Empresarios esperan mejoría en el segundo semestre pero baja de rentabilidad

Consideran que la reforma impositiva es vital para los negocios. La comunicación y la conformación del equipo económico, los mayores errores del Gobierno.

El optimismo empresario chocó contra la realidad económica. La percepción de los ejecutivos para el primer semestre fuela más alta en los 22 años que D Alessio Irol realiza una encuesta junto al Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Pero una vez superado este período, el balance de los ejecutivos es como el célebre “no positivo”. El 68% de los 230 empresarios relevados afirma que su situación está mucho o moderadamente peor en la primera parte del año. Sin embargo, los resultados de la medición de junio arrojan un panorama alentador para los hombres de negocio, ya que más de la mitad (51%) pronostica un segundo semestre mejor. La reforma impositiva es uno de los temas mencionados como vitales para los próximos meses. Además señalan a la comunicación y a la conformación del equipo económico como los mayores errores del Gobierno.

Para los ejecutivos que ven con buenos ojos la performance de los últimos seis meses, los puntos más altos son el acuerdo con el FMI, la reclasificación de la Argentina como “mercado emergente”, la apertura internacional y el aumento del dólar. En cambio, aquellos que evalúan que están en una situación actual “mucho peor” señalan a la inflación, la devaluación, las elevadas tasas de interés y la crisis cambiaria como algunas de las principales causas.

“Hay una percepción adversa del primer semestre, pero existe una expectativa de recuperación”, mencionó Eduardo D’Alessio durante la presentación del informe. Entre los relevados, solo el 25% pronostica un semestre moderadamente o mucho peor, mientras que 2 de cada 10 creen que la performance no cambiará.

La única variable económica en la que los empresarios muestran perspectivas positivas son las exportaciones. El 43% afirma que aumentarán entre moderada y significativamente, lo cual marca un aumento respecto al 31% de la encuesta de octubre de 2017. Esto es producto, de acuerdo al informe, de las modificaciones cambiarias. Solo el 8% señala que disminuirán.

Las expectativas para las ventas y la inversión son menos prometedoras. Una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, especialmente las empresas medianas. En tanto, tres de cada 10 aseguran que disminuirán en los próximos 12 meses. No obstante, la inversión estimada como porcentaje de la facturación anual continúa por encima del promedio de los últimos años.

Respecto a las ventas, un tercio de las empresas espera subas (34%), a diferencia del resultado de octubre de 2017 que arrojaba optimismo en 83% de los relevados. Más del 40% de los ejecutivos prevé que las ventas caigan el año que viene.

La mitad de los ejecutivos (49%) considera que no habrá cambios en materia de empleo. El 19% espera que aumente, en particular las empresas pequeñas y de servicios, mientras que un 32% asegura que disminuirá. En la medición de octubre de 2017, solo el 11% pronosticaban un descenso. Los empresarios también esperan que la rentabilidad de sus compañías acuse recibo de la turbulencia económica. El 48% pronostica una caída para los próximos 12 meses.

Publicado en Marcelo Longobardi el 11/07/2018

Javier Goñi: “La crisis cambiaria generó que el primer semestre fuera peor que las expectativas”

Javier Goñi es el gerente general de Ledesma y el presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), una agrupación que reúne a más de 200 grandes, medianas y pequeñas firmas.

Ayer se dieron a conocer los resultados de la encuesta que realiza dos veces al año la consultora D’Alessio IROL entre los ejecutivos miembros de IDEA, en donde el 68% de los sondeados admitió que en el primer semestre del año le fue peor que en el periodo anterior. El dato contrastó con el récord de optimismo que habían dado las expectativas para los próximos meses en la encuesta anterior, realizada en octubre pasado.

-¿Por qué hubo tanta diferencia entre las expectativas que tenían los empresarios el año pasado y lo que finalmente ocurrió?

-Sin dudas la realidad fue peor que las expectativas. Pero quiero destacar que la economía venía con un crecimiento bueno al fin del año pasado y con una inercia que todos pensábamos que iba a continuar. Los hechos que dispararon esta crisis cambiaria -que fue la sequía, el tema de las tarifas y el aumento de la tasa de interés en Estados Unidos- hizo que el primer semestre fuera peor que las expectativas. De la encuesta, mirándola en profundidad, rescato que las expectativas para los próximos meses vuelven a ser positivas y eso es interesante. El 51% de los encuestados dice que va a estar mejor, incluso más positivo es el sector de la industria que el de los servicios.

-¿Qué rescata de estos últimos meses y qué le preocupa?

-Entre las cosas que se hicieron bien está el acuerdo con el FMI . La sociedad argentina entendió lo importante que fue el préstamo como seguro para evitar una crisis mayor. Además, que la Argentina haya entrado como mercado emergente es una señal muy importante para el futuro. Por supuesto que a todos nos preocupa la inflación y las tasas de interés, que es importantísimo para la actividad que comiencen a bajar. La devaluación, que si bien por una parte tiene un efecto positivo, al ser tan repentina genera complicaciones. La encuesta refleja lo que está pasando: un primer semestre que estuvo por abajo de lo que se esperaba, pero que se siguen manteniendo las expectativas positivas para adelante. Creo que la cosecha fina que está viniendo para fin de año será buena y eso va a ayudar. Los proyectos con participación pública-privada (PPP), entre lo que es la obra pública y la infraestructura, también van a ser positivos. Además creemos que el consumo mejorará, que si bien no venía de un crecimiento fenomenal, venía creciendo.

-Pero también la encuesta señala que son pocas las empresas que creen que habrá creación de empleo, aumento de ventas y mejora en la rentabilidad.

-Todos sabemos, y lo escuchamos de la palabra del ministro [de Producción] Dante Sica , que tenemos que pensar que en el próximo semestre vamos a tener tasas altas, con inflación y desaceleramiento. Mirando para adelante, veo a fin de año un recupero y un repunte. Si el dólar también se llega a estabilizar, que en estos días pareciera, es una buena señal para tranquilizar a los mercados y para bajar las tasas, porque con estos niveles en los que estamos hoy ningún negocio es viable.

-Y mirando al año próximo, ¿cómo ve el panorama en un año electoral y el objetivo de llegar al 1,3% del déficit fiscal?

-El compromiso del Gobierno de bajar el déficit fiscal es una buena señal para todos. Si se ponen firme en eso y lo hacen en forma inteligente -que creo que está previsto en el acuerdo con el FMI que haya un espacio de contención social por lo que pueda generar la baja del déficit- es una buena señal. Un déficit bajo hará que la Argentina sea más competitiva y permitirá que los empresarios tengamos una mejor previsibilidad. El déficit fiscal, en definitiva, es la madre de todos los problemas. Es bueno que haya una meta estricta y que haya una vocación concreta, que es lo que noté con los ministros con los que hablé estos días y con el llamado a los gobernadores. Creo que el consenso es el camino.

-¿Hubo un cisne negro?

-Fue un cisne negro. El Presidente de hecho lo reconoció el otro día en el discurso por el Día de la Independencia, hay errores internos, no hay ninguna duda, pero se combinó con una serie de factores que no eran esperados. Los mismos errores, con otros factores, hubieran tenido un efecto más atenuado. Combinado con estos factores se generó una mini tormenta perfecta.

-¿Es una buena señal los cambios en el gabinete?

-Es una buena señal. Al ministro Dante Sica lo conozco porque trabajaba con nosotros en IDEA y conoce mucho de industria y es alguien que entiende mucho de la realidad del interior del país. Él dijo que le iba a dar más dinamismo a las políticas y más velocidad. Yo lo veo positivo.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

Para los empresarios, el semestre fue malo pero son optimistas para el resto del año

“Moderadamente peor o mucho peor”. Así ven en su mayoría los empresarios el desempeño del primer semestre de 2018, según la encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL, y a la que accedió ámbito.com.

El sondeo, que se realiza sobre 230 empresas, arrojó una percepción adversa del primer semestre y alejada de las expectativas que se observaron durante el último Coloquio de IDEA que se llevó a cabo en Mar del Plata.

Así, un 68% cree que la evaluación de la situación económica del semestre fue moderadamente “peor o mucho peor”. Sin embargo, el 51% cree que mejorará “mucho” o será “moderadamente mejor” para el resto de este año.

Mientras el propio presidente Mauricio Macri reconoció que el país atravesó una “tormenta”, con la turbulencia cambiara y la inflación que no encuentra frena, los empresarios parecen optimistas de que no habrá una profundización de la crisis, y creen que habrá una suerte de quiebre o punto de inflexión a partir del cual la situación mejorará.

• Expectativas sobre la economía nacional

Comparada con la medición de octubre, la Evaluación de la situación económica del semestre arroja que un 26% consideró que fue Mucho peor, y un 42% Moderadamente peor. En tanto, un 17% de los ejecutivos y ejecutivas consideraron que fue Igual. Un 12% señaló que su evaluación fue Moderadamente mejor, y un sólo un 3%, Mucho mejor.

Respecto de la Perspectiva de situación económica para el próximo semestre, un 52% de los encuestados consideró que será Moderadamente mejor (de este porcentaje, el 48% corresponde a Servicios, y un 54% a Industria), y sólo un 4%, Mucho mejor. En tanto, el 24% señaló que Igual.
Quienes opinaron que la situación actual es “Mucho mejor” señalaron entre sus considerandos: Acuerdo con el FMI; Reclasificación de Argentina como Mercado Emergente; Apertura internacional; Aumento del dólar; Sinceramiento económico; Transparencia; entre otros.

Los que, en cambio, optaron por considerar que la situación actual es “Mucho peor”, identificaron como causas: Elevadas tasas de interés; Inflación; Devaluación de la moneda; Baja del consumo; Caída del nivel de actividad; Crisis cambiaria; Sequía del campo; entre otros.

• Perspectivas para las empresas

Un 43% de las empresas relevadas consideraron que verán incrementos en las exportaciones, impulsadas en gran medida por las modificaciones en materia cambiaria.

Además, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones. Mayor suba en las empresas medianas (32% aumentará vs. 20% en las grandes).

Consultadas por el empleo, la mitad de las empresas consideró que no tendrán mayores cambios en ese factor. Un 19% espera incrementar su dotación.

Respecto de la tasa de capacidad de operación de las empresas, la industria es quien en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación. Sin embargo, durante el primer semestre el 38% de empresas relevadas operó entre el 50% al 70% de su capacidad; un 35% entre el 71% al 85%; el 27% de las empresas relevadas tuvo una tasa de operación de entre el 85% al 100%.

  • Factores de importancia para el crecimiento

    Los temas vitales para los empresarios son reforma impositiva (para la Industria), y salarios (para Servicios).

    En tanto, la baja de inflación es el tema preponderante para la competitividad.

    • Aciertos y desaciertos del Gobierno nacional

    Para ejecutivos, la comunicación sigue siendo la principal crítica al gobierno. Controlar el gasto público y la inflación en el corto plazo, junto a las inversiones en infraestructura en el mediano son las principales demandas de los empresarios al gobierno. “Moderadamente peor o mucho peor”. Así ven en su mayoría los empresarios el desempeño del primer semestre de 2018, según la encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL, y a la que accedióámbito.com.

El sondeo, que se realiza sobre 230 empresas, arrojó una percepción adversa del primer semestre y alejada de las expectativas que se observaron durante el último Coloquio de IDEA que se llevó a cabo en Mar del Plata.

Así, un 68% cree que la evaluación de la situación económica del semestre fue moderadamente “peor o mucho peor”. Sin embargo, el 51% cree que mejorará “mucho” o será “moderadamente mejor” para el resto de este año.

Mientras el propio presidente Mauricio Macri reconoció que el país atravesó una “tormenta”, con la turbulencia cambiara y la inflación que no encuentra frena, los empresarios parecen optimistas de que no habrá una profundización de la crisis, y creen que habrá una suerte de quiebre o punto de inflexión a partir del cual la situación mejorará.

  • Expectativas sobre la economía nacional

Comparada con la medición de octubre, la Evaluación de la situación económica del semestre arroja que un 26% consideró que fue Mucho peor, y un 42% Moderadamente peor. En tanto, un 17% de los ejecutivos y ejecutivas consideraron que fue Igual. Un 12% señaló que su evaluación fue Moderadamente mejor, y un sólo un 3%, Mucho mejor.

Respecto de la Perspectiva de situación económica para el próximo semestre, un 52% de los encuestados consideró que será Moderadamente mejor (de este porcentaje, el 48% corresponde a Servicios, y un 54% a Industria), y sólo un 4%, Mucho mejor. En tanto, el 24% señaló que Igual.

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Quienes opinaron que la situación actual es “Mucho mejor” señalaron entre sus considerandos: Acuerdo con el FMI; Reclasificación de Argentina como Mercado Emergente; Apertura internacional; Aumento del dólar; Sinceramiento económico; Transparencia; entre otros.

Los que, en cambio, optaron por considerar que la situación actual es “Mucho peor”, identificaron como causas: Elevadas tasas de interés; Inflación; Devaluación de la moneda; Baja del consumo; Caída del nivel de actividad; Crisis cambiaria; Sequía del campo; entre otros.

  • Perspectivas para las empresas

Un 43% de las empresas relevadas consideraron que verán incrementos en las exportaciones, impulsadas en gran medida por las modificaciones en materia cambiaria.

Además, una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones. Mayor suba en las empresas medianas (32% aumentará vs. 20% en las grandes).

Consultadas por el empleo, la mitad de las empresas consideró que no tendrán mayores cambios en ese factor. Un 19% espera incrementar su dotación.

Respecto de la tasa de capacidad de operación de las empresas, la industria es quien en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación. Sin embargo, durante el primer semestre el 38% de empresas relevadas operó entre el 50% al 70% de su capacidad; un 35% entre el 71% al 85%; el 27% de las empresas relevadas tuvo una tasa de operación de entre el 85% al 100%.

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  • Factores de importancia para el crecimiento

Los temas vitales para los empresarios son reforma impositiva (para la Industria), y salarios (para Servicios).

En tanto, la baja de inflación es el tema preponderante para la competitividad.

  • Aciertos y desaciertos del Gobierno nacional

Para ejecutivos, la comunicación sigue siendo la principal crítica al gobierno. Controlar el gasto público y la inflación en el corto plazo, junto a las inversiones en infraestructura en el mediano son las principales demandas de los empresarios al gobierno.

Publicado en Ámbito el 11/07/2018

Idea: por sinceramiento de variables, ejecutivos esperan mejoras el resto del año

Según los resultados de la última encuesta de expectativas de ejecutivos realizada en junio por la consultora D’Alessio Irol, la mayoría confía en que se producirá una mejora en el segundo semestre de este complicado 2018.

En medio de la tormenta financiera, no todas son pálidas para el Gobierno nacional.

Según los resultados de la última encuesta de expectativas de ejecutivos realizada en junio por la consultora D’Alessio Irol, la mayoría confía en que se producirá una mejora en el segundo semestre de este complicado 2018.

El relevamiento electrónico, que alcanzó a 230 directores y gerentes de compañías asociadas al Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (Idea), mostró una adversa percepción sobre lo ocurrido en los primeros seis meses del año, donde el 68 por ciento calificó ese período como peor o mucho peor respecto del semestre inmediato anterior.

Pero cuando se les pregunta por lo que viene, el 51 por ciento ve un escenario moderadamente mejor o mucho mejor, y la visión pesimista se reduce al 25 por ciento.

“Los aspectos de mayor impacto positivo están marcados por una apertura al mundo. La devaluación del peso muestra aspectos tanto negativos como positivos”, indicó el estudio en sus conclusiones. De todos modos, no se llega al optimismo que caracterizó a la etapa poselectoral del año pasado.

Una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, con una mayor suba en las empresas medianas, ya que el 32 por ciento aumentará, contra 20 por ciento de las grandes.

También un tercio de las compañías prevé subas en sus ventas. Las pequeñas están con mejores expectativas: en este segmento, 42 por ciento espera aumentos. La mitad de las firmas no prevé cambios en el empleo, y un 19 contempla tomar gente.

Para considerar que la situación es “mucho mejor”, los ejecutivos relevados destacaron el acceso al crédito del FMI a baja tasa y la calificación de Argentina como país emergente.

Advierten, asimismo, una mejora en el comercio exterior por la suba del dólar y el acceso a más mercados, y el sinceramiento de las variables económicas.

Otro costado del relevamiento es que una tercera parte de los encuestados espera mejoras en su rentabilidad. La industria es la que en mayor medida ha sentido el impacto de una disminución en su nivel de operación, comentó D’Alessio Irol. Los niveles de inversión están por encima del promedio de ocho años.

Entre las preocupaciones, aparecen las dificultades para bajar la inflación como una cuestión preponderante para la competitividad.

“Al Gobierno se le reconocen especialmente sus esfuerzos para lograr la apertura del país al mundo” y “surgen las menciones positivas por la obra pública”, agrega.

Pero estiman necesario, en el corto plazo, que se logren controlar el gasto público y la inflación. A esto se suma la necesidad de reforzar la confianza.

Publicado en La Voz del Interior el 11/07/2018

Optimismo cauteloso entre los empresarios

IDEA La tradicional encuesta muestra que el 1° semestre fue duro, pero que la situación no se agravará P3 Según la encuesta de IDEA, la primera mitad de 2018 estuvo muy lejos de las expectativas y, pese a la recesión, ejecutivos creen que la situación mejorará. Tras 1º semestre duro, empresarios mantienen un optimismo moderado

Corría el mes de octubre de 2017 y el Hotel Sheraton de Mar del Plata desbordaba de optimismo. Allí se celebraba el 53° Coloquio de IDEA (cita máxima del año para el Círculo Rojo) y la encuesta que realiza semestralmente Eduardo D´Alessio para la institución empresaria tocaba picos de optimismo récord. El contexto, una economía en recuperación y encuestas que marcaban que, solo unos días después, Esteban Bullrich se impondría sobre Cristina Kirchner en la estratégica provincia de Buenos Aires.

Hoy, varios meses después y `pasaron cosas` mediante, la situación cambió radicalmente. La única verdad, decía alguien, es la realidad, y esta no convalidó ese optimismo que, ciertamente, era muy verosímil: el Gobierno por el que la amplia mayoría de los empresarios había votado pudo superar un 2016 complejo, había puesto la economía a crecer nuevamente y estaba a punto de ganar las elecciones de medio término. `Fue una depresión posparto`, ironizó el economista José Siaba Serrate, ayer, en la presentación de los resultados de la última encuesta en la sede central de IDEA. Los datos fueron recopilados en la segunda quincena de junio.

Por eso, cuando D´Alessio puso a los hombres y mujeres de negocios a contrastar ese optimismo con la realidad observada, el balance ex post fue muy negativo: 68% de los más de 230 ejecutivos sondeados dicen que las cosas anduvieron peor que lo imaginado. ¿Los motivos? Diversos. Inflación y caída del peso; menos actividad y, en particular, consumo; tasas de interés altas y cadenas de pagos más estresadas y, también, errores en la política económica.

Hacia adelante, las perspectivas son (algo) más alentadoras, aunque ya no en las alturas de los picos de 2017: el 51% cree que las cosas andarán mejor (la mayoría dice `moderadamente` mejor); 24% cree que todo seguirá igual y 25% avizora un panorama peor. Según D´Alessio, esos guarismos sugieren, más que la creencia en una rápida reversión del ciclo bajista, una visión de que no se va a profundizar la crisis. Coincidió Siaba Serrate. Sin embargo, eso generó alguna sorpresa porque los efectos del sacudón cambiario recién se están empezando a sentir y todavía persiste la medicina amarga que se instrumentó para aplacarla, por caso, las tasas de interés en niveles absolutamente anormales. Quizás una explicación sea que las empresa sondeadas son relativamente grandes y suelen estar más `hedgeadas` antes el riesgo de la tasa (y las situaciones complejas en general). Algunos empresarios, dijo la encuesta, vieron el salto del dólar como una suerte de sinceramiento necesario.

Adonde más se siente el moderado optimismo futuro, lógicamente, es en las exportaciones. Con el nuevo dólar (casi $10 más alto que a comienzos de 2018), las empresas tienen mayores márgenes para colocar sus saldos en los mercados globales. En rigor, 43% de las empresas exportadores esperan aumentar sus ventas afuera.

Luego, las demás variables entregan resultados heterogéneos. Por ejemplo, la inversión: 47% dijo que la mantendrá, 19% que la aumentará moderadamente, 15% que reducirá en la misma cuantía. Registros similares se encontraron en ventas, empleo y rentabilidad.

Asimismo, subió más de 10 puntos porcentuales la cantidad de empresas que opera a una capacidad baja (entre 50% y 70%) y pasó de 27% a 38%. El 35% opera entre 71% y 85% y el 27% restante, arriba de 85%: allí lideran las de servicios en detrimento de las industriales.

La encuesta también sostiene que hay un pedido unánime del empresariado: reforma impositiva. La juzgan clave más de 39% de los sondeados. ¿No bastó la de 2017? Será difícil una reforma 2.0 en un contexto de ajusta fiscal. Salarios, tecnología y retención de talentos son otros de los temas importantes de los ejecutivos.

A nivel sistémico, los empresarios creen que la inflación es la gran batalla a futuro, junto a la reforma impositiva y la laboral (que el Gobierno decidió postergar y difícilmente vea la luz en el actual período presidencial).

¿Qué le recomiendan al Gobierno si estuvieran en su lugar? Bajar el gasto público, en primer lugar. Algo que siempre es más fácil decir que hacer y, a la vez, mejorar la comunicación, ya que esa es la principal falla que ven en Cambiemos.

Más allá de lo estrictamente económico, la Justicia y la educación básica aparecen como tema urgentes a mejorar.

Publicado en El Economista el 11/07/2018

Empresarios, optimistas, creen en recesión corta

ENCUESTA DEL INSTITUTO PARA EL DESARROLLO EMPRESARIAL DE LA ARGENTINA (IDEA)

El primer semestre no fue como esperaban. La crisis del tipo de cambio los sorprendió, pero ahora tienen un optimismo moderado para la segunda mitad del 2018. Confianza en el acuerdo con FMI. O La crisis del dólar que comenzó en abril de este año, y su antecedente inmediato, el cambio de las metas de inflación que anunció el Gobierno el 28 de diciembre, no entraba en las previsiones de nadie. Tampoco lo esperaban los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) quienes según muestra una encuesta realizada por la consultora D’Alessio Irol se equivocaron al proyectar el inicio del 2018. La consulta hecha entre 230 cuadros directivos de empresas socias de la entidad, revela que a fines del 2017 imaginaron un primer semestre entre `mejor` y `mucho mejor` que la segunda mitad del año pasado. Pero en realidad, transcurrido el período fueron vueltos a consultar y dijeron que resultó entre `peor` y `mucho peor`. En cifras, en una escala de 0 a 100 donde SO puntos significa que no hay cambios, pensaron que entre enero y junio de este año la situación iba a ser de7Spuntos, pero en realidad, fue de 31 puntos.

Ahora, el 4% de los consultados cree que el segundo semestre va a ser mejor; el 47% moderadamente mejor, el 24% cree que va seguir todo igual, el 18% cree que va a ser moderadamente peor y el 7% mucho peor. Según indica el informe de la consultora existe entre los empresarios de IDEA un `moderado optimismo`, tal vez, en la línea de las promesas hechas por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y su par de Producción, Dante Sica, de que este año va a terminar con la economía en crecimiento. `Los ejecutivos consultados sostienen una percepción adversa de la situación económica nacional del primer semestre. Sin embargo, confían en una mejora para el resto del año`, señala el informe entre sus conclusiones.

Los empresarios creen que la economía se encamina hacia una recesión corta. Lo inquietante de esta encuesta, que se lleva a cabo desde hace más de 20 años, es que la perspectiva de los consultados empieza a fallar en los períodos de crisis económicas. Mientras las cosas marchan más o menos bien, las evaluaciones sobre el semestre que vendrá y lo que ocurre después coinciden. Pero cuando hay es cenarios complejos parecen entrar a jugar los propios deseos de los participantes. Por ejemplo, durante todo el período que va desde la depresión económica del 2000, la salida traumática del 2001 y la recuperación posterior, las evaluaciones fueron todas equivocadas. Se pensaban escenarios mucho mejores de los que fueron en realidad. Hubo períodos de coincidencia entre 2004 y 2011, y luego se comenzaron a abrir nuevamente. En 2015 las proyecciones y las evaluaciones se volvieron a juntar, hasta ahora, cuando las divergencias fueron muy notorias, de 44 puntos.

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Los que son optimistas sobre el segundo semestre basan su perspectiva en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la declaración de la Argentina como mercado emergente, en la apertura internacional y en la devaluación que genera competitividad a las exportaciones. En cambio, los que son pesimistas fundamentan su estado en que no se logra controlar la inflación, en la devaluación, y la caída de la actividad, como los tres principales motivos.

Por caso, el informe señala que `las modificaciones cambiarías contribuyen a mejoras en las expectativas de exportaciones: 43% de las empresas que exportan consideran que verán incrementos en esta actividad`.

En cambio, se desmoronan las expectativas de ventas en el mercado interno: 34% creen que subirán entre mucho y moderadamente, 25% piensa que no habrá cambios, y 41% que caerán. El resultado entre respuestas positivas y negativas fue de -7, mientras que el año pasado había sido de+75. `Los ejecutivos sostienen una percepción adversa de la situación económica del primer semestre`.

Publicado en Ámbito el 11/07/2018

Para el 70% de las empresas la economía empeoró en el primer semestre

Los empresarios están inquietos por el rumbo de la economía y cada vez son menos los que se guardan las críticas para su fuero interno. A dos años y medio de la llegada de Mauricio Macri a Balcarce 50, los hombres de negocios hacen gestiones para que el gobierno salga a negociar con la oposición para evitar trabas y encaminar su proyecto político económico.

Como prueba más reciente de esa inquietud, el 68% de los 230 empresarios que respondieron a la última Encuesta de Ejecutivos que elabora la consultora D’Alessio Irol a pedido del Instituto para el Desarrollo Empresario (IDEA) consideró que en el primer semestre de 2018 la economía fue entre moderadamente mala y muy mala. A la par, un 17% consideró que la economía no cambió y sólo un 15% habló de un primer semestre entre moderadamente mejor y mucho mejor.

De todos los sectores de la economía, la industria fue el sector de la economía que más afectado salió en los primeros seis meses del año en curso. Pese a las críticas por el mal arranque del año, los consultados se manifestaron confiados en que la tendencia puede mejorar en la segunda parte. El 51% de los consultados prevé que la economía será entre moderadamente mejor y mucho mejor, contra un 25% que espera un final de año entre moderadamente peor y mucho peor.

Pese a que la percepción en general fue mala, los consultados destacaron como temas positivos al acuerdo con el FMI, a la calificación del país como mercado emergente, la apertura internacional, el “sinceramiento económico” y el aumento del dólar.

Entre lo negativo cuestionaron la inflación, la devaluación, la caída de la actividad, la baja del consumo, las elevadas tasas de interés, el déficit fiscal y la “crisis cambiaria”.

Aunque se mostraron optimistas a futuro, sólo una quinta parte de los empresarios consultados por D’Alessio Irol afirmó que invertirá más en el próximo año. De los ejecutivos que respondieron afirmativamente, un 32% pertenece mayoritariamente al segmento de la mediana empresa contra un 20% de representantes de empresas grandes.

Pese a esto, la consultora que elaboró el informe destacó que las inversiones están por encima del promedio de los últimos ocho años. En sintonía con el panorama de las inversiones, la expectativa respecto a las ventas también es moderada.

Según el informe privado, sólo un tercio prevé aumentos de los volúmenes en los próximos doce meses. El 42% de esa fracción correspondió al segmento de las pymes.

En esa línea, el empleo tendrá un año sin cambios para la mitad de los consultados. Sólo un 19% aseguró que prevé ampliar su dotación de personal en los próximos meses.

Los consultados destacaron la “apertura comercial” como uno de los puntos rescatables de la política económica de Cambiemos.

Y si bien plantearon una recuperación de expectativas sobre exportaciones, reconocieron que las posibilidades de que aumenten las inversiones y el empleo se reduce al mínimo de las empresas.

Consultados sobre los temas claves para recuperar el crecimiento, los hombres de negocios clasificaron primero a la reforma impositiva para la industria y a los salarios para las empresas del sector de los servicios. En tanto, la mayoría respondió que la baja de la inflación es crucial para aumentar la competitividad.

Finalmente, los empresarios lamentaron a la comunicación del gobierno como uno de los temas más controvertidos. Y afirmaron que las principales demandas de cara a futuro, además de la inflación, son el control del gasto público y las inversiones en infraestructura.

Publicado en Tiempo Argentino el 11/07/2018

Siete de cada diez empresarios dicen estar peor que en 2017, pero creen que el segundo semestre será mejor

Los datos surgen de una encuesta a 230 miembros de IDEA

Un buen arranque de año. Un segundo trimestre donde la economía retrocedió varios pasos. Y una proyección de que recién al final del último cuarto de 2018 se logren ver datos económicos encaminados otra vez hacia un terreno positivo. Esa es la hoja de ruta que varios analistas del sector privado e incluso de algunos integrantes de económico del Gobierno para lo que queda del año.

Pero una proporción importante del empresariado local parece incluso apostar a más: un 51% cree que el segundo semestre será “moderadamente mejor” o “mucho mejor” que el primero. Así se desprende de una encuesta de IDEA que la consultora D’Alessio IROL realizó en junio entre 230 ejecutivos y empresarios socios del instituto empresario.

La perspectiva se sostiene, entre otras cosas por un grado de recuperación en las exportaciones, inversiones y un sector industrial que espera mantener sus margenes de ganancia o ver un leve crecimiento.

El dato se contrasta con una evaluación de la primera mitad del año que es principalmente negativa, con un 68% opinando que la situación económica durante ese período fue moderadamente o mucho peor que el anterior. Las bases de esa visión negativa se resumieron en las cuestiones como la inflación; las tasas de interés y el acceso al crédito; y la política económica en cuestiones como la crisis cambiaria y la baja del déficit fiscal.

De cara a lo que viene, un 43% de los encuestados esperan que las exportaciones de sus empresas aumenten de forma moderada o significativamente durante el próximo año. El segmento más grande fue el 49% que considera que no verá un cambio en sus exportaciones a lo largo de los siguientes 12 meses.

 Para mejorar la competitividad, consignan los encuestados, es de primordial importancia mejorar en los frentes inflacionarios, impositivos y laborales

En el frente inversor, el grueso de los encuestados sostiene su visión actual o tiene perspectivas de mejora hacia futuro. A pesar del actual clima económico, un 47% no espera modificaciones en la inversión en su empresa, y otro 23% estima que la inversión crecerá moderada o significativamente.

Otro rubro donde la mayoría espera mantener su posición actual o crecer en alguna medida es la rentabilidad empresaria. Un 52% cree que durante los próximos doce meses la rentabilidad de sus empresas quedará igual o mejorará. De los que proyectan un crecimiento en rentabilidad, un 30% pertenecen a empresas industriales.

Lo más importante para tratar

Un aspecto que continúa en boca del sector privado es la competitividad de Argentina respecto del resto del mundo. En ese frente, temas como infraestructura y política de cambio no son los más importantes.

Los encuestados apuntan a lograr una baja de la inflación (64%), la reforma impositiva (59%), y la reforma laboral (47%), como los tres principales ejes sobre los cuales la competitividad argentina se tendrá que basar.

Publicado en Infobae el 11/07/2018

A los empresarios les preocupa la inflación y el equipo económico

La medición sobre las expectativas de los ejecutivos muestra que esperan una leve mejora antes de fin de año.

Hoy el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) difundió los resultados de la encuesta de expectativas empresariales que realizó durante junio. Según esta medición, la inflación volvió al tope de las preocupaciones de los ejecutivos.Con la devaluación del 55% en lo que va del año y las perspectivas de que el índice de precios trepe por encima del 30%, los empresarios creen que el empleo y la rentabilidad caerán en los próximos 12 meses.

Ante la pregunta acerca de cuáles son los principales factores para aumentar la competitividad del país, en una consulta que admitía respuestas múltiples, el 64% de los entrevistados mencionó “bajar la inflación”, un ítem que en la medición de octubre pasado había quedado en el segundo lugar con el 47%, desplazado por la reforma impositiva con el 74%. Esta vez, la necesidad de avanzar con los cambios tributarios quedó segunda con el 59%. En tercer lugar parece la reforma laboral con el 47%.

“La reforma impositiva parece ser la madre de todas las batallas”, dijo hoy en la presentación Eduardo D’Alessio, titular de la consultora D’Alessio Irol que llevó adelante la muestra. De la encuesta participaron de manera online 230 ejecutivos socios de IDEA.

De los temas relevados, el único que tiene una perspectiva más positiva hoy que la que tenía en octubre de 2017 -cuando se realizó la encuesta anterior- son las exportaciones. En esta medición el 35% opina que evolucionarán positivamente, mientras que en la anterior la visión favorable era del 19%.

En los otros temas relevados -inversión, empleo, rentabilidad y ventas- los números son peores hoy que hace nueve meses, cuando los ejecutivos  estaban influenciados por la ola amarilla de las elecciones legislativas que el Gobierno ganó con comodidad. Hoy solo el 19% considera que aumentará el empleo, contra 48% de la muestra anterior. En rentabilidad, los guarismos pasaron de 53% a 28% entre octubre y junio.

La pérdida más significativa vino del lado de los pronósticos en las ventas, que pasaron de una expectativa favorable del 75% a un baja del 7%.

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Al marcar los aciertos del Gobierno, los ejecutivos mencionan la apertura al mundo y la eliminación del cepo cambiario. La lista de los desaciertos está encabezada por “la comunicación” y el “equipo inadecuado”, en referencia al ala económica. Este ítem aparece por primera vez en la medición.

En la encuesta, los empresarios reflejan una percepción adversa acerca de la economía en el primer semestre -con 68% de menciones negativas-, con una recuperación leve de las expectativas en la segunda parte del año -51% de respuestas favorables-.

Pese al deterioro de las expectativas, los niveles de inversión como porcentaje de la facturación anual están en el 13%, por encima del promedio de los últimos ocho años, que había sido del 12%. El pico más alto de esta serie que arrancó en 2010 se había registrado el año pasado, con el 14%.

Según D’Alessio, está caída de la actividad se parece mucho a la que ocurrió en 2008/9 tras la pelea entre el kirchnerismo y el campo. Aunque remarcó que “en general no se está viendo una profundización de la crisis”.

“En este país nadie tiene más credibilidad que el dólar”, dijo el economista José Siaba Serrate al analizar el contexto económico y los resultados de la encuesta.

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La medición se hizo en la segunda y tercera semana de junio. “Estamos tomando un período con un variabilidad extrema y no podemos estar seguros de que haya tocado un final. Las probabilidades de que nos recuperemos para la próxima encuesta de octubre son relativamente bajas”. Como saldo positivo, Siaba Serrate remarcó que tras la corrida cambiaria, “el sistema financiero está intacto. El acuerdo con el FMI fue uno de los factores que contribuyó a que el sistema conservara los depósitos en pesos y en dólares”.

De aquí en adelante, el economista declaró que vendrán “dos o tres meses son una sensación térmica espantosa” acerca de la evolución de la actividad. “La reducción del gasto va a pasar por el consumo. Las tasas de interés reales van a tender a subir”.

Publicado en Clarín el 11/07/2018

El sector de servicios, la excepción en un panorama complicado

La devaluación le permitió bajar costos (salarios sobre todo) y ganar rentabilidad

El salto del tipo de cambio y sus posteriores consecuencias -aumento de la inflación, suba de las tasas de interés e incertidumbre financiera, entre otras- cambiaron los planes de las empresas, que en octubre pasado esperaban un panorama mejor para este año. Sin embargo, hay un sector en especial que parece haber sido inmune a las turbulencias.

“En los próximos seis meses vamos a contratar a 600 personas. A nivel local somos casi 9000 profesionales, y esperamos aumentar en mil esa cifra de acá a un año”, indicó Sergio Kaufman, secretario de IDEA y presidente de Accenture Argentina, empresa multinacional dedicada a la prestación de servicios en estrategia, consultoría, digital, tecnología y operaciones.

Al sector de los servicios, principalmente los basados en el conocimiento que operan con clientes en el exterior, la devaluación de la moneda le permitió bajar los costos (los salarios en dólares son más baratos) y aumentar la rentabilidad.

“El mercado local está superdinámico, hay muchas compañías que están esperando para hacer inversiones estructurales, como comprar un proyecto de transformación digital. Estos servicios siguen siendo muy interesantes. En nuestro caso, las expectativas de negocios no decrecieron, sino que aumentaron. Hay muchos proyectos que nos pidieron en las áreas de transformación en energía, industria pesada y sector financiero, que crecieron fuertemente y ahora están madurando. A todo esto se le suma la mayor competitividad que tiene el país con el tipo de cambio”, agregó.

En la encuesta de D’Alessio IROL, el 19% de los ejecutivos que creen que va a aumentar el empleo en su empresa pertenecen al sector de los servicios, según señaló Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora. Además, destacó que “los exportadores son los únicos que ven positiva la situación actual”.

Publicado en La Nación el 11/07/2018