Encuesta llamativa: Venezuela rompe la grieta entre los votantes K y los de Cambiemos

Una consultora midió la opinión de los argentinos según sus preferencias políticas. El sistema democrático, el régimen de Maduro y la intervención del Gobierno.

 Un tamiz internacional parece haber logrado lo (casi) imposible: que se rompa al menos parte de la grieta entre los votantes de Cambiemos y del kirchnerismo. El milagro político lo logró Venezuela, el país con las reservas de petróleo más importantes del mundo y una crisis humanitaria sin precedentes. Con matices en los porcentajes y en los modos, tanto los seguidores de Mauricio Macri como los de Cristina Kirchner se muestran lejanos al régimen de Nicolás Maduro.

La conclusión sale de un trabajo de la consultora D’Alessio-IROL / Berensztein, que viene midiendo sistemáticamente la gestión del Gobierno nacional, a las principales figuras oficialistas y de la oposición, y que suele intercalar trabajos por temas de coyuntura como el venezolano. En esta oportunidad, a fines de enero hizo un relevamiento de 800 casos a nivel nacional.

La encuesta partió de una consulta básica y de final previsible: el 93% de los argentinos (encuestados) consideró que la “democracia es mejor que el autoritarismo”. Pero con el 7% restante, el que optó por un modelo totalitario, la consultora hizo un segundo recorte y preguntó si prefería un gobierno “como el de Cuba o Venezuela”. Allí, sólo un 7% eligió esta opción: ninguno entre los votantes de Cambiemos y 17% entre los K. Es decir, ni siquiera los kirchneristas que prefieren un régimen autoritario ven como buena opción la variante venezolana. Maduro lo hizo.

Otro punto que parece ahondar las diferencias entre el discurso político de los dirigentes kirchneristas y sus seguidores se vincula a la actitud que debe adoptar la Argentina. “Cree que la posición del Gobierno de Macri frente a la crisis de Venezuela debe ser…”, es el disparador y pone las opciones “intervenir” / “no intervenir”. Los resultados revelan pocas diferencias entre los votantes de ambos polos de la grieta: un 71% de los macristas pide intervención, contra un 60% de los K.

Los matices aparecen, claro, en el tipo de intervención que sugiere cada grupo. Hay cuatro variantes con resultados diversos:

– “Reclamar por vías diplomáticas el respeto por los derechos humanos”, la eligen el 68% de los votantes de Cambiemos y el 19% de los K.

– “Promover un efectivo diálogo político entre chavistas y la oposición”: 33% votantes Cambiemos, 50% votantes K.

– “Requerir de forma activa a Maduro que libere a los presos políticos”: 57% votantes de Cambiemos, 8% votantes K.

– “Activar las acciones de la OEA que finalmente separen a Venezuela de esta Organización de Estados Americanos”: 41% votantes de Cambiemos, 5% votantes K.

Sobre el final, volviendo a la Argentina, también se ven coincidencias generales sobre el “logro más importante de ese período de democracia” en el país. Las principales opciones elegidas por ambos votantes es “erradicación de los golpes militares” (46% entre los macristas, 61% los K) y “libertad de expresión” (35% los macristas y 20% los K)

Publicado por Clarín el 04/02/2019

Macri tacha la doble, la gran Angeloz y el cristinismo mapuche

La campaña está lanzada. Este lunes, reunión clave del PRO. Movimientos en las provincias.

Define el Gobierno campañas provinciales sin internas

Una de las leyes de la política no escritas –esas de vigencia permanente– es que nunca debés dejar que tus adversarios se junten y hagan fila para cachetearte. Y menos si ellos segmentan los turnos de bofetada, como los gobernadores que piden hora para elegir día de elecciones, despegadas de las nacionales. El objetivo de la primera reunión del año de la mesa chica del PRO, este lunes, es desbaratar esa maraña que se va armando de elecciones en serie, cada una más adelantada que las otras, y en todo caso convertirla en una palanca para la reelección.

 Le pone espuma el resultado de algunas encuestas, como la D’Alessio IROL – Berensztein, que dice que el 39% cree que la situación mejorará en 2019. Ahí es adonde está el voto, y no tanto en los nombres que aparecen en los sondeos, según creen los que hacen campañas con marketing y no con estrategia. Un ejemplo es que, para esa consultora, las figuras de mayor prestigio, y en aumento, son Roberto Lavagna y Ernesto Sanz, que no juegan este partido.

 “La triste reflexión es que, si te vas de todos lados y además te callás la boca, crecés en las encuestas…”, comentó uno que sí está en el juego. La cita es de urgencia, para desmenuzar, por ejemplo, la situación en Río Negro. El viernes, el rionegrino Alberto Weretilneck madrugó a todos anunciando que los comicios para cargos en su provincia serán el 7 de abril. Lo dijo pocas horas después de estar a solas con Mauricio Macri en Bariloche. La cercanía temporal la manejó el astuto gobernador para dar la señal de que tiene el aval presidencial.

 No importaría mucho ese simple capricho de fecha, si no viniera con delación premiada (diría un lava jato): Macri escuchó el plan de Weretilneck para hacerse reelegir por tercera vez como si fuera la segunda. ¿Quién no va a creer que eso fue prenda de un acuerdo para asegurar un triunfo del no peronismo en esa provincia, que tiene en Martín Soria a un abanderado del cristinismo extremo? Que se lo expliquen a los macristas de Río Negro, a quienes lastima este aval presidencial, después de que dieran la vida peleando contra el reeleccionismo.

Esa y otras cuitas provinciales justifican que la mesa que coordina Marcos Peña adelante su trabajo para este lunes de verano inmisericorde –por el calor y por los sofocones que motivan estos adelantamientos–. Van a estar Rogelio Frigerio, Humberto Schiavoni, Horacio Rodríguez Larreta, Francisco Quintana –que no la esperen a María Eugenia Vidal, que aguardó a los Reyes Magos en Chapadmalal y seguirá allí algunos días más–. Hace además campaña en Mar del Plata, adonde cree es vital ganar las elecciones después del resbaladizo mandato de Carlos Arroyo, que no quiere compartir con ella ni el sol. Para ese propósito copa la plaza que antes acaparaba Daniel Scioli.

Ultimátum: Córdoba se resuelve con encuestas

El reencuentro de la mesa chica del PRO ocurrirá este lunes al mediodía en el comedor del jefe de Gabinete, que es hoy quien tiene el tablero de comando con todo el vértice del poder de vacaciones. Por estas horas regresa Federico Pinedo, que viene con todos los secretos de Cumelén, después de compartir las mágicas costas del Nahuel Huapi con Macri y un itinerante grupo, que transitó junto a él en varias cenas y almuerzos –entre ellos Esteban Bullrich, Nicolás Dujovne, Javier Campos, Nicolás Caputo, Carolina Stanley, Federico Salvai, y muchos otros–.

 Entre esos secretos está el del propio futuro de Pinedo, a quien el Senado elegirá en la última semana de febrero como presidente provisional, pero debe resolverse si reelegirá o tendrá otra misión como candidato porteño –seguramente primero en la lista de diputados, si es que no repite en la Cámara alta–. En esta reunión del PRO, que ya está en “modo campaña”, a diferencia de sus aliados del radicalismo, que están en “modo avión” –desconectados de la red, por así decirlo– se alzará la voz para imponer algunos criterios ante el adelantamiento masivo. Uno de ellos es evitar, cuando se pueda, las elecciones internas para candidatos en las provincias, sean locales o nacionales. Quieren un festival del acuerdo, de la rosca diría un Monzó, si lo dejasen hablar.

El caso testigo va a ser Córdoba. En una previa al almuerzo del PRO “chez Marcos”, la mesa va a recibir a un cuarteto cordobés. Lo integran los diputados Héctor Baldassi –detto “La Coneja”– y Gabriel Frizza, la senadora Laura Rodríguez Machado y el presidente del partido en esa provincia, Darío Capitani. Les van a decir que en su distrito no va a haber internas, que la candidatura a gobernador saldrá de las encuestas, y que por ahora el que va adelante es Mario Negri, con el apoyo de Baldassi y Luis Juez.

Ramón Mestre tendrá que aceptar, porque si no el PRO no le firmará el llamado a internas. Ramoncito va a responder, porque no es fácil. El celo del oficialismo en este distrito es innegociable. Macri cuando habló en una radio de Córdoba dijo: “Ustedes mueven al país, son mi provincia”. Lo mueven a él, como en 2015 que lo hicieron presidente. ¿Cómo no va a ser su provincia?

Non bis in idem, o el veto a doble candidaturas

Otro criterio es imponerles a los que se postulen a cargos locales de gobernador en elecciones anticipadas, la prohibición para que después se presenten a cargos nacionales. Non bis in idem (No dos veces por lo mismo), diría el jurista. Los adelantamientos tienen que ver no sólo con martingalas de marketing. Los ardides con fechas, enganches y desenganches, nunca son demasiado importantes para el resultado. El público es siempre más astuto que los dirigentes, y se da cuenta de que son espejitos de colores. Lo que los adelantamientos permiten es más libertad a los dirigentes. El 22 de junio cierra la inscripción de precandidatos a las PASO nacionales. Desde esa fecha corren incompatibilidades para postularse en varios cargos. Pero hasta esa fecha, un Schiaretti, o un Juan Manzur pueden ser candidatos a gobernadores, y después ir a una PASO nacional.

En ese registro tiene sentido el acuerdo de Pichetto con Weretilneck, con quien puede hacer campaña provincial antes del cierre de las PASO; y después anotarse a presidente, o a senador nacional en la banca que termina este año. “El senador Miguel Pichetto tiene atornillada la relación con el gobernador” –como dijo Weretilneck después de reunirse con Macri– y en ese entendimiento figura una candidatura de su hijo, Juan Manuel, a la intendencia de Viedma. Los radicales no piensan anotar candidatura, porque dividirían al anti-peronismo, y podrían facilitar el triunfo de Martín Soria, que orbita en el cristinismo extremo. El consuelo es armar una colectora de diputados provinciales que le permita a Cambiemos estar cerca de quien tiene más chance de ganar, con un lugar para Sergio Wiski, uno de los predilectos de Peña en Río Negro (hoy es diputado nacional y se le acaba la banca).

La mesa del PRO comunicará que no se puede ser candidato “doble a nada”. Es el momento de los radicales de esa provincia: en un encierro nominaron a la diputada nacional Lorena Matzen como postulante a gobernadora –igual su mandato como diputada vence en 2021–. Con esa ficha van a buscar un acuerdo con Weretilneck, que tiene que impedir que se le divida el no-peronismo para frenarlo a Soria. Amparado en el magnicidio de Carlos Soria –cuya fórmula integró en 2015–, hará la gran Angeloz, o la gran Evo Morales, que sostiene su pretensión para repetir en Bolivia, donde ser candidato es un derecho humano.

 ¿Y la justicia? Weretilneck le dijo a Macri que el Tribunal de Justicia de su provincia lo apoya ya con tres votos, y que la Suprema Corte de la Nación no se meterá, como no se metió en la ley de lemas de Santa Cruz. Todo rapidito, rapidito: en Río Negro hubo ley de PASO local obligatoria, pero nunca llegó a aplicarse y fue derogada. El 15 de enero hay cierre de listas. Sin aliento.

 Señal al mercado: el cristinista que quiere gobernar Vaca Muerta con los mapuches

Algo tendrá que decir la mesa sobre Neuquén, en donde se dio –en la madrugada del sábado– el cierre de candidaturas para las elecciones del 10 de marzo y en donde se enfrenta un Cambiemos empapado de neo evangelismo con el papismo más rancio. “Pechi” Quiroga no sólo lleva a un pastor protestante de candidato a vicegobernador, David Schlereth. Desafía al gobernador Omar Gutiérrez y busca apoyos en esa frecuencia religiosa, que pone también a la segunda legisladora provincial de una tira colectora que lo apoya. Se trata de Nadia Márquez, de la Iglesia Jesús es Rey. Todo un desafío para el votante estándar del macrismo.

 Interviene en esa disputa el cristinismo, cuya lista presentó el propio Juan Grabois, que está entre Santa Marta y el Instituto Patria. La intención de este tercio es que logre el voto del peronismo y la izquierda neuquina, y ya levanta temores entre el empresariado. Imaginan, a la tercera copa, que si ganase el candidato Rioseco, que tiene la venia del Instituto Patria, pasará a gobernar nada menos que el territorio en donde late el principal proyecto de esta Argentina, Vaca Muerta. Si ocurriera, dramatizan en las mesas de petroleros, menudo mensaje político a los inversores –cuya merma preocupa en la región, antes tan atractiva para los negocios–, ya que sería una muestra de recorte de poder de un gobierno que perdería un emirato propio, en manos, nada menos, que de un mandatario identificado con la madre de todos los temores –Cristina de Kirchner–.

Esta posibilidad incluye el fantasioso escenario de un gobierno cristinista y mapuche, que aportaría ideas, como darles a esos pueblos originarios participación en las riquezas. Algunos con más calle y recorrido, desdramatizan al recordar que Rioseco viene de una ciudad como Cutral Co, a la que el gobierno de Felipe Sapag le dio, como reparación de los efectos de la privatización de YPF, una concesión petrolera que le permite una caja importante para hacer política. Esa concesión es de 1996 y por 99 años. La comuna la concedió a privados y este año se extendió por 35 años con un contrato por más de USD 2.500 millones de inversión, y un bono para esas comunas de USD 15 millones, según la propuesta pública de la firma Pampa Energía, que administra el empresario Marcel Mindlin. O sea que Rioseco es un colega en la actividad hidrocarburífera.

 Otros, que calan más hondo, creen que después de que Macri avaló el debate sobre el aborto, no le costará mucho avanzar en alguna concesión a los mapuches. Ya validó el matrimonio igualitario –al no apelar aquel fallo judicial, antes de que se sancionase la ley en 2010– y empujó la entrega de tierras en las villas a sus ocupantes.

Los arquitectos que prefieren los arquitectos

El estudio M/SG/S/S/S (Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Sallaberry), el mismo que hizo los edificios ATC (hoy, TV Pública) y `El rulero`, es la oficina de arquitectura que más admiran sus colegas. Así lo confirma la encuesta exclusiva que hizo para ARQ la consultora D´Alessio IROL sobre una base de 1358 casos. En el segundo puesto quedó MRA+A, el estudio que heredaron del legendario Mario Roberto Álvarez, su hijo `Bimbo`, Hernán Bernabó y Fernando Sabatini, consagrado por obras como el Teatro San Martín, los edificios Somisa, IBM o el puente de la Juan B. Justo, hoy en proceso de demolición. Y en tercer lugar, Arquitectónika, el estudio más joven de los tres que viene construyéndose un lugar entre las grandes oficinas desde hace varios años.

M/SG/S/S/S es de los tres el estudio que tiene la veta más universitaria y académica. Surgió precisamente en los talleres de la facultad. Y casi todos sus integrantes, hasta los más jóvenes, tienen los mismos kilómetros recorridos en las aulas como docentes que en la vida profesional. Tal vez sea eso lo que marca su tipo de arquitectura, casi siempre la más exploradora y experimental.

 MRA+A acaba de inaugurar el segundo hotel Hilton, en Pilar; y, en Punta del Este, está construyendo dos conjuntos: Le Parc Torre 3 y Poseidón Laguna. De los estudios del podio es el que tiene el perfil más profesionalista. Fundamentalmente es valorado por su coherencia a lo largo del tiempo y su adscripción férrea a la Arquitectura Moderna, al `menos es más` y especialmente al movimiento racionalista. Hasta un importante catedrático español, como Helio Piñón, años atrás ponderó a su fundador, Mario Roberto Álvarez, como uno de `los mejores arquitectos del mundo`.

 El estudio Arquitectónika que ocupa el tercer puesto tuvo sus primeras apariciones en 1997 con el 1° premio del Concurso Colegio Público de Abogados de Buenos Aires; y, en 2001, con el 1° premio del Concurso Área Nuevo Colegiales. Pero sobre todo se hicieron fuertes en el desarrollo, diseño y construcción de PHs, esa tipología que irrumpió en los últimos años como alternativa para la vivienda joven y que salpicó con buena arquitectura muchos de los barrios de la Ciudad.

El ranking también da lugar a las Voces Emergentes y a la Generación Intermedia, categoría donde sobresalió el estudio Del Puerto-Sardin, formado por Valeria del Puerto y Horacio Sardin. Horacio, además de arquitecto, dirige con Miguel Ángel Roca una de las cátedras históricamente más populosas de la FADU. También es artista plástico: acaba de publicar un pequeño libro, Paisajes de utopía, con dibujos y textos que sintetizan sus ideas. Su compañera de estudios y socia, Valeria del Puerto fue elegida recientemente presidenta del consejo profesional de los arquitectos porteños (CPAU), un cargo que hasta hace poco hegemonizaban hombres y arquitectos representantes de los estudios más grandes. Desde allí, seguramente dará voz y visibilizará los temas de la cuestión de género y el punto de vista de los estudios de la generación intermedia, en muchos casos responsables de los proyectos de escala menor o intermedia que están renovando y dándole vitalidad a los barrios porteños.

 Otros nombres propios que surgieron como preferidos en la encuesta son: entre las constructoras, la empresa Criba, que está terminando Alvear Tower, la torre más alta del país; en el segmento Desarrolladores, IRSA, bien conocida por sus shoppings y por el emprendimiento Polo Dot, en General Paz y casi Panamericana; entre los Proveedores, el Grupo FV-Ferrum, el de los famosos sanitarios y griferías; y en la categoría Diseño de Interior, el estudio mendocino Bórmida & Yanzón, con el diseño de exquisitos ambientes que destilan las tradiciones constructivas y culturales en residencias, bodegas, cavas, cervecerías y hoteles boutique insertos en los mágicos paisajes cuyanos.

Publicado por Clarín el 19/12/2017

Tres semanas cruciales para Macri

El Gobierno parece, a primera vista, no haberse dejado encandilar por el éxito de la Cumbre del Grupo de los 20. Mauricio Macri fue realista delante de la prensa. También con sus ministros. `Quedan meses difíciles`, auguró. `Los problemas no han desaparecido`, completó. Una señal alentadora, siempre que en su recorrido no sufra algún viraje.

 Aquel baño de realismo contó con el adicional de la ex canciller, Susana Malcorra. Conocedora de cómo suelen ser los procesos deacomodamiento en el mundo. Malcorra desmenuzó los resultados del G-20 con ojos distintos. Subrayó que haber logrado la firma de un documento conjunto constituyó en sí mismo `un resultado positivo`. En especial por dos razones: las mutaciones políticas están a la orden del día, aún en las principales potencias; las últimas Cumbres habían concluido sin consensos. El desafío será ahora poder sostenerlo.

 La ex canciller puntualizó otra cosa. Que aún con la cantidad de reuniones bilaterales que mantuvo Macri y el excelente clima político que, en general, rodeó a la Cumbre `no habría que pensar en que rápidamente llegará una lluvia de inversiones`. Sobrevuela en tal apreciación la incertidumbre que derrama el año electoral.

 Tal vez, la moderación del Presidente y de Cambiemos haya tenido relación con evaluaciones realizadas por distintas consultoras. Que en la Casa Rosada repasaron. Una de ellas, de D´Alessio IROL, marcó percepciones sociales interesantes. Una mayoría de argentinos (44%) señaló que el G-20 no resolverá los problemas de la gente. Otro 40% estimó importante el encuentro y un 16% no opinó. La importancia, aunque revelaría la existencia de cierta expectativa, no se contrapondría necesariamente con aquellos que descreen sobre los efectos concretos de su realización.

 De todas formas, más allá de las consecuencias inmediatas fugaces que arroje la Cumbre pasada, pudo haber significado un freno a la sangría política y al derrumbe de las expectativas populares que viene sucediendo desde que en abril se desató la crisis financiera. Es muy poco, sin dudas. Pero le permitiría al Gobierno afrontar de otro modo el tránsito más delicado del año: el del último mes. Diciembre se ha convertido casi en karma desde la crisis del 2001. Cambiemos los ha sobrellevado más o menos bien (2015-16). Con excepción del año pasado. El debate sobre el cambio defórmula para el ajuste de remuneraciones de los jubilados detonó antes de fin de año una salvaje y recordada batahola callejera. Ese constituyó el punto de partida de la pérdida de capital político del Gobierno, que había amasado en las legislativas de octubre con una victoria clara. Desde entonces, no pareció recuperarse nunca más.

 Ni Cristina Fernández, en sus presuntos años de oro, se salvó de los mismos desvelos. Ya en 2012, apenas un año después del éxito reeleccionista con el 54%, se registraron incidentes y saqueos en cinco provincias, con dos muertos. Entre ellas figuró Buenos Aires. Escenas similares recrudecieron en 2013. El vandalismo social estuvo, en esa ocasión, acompañado por rebeliones de la Policía en cerca de 20 provincias. Se computaron 13 muertos. Buenos Aires y Córdoba, sobre todo, permanecieron en el foco.

 Macri viene arrastrando desde mayo un boletín de malas noticias cotidianas. La alteración de ánimo resultó brusca. Reflejada por su propio discurso. El Presidente dijo en un reportaje por televisión en abril que el momento más feliz de su gestión había sido la comunicación del INDEC sobre una caída de 2,9% en el indice de pobreza. Semanas antes de la cumbre del G-20 confesó que estaba atravesando los peores meses de su vida. Equiparables, a lo mejor, a cuando en 1991 fue secuestrado por una banda policial.

 El último mes del 2018 terminará de actualizar de nuevo los índices de pobreza. Que corresponderán al primer semestre de este año. Los últimos reflejaron el último tramo del 2017, cuando el Gobierno navegaba todavía el gradualismo económico. Las diferencias prometen ser notables porque impactará el primer tramo de esta crisis. Un informe de Unicef anticipó en las últimas horas un cuadro estremecedor. Sostiene que el 48% de los niños en la Argentina viven en situación de pobreza. No lo refiere sólo a los déficits en la alimentación. Menciona las falencias en educación, protección social y hábitat. Es decir, a una pobreza estructural que no se modificaría sólo con la mejora en los ingresos del grupo familiar.

 Para peor, ningún experto está seguro de que la recesión esté cerca de su piso. Según el INDEC, tanto la industria como la construcción cayeron más de un 6% en octubre. Durante la cumbre del G-20, la titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, dijo que habría por delante aún tres o cuatro meses difíciles. La recuperación podrían sobrevenir en el segundo trimestre del 2019.

 Las precariedades sociales argentinas abarcan a toda la nación. Pero el centro de gravedad es, como siempre, Buenos Aires. El principal distrito electoral. El 38% del padrón nacional. Territorio de los sectores más vulnerables y fortín de la oposición kirchnerista. Sobre todo la tercera sección electoral. Se comprenden, entonces, las prevenciones de María Eugenia Vidal que no apuntan únicamente a su gobernabilidad. También a intentar preservar el proyecto de reelección de Macri.

 La gobernadora anticipó un paquete de medidas tendiente a bajar la temperatura social. De un alcance que supera el bono de $ 5.000 concedido por el Gobierno nacional. Ese mismo bono lo aplicará a jubilados y pensionados bonaerenses que reciben las retribuciones mínimas. También adelantó el pago del aguinaldo para los empleados estatales. Actualizó además las sumas para los planes sociales de contención. Entre ellos, el llamado Más Vida que incluye a 300 mil beneficiarios. El Banco Provincia, durante este mes, mantendrá el descuento del 50% para las compras dehasta $ 1.500 en los supermercados. El agua posible para aplacar fuego.

 La gobernadora, con una diestra martingala, garantizó otro pilar para su gobernabilidad. Logró tener el Presupuesto votado por la Legislatura provincial que prevé un endeudamiento de $ 68.500 millones. Imprescindible para funcionar, según el oficialismo. Destinado únicamente a pagar deuda, de acuerdo con la interpretación de sectores de la oposición. Lo cierto es que esa aprobación requería de los dos tercios de los votos. Que Vidal logró cosechar con el peronismo dialoguista y el massismo. Aunque el líder del Frente Renovador haya ordenado rechazar el resto del Presupuesto.

 El Gobierno ingresa en tres semanas muy difíciles. Con el bálsamo que dejó el G-20. Pero sin el optimismo banal del cual supo hacer gala en otras oportunidades. Macri eligió la prudencia. Aclaró que no hará más pronósticos económicos. Hace bien: varias veces se quemó con leche. El Gobierno sabe el tiempo que se avecina. Cambió el optimismo por la moderación. Presidente Mauricio Macri.

Publicado por Clarín el 05/12/2019

Sondeo de D’Alessio Irol y Berensztein Encuesta: la grieta entre Cambiemos y los K en la percepción del G20

Una de las principales consultoras midió qué importancia le da la gente al G20 y al rol de Macri en esta Cumbre, así como cuáles son sus principales sensaciones frente a este encuentro.

 La mayoría de los que votaron al kirchnerismo consideran que el G20 no es una institución importante para la Argentina; mientras que los que se referencian en Cambiemos destacan el rol del G20, incluso por encima de otras entidades como el Mercosur, las Naciones Unidas y la OEA. Los datos son de una encuesta de D’Alessio Irol y Berensztein.

 Los números de esa encuesta son sorprendentes, ya que el 47% de los que votaron a Cambiemos consideran importante al G20, frente al 8% dequienes votaron al Frente para la Victoria (FPV). La relación se invierte cuando se consulta sobre el Mercosur, que es la institución más importante para quienes votaron al kirchnerismo (70%), mientras que eligieron esa opción el 28% de los que se referencian en Cambiemos.

 “La sociedad está dividida con el G20. La izquierda protestando contra este encuentro y los del Frente para la Victoria prefieren el Mercosur. ¿Están en contra de China y Rusia? ¿Están en contra de Trump, que está en contra de la globalización como la conocemos? Es una enorme inconsistencia”, dijo Eduardo D’Alessio, titular de la consultora, en declaraciones a la cadena de noticias A24.

  La marcha contra el G20 desde adentro: mayoría de izquierda, pocos K, mucha seguridad y sin encapuchados

 El relevamiento se hizo el miércoles 27 y jueves 28, a mayores de 18 años en todo el país. El 55% de la gente consideró que es “importante” la participación del presidente Mauricio Macri en el G20. Pero el 84% de los que se inclinan por Cambiemos apoyó esa opción, frente al 24% de los que votaron al FPV.

 En sintonía con esa polarización, el 70% de los que votaron por Cambiemos considera que el G20 “es importante para Argentina”, frente al 11% que eligió esa opción entre los que votaron al FPV. Ese nivel de grieta produjo que el 40% de la gente considere el encuentro importante para el país, frente al 16% que considera que “Argentina tiene otras prioridades” y el 44% que sostiene que “no resuelve los problemas de la gente”.

 Casi la mitad de la gente quiere que el G20 se haga en otra ciudad (47%). Pero acá vuelve a aparecer la grieta, ya que el 58% de los que votaron a Cambiemos prefieren que se haga en la ciudad de Buenos Aires, mientras que sólo el 24% de quienes votaron al kirchnerismo eligieron esa opción. De hecho, el 46% de la gente señaló las “restricciones de tránsito” que provoca el G20.

 El 35% de la gente considera que la Argentina será beneficiada con la realización del G20, un 18% cree que será perjudicial y el 46% no cree que traiga cambios en el país. Pero acá vuelve a aparecer la grieta, ya que la mayor parte de los que consideran que traerá beneficios son los que se inclinan por Cambiemos; mientras que los que votaron al FPV creen que este evento será perjudicial para la Argentina.

Publicado por Clarín el 30/11/2018

Crece la presión para sancionar una ley de “ficha limpia” que excluya a candidatos con condenas

Una iniciativa popular reunió más de 100 mil firmas, y diputadas oficialistas impulsan el proyecto. Pero el Gobierno lo rechaza, y la oposición lo ignora.

 Junto con la ley de “delación premiada”, fue la llave maestra de la avalancha anticorrupción que  desnudó el cosmos de sobornos, contratos públicos amañados y reparto de favores políticos en Brasil, investigados en la megacausa “Lava Jato”: la ley de “ficha limpia”, que en el país vecino impide presentarse como candidatos a quienes tengan una condena penal confirmada en segunda instancia, sepultó las aspiraciones de Lula Da Silva entre otros cientos de políticos de todos los partidos. en apenas unos días, una iniciativa para replicar esa ley en la Argentina sumó 100.000 firmas y la adhesión de legisladores oficialistas y especialistas en transparencia pública. El Gobierno, sin embargo, se resiste a impulsarla.

 La “ficha limpia” se impuso en Brasil por iniciativa popular en 2010, gestada mediante millones de firmas y pese a que casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria intentaron impedirla. Su efecto cultural fue tan fuerte que, además de dejar fuera de la competencia electoral a los condenados, en los recientes comicios ninguno de los candidatos acusados por corrupción -aún sin la condena que les hubiera impedido presentarse- logró acceder a un cargo o una banca.

 Asolada por la impunidad y en medio del escándalo de los cuadernos de las coimas, Argentina discute la posibilidad de replicar la iniciativa. La semana pasada ese impulso tuvo un pico, pues en pocos días una petición que reclama la sanción de la ley de “ficha limpia” reunió 100.000 firmas en https://www.change.org/fichalimpia, y continua sumando. #FichaLimpia se convirtió en trending topic en redes sociales, y una primera encuesta realizada por la consultora D’Alessio/Irol concluyó que un 61% de los argentinos comparte la iniciativa.

 En su versión local, la propuesta exige que los condenados por delitos de corrupción, aunque la condena no se encuentre aún firme, no puedan ser candidatos a cargos electorales. Con antecedentes como el de Carlos Menem, que tras 23 años de proceso y una condena por el tráfico ilegal de armas finalmente anulada por prescripción, colocar la vara tras la sentencia de un tribunal oral suena razonable.

 “No está en juego el principio de inocencia -que rige en sede penal- sino el derecho de la sociedad a reglamentar las condiciones para ser candidato”, asegura el abogado especialista en ética pública Alejandro Drucaroff. “Lograr que quienes ya tengan una condena de un tribunal colegiado –lo que implica la decisión de tres jueces- por haber delinquido contra el Estado no puedan ser candidatos permitiría también superar la imagen de un sistema político que cuanto menos mira de soslayo la corrupción y de corruptos que se refugian en el privilegio de los fueros parlamentarios”.

 Más allá de simpatías o rechazos políticos, existen argumentos jurídicos. Según lo dispusieron dos fallos recientes de la Cámara Federal de La Plata y la Cámara Federal de Casación Penal, en la Argentina los graves delitos dolosos contra el Estado que conlleven enriquecimiento –lo que naturalmente incluye los de corrupción- atentan contra el sistema democrático y deben por ello considerarse imprescriptibles. Recordemos que los procesados –sin necesidad de condena alguna- por delitos de lesa humanidad, también imprescriptibles, no pueden ser candidatos de acuerdo con el artículo 33 de la ley electoral.

 Aunque aún no entró en el radar del Congreso, la iniciativa se debatió la semana pasada en una Jornada sobre “Derecho electoral y ética pública”, que desbordó el salón de la Facultad de Derecho de la UBA. Diputadas nacionales, juristas, analistas internacionales y profesores de Derecho coincidieron en que “si se aprueba esta ley, los corruptos van a ir a la cárcel en lugar de ir al Congreso”. Allí expusieron las diputadas nacionales Silvia Lospennato -autora de un proyecto legislativo de “ficha limpia” que tuvo dictamen de Comisión en 2017, aunque no llegó a tratarse en el recinto-, Graciela Ocaña, Paula Oliveto y Marcela Campagnoli; el ex Juez brasileño Marlon Reis (quien impulsó la ley en su país); la profesora María Cristina Girotti y el analista internacional Gustavo Segré.

 Ocaña admitió que “con la composición actual del Congreso va a ser difícil que pueda tratarse el proyecto” y pidió que “desde la prensa y la sociedad civil nos ayuden a impulsar la iniciativa”. Para la diputada, además “es importante que como país recuperemos los bienes robados por la corrupción, porque no puede haber prosperidad sino frenamos la corrupción”.

 “No alcanza con la idoneidad para ser candidato a un cargo público. Se debe acreditar probidad”, señaló Campagnoli. “Para que podamos combatir en serio la corrupción es necesario que este proyecto de esté acompañado de otros como el de Extinción de Dominio, el de reforma política y la ley de financiamiento de las campañas electorales”, agregó la diputada, quien recibió las 100.000 firmas reunidas hasta ahora.

 El proyecto popular propone modificar la Ley Orgánica de los Partidos Políticos y el Código Nacional Electoral para que quienes fueron condenados en segunda instancia por un delito penal doloso no puedan ser candidatos a cargos electivos nacionales.

 Segré, principal impulsor del encuentro junto con el el profesor de Auditoria y Control de los Sistemas de Información Gastón Marra, fue más duro: “hay que buscar que el Congreso nos represente a todos porque la mayoría no somos corruptos”.

 Pese a la efervescencia, altas fuentes del Gobierno hicieron saber su rechazo a impulsar la “ficha limpia” para las próximas elecciones. El generoso lote de ex funcionarios kirchneristas bajo proceso o juicio oral por corrupción parece resultar más útil como posible pararrayos electoral que un audaz paso adelante hacia la transparencia. Descartando el parecer de los seguidores de Cristina Kirchner, hasta ahora tampoco se alzaron voces desde el flamante peronismo federal para manifestarse. Aunque esa también puede ser una estruendosa opinión.

Publicado en Clarín en 26/11/2018

Logo Clarín

Youtubers: muchos los consumen, pero pocos los consideran creíbles

Una encuesta realizada por D’Alessio IROL se adentra en uno de los fenómenos más populares de internet.

Los youtubers se instalan como figuras con cada vez más repercusión en el mundo de los contenidos audiovisuales y, además, algunos de ellos se vuelven una fuente de referencia con videos donde prueban y comentan productos. Sin embargo, ¿qué tan confiables resultan?

Según una encuesta realizada por D’Alessio IROL para el Observatorio de la Publicidad de la AAP, 7 de cada 10 consultados suele mirar videos online donde una persona describe un determinado producto y cuenta su experiencia con el mismo. De hecho, un 23% de los consultados mencionó expresamente disfrutar de este formato.

Si bien los jóvenes son quienes se muestran más fanáticos de este tipo de videos (30%), trasciende las barreras etarias y llega a todos los segmentos.

El éxito de este tipo de contenido se da a partir de una mezcla de motivos. Principalmente, los consumidores buscan información que les permita definir una futura compra (59% mencionó esta motivación).

Cinco de cada 10 personas sienten que este formato les es útil, y 4 lo consideran divertido.

Poca credibilidad

Los videos de unboxing, donde los youtubers abren un producto para luego hacer una revisión del mismo, son de los más vistos por personas de todas las edades. Desde gadgets hasta juguetes, los videos de este estilo se multiplican, y las horas de contenido con esta temática se incrementan.

Pero aunque esto parezca una buena oportunidad para las marcas, hay que tener mucho cuidado. Antes de volcarse a este formato, deben ser advertidas que pueden poner en peligro su imagen, uno de los principales valores a la hora de comunicar.

De acuerdo al estudio de D’Alessio IROL, si bien un 60% de los encuestados afirma consumir este tipo de contenidos por ser informativo, solo el 13% considera a los youtubers una fuente creíble.

YouTube tiene más de mil millones de usuarios, y cada día esos usuarios ven mil millones de horas de vídeos. La plataforma llega a muchas más personas con edades comprendidas entre los 18 y 49 años que cualquier cadena de TV por cable en Estados Unidos.

Publicado en Clarín el 04/09/2018

Macri vs. Cristina, economía vs. corrupción: qué dicen las últimas encuestas

Clarín analizó 10 sondeos de distintas consultoras. Responsabilidades que se cruzan y un escenario abierto.

Aviso al lector: la principal conclusión de este artículo es que no hay conclusión. Al menos no una única y contundente. La dinámica de la causa de los cuadernos de las coimas, con Cristina Kirchner a la cabeza, y de la crisis económica, sintetizada en la figura de Mauricio Macri, desvela por estas horas a analistas y encuestadores. Las preguntas se amontonan. ¿A la gente le importa más el bolsillo o la corrupción? ¿Relaciona una cosa con otra? ¿La ex presidente tiene posibilidades de volver al poder con la Justicia pisándole los talones? ¿Y el líder de Cambiemos? ¿Puede reelegir con un dólar y una inflación indomables? ¿Y si no son ellos, quién? ¿Hay lugar para un tercero?

Clarín accedió en los últimos días a 10 encuestas que intentan responder algunos de estos interrogantes. Son de 10 consultoras distintas: Management & Fit, Poliarquía, D’Alessio IROL/Berensztein, Ricardo Rouvier, Opinaia, Federico González, Gustavo Córdoba, Analogías, Raúl Aragón y M&R/Query.

Se reitera el aviso: no hay respuesta homogénea y no perecedera. Pero sí aparecen pistas, a partir de las respuestas de los miles de consultados en todo el país. Y es muy interesante, por ejemplo, cómo se cruzan las responsabilidades sobre los dos temas que son trending topic  en la agenda de los argentinos. Ni Cristina sale indemne por la situación económica actual ni Macri representa el ideal de transparencia en la relación Estado-empresas.

Otras pistas / aproximaciones:

1) Más allá del impacto por la obscenidad en la corrupción que los cuadernos de las coimas (y sus derivados), las principales preocupaciones de los argentinos siguen girando en torno a la economía: inflación, dólar, desempleo. Incluso por encima de la inseguridad.

La inquietud por la transparencia, si bien creció en las mediciones, se mantiene en un segundo plano. Esto explica, seguramente, el afán de Macri de relacionar una cosa con la otra. Es decir, el impacto de los sobornos en la economía. Días atrás lo hizo público en Tucumán:  “La plata de la corrupción explica las cosas que nos faltan”, resumió.

2) La caída económica pega más en la imagen del Presidente que el escándalo de las coimas en la de Cristina. Sin embargo, en muchos sondeos Macri mantiene aún mejor la ponderación que la ex mandataria, que vuelve a acotarse a su círculo de seguidores ultra fieles, con pocas posibilidades de crecer.

3) Probablemente porque aún es incierto el futuro del caso de las coimas y también el de la situación económica, está abierto el escenario electoral. Hoy, Macri y Cristina aparecen como los precandidatos con mejor intención de voto, pero sin chances de ganar en primera vuelta. En un balotaje, prevalecería el “menos malo”: ambos tienen un rechazo (“nunca lo votaría”) superior al 50%. Otra vez, aquí hay una pequeña ventaja del Presidente.

4) Por ahora, ningún opositor ha logrado capitalizar claramente esta profundización negativa de la grieta. El peronismo federal es lo que parece una tercera opción, pero aún lejos en intención de voto.

Una por una, las 10 encuestas

  • Management & Fit:

Un trabajo especial para Clarín, de 1.200 encuestados a nivel nacional.

–  El 53% considera que el sistema de pagos de contratistas de obra pública es un hecho de corrupción. El 41%, en cambio, considera que es una estrategia para desviar la atención de los problemas económicos.

– El 33,6% consideró que la causa no influiría en la actuación electoral de Cambiemos en 2019. El 29,5% del total cree que el episodio beneficiará al oficialismo y un 21,1% piensa que lo perjudicará. Un 15,9% no sabe.

  • D’Alessio IROL/Berensztein:

Una medición con 800 encuestados en todo el país. Es la que pregunta más directo y relaciona ambos temas. ¿Es preferible que termine la corrupción o que mejore la situación económica? Las respuestas están repartidas casi en mitades, lo que es otra muestra de la grieta.

– 51% apoya el “fin de la corrupción” y 46% que “mejore la situación económica”.

– Cuando se hace el desglose por votantes, se ve clara la partición: los seguidores de Cambiemos en un 80% van por el “fin de la corrupción” y los del FPV, el 75% porque “mejore la situación económica”.

  • Poliarquía:

La consultora, que durante años midió para el macrismo, hizo una comparación interesante de resultados, con dos mediciones nacionales, el 6 (1.086 casos) y el 15 de agosto (1.387 casos), para mostrar la evolución de la opinión pública sobre el tema.

– Crecieron los que consideran que los Kirchner son corruptos (aumentan de 52% a 60%).

– Más dividida es la opinión sobre la utilización del caso “para distraer sobre otros temas de actualidad”. Los que están de “acuerdo” con que se trata de una operación política llegan un 41% en la segunda medición (eran 44% en la primera) y los que se manifiestan en “desacuerdo” con esa teoría que deja mal parado al Gobierno suman 43% (eran 36%).

  • Opinaia:

Es una de las pocas consultoras que mide de manera online y tuvo muy buenos pronósticos en 2017. Hizo una medición de 2.456 casos en todo el país. Es una de las encuestas que muestra matices en la situación económica y la corrupción.

– Se agudiza el escenario económico desfavorable en la opinión pública. El 63% manifiesta que la situación del país es “negativa”. Sin embargo, sólo el 23% considera que la oposición está capacitada para resolver los problemas económicos, mientras que un 32% confía en el Gobierno para solucionarlos.

– Además, un 71% cree que el Gobierno de Cristina también tiene “mucha / bastante” responsabilidad respecto a la situación económica actual.

– Respecto a los cuadernos, más del 70% está de acuerdo con que “todos los políticos y todos los gobiernos son corruptos”. Es decir, también impacta a Cambiemos.Pero el mayor golpe es a Cristina: según Opinaia sufrió una caída en su imagen de 6 puntos.

  • M&R / Query:

Es la consultora que dirige Gustavo Marangoni, ex funcionario de Daniel Scioli. Se trata de un sondeo de 1.209 casos en todo el país. Es de los trabajos que confirma la mayor preocupación por temas económicos.

– La inflación queda primera con el 33% como principal problema, el desempleo segundo con el 29%, tercera la inseguridad con el 17% y recién cuarta la corrupción con el 12%.

– Respecto a los cuadernos en sí, el 40% opina que a quién más perjudican las revelaciones es a “CFK y el kirchnerismo”, un 32% a “todos” y un 8% a los empresarios.

– Es una de las encuestadoras que plantea escenarios electorales y los pone a Cristina y Macri cortados arriba, con leve ventaja de la ex presidenta (30,5% a 28,7%). Sergio Massa figura tercero, lejos, con 11,2%.

  • Gustavo Córdoba & Asociados:

El encuestador, que hizo trabajos para el peronismo en la última elección, presentó un sondeo de 1.200 casos a nivel país. Hace eje en la credibilidad y el impacto electoral de los cuadernos de las coimas.

– Es otro de los sondeos que confirma el impacto de la investigación en “Cristina y el kirchnerismo” (así opina cerca del 50%), pero que, en paralelo, cree que Macri usa la investigación “para que no se hable del manejo económico de su gestión” (casi el 60%).

– Respecto al impacto electoral, un 69,2% dijo que el caso (al menos por ahora) no los lleva a cambiar su voto. Un 18,8% sí: este número podría ser determinante en un eventual balotaje.

  • Ricardo Rouvier & Asociados:

El consultor, que trabajó durante años para el kirchnerismo, presentó un sondeo nacional con 1.200 entrevistas. Muestra a ambos, Cristina y Macri, en baja.

– El Presidente tiene una imagen negativa de 59,5%, la peor desde que asumió. También caen las expectativas económicas (53,4% negativas).

– Cristina sufre un crecimiento de su imagen negativa (pasa de 55,1% a 56,9%), pero si se repasa la trayectoria es más estable que la de Macri. En cuanto a los cuadernos, un 58,5% cree que la ex presidenta “conocía estos hechos de corrupción”.

– En cuanto a los escenarios electorales, está bien dividido entre quienes creen que en 2019 “ganará el oficialismo” (38,7%) y quienes consideran que “perderá” (40,6%).

  • Federico González & Asociados:

Este encuestador hizo trabajos en elecciones anteriores para el massismo. Ahora presentó una encuesta de 400 casos en Capital y GBA.

– Se confirma la grieta: el 91,4% de los que eligen a Mauricio Macri para la próxima presidencial consideran “muy creíbles” las revelaciones de los cuadernos; mientras que el 85,7% de los seguidores de Cristina optan por el “poco creíble”.

– En cuanto al “grado de responsabilidad” sobre los actos de corrupción, más del 50% ve a la ex presidenta al frente de los sobornos.

– También Macri recibe lo suyo: un 28,3% cree que es “falso y sólo persigue tapar la crisis económica”; y un 19% considera que los hechos son “verdaderos” pero están “inflados por el Gobierno para tapar la crisis”.

  • Raúl Aragón & Asociados:

Otro consultor que hizo trabajos para el massismo, entre otros. Presentó un reciente estudio de 603 casos en la Ciudad de Buenos Aires. El escepticismo por la corrupción les pega a todos.

– El 72% de los porteños considera que la corrupción en el Estado “no se terminará” como consecuencia del escándalo de los cuadernos.

– Más del 50% cree que con el actual Gobierno también se pagan coimas.

– Y sólo el 37,1% opina que habrá condenas efectivas para empresarios y ex funcionarios por las coimas.

  • Analogías:

La consultora, que midió para los Gobierno K y ahora hace trabajos para Unidad Ciudadana y el PJ, publicó una encuesta en la provincia de Buenos Aires, de 3.280 casos.

– La imagen negativa de Macri sigue prevaleciendo por encima de la positiva, pero tuvo una mejora en agosto entre los bonaerenses: la negativa bajó a 58,5% y la positiva subió a 39,5%.

– En cuanto a las preocupaciones, prevalecen “la inflación y las tarifas” con el 38,8% y la “corrupción” queda segunda con el 19,5%. Pero enseguida aparece otro problema económico, la “desocupación”, con 16,6%.

– Se ve más repartida aún la mirada sobre la investigación: un 41,5% cree que es “genuina del Poder Judicial”, un 34,2% que “es una maniobra para distraer sobre los problemas de la economía” y un 16,8% que “es parte de una persecución política al kirchnerismo”.

Publicado en Clarín el 27/08/2018

Encuesta sobre el cuaderno de las coimas: el 70% cree que “solo algunos” irán a la cárcel

La mayoría de los entrevistados consideró que la plata entregada a exfuncionarios K fueron tanto sobornos como dinero que se destinó a las elecciones.

Una encuesta reveló que casi nadie confía en que la coartada que utilizaron los empresarios en la investigación de Los cuadernos de las coimas sea cierta, pero aún así la mayoría seguirá en libertad. Nombres de peso de la construcción como el primo de Mauricio Macri y ex dueño de la constructora IECSA, Ángelo Calcaterra, y Juan Carlos De Goycochea, de Isolux, le dijeron al juez Claudio Bonadio que la plata que pagaron a exfuncionarios kirchneristas eran para aportes de campaña.

Sin embargo, solo el 5% de los encuestados cree que la participación de los empresarios fue para la campaña electoral kirchnerista. Para la mayoría (47%) tuvo que ver con ambas: aportes y coimas. De ese porcentaje, el 58% de los entrevistados dijo simpatizar con Cambiemos y el 36% con el Frente para la victoria. Hubo un 38% que consideró que la plata era solo de coimas. El dato se desprende de una medición online que la encuestadora de investigación de mercado D’Alessio IROL y la consultora de análisis político Berensztein.

El estudio se hizo en base a una muestra de 823 encuestados mayores de 18 años de todo el país. Otro dato llamativo es que, tras conocerse el escándalo de corrupción que investiga un circuito de cobro de coimas a empresarios del sector energético y la obra pública durante el kirchnerismo, el 52% piensa que el pago de sobornos para construir con el Estado continuará. Por el contrario, solo el 5% cree que desaparecerá.

Desde octubre del 2017 hasta hoy trepó 20 puntos el porcentaje de argentinos que considera que Cristina Kirchner debería ir presa. Así, el 56% de los entrevistados respondió que la expresidenta tendría que ir a la cárcel; contra el 38% que opina lo contrario y un 6% que optó por el “no sabe/no contesta”. El dato contrasta con los de un año atrás, cuando solo el 36% pensaba que debía ir presa.

Por otro lado, el 46% consideró que la exmandataria no fue la organizadora de la red de sobornos durante su gobierno el de Néstor Kirchner: mientras que para el 31% sí y para otro 26% lo fue, pero parcialmente.

También, el 70% de los encuestados pronosticó que solo algunos de los involucrados serán condenados; contra el 19% que sostuvo que no habrá condenas para nadie y el 8% para todos.

La principal prueba con la que cuenta la Justicia sobre la presunta red de sobornos a través del Ministerio de Planificación que manejaba Julio De Vido y que habría empezado bajo las directivas del exprisidente Néstor Kirchner son los cuadernos que escribió Oscar Centeno, exchofer del entonces secretario de Coordinación en Planificación Roberto Baratta.

El chofer registró durante casi diez años los recorridos que hacía a bordo de un auto oficial. En esos trayectos habría trasladado plata proveniente de coimas de empresarios del sector energético y de la obra pública que iban a parar a los bolsillos de funcionarios K. De acuerdo a la investigación a cargo del fiscal Carlos Stornelli, la trama involucraría U$S 160 millones.

Los apuntes se hicieron en cuadernos escolares y registran todos los detalles de los viajes, con menciones de exfuncionarios, contratistas de empresas, dominios de autos y montos de plata.

En los documentos se registran más de 30 domicilios, entre ellos el departamento que Cristina tiene en Recoleta. Era en ese lugar donde se habrían entregado parte de los sobornos a Daniel Muñoz (exsecretario de Néstor Kirchner, que murió en 2016).

Publicado en TN el 13/08/2018

Impuntualidad a la argentina: aunque llega tarde, la gente cree que es puntual

Según una encuesta, sólo una de cada diez personas se reconoce impuntual. Pero para la mayoría, un retraso de 15 minutos es normal. Para los expertos, no influye la tecnología sino cuestiones culturales.

“Les digo que estoy a la altura de Superí y Elcano, pero todavía estoy en casa. Mis amigos me cargan porque miento y siempre llego tarde”. ¿Qué momento pasaría este porteño de 34 años (“un poco chanta”, dirían algunos), si cuando avisa por mensajito sus amigos le pidieran que les mande la geolocalización?. A su favor, es cierto que Osvaldo es parte del pequeño porcentaje de argentinos que tiene la entereza de reconocerse impuntual: un 11%, según una reciente encuesta a la que tuvo acceso Clarín.

Pocos lo admiten, pero muchos lo son. Porque en Argentina la puntualidad tiene valor relativo: la cita “en punto” es un puntapié que da curso libre a la interpretación. Y así, mientras en países como Suecia “la puntualidad es de oro”, cuenta Nicolás Speraggi, un argentino pisando los 40 que vive en Estocolmo, en Argentina la tolerancia de espera es de al menos 15 minutos: casi la mitad de los 800 mayores de 18 años encuestados por D’Alessio IROL consideró que debe pasar ese lapso para considerar al prójimo impuntual. Y lo llamativo: para el 10% de los consultados debe transcurrir media hora.

Hasta acá, todo más o menos esperable. El tema es que -invocando un símbolo de la idiosincrasia local- a muchos de los impuntuales argentinos no les gusta la impuntualidad ajena: la mitad de quienes admiten no llegar a horario reconoce “fastidio” ante las demoras de los otros. Preguntados por la impuntualidad en sentido general, el 82% de quienes se juzgan impuntuales le otorga entre “alguna” y “mucha” importancia al asunto. No les da igual.

“Ojo, yo sé que es una falta de respeto llegar tarde”, fue la frase esbozada por todos los impuntuales consultados por esta cronista. Y de ahí se proyecta el sentimiento de culpa: la encuesta de D’Alessio IROL revela que el 41% de quienes llegan tarde, “siempre” se siente culpable. El 51%, “a veces”.

Eduardo Rodríguez Moreno es psicólogo y está a cargo del curso ejecutivo de Administración del Tiempo que se dicta en la UADE. El experto introduce un elemento central ya que, para él, la puntualidad cuelga de la motivación: “Llegar a horario está íntimamente ligado con la motivación que a la persona le signifique aquello que va a hacer”.

Pero, entonces, quien se toma la libertad de llegar media hora tarde a un encuentro con amigos, ¿tiene simplemente falta de ganas? Otro psicólogo, Andrés Roussos, docente de Metodología de la Investigación de la Facultad de Psicología de la UBA e investigador del Conicet, que trabaja en temas de salud mental y tecnologías del bienestar, ahonda en este punto: “No hay un sólo tipo de personalidad asociada a la puntualidad. Por ejemplo, se dice que los TOC, los obsesivos, son muy puntuales, pero suele ser al revés: se la pasan haciendo cosas y no llegan nunca a tiempo. Lo que hay son dinámicas y culturas. Por ejemplo, la variabilidad con la que sale un tren en Japón es de un máximo de 36 segundos”.

Para Roussos “la puntualidad es un acuerdo, y hay quienes frente a los acuerdos son más flexibles que otros. Pero también hay un tema de premios y castigos: podés valorar la puntualidad, pero si no te castigan por llegar tarde, lo vas a seguir haciendo”. Rodríguez Moreno coincide: “La penalidad introduce un elemento importante en cuanto a la motivación”.

¿De qué se queda afuera el que llega tarde en la Argentina? En 2006, una empresa proveedora de gas natural había querido echar a un empleado por sus llegadas tarde y faltas sin aviso. Pero dos años después la Justicia laboral entendió que no se justificaba el despido. ¿Sentó jurisprudencia? ¿Los impuntuales no podrán ser echados de sus trabajos? Consultados por Clarín, desde el Ministerio de Trabajo de la Nación se pronunciaron sin mucha precisión: “Depende del caso y de su correspondiente resolución en la Justicia”.

Lo cierto es que sin grandes castigos se puede llegar tarde a la escuela, a la facultad… y a todos les molesta, pero nadie dice nada frente a los impuntuales sin remedio que llegan al cine con la película arrancada y su molesto “permisooo”. Del mismo modo, el médico no se hace drama por demorarse ni diez minutos ni una hora entera. Son pocos los espacios -al estilo del Teatro Colón- donde por llegar tarde uno se queda literalmente afuera.

“En ciertos países de Europa sería inadmisible”, cuenta Carolina Lagos, una docente treintañera que vive en una pequeña ciudad de Finlandia, Jyväskylä. “Llegar tarde es visto como algo egoísta, como que no te importa el tiempo del otro. Esperar al otro es tener que depender de él”.

¿Y cómo responden finlandeses? “No se hacen mucho problema. Simplemente empiezan la actividad. No te esperan, pero no te lo reprochan. Hay reglas, pero nadie te dice qué tenés que hacer. Es distinto en países como Alemania, donde las reglas son más claras. Y si no las tenés claras, te las tienden a recordar”.

Con cierta liviandad tiende a afirmarse que somos más impuntuales desde que podemos avisar por mensajito de nuestra demora y que, entonces, hay una etapa pre-tecnológica en la que el mundo era más respetuoso y cumplía el protocolo del horario.

Sobre los celulares, los expertos coinciden en que la incidencia no es relevante. Para Roussos, “no han mejorado ni empeorado la puntualidad. La tecnología sólo potencia nuestras características personales. Hay una infinidad de apps para ajustar tus niveles de puntualidad y, también, cantidad que te ayudan a perder el tiempo”.

En esta dirección opina Mónica Ortega, profesora de Ceremonial y Protocolo: “La tecnología permitió resolver la incertidumbre, y si la persona es educada y avisa que llegará con demora, un evento que en otro momento hubiera empezado tarde ahora comienza a tiempo. Pero la impuntualidad es netamente cultural: los latinos somos impuntuales por naturaleza. No pasa por el celular”.

Para Ortega, “las personas mayores son puntuales porque están educadas así: ven como una falta de respeto llegar tarde. Son códigos que se fueron abandonando”.

Por su vasta experiencia ceremonial, la experta concluye: “Quienes deberían ser puntuales son las autoridades, que en Argentina son los más impuntuales de todos. Hemos tenido que esperar al Presidente 30 o 40 minutos. Y un ex presidente, habiendo confirmado su participación, simplemente faltó. Es la cultura: no están bien educados en la parte protocolar. No entienden que es una cuestión de imagen”.

 “A los 51 años no es tan fácil cambiar estas cosas”. Verónica Luque, cordobesa insertada en la porteñidad desde hace décadas, es escéptica. Porque, ¿cómo emparchar la fatal imagen de impuntual cuando la anécdota que todos recuerdan es que llegó tarde a su propio casamiento?

“Tenías que ver la cara de Pablo, mi marido… pobre, y en pleno en invierno”. Y ahí da inicio a una explicación al menos resbalosa: “No sé, qué sé yo. Cuando tengo que ir a otro lugar, siempre alguna cosa termina extendiendo todo. Digo ‘ay, nos tomamos un cafecito’, y me relajo. Doy vueltas, me tomo mi tiempo. Juro que lo puedo manejar, no me gusta hacer todo rápido y salir. Me agobia, me ahoga”.

¿Podría ser peor? Sí. Que además de llegar tarde de punta en blanco, el de la puerta de la iglesia te diga “un minuto más y no la dejaba entrar a usted”. También, más desopilante: que el recinto esté a reventar porque empezaron a entrar los invitados de la próxima boda. Y que afuera veas tejiendo y destejiendo “a la novia del turno siguiente”, recuerda Verónica.

“Tengo que pedirles disculpas a mis amigos: siempre llego tarde. ¿Será la pachorra del interior o que odio llegar antes y ser yo la que espera?”, reflexiona.

Pero hay dos ámbitos en los que el reloj le pesa positivamente. Como licenciada en Administración de Personal, en el trabajo es rigurosa y prolija con los tiempos. Y, quién diría, así como sabe relajarse, Verónica es una infatigable maratonista. Entrena estoicamente, compite en cuanta maratón haya y, cada año, mejora su tiempo de llegada.

 “Llego tarde porque intento exprimir cada minuto del día”

Habla de los imprevistos y del tránsito como si viviera en una metrópolis caótica e imposible. Pero lo rodea el agradable aire de montaña, el cielo azul y las flores de una entrañable ciudad neuquina: San Martín de los Andes. Y sin embargo, Nicolás Escobar llega tarde.

No al trabajo, remarca. Es docente y, asegura, la vocación y la responsabilidad por sus alumnos lo ponen en otra sintonía. Pero a sus 30 años, ya se ganó entre sus amigos una linda reputación de impuntual.

“La verdad es que es una etiqueta que llevo puesta. A veces son otros los que llegan tarde, pero siempre me gastan a mí”. ¿Que si avisa por celular que está demorado? “¡Es que antes me apuran ellos a mí! ¡Ni siquiera me dan tiempo de avisar!”, enfatiza.

“Me pasó con algún cumpleaños: llegué a cualquier hora y ya habían soplado la velita. Básicamente me demoro en las juntadas con amigos. Dicen ‘nos juntamos a las siete y media’ y, no sé, por ahí estoy dando clases y me tomo mi tiempo. Quizás es una demora en el trabajo o alguna otra cosa. Siempre voy al límite”.

Algunos dirían que se cuelga, pero él lo ve de otro modo: “Intento exprimir cada minuto del día, aprovecharlo. Es cierto que subestimo los tiempos. Estimo que en diez o quince minutos voy a llegar, pero no cuento con el tránsito u otras cosas que podrían demorarme. Siempre me pasa”.

“Si tocaban el portero eléctrico tardaba 45 minutos en bajar a abrir”

Está a las corridas todo el día: dos chicos, la casa, el trabajo como gestora y cuidando los hijos de otros. Pero Samy Sabia, de 33 años, admite que no es el desborde diario: siempre fue impuntual. “Ojo, al trabajo no llegué tarde nunca”, subraya.

Y se ríe mientras describe su defecto, como quien se aceptó y se hizo aceptar, o como quien logró mutar un rasgo negativo en inimputable encanto: “Ahora mejoré mucho. Sólo llego 20 minutos, tal vez media hora tarde. Antes podía llegar con una o dos horas de demora a cualquier lado”.

Son escenas de comedia: “Tengo recuerdos de los 15 años de que me toquen el portero eléctrico y yo ahí empezaba a vestirme. No tardaba menos de 45 minutos en bajar a abrir. Casi me quedo libre en el secundario por llegar tarde”.

¿Cómo organiza su vida más allá de lo laboral? “Si tengo que ir al gym y es una clase con horario fijo, directamente no la hago. Me anoto en todas las actividades libres. Me estresa mal tener horarios, me cansa psicológicamente. Me estanco y no arranco”, explica.

Es que a Samy le pasa lo que a muchos impuntuales: son ansiosos y odian estar ellos en el rol de la espera: “Me aburro, es cierto. Quiero llegar justo o tarde porque me aburre esperar. Me muero de la angustia con sólo cinco minutos esperando”.

Publicado en Clarín el 11/08/2018