Casi 8 de cada 10 empresarios esperan mejoras en la economía

Es el resultado más optimista de los 20 años que viene haciéndose el sondeo. El 57% prevé aumentar inversiones. MAR DEL PLATA. ENVIADO ESPECIAL

Casi ocho de cada diez empresarios esperan una mejora de la situación económica en 2017, tanto en su propia compañía como a nivel país, según la encuesta de Expectativas de Ejecutivos de IDEA, que fue presentada en Mar del Plata. “Hay un consenso importante de que lo peor ya quedó atrás, es la primera vez en 20 años que hacemos este relevamiento que vemos este nivel de optimismo”, dijo Eduardo D´Alessio, a cargo del trabajo.

“Venimos de un primer semestre muy duro y aun así, un 65% de los encuestados nos respondieron que el desempeño de los últimos seis meses superaron positivamente sus expectativas. Y para los próximos seis meses, un 78% de los encuestados dicen que la situación será mucho mejor o moderadamente mejor”, agregó D´Alessio. La encuesta se hizo entre 193 asociados a IDEA.

En cuanto a los planes de cada uno de los encuestados, más del 90% espera un incremento de sus La cifra 45 Por ciento De los encuestados aseguró que aumentará moderada o significativamente su dotación de personal. ventas: 67% dijo que aumentarán “moderadamente” y otro 13% que lo hará “significativamente”. En materia de inversión, también fueron mayoría (esta vez no tanto) quienes respondieron que habrá más desembolsos en 2017: un 44% respondió que aumentará “moderadamente” y un 13% que lo hará ” significativamente”.

En materia de empleo, un 39% dijo que espera aumentar moderadamente su dotación y un 6% que lo hará “significativamente”. Casi la mitad (46%) respondió que no hará cambios y muy pocos respondieron que despedirán gente, un 9% del total de encuestados.

A la hora de evaluar aciertos y errores del Gobierno, los empresarios priorizaron la eliminación del cepo cambiario (55%), una mayor apertura económica y política al mundo (33%), mayor diálogo (28%), transparencia (20%) y el arreglo con los holdouts (20%), entre otros. “Lo interesante es que estas no son respuestas inducidas para marcar o no con una cruz, sino que eran espacios en blanco donde los encuestados escribían lo que les parecía”, agregó DAlessio.

La columna “desaciertos”, menos nutrida, es sin embargo elocuente: un 58% coincidió en señalar no a los tarifazos energéticos sino a su instrumentación. También hubo un castigo a la política de comunicación del Gobierno (54%) y a lo que denominan “prueba y error” (28%). Los otros dos ítems señalados como desaciertos fueron el nivel de inflación (20%) y el poco avance en materia de seguridad (8%). Justamente inseguridad (74%) e inflación (18%) son los temas que más preocupan a los ejecutivos en su vida cotidiana. Luego, están la educación y la Justicia.

“Lo que estamos observando en la encuesta es que hay una importante expectativa de más medidas de política económica”, agregó Luis Secco, economista y también funcionario del Banco Nación. “Una vez hechas las primeras reformas importantes, esperan que las cosas no queden como están, sino más medidas concretas en materia de impuestos, por ejemplo”.

Entre el 22% que planteó que la situación será peor o mucho peor durante 2017, las explicaciones se basaron en una retracción del consumo, la competencia que representa la apertura a las importaciones, la inflación, la suba de tarifas, el déficit fiscal y los despidos.

Encuesta de IDEA: el 57% de los empresarios dice que aumentará sus inversiones

El relevamiento de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para el coloquio, reflejó optimismo; la inseguridad y la inflación, las preocupaciones más comunes

Optimismo. Así se pueden resumir las expectativas de los empresarios que participan en el Coloquio de IDEA. Según la encuesta Expectativas de Ejecutivos, realizada por D’Alessio IROL, un 57% aumentará sus inversiones, y, al hacer un balance del último semestre, un 65% considera que la economía superó las expectativas.

El relevamiento reflejó los resultados más positivos en los últimos quince años. Los números así lo indican: ocho de cada diez empresarios espera que la situación se incluso mejor para el incio de 2017 y un 45% de los consultados espera incorporar mano de obra en los próximos 12 meses.

Según el informe, los empresarios encuentran en el Gobierno mayor cantidad de aciertos que desaciertos. En ese sentido se precisó que “los aciertos tienden a ser estructurales y los desaciertos instrumentales”.

Pico de optimismo empresarial en IDEA

La encuesta del Coloquio mostró indicadores en niveles históricos

MAR DEL PLATA.- Hace un año, todavía en vísperas de las elecciones, el cambio de humor era notorio. “Cualquiera que gane significará un desahogo ante lo que se sufrió con el kirchnerismo puro”, decían a LA NACION.

Esta vez, las flechas de los indicadores de optimismo entre empresarios vuelven a apuntar hacia arriba, de tal manera que alcanzaron niveles récord en casi dos décadas.

La encuesta de medición de expectativas de ejecutivos difundida ayer en el 52° Coloquio de IDEA destaca que dos de cada tres de los consultados aprobaron el desempeño económico del inicio de la gestión de Mauricio Macri y que ocho de cada diez auguraron aún mejores condiciones para 2017.

La evaluación es positiva en casi todos los rubros vinculados con los negocios y hace notar fallas notorias sobre todo en cuestiones coyunturales.

El principal tirón de orejas es por las dificultades en la instrumentación de tarifas; casi a la par, los problemas oficiales de comunicación y, cerca, el repetido mecanismo de prueba yerror que permitió ajustes pero a costa de mellar la confianza en el Gobierno.

La tradicional medición del estudio D’Alessio Irol mostró un pulgar en alto en rubros sensibles como la inversión y el empleo. Confiados en la posibilidad de mejorar sus ventas, el 57% de los hombres de negocios admite que volcará ganancias a capital de producción y un 45% estima que incorporará mano de obra en los próximos doce meses.

“Más que en lo particular, los motivos pasan por el clima y la expectativa por los cambios macro que se están dando”, describió el economista Luis Secco, que admitió su sorpresa por los altos índices de la encuesta.

Con datos recabados entre 196 ejecutivos asociados a IDEA, la consultora puso a prueba la evaluación económica del último semestre y la proyección de expectativas para el siguiente. El 51% consideró que lo ya recorrido fue “moderadamente mejor” y un 14% “mucho mejor” a lo esperado, en tanto un 24% se repartió entre “peor” y “mucho peor”. Los indicadores y la brecha crecen al medir lo que viene: el 78% espera mejoras y sólo un 8% es pesimista.

La eliminación del cepo (elogiado como principal acierto), acuerdo con holdouts, mejoras económicas y reingreso al mundo son los argumentos de los que aprueban lo realizado. Los rechazos se sustentan en la retracción al consumo, la competencia de productos importados, la inflación, la suba de tarifas, el déficit fiscal y los despidos.

En esa balanza es que Eduardo D’Alessio valoró el peso de aprobaciones en valores inéditos. “La recuperación de expectativas es de 72% y es récord en 18 años de nuestras encuestas”, aseguró. El pico anterior había sido de 69% en 2003.

Es cierto que el optimismo que en la encuesta huele a euforia es una apuesta. Así ocurrió en la medición anterior, de junio, cuando la expectativa inicial había tocado 68% y cayó a 64% cuando se midió la satisfacción sobre lo sucedido entre ese mes y la medición presentada ayer.

A los ejecutivos se los sondeó sobre objetivos y perspectivas a 12 meses en cuatro rubros: ventas, inversión, exportaciones y empleo. En todos los casos -y en ese orden- el balance (diferencia entre optimismo y pesimismo) fue positivo. En el primero, 80% vislumbra mejoras y apenas 7% se prepara para algo peor. La mitad arriesga que crecerán sus chances de colocar producción en el exterior.

La mirada positiva hacia el futuro inmediato -quizás apuntalada por el dinero adicional que llegaría a los bolsillos de la gente con el bono de fin de año y la reducción en el impuesto a las ganancias en el aguinaldo- contrasta con algunos tropiezos que se advierten en estos últimos meses, sobre todo por la retracción en las ventas. El 44% de las empresas (en su mayoría industrias) reconoce que está operando con 50 a 70% de su capacidad. El 37% (en este caso con prevalencia del sector servicios) lo hace al 85% y apenas un 19% está al límite de sus máximas posibilidades.

Con mayor confianza que la plasmada en la medición de junio, más de la mitad de los encuestados confía en mejorar su rentabilidad y, en niveles comparables en lo inmediato a 2010, se eleva a 13 puntos el porcentaje de facturación anual que prevén destinar a inversión. “Sube la cantidad de empresas que invertirán y también el monto”, apuntó Secco.

En la rama soft, nuevos productos y capacitación son destino priorizado para inversiones en industrias; en tanto desarrollo de tecnologías y software pesan más en el sector de servicios. Incorporación de maquinaria está a la cabeza de la industria y equipamiento informático en servicios.

A los ejecutivos también se les pidió abrir el abanico más allá de sus negocios. Al tope volvieron a ubicar la educación. Pero esta vez se fortaleció la inquietud por la seguridad y la Justicia, en pleno repunte, además de la preocupación por la contención social y el narcotráfico.
Del editor: ¿qué significa? Sin negar los problemas actuales ni futuros, los empresarios siguen apostando a que el año próximo la economía logrará recuperarse.

 

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Primeros signos de reactivación: Ferreres registró en agosto la primera suba del PBI en un mes

Después de seis meses consecutivos con caída sostenida de la generación de riqueza respecto del período inmediato anterior aumentó 0,3%. Punto de inflexión tras la baja del 3,4% que midió el Indec para el segundo trimestre

Por Daniel Sticco
El último trimestre se caracterizará por el repunte de la cosecha fina y de la actividad de la construcción (Reuters)

El Indicador General de Actividad de la consultora OJF, anotó en agosto un declive de 2,4% en comparación con un año antes, un punto menos que la contracción que para el segundo trimestre midió el Indec.

Y si bien el resultado agregado de procesar todos los meses 122 series estadísticas de todos los sectores que componen el PBI, reafirmó el ciclo recesivo en el que en términos trimestrales se inició en la última parte de 2015, y el primero en el cotejo interanual, en el período abril a junio, trajo como novedad que cortó una racha de cinco períodos seguidos en declive en la comparación intermensual, en valores corregidos por estacionalidad, con un modesto aumento de 0,3 por ciento.

En agosto el PBI cortó una racha de cinco períodos seguidos en declive en la comparación intermensual

Los economistas de OJF explicaron que “el descenso de 2,4% reportado en el octavo mes del año contrastó con la caída del 5,5% con la que iniciara el segundo semestre. El contrapunto entre estos guarismos es reflejo de una industria manufacturera que ha moderado su caída de la mano del segmento de los minerales no metálicos, sobre lo que hay que sumar un cambio significativo en la dinámica ganadera y la suavización de la contracción en la construcción como factores diferenciales”.

Ahora sólo un sector se contrajo más de 8% interanual (OJF)

La mayor merma en la generación de riqueza en agosto respecto de igual mes del año anterior correspondió a la intermediación financiera con 8,5%, principalmente por la toma de ganancias que se registró en la Bolsa, seguida por la construcción y el comercio con sendas disminuciones de 4,4% y 4,1%, respectivamente, mientras que la actividad industrial bajó 3,1% y el agro 2,6%. El resto de los sectores se aproximaron a los niveles de producción de doce meses antes.

PUNTO DE GIRO HACIA EL ÚLTIMO TRIMESTRE

El informe del estudio que dirige el ex viceministro de Economía, Orlando Ferreres, destaca que la modesta reactivación observada en agosto no constituyó un fenómeno aislado, sino que se irá consolidando, ya que no sólo compararán con índices menos vigorosos que los que predominaron en el núcleo de la última campaña electoral, entre junio y agosto, sino que además empezarán a gravitarfactores expansivos como la mejora de la cosecha fina y lamaterialización de los proyectos de construcción públicos y privados.

Esa perspectiva es coincidente con la mejora de las previsiones de contratación de personal por parte de las empresas privadas, y el esperado repunte del consumo en un escenario donde los precios tienden a subir 20 puntos porcentuales en términos anuales, en comparación con el ritmo que habían mostrado en la primera mitad del año.

El Ministerio de Trabajo comunicó, a través de su página de internet que en julio el empleo privado registrado quebró una serie de 4 meses de sostenida baja, con la creación de 3.718 puestos asalariados netos respecto del nivel de junio, y recortó la disminución en comparación con un año atrás a 89.562 personas.

En julio el empleo privado asalariado registrado aumentó en 3.718 personas

Ese signo de mejora del clima de negocios también fue percibido por el sondeo de opinión que a comienzos de septiembre hicieron conjuntamente las consultoras D’Alessio Irol y Berensztein: frente a dos tercios de los consultados que respondió que la situación económica actual es todavía peor que un año atrás, más de la mitad estimó un escenario mejor para 2017.

Ocho de cada 10 padres cambió su rutina laboral al tener hijos

Los hombres piensan que la licencia por paternidad en la Argentina debería ser de 15 días, mientras que las mujeres se inclinan por una de un mes

Si bien tradicionalmente se considera que son las madres que trabajan las que suelen modificar su relación con el empleo a partir de la llegada de los hijos, nuevos estudios demuestran que ambos integrantes en una pareja realizan modificaciones.

Los nuevos paradigmas de paternidad, donde el hombre toma un rol más activo en la crianza, llevan a que ellos también deban adaptarse laboralmente a las exigencias.

“En una sociedad en la que el concepto de familia es mucho más amplio y complejo que en otros tiempos, y que a su vez pretende formar ciudadanos que se desarrollen sanos emocional y físicamente, es imprescindible garantizar la presencia paterna”, expresó al respecto Fernando Rivera, Gerente de Servicios de RRHH de Gestión Compartida.

En este marco que ya no resulta novedoso, una nueva encuesta de esta empresa de Recursos Humanos, desarrollada por la consultora D’Alessio IROL, muestra que hay consenso entre los argentinos sobre la necesidad de extender la licencia por paternidad.

Por consenso general, la misma no debería ser de menos de una semana. La mayoría de las respuestas se concentraron entre 15 días y un mes, cuando por ley actualmente es de dos días corridos a partir del nacimiento.

Un análisis más pormenorizado muestra, sin embargo, que sigue habiendo diferencias de género: los hombres consideran que debería ser de 15 días, mientras que las mujeres piensan que lo conveniente sería un mes.

Asimismo, al evaluar los datos de acuerdo a la edad de los participantes, se encuentra que losmás jóvenes también se inclinan más por llevar la licencia a un mes.

Cambio de Hábitos
Por otra parte, ocho de cada 10 padres que trabajan debieron realizar cambios en su rutina laboral para dedicar tiempo a actividades relacionadas con los hijos.

La mitad de ellos, sin embargo, restringe esas modificaciones a salir antes de su trabajo para no perderse cuestiones relacionadas con lo escolar.

Otro 33% respondió que ahora usa días de sus vacaciones para asuntos y actividades relacionados con la familia, y un 30% también se toma días de licencia al tener a sus hijos enfermos.

Un 27% cambió su horario laboral para poder llevarlos al colegio, mientras que el 16% eligió trabajar más horas para que su pareja no deba hacerlo.

Sólo un 16% recortó sus horas laborales y un 3% cambió de empleo por otro que ofrecía mayor flexibilidad, de manera de pasar más tiempo con sus hijos.

Del estudio de Gestión Compartida y D’Alessio IROL, participaron 420 argentinos, mayores de 18 años, a través de cuestionarios online.

Empresas que hacen punta

“Frente a una demorada y esquiva actualización de las normativas, son las propias empresas las que innovan y dan muestra contundente de flexibilidad y sensibilidad”, dijo Rivera.

“Así, se han intensificado los programas de RR.HH que tiene como objetivo buscar un balanceentre el trabajo y la vida privada”, explicó.

En ese marco, vale la pena mencionar como ejemplo el caso de la firma de belleza y cosmética Natura, que acaba de anunciar que otorgará a los empleados varones 40 días de licencia por paternidad.

En ese caso, el beneficio -el más amplio en su tipo en el mercado laboral argentino- se extiende a casos de adopción y a parejas del mismo sexo.

Por compromiso y para no quedar mal, las razones para ser amigo del jefe en Facebook

Una encuesta muestra que ocho de cada 10 usuarios de redes sociales accede al pedido de amistad virtual de un superior pero con incomodidad, para no quedar mal o cuidando los posteos. Los hombres mayores de 35 años encuentran un valor más ´utilitario´ a la relación. Dicen que es positivo conectarse con sus jefes a través de Facebook o por Instagram con el fin de poder mejorar el vínculo laboral

FLORENCIA LENDOIRO

La idea de compartir los perfiles en las redes sociales

con un círculo íntimo de amigos fue perdiendo valor y cada vez más usuarios amplían la aceptación de nuevos contactos que accedan a sus fotos y comentarios. Pero a pesar de que redes como el Facebook o Instagram motivan vínculos entre personas del entorno cotidiano, cercano y no tanto, la naturalización de su uso genera cautela cuando se trata de relaciones laborales. Sucede que los perfiles virtuales son una extensión de lo que se muestra habitualmente en forma pública, y la mayoría de los usuarios todavía tiene resistencia a que sus jefes crucen esa línea. Así lo muestra una encuesta realizada por D´Alessio IROL paraGestión Compartida, que indica que 78% de los empleados acepta a su jefe como contacto en las redes sociales, pero por compromiso y para no quedar mal o dañar el vínculo.

Los resultados de este estudio muestran que la relación virtual entre los empleados y los jefes es contradictoria. La gran mayoría de los usuarios (73%) asegura que no le preocuparía que sus jefes revisen su perfil en las redes sociales porque no tienen “contenido conflictivo o demasiado íntimo”. Sin embargo, casi la misma proporción pone condiciones. Un 24% dice que recibir una solicitud de amistad digital de un superior le genera incomodidad pero lo aceptaría para no quedar mal. Otro 24% asegura que también le daría permiso para acceder pero que cuidaría más los posteos. Yun 30% se haría amigo de su jefe con el fin de mejorar el vínculo. Entre los últimos, que coinciden en esta visión “utilitarista” de las redes sociales, son mayoría los hombres y con más de 35 años.

En conclusión, solo dos de cada 10 empleados osaría rechazar el pedido de amistad de un jefe. El resto se cuida de no dañar el vinculo laboral por una imprudencia virtual.

Los datos del informe demuestran que más allá de las relaciones con los superiores dentro del trabajo, las redes sociales son utilizadas laboralmente con intensidad.

Un 49% aseguró que se mantiene en contacto con colegas por redes y 30% participa en grupos online de su especialidad. Aunque en menor proporcion, un 18% de los participantes de la encuesta consiguió clientes y ventas a través de esos contactos virtuales y un 25% generó vínculos online útiles para futuras búsquedas laborales.

El estudio de DAlessio Irol y Gestión Compartida analiza además, en un sentido más amplio, el uso de las redes sociales y la tecnología en ámbitos laborales. Entre las conclusiones destacadas se observa que el 94% de los encuestados cambió su forma de trabajar a partir de la incorporación de adelantos tecnológicos. Y son los hombres quienes utilizan en mayor medida estas herramientas.

Según el informe, la suba en el uso de la tecnología se debe principalmente a la ampliación de las prestaciones que brindan los smartphones. Dentro de los nuevos desarrollos, uno que fue rápidamente adoptado es el WhatsApp, por su inmediatez y facilidad en su uso. Si bien empezó como medio de contacto más informal, entre grupos de amigos, hoy ya es plenamente utilizado para mantener contacto con colegas y clientes. En rigor, el 60% de los encuestados coincidió con que revisa mails laborales desde el celular y un 45% reconoció que atiende llamadas vinculadas al trabajo fuera del horario de oficina.

Optimismo empresario que no se ve en acciones concretas

Las promesas de inversiones se mantienen muy activas, pero la llegada y creación de empleos muy lenta.

A los argentinos parece que siempre le faltara uno para el peso para poder reiniciar un camino que sigue siendo favorable, porque si bien semana a semana se observan anuncios de inversiones, y la maduración de decisiones tomadas en el pasado que nada tienen que ver con el cambio de escenario, las inversiones se mantienen por debajo de las que se registraban un año atrás, cuando la perspectiva era sustancialmente diferente a la actual.

No se trata de una sensación o percepción, sino de la lectura de los datos de la realidad que le permitieron al estudio Orlando Ferreres que la inversión bruta interna no sólo acumuló en los primeros cinco meses de 2016 una caída de 20% en comparación con similar período del año anterior, sino que el caso particular de mayo, que prácticamente coronó el primer semestre de gestión de Gobierno, acusó una retracción en valor de 16,4% y en términos del PBI retrocedió al peor nivel en un lustro.

El estudio Ferreres estimó una caída del 20% en la Inversión Bruta Interna en los primeros cinco meses de 2016 respecto de un año atrás

Según se desprende de las Expectativas de Ejecutivos, que a comienzos de junio hizo D’Alessio Irol para IDEA, entre los factores pendientes para aumentar la competitividad y con ello impulsar las decisiones de inversión se ubica en primer lugar la reforma impositiva 58% de los casos y en el tercero una reforma laboral 39%, que podrían provocar efectos en corto y mediano plazo; mientras que en el segundo y cuarto orden mencionan la mejora de la educación 49% de los casos y la inversión público y privada en infraestructura 37%, con impacto efectivo en el mediano largo plazo.

Pese a los cambios sustanciales que se han instrumentado en los primeros seis meses de Gobierno, en los que se destacan la unificación del mercado de cambios y abandono de la flotación encorsetada a una flotación amplía con escasa intervención del Banco Central; virtual extinción de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Necesidades de Importación (DJAI); normalización del flujo de divisas con el exterior, tras el cierre del pleito judicial con los holdouts; y facilidades financieras y impositivas para las Pymes, con el pago de IVA a los 90 días de facturado, entre otras medidas; se observa sólo una mejora sustancial en las expectativas de inversión con un saldo neto de respuestas positivas del 44% frente 15% previo, ventas al mercado interno 55% versus 32%, generación neta de empleos 36% vs 1% y exportaciones 32% vs 13% anterior; porque en los hechos ese cambio de humor se manifiesta con notable lentitud en acciones concretas de inversiones, aumento de ventas al mercado interno, no reaccionan las ventas al resto del mundo de manufacturas industriales, excluidos automotores que dependen de Brasil, y menos aún se reactiva el empleo.

A mitad de camino

La razón de esa aparente falta de sincronización entre las expectativas positivas y los hechos del día a día se explican, según la opinión mayoritaria de los ejecutivos de las empresas que recogía D’Alessio Irol para IDEA es que pese a los señalados cambios de política macroeconómica, al que se agrega una mejor relación de gobernabilidad entre el Gobierno central y las 24 jurisdicciones en que se divide el país, para el empresariado aún quedan por resolver situaciones que conspiran contra un clima despejado para la inversión productiva, más allá del contexto internacional.

“Para el empresariado aún quedan por resolver situaciones que conspiran contra un clima despejado para la inversión productiva, más allá del contexto internacional, como la alta presión fiscal y el costo laboral, extra salarial”

Entre ellas el estudio privado identificó como asignaturas pendientes el acceso al crédito de largo, 54%, aumentó en 14 puntos porcentuales respecto de las preocupaciones que a este punto le asignaban ocho meses atrás, cuando tuvo lugar la primera elección a presidente de la Nación; eliminación de impuestos distorsivos 51%, tres puntos más, como el gravamen que rige para los créditos y débitos bancarios, el no ajuste de los balances por inflación y los impuestos provinciales y municipales; clarificación de las reglas de juego 50%, cuatro puntos porcentuales más, en particular en lo referente a los marcos regulatorios para las empresas proveedoras de servicios públicos y comunicaciones; política fiscal pro inversión 47%, dos puntos porcentuales más y recomposición de los costos laborales, nueve puntos porcentuales más.

Sin embargo, en una Argentina que cada siete a 10 años cayó en crisis socioeconómicas severas, la última entre 2012 y 2015 donde se incrementaron sensiblemente los índices de pobreza, al acelerarse la inflación y se estancó la economía, esperar a encontrar el escenario ideal para que aparezca un boom de inversión, es desconocer que los empresarios siempre intentan anticiparse, para optimizar las ganancias proyectadas.

De ahí que pese al señalado resultado de la encuesta a ejecutivos, el Gobierno y algunos economistas mantienen sus proyecciones que en el segundo semestre que se inicia mañana los anuncios de inversión con ejecución inmediata comenzarán a acelerarse a lo largo de este nuevo período, en particular en las áreas de la infraestructura energética, transporte, vivienda y comunicaciones, y en menor medida en áreas productivas y de lanzamiento de productos que contribuyan a reanimar la demanda de bienes de consumo masivo.

En el almuerzo mensual del CICyP, el invitado especial, el embajador Noah Mamet destacó el interés que tienen los representantes del gobierno de su país y de los empresarios para profundizar las relaciones comerciales e inversiones, las cuales suman USD 18.000 millones, pero agregó que “ingresarán siempre que las condiciones de los mercados mejoren”.

Siete de cada 10 ejecutivos cree que la economía del segundo semestre será mejor

La medición de junio de la encuesta Expectativas de Ejecutivos realizada por D´Alessio IROL para IDEA reflejó un cambio positivo de percepciones.

Según la medición de la encuesta Expectativas de Ejecutivos realizada por la consultora D’Alessio IROL para IDEA reflejó que “se espera una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo“.

“Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia”, explicó el documento correspondiente a junio de 2016, el primero del año publicado por IDEA.infobae grafico

La encuesta detectó entre los hombres de negocios “cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores”.

Si bien “la capacidad disponible se ha ampliado por la retracción anterior de las ventas”, destaca que “aun así el 59% tiene más del 70% de capacidad empleada”.

“La inversión sobre ventas es del 13%, la más alta de los últimos años”

Una afirmación relevante fue que para siete de cada 10 ejecutivos consultados, la situación económica del segundo semestre del año será mejor. Puntualmente, un 21% consideró que será “mucho mejor” y un 49%, “moderadamente mejor”.

Entre otras conclusiones, “se destaca el requerimiento de la disminución del déficit fiscal, mejoras en la educación y reforma laboral”, indicó D’Alessio IROL, mientras que encontró “amplia coincidencia” en que “el blanqueo de capitales es tan necesario como injusto”.

Expectativas de Ejecutivos IDEA – Junio 2016

Cambio positivo de percepciones en la primera medición de Expectativas de Ejecutivos del año 2016

  • Se espera una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo. Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia.
  • Cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores.
  • La capacidad disponible se ha ampliado por la retracción anterior de las ventas. Aun así el 59% tiene más del 70% de capacidad empleada.
  • La inversión sobre ventas es del 13%, la más alta de los últimos años.
  • Se destaca el requerimiento de la disminución del déficit fiscal, mejoras en la educación y reforma laboral.
  • Amplia coincidencia: el blanqueo de capitales es tan necesario como injusto.

Descargá el informe completo acá:  Expectativas de Ejecutivos IDEA – Junio 2016  

PYMES, CUESTA ARRIBA

 Viejos desafíos en un nuevo escenario

Responsables del 70% del empleo, las pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades para financiarse y altas cargas impositivas; cómo ven las políticas de la gestión macrista Texto Lujan Scarpinelli | Ilustración Vicente Martí a marcha sobre el plano inclinado es ardua.
El viento de la inflación que eleva los costos achica la rentabilidad sigue soplando contra las pymes. La mochila impositiva vuelve el paso cada vez más pesado, y los consumidores, que trepan a la par, van perdiendo el aliento por el recorte de su poder adquisitivo. El 95% de las firmas en la Argentina son pequeñas y medianas empresas. Según datos de la Secretaría Pyme de la Nación (Sepyme), el 70% del empleo depende del sector: unas 600.000 firmas emplean a alrededor de 6,5 millones de trabajadores. Las cifras explican por qué el segmento se ha convertido en una pieza clave para reactivar la creación de empleo privado, estancado en los últimos cuatro años. El objetivo enfrenta un escenario cargado de contratiempos; algunos están relacionados con las complicaciones de la macroeconomía, y otros tantos son parte del propio repertorio de las pymes. Entre las preocupaciones más recientes entre los industriales, por caso, se inscribe la eliminación del sistema de declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAIS), impuestas durante el tórchnerismo y objetadas por la Organización Mundial del Comercio, que trababan el ingreso de productos foráneos al país. Aunque para muchos significó un alivio, buena parte del empresariado pyme encendió alarmas, atemorizado ante la posibilidad de una invasión de bienes importados que hasta el momento no ocurrió y que, según la palabra de los funcionarios, no ocurrirá. A esto se suman problemas de más larga data que saturan el aire en la atmósfera pyme. El financiamiento, la presión fiscal y el recorte de la rentabilidad -reclaman en las cámaras y en las compañíasrequieren atención urgente. No pronostican un año fácil. Pero aun cuando existen dudas hacia adelante, las expectativas mejoraron respecto del pasado ante la promesa oficial de previsibilidad y reglas claras. El diálogo con el Gobierno está abierto y la sensación en este período, que todavía se enuncia como de transición, es de tregua. El interés por preservar el empleo y traccionar el crecimiento mientras se encauza la economía es mutuo. Las pymes argentinas pertenecen en su mayoría al sector de servicios; en segundo lugar, al de comercio, y luego, al de la industria. En el mapa, los puntos geográficos de mayor concentración son la ciudad de Buenos Aires y el territorio bonaerense, aunque se cuentan de a miles de Norte a Sur, en todas las provincias. De esta enorme masa de firmas, sólo un puñado vende sus productos al exterior, realidad que, según Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación, se propone cambiar. La baja participación de las empresas en las exportaciones, dicen en la Cámara de Exportadores (CERA), es consecuencia de la falta de competitividad y el desconocimiento de cómo insertarse en un mercado ajeno. Las “pimex”, en general, tienen como principal destino a América latina. La lista de pendientes imprescindibles para subir la cuesta -e incluso transitar exitosamente por caminos llanos- también abarca la profesionalización. En la Sepyme, dependiente del Ministerio de Producción, y en la academia, lo consideran un proceso ineludible para que las empresas puedan fijarse horizontes que trasciendan a sus fundadores.

Las pymes, con viejos desafíos en un nuevo escenario Posicionadas como un sector vital en el empleo, afrontan la escasez de créditos y la necesidad de la profesionalización Viene de tapa La agenda de la nueva gestión tiene tres prioridades: la formación de los recursos humanos en una nueva cultura relacionada con la economía del conocimiento; la innovación productiva, que consiste en la implementación de soluciones a problemas cotidianos con la colaboración de una red de consultores, y la asociatividad o colaboración regional y sectorial. “Estamos trabajando en un paquete de medidas para las pymes, codo a codo con las cámaras, la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, sobre la base de los reclamos que escuchamos. En general, coinciden en las cargas impositivas, administrativas y de financiamiento”, detalla Mayer. La idea de fondo, amplía, es “impulsar una mayor densidad empresarial y generar empleo genuino a partir de las pymes, incrementando su productividady competitividad a través de la mejora del marco regulatorio”. Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), esboza un diagnóstico: las pymes, dice, están en una situación tal de deterioro de su rentabilidad que “prácticamente no tienen resto para resistir otro año recesivo”. El control de la inflación demorará, y el traslado a precios, aseguran, es obligadamente moderado ante la baja del consumo. Aun desde ese punto de partida Hernán Etiennot, director de la célula Pyme de la IAE Business School, destaca cierto optimismo: “Se espera un año un poco mejor; hay expectativas entre un alto porcentaje de pymes de mejorar su performance. Habrá una coyuntura de inflación, pero con reglas un poco más claras -saber por ejemplo que los insumos no van a quedar en la Aduana-, las pymes estarán más tranquilas”. Pero los pequeños empresarios ambicionan soluciones a problemas que se han vuelto estructurales. Entre ellos, el tema recurrente del financiamiento, que se refleja en la estadística: sólo tres de cada diez pymes obtienen créditos en los bancos. En un intento de aliviar al sector, el Banco Central prorrogó en enero una disposición vigente desde 2012 que obliga a los bancos que tengan más de 1% de los depósitos privados del sistema a destinar a préstamos para inversión productiva un porcentaje que elevó de 7 a 14% de esos depósitos, aunque encareció su costo promedio, al llevarlo a 22% anual. El monto de la línea para minipymes fue estimado en $ 110.000 millones. Se trata de un aliciente útil, pero insuficiente, según reconocen desde el propio Gobierno. El problema viene de larga data, dice Cornide. “La mayoría de las pymes sigue sin acceder al crédito bancario, problema que lleva décadas y que el sistema financiero no supo resolver; las empresas se financian a tasas inviables.” Un alivio podría encontrarse al atacar otro de los puntos críticos. “Si el Gobierno avanza en una reducción de la presión fiscal -evalúa-, seguramente habrá más pymes que puedan acceder al crédito.” Ambas son metas en el plan de la Sepyme. Según ArielAguilar,queconducela Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero (CIMA), es una variable que influye en la competitividad. “Es fundamental tener tasas diferenciales para créditos y para el descuento de cheques. Descontar a 27% o tomar créditos para capital de trabajo con tasas mayores a 30% no ayuda a la competitividad pyme”, dice. En algunos rubros, la cadena de pagos se empieza a resentir y complica la situación financiera de las empresas. Alberto Sellara, presidente de la cámara del calzado, advierte que “los plazos de cobro se han extendido a más de 60 días y hay un porcentaje de devolución de cheques”. Más allá de los bancos, existen distintos instrumentos para la financiación de pymes en la Bolsa de Comercio, donde en 2015 más de 14.000 firmasobtuvieronUS$ 5000millonesa través de distintos vehículos: cheques de pago diferido, fideicomisos financieros y obligaciones negociables. Hay, además, un panel de acciones con tres pymes. La propuesta es una alternativa en crecimiento, aunque muchos todavía creen que la bolsa es para grandes y entendidos. Como el crédito, la carga impositiva están entre las grandes preocupaciones. Sumados, los tributos de las distintas jurisdicciones se comen una tajada importante del negocio. Los costos empresarios hablan de un récord histórico: en el conjunto de la economía, el peso de la carga se incrementó 100% entre 2002 y 2015, al pasar del 18,3% del PBI al 36,6%, precisa un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El impuesto alas ganancias y el IVA en el plano nacional, e Ingresos Brutos en el provincial, son los más significativos. Además, los empleadores destacan el impacto de las cargas sociales. “Esa presión nos quita competitividad”, señala Matías Furió, presidente de la cámara que agrupa a fabricantes de juguetes, un sector de extracto eminentemente pyme. Ante el ahogo, Aguilar pide una “reforma impositiva” que segmente las cargas teniendo en cuenta variables como la cantidad de empleos e inversión. En lo inmediato, dice, una rebaja en las cargas sociales podría ayudar al sector que se acerca a paritarias con baja de ventas y subas de precios de los insumos. Para Etiennot, “el costo de contratación laboral desarbitra al mercado”. Un mercado que no atraviesa un momento auspicioso. La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo que releva los principales centros urbanos del país muestra caídas y estancamiento en la evolución del empleo desde 2012 en empresas de entre 10 y200 empleados. Además, el porcentaje de informalidad es alto. La estimación de trabajadores no registrados vade 30 a 50% en los peores diagnósticos. Sin embargo, comenta Etiennot, “las grandes empresas están ejerciendo presión a sus proveedores”, desarrollando los eslabones de su cadena de valor. Derogadas las DJAI, el Gobierno estableció el Sistema Integral de Monitoreo de Importación con licencias no automáticas. Se aplica, por caso, en el rubro textil, dice Jorge Sorabilia, presidente de la Fundación ProTejer. “La medida es un paso para preservar el trabajo, aunque es contradictoria la aprobación de DJAI durante un período, que si permite ingresar grandes stocks perjudicará a las empresas y por lo tanto al empleo”, explica Sorabilia, conciliador, pero con un signo de interrogación a futuro. Bajo control oficial, los productos de afuera llegarán al país. Habrá Barbies, Hot Weels y juguetes a control remoto mezclados con baldecitos nacionales, dice Furió: “Un 50% del mercado es importado. Con los supermercados mantuvimos un acuerdo para que en las góndolas haya 50% de productos locales. Creemos que este año crecerá 15% el empleo”. De igual modo, ingresarán zapatos importados. La condición para que no haya perjuicios, dijo Sellaro al Gobierno, es un límite de 20 millones de pares al año (los made in Argentina son 125 millones). El compromiso para 2017 es buscar clientes externos. La previsión oficial indica que 2016 será un año de tibio crecimientoy el consumo, según economistas, caerá por tercer año consecutivo. Mala noticia para las pymes abocadas al mercado interno: la mayoría. Las exportadoras son apenas 6000 pymes con alta rotación, detalla Ricardo Rozemberg, director del observatorio pyme de la Cámara de Exportadores. En los últimos años, la tendencia de las ventas fue en declive. “Las pymes, que venden de forma diferenciada y no se rigen por precios internacionales -analiza-, sufrieron más la pérdida de competitividad por el atraso del tipo de cambio.” La inflación, la baja previsibilidad y la escasez de crédito redujeron las oportunidades. Enumeradas las necesidades de las pymes, Etiennot agrega un condicionante sin el cual aun el mejor entorno es insuficiente: la profesionalización. Es decir, el proceso que permite “que las pymes sean empresas y no mueran cuando muere el dueño”.

La Nacion - 02