Inflación: diputados apoyan a consultoras

Una encuesta realizada por D’Alessio IROL presentada en la Asociación de Empresarios de la Vivienda reveló que 6 de cada 10 argentinos de clase media desearían comprar una vivienda, pero la mayoría de ellos no cree poder hacerlo en un futuro cercano. El 29% posterga decisiones de paternidad por esa dificultad y el 17% las de matrimonio.

 

Sólo 17% de la clase media puede comprar una vivienda

El trabajo también indagó sobre el grado de aceptación que tendría en ese segmento, una propuesta que impulsa la AEV para aceitar el mecanismo de acceso a los préstamos bancarios. En este sentido, la entidad propuso la conformación de una línea de créditos ajustables por el índice de variación salarial, que, en caso de ser implementada, según el informe, permitiría sumar 1,2 millones más de familias de clase media al segmento de propietarios.

Con esta idea, los desarrolladores aspiran a “apuntalar” el negocio en el que -frente a los efectos de la inflación- están perdiendo rentabilidad. En el último año, según datos la AEV, el margen de ganancia de las empresas cayó un 25%, a raíz de una suba del 25% en los costos de los materiales que fueron trasladados en un 14% al precio de las propiedades.

Sólo un 16% de los argentinos espera que mejore el acceso a la vivienda

La clase media es más pesimista que nunca respecto a sus posibilidades de acceder a una vivienda propia. Así lo reveló una encuesta presentada ayer durante un congreso de desarrolladores de vivienda, en el que se reveló que las dificultades para acceder al crédito hipotecario y la relación entre el salario y el precio del metro cuadrado son las dos principales barreras de acceso al hogar propio.

Si bien el 61% de los argentinos de clase media tiene intenciones de adquirir una vivienda, el 73% percibe que en la actualidad ese objetivo es más difícil que hace veinte años atrás y sólo el 16% confía en que esa dificultad será menor en el futuro.

La encuesta realizada por D’Alessio IROL para la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrolladores Urbanos (AEV), se presentó ayer durante la exposición Batimat-Expovivienda que empezó el lunes pasado y continuará hasta el sábado próximo en la Rural.

Según la encuesta, las principales barreras de acceso a una vivienda son la dificultad de cumplir con los requisitos formarles para un crédito, la imposibilidad de utilizar el 30% del ingreso familiar en el pago de una cuota y el alto costo de las líneas crediticias disponibles.

Durante el evento, la AEV volvió a presentar su proyecto de un plan hipotecario basado en líneas de crédito ajustadas por el coeficiente de variación salarial (CVS) que, según la organización, permitiría que dos millones de familias de clase media puedan acceder al techo propio.

El presidente de la Asociación, Miguel Camps, se lamentó porque su sector no logra alcanzar el mercado de clase media. “Estamos construyendo para los que ya tienen, porque la clase media orienta su ingresos al consumo y sus salarios no alcanzan para pagar las cuotas de los créditos hipotecarios”, comentó.

Los desarrolladores habían presentado esta misma propuesta al Gobierno en septiembre del año pasado, pero si bien gozaron de cierta atención oficial, luego de la muerte de Néstor Kirchner la iniciativa perdió impulso.

El plan consiste en el lanzamiento de créditos ajustables por CVS, que reducirían el costo de la cuotas de los préstamos y el monto mínimo de ingresos familiares necesarios para acceder al préstamo.

El CVS que elabora el Indec creció un 23,7% en los últimos doce meses, como resultado de las subas salariales que acompañaron el proceso inflacionario.

La adopción de la propuesta obligaría a una modificación legal que elimine la prohibición que pesa sobre el mecanismo de indexación.

Gustavo Llambías, vicepresidente de AEV, estuvo a cargo de la presentación y ejemplificó que actualmente para acceder a un crédito hipotecario de $ 200.000 a 20 años, a tasa fija, la cuota es de $ 3.198 y los ingresos familiares deben ser de al menos $ 10.662. Con la modificación solicitada, la cuota para un crédito del mismo monto y plazo se reduciría de $ 1.306 mensuales y los ingresos de la familia podrían partir de los $ 4.353.

Fuente: D’Alessio IROL / Euromayor-AEV

La falta de vivienda propia posterga decisiones de la clase media

El trabajo señala que 6 de cada 10 argentinos de clase media desearían comprar una vivienda, aunque la mayoría de ellos no creepoder hacerlo en un futuro cercano.

El 70% de quienes necesitan vivienda afirman que esto influye en su vida, ya que 29% de ellos decidiió postergar su paternidad y el 17% el matrimonio. También “se retrasa en los jóvenes el abandono del hogar paterno”, señaló el trabajo.
Entre las barreras para el acceso se encuentra en primer lugar la relación salario-precio y luego las trabas que ponen los bancos para acceder al crédito.

Una propuesta formulada por la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Urbanos (AEV) es que los bancos otorguen créditos hipotecarios con cuotas ajustables según Índice de Salarios. Entre los consultados, el 70% de quienes necesitan vivienda y cumplen con los requisitos ve posible acceder mediante este plande la AEV.

Los datos pertenecen al informe sobre Necesidades de Vivienda en la clase media y predisposición ante alternativas de financiación tradicionales e innovadoras, realizado por la consultora D’Alessio IROL presentados en la AEV.

Para esta investigación se encuestó durante mayo de 2011 a 1.293 argentinos de clase media, incluyendo propietarios e inquilinos.
El trabajo ser realizó mediante encuestas exploratorias online,efectuadas según procedimientos certificados por ISO 9001:2008, informó el trabajo difundido esta tarde por D’Alessio.

En el país 6 de cada 10 jóvenes cree que no podrá tener una casa

Optimismo a muy largo plazo

De acuerdo a la información recabada por la consultora, las opiniones de los consultados no son muy alentadoras en base a su percepción de la realidad. Sin ir más lejos uno de los prinicipales datos reveló que 6 de cada 10 argentinos de clase media desearían comprar una vivienda.

Este porcentaje incluye, además de aquellos que aún no son propietarios, a quienes poseen una propiedad pero necesitan una más amplia o más adecuada para su grupo familiar. Sin embargo, la mayoría de los que ansían esto no cree que pueda acceder a esta compra en un futuro inmediato.

La necesidad de tener la casa propia se hace indispensable para iniciar una nueva vida y formar una familia, sobre todo en los jóvenes. De hecho, según el informe, el 70 por ciento de quienes necesitan vivienda afirman que esto influye en el normal desarrollo de su vida. Los números no son alentadores cuando notamos que entre las consultas el 73 por ciento de los encuestados percibe que hoy es más difícil acceder a una casa de lo que era hace 20 años.

Es más, sólo el 16 por ciento de ellos confía en que la situación mejore a futuro, aunque la mayoría no cree poder hacerlo en un futuro cercano.

La amplia mayoría de los encuestados percibe como barreras para el acceso a una vivienda digna y propia la relación salario vs. precio y la dificultad para acceder a un crédito.

Si bien para los consultados lo ideal sería poder acceder a la compra gracias a sus ahorros personales, la realidad marca que quienes intentan adquirirla sin financiamiento reconocen que deberían ayudarse con la venta de alguna propiedad que ya esté en la familia. El crédito hipotecario es otra de las posibilidades más buscadas, sin embargo, sólo un 22 por ciento de este grupo la percibe como posible.

La clase media posterga la formación de una familia por la dificultad de acceder a la vivienda

  • 6 de cada 10 argentinos de clase media desearían comprar una vivienda.
  • La mayoría de ellos no cree poder hacerlo en un futuro cercano.
  • 70% de quienes necesitan vivienda afirman que esto influye en su vida.
  • Entre los cambios producidos a partir de este déficit se destacan la postergación de la paternidad (29%) y del matrimonio (17%).
  • También se retrasa en los jóvenes el abandono del hogar paterno.
  • Barreras para el acceso: relación salario vs. precio y dificultad para acceder al crédito.
  • Propuesta de la AEV: cuotas ajustables según índice de salarios.
  • 70% de quienes necesitan vivienda y cumplen con los requisitos ven posible acceder mediante este plan (contra 17% del sistema tradicional actual).

Extracto del informe “Necesidades de vivienda en la clase media y predisposición ante alternativas de financiación tradicionales e innovadoras”, realizado por la consultora D’Alessio IROL para Euromayor a fin de ser presentada en la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Urbanos (AEV). La misma fue hecha pública el 2 de junio de 2011 por el Dr. Eduardo D’Alessio, en el marco del Coloquio de la AEV “Acceso a la vivienda propia”.

Para esta investigación se encuestó durante mayo de 2011 a 1.293 argentinos de clase media, incluyendo propietarios e inquilinos. El trabajo ser realizó mediante encuestas exploratorias online, efectuadas según procedimientos certificados por ISO 9001:2008.
Descargue el informe en formato PDF.

Las supermujeres

Una investigación realizada por la consultora D’Alessio IROL revela que el estereotipo de la mujer multifunción sigue vigente. En el trabajo, hecho sobre una base de 450 mujeres de todo el país, ellas se definen y confiesan sus fortalezas y exigencias.

9 de cada 10 mujeres creen que lo mejor que hacen es realizar varias actividades al mismo tiempo, mientras que 8 declaran que logran encontrar tiempo para cumplir con todas sus obligaciones.

La vida cotidiana actual llevó a las mujeres (por necesidad o por vocación) a compatibilizar diferentes roles. 8 de cada 10 dicen que logran compatibilizar sin inconvenientes el trabajo profesional con la vida familiar.

Curiosamente, aquello que es su gran fortaleza es lo que termina esclavizando a las mujeres: su gran habilidad para organizar los tiempos y para efectuar diferentes tareas en forma simultánea.

Ellas se autoimponen ser “super mamá”, “super esposa” y “super amiga”. Las encuestadas reconocen que se esfuerzan por encontrar solución a todo. También confiesan que intentan estar siempre arregladas y escuchar a sus amigas cuando tienen problemas.

Las exigencias que se imponen de cumplir siempre, y que muchas veces van más allá de sus posibilidades reales, las hace sentir disconformes. Sin embargo, les cuesta mucho romper con esa trampa.

Las mujeres confiesan que tanta exigencia les impide dedicar mayor tiempo a sí mismas. Se arrepienten de no lograrlo, pero les sucede.

Ellas son autocríticas al evaluar sus decisiones personales. Mencionan en promedio cuatro cosas de las que se arrepienten. Ninguna dejo de referirse al menos a una conducta que preferiría evitar.

Entre las más mencionadas están “el no pedir ayuda” o “el no saber decir que no”. Y una buena parte de aquello que después de hacerlo se arrepienten, se relaciona con sus vínculos de pareja.

Como las luchadoras natas que son, de cada 10 mujeres consultadas, 2 aseguran que lograron revertir los errores pasados y 6 están dedicadas a conseguir superarlos. Sólo un 12% se resigna a situaciones que le son incómodas aunque solucionables.