Utiliza ‘homebanking’ el 90% de los usuarios de internet

El 90 por ciento de los usuarios argentinos de Internet realizó al menos una compra online en el último año y el 86 por ciento operó por homebanking, pese a que casi la misma cantidad (89 por ciento) reconoce que la web encierra riesgos potenciales de seguridad, ante los cuales es necesario tomar precauciones, según reveló una encuesta privada.
A esas conclusiones arribó el ‘Estudio sobre Seguridad en Internet: la visión de los usuarios 2015’ que, realizado por la consultora D’Alessio IROL, y fue presentado ayer por CertiSur, compañía especializada en el suministro de soluciones para seguridad.
‘‘De los emergentes del estudio podríamos remarcar que todavía la gente percibe que hay riesgos cuando opera por Internet pero la mayoría considera también que es un medio seguro, si se tienen en cuenta estos riesgos y se trata de mitigarlos’’, dijo el director ejecutivo de CertiSur, Norberto Marinelli.
Y si bien casi 9 de cada 10 personas considera que hay riesgos en la red, sólo el 50 por ciento puede mencionar alguna experiencia negativa (propia o de algún conocido) con la web, tales como hackeo de la casilla de mail (30 por ciento), robo de claves o datos (20 por ciento), espionaje (14 por ciento), robo de identidad (13 por ciento) o venta de datos personales (11 por ciento) .

Las contraseñas nuestras de cada día

Para el e-mail, las redes sociales, el banco online… Cómo construir claves seguras y posibles de recordar. ¿123456? Hay mejores opciones

POR MARTINA RUA
Para la clave de Facebook, el nombre del hijo; para Twitter, la misma más el número uno; para la cuenta bancaria, el mismo nombre más el apellido con dos letras en mayúscula, y para el e-mail del trabajo, todo lo anterior, con dos símbolos al final. ¿El resultado? Todas las contraseñas mezcladas en la cabeza y la necesidad de resetear los claves casi a diario.
Los más de 20 millones de argentinos que utilizamos Internet a diario manejamos en promedio diez contraseñas por usuario, entre los servicios de uso personal y laboral. La mayoría, para poder recordarlas, recurre a las mismas (y obvias) fórmulas para muchos servicios, lo que deja a la información muy vulnerable a posibles hackeos o software
malicioso. De hecho, el masivo hackeo de 38 millones de cuentas que se hizo a usuarios de Adobe este año demostró que casi dos millones de usuarios utilizaban 123456 como contraseña y la segunda más usada era 123456789.
Para Armando Carratalá, gerente de IT de Certisur, muchos usuarios usan una misma contraseña para servicios que precisan alta seguridad, como el homebanking, y otros de media o baja importancia, como Facebook. “Es importante definir niveles de contraseñas para cosas de poca seguridad, como blogs o diarios, para seguridad media (correo personal o Facebook) y para seguridad alta (banco y tarjetas de crédito), y no mezclar entre ellas”, recomienda.
También hay muchos trucos y reglas mnemotécnicas
para armar contraseñas fuertes. Los especialistas convergen en algunos consejos básicos: que las claves siempre contengan una combinación de números, letras y símbolos; elegir algunas letras para poner en mayúscula, como por ejemplo, aquellas que están entre la M y la Z, u otra regla similar. Para los que se animan a algo un poco más complejo se pueden armar claves que estén compuestas por una cadena de caracteres especiales con números, letras y símbolos. “Por ejemplo, con la frase Compro una bicicleta con cinco años de uso, la clave podría ser Clbc5adu”, ejemplifica Gerardo Loureiro, director de Prevención de Fraude de Mercado Libre.
“También se pueden cambiar vocales por números, por ejemplo, la letra e por un 3, agregar algún signo de puntuación en un lugar fácil de recordar, como en el final. Básicamente, las contraseñas deben estar ligadas a palabras, signos y números que puedan recordarse, pero ser, por su diseño y estructura, difíciles de descifrar para un tercero”, define Carlos Aramburu, gerente de consumo de McAffe.
Casi 13 millones de argentinos ya utilizan Internet para operaciones bancarias, según una encuesta de Certisur y D’Alessio, y este número está en constante crecimiento. De ellos, el 47% paga servicios y el 44% efectúa compra y venta de bienes. Estos datos muestran la importancia de la seguridad en la información personal que viaja por la Web. Los accesos de máxima seguridad requieren cada vez más datos. Además del nombre de usuario y la clave, muchos bancos piden ahora un segundo paso, que es una identificación que puede variar entre una tarjeta de coordenadas -cuyos datos se cargan en el momento de transferir-, un token -por ejemplo el celular, que recibe una clave para autorizar la operación- o una segunda clave alfanumérica.
Damián Kalnins, especialista en seguridad de Softline Argentina, aporta los no rotundos a la hora de crear claves seguras: “Ño usar palabras que se encuentren en el diccionario ni patrones de teclado, como qwerty, números en secuencia (1234) o repetidos (1111)”, advierte. Según Kalnins no
se debe incluir nunca una contraseña en programas de mensajería, correo electrónico, ni otros dominios Web, además de no utilizar datos personales o que refieran a la vida cotidiana del usuario que son fácilmente descifrables.
Lograr contraseñas seguras no es complicado, lo difícil es recordar tanta información de tantos servicios distintos. “Una solución efectiva y que pocos usuarios usan son los gestores de contraseñas. Se trata de aplicaciones, en muchos casos gratuitas; allí se guardan encriptadas todas las claves. Así, recordando sólo una contraseña maestra, el resto está bien guardado”, explica Jerónimo Basaldúa, CEO de Base4 Security y organizador de EKO Party, uno de los principales eventos de seguridad que se celebra anualmente en Buenos Aires. Algunas de las aplicaciones más populares son KeepassPasswordSafe, EfficientPassword Manager, KasperskyPassword Manager y ClavesPC. Esto evita los eternos papelitos pegados al monitor o guardados en la billetera que son una opción demasiado vulnerable. Por ejemplo la empresa McAfee ya ofrece servicios de bóveda online de contraseñas a los que se accede a través de rasgos biométricos como reconocimiento de voz o facial.
Existe, además, la opción de agregar una capa adicional de seguridad que se llama Verificación de dos pasos que la mayoría de las empresas con servicios en nubes ya ofrecen. “A las personas que opten por esta verificación, se les solicita un segundo código, vinculado a un dispositivo móvil: es un número de seis dígitos que se envía por SMS. De este modo, para que un hacker pudiera actuar debería tener acceso a estas dos informaciones”, describe Martín Waserman, gerente de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales para Cono Sur en Google.
Según él, también es muy importante utilizar una contraseña distinta para cada servicio y configurar las opciones de recuperación de contraseña y mantenerlas actualizadas. Entre sistemas de seguridad online, trucos y reglas, ya no quedan excusas para no darle mayor seguridad a la creciente información que volcamos a diario en el mundo digital.
Datos biométricos, lo nuevo
Aunque la fecha de defunción de las contraseñas no está a la vista, ya existen nuevos métodos de protección y verificación de la autenticidad de cada usuario, ligados a datos biométricos como reconocimiento dactilar, de voz y de iris. Por ejemplo, Apple lanzó este año el iPhone 5S con una aplicación de huella digital con un sensor dactilar que según los analistas marcará una tendencia que se masificará a otros dispositivos. El lector está integrado en el botón de inicio, hecho de cristal de zafiro, y el anillo que rodea la tecla detecta cuándo hay un dedo sobre el sensor. El sistema de Apple es más seguro que escribir una contraseña, pero también genera cuestionamientos sobre la intimidad de las personas. Otras dispositivos como Lenovo ThinkPad portátil y el Motorola Atrix, también están experimentando con esta tecnología.
A su vez, las empresas comienzan a sustituir las tarjetas de seguridad de ingreso a los edificios con escáneres de iris o dispositivos RFID (Identificación por Radio Frecuencia). Sin embargo, dudas sobre su seguridad ante un posible hackeo y la falta de una mayor integración con servicios online, ha limitado en esta etapa incipiente un uso más extendido. Esto que asegura, al menos por unos años, la necesidad diaria de seguir recordando o gestionando todas nuestras contraseñas.

Home banking: El 70% de los argentinos hizo al menos una operación este año

Home banking El 70% de los argentinos hizo al menos una operación este año:
Los argentinos tienen cada vez menos miedo de realizar operaciones bancarias y transacciones comerciales por Internet. Según una encuesta de la consultora DAlessio Irol, el 80% realizó por lo menos una transacción online y el 69% operó por homebanking en los primeros siete meses de 2012. El relevamiento realizado mediante encuestas online y telefónicas muestra que las compra-ventas por Internet crecieron un 58% en seis años. En tanto, el llamado e-banking aumentó 60% en el mismo período.
Respecto de las transacciones, el 47% de los consultados compra online de manera regular y de esas compras, el 69% las paga con tarjeta de crédito (un 13% más que en 2010).
El informe preparado para la empresa de servicios Certisur también afirma que “desciende el miedo a efectuar operaciones bancarias online”.
Son los mayores de 25 años, de un nivel socioeconómico medio (74%) y medio alto (73%) quienes más utilizan e-banking. Y son las consultas (91%) y los pagos (81%) las funciones principales que utilizan los clientes bancarios en la web. En tanto, se mantiene el crecimiento de las transferencias (71%).
Como contrapartida, el 21% de los usuarios encuestados nunca operó online, básicamente por el temor a un hackeo de la tarjeta o al uso indebido de los datos personales. Ese miedo se fundamenta en que el 80% conoce algún caso de fraude en Internet.
“Si bien subsisten los temores, se puede observar una disminución de los mismos al comparar los resultados con los obtenidos hace sólo dos años atrás”, dice el informe. “Existe una mejor predisposición a confiar en la seguridad de la web”, agrega, ya que se registra una mayor predisposición a otorgar los datos personales y a reclamar ante posibles problemas con la transacción.
Los temores a operar online que disminuyen son a dejar los datos personales o las claves (56%), a operar online con tarjeta (53%), a que le roben el número de tarjeta (48%) y a no saber a quién hacer un reclamo (39%). En tanto, se sostiene el miedo a que no llegue el producto o el servicio (40%) o a que no se concrete la operación (25%), a que se vendan los datos personales (32%) y a no entender el sistema de compra (17%). Pero aumenta el temor a recibir un virus cibernético (80%).
Los bancos tienen una gran oportunidad para llevar a sus clientes a operar online, y reducir así sus costos operativos, ya que el 57% de la población argentina (23,7 millones de personas) es usuaria de Internet, el 90% se conecta diariamente y el 60% navega todos los días tres horas.
Y entre las operaciones más usadas por Internet, homebanking (63%), pago de servicios (49%) y compra-venta de cosas o contratación de servicios (47%) compiten en tiempo de conexión con las actividades informativas, de entretenimiento y comunicación de los usuarios.
Sin embargo, el informe asegura que la barrera al crecimiento del e-banking en Argentina “no es el temor a operar online, sino el techo en el que se encuentra el universo de bancarizados en Argentina”, que hoy es del 14% del producto bruto interno.
La encuesta se realizó en julio pasado a 3.700 individuos en Argentina, 2.800 usuarios de Internet y 3.370 bancarizados con acceso a la web, en un contexto de inseguridad (80% presenció o protagonizó un hecho de violencia en el último año), de deseo de consumo (76% usó el beneficio o descuento de algún banco y el 73% está endeudado en cuotas) y de subalfabetización (leen y escriben pero presentan dificultades para conceptualizar, lo que obliga a presentar instrucciones más simples en la web).

Crece la confianza en el e-banking y las compras online

Casi la mitad de los argentinos adquiere servicios en la web en forma regular. Mientras las operaciones bancarias en Internet aumentaron un 60% desde 2006.

Operaciones bancarias y compras online ganan terreno y se afirman en los usuarios argentinos, ocupando ya un lugar en la rutina diaria.

Casi la mitad de los argentinos compra online en forma regular: un 47 por ciento,  según el informe “Internet en Argentina 2012” de D’Alessio IROL .

La adquisición de productos y servicios, cada vez más usual en sitios exclusivos de compra y venta o de ofertas promocionales, se realiza en un 69 por ciento se paga mediante el uso de tarjetas de crédito.

El uso del plástico en la Web gana confianza, aumentando un 13 por ciento respecto de 2010.

La contra entrega es el segundo medio más usado con el 38 por ciento, le sigue el depósito bancario con 33, Tarjeta de débito con 11 y otras 9.

En general, el e-Banking, el pago de servicios y las compras online tienen niveles aceptables de seguridad, al lado de otras como el uso de fotos y chat, pero aún hay temores al respecto (ver Cada vez más argentinos se animan a hacer transacciones…).

Las encuestas de D’Alessio indican que el 21 por ciento de los usuarios argentinos nunca se animó a hacer la transacción por un posible hackeo de la tarjeta y el uso indebido de los datos personales.

El fundamento de este miedo es que el 80 por ciento afirma conocer un caso de algún fraude en Internet, ya sea propio o de un tercero.

El banco en casa. En los últimos seis años aumentó un 60 por ciento la cantidad de usuarios que se animaron a realizar operaciones bancarias por Internet, aunque la cifra se mantuvo en los últimos dos años en un 70 por ciento.

Según el estudio, la barrera de crecimiento de estas operaciones no es el temor a operar online, sino “el techo en el que se encuentran el universo de bancarizados en Argentina”. Los que más usan Home Banking en el país son los mayores de 25 años de nivel social económico medio y medio alto.

El e-Banking consiste en realizar operaciones bancarias en el sitio web de la entidad en la que el usuario tiene una cuenta, con la generación de un perfil y clave personal en el sitio.

Las consultas y los pagos son las funciones que más aprovechan los usuarios, en tanto crecen las transferencias bancarias.

La voz de los usuarios detrás del teclado

D’Alessio IROL realizó el estudio “Seguridad en Internet: la visión de los usuarios” para Certisur y, aunque las transacciones online crecieron notablemente en los últimos seis años, aún 8 de cada 10 usuarios están preocupados por el mal manejo de sus datos y la potencial invasión a la privacidad

Trescientos setenta usuarios de Internet fueron consultados por D’Alessio IROL para el estudio “Seguridad en Internet: la visión de los usuarios”, encargado por la compañía Certi-Sur dedicada a la gestión de sistemas y las soluciones de seguridad y almacenamiento de datos. Entre todos ellos, gran parte aún teme que, si bien se ha amigado con los sistemas de home banking, sus datos privados puedan ser mal manejados por alguna empresa o bien, sus claves personales o sus compras vía Internet no sean del todo seguras.
Lo bueno del caso es que, en los últimos seis años, aumentó aproximadamente un 50% la operación con los bancos por Internet, pero el estudio desarrollado para CertiSur revela que todavía el 28% de los internautas frecuentes no utilizan Home Banking porque lo consideran inseguro o con pocas medidas de seguridad.
“Lo primero que hay que tener en cuenta para evitar ataques informáticos más básicos es instalar los antivirus más desarrollados que se encuentren en el mercado, ya que están mejor preparados para detectar los nuevos virus, también es importante actualizar periódicamente el sistema operativo y las aplicaciones instaladas en la computadora”, explica Norberto Marinelli, CEO de CertiSur. En la vereda de enfrente, las empresas que poseen plataformas de transaccio nes online deben garantizar la seguridad de los datos de sus usuarios. Algunas formas sugeridas por CertiSur son “aplicar soluciones de autenticación robusta; autenticación de tokens (sistemas que generan claves de acceso aleatorias) de cualquier formato y proveedor; autenticación basada en riesgo integrada a la solución; e integración simplificada”.
Con usuarios que han incorporado a la web como eje coordinador de innumerables actividades (conectados a diario más de 6 horas), el estudio revela que 9 de cada 10 internautas participan en alguna red y 3 de cada 10 eligen este medio para informarse. En este punto, se abre una nueva ventana de marketing directo y contacto para los bancos hacia sus clientes.
En cuanto al comercio online, la percepción de seguridad ha mejorado (79% en 2012 frente a un 50% en 2006). Y las operaciones online bancarias escalaron del mismo modo (69% en 2012 frente a un 42% de 2006).
Entre las respuestas puntuales obtenidas respecto del HB, el 91% lo usa para realizar consultas; el 81% para pagos; el 71% realiza transferencias; el 39% para enterarse de promociones que ofrezca el banco; el 26% para ver mensajes de la entidad y el 12%
para compra-venta de dólares.
“Existe un reforzamiento positivo entre las medidas de seguridad que encuentran en los sitios de Home Banking y la tranquilidad que sienten cuando efectúan una experiencia concreta”, reza el estudio.
Los que aún le dicen que no al servicio, justifican su alejamiento por una cuestión de falta de seguridad en Internet en un 50%. Mientras tanto, el 45% dice que “no le gusta dejar sus datos personales ni claves en sitios web”; el 41% tiene miedo de que le roben el número de la tarjeta: el 22% teme que no se concreten sus operaciones; y otro 14% admite no entender claramente la operatoria.

UN ESTUDIO PRIVADO CONFIRMA EL FUERTE INCREMENTO DE LA BANCA ELECTRÓNICA

En seis años se duplicaron las operaciones por homebanking

El crecimiento de las operaciones de la banca online en 2006 versus las registradas en 2012 pasó de 43% a 69%. Pero aún el 28% de los internautas no usa e-banking porque lo considera inseguro

EL CRONISTA Buenos Aires

La inseguridad en la realidad cotidiana que acecha a los argentinos impulsó en los últimos años al uso de Internet como un ambiente más seguro para realizar algunas transacciones. En esta línea, la plataforma electrónica continúa manteniendo su función tradicional de comunicación, con una fuerte tendencia al entretenimiento, aunque se incrementó el uso de homebanking y el pago de servicios. Así lo revelan los datos obtenidos del Estudio sobre seguridad en Internet: la visión de los usuarios , que llevó adelante este año la consultora D Alessio IROL para la compañía informática argentina CertiSur.

Según el relevamiento, que abarcó a 3.700 individuos bancarizados en la Argentina con acceso a la red de redes, en seis años aumentó aproximadamente un 50% la operación con los bancos por Internet, aunque el estudio revela que todavía el 28% de los internautas no utilizan homebanking porque lo consideran inseguro o con pocas medidas de seguridad. Al igual que en el e-commerce, el crecimiento de las operaciones de la banca online en 2006 versus las registradas en 2012 es muy significativo, pasando de 43% a 69%. Mientras que las operaciones de consultas y pagos se mantienen constantes, la banca transaccional se mantiene en crecimiento. Según D Alessio IROL, los que más utilizan e-banking tienen el perfil de los bancarizados: mayores de 25 años de edad de nivel socio-económico medio y medio alto.

El marco del estudio se basa en que a fines del año 2011 había aproximadamente 23 millones de usuarios, el 55% de la población total de la Argentina. De acuerdo a la investigación, la percepción de seguridad en transacciones online ha mejorado desde el año 2006, pero una gran porción de los individuos lo sigue considerando inseguro. El informe revela que 8 de cada 10 usuarios tienen conocimientos certeros acerca de los problemas de seguridad que pueden enfrentar y que su principal preocupación es el mal manejo de sus datos personales por parte de las empresas. El problema más importante en la consideración general de los usuarios consultados por para realizar el estudio, fue la invasión de la privacidad, y los principales temores para no realizar compras online están referidos a la falta de seguridad que perciben de Internet en general y el miedo a dejar datos personales y claves personales. Lo primero que hay que tener en cuenta para evitar ataques informáticos más básicos es instalar los antivirus más desarrollados que se encuentren en el mercado, ya que están mejor preparados para detectar los nuevos virus, también es importante actualizar periódicamente el sistema operativo y las aplicaciones instaladas en la computadora , explicó Norberto Marinelli, CEO de CertiSur en la presentación del informe.

¿Cuáles son los mayores miedos de los internautas en general? Según el estudio, los virus encabezan el podio (78%), seguido por el temor al robo de identidad (55%), y el hurto de los datos de la tarjeta de crédito o las claves de accesos (60%). También destacaron que se observa un crecimiento significativo frente a espías/troyanos (50%) y frente al miedo de robo de contraseñas (55%).

Para D Alessio, el techo de la e-banca es el número de usuarios de bancos que no crece , y que cifró en alrededor del 40% de la población económicamente activa.