Grandes cadenas aumentan la elaboración de marcas propias para ganar clientes

La pérdida de poder adquisitivo hizo que el consumidor cambie sus hábitos de consumo y recurra a productos de segunda líneas. Atentos a esta tendencia, los supermercados empezaron a aumentar la elaboración de sus marcas para ganar clientes en ese mercado.

Una encuesta elaborada por DAlessio/IROL detalló que 8 de cada 10 consumidores se pasaron a segundas marcas y las utilizan en el 20% a 60% de sus categorías de compras. El motivo responde a la gran caída en el poder adquisitivo de los hogares, que generó nuevas estrategias de compra: cambiar de comercios, de marca o buscar promociones para hacer rendir al máximo su gasto en la canasta básica.

En esa línea, el trabajo detalló que los niveles de ventas en supermercados registraron una caída del 14,5% a precios constantes en marzo de 2019, mientras que en autoservicios mayoristas esta caída fue del 16,0 por ciento.

Frente a la retracción del consumo y a un cambio de hábitos por parte de los consumidores, el sector supermercadista viene potenciando la expansión de la marca propia, buscando la innovación y el desarrollo de productos a menor costo. Algunas de las cadenas ya han desarrollado más de 400 productos básicos de su marca propia, ofreciendo un surtido amplio a menor costo. Otras empresas también apelaron a estrategias de reorganización del negocio a través de procesos de reconversión, ampliación y reducción.

Para aumentar las ventas y disminuir su stock, supermercados ofrecen promociones (la segunda unidad al 50% de descuento; 3×2; 2×1; ofertas especiales en determinados di as) y alternativas de pago y financiación (descuentos con algunos bancos y pago en cuotas). Otras empresas también apelaron a estrategias de reorganización del negocio a través de procesos de reconversión, ampliación y reducción.

Las segundas marcas ganaron 10 puntos de mercado en los últimos tres años, también en ese período las marcas premium perdieron dos puntos en los sectores de alimentos y lácteos, pero resisten en cuidado del hogar y belleza. Los mayoristas alcanzan su participación histórica y los formatos de cercanía como discounters y minimercados son los que más crecen.
Para la consultora, la gran caída en el poder adquisitivo de los hogares, debido principalmente al aumento en las tarifas y el aumento generalizado de precios, hace que el momento del consumo masivo en Argentina sea quizá uno de los más complejos de su historia. La investigación señala que los supermercados no ven en el corto plazo que la recuperación económica se vaya a manifestar en el consumo masivo; prevén un año difícil y entienden que va a haber que trabajar aún con más austeridad.

 

Publicado en BAE el 26/06/19.

Nada que festejar

Excepto por la estabilidad, algo ficticia, de la cotización del dólar y la intrascendente baja del índice riesgo país, datos que los propios funcionarios del gobierno confiesan manejarlos electoralmente, nada de la economía real parece darle la razón a la esperanza de mejora que declaman los círculos del poder.

Como expresamos más de una vez, no hay un solo dato que permita darle credibilidad a esos discursos de la recuperación mágica que llegaría por fin en el infinito semestre. Más bien la foto de cada día se parece más a aquella columna que detallamos a mediados del año pasado “Números que duelen, palabras que ofenden”. Más bien las variables macroeconómicas en su totalidad han empeorado notablemente, tal es así que la desocupación volvió a los dos dígitos, el consumo y la producción industrial no dejan de caer, el déficit fiscal comienza a tornarse en inmanejable por el peso de la deuda y la lista de etcéteras es casi interminable, casi como la masa de intereses que paga el gobierno por fracasados instrumentos de supuesto control de la inflación como las Leliq.

La forzada estabilidad cambiaria ya no alcanza como dato macroeconómico positivo, porque el proceso inflacionario sigue su curso y todavía tiene resto de vida para complicar las expectativas. Los casi 20 puntos de diferencia entre el índice mayorista y el IPC son la clara muestra que la carrera aún no terminó.

La caída del consumo y la producción parece no encontrar piso por lo que el panorama solo se tiñe de negro. La consultora D’Alessio Irol Berenstein (a quien nadie puede acusar de tener antipatía con el Gobierno) presentó esta semana dos trabajos uno el Monitor de humor social y político y otro sobre el consumo.

Antes de detallar el desastre real de la situación económica que refleja el estudio de consumo, vale destacar el tratamiento que se dio al estudio sobre el humor político social. Varios de los de los medios hegemónicos destacaron la “mejora en las expectativas de los ciudadanos” sin embargo, olvidaron reflejar un dato fundamental que destaca el trabajo de la consultora: “las expectativas económicas vuelven a ser mayoritariamente favorables debido al crecimiento de la confianza en el electorado oficialista y a una mejor perspectiva de un segmento de los votantes opositores, presuntamente motivados por las elecciones”, es decir que la buena perspectiva vuelve porque una parte importante de los consultados confía en que habrá un cambio de gobierno para el año que viene.

El estudio que difundieron sobre el consumo es la foto perfecta del porqué de la destrucción del aparato productivo, industria y económico no encuentra piso; desde las costeletas a los viajes en taxi, de la leche a la compra de remedios y la conexión a Netflix, todo cayó en números estrepitosos en los últimos 12 meses.

Ocho de cada diez consumidores sustituyó las primeras marcas por segundas y terceras, el 70% de los encuestados redujo sus compras de carne vacuna y gaseosas, el 60 por ciento disminuyó la compra de productos de higiene personal y el 80 % de los consultados abandonó directamente la compra de indumentaria.

A pesar de que el INV dice que los despachos de vino aumentan en pequeñísima escala, el trabajo de D’Alessio Irol y Berenstein afirma que el 54 % de los consultados abandonó el consumo de vino y un 66 % la cerveza. También con disminuciones por arriba del 50 por ciento en el consumo de los encuestados, los postres en base de lácteos y los fiambres que se sabe escalaron a precios solo para entendidos.

En el rango del 30 al 50 por ciento de consumidores que disminuyeron o abandonaron el consumo aparecen el pescado, la manteca, el yogur, los quesos, aceite, galletas, pan y leche. En una foto perfecta de la crisis de consumo y alimentaria, el 40 por ciento de los consultados asegura haber aumentado el consumo de arroz y fideos.

La crisis de consumo empieza a perder pertenencia a un sector social o económico para comenzar a cruzar a todos los estamentos de la sociedad sin distinción.

Casi el 80 % de los encuestados redujo o abandonó los gastos de comer afuera y delivery, el 70 % cortó los viajes en taxi, el 62 % limitó el uso del auto particular y hasta la telefonía celular sufre la crisis, casi 6 de cada 10 consultados redujo sus consumos en el rubro.

La crisis también afecta a los nuevos consumos, el 34 % bajó o anuló internet y un 33% de los encuestados dio de baja el servicio de Netflix.

Los datos son contundentes y es difícil encontrar dónde están las posibilidades de recuperación de una economía que además seguirá sufriendo un estrangulamiento sin par por parte de un equipo económico que solo sabe de ajuste y no de crecimiento para enfrentar los problemas.

Para darse cuenta de la magnitud del ajuste que deberá aplicar el Gobierno si sigue encerrado en sus políticas hay que desmentir, una vez más, al Ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne. El ex panelista de tv festejó esta semana en su cuenta de twitter un superávit de 26 mil millones de pesos. Falso como moneda de chocolate. Ya que la realidad marca que el pago de intereses de la deuda en mayo se triplicó respecto a un año atrás llegando a 64.600 millones de pesos, por lo que mayo cerró con un déficit de 38.600 millones de pesos y los primeros cinco meses del año acumulan 219.000 millones de pesos, creciendo un 35% interanual y llegando ya a un punto del PBI.

Como se ve, más allá de publicaciones en las redes sociales, con títulos obsecuentes y declaraciones rimbombantes, nada hay para festejar.

 

Publicado por Sitio Andino el 23/06/19.

De alimentos a Netflix, todo cae en el recorte

Una encuesta de D’Alessio IROL revela que el 70 por ciento de los consumidores redujo sus compras de alimentos, pero también hay recortes en gastos de Internet y Netflix.

El 70 por ciento de los consumidores redujo sus compras de carne vacuna y de gaseosas en los últimos meses y el 80 por ciento sustituyó primeras marcas por otras opciones más baratas en el mercado de consumo masivo. También 8 de cada 10 personas bajaron o abandonaron sus compras de indumentaria y 6 de cada 10 achicaron el consumo de artículos de higiene personal. El 40 por ciento redujo sus compras de remedios: “los medicamentos no fueron abandonados, pero sí están en disminución, en especial en el nivel socioeconómico medio bajo”, indica la última edición del Monitor de Humor Político y Social que realiza mensualmente en forma online la consultora D’Alessio IROL y Berensztein en base a 700 encuestados. Los datos muestran que el deterioro del poder adquisitivo que se viene acumulando en los últimos años tiene impacto en prácticamente todo tipo de consumos, desde la comida hasta Netflix. Y del otro lado está el empleo, afectado porque no hay ventas, en un círculo que se autoalimenta.
Según un reciente informe de la UMET, el poder adquisitivo del salario acumula desde el comienzo del gobierno de Mauricio Macri una baja del 17 por ciento en promedio, con caídas mensuales ininterrumpidas desde diciembre de 2017. Ese deterioro se explica porque los salarios corren muy por detrás a la inflación pero también por el aumento del desempleo, caída de horas extra, suspensiones y la incertidumbre que hace del consumidor más previsor.

El alimento más afectado por la baja de consumo es la carne vacuna, ya que el 72 por ciento de los encuestados dijo haber restringido o abandonado esas compras, junto con gaseosas. Le siguen cerveza (-66,0), vino (-54,0), postres lácteos (-54,0) y fiambres (-51 por ciento). Entre el 40 y el 50 por ciento de los encuestados achicó o abandonó sus compras de pescado, manteca, azúcar, agua mineral, quesos y yogur, mientras que en la franja de entre el 40 y el 30 por ciento de los encuestados aparece la caída o eliminación del consumo de aceite, galletitas, leche y pan. Los únicos dos productos que mejoraron su desempeño es arroz y fideos, ya que cuatro de cada diez encuestados dice haber aumentado esos consumos.

Por fuera de alimentos y bebidas, en el tope del ranking de las restricciones según D’Alessio IROL y Berensztein está ir a comer fuera de casa, ya que el 81 por ciento de los consumidores redujo o abandonó ese gasto en lo que va del año. En el caso del delivery, el 77 por ciento achicó sus gastos. Por eso, el sector gastronomía viene siendo uno de los grandes perjudicados por la política económica del gobierno de Mauricio Macri. En el caso de las pizzerías (que no son el segmento más afectado ya que ofrecen un producto relativamente económico), el dato es que en el último año cerró el 7 por ciento de los locales (400 establecimientos).

El segundo sector de la economía más afectado por la baja del consumo es indumentaria, ya que el 78 por ciento de los consumidores dicen haber bajado o anulado esas compras. Como contraparte, los textiles vienen penando hace tiempo, afectados también por las importaciones. Se estima una reducción de un 30 por ciento de la actividad textil a lo largo de los cuatro años de la administración Cambiemos y un fuerte deterioro laboral.

En cine, teatro y entretenimiento, hay una merma en el 76 por ciento de los encuestados, lo cual afecta a todo el abanico cultural, mientras que en viajes y vacaciones el 74 por ciento bajó su nivel de consumo. En el taxi, el porcentaje de encuestados que redujo su consumo o dejó de consumir pasó del 42 al 70 por ciento, también a causa del crecimiento de Uber.

Además, hay achicamiento de gastos en rubros más esenciales, como artículos de perfumería e higiene personal (el 66 por ciento dice haber bajado sus compras) y artículos de limpieza (63 por ciento). El 62 por ciento limitó el uso del auto propio a causa de la fuerte suba de la nafta y de los peajes, el 60 por ciento restringió el uso del gimnasio y el 5, de los cursos y otro tipo de proyectos de formación. En telefonía celular, el 55 por ciento bajó su consumo.

En la escala de los rubros más afectados por la crisis de consumo luego aparece la televisión por cable, en donde el 44 por ciento pidió cambios en los abonos, y actividades extracurriculares para los chicos (42 por ciento). Seguidamente aparecen los medicamentos, un rubro que lidera las subas inflacionarias por el alto contenido importado de las drogas, en donde el 41 por ciento de los encuestados dijo hacer achicado su consumo, un porcentaje muy alto si se tiene en cuenta que es un sector de primera necesidad. Menos afectadas que el rubro de medicamentos están las clases de apoyo escolar para los chicos (39 por ciento de los encuestados bajó o anuló el consumo), Internet (34,0) y Netflix (33,0).

Luego de su momento más crítico, mejora la imagen de la gestión de Macri

El 31% de los consultados aprueba su administración al frente de la Casa Rosada y en las últimas semanas recuperó siete puntos.

Según los datos del último Monitor Social y Político que realizamos mensualmente junto a D´Alessio- Irol, la gestión de gobierno del presidente Mauricio Macri, luego de haber alcanzado su etapa más crítica el mes pasado, parece haber detenido su caída: el 67% califica su administración como mala en tanto que el 31% la apruebarecuperando 7 puntos porcentuales contra el 74% y 24% obtenidos en la anterior medición, respectivamente.

Y en esta recuperación mucho tuvo que ver la visión entre sus simpatizantes: el 56% de los electores de Cambiemos en el balotaje de 2015 apoya la gestión del presidente Macri contra el 41% que la reprueba. Por el contrario, el rechazo asciende al 93% entre los votantes del Frente para la Victoria.

Si analizamos la gestión de Cambiemos teniendo en cuenta la edad de los consultados, las críticas merman entre los mayores de 55 años, con el 56%, en tanto que en los demás tramos etarios se mantienen alrededor del 74%. (Datos correspondientes a la medición de mayo realizada en forma online a 1.054 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país).

Luego de alcanzar en el anterior sondeo valores récords de disconformidad para ambos lados de la grieta desde que iniciamos las mediciones de nuestro monitor en julio de 2016, el balance entre aprobación y desaprobación de la gestión de gobierno vuelve a ser positivo entre electores de Cambiemos, regresando a valores similares a los de agosto del año pasado. En cambio, entre opositores se observa un rechazo de lo hecho hasta el momento por la gestión Macri del 93%, cifra que persiste desde julio de 2018.

La Argentina está muy condicionada por la crisis económica y a pesar de que hay algunos indicios de que “lo peor ya pasó”, la realidad es que la situación económica sigue siendo angustiante para la enorme mayoría de los argentinos. A pesar del descenso de 8 puntos porcentuales respecto de la medición de abril, todavía 8 de cada 10 consultados considera que se está peor que el año pasadocontra el 16% que opina que la economía del país está mejor.

Entre los electores de Cambiemos en el balotaje en 2015 la visión es un poco más alentadora: los que expresan que la economía está mejor que hace un año atrás alcanza al 28%. En cambio, entre los opositores el pesimismo reina: apenas un escueto 4% confiesa que está mejor que en 2018.

Sin embargo, un dato sobresaliente de este monitor es el retorno del optimismo, donde las expectativas económicas a futuro volvieron a ser favorables, hecho que no se daba desde noviembre de 2017: el 48% cree que la economía del país estará mejor dentro de un año, contra el 40% que opina que estará peor.Este optimismo es sostenido principalmente por electores de Cambiemos: el 69% considera que estará mucho mejor o mejor el año entrante. Aunque el 57% de los votantes al FPV en el balotaje en 2015opinan lo contrario, también se observa un marcado descenso de casi 20 puntos en la visión negativa hacia el futuro en el grupo de electores de la oposición, quizás debido a la esperanza que sientan por un cambio de gobierno con cual se sientan más identificados.

No obstante, para el 44% de los consultados el gobierno no puede garantizar la estabilidad del dólar hasta las elecciones, mientras que el 31% confía en que sí puede lograrlo y un 25% todavía tiene sus dudas. El 53% del segmento de votantes oficialistas se muestra más tranquilo en torno a este punto; mientras que el 70% de los opositores imaginan inestabilidad cambiaria. Además, el 64% supone que la subida del dólar acompañará o superará a la inflación, pero a mayor cercanía con el Gobierno crece la confianza en que el alza de la divisa no supere al aumento general de precios.

Consecuentemente, una vez más los temas vinculados a la economía siguen siendo los que predominan entre las preocupaciones de los argentinos: la obsesión por la inflación y la incertidumbre sobre el rumbo económico se encuentran entre los principales problemas que nos desvelan. Para el 92% de los consultados, a ambos lados de la grieta, la inflación lidera el podio, seguida por la falta de certeza respecto del rumbo de la economía del país, con el 75%, aunque pareciera tener mayor peso entre los opositores (83%) que entre los partidarios de Cambiemos (67%). En tercer lugar, cerrando el podio, aparece los temas vinculados a la inseguridad y delincuencia con el 59%, preocupación que crece al 67% entre oficialistas. En cuarto lugar, con 46%, las menciones a no ver propuestas realizables para mejorar el crecimiento económico, seguida por el persistente reclamo por la corrupción del gobierno anterior, con énfasis entre los partidarios de Cambiemos. Le siguen la dificultad para pagar tarjetas y créditos y el temor a perder el trabajo, con 38% y 36%, respectivamente, ambas con mayor fuerza entre votantes al FPV en el balotaje en 2015. A un 35% le preocupa la entrega indiscriminada de subsidios, reclamo sostenido por el 55% de electores oficialistas. Sigue la inquietud acerca de la posible corrupción del actual gobierno, con el 33%, preocupación que alcanza al 49% de los opositores. Finalmente aparecen quién resultará vencedor en octubre, con el 32% y la falta de control de los piquetes, con 27%, inquietudes que tienen mayor peso entre oficialistas: 44% (contra 18% entre opositores) y 46% (contra 7% entre opositores), respectivamente.

Al analizar qué es lo que más preocupa a los argentinos por edad, vemos que la inflación y no ver propuestas realizables para lograr el crecimiento económico, atraviesan de manera similar a todos los encuestados por igual, sin distinción por tramo etario. Sin embargo, las diferencias aparecen en torno a la inseguridad y a cuestiones de tinte político, como la corrupción, la entrega indiscriminada de subsidios, que se afectarían más a los mayores de 55 años. También se observan distinciones respecto del temor a perder el trabajo, que afectarían más a los segmentos de hasta 55 años y de las dificultades para afrontar los pagos de créditos y tarjetas, a los comprendidos entre los 35 y 54 años. Por último, a los más jóvenes les inquieta la falta de crédito para comprar una vivienda.

Dentro de pocos meses los argentinos deberemos definir quien nos gobierne por los próximos cuatro años. Nos encontramos en un contexto de (mal) humor social y también político electoral en el cual la economía se ha vuelto una obsesión. Para ser competitivo, el gobierno deberá sobreponerse a la cuestión económica y trabajar mucho para que ésta no repercuta en las chances de reelección del presidente Macri. Veremos si lo logra.

 

Publicado por TN el 22/06/2019.

Nueve de cada diez hogares de clase media alta abandonaron las primeras marcas de alimentos

Los cambios en el consumo hasta ahora impactaban más fuertemente en las clases baja y media, y los niveles socioeconómicos más altos parecían estar ajenos. Sin embargo, en los últimos nueve meses todo cambió. Un estudio demuestra que nueve de cada diez hogares de clase media alta abandonó primeras marcas en el rubro de alimentos y bebidas.

La investigación fue realizada por DAlessio Irol y Berensztein en todo el país. De ahí surge que “el 89% de la clase media alta es el que más optó por marcas de menor precio, mientras que tanto clase media y baja, fue del 83%. Se debe a que los niveles más bajos, abandonaron mucho antes las primeras marcas. Es la primera vez que la diferencia es de 6 puntos más que en las clases más bajas”, explicó Nora DAlessio, vicepresidente de DAlessio Irol a BAE Negocios.

El 83% de los argentinos abandonó las primeras marcas y se refugió en las segundas y etiquetas propias. DAlessio explicó “el cambio más significativo en el consumo es el reemplazo de primeras marcas por otras”.

El estudio indica que “9 de cada 10 argentinos bajaron el consumo de alimentos y bebidas”. El nivel medio alto bajó un 89%, el medio medio un 90% y el medio bajo, disminuyó en un 89% los consumos en esos rubros.

El 40% de la población con mayores ingresos modificó el consumo de medicamentos

En promedio, todas las clases sociales bajaron el consumo de trece productos entre alimentos y bebidas. Los argentinos empezaron a comer más arroz en los últimos nueve meses, el consumo creció un 43%, pero sin diferencias en cuanto a nivel socioeconómico.

La categoría gaseosa es la que más reemplazaron; un 72% ya no consume esta bebida como antes. El cambio de hábito se dio en todos los niveles sociales, más fuerte con un 74% en las clases más bajas, seguida en un 73% por la clase media alta que modificó el consumo de las bebidas con burbujas. La clase media resiste al cambio, pero un 71% ya las reemplazó.

Las categorías de alimentos que más cayeron están encabezadas por la carne: un 72% dejó de consumirla. En el segmento de bebidas alcohólicas, el consumo de cerveza disminuyó un 66% y el de vino un 64%.

En las categorías de artículos de limpieza, el 66% de los encuestados disminuyó la compra. La clase media alta modificó un 67%, la clase media cambió un 65% y la media baja bajó su compra en un 74% en esos rubros. Las mujeres modificaron más su compra que los hombres.

Si el tema es perfumería e higiene personal, el 70% modificó su consumo y el 63% lo disminuyó. Sólo el 35% de los niveles más altos no modificó sus hábitos, el 32 de la clase media pudo mantener sus costumbres de higiene y perfumería sin cambiar nada, mientras que en la clase media baja, sólo un 22% pudo resistir.

El 47% de los argentinos modificó el uso de los remedios. El 40% de los niveles socioeconómicos más altos cambió el consumo, el 45% en la clase media y el 60% de la clase media baja no compra medicamentos como antes.

Los que tienen mayor poder adquisitivo son los que más dejaron de comprar indumentaria

Los que más dejaron de tomar medicamentos son las personas de clase media baja, un 51% los abandonó. En la clase media un 39% ya no los puede comprar, mientras que en la clase alta, ya un 40% disminuyó la compra de remedios. “No estamos diciendo que reemplazaron las primeras marcas de medicamentos por genéricos, estamos diciendo que dejaron de tomarlos. Es muy preocupante”, remarcó Nora DAlessio.

Si de andar en taxi se trata, todas las clases sociales dejaron de tomarlo. Un 69% la alta, un 70% tanto la media como la baja. Respecto de la compra de indumentaria, la que más se ajustó el cinturón es la alta ya que un 84% dejaron de comprar prendas, seguidas por un 77% tanto en la clase media como baja.

 

Publicado por BAE el 19/06/19.

Los argentinos están cada vez más endeudados pero menos conformes con los bancos

Según un estudio, el 77% de las personas está pagando un préstamo, en su mayoría de tarjeta de crédito. El nivel de satisfacción es cada vez menor

Si bien el stock total de crédito a privados en relación al PBI cayó al mínimo en más de 3 años, las familias argentinas están cada vez más endeudadas. Debido, en gran parte, a la fuerte pérdida de poder adquisitivo hoy el 77% de los argentinos está pagando un préstamo, y se muestra cada vez más disconforme con su banco.

En rigor, la consultora D´Alessio IROL realizó un estudio sobre el endeudamiento en el país y no sólo muestra que en un año aumentó de 68% al 77%, sino que empeoró la calificación que hacen de la conformidad con sus prestamistas.

El año pasado, el 47% de los que en ese momento estaban endeudados calificó con un puntaje alto (de 8 a 19) su nivel de conformidad con quien lo financió y hoy sólo el 24% otorgó esa puntuación. Del otro lado, en 2018 sólo el 30% calificó con un nivel bajo (de 1 a 5 puntos) de conformidad cuando en mayo último esta porción trepó al 49%.

“Encontramos una fuerte baja en la conformidad con el préstamo bancario y en el deseo de recontratarlo. La gente está mucho menos conforme”, explica Nora D’Alessio, vicepresidenta de la consultora en diálogo con iProfesional.

Además, agrega, “también se acabó la luna de miel con las tarjetas de crédito”, ya que en ese tipo de deuda también bajó el nivel de conformidad de los clientes, aunque en menor medida.

El año pasado, el 50% de los que estaban endeudados con tarjeta de crédito calificaba con el nivel más bajo de conformidad (de 1 a 5 puntos) y ahora ya el 58% tiene esa mala percepción. “Hace unos años la tarjeta era considerado lo mejor, lo maravilloso, lo divino; ahora no”, comenta D’Alessio, en referencia a esa “luna de miel” que había entre los consumidores y las tarjetas de crédito.

Volver a endeudarse

De todos modos, acota, la gente opta por seguir usándola “porque dentro de todo es lo que más pueden manejar”. En rigor, la encuesta revela que el 50% de los que están endeudados con tarjeta de crédito volverían a tomar esa deuda, cuando el año pasado el 47% sostenía que volvería a hacerlo.

Esto es distinto a lo que pasa con el resto de los préstamos, ya que ahora el 44% volvería a endeudarse cuando el año pasado, el nivel de reincidencia llegaba al 69%. Por el contrario, hoy el 43% dice que no volvería a endeudarse, casi tres veces más del 14% que en 2018 prefería no volver a tomar un préstamo.

“Los clientes cambiaron, y ahora están aprendiendo a mirar además de la cuota, el nivel de inflación y el monto final de lo que le resultaría comprar con crédito”, sostiene el informe de D’Alessio IROL en el que analiza los resultados de la encuesta.

Otro dato que revela el estudio, que analiza 1012 casos, es la preferencia por la financiación con tarjeta de crédito. En concreto, de aquellos que están pagando un préstamo, el 58% le debe a una tarjeta de crédito bancaria y un 12% a un plástico emitido por una entidad no bancaria.

“La gente prefiere usar efectivo, pero si tiene que hacer una compra más grande y no le alcanza va a ir a la tarjeta antes que a otro financiamiento”, sostiene D’Alessio, que también aporta el dato de otro estudio, que revela que el 77% prefiere el uso del cash.

Si bien el 65% siempre trata de pagar el día del vencimiento e incluso una parte de los préstamos tuvo como destino terminar con esta deuda, el 37% ya está pagando el mínimo “para quedarse más tranquilos”, revela el informe de D’Alessio IROL.

Los nuevos jugadores ganan terreno

Además, lo que se registra en la encuesta es una cantidad cada vez mayor de préstamos en entidades no bancarias, que estarían superando la incidencia de la proporción de familias que están pagando un crédito bancario.

La cantidad de familias que están endeudadas con concesionarias o terminales de autos representa el 8% del total, hay un 6% que tiene deudas con otras entidades financieras, un 7% con cadenas de comercios y un 6% con supermercados. “Lo que vemos es cómo aparece las entidades no bancarias. Empieza a aparecer toda una serie de nuevos participantes que ya están asomando”, analiza Nora D’Alessio.

Otras conclusiones que surgen como resultado de la encuesta y que tienen que ver con el endeudamiento de las familias son:

– El pago de las cuotas le insume en promedio el 27% de los ingresos familiares aunque en una buena porción (el 38%) llega hasta el 40%.

– Algo más de la mitad desearía destinarles menos del 20% de sus ingresos al pago de las cuotas. Pero, la realidad es que solo 4 de cada 10 lo logran.

– La mitad (el 53%) supone que podrá terminar con estas deudas antes que termine 2019, y la otra mitad podrá pagarlas a lo largo de por lo menos tres años más.

La vivienda en tiempos de incertidumbre

Un dato que para la vicepresidenta de D’Alessio IROL hay que tener en cuenta es el nivel de incidencia de población que tiene proyectos, en especial aquellos que involucran dinero. “Eso es una medida que muy poca gente toma como indicador económico, y funciona perfectamente” para anticipar comportamientos.

En ese sentido, la encuesta muestra que un 49% tiene algún tipo de proyecto que implica dinero (un leve aumento respecto el 45% que tenía esos planes un mes atrás) y la mayor parte de estos están vinculados con mejorar su vivienda.

“Hay que relacionarlo con el monitor de humor social y político que todos los meses hacemos con Sergio Berensztein”, sostiene D’Alessio y agrega que en el monitor de mayo entre los 5 temas que más preocupaban del país el primero era la inflación con el 92% y el segundo, la incertidumbre en la situación económica, con el 72%.

“Eso habla de mucho temor. Cuando la gente tiene temor vuelve al refugio más primitivo que tenemos los seres humanos: la casa, lo que antes era la caverna, que defendía al hombre del frío y de otras amenazas”, explica Nora D’Alessio.

El estudio de D’Alessio IROL compara los proyectos de las familias con lo que finalmente logran concretar y en ese punto surge que la compra de electrodomésticos y reparaciones para la casa son aquellos planes que menos quedan pendientes. “Es lo más cercano a la gente, lo que tiene posibilidad de comprar, y mejorar el lugar donde vive”, analiza D´’Alessio

Por el contrario, el deseo de comprar una vivienda es uno de los últimos de la lista, explicado en gran parte por la situación económica. “En eso están resignados, y más después de la experiencia UVA, están muy frustrados los que compraron con UVAS”, agrega.

Por último, el estudio revela que para conocer la oferta de créditos, la búsqueda y comparación se realiza por Internet (el 44%), un número que aumentó en este último año. Pero, para contratarlos, el 48% prefiere hacerlo con una persona en la sucursal. “La decisión de efectuar los trámites por internet no es una cuestión de edad. Los Millennials tienen una mayor predisposición (39%), pero a la hora de contratar ‘hacer los trámites por Internet’ no es un factor muy valorado”, explica el estudio.

 

Publicada por iProfesional el 18/06/19.

La inflación endeuda cada vez más a millones de argentinos

Las dificultades económicas que atraviesan los argentinos, dado que la inflación de casi 50% en 2018 y de 19% en lo que va del año no se trasladó a los salarios, se traduce en un mayor nivel de endeudamiento.

Así lo revela un informe de la consultora D’Alessio Irol, donde informa que, por la crisis, casi 8 de cada 10 argentinos paga cuotas.

Ante esta situación, los endeudados recurrieron al pago en plazos, ya sea de tarjeta o de préstamos, por necesidad.

Mientras que en 2018 el 68% estaba pagando alguna cuota de tarjeta de crédito o préstamo, este año ese porcentaje llega al 77%. Además hoy las cuotas reducen en un tercio los ingresos familiares.

También desde la consultora citaron que “las cuotas de la tarjeta de crédito son el principal rubro de las deudas” de los argentinos y resaltaron que la mitad de los encuestados espera terminar de pagar los compromisos este año.

“La luna de miel con la tarjeta de crédito terminó, pero la necesitan y su uso resiste”, sentenció Nora D’Alessio, vicepresidente de D’Alessio Irol.

La especialista hizo referencia a las respuestas sobre la conformidad de los usuarios: en 2018 la mitad de los entrevistados le daba una calificación baja (entre 1 y 5), mientras que la otra mitad se dividía en un 26% que indicaba una nota media (entre 6 y 7) y el 24% restante le otorgaba una alta (entre 8 y 10), sin embargo este año, el 58% le adjudica una calificación baja, un 18% una media y el 24% una alta.

El informe señala además que la mitad de los encuestados desearía destinarle menos del 20% de sus ingresos al pago de deuda, pero que solo 4 de cada 10 pueden lograr pagar menos del 20 por ciento.

En cuanto al pago mínimo de las tarjetas y lo que eso significa en términos de bienestar, si bien el 63% aseguró que paga el importe total y que por eso “se siente tranquilo”, un 37% está pagando el mínimo. De ese segmento, un 17% paga el mínimo “y se siente mal”, otro 13% lo hace, pero siente que “no puede hacer otra cosa”, un 7% informó “no saber cómo se siente”.

 

Publicado por El Liberal el 17/06/19.

Encuesta: si Massa es su precandidato a presidente, el Frente Todos podría superar el 48% de los votos en las PASO

Después de la inscripción de las alianzas que competirán en las elecciones 2019, quedan apenas unos días para el cierre de listas definitivo, que tendrá lugar el sábado 22 de junio. A menos de dos meses de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto, los nombres siguen circulando para las posibles candidaturas de cada espacio, y la especulación está a la orden del día. En ese contexto, una encuesta de Federico González y Asociados arroja conclusiones significativas tanto para el kirchnerismo como para el macrismo.

Cristina Fernández de Kirchner cedió hace un mes la precandidatura presidencial a su exjefe de Gabinete, Alberto Fernández. La decisión parece no haber aumentado su intención de voto, aunque sí mejoró las perspectivas de lograr acuerdos con otros sectores del peronismo que fueron opositores a su gestión. Esta semana, después de meses de negociaciones, se cerró un acuerdo entre Unidad Ciudadana y el Frente Renovador de Sergio Massa, que integrará el llamado Frente Todos junto al kirchnerismo, aunque todavía no se definió qué lugar ocupará en las boletas. Los escenarios en danza para el exintendente de Tigre oscilan entre encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, la idea de competir como precandidato a presidente contra la fórmula Fernández-Fernández en las primarias, e incluso la posibilidad de que CFK se dé un “baño de humildad” y le ceda su lugar en la boleta presidencial.

Según el sondeo de González y Asociados, si Massa llegara a competir en las PASO como precandidato a Presidente dentro del Frente de Todos, éste espacio obtendría un 48.1% de intención de voto, con una ventaja de 18 puntos frente a la fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto de Juntos por el Cambio, que llegaría a un 29.7%. “El desempeño electoral del Frente de todos surge al integrar los 33.9% que obtendría la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner más el 14.2% que alcanzaría Sergio Massa, acompañado de un precandidato a vice peronista a determinar”, detalla el estudio al que accedió PERFIL.

La encuesta se llevó a cabo entre el 12 de junio y el 15 de junio sobre 1600 casos con método mixto (presencial en AMBA y telefónica en el interior del país).

Según el sondeo, en ese escenario, la fórmula de Consenso Federal, representada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, se ubicaría en tercer lugar, con 11.4% de intención de voto. José Luis Espert se posicionaría en el cuarto lugar con un 5%. Por último, el Frente de Izquierda integrada por Nicolás del Caño y Romina Del Plá, se ubicaría en quinto lugar alcanzando un 4.6%.

Los datos son significativos a pesar de que el sondeo es reciente y que el panorama puede cambiar en los próximos dos y cuatro meses. Si bien el estudio mide la intención de voto para las PASO (y no se pueden extrapolar los resultados a otra instancia), las cifras cobran relevancia si se considera que en las primarias del 27 de octubre se puede consagrar un ganador en primera vuelta si obtiene más del 45% de los votos, o más del 40% con 10 puntos de diferencia sobre el segundo, si este no supera el 30%.

El análisis cambia si Massa encabeza la lista del Frente de Todos como precandidato a diputado nacional. Con esa variable, el kirchnerismo mantiene su ventaja, pero su intención de voto desciende al 42,1%, con menos de 10 puntos de ventaja sobre Macri-Pichetto, que crece al 32.5%. “En consecuencia, la brecha entre el Frente de Todos respecto de Juntos por el Cambio se achicaría a alrededor de 9 puntos porcentuales (casi a la mitad del 18% verificado en el escenario anterior)”, afirma el texto.

En este marco, los guarismos revelan que del 14.2% que obtendría Sergio Massa en caso de que compitiera como precandidato a presidente, “un 8.3% quedaría dentro del Frente de todos”. El resto se transferiría transversalmente así: 2.8% a Macri-Pichetto; 1.7% a Lavagna-Urtubey; 0,2% a José Luis Espert; 0.9% a Del Caño – Del Pla; 0.4% a otras fórmulas. Por su parte, la fórmula de Consenso Federal volvería a ubicarse en tercer lugar, con 13.1%, mejorando su desempeño electoral en casi dos puntos.

“En términos de potencia electoral, la conformación del Frente de Todos, basada en la alianza entre el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa, se revela como una coalición exitosa, ya que amplifica ostensiblemente la brecha electoral entre un peronismo unido y el oficialismo”, concluye el análisis.

No obstante, revela también que la apertura de una PASO donde Massa compitiera como precandidato a Presidente contra la fórmula Fernández–Fernández, representa una opción “claramente favorable” para las chances del espacio.

“En efecto, el efecto aditivo de las principales fuerzas integrantes pondría al Frente de Todos casi al borde de anticipar un triunfo en primera vuelta (al superar el 45% de los votos). En cambio, la alternativa de resignar la candidatura de Sergio Massa relegándolo como diputado nacional, si bien continúa siendo competitiva, deja al Frente de todos en una zona peligrosa, al instaurar un eventual ballotage de final abierto e incierto” expresan desde la consultora.

Este estudio se sumó a los primeros sondeos que tuvieron lugar tras el anuncio de la fórmula del presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. Las primeras mediciones mostraron una mejora en las posibilidades del oficialismo de ganar en los comicios. Además, la mayoría de los encuestados cree que el senador nacional “garantiza” la gobernabilidad de un segundo mandato de Macri.

Un relevamiento de la D’Alessio IROL Berensztein —que midió 500 casos online entre el 11 y 12 de junio de 2019— cocnluyó que el 48% de los consultados cree que el jefe de Estado tiene más probabilidades de ganar las elecciones con Pichetto como vice. En el mismo sondeo, otro 29% consideró que el anuncio no cambia nada, mientras que el 18% vio como “menos probable” un triunfo oficialista.

Como suele ocurrir, esa encuesta quedó marcada por la grieta: la diferencia de percepción fue abismal si se separan los resultados según a qué partido votó cada encuestado: el 78% de quienes eligieron a Cambiemos cree que la inclusión de Pichetto “hace más probable que gane”, en contraste con el 16% que piensa lo mismo entre quienes optaron por el Frente Para la Victoria (ahora Frente Todos).

 

Publicada por Perfil el 17/06/19.

Por la crisis crece la deuda: casi 8 de cada 10 argentinos paga cuotas

Los endeudados recurrieron al pago en plazos, ya sea de tarjeta o de préstamos, por necesidad.

“La luna de miel terminó, pero la necesitan”, resumió Nora D”Alessio, vicepresidente de D”Alessio IROL. Las dificultades económicas que atraviesan los argentinos, dado que la inflación de casi 50% en 2018 y de 19% en lo que va del año no se trasladó a los salarios, se traduce en un mayor nivel de endeudamiento.

Mientras que en 2018 el 68% estaba pagando alguna cuota de tarjeta de crédito o préstamo, este año ese porcentaje llega al 77%. Además hoy las cuotas reducen en un tercio los ingresos familiares; todos datos que se desprenden de una encuesta de D’Alessio IROL.

También desde la consultora citaron que “las cuotas de la tarjeta de crédito son el principal rubro de las deudas” de los argentinos y resaltaron que la mitad de los encuestados espera terminar de pagar los compromisos este año.

“La luna de miel con la tarjeta de crédito terminó, pero la necesitan y su uso resiste”, sentenció Nora D’Alessio, vicepresidente de D’Alessio IROL. La especialista hizo referencia a las respuestas sobre la conformidad de los usuarios: en 2018 la mitad de los entrevistados le daba una calificación baja (entre 1 y 5), mientras que la otra mitad se dividía en un 26% que indicaba una nota media (entre 6 y 7) y el 24% restante le otorgaba una alta (entre 8 y 10), sin embargo este año, el 58% le adjudica una calificación baja, un 18% una media y el 24% una alta.

D’Alessio señaló, además, que la mitad de los encuestados desearía destinarle menos del 20% de sus ingresos al pago de deuda, pero que solo 4 de cada 10 pueden lograr pagar menos del 20%.

En cuanto al pago mínimo de las tarjetas y lo que eso significa en términos de bienestar, si bien el 63% aseguró que paga el importe total y que por eso “se siente tranquilo”, un 37% está pagando el mínimo, de ese segmento, un 17% paga el mínimo “y se siente mal”, otro 13% lo hace pero siente que “no puede hacer otra cosa”, un 7% informó “no saber cómo se siente”.

Por otro lado, entre los cinco temas que más le preocupa a la sociedad, “la inflación” figura primero con el 92%, “la incertidumbre sobre la situación económica del país” segunda, con el 75%, “la inseguridad/delincuencia” tercero, con el 59%, “no ver propuestas realizables para lograr el crecimiento económico” cuarto, con el 46%, y “que queden sin castigar los casos de corrupción del gobierno” quinto, con el 41%.

De todas formas, aunque se mantienen las críticas a las dificultades que enfrenta la economía, predomina el optimismo de cara al futuro. Ante la consulta “¿Cómo evalúa la situación económica del país hoy respecto del año pasado y cómo suponen que será dentro de un año?”, el balance respecto de 2018 dio negativo, mientras que lo que se espera dentro de un año dio un resultado positivo. En esa línea, el 50% de los consultados dijo que espera concretar proyectos personales que implican dinero.

Publicado por El Cronista el 17/06/19

Ahora Macri busca un triunfo en primera vuelta

Al final de una de sus mejores semanas del último año (y tuvo pocas buenas), Mauricio Macri empezó a proyectar un triunfo en primera vuelta sobre el binomio Fernández-Kirchner. La muy buena repercusión en la economía de la elección de Miguel Ángel Pichetto como candidato a vicepresidente. Algunos mensajes reservados de gobernadores peronistas recibidos por Macri. Ciertas mediciones de opinión pública. Una de ellas, la de Poliarquía, consignó un aumento de seis puntos en la imagen positiva de la gestión del Presidente, el tercer mayor crecimiento intermensual de su mandato.

Esta medición, hecha antes de la sorprendente aparición de Pichetto al lado del Presidente, registró también un crecimiento de todos los números que benefician al Gobierno, sobre todo los que se refieren a la situación de la economía. Está visto que Macri solo necesita, en su confrontación con Cristina Kirchner, la estabilidad de la economía, más que nada la quietud del dólar y la tendencia hacia la baja de la inflación. Todos esos datos lo llevaron a imaginar que el combate podría terminar con un triunfo propio en octubre y que, por lo tanto, no sería necesaria la segunda vuelta de noviembre.

Es consciente de que existen algunos obstáculos para esa victoria en primera vuelta. Uno de ellos es la candidatura de Roberto Lavagna, porque tanto él como Juan Manuel Urtubey hurgan entre los votantes del Presidente, no en los de Cristina. Los valores políticos e institucionales que expresan Lavagna y Urtubey son muy parecidos a los de la coalición gobernante, aunque disienten en el manejo de la economía. Nadie les puede reprochar eso a Lavagna y a Urtubey, porque ningún dirigente político está obligado a jugar su carrera electoral de acuerdo con los beneficios y perjuicios de otras corrientes políticas. De todos modos, lo único seguro hasta ahora es el acuerdo entre Lavagna y Urtubey. La conformación de esa fórmula es un trascendido cuya confirmación debe aguardar todavía la negociación con los otros partidos de la alianza que lidera el exministro de Economía. Debe aguardar, más que nada, las elecciones de Santa Fe, que se realizarán hoy, y que definirán si el socialismo, el primero y principal aliado de Lavagna, continuará en el gobierno de esa decisiva provincia, el tercer distrito electoral del país. Macri necesita descabalgar también de la candidatura presidencial a José Luis Espert y a Juan José Gómez Centurión, porque lo que ellos cosechen, necesariamente poco, serán votos también sustraídos al macrismo.

De todos modos, se trata de decisiones ajenas. Mucho más importante es lo que Macri pueda cosechar entre los gobernadores, ya sean peronistas o de partidos provinciales. Juan Schiaretti, el más fuerte de los dirigentes peronistas, porque acaba de ganar Córdoba con una victoria arrasadora, anunció que sus candidatos a diputados nacionales irán con una boleta corta. Es decir, no llevarán candidato a presidente. Un favor implícito a su viejo amigo Macri. Es también el resultado de la imposibilidad de Schiaretti de hacer otra cosa. Jamás compartirá una boleta con Cristina y quedó dolido por algunas actitudes personales de Lavagna cuando el gobernador cordobés intentaba mantener vivo el peronismo alternativo. Es el segundo guiño de Schiaretti a Macri. La noche de su triunfo dijo una frase llena de sentidos: “Sé que muchos que me votaron a mí votarán después a un candidato a presidente de otro partido”. Solo le faltó nombrar a Macri. La boleta corta ya se anunció en varias provincias gobernadas por partidos provinciales, pero que en algunos casos, como el que lidera Gerardo Zamora en Santiago del Estero, tiene una larga historia de cercanía con Cristina Kirchner. El Gobierno trabaja para agregar otras provincias gobernadas por peronistas.

A varios integrantes de la nueva generación de gobernadores peronistas se los escuchó decir que a ellos les conviene más un nuevo y último mandato de Macri. Se asegurarían por cuatro años más el envío en tiempo y forma de los recursos que les corresponden a las provincias. Reconocen que Macri ha sido más generoso que Cristina con el dinero que, claro está, es de las provincias, no del gobierno federal. A su vez, ellos tendrían tiempo para ejecutar una renovación definitiva del peronismo. A Cristina la mandarían a su casa después de la que sería su cuarta derrota consecutiva en elecciones nacionales (2013, 2015, 2017 y eventualmente 2019). Al revés, un triunfo de Cristina la instalaría de nuevo en el poder durante ocho años posibles. Muchos temen, además, la advertencia que viene haciendo Pichetto (y que motivó su compromiso con Macri): Cristina trae proyectos fundacionales que devaluarían el sistema democrático, las libertades públicas y la división de poderes. Sobre este último y esencial principio del sistema, la separación de los poderes del Estado, hubo figuras destacadas del kirchnerismo (Raúl Zaffaroni, el más significativo porque sabe de qué habla) que confirmaron las dramáticas aseveraciones de Pichetto.

El senador significó para Macri una garantía de gobernabilidad que no se la hubiera dado ni siquiera Urtubey, porque Pichetto es más conocido por el “círculo rojo” argentino y por sectores económicos y financieros internacionales. Nunca dejó de frecuentarlos en sus tiempos de decisivo senador en el Congreso. De hecho, hace poco estuvo en Wall Street. Un ejecutivo financiero que lo invitó a Nueva York (trabaja en el Banco Barclays) le transmitió el jueves que su designación había caído inmejorablemente bien entre los hombres que manejan las finanzas del mundo. Alberto Fernández dijo que su designación había caído también bien en los círculos financieros. Tiene razón. Su aparición como candidato benefició hasta ahora más a Macri que a Cristina, porque fue una señal de moderación de la expresidenta ante los mercados. La figura de Cristina es, con razón o sin razón, casi sinónimo de default para influyentes sectores económicos. Alberto Fernández también es conocido por sectores empresarios y financieros. El otro aporte de Alberto fue la recaptura de Sergio Massa, pero este llegó ya en situación de fatal naufragio, después de que Macri lo madrugara con la elección de Pichetto.

El senador convocará en los próximos quince días a una reunión nacional de dirigentes peronistas que están dispuestos a seguir su línea. Tanto él como Macri esperan cosechar algunas adhesiones de dirigentes influyentes del interior, muchos de los cuales fueron legisladores nacionales. Por lo pronto, una encuesta de D”Alessio-Berensztein registró que para el 48 por ciento de los encuestados Macri tiene ahora más posibilidades de ganar. Un 56 por ciento cree que Pichetto significa un aporte a la gobernabilidad. La decisión le tributó a Macri, según esta encuesta, un crecimiento de seis puntos (del 37 al 43 por ciento) en su imagen positiva. El mismo porcentaje de crecimiento había registrado Poliarquía, aunque la medición de esta fue hecha antes de la aparición de Pichetto.

El histórico sistema de partidos está crujiendo. El radicalismo está en la coalición oficialista, aunque varios de sus dirigentes habrían preferido fugarse con Lavagna. El peronismo tiene representantes en las tres principales fórmulas. Alberto y Cristina. Macri y Pichetto. Lavagna y Urtubey. No es un signo de fortaleza, sino de la implosión de ese partido después de la experiencia kirchnerista. Según Alejandro Catterberg, podría tratarse del instante en que la Argentina decidió abandonar el bipartidismo peronista-radical para caminar hacia la conformación de dos grandes bloques, uno de centroderecha y otro de centroizquierda. Catterberg acepta que en esta primera etapa la división podría ser más rústica: entre democracia y populismo, entre republicanismo y antirrepublicanismo. Es la teoría en la que se afianza Pichetto.

Lo cierto es que las encuestas marcan también una mayor profundización de la polarización. Las otras variantes tienden a encogerse, por ahora. Puede ser que la gente común esté pensando solo en personas, Macri o Cristina, pero la opción es más profunda, claramente disruptiva. Ese dramático dilema de las próximas elecciones es un elemento nuevo en la democracia argentina. El hecho inédito también entusiasmó a Macri para confiar en una victoria en primera vuelta.

 

Publicado por La Nación el 16/06/19.