o tarjetas de pago flash. En Estados Unidos, con un ingreso más lento, ciudades como Nueva York y San Francisco han adoptado pagos sin contacto con Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay, facilitando el acceso y agilizando la experiencia de viaje.