El plan de Pichetto para sumar votos del PJ

Una mezcla de ingeniería electoral sumado a la campaña tradicional de folklore peronista. Bajo estas dos premisas se sustenta el plan para sumar votos del PJ que le planteó Miguel Ángel Pichetto en las últimas horas a Mauricio Macri para apuntalar la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio.

En el vuelo que los llevó a un acto en Neuquén y en las charlas que mantuvieron en Olivos el Presidente oyó los planteos electorales de Pichetto y la estrategia que ofreció su candidato a vicepresidente para sumar votos en el oficialismo. También hubo reuniones de Macri con diversos referentes del peronismo tradicional que responden al senador de Río Negro y que arrimaron otras ideas de armado de campaña.

“¿Quien dijo que Pichetto no le sumará votos a Macri?”, se preguntó con cierto aire de molestia y otro tanto de arrogancia un encumbrado dirigente del PJ que conoce desde hace 20 años al ahora candidato a vicepresidente y que en épocas del gobierno de Carlos Menem compartían bancada en el Congreso.

Una parte de la respuesta a esta pregunta ya llegó a manos de Macri y tiene una fuerte impronta en la necesidad de dar con una campaña tradicional pura del peronismo: es decir, el armado de una agrupación peronista que sustentará a Pichetto y que el 28 de junio lanzará en un acto en Parque Norte ese apoyo concreto.

En ese armado se ubican dirigentes históricos del peronismo como Humberto Roggero, Daniel Chicho Basile, Juan Nemirovsky, Eduardo Camaño, Angel Abasto y Juan Vitale, entre otros. Este grupo, que aun no tiene nombre, ya empezó a tejer lazos en todas las provincias porque quieren que Pichetto recorra todo el país con la prédica del peronismo ortodoxo.

Es cierto que el senador del PJ ya no tiene poder territorial en Río Negro. Hace tiempo que Pichetto perdió espacio en su distrito porque el kirchnerismo nunca le dio la oportunidad de dar pelea por la gobernación. Pero el ahora candidato a vicepresidente de Macri nunca dejó de tender lazos con los gobernadores del PJ desde su puesto clave de presidente del bloque de senadores peronistas y mantuvo a lo largo de los años una ininterrumpida relación con peronistas de las más diversas corrientes.

Este grupo puso en marcha un “operativo clamor” desde el peronismo a la fórmula Macri-Pichetto y tendrá como base de sustentación una fuerte campaña en todo el país cuyo lema central se sintetiza en una frase: “República versus Venezuela”. Es decir, que buscarán traccionar los votos del peronismo histórico que no comulga con el kirchnerismo y que no encuentran en Roberto Lavagna una garantía de acceso al poder. Tratarán de contraponer el avasallamiento a los poderes que, entienden, encarna el kirchnerismo para imponer el republicanismo democrático.

El acto de Parque Norte será la cristalización plena de esta agrupación aunque ello será apenas el puntapié inicial para empezar a movilizar todo el aparto del PJ ortodoxo en todas las provincias para respaldar la fórmula Macri-Pichetto.

“Tenemos que mostrar que hay un peronismo movilizado en todo el país que no quiere que vuelva Cristina Kirchner”, sentenció a Infobae uno de los armadores de de esta agrupación.

En el esquema que se planteó este grupo que respalda a Pichetto ya hubo conversaciones con los gobernadores que llevarán boletas cortas y dieron libertad de acción a su electorado para definir la Presidencia. Estos son los mandatarios Juan Schiaretti (Córdoba), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Mariano Arcioni (Chubut), Alberto Weretilneck (Rio Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Hugo Passalacqua (Misiones). Todos estos tienen contacto asiduo con Pichetto y están más cerca a sus posiciones que al entramado de la fórmula Fernández-Fernández.

La idea es que el aparato tradicional del peronismo traccione votos en esos distritos y que le reste fuerza a la dupla kirchnerista. En este esquema subyace la idea central que le llevó Pichetto a Macri desde el primer día en que le propusieron ser candidato a vicepresidente: tender puentes con el peronismo tradicional y con los gobernadores.

Ingeniería electoral

En paralelo a esta estrategia hay una idea de buscar una ingeniería electoral que también sume votos a Macri desde el peronismo y está sustentada por el ex gobernador de Misiones y actual embajador en España, Ramón Puerta. Se trata de un esquema que el propio misionero peronista le llevó a la quinta de Olivos al Presidente y es sumar candidatos del PJ en las PASO en las provincias para competir con los del PRO. Este esquema, al entender de Puerta, le restará votos al kirchnerismo.

“El peronismo es una realidad de la Argentina y forma parte de la gobernabilidad que puede tener Macri hacia el futuro. Si logramos poner candidatos peronistas en las PASO en todo el país lograremos sumar entre 10 y 12 puntos más a la base actual para ganarle a los Fernández”, explicó a Infobae un allegado a Puerta.

Desde esta ingeniería electoral, el dirigente peronista de Misiones le mostró a Macri que si en cada distrito se suma entre 0,5 y 1% de los votos con candidatos propios que compitan en las PASO con los del PRO, ello sumaría el 12% de votos más que necesita Macri para no ir a un balotaje.

En la Casa Rosada aseguran que Macri dio rienda suelta a todas las ideas que le llegaron. De hecho, ya dio libertad de acción para avanzar en PASO en todos los distritos en listas de candidatos a senador y diputados.

Pichetto abraza también cualquier alternativa que sume. La idea sustancial que quiere mostrar el senador del PJ hacia afuera es que el nombre de Juntos por el Cambio es más que un nombre: es la síntesis consumada de que Cambiemos ya es parte del pasado y que Macri deberá co-gobernar con el peronismo en su segundo mandato.

Otro ardid más de esta jugada: el esquema cierra en los mercados y el establishmet tradicional para mantener el dólar quieto como necesita Macri hasta las elecciones. “¿Qué mejor solución para el FMI que un peronismo que garantice gobernabilidad? ¿Acaso el Fondo necesitará prestar más dinero a la Argentina si hay un dólar quieto, el riesgo país baja y el peronismo garantiza apoyo?”, se preguntó el armador de este esquema de poder con Pichetto como sustento de la fórmula presidencial.

Macri se entusiasmó con la encuesta de D’Alessio que le llegó a sus manos en estos días y que responde a todo este plan de poder con peronismo adentro. Según ese sondeo, el 48% de los encuestados cree que Pichetto le sumará votos a Macri y un 44 entiende que la nueva fórmula presidencial es un aporte para la gobernabilidad.

“La política -como suele decir un viejo dirigente del peronismo- es la sumatoria de ciencia, arte y magia”. Esto es lo que pretende aportar Pichetto a Macri: en la ciencia está la ingeniería electoral posible, en el arte el armado de una campaña sólida con base peronista fuerte y la magia es todo aquello que dependerá de lo que logre impregnar Macri con el nuevo esquema de poder que le propone ofrecer a los argentinos.

Tras oficialización de fórmula Macri-Pichetto, primera encuesta mide su impacto

Tras la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente de Mauricio Macri para las elecciones, ya empiezan a aparecer los primeros datos.

Un estudio nacional de 500 casos de D’Alessio IROL – Berensztein fue realizado en modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio.

RESULTADOS:

Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.

 

A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.

Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.

En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.

 

Con respecto a la imagen del senador del PJ, comparada con mayo, se duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

 

“Muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ‘atrapa todos’, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ‘atrapa todos’ plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”, expresó Berensztein.

 

Publicado por Diario 26 el 15/06/19.

Primera encuesta: miden el impacto de Miguel Angel Pichetto en la fórmula con Mauricio Macri

Es un sondeo nacional de D”Alessio IROL – Berensztein. ¿Se fortalece o debilita el voto oficialista? ¿Qué pasa con la imagen del senador peronista?

Es una primera evaluación, en caliente, del segundo movimiento político que sacudió el tablero electoral. Después de la inédita nominación a presidente de Alberto Fernández que hizo Cristina Kirchner, la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente del oficialismo obligó a resetear las encuestas. O al menos a ajustarlas. Y ya empiezan a aparecer los primeros datos.
Clarín accedió a un estudio nacional de 500 casos de D”Alessio IROL – Berensztein. Es una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda, una suerte de desprendimiento de Poliarquía (Sergio Berensztein era uno de sus directores).
El relevamiento se hizo de modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio. Principales resultados:
– Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.
– A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.
– Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.
– En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.
– Por último, acaso el dato más llamativo en términos porcentuales, se relaciona con la imagen del senador del PJ. Respecto a mayo, más que duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

Más allá de los términos numéricos, este es el análisis que hizo para Clarín el consultor Sergio Berensztein ( junto con nueve colegas ) días atrás sobre la nueva fórmula oficialista:
– “Toda la política argentina está moviéndose a posiciones pragmáticas. Lo que empezó Cristina designando Alberto lo complementa ahora Macri con Pichetto. Y así como para muchos kirchneristas duros la figura de Alberto no fue fácil de digerir, lo mismo ocurre ahora para los sectores más puros de Cambiemos, que tienen dificultades para admitir a un peronista en la ecuación”.
– “Lo interesante es que hay una especie de triunfo en algún sentido curioso de la tercera vía, que buscaba el fin de la grieta, el consenso y lo consiguió a expensas de su suerte electoral, porque finalmente las dos principales coaliciones se están encargando de generar una etapa pos grieta y eso es positivo”.
– “Adelanto algo: muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ”atrapa todos”, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ”atrapa todos” plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”.
– “Acá tenés una coalición rara, social cristiana y demócrata cristiana, que es la nueva coalición pos Cambiemos. Tenés a un Jesús Rodríguez miembro de la Internacional Socialista, sectores más típicos como si fuera Merkel, una gran coalición alemana por un lado. Y por otro lado tenés una cosa plural con el peronismo como eje, con sectores más radicalizados populistas con Cristina y sectores más moderados con Massa. Ahora, ¿son coaliciones estables? No lo sé. No sé que pasará después de la elección”.

 

Publicado por Clarín el 14/06/2019.

 

De acuerdo con las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización

De acuerdo con las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización. La decisión del presidente Mauricio Macri de ofrecerle a Miguel Ángel Pichetto que lo acompañe como precandidato a vicepresidente para las elecciones 2019 fue casi tan sorpresiva como el lanzamiento de Fernández-Fernández, y también generó reacciones enfrentadas a un lado y otro del arco político.
Las primeras mediciones tras el lanzamiento de la fórmula de Juntos por el Cambio (ex Cambiemos) muestran una mejora en las posibilidades del oficialismo de ganar en los comicios. Además, la mayoría de los encuestados cree que el senador nacional “garantiza” la gobernabilidad de un segundo mandato de Macri. Un relevamiento de la encuestora D”Alessio IROL Berensztein -que midió 500 casos online entre el 11 y 12 de junio de 2019- examina que el 48% de los consultados cree que el jefe de Estado tiene más probabilidades de ganar las elecciones con Pichetto como vice.

En el mismo sondeo, otro 29% considera que el anuncio no cambia nada, mientras que el 18% ve como “menos probable” un triunfo oficialista. Como suele ocurrir, la encuesta está marcada por la grieta: la diferencia de percepción es abismal si se separan los resultados según a qué partido votó cada encuestado: el 78% de quienes eligieron a Cambiemos cree que la inclusión de Pichetto “hace más probable que gane”, en contraste con el 16% que piensa lo mismo entre quienes optaron por el Frente Para la Victoria (ahora Frente Todos).

El “efecto neto” del lanzamiento de la fórmula Macri-Pichetto, según analizó la encuestadora, “es positivo”. Esta idea surge frente a la pregunta de “¿Cómo influye la inclusión de Pichetto en su decisión de votar a Macri?”. El 16% de los consultados respondió que esta decisión aumenta las ganas de votarlo, a un 30% no le influye porque iba a votarlo de todas maneras, y un 44% respondió que “no iba” a elegirlo. El efecto “negativo” es menor: apenas un 9% dijo que el anunció disminuyó la intención de votar al jefe de Estado. Al margen de las encuestas, el “efecto Pichetto” se sintió ante todo en la reacción de los mercados: después de varias semanas, el dólar -que mantenía estabilidad en las últimas semanas- perforó el piso de $45 y el riesgo país cruzó hacia abajo la barrera de los 900 puntos.

El dato no es menor: la economía será uno de los principales ejes de campaña, y lo que pase con las finanzas afectará (no se sabe hasta qué punto) el resultado de las PASO de agosto, las generales de octubre y el eventual balotaje de noviembre. Si el mercado mejora, anticiparon esta semana analistas económicos en diálogo con PERFIL, aplicaría una suerte de “círculo virtuoso” para el mandatario nacional que podría ayudarlo a ganar. Si la economía no muestra mejoras, de la misma forma, golpearía sus chances de ser reelecto. Uno de los argumentos a favor de la elección del senador nacional es que su elección mejora las chances de construir acuerdos con otros sectores, en especial el peronismo, para garantizar la estabilidad en un eventual segundo mandato macrista.

Más de la mitad de los encuestados por D”Alessio IROL Berensztein cree que la designación del peronista “es un aporte a la gobernabilidad”. Ahí aparece una vez la grieta: entre quienes votaron a Cambiemos, un 85% respondió que lo considera así, quienes votaron al kirchnerismo, opinaron en un 66% que no.

Al comparar las dos principales opciones que irán por la presidencia y que acumulan la mayor intención de voto, para los votantes de Fernández-Fernández y los de Macri-Pichetto, cada fórmula elegida es la correcta en términos de competitividad. En la imagen positiva de cada candidato, además, se ve que tras el anuncio los números de cada postulante aumentaron respecto a las mediciones de mayo. Cristina Fernández de Kirchner pasó de 35% a 37% y Alberto Fernández de 38% en mayo a 40% tras el anuncio. La mayor brecha entre mayo y la última medición la mostraron Mauricio Macri y Miguel Pichetto: pasaron de 37% a 43% y 16% a 36% respectivamente.

Por otro lado, PERFIL relevó las opiniones de sus lectores entre el día miércoles 12 y jueves 13, en el que se les consultó vía online si la elección de Pichetto como compañero de fórmula de Macri modificaba su voto. En base a un total de 6517 respuestas, 4985 (un 76,5%) respondieron que no cambiaba su voto, y 1371 (21%) dijeron que sí lo hacía. 161 respondieron no sabe/no contesta.

Por último, según un relevamiento de la encuestadora Oh! que publicó El destape (en base a 600 casos online el 12 de junio), si las PASO fueran hoy, la fórmula Fernández Fernández se impondría con el 39% de los votos, mientras que la dupla Macri-Pichetto alcanzaría un 34%. Ante un eventual balotaje, el Frente de Todos ganaría la elección con un 43%, frente al 38% de Juntos por el cambio.

Publicado por Diario Veloz el 14/06/19.

De acuerdo con una encuesta, Macri tiene más probabilidades de ganar con Pichetto como vice

Para el 56%, el senador peronista aportará a la gobernabilidad en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

La sorpresiva fórmula entre Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto tuvo un efecto positivo en la sociedad. Según una encuesta de la consultora D’Alessio IROL-Berensztein, el 48% de los 500 encuestados aseguró que el Presidente tiene más probabilidades de ser reelecto gracias a la incorporación del senador justicialista.

La medición, que se realizó entre el 11 y 12 de junio, detalló que el 56% de los encuestados considera que Pichetto garantiza la gobernabilidad en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

Con respecto a cómo se trasladará este análisis a las urnas, el 16% destacó que aumentaron sus ganas de votar al frente “Juntos por el Cambio”gracias a la designación del senador del PJ. Y el 30% aclaró que ya tenía previsto votar al oficialismo, más allá del precandidato a vice.

A pesar de la sorpresa que generó esta fórmula, el Presidente logró atender el principal reclamo del radicalismo: la ampliación del frente oficialista Cambiemos, como lo planteó el partido en el documento final de la Convención partidaria realizada a fines del mes pasado.

El histórico jefe de bancada peronista en el Senado -que anunció su renuncia al cargo después de aceptar el ofrecimiento de Macri- es conocido por su capacidad para la “rosca” política y su aceitada relación con gobernadores del espacio. El legislador adelantó que hablará con ellos para sumar respaldo a la fórmula y para restarle peso a la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner.

El impacto no solo se vio en el escenario político y social, sino también en los mercados. Al oficializarse la fórmula con Pichetto, se registró una baja de casi 90 puntos del riesgo país en pocas horas. Y las acciones llegaron a subir, en algunos casos, hasta el 15 % y los bonos, el 4%.

 

Publicado en TN el 13/06/2019

Encuesta: el impacto de Pichetto como vice de Macri

Oficialismo y kirchnerismo sorprendieron con las candidaturas para las elecciones presidenciales. Dos sondeos analizaron el impacto en los votantes

El oficialismo y el kirchnerismo sorprendieron en las últimas semanas con sus candidaturas presidenciales. Primero se lanzó la alianza peronista Alberto Fernández-Cristina Kirchner y Mauricio Macri respondió con su fórmula de alto impacto para propios y ajenos incluyendo al histórico dirigente del PJ Miguel Angel Pichetto como su futuro vicepresidente en caso de ganar las elecciones de octubre.

Dos encuestas analizaron cómo tomó la sociedad esta jugada política de las principales fuerzas que se enfrentarán para llegar a la Casa Rosada.

Según un sondeo de la consultora D’Alessio IROL-Berensztein, el 48% aseguró que el Presidente tiene más probabilidades de ser reelecto gracias a la incorporación del senador justicialista.

La medición, que se realizó entre el 11 y 12 de junio sobre 500 casos, detalló que el 56% de los encuestados considera que Pichetto garantiza la gobernabilidad en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

Con respecto a cómo se trasladará este análisis a las urnas, el 16% destacó que aumentaron sus ganas de votar al frente “Juntos por el Cambio”gracias a la designación del senador del PJ. Y el 30% aclaró que ya tenía previsto votar al oficialismo, más allá del precandidato a vice.

A pesar de la sorpresa que generó esta fórmula, el Presidente logró atender el principal reclamo del radicalismo: la ampliación del frente oficialista Cambiemos, como lo planteó el partido en el documento final de la Convención partidaria realizada a fines del mes pasado.

El histórico jefe de bancada peronista en el Senado -que anunció su renuncia al cargo después de aceptar el ofrecimiento de Macri- es conocido por su capacidad para la “rosca” política y su aceitada relación con gobernadores del espacio. El legislador adelantó que hablará con ellos para sumar respaldo a la fórmula y para restarle peso a la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner.

Pero según otra encuesta la fórmula Macri-Pichetto no generó una buena opinión en los votantes. El relevamiento realizado por Oh Panel mostró que el 80% de las sensaciones que tuvieron los electores tras el anuncio de la Casa Rosada fueron negativas, como preocupación, desconcierto, tristeza y bronca. Solo un 20% se repartió entre esperanza, sorpresa, alegría y emoción.

Del mismo modo, los encuestados sostuvieron que los espacios opositores fueron más beneficiados que el propio oficialismo por esta estrategia.

En cuanto al escenario de las elecciones primarias, que se realizarán el 11 de agosto, muestra un leve avance en comparación al relevamiento que había hecho la consultora hace dos días, cuando no se había anunciado la fórmula Macri-Pichetto.

Quien quedó más relegado es Roberto Lavagna, aunque la encuesta no toma en cuenta el anuncio de hoy, cuando confirmó que Juan Manuel Urtubey lo acompañará en la fórmula.

Finalmente, la encuesta analiza también el escenario de balotaje entre Fernández-Fernández y Macri-Pichetto. La fórmula kirchnerista aumentó levemente su ventaja con respecto a la anterior medición, aunque el impacto no parece haber sido tan grande.

Cuánto le suma Pichetto a Macri y cuánto le resta Lavagna

Los mercados muchas veces basan sus decisiones en expectativas y en percepciones antes que en hechos concretos. Y la percepción de quienes en mundo financiero recibieron con optimismo la designación de Miguel Angel Pichetto como compañero de fórmula de Mauricio Macri es que el Presidente no solo ha recuperado iniciativa, sino también competitividad electoral y algo no menor para después del 10 de diciembre, si el oficialismo gana las elecciones : garantías de mayor gobernabilidad.

La baja del dólar y del riesgo país y la suba de las acciones en los últimos días confirma ese sentimiento. El oficialismo logró contrarrestar con una señal de apertura la huella de moderación que Cristina Kirchner pretendió mostrar con la candidatura de Alberto Fernández .

Muchos pueden preguntarse, sin embargo, por qué tanta euforia si al mismo tiempo casi todos los analistas coinciden en que Pichetto, un senador sin carisma ni liderazgo territorial, no le aporta votos propios a Macri. Tampoco el ungimiento del senador rionegrino ha provocado, como algunos dirigentes esperaban, un inmediato apoyo de algunos gobernadores peronistas.

Lo único cierto por ahora es que el salteño Juan Manuel Urtubey terminará acompañando a Roberto Lavagna y que el cordobés Juan Schiaretti está cerca de declararse prescindente en la disputa. El resultado logrado por el momento ha sido más bien magro, en comparación con el aval que, en menos de 48 horas, recogió de una decena de mandatarios provinciales peronistas la noticia de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.

Sin embargo, no sería un consuelo menor para Macri que Schiaretti y otros gobernadores peronistas que aún no se han definido públicamente por ninguna fórmula alienten la llamada boleta corta, llevando una lista de legisladores nacionales despegada de cualquier postulante presidencial. Claro que no se trata hasta ahora más que de una expresión de deseos de los operadores del macrismo, por cuanto la determinación dependerá en cada caso de las estructuras partidarias del justicialismo.

Tampoco ha sido positivo para el oficialismo que el bloque de 22 senadores nacionales justicialistas que hasta anteayer conducía Pichetto, bajo la denominación Argentina Federal, se encuentre en estado deliberativo. En líneas generales, no gustó en la bancada la decisión del dirigente rionegrino de sumarse a las filas de Macri.

Y no faltan quienes se preguntan si el perfil de Pichetto, cercano a una expresión de derecha preocupada por la inseguridad y por poner límites a la inmigración, solo seduce a un segmento de votantes que, de cualquier forma, iba a votar a Macri. Tal vez no sea tan así. La instalación del tema de la seguridad fue evaluado muchas veces en el equipo de campaña macrista como una manera de recuperar el apoyo de quienes votaron a Macri en el ballottage de 2015 contra Daniel Scioli y que hoy se muestran desencantados con la política económica del Gobierno.

Las redes sociales aparecieron en las últimas horas pobladas de algunos mensajes de desencantados con la decisión de Macri de convocar a Pichetto. “Iban a terminar con 70 años de peronismo y terminaron con 100 años de radicalismo” o “¿Alguien sabe cómo hacer para no votar a un candidato peronista?” fueron algunos de los textos que se viralizaron. Lo bueno para Macri es que sus votantes antiperonistas no tienen muchas opciones, a menos que escojan alternativas minoritarias como las que encarnan José Luis Espert o Juan José Gómez Centurión.

Analistas de opinión pública, como Alejandro Catterberg, sostienen que la fórmula encabezada por Lavagna puede albergar potencialmente un mayor componente de votantes de Cambiemos desencantados con Macri que de votantes antimacristas más identificados con el kirchnerismo. No obstante, según el director de la consultora Poliarquía, a medida que la carrera electoral avance y se polarice entre Macri y el kirchnerismo, los apoyos iniciales a Lavagna y Urtubey podrían terminar convergiendo con el actual Presidente en una proporción de dos a uno.

Una de las primeras encuestas conocidas tras el pase de Pichetto a la flamante coalición Juntos por el Cambio, llevada a cabo por las consultoras D’Alessio Irol y Berensztein en forma online entre 500 consultados el martes y el miércoles últimos, dan algunas pautas positivas para el oficialismo:

  • Para el 48% de los consultados la incorporación de Pichetto a la fórmula presidencial del oficialismo hace más probable que Macri gane; para el 18% hace menos probable un triunfo y para el 29% no cambia nada.
  • Entre quienes votaron a Cambiemos en las últimas elecciones, el optimismo sube hasta el 78%.
    El efecto neto de la inclusión de Pichetto es evaluado como positivo por los encuestadores.
  • El 16% afirma que su inclusión aumenta las ganas de votar a Macri; el 30% considera que no cambia nada, porque igual lo iba a votar; el 9% confiesa que disminuye las ganas de votar al actual Presidente, y el 44% indica que no iba a votarlo de todas maneras.
  • Finalmente, más de la mitad de los encuestados juzga que la designación de Pichetto es un aporte a la gobernabilidad. El 28% afirma que “seguramente” garantizará la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri y otro 28% señala que “probablemente” la garantizará.

 

Publicado en La Nación el 14/06/2019

Encuesta llamativa: Venezuela rompe la grieta entre los votantes K y los de Cambiemos

Una consultora midió la opinión de los argentinos según sus preferencias políticas. El sistema democrático, el régimen de Maduro y la intervención del Gobierno.

 Un tamiz internacional parece haber logrado lo (casi) imposible: que se rompa al menos parte de la grieta entre los votantes de Cambiemos y del kirchnerismo. El milagro político lo logró Venezuela, el país con las reservas de petróleo más importantes del mundo y una crisis humanitaria sin precedentes. Con matices en los porcentajes y en los modos, tanto los seguidores de Mauricio Macri como los de Cristina Kirchner se muestran lejanos al régimen de Nicolás Maduro.

La conclusión sale de un trabajo de la consultora D’Alessio-IROL / Berensztein, que viene midiendo sistemáticamente la gestión del Gobierno nacional, a las principales figuras oficialistas y de la oposición, y que suele intercalar trabajos por temas de coyuntura como el venezolano. En esta oportunidad, a fines de enero hizo un relevamiento de 800 casos a nivel nacional.

La encuesta partió de una consulta básica y de final previsible: el 93% de los argentinos (encuestados) consideró que la “democracia es mejor que el autoritarismo”. Pero con el 7% restante, el que optó por un modelo totalitario, la consultora hizo un segundo recorte y preguntó si prefería un gobierno “como el de Cuba o Venezuela”. Allí, sólo un 7% eligió esta opción: ninguno entre los votantes de Cambiemos y 17% entre los K. Es decir, ni siquiera los kirchneristas que prefieren un régimen autoritario ven como buena opción la variante venezolana. Maduro lo hizo.

Otro punto que parece ahondar las diferencias entre el discurso político de los dirigentes kirchneristas y sus seguidores se vincula a la actitud que debe adoptar la Argentina. “Cree que la posición del Gobierno de Macri frente a la crisis de Venezuela debe ser…”, es el disparador y pone las opciones “intervenir” / “no intervenir”. Los resultados revelan pocas diferencias entre los votantes de ambos polos de la grieta: un 71% de los macristas pide intervención, contra un 60% de los K.

Los matices aparecen, claro, en el tipo de intervención que sugiere cada grupo. Hay cuatro variantes con resultados diversos:

– “Reclamar por vías diplomáticas el respeto por los derechos humanos”, la eligen el 68% de los votantes de Cambiemos y el 19% de los K.

– “Promover un efectivo diálogo político entre chavistas y la oposición”: 33% votantes Cambiemos, 50% votantes K.

– “Requerir de forma activa a Maduro que libere a los presos políticos”: 57% votantes de Cambiemos, 8% votantes K.

– “Activar las acciones de la OEA que finalmente separen a Venezuela de esta Organización de Estados Americanos”: 41% votantes de Cambiemos, 5% votantes K.

Sobre el final, volviendo a la Argentina, también se ven coincidencias generales sobre el “logro más importante de ese período de democracia” en el país. Las principales opciones elegidas por ambos votantes es “erradicación de los golpes militares” (46% entre los macristas, 61% los K) y “libertad de expresión” (35% los macristas y 20% los K)

Publicado por Clarín el 04/02/2019

El Gobierno apunta a la corrupción pero a la sociedad le preocupa más la economía

Inflación, dudas sobre el futuro, aumento de tarifas y presión fiscal alimentan el malhumor social. La oposición no lo capitaliza pero la imagen de Macri baja al nivel de la de Cristina

El persistente malhumor social por la realidad económica que atraviesa el país abre un gran interrogante sobre el resultado de las próximas elecciones generales. Mientras el Gobierno centra su discurso en la agenda de la corrupción y la seguridad, las mayores preocupaciones de los argentinos giran en torno a la inflación, el incremento de las tarifas y la incertidumbre por un presente que observan negativo y un futuro que, para la mayoría, no se presenta venturoso.

Así lo revela la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El estudio, realizado el mes pasado a 1132 adultos en todo el país, muestra que mientras casi la totalidad de quienes optaron por el kirchnerismo en el ballottage presidencial de 2015 reprueban la gestión de Cambiemos, solo uno de cada dos de los que votaron por Macri en aquella ocasión le dan el visto bueno.

Así, si bien los dirigentes oficialistas siguen exhibiendo la mejor imagen, la adhesión al jefe de Estado se redujo a tal punto que se acercó al nivel de la senadora Cristina Kirchner. Hoy posee 37% de imagen positiva y 58% de negativa (el máximo de la serie que se inició en septiembre de 2016), contra 35% y 61%, respectivamente, de la ex mandataria.

“Cristina continúa achicando su diferencia histórica con Macri en cuestión de imagen”, señala el consultor Eduardo D’Alessio, aunque refleja que “los referentes de Cambiemos mantienen prácticamente sin cambios los valores de los últimos meses” y advierte que “Roberto Lavagna sigue representando cierto imaginario de aceptación más allá de la grieta”.

Según fue publicado hoy en el Boletín Oficial, ahora también se hará a través de plataformas de pago digitales con el fin de complementar la red de pagos actual por sistema bancario. Cómo funciona.

El trabajo revela que mientras dos de cada tres electores kirchneristas mantiene su adhesión a la ex jefa de Estado casi sin alteraciones, el electorado oficialista no es ajeno a las preocupaciones que dominan la agenda y, si bien no alimenta alternativas a la administración actual, adhiere en que las cuentas pendientes de la gestión radican, fundamentalmente, en cuestiones económicas. Así, unos y otros creen que bajar la pobreza y mejorar la situación económica del país, entre otros, son temas que el debía haber modificado y no lo hizo.

“Indudablemente la economía sigue siendo un tema muy dominante en las preferencias de los ciudadanos”, dice el analista Sergio Berensztein, quien remarca que “esto, al comienzo del año electoral, evidentemente genera un obstáculo para el Gobierno que está tratando de imponer otras cuestiones en la discusión, fundamentalmente temas vinculados a la corrupción, a la inseguridad y cuestiones que lo muestran activo en áreas no económicas”.

En esa línea, D’Alessio agrega que “seguridad y corrupción, lo que parecen ser los ejes de campaña de Cambiemos, está en las preocupaciones de la población bastante por debajo de inflación y tarifas, posición tácita de la oposición”.

“Esto no quiere decir que Cambiemos no logre consolidar su base de electores, donde efectivamente todavía tiene bastante influencia”, aclara Berensztein, pero añade que “la gran incógnita es qué pasa en un eventual ballottage si Macri no logra el umbral que requiere la Constitución para resolver la cuestión de la sucesión presidencial en primera vuelta (40% de sufragios con 10% de diferencia sobre el segundo o 45% de votos)”.

“No obstante, es evidente que la oposición sigue sin poder capitalizar el desgaste del Gobierno, donde todavía aparece, sobre todo en la constelación del peronismo moderado, la ausencia de dirigentes con competitividad electoral y efectivamente capacidad de liderar ese espacio. Esta es una tendencia que si, entrado el año electoral no cambia, puede indicar que esta elección va a terminar también muy polarizada”, concluye.

Publicado en El Cronista el 04/02/2019

La corrupción, otra vez como uno de los ejes de campaña de Cambiemos

El Decreto de Necesidad y Urgencia que habilita la extinción de dominio fue el puntapié inicial de la estrategia del oficialismo. Qué piensan los argentinos sobre el trabajo de Macri.

En diciembre de 2015, en su primer y breve discurso de apenas 29 minutos ante la Asamblea Legislativa, el flamante presidente Mauricio Macri prometió la unión de los argentinos, “sacar el enfrentamiento del centro de la escena” y uno de los tramos más aplaudidos fue cuando se refirió a la lucha contra la corrupción: “Voy a ser implacable con aquellos que, de cualquier partido, sean propios o ajenos, dejen de cumplir lo que señala la ley. No habrá tolerancia con esas prácticas abusivas, no hay principio ideológico que pueda justificarlas. Los bienes de la Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios”.

En enero de 2019, el gobierno de Cambiemos se encuentra en “modo electoral” y se pone nuevamente a la ofensiva en cuestiones vinculadas a la corrupción, reinstalando el tema en la agenda pública. En efecto, junto con el miedo al retorno de CFK y la lucha contra la inseguridad, la corrupción es el tercer issue o eje discursivo del oficialismo. Esto explica la polémica sanción del DNU sobre la extinción de dominio, pero más allá del debate acerca de la utilización correcta o incorrecta de los DNU, lo que se pone de manifiesto es la intención de que la campaña gire sobre temas no económicos, talón de Aquiles de la coalición gobernante.

 ¿Dónde se encuentra Argentina en el mapa de la corrupción mundial?

El Índice de Percepción de la Corrupción 2017 (IPC), de Transparency International, mide la percepción de la corrupción en el sector público, empleando una escala de cero a 100, en la cual cero equivale a muy corrupto y 100 a muy transparente. En un ránking de 180 países, este año los primeros puestos fueron para Nueva Zelanda (89 puntos) y Dinamarca (88). En los últimos puestos se ubicaron Siria, Sudán del Sur y Somalia con puntuaciones de 14, 12 y 9 respectivamente.

El IPC concluyó que más de dos tercios de los países obtienen una puntuación inferior a 50, y que la puntuación media es de 43. La región con mejor desempeño es Europa Occidental, con una puntuación media de 66; las regiones peor posicionadas son África Subsahariana (promedio de 32) y Europa del Este y Asia Central (promedio de 34). El promedio de América es de 44,19.

La Argentina, con 39 puntos, se ubica en el puesto 85 del mundo y en el puesto 16 entre los 31 países de América del Sur y del Caribe. Y si bien escaló 10 puestos respecto de la medición anterior, sigue estando en el grupo de los países corruptos a altamente corruptos y por debajo del promedio global y regional.

En realidad, todos los países que integran la región pertenecen a este grupo, se encuentran en rojo, a excepción de Uruguay, Chile y Costa Rica, que son percibidos como altamente transparentes. Uruguay se ubica primero en la región en términos de transparencia, en el puesto 23 del ranking global, con 70 puntos. En contraposición, Venezuela con apenas 18 puntos en la escala de transparencia, se ubica en el puesto 169 de 180.

En cuanto a la evolución del IPC para Argentina, se observa una mejora durante el gobierno de Cambiemos, puesto que en las mediciones entre 2012 y 2014 el país obtuvo alrededor de 35 puntos; en 2015 consiguió su peor puntaje, 32 y en cambio, en 2016 mejoró 4 puntos (36) y continúa haciéndolo en 2017, alcanzando los 39 puntos.

Pero, ¿cuál es la importancia que le otorgan los ciudadanos a la corrupción como principal problema del país? ¿La consideran una prioridad? A nivel nacional, según los datos del último Humor Social y Político que realizamos mensualmente junto con DAlessio-Irol, la corrupción preocupa a 4 de cada 10 argentinos. Se ubica, así, en el octavo puesto en el ránking de problemas a resolver prioritariamente.

Más precisamente, la corrupción alcanza al 38% y produce indignación en ambos lados de la grieta, diferenciándose al momento de especificar quiénes son los involucrados. En efecto, que queden sin castigar los actos de corrupción del gobierno anterior sigue siendo uno de los temas a resolver para el 65% de los partidarios de Macri en 2015, mientras que la mitad de los que votaron a Scioli pone la lupa en la posible corrupción del gobierno actual. (Datos correspondientes a la medición de diciembre realizada en forma online a 1.355 encuestados mayores de 18 años de todo el país.)

A nivel regional, según la última medición del Latinobarómetro, realizado entre el 15 de junio y el 2 de agosto de 2018, los encuestados de 18 países de América Latina mencionan a la corrupción, junto con la situación política, como el tercer principal problema a resolver en la región, con del 9% de las menciones; después de la economía, con el 35% y la delincuencia, con el 19%.

Al analizar el problema país por país, en los tres primeros puestos se encuentran: Colombia con 20%; Perú, 19%; y Brasil, 16%. Sin embargo, ni en Uruguay ni en Venezuela la corrupción representa un problema ya que sólo la mencionan el 1% de los consultados. Argentina aparece con el 3%, junto con El Salvador. “La Argentina es un país que ha tenido una larga historia de corrupción en sus instituciones públicas como ha quedado consignado en informes anteriores de Latinobarómetro. Sin embargo, en el año 2018, este problema país no aparece como relevante, ya que está opacado por la crisis económica actual”, se expresa en esta nueva edición.

Sin embargo, independientemente del lugar que ocupe la corrupción como principal problema a resolver, la percepción de su aumento persiste: mientras que en la medición anterior un 62% de los latinoamericanos decían que la corrupción había aumentado, en 2018 este porcentaje crece a 65%. Es más, en sólo en uno de los 18 países que participan de la medición, Honduras, el porcentaje está por debajo del 50%. En cuanto a Argentina, el 56% de los consultados considera que la corrupción aumentó respecto del año pasado.

Se preguntó por el grado de acuerdo/desacuerdo con la siguiente frase: “Se puede pagar el precio de cierto grado de corrupción, siempre que se solucionen los problemas del país” y como respuesta obtuvimos que 5 de cada 10 latinoamericanos estarían dispuestos a pagar ese precio. Entre los menos dispuestos, estarían Chile, Uruguay y Brasil, con 33,9%, 39,2% y 40,6%, respectivamente; y entre los más dispuestos, República Dominicana y Honduras, con 73,9% y 69,8%. En cuanto a la Argentina, la tolerancia a la corrupción fue creciendo: en 2012, sólo 2 de cada 10 argentinos estaba dispuesto a pagar este precio, pasando a 3 de cada 10 en 2016 y terminando en 5 de cada diez argentinos en esta última medición.

En cuanto al desempeño de los gobiernos latinoamericanos en la lucha contra la corrupción pública, el promedio regional demuestra la insatisfacción de la ciudadanía en la materia, ya que casi el 53% afirma que la actuación es mala (muy mala 18,45 y mala 34,2%), contra un tercio que opina lo contrario (muy buena 5,9% y buena 26,5). El 15,2 % restante no tiene la suficiente información como para opinar acerca de este tema. Entre gobiernos mejor evaluados se encuentran Ecuador, Nicaragua y Honduras, todos con balance positivo, 29,5%, 26,5% y 22,9% respectivamente. Entre los peores, aparece Brasil en primer lugar con balance negativo de casi 71%, seguido por Chile, con -47,8% y Venezuela, con -43,6%.

Respecto de la actuación del gobierno de Mauricio Macri en la lucha contra la corrupción pública, el 15,9% la evalúa como muy mala; el 29,3% mala; en tanto que para un 29% está actuando bien y, para un 8,3%, muy bien en la materia. Al igual que el promedio regional, también es alto el porcentaje de quienes no pueden calificar su desempeño por no contar con los datos suficientes: 17,5%.

Acerca de la percepción de quiénes son los actores políticos y sociales involucrados en actos de corrupción, para el 51% de los latinoamericanos “todos o casi todos” los parlamentarios están involucrados; el 50% cree que lo están los presidentes y el 47%, los concejales y el gobierno local. Entre los actores sociales considerados como no involucrados por la mayoría de los encuestados de la región se encuentran los líderes religiosos, con el 57%, los empresarios, con 53% y los empleados públicos, con 51%.

Haciendo foco en los presidentes y sus funcionarios, sólo en tres países su población cree que están minoritariamente involucrados en actos de corrupción: Uruguay (26%), Costa Rica (29%) y Chile (32%). En el resto de los países de la región la mitad o más de la mitad cree lo contrario y Argentina no escapa a esta percepción, con el 53%.

Para concluir, el tema de la corrupción no pasa desapercibido para los argentinos, según el Latinobarómetro, el 56% considera que ha aumentado, pero queda evidentemente relegado como problema prioritario a resolver en el país. Es preocupante la percepción que tiene el 53% de los ciudadanos acerca de que el presidente Macri y sus funcionarios estarían involucrados en actos de corrupción y que el 45% considere malo el desempeño del gobierno de Cambiemos en la lucha contra la corrupción pública.

¿Estará bien encaminada la estrategia electoral de Cambiemos al poner a este tema como eje de campaña? ¿Alcanzará, sumada al miedo al retorno populista y la inseguridad, para compensar las penurias económicas que experimentan la enorme mayoría de los argentinos, incluyendo a los que votaron por Cambiemos? Al menos reconocer su existencia y su importancia es sin duda el primer paso y la incorporación de propuestas anticorrupción en las plataformas electorales deberían tener como objetivo cambios estructurales, demostrando que existe un compromiso a largo plazo para combatirla.

Publicado por TN el 27/01/2019