Eduardo D’Alessio: “Los empresarios no esperan turbulencias”

Encuesta de expectativas entre los empresarios que desarrolló IDEA, ¿como interpretarías el optimismo que renació entre los empresarios? 

-Esta encuesta no tiene nada que ver con la política, no hacemos preguntas políticas en IDEA por decisión filosófica, tiene 24 años, ha tenido ascensos y descensos en todos los gobiernos… Con esa tranquilidad de que no estamos en la veda, les digo que el año pasado para los empresarios fue un año frustrante, indudablemente tenían una esperanza puesta en una reactivación de la economía que nunca llegó. Y esto fue lo que vimos en octubre del año pasado en IDEA. Eran algo más optimistas para este semestre, y la realidad convalidó aproximadamente que este semestre fue un poco mejor de lo previsto. En los últimos meses ha habido algún repunte en las ventas de algunos sectores y que los empresarios creen que no va a haber movimientos fuertes de la divisa, del riesgo país, y la tasa de interés de acá a fin de año.

-Es alentador, ¿tocamos un piso ya?

-Exactamente. En cuanto a las variables macro, le preguntamos hasta octubre, para justamente no tener que predecir que me digan ‘depende de quien gane’… En cuanto a las variables macro, indudablemente no esperan turbulencias. Lo que sí sigue permaneciendo como un reclamo a este gobierno y al que venga son algunos factores: el número uno es la necesidad de una reforma tributaria: sin reforma tributaria solo podemos pensar en cosas de coyuntura. Con una carga impositiva que por lo menos 10/15 puntos a los países limítrofes, más allá de la agricultura, es muy difícil la exportación.

El empresario argentino, ¿ve la macro hoy igual que hace 15/20 años? 

-Es una tan excelente pregunta que no tengo la respuesta. Hay ciertas cosas que no cambian: los problemas sindicales, el problema del costo laboral, y el problema de la presión impositiva. Lo que se ha sumado es el problema inflacionario, que no lo teníamos hace 15 años, y su causal, visto desde el punto de vista de los empresarios, que es el incontenible déficit del sector público. Una de las cosas que se le critica al actual gobierno es no haber terminado con la inflación, con el déficit del sector público, no haber hecho la reforma laboral, no haber hecho la reforma impositiva.

¿Qué va a pasar si se cumple un déficit cero, y empieza haber un superávit? 

-Indudablemente cuando uno ve la proporción del gasto público que es gasto social, que no se puede bajar, cuando uno ve la carga impositiva, que no se puede aumentar.. Cuanto más sigamos aumentando, menos vamos a recaudar. Porque el premio a la evasión es tan alto que cada vez tienta a más gente. Uno dice ‘que crezca la economía’, pero tenemos que crecer a tasas chinas para poder equilibrar esto… Creo que es un delicado equilibrio entre gasto, consumo, ahorro, inversión… Hay que tomar todas las variables de la economía e ir creciendo lentamente. Pero esto no se puede solucionar en el corto plazo ni en el mediano.

-A menudo se dice que la estabilidad cambiaria es el factor esencial para medir el humor social general, ¿qué ocurre en el humor del empresario? 

-Es muy difícil generalizar. En el monitor que hacemos con Sergio Berensztein, que es de humor social, hace tres meses que viene subiendo la imagen de gestión que coincide exactamente con el estancamiento del dólar. Hay una correlación uno a uno. En el caso del empresario, el aumento de las ventas es la madre de todas las batallas: el humor depende de las ventas. Porque algunos le vienen bien el dólar barato, porque son exportadores  netos, y a otro le viene mal porque son más importadores. Pero a todos les viene bien aumentar las ventas, y esto es lo que se ha notado un poco en el último semestre, y esperan que suceda en el semestre próximo. También esto impactaría sobre la toma de la mano de obra. Esto no es la primera vez que lo decimos: tenemos un problema de desocupación estructural. Sobran jornarelos y faltan ingenieros. El 80% de las empresas tienen algún cargo sin cubrir o cubierto con personal que no es idóneo para ese cargo. Por otra parte, sabemos que hay porcentaje de gente que está absolutamente excluida del mercado laboral. Además, la tecnología va apuntando a eso. Hoy para despachar más hay que saber computación. Cada vez se ponen menos ladrillos y se ponen más materiales sintéticos, que requieren especialización de la mano de obra. El cambio de tecnología está llevando que en la medida que no hay capacitación, esta desocupación tiende más bien anquilosarse.

-¿Llegaste a medir en alguno de tus estudios acerca de la disposición de los empresarios para sentarse a una mesa para discutir estos temas? 

-Esto lo hemos visto en varias oportunidades midiendo en el coloquio de IDEA, la predisposición está. Me parece que todavía hay un largo organizativo para que esto se ponga en marcha. Si uno ve las mesas de diálogo, algunos dicen que por el petróleo, la minería, etcétera, está funcionando bien…

 

Entrevista radial en “Es Por Acá”, Radio Milenium el 4 de agosto de 2019

El que ahorra en el banco quiere dejar de sentirse un perdedor

Imaginen la peor decisión de ahorro que se pueda hacer. De acuerdo, así planteado las respuestas pueden ser muchas. Desde prender puchos con billetes o sumarse esperanzado a un esquema piramidal, por decir un par. Pero pongamos que la pregunta va orientada a las inversiones tradicionales, las que cualquier ahorrista promedio puede hacer y entender, sin buscar inventar la pólvora o intentar volverse Gordon Gekko de la noche a la mañana gracias a un curso online.

El youtuber financiero Ramiro Marra supo quizás resumirlo a través de las pintadas callejeras con las que se promociona o como eslogan de sus charlas públicas: `Si invertís en plazo fijo sos un boludo`.

El Banco Central supo darle la razón en algunas de sus publicaciones. No literalmente, claro, el lenguaje fue diferente. Pero, a nivel más conceptual, podríamos decir que si.

Fue en 2016, en tiempos también ya pasados en los que Federico Sturzenegger intentaba -sin éxito- frenar la inflación. En ese momento, la entidad publicó datos sobre el resultado histórico de ahorrar en plazo fijo, dólares y ladrillos.

No es que los argentinos ahorren solo en eso, según datos de D´Alessio Irol a marzo del año pasado algo menos del 60% de los argentinos con capacidad de ahorro atesoraba dólares, 45% colocaba ahorros a plazo fijo y 10% invertía en propiedades (este número competía con 13% en fondos comunes, 10% en bonos y 9% ciones). Pero el ejercicio no es mío.

Los númerosdel BCRA mostraban que el ahorrista que puso el equivalente a $ 100 en plazo fijo en 1980, y mantuvo esa inversión renovándola por 36 años, hubiera encontrado en 2016 el equivalente a $ 1,40 de aquél capital inicial. Esto es, luego de descontar la inflación, más de dos décadas de tasa hubieran permitido comprar lo mismo que 36 años antes se conseguía con $ 1,40.

Las otras dos alternativas rendían mejor en el ejercicio del Central. Pero tampoco tanto.

Si el ahorrista ochentoso en cuestión hubiera, en cambio, cambiado los mismo $ 100 por dólares en lugar de colocarlos a plazo en el banco, en 2016 la capacidad adquisitiva de ese ahorro hubiera caído al equivalente de $ 77 de 1980.

No es un gran resultado, de hecho esa colocación se desvalorizó, pero no vamos a negar acá que es mucho mejor que el plazo fijo. De hecho, 55 veces mejor, para ser exactos.

El ladrillo (difícil comprar algo con $ 100 en este mercado, en 1980 y hoy también, pero sigamos la lógica), en cambio, tuvo un -levísimo- rendimiento positivo. El ahorrista del siglo pasado tenía hace dos años el equivalente a $ 128 gracias a esa añeja inversión.

La explicación de esta pérdida en el poder adquisitivo no está en los saltos del dólar en las últimas tres décadas y fracción (si fuera así, atesorar divisas hubiera sido un negoción). Está, en realidad, en que las tasas que pagaron históricamente los plazos fijos estuvieron por debajo de lo que subieron los precios. Por debajo de la inflación. Lo que los economistas llaman `tasas reales positivas`. Con datos menos antiguos que los del BCRA que el economista Federico Muñoz le cedió a este diario, llegan hasta 2013, podemos ver lo raro que es lo contrario. Lo raro que es encontrar `tasas reales positivas`, es decir, que rindan más de lo que daña al valor de los ahorros la inflación.

La tasa real positiva es una obsesión de los economistas, en especial los halcones anti inflación. Dicen que, sostenidas en el tiempo, pueden hacer que un país tenga una moneda estable. Pero no estamos hablando de eso acá.

En los últimos 198 meses, dado que alrededor del 80% de los depósitos a plazo se colocan a menos de 44 días tomo como unidad el mes, la tasa promedio de plazos fijos le ganó a la inflación sólo en 40 ocasiones. La llegada de Cambiemos al poder no cambió tanto eso: de 43 meses, los plazos fijos sólo ganaron en 14 oportunidades.

La novedad desde que en octubre del año pasado el BCRA y el FMI adoptaron un duro esquema de agregados monetarios -al que no vamos a evaluar acá- 7 de 9 meses la tasa promedio de plazo fijo le ganó a la inflación.

Poco comparado con, por ejemplo, Brasil, donde las tasas perdieron contra los precios brevemente en 2013. Y nunca más (la caderneta de poupan^a, un depósito de ahorro popular, garantiza tasas reales positivas a los brasileños).

Pero con suerte los primeros pasos para que el que invierta en plazo fijo pueda, quizás no fanfarronear el trade perfecto, pero al menos no sentirse un boludo.. Desde 2003, la tasa promedio de plazo Jijo le ganó 40 veces a la inflación, de un total de 198 meses Atesorar dólares entre 1980 y 2016 rindió más que el plazo fijo, pero menos que la inflación del período.

 

Publicado por El Cronista el 16/07/19.

¿Tenés deudas con tu tarjeta? Enteráte qué podés hacer

Según un sondeo de D’Alessio Irol dado a conocer en junio, el 77% de la clase media está endeudada y el 38% destina el 40% de sus ingresos familiares para cancelarla. Los consejos de ADECUA.

Un 58% de los argentinos tiene deudas con la tarjeta de crédito, un 12% con tarjeta no bancarias, un 31% en préstamos bancarios, un 8% le debe a una concesionaria de autos o terminal, un 7% a cadenas de comercio, un 6% a otras entidades financieras y un 6% tiene deudas con el supermercado, según un sondeo realizado por la consultora D’Alessio Irol.

“A lo largo de un año una deuda de 20.000 pasan a ser entre 50.000 y 60.000, según la tarjeta y el banco emisor”, señaló Pablo Wende en Buen Miércoles.

Sólo 4 de cada 10 argentinos que están endeudados pagando cuotas, destinan menos del 20% a esas deudas. Un 38% destina el 40% de sus ingresos familiares a pagar deudas. La mitad espera poder saldar sus deudas antes de fin de año, pero la otra mitad asegura que necesita por lo menos tres años más para cumplir el sueño de no tener deudas.

“Las cuotas son un arma de doble filo”, sentenció Wende.

El año pasado, el 47% estaba conforme con los préstamos que había pedido, hoy la misma valoración bajó a la mitad; apenas el 24% no reniega. Los tres aspectos principales que tienen en cuenta a la hora de tomar un crédito para un auto o vivienda es el nivel de inflación (42%), el monto final con intereses (35%) y poder pagar la cuota (32%).

Por su parte, el abogado de ADECUA, Osvaldo Riopedre, denuncia el acoso de los acreedores.

 

Publicado por Telefé Noticias el 10/07/19.

Los argentinos, cada vez más endeudados

Crece la falta de pago y se acentúa la crisis en la economía de la mayoría de los ciudadanos. Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito es el motivo más común para el endeudamiento.

Las cuentas no cierran y hay alarma en bancos y consumidores. Las cuentas no cierran y hay alarma en bancos y consumidores.

“El mes es demasiado largo, o tu sueldo demasiado corto”, reza una publicidad de un banco que te ofrece adelantar parte de tu próximo salario. Es apenas una imagen más de una realidad que no cambia: la economía de los argentinos está en crisis. En ese marco, algunas operaciones que eran habituales para miles de personas se convirtieron en un verdadero desafío financiero. Soluciones como pagar el mínimo de la tarjeta de crédito o llegar a cambiar el auto con los planes de ahorro son en la actualidad un dolor de cabeza de difícil solución.

Desde septiembre del año pasado,cuando la crisis que comenzó a mitad de 2018 llegó a los bolsillos de los argentinos, la morosidad bancaria fue en aumento a un ritmo sostenido y significativo. Informes recientes destacan que, durante el mes de marzo, el aumento fue de 0,2%, una cifra considerable para las entidades bancarias.

El índice nacional se ubica en torno del 4%, aunque eso se agrava si se dejan de lado los aspectos empresariales y, al concentrarse en las familias, trepa al 4,5%. Se podría argumentar que es un dato bajo, pero la mayor alarma se verifica al comprobar que desde 2015 hasta mediados del año pasado, pese a las complicaciones económicas, la tasa de morosidad se mantuvo practicamente igual: 1,9%.

En menos de doce meses se duplicó, y los especialistas consideran que podría seguir subiendo al menos unos meses más. De esta manera, Argentina se ubica tercera en el ránking de países con mayor morosidad de la región, detrás de Colombia y Uruguay.

“La gente está muy complicada con ese tema. Tenemos mucha gente que nos llama para ver cómo pueden refinanciar o ver qué se puede hacer”, le dijo a Crónica Sandra González de la Asociación de Defensa de Consumidores y Usuarios de Argentina (Adecua). Un estudio de la consultora D´Alessio Irol lo puso en cifras. Un 77% de la clase media está endeudada. Un 58% tiene deudas con la tarjeta de crédito. El dato más alarmante es que un 37% de los argentinos paga sólo el mínimo.

Distintos informes señalan que, por el constante aumento de las tasas de interés, pagar el mínimo de la tarjeta de crédito es una bola de nieve que crece con rapidez inédita. Tanto, que muchos bancos subieron en estos meses el porcentaje de pago mínimo, buscando reducir la deuda que generan mes a mes sus usuarios. Para evitar que lleguen al punto de un monto impagable, directamente achican lo que van a deberles.

Cabe destacar que para que un deudor sea considerado moroso no debería pagar el mínimo de la tarjeta y recién se considera en situación irregular a los 30 días del incumplimiento.

El viajar no es un placer

Si pagar las tarjetas de crédito o las deudas personales se hizo difícil, hacer frente a un plan de autoahorro, cuyas cuotas subieron en torno del 130% en un año, es directamente imposible. De hecho, uno de los objetivos de los descuentos anunciados el mes pasado por el gobierno nacional apuntó a movilizar un sector de fuerte generación de empleo en distintos puntos del país, que estaba paralizado y con un stock considerable. Los planes dejaron de pagarse, y nadie los quería comprar.

Hubo denuncias en distintas provincias del país, y se llegó incluso a presentar un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación para fijar un sistema claro de cómo se moverán los valores. El proyecto propone una regulación para la etapa precontractual y contractual destinada a acentuar la obligación de información relativa a un aspecto que es constante motivo de reclamo por parte de los adherentes y consumidores: la forma de determinación del denominado “valor móvil” y su incidencia en el monto final de las cuotas futuras a pagar por el adherente.

 

Publicado por Crónica el 09/07/19.

El sector más pudiente del país ya se refugia en las segundas marcas de alimentos y bebidas

Un relevamiento expuso que los sectores de clase media alta producto de sus ingresos también vio afectados sus hábitos de consumo producto de la crisis y la inflación. En los últimos nueve meses, nueve de cada diez hogares argentinos cambió la compra de productos de primera línea por otras alternativas de menor precio.

El cuarto año de mandato de Mauricio Macri expone la gravedad de la crisis económica que atraviesa el país y el brutal aumento de los precios producto de la incesante inflación. Un relevamiento expuso que los sectores de clase media alta y clase alta cambiaron sus hábitos de consumo para saltar a las segundas marcas, en especial en el rubro de bebidas y alimentos.

“El 89% de la clase media alta es el que más optó por marcas de menor precio, mientras que tanto clase media y baja, fue del 83%. Se debe a que los niveles más bajos, abandonaron mucho antes las primeras marcas. Es la primera vez que la diferencia es de 6 puntos más que en las clases más bajas”, explicó Nora DAlessio, vicepresidente de DAlessio Irol al portal BAE Negocios.

La investigación realizada por la consultora D´Alessio Irol y Berensztein en toda la Argentina muestra que el 83% de los habitantes del país abandonaron las primeras marcas para refugiarse en segundas marcas y etiquetas propias. El estudio indica que “9 de cada 10 argentinos bajaron el consumo de alimentos y bebidas”.

En promedio, todas las clases sociales bajaron el consumo de trece productos entre alimentos y bebidas. Los argentinos empezaron a comer más arroz en los últimos nueve meses, el consumo creció un 43%, pero sin diferencias en cuanto a nivel socioeconómico.

El producto más reemplazado fueron las gaseosas, un 72% ya no las consume como sucedía antes y se puede observar en todos los niveles sociales. El 74% de las clases más bajas la dejaron, el 73% de la clase media alta modificó el consumo y los sectores medios bajos lo hicieron en un 71%

En cuanto a los alimentos el producto que menos se consume es la carne, el 72% del sector más pudiente del país ya no logra consumirla mientras que en el segmento de bebidas alcohólicas el consumo de cerveza cayó un 66% y el de los vinos un 64.

La situación se extiende a otras categorías como las de artículos de limpieza donde el 66% de los consultados disminuyo la compra. Si el tema es perfumería e higiene personal, el 70% modificó su consumo y el 63% lo disminuyó. Sólo el 35% de los niveles más altos no modificó sus hábitos, el 32 de la clase media pudo mantener sus costumbres de higiene y perfumería sin cambiar nada, mientras que en la clase media baja, sólo un 22% pudo resistir.

Por último, casi el 50% de los argentinos modificó el uso de remedios. El 40% de los niveles más altos cambió el consumo, el 45% de la clase media y el 60% de la clase baja ya no puede comprar más remedios como lo hacía antes.

 

Publicado por Política Argentina el 19/06/19.

Un dato que alarma: 37% de los argentinos paga sólo el mínimo de la tarjeta de crédito

La crítica situación económica del país logró que un 49% se encuentre bastante frustrado porque no puede concretar proyectos que requieran de dinero. Un 77% de la clase media está endeudada. Un 58% tiene deudas con la tarjeta de crédito. El dato más alarmante es que un 37% de los argentinos paga sólo el mínimo y agrega que es “para quedarse tranquilos”.

Nora DAlessio, vicepresidenta de DAlessio Irol, quien realizó el estudio señala que “no pagar el total de la deuda de la tarjeta es la puerta para el espiral del endeudamiento”. Los encuestados confiesan que toman préstamos, o sea se endeudan más, para poder cancelar la tarjeta.

Un 12% está endeudado en tarjeta no bancarias, un 31% en préstamos bancarios, un 8% le debe a una concesionaria de autos o terminal, un 7% a cadenas de comercio, un 6% a otras entidades financieras y un 6% tiene deudas con el supermercado. “Las cuotas de la tarjeta de crédito son el principal “rubro” de sus deudas.

Sólo 4 de cada 10 argentinos que están endeudados pagando cuotas, destinan menos del 20% a esas deudas. Un 38% destina el 40% de sus ingresos familiares a pagar deudas. La mitad espera poder saldar sus deudas antes de fin de año, pero la otra mitad asegura que necesita por lo menos tres años más para cumplir el sueño de no tener deudas.

El año pasado, el 47% estaba conforme con los préstamos que había pedido, hoy la misma valoración bajó a la mitad; apenas el 24% no reniega. Los tres aspectos principales que tienen en cuenta a la hora de tomar un crédito para un auto o vivienda es el nivel de inflación (42%), el monto final con intereses (35%) y poder pagar la cuota (32%).

 

Publicado por BAE el 19/06/19.

D’Alessio IROL Créditos: la necesidad siempre está vigente

Más allá de la crítica a la situación económica del país, la mitad de los argentinos tiene algún proyecto al que destinarían una parte de sus ingresos. La mayor parte preferiría pagarlos en efectivo; ya conocen el efecto espiral del endeudamiento cuando solo llegan a pagar el mínimo, pero la tarjeta continua siendo una aliada necesaria.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

  • Los proyectos que implican dinero existen, pero se encuentra una brecha entre el deseo (79%) y su posibilidad de lograrlo (49%).
  • El deseo es muy grande (79%), pero solo la mitad cree poder satisfacerlo. Y, de esta relación surge un alto nivel de frustración.
  • La incertidumbre económica está presente a la hora de tomar decisiones de compra. A esto se agrega la inflación con su impacto en las altas tasas y, el grado de endeudamiento de la familia.}
  • 77% prefiere manejarse con efectivo para auto-limitarse en las compras “me evita tentarme”, y para evitar la recarga de intereses que afectan el presupuesto familiar.
  • La expectativa es independizarse de las cuotas. La realidad: que tiene el público es la necesidad de manejarse con dinero plástico para poder comprar. Lo prefieren antes que utilizar crédito bancario / financiero.
  • Cuando contratan un préstamo verifican, hoy además del “puedo pagar –o no- la cuota”, conocer el monto final con intereses y la tasa a la que se calcula.

Publicado por La 5ta Pata el 18/06/19.

Espiral inflacionaria y gran incertidumbre económica preocupan a los empresarios

La situación económica y las elecciones aceleraron el titubeo en el mundo empresarial, según una nota publicada por el portal ambito.com. Entre las principales preocupaciones de los industriales argentinos figuran la inflación, incertidumbre económica, la inseguridad, la falta de propuestas para el crecimiento económico y la corrupción.

Reunidos en un seminario de finanzas celebrado en el Centro de Convenciones Buenos Aires, hombres y mujeres de negocios recibieron reportes estadísticos sobre los candidatos y el rumbo de la economía, al tiempo que expresaron sus actuales preocupaciones.

Según las últimas mediciones que presentó la socióloga Nora D’Alessio en el foro, en la última semana de mayo el balance del optimismo para el año que viene sigue en baja. El 38% cree que en 2019 la situación económica será mejor. El incipiente panorama optimista se completa con otro dato novedoso: después de 17 meses el deseo de tener proyectos que implican gastos subió del 45% al 49%, mientras que los planes de inversiones bajaron del 53 al 51 por ciento.

A la hora de indagar en las principales preocupaciones de los empresarios, la consultora aseguró que la inflación sigue a tope. El año pasado el principal problema era la inseguridad, pero ese rubro bajó al tercer lugar y en la segunda ubicación se instaló la “incertidumbre” por el contexto económico. La corrupción quedó en quinta posición. Esa “incertidumbre” se traduce en los altos niveles de endeudamiento.

“Los que pagan cuotas con tarjetas de crédito desean pagar en el primer vencimiento, pero cuatro de cada diez ya no pueden”, descubrió la especialista en opinión pública. En rigor, un 77% dijo que no paga en fecha cuando un año atrás eran el 68%. Hoy las cuotas reducen un tercio de los ingresos familiares y por definición, es el inicio de un espiral del endeudamiento, porque muchos argentinos piden un crédito para refinanciar las deudas de tarjetas.

Escenario

En este marco, los empresarios se hicieron escuchar. Daniel Herrero, CEO de Toyota Argentina, consideró que para desarrollar cualquier proyecto se necesita previsibilidad.

“La lluvia y los impuestos son inevitables, pero entendemos que tienen que ser razonables para ir al mundo a competir. Y tener un horizonte de largo plazo que nos permita hacer inversiones. En cualquier negocio cuando uno inmoviliza plata en un país lo hace para los próximos 10 o 20 años. Necesitamos ese horizonte que permita pelear con las mismas armas y ser competitivos”, señaló.
Federico Tomasevich, de Puente, lamentó que en estas condiciones no pueda haber un mercado de capitales fortalecido.

“Subió la deuda y bajó el producto bruto interno, con desastrosas para el país. El Gobierno que venga tiene un desafío relevante. Las cosas se pueden resolver en la medida en que prime la cordura y la razonabilidad”, planteó. Mientras que Juan Elías Pérez Bey, del grupo GNP Impuestos, recomendó “crecer en red para generar un mejor ecosistema financiero y de negocios”.

Ezequiel Mirazon, socio de PwC, aseguró que el desafío por delante es “lograr consensos que permitan tener una base fundacional para que la Argentina pueda crecer de manera sostenible en los próximos años”.

El economista y contador público Jorge Saumell, recientemente asumido como presidente del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, el cual organizó el foro, aseguró que “más allá del 10 de diciembre, cualquier Gobierno nacional deberá afrontar las reformas pendientes”.

Lo electoral

El sondeo de D’Alessio IROL reveló que el 82% de los encuestados cree que la Argentina todavía no está preparada para salir de la grieta. “De todas maneras, hay un 10% de personas que quieren ver cómo salir y eso se va a empezar a ver”, remarcó la referida analista.

En el mismo encuentro empresario, Eduardo Fidanza, director de Poliarquía, consideró que se marcha a una elección sin internas y con sorpresas. “Las Paso no funcionan. Los partidos no aprovechan esa instancia para definir candidato. El 11 de agosto tendrá las características de la primera vuelta y el 27 de octubre un ballotaje”, definió desde el panel. “Esta es elección que encierra más incógnitas de los últimos 35 años de democracia”, subrayó. Entre los empresarios presentes en el citado foro, sobrevoló la idea de un “posible adelantamiento de los comicios generales argentinos con la finalidad de terminar con la incertidumbre electoral”.

“La mayoría de la gente está deprimida y probablemente voten por cuestiones económicas. Lo cierto es que al día de hoy cuatro de cada diez votantes no tienen decidida su elección y dos de diez suponen que se definirán recién en los últimos días previos a concurrir a las urnas, aseguró Fidanza.

 

Publicado por El Territorio el 15/06/2019

Se realizará el Congreso de ejecutivos de Finanzas

El 36° Congreso Anual a el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (lAEF) se realizará este jueves bajo el lema “De la transición hacia un país con desarrollo sostenible”.

La jornada -que comenzará a las 8.30 y se extenderá hasta las 18- se desarrollará en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, en avenida Figueroa Alcorta 2099. Allí, expositores del sector público y privado brindarán sus disertaciones sobre economía y política.

Entre los disertantes se destacan los analistas políticos Jorge Castro y Claudio Pantini; los CEO de Toyota Argentina, Daniel Herrero y de Telecom Argentina, Carlos Moltini: la vicepresidente de la consultora D´Alessio Irol, Nora D´Alessio; el director de Poliarquia, Eduardo Fidanza; y la secretaria de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.

La ceremonia de apertura estará a cargo de Joige Saumell, presidente del lAEF, y el cierre del encuentro, a las 18, correrá por cuenta del presidente del Banco Central, Guido Sandleris.

 

Publicado por El Litoral el 10/06/2019

Encuesta Felaban / Dalessio IROL

El “missing middle” y los Bancos

Compartimos los datos de un interesante trabajo regional realizado para Fomin / BID. Aquí, el concepto del “Missing Middle” explica cómo en los países en vías de desarrollo existe una gran cantidad de microempresas en un extremo y algunas grandes en el otro, pero en el medio operan muy pocas bajo la categoría PyME, por lo que su contrunución a la economía nacional no es tan significante.

Los invitamos a descargar el informe desde aquí:  Informe Missing Middle Felaban