Las lágrimas del Presidente, catarsis nacional

La amplitud que tenemos para hacer amigos suele ser bastante mayor que la que exhibimos cuando vamos a comprar un auto usado.Se sobreentiende: a la hora de poner un billete sobre otro no hay afectos ni simpatías que valgan y las sospechas son muchas. Es el momento en que solo imperan las rígidas normas de las razones objetivas y la conveniencia.

 Algo de eso le viene sucediendo a Mauricio Macri desde el 10 de diciembre de 2015: no para de recibir palmaditas en la espalda y buenos deseos de los gobernantes más poderosos del mundo que lo alientan a sacar adelante el país que preside. Realmente lo desean. Y esas sensaciones se acaban de ratificar de manera descomunal en la impecable realización local del G-20.

 Sin embargo, siguiendo aquella imagen inicial, cuando Macri levanta el capot del auto que pretende vender aparecen las dudas. Pistonea demasiado el motor cuando se le exige seguridad jurídica, rentabilidad, una carga impositiva razonable, un sindicalismo menos petardista y más moderno, un mercado local con saludable capacidad de consumo y un horizonte electoral previsible.

 El peligro de un país tan ciclotímico, que en cuestión de días pasa de sentirse el peor del mundo por ser incapaz de tramitar con normalidad una final deportiva al estallido futbolero e hipernarcisista del “¡¡¡Ar-gen-ti-na!!!” coreado por artistas e invitados en la gala del Teatro Colón ante los principales líderes del planeta, es que tendemos a enamorarnos demasiado de “lo que somos capaces” sin atrevernos a remover de una vez las causas profundas que nos impiden transformarnos de verdad.

 Macri lloró al final del espectáculo en el Teatro Colón 00:59

Por no entender las razones profundas del conflicto con el campo, que no era un mero reclamo de ricos terratenientes, sino también de pequeños y medianos productores, un año más tarde, en 2009, las urnas humillaron al fundador del kirchnerismo, derrotado por ¡Francisco de Narváez!, que solo tenía humildes pergaminos en la política argentina y que aún con ese triunfo luego se diluyó.

 Dos sucesos trascendentes que tocaron distintas fibras -los fastos del Bicentenario primero y el funeral de Néstor Kirchner después- aseguraron el 54% con el que Cristina Kirchner, de riguroso luto y que facilitaba un consumo subsidiado a la larga inviable, consiguió ser reelegida. A partir de allí su fuerza perdió tres elecciones consecutivas (2013, 2015 y 2017).

 Jorge Asís, quien viene resultando un muy dudoso adivinador del futuro político argentino, aplica ahora aquel razonamiento de que un buen relato visual todo lo puede. Escribió en su Twitter hace unas horas: “El macrismo va a utilizar las postales del G-20 -con el llanto presidencial- para el relanzamiento similar al festejo del Bicentenario que en su momento aireó al kirchnerismo”. Y agregó en otro de sus telegramas virtuales: “Desde el beso de la señora Juliana en el debate con Scioli que no se registra un hallazgo escenográfico de semejante magnitud. Felicitaciones”.

 Más allá de la filosa ironía del exsecretario de Cultura del menemismo, el sismógrafo de emociones nacionales (ese que se movió con el “Estamos ganando”, durante la Guerra de Malvinas, o, apenas unos meses después, con el recitado del Preámbulo de la Constitución por parte de Raúl Alfonsín) registró en estas horas un nuevo temblor (del que, podría decirse, el verdadero del conurbano fue mera alegoría).

 Las redes sociales de Mauricio Macri y de la Casa Rosada se movieron como nunca con récord de posts (47, el jueves, y 73, el viernes) y transmisiones en vivo, lo que generó que se cuadruplicara su tráfico. Notable también fue el rating inusual de la gala por la TV Pública: 17 puntos (y eso que la transmitían al mismo tiempo varios canales y sitios en la web; TN llegó a picos de 7 puntos).

 Según un sondeo de D’Alessio Idol Berensztein, un 55% de los 837 encuestados en todo el país considera que la participación de Macri en el G-20 ha sido importante contra un 45% que cree que fue intrascendente. La grieta se nota en las muy distintas expectativas que genera la llegada deinversiones: para los votantes de Cambiemos se eleva a un 56%, pero para los seguidores de Cristina Kirchner se reduce apenas a un 8%. En la nube de palabras recolectada por Jorge Giacobbe & Asociados sobre 2500 encuestados las dos que más destacan son: “importante” y “oportunidad”. Aunque en menor dimensión, las palabras negativas que más se destacan son “innecesario” e “inútil”.

 La foto en Instagram en la que se veía a Macri y Juliana Awada informalmente sentados en la escalinata de la residencia presidencial de Olivos esperando al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue la que obtuvo mayor cantidad de reacciones en el menor tiempo. La primera dama, en paralelo, fue otro foco de atención constante del periodismo y las audiencias en un plano más blando, conjugando la moda -también sumaron las acompañantes de los mandatarios extranjeros- y la cultura (con las visitas a Villa Ocampo y al Malba).

 Pero nada comparable con el “hit” impensado del G-20, el video récord que saltó del plano audiovisual y digital a las tapas de los diarios papel: la emoción del presidente Macri al término del espectáculo en el Teatro Colón.

 Sorprendieron sus lágrimas en un hombre habitualmente tan contenido en lo expresivo, pero resultaron pura catarsis no solo para él, sino también para buena parte del vasto público que lo vio en directo o en diferido. Tantas tensiones y malas noticias acumuladas por fin recibían un espaldarazo simbólico de enorme impacto. Importante: capitalizarlo, sí; engolosinarse, no.

 Volviendo a la metáfora del principio: en estos días, el Gobierno sometió a chapa y pintura los múltiples rayones y abolladuras que tenía el auto que pretende vender. Por fuera, ahora otra vez luce flamante. Es hora de ocuparse en serio del motor.

Publicado por La Nación  el 02/12/2018

Qué opinaron los argentinos sobre el G20 de un lado y del otro de la grieta

La división entre votantes de Cambiemos y del FPV se expuso una vez más en relación a la cumbre del G20 que se realizó este fin de semana en Buenos Aires.

 La cumbre de líderes del G20, que tuvo lugar este fin de semana en Buenos Aires, dejó mucha tela para cortar por tratarse de uno ed los eventos internacionales más importantes de historia argentina, tanto por la implicancia de este evento para el país, como por el movimiento que generó en la Ciudad en términos de seguridad. Las sensaciones que dejó entre los argentinos, no obstante, estuvo marcada una vez más por la grieta entre kirchnerismo y macrismo que divide a la población en los últimos años.

Frente al encuentro de los veinte líderes más influyentes del mundo, los argentinos opinaron sobre la cumbre en una encuesta online de la consultora de D’Alessio IROL- Berensztein, y los datos relevados muestran amplias diferencias en varios puntos entre simpatizantes de Cambiemos y del Frente Para la Victoria.

Un punto en el que hubo coincidencias de ambos lados fue la comunicación. Consultados en primer lugar sobre la percepción de si el país podría verse beneficiado o perjudicado por la cumbre, sólo 2 de cada 10 ciudadanos consultados se encuentra a gusto con la forma en la que se informaron los beneficios que genera un evento de este tipo para nuestro país.

 En relación a las principales sensaciones, hay una clara división: un 33% en promedio siente expectativas por la llegada de las inversiones. Pero ese porcentaje asciende al 56% entre votantes de Cambiemos y cae al 8% entre personas afines al kirchnerismo.

En la misma línea, un 30% se muestra “orgulloso” por recibir a los principales presidentes del mundo, sentimiento que supera un 50% entre los oficialistas y apenas llega a un 9% entre los opositores.

 En tanto, los votantes del FPV están más concentrados en los trastornos ocasionados por cortes en varias calles de la Ciudad de Buenos Aires (35%) y las complicaciones por la falta de transporte (37%).

 Un 46% opina que estuvieron bien comunicadas las restricciones al tránsito, con las zonas afectadas por los cortes y los accesos a la ciudad, y el funcionamiento del transporte público.

 Por otro lado, ante la pregunta de las implicancias de nuestro país, para el 44% de los argentinos la realización de esta reunión no resuelve los problemas de la gente. En un 70% adhieren a esta idea los votantes del FPV. Mientras tanto, el 66% de los partidarios de Cambiemos, lo considera importante para la Argentina.

 Según una encuesta, Trump, Xi Jinping y Merkel deberían ser las prioridades

 Frente al rol del presidente en la cumbre, el 55% de los encuestados cree que la participación del presidente Mauricio Macri en el G20 es importante, y se corresponde en un 84% por votantes de Cambiemos. Sin embargo, hay un 45% que opina que su participación es intrascendente.

 Respecto al beneficio que aportaría al país la cumbre, el 44% de los encuestados cree que Argentina no se verá perjudicada ni beneficiada. Mientras tanto, un 34% considera que será beneficiada en el mediano y largo plazo, siendo más optimistas los votantes de Cambiemos, contra un 17% que cree que saldrá perjudicada en el corto plazo, que se corresponde a votantes del FPV.

 Ante la pregunta de la participación de los líderes en el G20, el 29% considera como líder sobresaliente al presidente estadounidense Donald Trump. Este es seguido por Xi Jinping, el mandatario chino, con el 24%, y en tercer lugar está Vladimir Putin, con 15%.

Publicado por Perfil el 02/12/2018

Las primeras sensaciones del G20, la nueva grieta de los argentinos

El 44% de los ciudadanos considera que la realización de la cumbre no resuelve los problemas de la gente. La cifra varía considerablemente en comparación entre los votantes del FPV y Cambiemos.

Todas las actividades y la enorme cobertura que tuvo la cumbre del G20 representó una buena oportunidad para que un gobierno desgastado por la crisis económica encuentre un respiro y una posibilidad de reposicionamiento frente a la opinión pública. Sin embargo, como pone de manifiesto un estudio que acabamos de concluir con D’Alessio/IROL, la sociedad argentina se encuentra bastante dividida con relación a este importante evento.

Debemos esperar para evaluar el impacto que efectivamente tuvo la Cumbre, pero en principio, al menos como hipótesis, es probable que no modifique significativamente, y de forma perdurable, las preferencias y valores de nuestra ciudadanía.

Así, según los datos de esta última encuesta acerca del G20 que tuvo lugar en Buenos Aires, sólo un 28 % considera a esta institución como importante para el país, siendo el Mercosur el organismo elegido como el más relevante para 5 de cada 10 argentinos. Sin embargo, para quienes tienen una visión más cercana al gobierno la importancia del G20 sube al 47% en tanto que para los opositores al mismo es del 8%.

El tercer organismo elegido en orden de importancia es la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el 12%. Por último, la Organización delos Estados Americanos (OEA) queda relegada a un cuarto puesto con apenas el 3%. (Datos correspondientes a la medición realizada en forma online durante el 28 y el 29 de noviembre de 2018. Se incluyeron las respuestas de 837 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.)

Concentrados en la crisis económica por la que atraviesa el país, para el 44% de los argentinos la realización de esta reunión no resuelve los problemas de la gente, idea apoyada por el 70% de los votantes al FPV. Se asoma nuevamente la grieta: el 66% de los partidarios de Cambiemos, por contrario, la considera importante para la Argentina.

Al consultarlos acerca de la ciudad seleccionada para este evento, 6 de cada 10 cercanos al gobierno están de acuerdo con que se haya elegido a Buenos Aires, y, en la misma proporción, los opositores a Cambiemos hubieran preferido que se realice en otra ciudad.

Las principales sensaciones ante el G20 por parte de los argentinos también se encuentran divididas: un 33% siente expectativas por la llegada delas tan ansiadas inversiones y un 30% se muestra orgulloso por recibir a los principales presidentes del mundo, sentimiento que aumenta a más del 50 % entre los votantes de Cambiemos. Por otro lado, los votantes del FPV están más concentrados en los trastornos ocasionados por cortes en varias calles de la Ciudad de Buenos Aires (35%) y las complicaciones por la falta de transporte (37%).

A pesar de esto, el 46% opina que estuvieron bien comunicadas las restricciones al tránsito, los barrios afectados, los cortes de avenidas y autopistas claves para acceder a la ciudad y la suspensión de los principales medios de transporte que circulan por Buenos Aires.

La cumbre de los líderes del G20 es el evento más importante en la historia del país en términos de relaciones internacionales. Sin embargo, sólo 2 de cada 10 ciudadanos consultados está conforme acerca de la manera en cómo fueron comunicados los beneficios que aportaría un evento deestas características para Argentina.

Uno de los focos de este encuentro estuvo en la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el primer ministro de China, Xi Jinping, involucrados en una guerra comercial desde principios de año. Efectivamente, Trump impuso sanciones por más de USD 250 mil millones a las importaciones chinas, en el transcurso de este año y esta tensión genera incertidumbre financiera no sólo a nivel internacional, sino que constituye un riesgo para Argentina. Consultados sobre este tema el 40 % de los argentinos opina que esta guerra comercial representa un riesgo moderado para el país, el 22% lo vive como un gran riesgo, en tanto que para el tercio restante no constituye riesgo alguno.

 En cuanto a la participación de los líderes en el G20, el 29% considera como líder sobresaliente al presidente Trump, seguido por Xi Jinping, con el 24% y en tercer lugar por Putin con 15%. También el 25% ve al mandatario estadounidense como el líder más cercano, pero no lo eligen a la hora de un modelo a seguir. El primer puesto se lo lleva Canadá con el 23%, en segundo lugar, muy cerca, Alemania (21%) y completa el podio Australia (15%).

Aunque el 55% de los encuestados cree que la participación del presidente Macri en el G20 es importante (porcentaje conformado por el 84% desus votantes) existe un 45% que opina que su participación es intrascendente.

Con respecto al beneficio que aportaría al país esta reunión, el 44% de los encuestados cree que Argentina no se verá perjudicada ni beneficiada. Otra vez aparece la grieta: un 34% opina que será beneficiada en el mediano y largo plazo, en especial se muestran más optimistas los cercanos a Cambiemos, contra un 17% que cree que saldrá perjudicada en el corto plazo, opinando así la mayoría de los seguidores del FPV.

Con sus limitaciones y con la inercia de formalidad que suele imperar en esta clase de cumbres multilaterales, el G20 no pudo de todas formas disimular que la gobernanza global sigue siendo un deseo por ahora inalcanzable. Cada cual, como en el recordado juego del Don Pirulero, atiende su juego.

El sistema internacional pasó por varias fases en las últimas tres décadas: el fin del mundo bipolar de la Guerra Fría derivó en la Década Americana (los polémicos años ‘90). Los atentados del 11 de septiembre de 2001 dispararon una breve pero decisiva expresión de su poder imperial. Su irremediable fracaso, sumado a la irrupción de China y el naufragio de la UE modificó para siempre el balance de poder global. Muchos esperaban que por fin podría surgir un mundo multilateral, más equitativo y con espacio para dirimir pacíficamente las controversias entre Estados y los problemas de interés general.

En cambio, surgió este sistema internacional apolar, sin actores dominantes. Lo viejo no murió, lo nuevo tampoco nació. Con pragmatismo y determinación, debemos seguir siendo parte del viejo tejido de organizaciones internacionales, hasta que algún orden nuevo emerja de esta realidad tentativa y turbulenta.

Publicado por TN el 02/12/2018

Sondeo de D’Alessio Irol y Berensztein Encuesta: la grieta entre Cambiemos y los K en la percepción del G20

Una de las principales consultoras midió qué importancia le da la gente al G20 y al rol de Macri en esta Cumbre, así como cuáles son sus principales sensaciones frente a este encuentro.

 La mayoría de los que votaron al kirchnerismo consideran que el G20 no es una institución importante para la Argentina; mientras que los que se referencian en Cambiemos destacan el rol del G20, incluso por encima de otras entidades como el Mercosur, las Naciones Unidas y la OEA. Los datos son de una encuesta de D’Alessio Irol y Berensztein.

 Los números de esa encuesta son sorprendentes, ya que el 47% de los que votaron a Cambiemos consideran importante al G20, frente al 8% dequienes votaron al Frente para la Victoria (FPV). La relación se invierte cuando se consulta sobre el Mercosur, que es la institución más importante para quienes votaron al kirchnerismo (70%), mientras que eligieron esa opción el 28% de los que se referencian en Cambiemos.

 “La sociedad está dividida con el G20. La izquierda protestando contra este encuentro y los del Frente para la Victoria prefieren el Mercosur. ¿Están en contra de China y Rusia? ¿Están en contra de Trump, que está en contra de la globalización como la conocemos? Es una enorme inconsistencia”, dijo Eduardo D’Alessio, titular de la consultora, en declaraciones a la cadena de noticias A24.

  La marcha contra el G20 desde adentro: mayoría de izquierda, pocos K, mucha seguridad y sin encapuchados

 El relevamiento se hizo el miércoles 27 y jueves 28, a mayores de 18 años en todo el país. El 55% de la gente consideró que es “importante” la participación del presidente Mauricio Macri en el G20. Pero el 84% de los que se inclinan por Cambiemos apoyó esa opción, frente al 24% de los que votaron al FPV.

 En sintonía con esa polarización, el 70% de los que votaron por Cambiemos considera que el G20 “es importante para Argentina”, frente al 11% que eligió esa opción entre los que votaron al FPV. Ese nivel de grieta produjo que el 40% de la gente considere el encuentro importante para el país, frente al 16% que considera que “Argentina tiene otras prioridades” y el 44% que sostiene que “no resuelve los problemas de la gente”.

 Casi la mitad de la gente quiere que el G20 se haga en otra ciudad (47%). Pero acá vuelve a aparecer la grieta, ya que el 58% de los que votaron a Cambiemos prefieren que se haga en la ciudad de Buenos Aires, mientras que sólo el 24% de quienes votaron al kirchnerismo eligieron esa opción. De hecho, el 46% de la gente señaló las “restricciones de tránsito” que provoca el G20.

 El 35% de la gente considera que la Argentina será beneficiada con la realización del G20, un 18% cree que será perjudicial y el 46% no cree que traiga cambios en el país. Pero acá vuelve a aparecer la grieta, ya que la mayor parte de los que consideran que traerá beneficios son los que se inclinan por Cambiemos; mientras que los que votaron al FPV creen que este evento será perjudicial para la Argentina.

Publicado por Clarín el 30/11/2018

El 55 por ciento de los argentinos cree que la presencia de Macri en el G20 es importante

Una encuesta arrojó que la mayoría de los argentinos cree que la participación del presidente Mauricio Macri en el G20 es importante, el 62% piensa que la guerra comercial entre los Estados Unidos y China representa un riesgo para el país y que los modelos a seguir son Canadá, Alemania y Australia.

 La encuesta realizada en forma conjunta por las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein detectó que para el 49% de los encuestados la institución internacional más importante es el Mercosur, mientras que el 28% puso al G20 en ese lugar.

 Cuando les preguntaron si el G20 “resuelve el problemas de la gente”, el 44% contestó que sí, el 40% respondió que “es importante para Argentina” y el 16% sostuvo que “Argentina tiene otras prioridades”.

 A la hora de plasmar en una respuesta las “principales sensaciones ante el G20”, el tema más recurrente estuvo vinculado al transporte. Un 31% dijo que está preocupada por los trastornos por lo cortes de calle y otro 30% se quejó por la falta de transporte. No obstante, un tercio destacó que es un “orgullo” recibir a tantos presidentes, mientras que otro tercio de los consultados también se mostró expectante por la eventual llegada de inversiones.

 Sobre la participación de Macri en el G20, un 55% dijo que es “importante”, mientras que para el 45% restante es “intrascendente”. Eso sí: entre los votantes de Cambiemos, el 84% hizo una valoración positiva, mientras que entre los que eligieron al Frente para la Victoria apenas el 24% destacó el rol del Presidente.

 En cuanto a los beneficios para el país, un 18% consideró que el G20 perjudica a la Argentina, un 46% se mostró neutral y apenas un 35% valoró al evento como un beneficio para el futuro del país.

Una pregunta muy interesante tuvo que ver con el modelo de país a seguir por Argentina. Tanto los votantes de Cambiemos como los del Frente para la Victoria destacaron a tres países muy por encima del resto: Canadá, Alemania y Australia. Del total de encuestados, 23% eligió a Canadá, 21%, a Alemania, y 15%, a Australia. Los tres que le siguieron, con 5% de los votos cada uno, fueron los Estados Unidos, Japón y Rusia.

 Por último, los consultores indagaron sobre los líderes del G20. El 29% indicó que el más importante es el mandatario estadounidense Donald Trump, el 24% optó por el chino Xi Jiniping, un 15% eligió al ruso Vladimir Putin y un 8% mencionó a la alemana Angela Merkel.

 ¿Y los más cercanos a Argentina? Trump (25%), el brasileño Michel Temer (16%) y Putin (9%).

Publicado por Infobae el 30/11/2018

Crece la presión para sancionar una ley de “ficha limpia” que excluya a candidatos con condenas

Una iniciativa popular reunió más de 100 mil firmas, y diputadas oficialistas impulsan el proyecto. Pero el Gobierno lo rechaza, y la oposición lo ignora.

 Junto con la ley de “delación premiada”, fue la llave maestra de la avalancha anticorrupción que  desnudó el cosmos de sobornos, contratos públicos amañados y reparto de favores políticos en Brasil, investigados en la megacausa “Lava Jato”: la ley de “ficha limpia”, que en el país vecino impide presentarse como candidatos a quienes tengan una condena penal confirmada en segunda instancia, sepultó las aspiraciones de Lula Da Silva entre otros cientos de políticos de todos los partidos. en apenas unos días, una iniciativa para replicar esa ley en la Argentina sumó 100.000 firmas y la adhesión de legisladores oficialistas y especialistas en transparencia pública. El Gobierno, sin embargo, se resiste a impulsarla.

 La “ficha limpia” se impuso en Brasil por iniciativa popular en 2010, gestada mediante millones de firmas y pese a que casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria intentaron impedirla. Su efecto cultural fue tan fuerte que, además de dejar fuera de la competencia electoral a los condenados, en los recientes comicios ninguno de los candidatos acusados por corrupción -aún sin la condena que les hubiera impedido presentarse- logró acceder a un cargo o una banca.

 Asolada por la impunidad y en medio del escándalo de los cuadernos de las coimas, Argentina discute la posibilidad de replicar la iniciativa. La semana pasada ese impulso tuvo un pico, pues en pocos días una petición que reclama la sanción de la ley de “ficha limpia” reunió 100.000 firmas en https://www.change.org/fichalimpia, y continua sumando. #FichaLimpia se convirtió en trending topic en redes sociales, y una primera encuesta realizada por la consultora D’Alessio/Irol concluyó que un 61% de los argentinos comparte la iniciativa.

 En su versión local, la propuesta exige que los condenados por delitos de corrupción, aunque la condena no se encuentre aún firme, no puedan ser candidatos a cargos electorales. Con antecedentes como el de Carlos Menem, que tras 23 años de proceso y una condena por el tráfico ilegal de armas finalmente anulada por prescripción, colocar la vara tras la sentencia de un tribunal oral suena razonable.

 “No está en juego el principio de inocencia -que rige en sede penal- sino el derecho de la sociedad a reglamentar las condiciones para ser candidato”, asegura el abogado especialista en ética pública Alejandro Drucaroff. “Lograr que quienes ya tengan una condena de un tribunal colegiado –lo que implica la decisión de tres jueces- por haber delinquido contra el Estado no puedan ser candidatos permitiría también superar la imagen de un sistema político que cuanto menos mira de soslayo la corrupción y de corruptos que se refugian en el privilegio de los fueros parlamentarios”.

 Más allá de simpatías o rechazos políticos, existen argumentos jurídicos. Según lo dispusieron dos fallos recientes de la Cámara Federal de La Plata y la Cámara Federal de Casación Penal, en la Argentina los graves delitos dolosos contra el Estado que conlleven enriquecimiento –lo que naturalmente incluye los de corrupción- atentan contra el sistema democrático y deben por ello considerarse imprescriptibles. Recordemos que los procesados –sin necesidad de condena alguna- por delitos de lesa humanidad, también imprescriptibles, no pueden ser candidatos de acuerdo con el artículo 33 de la ley electoral.

 Aunque aún no entró en el radar del Congreso, la iniciativa se debatió la semana pasada en una Jornada sobre “Derecho electoral y ética pública”, que desbordó el salón de la Facultad de Derecho de la UBA. Diputadas nacionales, juristas, analistas internacionales y profesores de Derecho coincidieron en que “si se aprueba esta ley, los corruptos van a ir a la cárcel en lugar de ir al Congreso”. Allí expusieron las diputadas nacionales Silvia Lospennato -autora de un proyecto legislativo de “ficha limpia” que tuvo dictamen de Comisión en 2017, aunque no llegó a tratarse en el recinto-, Graciela Ocaña, Paula Oliveto y Marcela Campagnoli; el ex Juez brasileño Marlon Reis (quien impulsó la ley en su país); la profesora María Cristina Girotti y el analista internacional Gustavo Segré.

 Ocaña admitió que “con la composición actual del Congreso va a ser difícil que pueda tratarse el proyecto” y pidió que “desde la prensa y la sociedad civil nos ayuden a impulsar la iniciativa”. Para la diputada, además “es importante que como país recuperemos los bienes robados por la corrupción, porque no puede haber prosperidad sino frenamos la corrupción”.

 “No alcanza con la idoneidad para ser candidato a un cargo público. Se debe acreditar probidad”, señaló Campagnoli. “Para que podamos combatir en serio la corrupción es necesario que este proyecto de esté acompañado de otros como el de Extinción de Dominio, el de reforma política y la ley de financiamiento de las campañas electorales”, agregó la diputada, quien recibió las 100.000 firmas reunidas hasta ahora.

 El proyecto popular propone modificar la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y el Código Nacional Electoral para que quienes fueron condenados en segunda instancia por un delito penal doloso no puedan ser candidatos a cargos electivos nacionales.

 Segré, principal impulsor del encuentro junto con el el profesor de Auditoria y Control de los Sistemas de Información Gastón Marra, fue más duro: “hay que buscar que el Congreso nos represente a todos porque la mayoría no somos corruptos”.

 Pese a la efervescencia, altas fuentes del Gobierno hicieron saber su rechazo a impulsar la “ficha limpia” para las próximas elecciones. El generoso lote de ex funcionarios kirchneristas bajo proceso o juicio oral por corrupción parece resultar más útil como posible pararrayos electoral que un audaz paso adelante hacia la transparencia. Descartando el parecer de los seguidores de Cristina Kirchner, hasta ahora tampoco se alzaron voces desde el flamante peronismo federal para manifestarse. Aunque esa también puede ser una estruendosa opinión.

Publicado en Clarín en 26/11/2018

Debate Artana-Segré: “Brasil puede mirar al mercado interno, Argentina debe exportar”

En el 2019, Bolsonaro asumirá la presidencia de Brasil con una agenda económica ultraliberal. Para medir su impacto en nuestro país, BNP Paribas convocó a expertos

 Ante las expectativas que genera la relación bilateral de Argentina con Brasil a partir de 2019, cuando Jair Bolsonaro asuma la presidencia en el vecino país, BNP Paribas Investment Partners convocó a dos expertos oradores para analizar el “presente económico y los desafíos que se aproximan”.

 El encuentro organizado por la consultora D’Alessio IROL presentó al analista internacional Gustavo Segré y al economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, con la moderación de la periodista Clara Mariño.

 Segré disertó sobre el impacto en la economía y los negocios que representan las elecciones presidenciales que se realizaron en octubre en Brasil en octubre. “Bolsonaro acepta sus limitaciones. Cuando le preguntan ¿qué va a hacer en economía?, responde yo no entiendo nada de economía. Lo voy a poner a Paulo Guedes. Es raro ver a un candidato que dice ‘yo no entiendo’. Y llamó la atención que su gabinete será de técnicos. Guedes es absolutamente liberal, de la escuela de Chicago y un enfoque del estilo que todo lo que no se mueva, se vende, se privatiza, se concesiona”.

 En tanto, Artana hizo una descripción de la política económica del actual gobierno de Mauricio Macri y los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y se remitió también a la anterior gestión de Cristina Fernández de Kirchner, a la que calificó de populista. “Los experimentos populistas siempre terminan mal”, dijo, y cuestionó si la senadora se presentará en las elecciones presidenciales de 2019.

 Artana trazó un paralelismo histórico entre las economías de ambos países. “Tanto Argentina como Brasil son economías muy cerradas. Si miramos el desempeño de estas dos economías de 1980 para acá, ambos crecimos muy poco excepto del 2000 al 2010 -casi 4% ambos- por el boom de los commodities. Pero ninguno pudo crecer del 80 para acá, fue menos de 1% por año. En ese sentido, tenemos desafíos parecidos. El resto del mundo es mucho más abierto que nosotros. Aun así, Brasil se puede dar el lujo de mirar el mercado interno. En cambio, nosotros tenemos más obligación que Brasil de mirar el mundo externo porque el mercado interno no alcanza”.

 Segré apuntó que “nos falta una visión de ser un país exportador. Y además precisamos competitividad, tener mejor costo-beneficio. Argentina no prepara exportadores: tenemos que tener un proyecto de exportación, enseñarle a la gente a exportar”.

 El presidente electo de Brasil prometió equilibrar el déficit fiscal en el primer año, y “como tiene que haber ajuste, demostrado en el Estado, quiere recortar ministerios. También prometió superávit fiscal en el segundo año, e inversiones en ciencia y tecnología, para lo cual precisa abrir Brasil al mundo”, agregó Segré. El analista apuntó también a la nueva ley de empleo que promoverán Bolsonaro y Guedes, en la que “la relación será directamente empresa con empleado, sin intervención de los sindicatos”.

 Publicado en El Cronista el 19/11/2018

Una nueva demanda social

El acuerdo político que el país necesita excede la aprobación del Presupuesto 2019 y no incluye un cogobierno

Desde que comprendimos que a la dirigencia política le importan mucho las encuestas, nos acostumbramos a tener en cuenta sus resultados. La pregunta clave es si hemos aprendido a leerlas de modo crítico. Es decir, si podemos hacer alguna interpretación interesante de los porcentajes y de las tendencias que informan.

Los estudios de opinión pública, en los últimos meses y en medio de la crisis económica y de la causa judicial por los cuadernos de las coimas, por ejemplo, detectan que el segundo tema no impacta demasiado y que el primero le provoca al Gobierno una fenomenal caída.

Es cierto que la evaluación negativa del gabinete de Mauricio Macri y del propio Presidente ha crecido de modo considerable. Eso llevó a algunos analistas a sostener que podría peligrar su reelección en 2019. Pero esos mismos analistas, más allá de advertir que Cristina Fernández puede haber mejorado su imagen en una proporción que no sería significativa electoralmente, subrayan que no hay ninguna figura en el espectro político que capitalice la debacle presidencial.

Por lo tanto, la pregunta que dejan abierta es si la elección de 2019 se definirá en términos de “economía versus corrupción”. Si una franja importante de la sociedad entendiese que ha llegado el momento del “nunca más” a la corrupción, podría votar por el oficialismo, aun en medio de una complicada situación económica; si, por el contrario, se privilegiara hallar una solución a las urgencias económicas, una figura del peronismo podría tener chances de volver a la Casa Rosada.

Es la economía

Mi lectura apunta en otro sentido. El monitor social y político que Berensztein y D’Alessio Irol realizan cada mes en nuestra provincia para este diario permite sostener la hipótesis de que la sociedad está evaluando a la dirigencia política en términos de “economía versus economía”.

En el relevamiento de agosto –mes que cerró con la crisis cambiaria ya transformada en crisis económica y política–, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió son los únicos tres dirigentes cuya imagen posee un diferencial positivo, aun en plena caída. No hay una sola figura de la oposición que esté cerca de lograr algo semejante: Juan Manuel Urtubey tiene un diferencial de -21%, y Cristina Fernández, de -64%.

Ahora, en el plano económico, la encuesta registra estos dos datos: apenas un 10% de los encuestados afirman estar mejor que hace un año, pero un 49% de ellos sostienen que dentro de un año estarán mejor que hoy. La primera cifra describe una alta dosis de realismo. La segunda revela una expectativa positiva en el plan económico del Gobierno.

Berensztein y D’Alessio Irol subrayan que los cordobeses se desvían de la tendencia nacional: a nivel país, la idea de que dentro de un año estaremos económicamente mejor que ahora sólo es sostenida por un 38 por ciento de la sociedad.

Como esas diferencias están presentes desde las elecciones presidenciales de 2015, tal vez sea oportuno recordar que en la primera vuelta, un 53% de los cordobeses votaron al candidato de Cambiemos, que a nivel país sólo consiguió un 34% de los sufragios. Aquel 53% no está lejos de este 49% de los cordobeses, del mismo modo que aquel 34% a nivel nacional no está lejos de este 38%. Por el contrario, lo que el plan económico de Macri parece perder en nuestra provincia podría estar recuperándolo en el resto del país.

El camino elegido

Según esta lectura, entonces, un amplio sector de la sociedad está de acuerdo con las medidas centrales del programa económico del oficialismo: eliminar el déficit fiscal, contener la emisión monetaria (directa o indirecta), combatir la inflación, reducir los subsidios aunque aumenten las tarifas, abrir la economía liberando de modo paulatino sus variables, recuperar competitividad, apostar al crecimiento vía inversión privada y sostener la asistencia social para los sectores vulnerables.

El consiguiente rechazo de las figuras más destacadas del peronismo podría estar determinado por su insistencia en oponerse a ese programa económico, proponiendo en su lugar las medidas populistas de control de las variables y de supuesta protección social que tantas veces fracasaron en el pasado.

La caída de la imagen del elenco presidencial estaría indicando que la sociedad está disgustada con la administración y con la falta de resultados positivos, pero no con el camino elegido. Por eso, en otro estudio reciente de los mismos encuestadores, un 65 por ciento de los consultados pedía “cambios en el Gobierno”, no cambiar al gobierno.

Un vasto sector de la oposición debiera comprender esta nueva demanda social y obrar en consecuencia. El acuerdo político que el país necesita excede la aprobación del Presupuesto 2019 y no incluye un cogobierno que le dé, por ejemplo, ministros peronistas a Macri.

Lo que hace falta es que otras fuerzas políticas se comprometan a sostener desde sus programas el esquema macroeconómico actual. Sólo así tendrán la chance de producir un cisne negro y volverse preocupantes para Macri.

Publicado en La Voz del Interior el 12/09/2018

Encuesta: ¿Cómo está la imagen de los principales dirigentes oficialistas?

Tal como es costumbre, Grupo La Provincia te acerca los últimos estudios de opinión.

Grupo La Provincia te acerca las últimas encuestas, en esta oportunidad la realizada por la Consultora D’Alessio IROL, que encuestó a más de 1.400 personas de todo el país, sobre las principales figuras del oficialismo. Al respecto obtuvo los siguientes resultados:

Acerca de la figura presidencial, Mauricio Macri, el 54% de los consultados lo definió con una imagen negativa, mientras que el 41% aun tiene un buen concepto del jefe de Estado. Cabe destacar que en la proyección de los últimos 23 meses, el presidente supo conseguir varias fluctuaciones en su imagen, es decir, no tuvo un comportamiento uniforme ni la negativa ni la positiva, siendo la primera de ellas la que en los últimos meses creció un poco menos de diez puntos.

Con respecto a la figura de la gobernadora la misma obtuvo un 53% de imagen positiva, mientras que la negativa alcanzó un 42%. Con respecto a la evolución de la misma, los comportamientos no resultaron tan dispares en los últimos 23 meses, ya que el promedio de la positiva ronda el 55% aproximadamente, mientras que la negativa se posiciona un poco más que el 35%.

Publicado en Grupo La Provincia el 08/09/2018