Sólo un 16% de los argentinos espera que mejore el acceso a la vivienda

La clase media es más pesimista que nunca respecto a sus posibilidades de acceder a una vivienda propia. Así lo reveló una encuesta presentada ayer durante un congreso de desarrolladores de vivienda, en el que se reveló que las dificultades para acceder al crédito hipotecario y la relación entre el salario y el precio del metro cuadrado son las dos principales barreras de acceso al hogar propio.

Si bien el 61% de los argentinos de clase media tiene intenciones de adquirir una vivienda, el 73% percibe que en la actualidad ese objetivo es más difícil que hace veinte años atrás y sólo el 16% confía en que esa dificultad será menor en el futuro.

La encuesta realizada por D’Alessio IROL para la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrolladores Urbanos (AEV), se presentó ayer durante la exposición Batimat-Expovivienda que empezó el lunes pasado y continuará hasta el sábado próximo en la Rural.

Según la encuesta, las principales barreras de acceso a una vivienda son la dificultad de cumplir con los requisitos formarles para un crédito, la imposibilidad de utilizar el 30% del ingreso familiar en el pago de una cuota y el alto costo de las líneas crediticias disponibles.

Durante el evento, la AEV volvió a presentar su proyecto de un plan hipotecario basado en líneas de crédito ajustadas por el coeficiente de variación salarial (CVS) que, según la organización, permitiría que dos millones de familias de clase media puedan acceder al techo propio.

El presidente de la Asociación, Miguel Camps, se lamentó porque su sector no logra alcanzar el mercado de clase media. “Estamos construyendo para los que ya tienen, porque la clase media orienta su ingresos al consumo y sus salarios no alcanzan para pagar las cuotas de los créditos hipotecarios”, comentó.

Los desarrolladores habían presentado esta misma propuesta al Gobierno en septiembre del año pasado, pero si bien gozaron de cierta atención oficial, luego de la muerte de Néstor Kirchner la iniciativa perdió impulso.

El plan consiste en el lanzamiento de créditos ajustables por CVS, que reducirían el costo de la cuotas de los préstamos y el monto mínimo de ingresos familiares necesarios para acceder al préstamo.

El CVS que elabora el Indec creció un 23,7% en los últimos doce meses, como resultado de las subas salariales que acompañaron el proceso inflacionario.

La adopción de la propuesta obligaría a una modificación legal que elimine la prohibición que pesa sobre el mecanismo de indexación.

Gustavo Llambías, vicepresidente de AEV, estuvo a cargo de la presentación y ejemplificó que actualmente para acceder a un crédito hipotecario de $ 200.000 a 20 años, a tasa fija, la cuota es de $ 3.198 y los ingresos familiares deben ser de al menos $ 10.662. Con la modificación solicitada, la cuota para un crédito del mismo monto y plazo se reduciría de $ 1.306 mensuales y los ingresos de la familia podrían partir de los $ 4.353.

Fuente: D’Alessio IROL / Euromayor-AEV