En ocho de cada diez viviendas no hay matafuegos

Un estudio realizado por IRAM reveló además que se desconoce cómo usar correctamente los extintores.

A pesar de los trágicos hechos relacionados con el fuego que tuvieron lugar en los últimos tiempos, aún la toma de conciencia no llegó a la acción ya que en ocho de cada 10 hogares no hay matafuegos y estas viviendas se encuentran desprotegidas frente al inicio de un incendio de mínimas dimensiones, según reveló un reciente estudio sobre este tema.
Los datos corresponden a una investigación realizada para el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). Además, la mitad de los consultados afirmó no sentirse seguro en cuanto cuál sería el uso correcto de un extintor.
En los espacios laborales, la tenencia de extintores es una exigencia obligatoria establecida por las legislaciones legales vigentes en cantidad y tipo adecuadas al lugar.
En relación a las empresas, en la encuesta se encontró que la mayoría del personal (84 por ciento) tiene presente el lugar donde están emplazados los extintores.
Sin embargo, aún queda un trecho para la mejora: sólo la mitad de los trabajadores consultados recuerda haber recibido entrenamiento sobre cómo actuar frente a un incendio.
Más allá del hogar y el trabajo, hay otro lugar fundamental para proteger, como las escuelas. En este rubro, el estudio reveló que sólo dos de cada 10 padres consultados tienen la certeza de que en el colegio de sus hijos los han preparado en forma adecuada para este tipo de contingencias.
Especialistas en en estos temas consideran fundamental tomar un rol activo junto a la comunidad educativa e impulsar actividades de prevención. Al respecto, los expertos recomiendan para una vivienda de uso unifamiliar, tener instalado un extintor de cinco kilogramos del tipo polvo bajo presión “ABC”.
Si la vivienda tiene cochera, en la misma se debería disponer de un extintor de tres kilos y medido del tipo dióxido de carbono (CO2) “BC” o de cinco kilogramos del tipo polvo bajo presión “ABC”.
Además, sugieren que deben ubicarse en un lugar de fácil acceso y visible, cerca de las salidas, debidamente colgado a una altura de 1,30 m. del piso.
Es fundamental la revisión anual y se debe recargar después de todo uso, incluso cuando éste sea parcial. Con respecto a cómo utilizarlo, leer siempre las instrucciones de uso y generales indicadas en el extintor y en el folleto de uso que el fabricante habitualmente entrega.
Acercarse al fuego a una distancia segura: dos o tres metros permiten actuar al extintor.
Tener presente que al accionarse, la carga dura entre ocho y 12 segundos. Aún después de apagado el foco, no deje de observar el lugar para evitar riesgos de que se reinicie el fuego.
Los datos citados pertenecen a una encuesta online realizada para IRAM por D’Alessio IROL, que abarcó a 368 personas de todo el país, mayores de 18 años, entre el 25 y el 28 de julio pasado.
A pesar de que muchos de los encuestados no cuentan con extintores, reconocen la importancia de que los mismos estén debidamente controlados y certificados. De hecho, un 86 por ciento piensa que es “muy importante” que esto se efectúe.
En la Argentina, IRAM otorga su sello de calidad a empresas que cumplen estrictamente una serie de parámetros, basados en investigaciones realizadas por expertos. Las normas para la fabricación y recarga siguen los criterios internacionales en la materia.
Fuente: ME/LDC/OM