Cuatro de cada 10 empresarios prevén una caída de rentabilidad

Viernes 18 de octubre 2013
Por: Jorgelina do Rosario
La situación no es dramática pero se proyecta una pérdida en el próximo semestre. Según reflejó la tradicional encuesta de expectativas en el Coloquio de IDEA, los impuestos, el tipo de cambio y la inflación son los factores que más afectan a la competitividad

Jorge Goulu, presidente del 49° Coloquio de IDEA Crédito: NA

Enviada especial a Mar del Plata. “Se prolonga el proceso de caída de rentabilidad”. Con esa frase, la consultora D’Alessio IROL dio a conocer los resultados de su tradicional encuesta de expectativas entre más de 200 ejecutivos. Presentada en el marco del Coloquio de IDEA, cuatro de cada 10 empresarios prevén una pérdida de rentabilidad en el próximo semestre, y sólo el 23% prevé que mejorará.

Si bien la tendencia no marca una situación dramática para el empresariado argentino, sí proyecta un 2014 con menor rentabilidad. Con todo, las expectativas económicas no son malas: el 36% cree que la situación económica será moderadamente peor y mucho peor, contra un 39% que estima que no habrá grandes cambios.

Cinco de cada 10 de los consultados y socios de IDEA consideran que los principales factores que afectan a la competitividad de sus negocios son los impuestos, el tipo de cambio y la inflación. Un 30% de los ejecutivos también nombró la calidad institucional. “Los factores más significativos que impactan en la competitividad son externos a las empresas”, subrayó la encuesta.

Además, el 80% de las compañías tienen comprometida la capacidad de producción, ya que operan a más del 70 por ciento. Como sucedió en 2012, los empresarios estiman que el 11% de sus ventas será destinado a inversiones. Las cinco medidas preferidas para promover la inversión son la eliminación de impuestos distorsivos, una política fiscal pro inversión, clarificación de las reglas de juego, financiamiento de largo plazo y recomposición de costos laborales.

Los salarios son el principal desafío de cara a 2014. Las negociaciones paritarias a un ritmo del 25% anual es una de las primeras preocupaciones de los empresarios en este contexto de alta inflación. La retención de talentos y la obtención de créditos son los otros dos temas más importantes, seguidos por tarifas y tecnología.

La calidad de la provisión de energía según la industria y la región donde opera cada empresa definió el capítulo de infraestructura. Con respecto a la provisión energética, el 45% dice que es “algo deficiente”, el 24% “muy deficiente” y el 19% “adecuada”. Sólo el 1% la califica de “inexistente”. Sin embargo, se debe considerar que el 60% de los encuestados son “empresas de servicio”.

El estado de las rutas es” adecuado” para el 9% de los encuestados, “algo deficiente” para el 39% y “muy deficiente” para tres de cada 10 ejecutivos. Las  telecomunicaciones también son “algo deficiente” para el 40% de los entrevistados.

Empresas siguen más pendientes de caída de rentabilidad que de elecciones

Advirtieron por el aumento de los costos en dólares. Las elecciones legislativas no generan preocupación. Confían en un buen cierre del año

Por Ariel Maciel, desde Mar del Plata Enviado Especial

Empresarios argentinos volvieron a mostrar su preocupación por el aumento de los costos de las materias primas, que le generan la pérdida de rentabilidad en sus sectores, aunque se mostraron expectantes con la actividad económica, un incremento en las exportaciones, en las inversiones y en las ventas. Además, los ejecutivos que participan del Coloquio de IDEA se desmarcaron del clima electoral y descreyeron que las legislativas que se realizarán en menos de diez días influyan en el clima económico.

El análisis lo realizaron los principales CEO de las firmas nacionales que integran el cónclave empresario y los participantes en general a través de la tradicional encuesta que se presenta en el evento. El aumento de las materias primas y la obligación de evitar su traslado hacia los precios finales le quitó rentabilidad a los empresarios y temen por la pérdida de volumen de ventas, que compensaban la caída de pérdida de competitividad en los precios unitarios.

Tres ejes cruzaron la segunda jornada en Mar del Plata: los factores macroeconómicos, los institucionales y los de infraestructura. Así, los ejecutivos pusieron el ojo en el tipo cambiario, en la inflación y en los salarios y su negociación a través de las paritarias como factores que afectaron la competitividad en sus empresas.

Luego, la calidad institucional fue otra preocupación de parte de los empresarios. El pedido del fortalecimiento de las representaciones se convirtió en una necesidad para afrontar los reclamos del sector. Mientras que la situación del Estado en sus representaciones –Ejecutivo, Judicial y Legislativo– se conforma como un hecho externo, la solidez de las cámaras empresarias fue un reclamo que sobrevoló el encuentro.

También se señalaron las “importantes restricciones crediticias” como hechos que limitan la competitividad. Mientras que la calificación de la mano de obra, la tecnología, la energía y la logística es lo que menos le preocupa a los empresarios, según señaló la encuesta de D’Alessio Irol.

La capacidad instalada del 80% de las empresas consultadas –en total participaron 206– se encuentra al límite, aunque se destacó que, producto de las restricciones cambiarias, varias firmas reinvirtieron sus utilidades que no pudieron remitir a sus casas centrales en desarrollos productivos.

El titular de Adefa y presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, desestimó que existan preocupaciones industriales por la situación de Brasil y se mostró exultante por la venta de automóviles. Además abogó por un entendimiento entre el Mercosur y la Unión Europea “para poder abrir más el mercado”. En ese sentido, insistió en la necesidad de “controlar la inflación” y festejó que el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, haya “sincerado” la problemática, le dijo a BAE Negocios.

Sin debate de candidatos

Se espera que hoy se presenten los candidatos legislativos bonaerenses, aunque está descartada la presencia del oficialista Martín Insaurralde y se duda de la participación de Sergio Massa. Pero los empresarios buscaron desmarcarse de la escena y aclararon que se trata de una elección de medio término que no influirá en el rumbo económico. Así le dijo a este diario el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey.

El economista en jefe de Deutsche Bank, Gustavo Cañonero, afirmó que la preocupación empresaria es la “planificación en todo punto de vista con una gran incógnita que es la inflación y la incapacidad de hacerle frente”. En este sentido, la encuesta de D’Alessio reveló que los empresarios consultados demandaron una “revisión impositiva en un contexto de reglas de juego claras y mejor financiación”.

Así, todos coincidieron en ver más allá de las circunstancias electorales y resolver en el mediano plazo los problemas que limitan la competitividad a las firmas argentinas.

Preocupa a empresarios la pérdida de rentabilidad

Por Liliana Franco, enviada especial a Mar del Plata.- Los empresarios estiman que continuarán perdiendo rentabilidad al tiempo que no se muestran muy optimistas respecto a como será la situación económica del próximo semestre, según surge de la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realizó la consultora D’Alessio-Irol entre los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que se presentó en el 49º Coloquio que se realiza esta ciudad.

El 36% de los encuestados estiman que la situación económica será moderadamente peor y mucho peor contra un 39% que estima que no habrá grandes cambios en función de cómo se desempeño la marcha de la economía este semestre. La encuesta realizada durante este mes arrojó 46 puntos, cuatro puntos por debajo de la media, que indica una situación “igual”, en una tabla que llega a 100 mostrando una leve pérdida de confianza respecto del semestre anterior que fue calificado con 47 puntos.

La pérdida de rentabilidad de sus negocios es un tema preocupante ya que solo el 23% considera que mejorará mientras que el 41% estima que seguirá cayendo.

Cuando se les pregunta a los empresarios respecto de cuáles son los temas más importantes y los desafíos para su negocio en 2014, el 55% marca la problemática de los salarios y un 39% la retención de talentos, problema que ha disminuido -paso de 46% el año pasado a 39%- mostrando que no existe tanta rotación de personal, como explico el economista Luis Secco.

En tanto, los factores principales que afectan la competitividad de la empresa el 50% se lo adjudica al peso de los impuestos; un 49% el tipo de cambio, el 47% la inflación y el 37% los salarios. Un 30% de los empresarios consultados apunto también a la calidad institucional.

En tanto que al ser consultados sobre provisión de gas, solo 31% considera que es “adecuada”, 26 ve que es “algo deficiente”, 19 por ciento “muy deficiente” y 4% dice que es “inexistente”.

En materia de electricidad, solo 19% dice que es “adecuada”, el 45% es “algo deficiente”, 24 “muy deficiente” y 1% la califica de “inexistente”. Aunque, estas respuestas hay que enmarcarlas en que el 60% de los entrevistados “son empresas de servicios”, como explicó Eduardo D’Alessio.

A pesar de que la capacidad instalada está en un nivel muy alto con un 80%, la inversión que los empresarios piensan destinar es un 11% de la facturación.

Con una presión impositiva que alcanza más del 40% del PBI y la imposibilidad de ajustar por inflación, los empresarios demandan revisión impositiva en un contexto de reglas de juego claras al tiempo que piden mejor financiación.

El 40% de las empresas cree que caerá su ganancia

Esperan que siga esa tendencia en los próximos seis meses; impuestos, tipo de cambio e inflación, las principales causas

Por Darío Palavecino  | LA NACION
MAR DEL PLATA.- Todo seguirá igual hasta abril próximo. O casi, ya que para la mayoría de los empresarios, y salvo pequeños matices, no se prevén cambios relevantes en la situación económica durante el próximo semestre, un escenario al que se proyecta casi calcado a idéntico período evaluado en mayo pasado.

La tradicional Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL se presentó ayer durante el 49° Coloquio de IDEA y dejó algunos datos relevantes. Por un lado, el repetido reclamo del sector privado para que se eliminen impuestos distorsivos, una política fiscal proinversión y la clarificación de reglas de juego. Por otro, cuatro de cada diez empresas anticipan una eventual prolongación de la caída en su rentabilidad que dicen estar afrontando como consecuencia de la política económica.

La medición permite confirmar además que, en promedio, las empresas están operando al 70% de su capacidad y estiman que durante 2014 destinarán a la inversión el 11% de su facturación anual. “Estamos ante un período muy plano, con un amesetamiento en términos de expectativas”, resumió Eduardo D’Alessio, responsable de la consultora que recabó datos entre 206 ejecutivos socios de IDEA.

Según los indicadores, la evaluación del período mayo/octubre está apenas por encima de las proyecciones que habían plasmado en la encuesta anterior. “La expectativa da cuenta de que no se esperan cambios en el corto plazo”, señaló Luis Secco, economista que participó de la presentación del estudio. Con porcentajes bastante modestos, el patrón predominante en las respuestas destaca que se esperan para el año próximo muy leves repuntes tanto en exportación como en ventas.

Los ejecutivos confirmaron que en los planes de inversión para el próximo año sobresale la búsqueda de nuevos mercados, innovación de productos e incorporación de maquinaria. “Hay incentivos a partir de un dólar barato”, dijo Secco.

Pero para promover la inversión dejaron en claro demandas muy similares a las que habían planteado aquí mismo hace un año. Apuntaron a los impuestos distorsivos (en particular, Ganancias) y pidieron políticas que los tienten a volcar capitales al desarrollo de sus empresas.

Cuando se les consultó sobre tres factores fundamentales que afectan las condiciones de competitividad para sus empresas, las respuestas fueron muy coincidentes: impuestos, tipo de cambio e inflación, seguidos muy de cerca por los salarios. “Se sienten afectados en particular por componentes macroeconómicos, ajenos a sus empresas”, destacó Secco. También pusieron la cuestión salarial al tope de los desafíos para sus negocios en 2014.

Otra queja contundente se refiere al acceso a servicios financieros. Seis de cada diez consultados afirmaron que es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto de entidades privadas como públicas. Mayor aún (67 y 68%) se plantea la imposibilidad para hacer lo propio en bancos de desarrollo o en el mercado de capitales.

En términos de empleo, el 54% de los consultados considera que en el próximo semestre no habrá variaciones en el mercado laboral, lejos del 28% que cree que puede darse una leve mejora y el 17% que cree que habrá pérdidas leves o significativas de puestos de trabajo.

La mayor inquietud en este tema es por las dificultades de tomar personal calificado, admitida por casi el 90% de los encuestados.

Queja de bancos por la presión impositiva

El piso 12° del hotel Sheraton fue el lugar que la banca extranjera agrupada en ABA eligió para reunirse con dirigentes de la Asociación Bancaria y repasar los números del sector. Allí, el presidente del Banco Santander Río, Enrique Cristofani, estimó que “por cada punto de aumento de la presión tributaria, se resignan 0,2 de crecimiento”. Y afirmó: “La presión impositiva subió más de 13 puntos en los últimos diez años, llegando en la actualidad a cerca de 38% del PBI”.

El sector tiene una rentabilidad de 25%, pero “si se ajusta por inflación, apenas conservamos el patrimonio”, dijo un ejecutivo. El encuentro fue convocado por el presidente de ABA, Claudio Cesario.

Expectativas para 2013 y 2014

Buen final, mejor inicio

“Los ejecutivos consultados no prevén mayores cambios en la situación económica del próximo semestre”, es el resumen de la encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL en el 49°Coloquio de IDEA. Según los números presentados ayer, el 64 por ciento de los empresarios prevé el próximo semestre –de noviembre de este año a abril del próximo– una situación igual o mejor respecto del período anterior. En referencia al semestre anterior, la evaluación arrojó una situación real mejor a la prevista en el anterior relevamiento. De todos modos, los directivos apuntan a una pérdida de rentabilidad y cuestionan los costos salariales.

Pese a los rezongos que plantean en los pasillos del Coloquio, al momento de hacer sus pronósticos son menos pesimistas.

El economista Luis Secco, ex mano derecha de Miguel Angel Broda, hizo una curiosa interpretación; los buenos resultados de la encuesta se deben al optimismo típico “por el cambio de estación –el verano– y la euforia del Mundial (sic)”. Casi la mitad de las empresas consultadas espera incrementar sus ventas en 2014. En relación con el empleo, de cada diez consultadas, tres esperan incorporar personal, cinco mantener la actual nómina y sólo dos disminuirla. “Se prevé además un ligero aumento de las exportaciones y la inversión”, señala el trabajo. En cuanto a los factores que –sostiene– afectan la rentabilidad, remarcan el tipo de cambio, la inflación y los salarios.

Al momento de explicar los factores de crecimiento del año próximo, los empresarios apuntan a la diversificación de productos y servicios (37 por ciento), abaratamiento de los costos (32), logro de alianzas estratégicas (27), inversión en tecnología (24) y procesos de reingeniería (24). En cuanto a las medidas que consideran necesarias para promover la inversión, los consultados apuntan a la eliminación de impuestos distorsivos, política fiscal proinversión, reglas de juego claras, financiamiento de largo plazo, recomposición de costos laborales, eliminación de bolsones de competencia desleal y renegociación con los organismos.

Los ejecutivos ven un 2014 con mucha facturación y poca ganancia

18/10/2013

Sorpresas en la encuesta de ejecutivos:la provisión de energía y la pérdida de competitividad, relativizadas. Escasa generación de nuevo empleo.

Mar del Plata. Los ejecutivos no prevén mayores cambios
en la situación económica del próximo semestre, es decir, después de las elecciones parlamentarias del domingo 27, aunque sí advierten mayoritariamente que la rentabilidad de las empresas cae o, cuanto menos, permanece estancada.

La tradicional encuesta de “Expectativas de ejecutivos”, que realiza la consultora D’Alessio IROL y que se difunde en el marco del Coloquio Anual de Idea, exhibe resultados para el último semestre “algo superiores a los previstos” y contiene varias sorpresas.

A criterio de los analistas, este horizonte positivo marca que el empresariado tiene una percepción de la macroeconomía diferente de lo que efectivamente les ocurre puertas adentro de sus compañías.

Los datos del estudio son en cierto modo sorpresivos en varios aspectos. Uno de los más polémicos es el vinculado con el cepo cambiario y las dificultades del comercio exterior.

“La falta de exportación proviene más de las estrategias locales e internacionales (de las compañías) que de la falta de competitividad. Casi el 40 por ciento de las empresas pueden reemplazar las importaciones por oferta local”, dice, llamativamente, una de las conclusiones.

Luego, el economista Luis Secco, quien acompañó a Eduardo D’Alessio en la presentación, consideró que la palabra “pueden” podría reemplazarse por “deben”. “No podemos saber hasta qué punto las empresas están obligadas a sustituir sus importaciones por bienes nacionales”, dijo.

El estudio de expectativas se efectuó en octubre a través de encuestas online sobre 206 ejecutivos asociados a Idea, entidad que congrega a las empresas argentinas de mayor estructura, volumen de facturación y de distintos rubros.

Para el próximo semestre, posterior a las elecciones, el 39 por ciento de los ejecutivos espera una situación igual, otro 22 la califica como moderadamente mejor y el tres por ciento como mucho mejor.

Cuando se les pregunta por las perspectivas para los próximos 12 meses, entre el 40 y el 54 por ciento de los ejecutivos dijo que no se modificará la situación en materia de exportaciones, inversión, ventas y empleo. Es más, una tercera parte de los encuestados dijo que la actividad aumentará “moderadamente”. Pero este clima está lejos de crear empleo de forma masiva. De cada 10 empresas, cinco no modificará sus estructuras de recursos humanos y tres incorporará gente.

La contrapartida al man­tenimiento del volumen de actividad y de facturación está
en la rentabilidad, indicó D’Alessio. El 77 por ciento de los consultados asegura que las ganancias no se modificarán (36) o disminuirán.

La capacidad instalada aparece claramente como un cuello de botella para recuperar rentabilidad. En esa línea, el nivel de inversiones previsto se ubica en el 12 por ciento promedio como porcentaje de la facturación anual para 2014, valor similar al del último año.

Otra sorpresa que deparó el relevamiento fue qué lugar tiene la provisión de energía dentro de las preocupaciones empresariales. En un esquema de 10 ítems, aparece como penúltima. Primero están claramente los salarios, luego la retención de talentos, la falta de crédito, las tarifas y el acceso a la tecnología, entre otras.

La explicación es que “la mayor parte del sector privado ya sustituyó a otro costo y que incide en la rentabilidad”, indicó D’Alessio. Sin embargo, en la lista de factores que pegan en la competitividad, la energía también está penúltima.

El primer factor de pérdida de competitividad señalado por los ejecutivos son los impuestos, luego tipo de cambio, inflación, salarios, calidad institucional, acceso al crédito, mano de obra, tecnología y acceso a la materia prima. La logística, está última.

Empresas prevén que su rentabilidad seguirá cayendo

El sondeo se difundió en el marco del 49 Coloquio de IDEA.

Los empresarios que participan del seminario de IDEA en Mar del Plata consideran que el próximo semestre va a ser “levemente peor” al anterior y vislumbran que seguirá la caída de rentabilidad de sus compañías. Así lo indicó la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realizó la consultora D’Alessio IROL entre los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que se presentó en el 49 Coloquio.

La encuesta realizada durante este mes arrojó 46 puntos, cuatro puntos por debajo de la media, que indica una situación “igual”, en una tabla que llega a 100. Los resultados muestran una leve pérdida de confianza respecto del semestre anterior que fue calificado con 47 puntos.

Mientras que el 25% de los consultados señala que a la economía le va a ir entre mejor y mucho mejor, el 39% considera que se mantendrá igual, mientras que el 36% evalúa que estará entre moderadamente peor y mucho peor. Las diferencias se concentran en la base de las opiniones, ya que en el semestre que terminó 6% dijo que le fue mucho peor, mientras que ese grupo sube a 8 % cuando se mira el semestre que está por delante.

El problema de los empresarios se concentra en la pérdida de rentabilidad de sus negocios, ya que solo el 23 por ciento considera que mejorará mientras que el 41 estima que seguirá cayendo.

La mitad de los empresarios considera que los principales factores que afectan a la competitividad de sus negocios son los impuestos, el tipo de cambio y la inflación, en ese orden.

En tanto que al ser consultados sobre provisión de gas, solo 31 % considera que es “adecuada”, 26 % ve que es “algo deficiente”, 19 % “muy deficiente” y 4 % dice que es “inexistente”. En materia de electricidad, solo 19 % dice que es “adecuada”, el 45 % es “algo deficiente”, 24 % “muy deficiente” y 1 % la califica de “inexistente”.

Por otro lado, en promedio las empresas dicen que invertirán tan solo el equivalente al 11 por ciento de su facturación. Casi la mitad de las empresas consultadas espera incrementar sus ventas en el 2014. En relación al empleo, de cada 10 empresas, 3 esperan incorporar más personal, 5 continuarán sin cambios y 2 lo disminuirán. Se prevé además un ligero aumento de exportaciones y la inversión.

Las encuestas, ese nuevo paradigma de la predicción

Dr. Eduardo D’Alessio, presidente de D’Alessio IROL

Cada vez que nos acercamos a una etapa electoral en nuestra historia, comienza la profusión de publicación de encuestas y los correspondientes análisis e interpretaciones. Luego de los comicios, es frecuente que distintos medios de comunicación busquen constatar quién acertó y quién no atinó a los resultados. 

      Desde la tranquilidad de no haber participado en el análisis de la presente contienda, se observa que, mientras que la mayor parte de las encuestas que hacemos habitualmente son descriptivas de una realidad, las encuestas electorales son predictivas. Es decir, sus resultados se encuentran ampliamente condicionados por el nivel de precisión que cada entrevistado tiene respecto a lo que contesta y a lo que efectivamente decide hacer.

     Un estudio de nuestra consultora publicado hace algunos años demuestra que el 22% de los votantes deciden su preferencia en las últimas 24 horas. Incluso, un tercio de ellos resuelve dentro del mismo cuarto oscuro. Por eso, cualquier guarismo que se presente días antes a las elecciones debe ser entendido como una aproximación o un rango, útil para determinar líneas de tendencia.

       El sesgo de las encuestas electorales va mucho más allá del margen matemático de error que nos determina el número muestral. Existen sectores de la población que, por su marginalidad, son imposibles de encuestar, mientras que otros tienen temor a revelar sus preferencias frente a un desconocido.

      ¿Podríamos realizar una encuesta aleatoria perfecta? Es materialmente imposible, dado el alto costo que tendría. Por este motivo, los muestreos siempre son una aproximación hipotética a la realidad.

       Todos estos factores explican que las encuestas electorales siempre encuentran una dispersión entre los resultados y las verdaderas circunstancias. Aun cuando son efectuadas siguiendo las reglas del arte y, obviamente, con la ética inexcusable de que los guarismos publicados coincidan con aquellos que técnicamente se extraen del análisis.

         La creencia popular de que “modificando datos de la encuesta, se altera la realidad” nunca se ha podido demostrar científicamente. Si los encuestadores pudiéramos cambiar el mundo moviendo resultados, estaríamos entre los más poderosos de la tierra y, créanme, lejos estamos de semejante posición.

 

 

La seguridad en la Web preocupa a usuarios y empresas

Domingo 18 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
La confianza en Internet crece, pero la movilidad plantea un nuevo desafío
Por Luján Scarpinelli

En el ecosistema de Internet conviven especies de lo más variadas. Pero no todo es armonía; como en todo ámbito, hay peligros. La seguridad en la Web es una preocupación tanto para los usuarios particulares como para las corporaciones, especialmente, en un momento en que la multiplicación de los dispositivos y la movilidad potencian la exposición a riesgos.

En la Argentina, al igual que en el mundo, el uso de servicios en la Web se incrementó. “Incluso los transaccionales”, señala un estudio realizado por D’Alessio Irol para CertiSur, dedicada a la seguridad informática. Dan cuenta de ello las cifras de crecimiento del comercio electrónico -casi 80% de los usuarios compró alguna vez en Internet-, y el uso de las plataformas de entidades financieras -69% usa home banking y 46% paga servicios por la Web-. En ambos casos hubo una marcada evolución en relación con el pasado.

Sin embargo, aún hoy se destacan los limitantes que funcionan “como una barrera” al crecimiento. “Los principales temores están asociados al uso de datos personales”, se escribe en las conclusiones de la encuesta. En el caso de las compras virtuales, donde la tarjeta de crédito es el principal medio de pago, los temores más importantes se refieren a la falta de seguridad en el medio y a la mala administración de los datos personales.

La percepción de seguridad en las plataformas de los bancos supera a la de compras online . Pero aún resta convencer al 31% de los internautas frecuentes de que, de acuerdo con el estudio, no usan el servicio por considerarlo inseguro. Juan Damia, CEO de la firma de análisis de métricas Intellignos, señala que a nivel regional, “la Argentina está bastante avanzada en confianza” sobre los sitios de entidades financieras, que, evalúa, “están tomando más recaudos, con nuevos mecanismos de control”. Son ejemplos las tarjetas con cuadrículas de números para habilitar operaciones y las contraseñas más largas, formadas por números y letras.

Según el informe elaborado para CertiSur, los mayores miedos de los internautas en Internet son: los virus, el robo de datos de tarjetas de crédito o las claves de los accesos, las contraseñas, el robo de identidad y el miedo a troyanos (softwares maliciosos). Disipar esos temores redundaría en plataformas más fructíferas: si la Web les garantizara una mayor seguridad, analiza D’Alessio Irol sobre la base de las respuestas obtenidas, los usuarios harían mayor cantidad de transacciones.

En la era de la movilidad, la seguridad en Internet y la protección de los datos son desafíos relevantes. Las computadoras de bolsillo en las que se convirtieron los teléfonos contienen datos violables, como una máquina de escritorio, y más. Por ejemplo, cuenta Damia, “muchas aplicaciones transfieren datos, como podrían ser de posicionamiento, a través de la geolocalización, o qué hace el usuario en la navegación”. Esa información, explica, “no suele ser transferida con malos fines, sino para hacer análisis de mediciones, pero el riesgo existe”. En Europa, por caso, existe la obligación de advertir a los usuarios de la transferencia de datos. “Todo lo lógico es violable, por eso los sitios no deben guardar información personal que relacione la actividad del usuario con su identidad”, explica.

Las empresas, alertas

Las compañías también se preocupan por mantener a resguardo su información confidencial. “Hay que tener conciencia amplia de lo que es la seguridad. Ya no alcanza con un antivirus”, señala Cecil Pérez, vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Check Point, dedicada a la seguridad de Internet. La firma que atiende en el país a empresas líderes del sector financiero, entre otras, advierte que la ventana al riesgo no sólo se abre en dispositivos portátiles o redes ajenas, sino también en la propia red de la empresa.

En un estudio de Check Point se comprobó que un 63% de las empresas tenía problemas con algo que se conoce como BOT. “Se trata de una especie de programa que se instala desde la Red y puede usar la máquina como un servidor de spam sin que el usuario lo vea”, precisa Pérez. Respecto de la movilidad, la compañía de seguridad reveló que la mayoría de las firmas (79%) tuvo un incidente de seguridad móvil en el ultimo año. El costo promedio de esos inconvenientes, como puede ser la pérdida de un celular, osciló entre los US$ 100.000 y los US$ 500 000.

La protección de datos, indica Pérez, consiste en la definición de una política de seguridad que resguarde la información que no puede salir de la empresa, pero sin perder de vista la funcionalidad.

La propuesta de la compañía para que la tendencia de que los empleados usen sus propios dispositivos en la empresa no produzca problemas consiste en crear un ambiente virtual dentro del celular o la tableta, separando el ámbito personal y el laboral..

Niños, el blanco principal del marketing

Los padres no les dan el gusto

Edición Impresa: sábado, 17 de agosto de 2013
En este Día del Niño que se conmemora mañana, al parecer no todos los padres regalarán a sus pequeños lo que ellos les han pedido. Una encuesta en todo el país por la consultora D’Alessio IROL, indica que al menos dos tercios de los padres argentinos van a regalar juguetes este año. De ellos, se estima que 67% lo hará sin seguir al pie de la letra el requerimiento de los más chicos.

Entre las preguntas se incluyeron dos: una que hace hincapié a los aspectos priorizados por los adultos al momento de comprar un regalo para un niño y otra que refiere al pedido de los más chicos en su día. Entre las respuestas a una y otra pregunta quedó en evidencia una distancia entre lo que los chicos pidieron y lo que los grandes están dispuestos a regalar.

Un 29% dijo que regalará lo que a sí mismo le gustaba de chico, mientras que un 28,5 aseguró ajustarse a lo que el niño solicita, mientras que 27,5 obsequiará lo que piensa que al niño le gustaría. Además, un 9% prioriza el precio y 1,5 lo que está de moda.

Respecto a los pedidos de los chicos, predominaron consolas o videojuegos (16%), celulares (10%) y ropa o calzado (10%).