Nota: Nada es casualidad.

En política, como en la vida, nada es casualidad.

El último estudio nacional de D’Alessio IROL – Berensztein muestra con claridad cómo la caída en las expectativas económicas se tradujo en las urnas.
59% de los argentinos considera que la situación económica actual está peor que hace un año, mientras solo 40% cree que mejoró.
Respecto al futuro, apenas 40% confía en que la economía estará mejor en el
2026, frente a un 57% que la ve peor.
La gestión de Javier Milei alcanza sus niveles más bajos de aprobación: 57% la evalúa negativamente y 42% positivamente.
La tendencia marca un deterioro sostenido: en enero 2025, la mayoría (56%) veía su situación mejor que en 2024; hoy esa percepción se invirtió. El optimismo inicial, que sostenía el “estamos mal, pero vamos bien”, se quebró en mayo y desde entonces la brecha negativa crece mes a mes.
El voto que no fue.
Los resultados electorales del 7 de septiembre lo confirmaron: parte de los votantes oficialistas decidió no presentarse. ¿Por qué?
El veto a la ley de financiamiento universitario fue leído como un golpe
directo a la educación pública.
La incapacidad de gestión en temas sensibles debilitó la confianza.
El conflicto con el Hospital Garrahan impactó en el plano simbólico y
emocional, asociado al cuidado de los más vulnerables.
La sospecha de corrupción coronan el panorama.
A estos hechos se sumó el mal humor social, que nuestro estudio registra desde hace cinco meses consecutivos. La abstención no fue casual: fue una forma de expresar descontento sin volcarse al voto opositor.
Nada es casualidad.
El gobierno subestimó que los votos no son propiedad asegurada. Como ya ocurrió con otras administraciones, el desgaste de las expectativas se traduce en resultados concretos. Lo que no se atiende a tiempo en el metro cuadrado de cada ciudadano, se expresa con contundencia en las urnas

El Monitor de Humor Político y Social de D’Alessio IROL – Berensztein es una
medición mensual que se realiza desde hace 10 años en forma ininterrumpida.