El efecto mariposa, derivado de la teoría del caos, nos enseña que pequeñas
variaciones en las condiciones iniciales pueden generar cambios significativos en el resultado final. Recientemente hemos visto que la caída de la criptomoneda $LIBRA, puede tener repercusiones en el clima político de nuestro país. Hoy quiero abordar otro posible impacto – la pérdida de imagen de las billeteras no bancarias.
El ascenso de las billeteras no bancarias en Argentina.
Las billeteras digitales han ganado un rol clave en la vida financiera de los argentinos. Según datos de nuestro último estudio de “Estilos de Vida y Medios de Pago 2025 D´Alessio IROL®”, 4 de cada 10 argentinos mencionaron haber pagado con alguna billetera digital no bancaria en enero. Estas herramientas han facilitado pagos, transferencias y promovido la inclusión de sectores tradicionalmente alejados del sistema bancario. Sin embargo, también en la investigación de este año, encontramos que la mayoría de las plataformas digitales financieras aún enfrentan desafíos en términos de confianza, resolución de problemas y aceptación. Un momento crucial para la consolidación.
Las billeteras no bancarias tienen en sus manos las herramientas para mitigar el impacto negativo. Algunas que aunque son obvias vale la pena reforzar, y también se basan en los resultados del estudio realizado: fortalecer la confianza, estabilidad, adquirencia, propuesta de valor y comunicarlo.
El efecto mariposa nos recuerda que pequeños eventos pueden tener repercusiones que necesitamos conocer para poder contrarrestarlos. El futuro del ecosistema de pagos digitales dependerá de cómo estas plataformas enfrenten los desafíos actuales y consoliden su posición en la vida financiera de los usuarios.










Desde el 1° de diciembre de 2024, los pasajeros del subte de Buenos Aires pueden pagar su viaje simplemente acercando tarjetas y dispositivos móviles a los molinetes.
Según el último estudio que realizamos en D’Alessio IROL sobre estilos de vida y medios de pago®, la mayor parte de los consultados preferiría pagar con otro método consolidando la tendencia hacia pagos más ágiles y sin fricción. Aunque la tarjeta SUBE seguiría siendo utilizada por un 40% de los pasajeros, su uso se complementará o incluso reemplazaría con opciones como VISA, Mercado Pago, MasterCard y Naranja X, en ese orden de preferencia.
La digitalización del transporte público avanza y Argentina comienza a adoptarla. ¿Será este el impulso definitivo para la masificación de pagos móviles en la movilidad urbana?
Mientras la Generación Z, los más jóvenes, prioriza Mercado Pago, las demás generaciones se inclinan más por algún formato de VISA.
El mundo ya ha recorrido este camino: en China, donde los pagos móviles dominan el transporte público con Alipay y WeChat Pay, permitiendo pagar con códigos QR o tarjetas de pago flash. En Estados Unidos, con un ingreso más lento, ciudades como Nueva York y San Francisco han adoptado pagos sin contacto con Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay, facilitando el acceso y agilizando la experiencia de viaje.