Indecisiones

VOTO 2017 PANORAMA

Lo que cambia y no de la elección. Final de campaña con errores de CFK.

A apenas una semana de las elecciones, todavía quedan alrededor de 14% de indecisos. Casi la mitad decidirá su voto en algún momento de las últimas 24 horas antes de dirigirse a las urnas. Y un 6% se definirá en el cuarto oscuro. Los datos surgen de una encuesta que realizamos esta semana con DAlessio Irol. ¿Pone esto en duda el descontado triunfo de Cambiemos a nivel nacional? ¿Algo puede torcer la suerte (o la desgracia) de CFK dentro y fuera de Buenos Aires? El número de indecisos para estas elecciones es inferior al que había en las PASO a la misma altura. Como ocurre con los principales indicadores de opinión pública, la polarización también explica el comportamiento de los votantes: entre el 86% del electorado que se considera `totalmente decidido`, están prácticamente todos los que apoyan a Esteban Bullrich (97%) y los de Cristina (96%). Más aún, Cambiemos y Unidad Ciudadana se caracterizan por la fidelidad de sus votantes: muy pocos cambiarán su preferencia en relación al 13 de agosto pasado. La grieta se ha convertido en un prisma intenso y desalmado a partir de la cual buena parte de la Argentina lee e interpreta la realidad.

Los indecisos, entonces, son sobre todo votantes del peronismo no kirchnerista, algunos de la izquierda dura y un puñado de independientes poco o nada interesados por la cosa pública. Sergio Massa retiene dos de cada tres de los sufragios obtenidos en las PASO. Su proclamada `ancha avenida del medio` se convirtió en un callejón sin salida. Su regreso a las filas del justicialismo parece confirmado (ha venido peronizando su discurso en el último tramo de la campaña, aunque sigue mechando reivindicaciones de clase media y tratando de seducir a los jubilados). Volverá vencido a la casita de los viejos, pero con un caudal de votos nada despreciable para volver a empezar. Sobre todo, en relación a su competidor natural, Florencio Randazzo, que experimenta en relación a sus votantes un fenómeno muy similar. A propósito, el ex ministro de Interior y Transporte prefirió invertir el último fin de semana de campaña, aunque parezca curioso, en viajar al Uruguay para conseguir una foto con Mujica.

En este contexto, una amenaza no menor asoma en el horizonte de la política bonaerense: la gobernadora Vidal se dispone a reducir muy significativamente el gasto político, en particular en (y comenzando por) la Legislatura. Se trata de una de las fuentes de recursos más generosas y menos transparentes mediante las cuales se han financiado las estructuras políticas de la Provincia desde la vuelta a la democracia hasta la fecha. Esto explica la incertidumbre (¿incredulidad?) de la que son víctima muchos actores (no sólo del peronismo) que durante décadas gozaron de la protección de un sistema que puso de manifiesto la existencia de acuerdos interpartidarios muchos más profundos y duraderos de lo que la volatilidad de la política pública pareciera indicar.

Vidal no deja de sorprender: su ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció en el Coloquio de IDEA una eventual reducción del impuesto a los ingresos brutos. Música para los oídos de los empresarios que, con cifras récord, abarrotaron el evento. Y tiro por elevación para el resto de los gobernadores que se disponen a debatir a partir del lunes 23 de octubre el presupuesto 2018, pero sobre todo están preocupados por la reforma tributaria y por la nueva ley de responsabilidad fiscal. Moderar la presión tributaria y mejorar la calidad del sistema impositivo (simplificándolo y eliminando los más distorsivos, como el impuesto al cheque) constituye uno de los pilares de las políticas pro competitividad que pretende impulsar el presidente Macri. Crucial para diferenciar a la Argentina de otros países de la región que ofrecen ventajas para atraer inversiones, como es el caso de Brasil y su promocionada reforma laboral.

Por su parte, la campaña de Unidad Ciudadana carece de consistencia, sobre todo de foco en el mensaje. Cristina mecha su versión `abuenada` con declaraciones duras y gestos agresivos, como los que tuvo en la inusual conferencia de prensa que dio esta semana en el Instituto Patria. La principal novedad fue la incursión puntual en el interior bonaerense, que parecía haber resignado luego de las PASO, para centrar casi todos sus esfuerzos en el Conurbano

y en los medios de comunicación. Pero la mejora en los indicadores de aprobación de Cambiemos tanto en la primera como en la tercera sección electoral (fruto de la obra pública, de los créditos subsidiados y del crecimiento económico), la obligó a replantear su táctica en su último y tal vez fútil esfuerzo por sobrevivir en la política nacional. Improvisó una contra cumbre en Dolores, para diferenciarse de la simbiosis perfecta entre el Gobierno y el establishment cuando Macri cerró el Coloquio de IDEA.

Allí, la crema del sindicalismo peronista hablaba de acuerdos políticos de largo plazo, en absoluta sintonía con los principales líderes del sector privado. La enorme mayoría del peronismo la ha abandonado, disfruta de su eclipse, imagina una recomposición sin ningún legado de la era K.

Cristina los ayudó huyendo hacia el pasado, con su típica reivindicación del estatismo, el proteccionismo extremo, los subsidios inflacionarios y el consumismo como objetivo de la política económica. Así escribe la trama de su primera derrota electoral: aferrada a las ideas que la llevaron al fracaso, incapaz de una mínima autocrítica, rodeada sólo de mediocres y obsecuentes, en el tobogán de su propia encerrona trágica, alimentando la voracidad de quienes la esperan pletóricos de evidencias en su patíbulo de Comodoro Py. La polarización explica el comportamiento de los votantes: el 86% está totalmente decidido

INFORME ESPECIAL | Caso Maldonado: La mitad de los consultados considera que perjudica al Gobierno

Este trabajo forma parte del  Monitor de Humor Social yPolíticoque D’Alessio IROL efectúa en forma continua junto a Berensztein®.

 

Caso Maldonado: La mitad de los consultados considera que perjudica al Gobierno

 

– La grieta tiñe las opiniones sobre lo acontecido con el caso Santiago Maldonado.
– Los seguidores del FPV responsabilizan a Gendarmería como institución.
– Los de Cambiemos, desligan a dicho cuerpo de lo sucedido.
– 4 de cada 10 votantes oficialistas sienten que perjudica al Gobierno.

Herencia: 4 de cada 10 votantes del FPV culpa a Cristina de lo que pasa

Según una encuesta de D’Alessio IROL/ Berensztein®, el 72% del universo total la responsabiliza de los problemas actuales.

La expresidenta Cristina Fernández es “responsable de los problemas  actuales”. Así piensa el 72% de los argentinos según una encuesta on line de D’Alessio IROL/ Berensztein®, realizada del 2 al 4 de noviembre en base a 700 casos. Ese porcentaje trepa al 99% entre los votantes de Cambiemos y, sorprendentemente, hay un 42% que opina lo mismo entre los que apoyaron a Daniel Scioli.

Inseguridad e inflación se sostienen como los problemas centrales para los argentinos, donde el 72% de los consultados encuentra que la expresidenta es responsable de haberlos empeorado. Pero también luce alto el porcentaje de los votantes del FPV -55%- que se manifiestan de esta manera.

Otra de las preguntas que se realizó en el sondeo apuntaba a un pronóstico y, como no era la primera vez que se hacía la misma consulta,  es posible ver su evolución. De esta manera, volvió a crecer el porcentaje de gente que considera que “existe alguna probabilidad de que Cristina Fernández de Kirchner pueda terminar presa”. El pico más alto estuvo en julio, cuando el 46% vaticinaba que podría ir a parar a la cárcel, pero “a partir de ese momento esta aseveración empezó a descender”, hasta el 27%. Tras su última aparición en los tribunales de  Comodoro Py con la causa de Hotesur que lleva adelante el Juez Ercolini, la cantidad de consultados que pronostica su prisión trepó al 44%.

Según el sondeo, el 76% de los argentinos considera, además, que la exjefa de Estado debe ir presa si “se probara su responsabilidad en las causas” en las que está imputada

“Se mantiene como posición mayoritaria desde abril de este año que la Justicia, si se prueba su responsabilidad, debe dictarle prisión”, dice la consultora, a la vez que subraya como “dato relevante”, que “la mitad de los votantes al Frente para la Victoria -56% – piensan que el destino final, de probarse su culpabilidad, es la cárcel”.

Según una encuesta, se triplicó la cantidad de gente que cree que Cristina podría ir presa

La mitad de los encuestados votantes del Frente para la Victoria cree que la ex presidente irá a prisión si se prueba algunas de las causas que la imputan.

La presencia de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner en los tribunales de Comodoro Py debido a las causas que se le fueron adjudicando en uno de los temas de opinión pública de los que habla toda la sociedad.

Y según los resultados de una encuesta realizada a distintas personas para conocer su opinión sobre la situación procesal y la responsabilidad de Cristina Fernández de Kirchner, la mitad de los votantes del Frente para la Victoria que fueron consultados piensan que el destino final de la ex mandataria, de probarse su culpabilidad, será la cárcel.

Durante las elecciones presidenciales, la mayoría de los encuestados optó por votar al Frente para la Victoria o a Cambiemos; lo sorprendente en los resultados de la encuesta, fue que una parte de los seguidores de los Kirchner admite la posible prisión de Cristina Fernández.

El informe fue realizado del 2 al 4 de noviembre, por D’Alessio IROL junto a Berensztein, de forma online y a 700 respondientes mayores de 18 años y de todo el país.

Los resultados indicaron que el 72 por ciento de los consultados encuentra que la ex presidente es responsable de haber empeorado los problemas de inseguridad e inflación. Mientras tanto, el análisis hecho desde abril hasta noviembre sobre la visión que tiene la opinión pública acerca si Cristina terminará presa o no, reveló un marcado ascenso. La cantidad de respuestas positivas se triplicó a lo largo de esos meses: el porcentaje inicial fue del 14 por ciento en abril, mientras que hacia noviembre el estudio arrojó un resultado final de 44 por ciento.

Por su parte, el 76 por ciento opina que Cristina Fernández de Kirchner debería ir presa, y el 44 por ciento cree que efectivamente terminará en prisión.

Situación procesal y responsabilidad de CFK

La presente información pertenece a la medición de octubre del Tracking de Humor Social y Político, que D’Alessio IROL efectúa en forma continua junto a Berensztein®

Imagen1

PRINCIPALES CONCLUSIONES
  • 76% opina que Cristina Fernández de Kirchner debería ir presa.
  • 44% cree que efectivamente terminará en prisión.
  • 72% la responsabiliza por los problemas económicos y sociales actuales.

Puede descargar el informe acá: Situación procesal y responsabilidad de CFK

Formas y contenidos

METODO CAMBIEMOS
Sergio Berensztein
Se suman elementos a la polémica por el estilo oficial de comunicar. Campaña vs. gestión.

Comunica bien el Gobierno? ¿Existen en efecto serios problemas de comunicación, más allá de la polémica surgida esta semana en torno de la cuestión Malvinas, como para motivar un retiro por parte de los principales voceros oficiales en el emblemático CCK, la nave insignia del culto a la personalidad que caracterizó la gestión de Cristina? A menudo me preguntan sobre estas cuestiones, y confieso que no sé qué contestar.
Si me guío por los resultados, ¿cómo dudar de las virtudes de un equipo y de una concepción teórica que, desde 2005, cuando Macri fue electo diputado nacional, a la fecha sólo cosechó éxitos políticos resonantes, muchos de ellos inesperados, como la victoria de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires? “Nos subestiman”, dijo Marcos Peña, y tal vez tenga al menos parte de razón.

Pero hay quienes sugieren que, al margen de las virtudes del “método Cambiemos”, la estrategia comunicacional del Gobierno es, por lo menos, insuficiente sino errónea: una cosa es una campaña electoral, donde el objetivo es seducir a los votantes, y otra muy diferente es comunicar actos o planes de gobierno, sobre todo en un país tan complejo, amplio y diverso (en contraste con un distrito relevante pero acotado y, sobre todo, más rico y homogéneo que el promedio del país, como la Ciudad de Buenos Aires). Respecto de los éxitos logrados por los estrategas de Macri, el contraargumento principal apunta a un conjunto de escenarios contrafácticos que sugieren que el ajustadísimo triunfo de Cambiemos tuvo mucho más de contingencia (en la ciencia política contemporánea, el concepto más aceptado y utilizado es tujes; en el país suele adquirir una connotación más gaseosa) que de planificación estratégica, incluyendo la utilización de redes sociales, mensajes esperanzadores y cosas por el estilo.

En efecto, ¿qué hubiera ocurrido si, en vez de Zannini, Cristina le hubiera dejado elegir a Scioli un compañero de fórmula más competitivo (menos tóxico), que no asustara tanto a los electores independientes? ¿Y si Randazzo hubiese aceptado ser candidato a gobernador o Domínguez le hubiese ganado a Aníbal (en los papeles, no sólo en los rumores o especulaciones de los corredores del poder)? ¿Cuál hubiera sido el nivel de participación de los voluntarios que fiscalizaron la elección presidencial si en Tucumán los comicios se hubiesen desarrollado con relativa normalidad, sin tantos escándalos? ¿Y si arreglábamos con los buitres, volvía el financiamiento, crecíamos fuerte y hasta bajaba algo la inflación? ¿Los sectores medios y medios altos, principal base de apoyo de Cambiemos, hubiesen alterado sus preferencias en un contexto sin tantos cepos ni profundiz ación del intervencionismo autárquico? ¿Acaso hubiese alcanzado Scioli una diferencia más significativa en la primera vuelta (incluso más de 40%, más 10 puntos de diferencia) de haber concurrido al primer debate televisado en la historia política argentina? ¿Y si la campaña duraba una semana más, la tradicional propaganda negativa del FpV hubiera tenido más impacto? Planteos. Estos interrogantes plantean, además, escenarios inquietantes respecto de la solidez de la vocación de cambio que en efecto ha demostrado y aún tiene la sociedad: a pesar de todo lo anterior,

Macri ganó la segunda vuelta apenas por 2 puntos y medio. No cabe duda de que un eventual triunfo de Scioli hubiera cuestionado de manera terminal la estrategia desplegada por Peña, Duran Barba y compañía. De todos modos, es probable que el resultado obtenido los haya obligado a replantearse el margen de acción del nuevo gobierno. Se entiende, entonces, que el imperio del gradualismo haya penetrado transversalmente la agenda gubernamental.

Por algo el peronismo abandonó tan abrupta y contundentemente a Cristina: indudable mariscal de la derrota, responsable de un descalabro electoral y político sin precedentes, no merece ni siquiera la más mínima solidaridad en medio del tornado judicial en el que está metida. A pesar de que, en un reciente sondeo elaborado por D Alessio IROL, un 30% de los argentinos aún tiene imagen positiva de la ex presidenta, y en la provincia de Buenos Aires ese porcentaje se eleva a la mitad. Eso no se traduce automáticamente en votos, pero no abundan los potenciales candidatos que puedan mostrar semejante aceptación en el principal distrito. Por eso todos los caminos, o casi, parecen conducir a Massa, que no está solo ni espera, sino que trabaja para consolidar una estructura que, a diferencia de lo ocurrido entre 2013 y 2015, con el peronismo pero con una vocación frentista y plural, se proyecte como alternativa de poder ampliando su base de sustentación. Lo mismo que hizo Macri con la UCR y la Coalición Cívica.

Una cuestión hasta ahora menos debatida es si los cuestionamientos a la comunicación oficial apuntan a los qué o a los cómo. Algunos especialistas sostienen que el Gobierno hace mucho más de lo que parece, y que algunos temas importantes se diluyen en la vorágine del día a día. Tal vez por estar integrado por tantos hinchas xeneixes, el equipo presidencial parece haber olvidado aquello de poner el huevo y además cacarear. Otros, por el contrario, apuntan a las formas: el combo redes sociales/timbreo no parece convencer demasiado a los segmentos más convencionales de la coalición de gobierno. Por ejemplo, esta semana Ernesto Sanz embistió sin tapujos contra Jaime Duran Barba, a quien culpó por algunos de los principales errores del Gobierno. Sorprende dicha actitud de alguien que conoce de sobra que en última instancia es Macri el que toma o avala las decisiones más importantes.

¿Es necesario que el Gobierno haga más “política”? ¿Qué significa eso exactamente? ¿Qué clase de acciones, en concreto, no se están llevando a cabo que mejorarían en todo caso los resultados de la gestión? El Presidente afirmó que pasa el 80% de su tiempo con el matafuego en la mano apagando incendios y que solamente en el 20% restante puede pensar en el mediano y largo plazo.

Es posible que una vez que se ordene un poco más la agenda y se despejen cuestiones acuciantes (el lío de las tarifas, por ejemplo, consumió muchas más horas y paradójicamente energía de lo pensado, desplazando o postergando otras prioridades), lo importante se imponga a lo urgente. O todo lo contrario: el avance del calendario electoral podría desviar el foco otra vez hacia la coyuntura. Y el debate sobre las cuestiones de fondo (las reformas estructurales, la calidad institucional, la competitividad, el futuro del empleo) sufrirá una nueva, costosísima, típicamente argentina postergación.

SOLO 29% DE LOS ARGENTINOS CONSULTADOS ESPERA UNA RENOVACIÓN DEMOCRÁTICA Y TRANSPARENTE DEL PERONISMO

Los siguientes datos corresponden a una encuesta realizada por D’Alessio IROL y Berensztein®, entre los días 9 y 12 de septiembre, sobre 500 argentinos mayores de 18 años de todo el país. Fue efectuada en forma online sobre panel propio de respondentes.

64% de la población estima que se producirá una reorganización de esta fuerza. De ellos, apenas el 46% considera que se realizará asegurando una justa y ordenada  representación de los distintos sectores que lo componen.

  • 6 de cada 10 argentinos consultados prevén que el Partido Justicialista vivirá una etapa de renovación.
  • Quienes apoyaron a esta fuerza en las elecciones son más proclives a vislumbrar un cambio.
  • La mitad de los consultados duda que el proceso de renovación del PJ pueda llevarse adelante en forma ordenada y asegurando una correcta participación y representación de todos los intereses.
  • La percepción de dichas falencias es más fuerte desde fuera de este espacio.
  • Massa es la figura que lidera el recambio tanto para los votantes de Cambiemos como para los del FPV.
  • El ex ministro Florencio Randazzo es la segunda opción entre los encuestados afines al FPV, en tanto que Urtubey lo es entre los de Cambiemos.
  • Los votantes del FPV ven con buenas posibilidades a Scioli, ligeramente por detrás de Randazzo, en tanto que por fuera de ese espacio el ex candidato es observado con escasas oportunidades de quedar como nueva cabeza del PJ.
  • Aunque se renueve, solo 32% de los consultados creen que el PJ tendrá una actitud colaborativa con el actual Gobierno.
  • Más de la mitad de los votantes de Cambiemos supone que la nueva conducción buscará entorpecer las gestiones gubernamentales.

Puede descargar el informe completo acá: Renovación Peronismo