Ejecutivos no ven recuperación, pero tampoco una mayor caída

23/10/2014   Coloquio de Idea en Mar del Plata.

En la encuesta de Expectativas sobrevuela la posibilidad de un arreglo con los holdouts.

Por Walter Giannoni (Enviado especial)

“Me las arreglo con lo que tengo, pero no me pidan que genere empleo”. Eso parecen decir los ejecutivos de empresas frente a la situación de la economía. Esta es la principal conclusión de la encuesta Expectativa de Ejecutivos que, desde hace 20 anios, la consultora D’Alessio IROL presenta en el marco del Coloquio de Idea. Eduardo D’Alessio, responsable del estudio, indicó que la inflexión en materia de expectativas surgida durante la crisis de deuda, continuó en el segundo semestre, pero apareció un moderado optimismo en torno a la posibilidad de alcanzar un acuerdo con los holdouts a partir de enero.

El relevamiento fue efectuado de modo on line en octubre pasado a 165 ejecutivos de empresas asociadas a IDEA. Entre sus principales conclusiones marca: La retracción de ventas se evidencia en la disminución de la capacidad empleada. La caída en las perspectivas se ve reflejada en los principales aspectos de la empresa. Se mantiene el desequilibrio entre precios y costos y el proceso de descenso de rentabilidad. Las empresas apuestan a la mejora de factores internos, más que a ganar nuevos mercados dentro del país o a exportar. El 70 por ciento de las industrias trabaja al borde de su capacidad instalada, pero la inversión se mantiene en el 10 por ciento de la facturación cuando en el mejor momento (2010) llegó al 13.

Los ejecutivos demandan una revisión impositiva (en particular sobre el impuesto a las Ganancias) y la revisión de la polémica Ley de Abastecimiento. Salarios, retención de talentos y obtención de créditos siguen en el primer lugar de los desafíos. La provisión de insumos importados, por el cepo al dólar, es otra de las grandes preocupaciones, impactando en la mitad de las empresas. El economista Luis López Secco, al comentar el estudio, puntualizó que los resultados indican que los ejecutivos descuentan que habrá un acuerdo con los acreedores externos, lo que explica que no haya un mayor pesimismo en las opiniones.

El 60% de las PyMES cree que el conflicto con los holdouts las afectará

Por: Jorgelina do Rosario jdorosario@infobae.com

Consideran que el impacto será peor para la economía, según un estudio privado. Cinco de cada diez empresas tuvieronresultados positivos en el primer semestre, pero sólo el 23% prevé un aumento en sus ventas en los próximos seis meses

La entrada del país en default “selectivo” prendió las luces amarillas en más de un sector de la economía. La falta de dólares se exacerbó desde que la Argentina no logró resolver el conflicto con los holdouts, y los hombres de negocios comenzaron a expresar su preocupación. Pero no sólo las grandes compañías tienen una opinión formada. Seis de cada diez Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) consideraron que la situación con los holdouts impactará en sus compañías, según un estudio de expectativas que realizó la consultora D`Alessio IROL.

Pero más allá del impacto interno, las PyMES creen que la situación será aún más perjudicial para el país: así lo expresa el 86% de los encuestados, mientras que sólo un 9% dijo que no habrá cambios. “Es común que las empresas consideren que el mercado estará peor que ellos”, aseguró Eduardo D´Alessio en el marco del 6º Encuentro de IDEA PyME. La encuesta fue realizada en agosto a 185 directivos.

Aunque el 48% de las pequeñas y medianas compañías tuvieron resultados positivos en el primer semestre, la expectativa de ventas es de caída para el próximo semestre: tan sólo un 23% creen que sus ventas aumentarán significativa o moderadamente, mientras que más de un 40% prevén que disminuirán. En cambio, tres de cada 10 dicen que no se modificará este aspecto. El nivel de alarma no es grande pues “no se espera una caída dramática de las ventas, pero sí sensible”.

Las empresas se sienten dependientes del contexto, sobre todo de la demanda interna y de lacadena de pagos. “Estos factores demuestran que la caída de ventas preocupa para las PyMES”, aseguró.

La situación de estas compañías en una economía con una inflación anual en torno al 40%para 2014 –según consultoras privadas- no es sencilla. El 90% tiene a grandes empresas como clientes, y se encuentran con una situación similar con los proveedores. “Y son las que tienen la capacidad de fijar precios”, enfatizó el economista.

Cuando se pone la lupa sobre la rentabilidad, son más pesimistas que en 2013. Siete de cada 10 proyecta que caerá en el próximo semestre, mientras que el año pasado esta previsión la hacía el 60% de los encuestados. Y sólo el 21% planea invertir en lo que queda de 2014, contra un 42% en 2012. Este año serán ante todo en el sector agropecuario e industrial.

¿Qué pasará a nivel de empleo entre las PyMES consultadas? La gran mayoría de los directivos –casi un 60%- asegura que no están previstos cambios, mientras que un 11% reducirá personal contratado y un 8% las horas extras. Para los meses que quedan de 2014, un 2% suspendería personal y un 2% efectivizaría despidos.

Con todo, la falta de dólares vuelve a las preocupaciones cuando se les pregunta el efecto de lasrestricciones a las importaciones en sus operaciones de todos los días. Para las que traen insumos desde el exterior fue menor: más de la mitad asevera que no le afectó. Pero cuando se importa el producto final, 65% dice que la afectó.

Al evaluar la situación económica del país en el primer semestre, un 60% considera que está “peor” o “moderadamente peor”, y esta tendencia no refleja cambios para los próximos seis meses. El estudio destaca que las PyMES del interior del país son “ligeramente más optimistas”. Para D`Alessio, es importante que las empresas entiendan que “los años buenos son para ganar plata, los malos para ganar mercado. Hay preocupación, pero la economía tiene ciclos, y es importante planificar”.

Los riesgos de la cultura Power Point

Eduardo L. D’Alessio, Presidente D’Alessio IROL

La enseñanza de los transbordadores para las empresas

La NASA aporta una lección para los hombres de negocios sobre los riesgos de la cultura del Power Point, donde se maneja gran volumen de información, pero con poca profundidad.

 El Columbia

En enero de 2003 el transbordador Columbia iniciaba una misión de rutina.  Al momento del despegue, 760 gramos de espuma se desprendieron y golpearon el filo de su ala izquierda. Doce días después de reintegrado a la atmosfera, el transbordador se desintegró.  Pero, ¿cómo pudo suceder esto?

Durante el trabajo previo al despegue, los técnicos abocados al proyecto realizaron un análisis y plasmaron sus conclusiones en una presentación realizada en el programa Power Point. Del mismo se desprendía que el riesgo de accidentes durante el lanzamiento era bajo y se desechó la posibilidad de verificar  daños a través de un satélite espía.  El resultado: el desastre.

Tras el incidente se formó una comisión investigadora denominada Columbia Accident Investigation Bold (CAIB) que analizó, entre otras cosas, el Power Point usado como base para las decisiones.

Sus conclusiones han sido muy bien analizadas por Edward Tufte, especialista en estadística y diseño de información e interfaces. Y también, un vehemente detractor de las presentaciones en Power Point,  por las limitaciones de su formato que –según él- tiene más de estético que de científico.

El informe final de la CAIB es lapidario. La conclusión es que la cultura del Power Point imperante en la NASA llevó a:

·         Consignar información  fragmentaria

·         No profundizar aspectos  fundamentales

·         Confundir términos cotidianos con científicos (significant)

·         Contradicciones entre títulos y 6 niveles de sub puntos

·         Utilizar deficiente notación científica por las limitaciones del mismo software.

Del análisis del Power Point empleado palabra por palabra se infiere que prácticamente todas sus afirmaciones podrían tener más de una lectura y muchas ellas inducían  a conclusiones que aparentemente correspondían a la sucesión de afirmaciones anteriores, pero que en realidad implicaban más una corazonada o conclusión intuitiva que una concatenación de hechos científicos.

La conclusión y recomendación de la CAIB es que el Power Point no es apropiado para presentaciones técnicas y científicas y recomienda emplear informes tipo Word con cuadros, gráficos, textos y notaciones científicas adecuadas.

Las consecuencias del uso erróneo de este software es que se tomaron decisiones que culminaron con la pérdida de siete vidas humanas y 450 millones de dólares.

 

La cultura del Power Point

Con esta base, y siguiendo el análisis de  Tufte,  se abre la reflexión sobre la cultura del Power Point. La misma no se encuentra sólo en la notación, los gráficos y los colores, sino en la costumbre que  se ha generalizado en las empresas de ver mucha información, pero en forma superficial. El poder que posee quien elabora el Power Point  va más allá de lo que  seguramente imaginaron los constructores de la moderna cultura de la organización.

El avance del Power Point ha arrollado a su paso la antigua tradición de elaborar informes en los que los especialistas de cada área podían  profundizar, analizar y sobre todo establecer su espíritu crítico respecto a las consecuencias de cada uno de los hechos objetivos que los informes contenían.

Es cierto que para llegar a una conclusión es necesario contar con todos los hechos, sopesarlos, meditar las relaciones causa-consecuencia y obtener una conclusión de lógica formal. Es en la elaboración de estas conclusiones que se logran los elementos para la adecuada toma de decisiones.

El análisis tradicional requiere profundidad, soledad y reflexión. Cada profesional analiza los aspectos pertinentes a su área y una reunión entre pares lleva a la interacción lógica para obtener conclusiones adecuadas.

Esta tradición ha sido reemplazada por la cultura del Power Point, en la que la totalidad de información pre digerida, sintetizada y en atractiva presentación es presentada de forma simultánea a un conjunto de individuos dentro de la organización. Allí,  los hechos se mezclan con sus consecuencias aparentes y las conclusiones obvias. En general, lo que hace la audiencia es atender a la lógica aparente de dicha concatenación y concluir en las decisiones normalmente que surgen en forma explícita e implícita, pero siempre en forma obvia. Esta técnica es justamente lo que llevó al desastre del transbordador Columbia.

 

Para reflexionar

La pregunta obvia es si las decisiones tomadas en las empresas a través de las presentaciones, muchas veces multitudinarias realizadas en Power Point, muchas veces elaboradas como síntesis de distintas vertientes, conduce a determinaciones lógicas y optimas para la organización, o  si nos acercan al destino fatal de aquellos desdichados tripulantes cuando regresaban a la atmosfera. Tal vez, la cultura de reuniones entre múltiples áreas con información necesariamente superficial merezca ser revisada.

Como reflexión final, en los últimos años se ha venido observando fehacientemente una pérdida de atención. Es lo que denomino: el peligro P+B (Power Point+Blackberry). Si adicionalmente a las limitaciones de la técnica antes mencionada se le suma que varios de los presentes en las reuniones alternativamente, en lapsos significativos, alternan la visión sobre la exposición principal  con el análisis de los datos recibidos en sus Blackberrys y en muchos casos con furtivas respuestas a los mensajes recibidos, el resultado es un cocktail que para las organizaciones puede ser letal.

 

La seguridad en la Web preocupa a usuarios y empresas

Domingo 18 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
La confianza en Internet crece, pero la movilidad plantea un nuevo desafío
Por Luján Scarpinelli

En el ecosistema de Internet conviven especies de lo más variadas. Pero no todo es armonía; como en todo ámbito, hay peligros. La seguridad en la Web es una preocupación tanto para los usuarios particulares como para las corporaciones, especialmente, en un momento en que la multiplicación de los dispositivos y la movilidad potencian la exposición a riesgos.

En la Argentina, al igual que en el mundo, el uso de servicios en la Web se incrementó. “Incluso los transaccionales”, señala un estudio realizado por D’Alessio Irol para CertiSur, dedicada a la seguridad informática. Dan cuenta de ello las cifras de crecimiento del comercio electrónico -casi 80% de los usuarios compró alguna vez en Internet-, y el uso de las plataformas de entidades financieras -69% usa home banking y 46% paga servicios por la Web-. En ambos casos hubo una marcada evolución en relación con el pasado.

Sin embargo, aún hoy se destacan los limitantes que funcionan “como una barrera” al crecimiento. “Los principales temores están asociados al uso de datos personales”, se escribe en las conclusiones de la encuesta. En el caso de las compras virtuales, donde la tarjeta de crédito es el principal medio de pago, los temores más importantes se refieren a la falta de seguridad en el medio y a la mala administración de los datos personales.

La percepción de seguridad en las plataformas de los bancos supera a la de compras online . Pero aún resta convencer al 31% de los internautas frecuentes de que, de acuerdo con el estudio, no usan el servicio por considerarlo inseguro. Juan Damia, CEO de la firma de análisis de métricas Intellignos, señala que a nivel regional, “la Argentina está bastante avanzada en confianza” sobre los sitios de entidades financieras, que, evalúa, “están tomando más recaudos, con nuevos mecanismos de control”. Son ejemplos las tarjetas con cuadrículas de números para habilitar operaciones y las contraseñas más largas, formadas por números y letras.

Según el informe elaborado para CertiSur, los mayores miedos de los internautas en Internet son: los virus, el robo de datos de tarjetas de crédito o las claves de los accesos, las contraseñas, el robo de identidad y el miedo a troyanos (softwares maliciosos). Disipar esos temores redundaría en plataformas más fructíferas: si la Web les garantizara una mayor seguridad, analiza D’Alessio Irol sobre la base de las respuestas obtenidas, los usuarios harían mayor cantidad de transacciones.

En la era de la movilidad, la seguridad en Internet y la protección de los datos son desafíos relevantes. Las computadoras de bolsillo en las que se convirtieron los teléfonos contienen datos violables, como una máquina de escritorio, y más. Por ejemplo, cuenta Damia, “muchas aplicaciones transfieren datos, como podrían ser de posicionamiento, a través de la geolocalización, o qué hace el usuario en la navegación”. Esa información, explica, “no suele ser transferida con malos fines, sino para hacer análisis de mediciones, pero el riesgo existe”. En Europa, por caso, existe la obligación de advertir a los usuarios de la transferencia de datos. “Todo lo lógico es violable, por eso los sitios no deben guardar información personal que relacione la actividad del usuario con su identidad”, explica.

Las empresas, alertas

Las compañías también se preocupan por mantener a resguardo su información confidencial. “Hay que tener conciencia amplia de lo que es la seguridad. Ya no alcanza con un antivirus”, señala Cecil Pérez, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Check Point, dedicada a la seguridad de Internet. La firma que atiende en el país a empresas líderes del sector financiero, entre otras, advierte que la ventana al riesgo no sólo se abre en dispositivos portátiles o redes ajenas, sino también en la propia red de la empresa.

En un estudio de Check Point se comprobó que un 63% de las empresas tenía problemas con algo que se conoce como BOT. “Se trata de una especie de programa que se instala desde la Red y puede usar la máquina como un servidor de spam sin que el usuario lo vea”, precisa Pérez. Respecto de la movilidad, la compañía de seguridad reveló que la mayoría de las firmas (79%) tuvo un incidente de seguridad móvil en el ultimo año. El costo promedio de esos inconvenientes, como puede ser la pérdida de un celular, osciló entre los US$ 100.000 y los US$ 500 000.

La protección de datos, indica Pérez, consiste en la definición de una política de seguridad que resguarde la información que no puede salir de la empresa, pero sin perder de vista la funcionalidad.

La propuesta de la compañía para que la tendencia de que los empleados usen sus propios dispositivos en la empresa no produzca problemas consiste en crear un ambiente virtual dentro del celular o la tableta, separando el ámbito personal y el laboral..