Es el dólar, estúpido: para las empresas, el tipo de cambio es “el” factor para exportar más

Por Jairo Straccia

En una encuesta, casi al pasar, los ejecutivos se sacaron el casete con el que suelen responder cada vez que se les pregunta si están esperando una devaluación para mejorar su competitividad, esmerilada en el último año desde que el Gobierno optó por subir el dólar menos que el promedio de los precios de la economía. Habitualmente sueltan, con razón, frases más cómodas, del tipo “el dólar es una variable más”, y resaltan que hay que mejorar la infraestructura, los caminos, la logística, porque “todo eso hace a la competitividad de la economía argentina” y contribuye, o no, a su capacidad para vender al mundo.

Sin embargo, en la última encuesta de expectativas entre los empresarios que forman parte del Instituto para el Desarrollo Empresario (IDEA), que realizó D’Alessio IROL en la última semana de junio, 40% de los consultados sobre “cómo considera su nivel de competitividad a nivel internacional” respondió de la siguiente manera: “depende del tipo de cambio”; 13% se consideró, sin embargo, “altamente competitivo”, mientras que  25% se consideró con baja competitividad. La pregunta es la primera vez que se incluye en este testeo del ánimo corporativo a seis meses vista, y es el emergente de un contexto en el que cómo saldrá el próximo gobierno del atraso cambiario es uno de los temas más fuertes en debate antes de las primarias presidenciales.

La anterior encuesta de sondeos de expectativas se había realizado en octubre pasado, en plena turbulencia cambiaria, cuando Juan Carlos Fábrega dejó de ser presidente del Banco Central y fue reemplazado por Alejandro Vanoli. “El gran cambio hacia esta encuesta es que el Gobierno consiguió dólares porque tomó la decisión de endeudarse”, aseguró Dante Sica, de la consultora Abeceb.com respecto de la modificación de las expectativas: “Así consiguió un semestre de estabilidad”, señaló.

Según Eduardo D’Alessio,  responsable en el segundo semestre “no esperan sobresaltos” para el tramo hacia el final de año, pero tampoco una situación para tirar manteca al techo: el 52% considera que su rentabilidad continuará deteriorándose. La perspectiva de los ejecutivos es que tendrán caída de inversión, ventas, exportaciones y producción, pero en todos los casos con guarismos menos tremendos que en la anterior medición. Ese es el consuelo que surge en las variables del cierre del mandato de Cristina Kirchner.

Sica puntualizó que salvo la construcción, que está repuntando por la obra pública, todos los sectores de la economía siguen en rojo, pero “amesetaron su caída”. “Hay chances de que varios sectores puedan rebotar y empezar a crecer, y así se puede terminar redondeando un año con cero crecimiento o algo positivo”, redondeó. Ya hay otros indicadores de consumo, como el de Kantar Worldpanel que anticipó PERFIL hace una semana, que muestran también un rebote en el consumo.

Expectativa de Ejecutivos IDEA – Junio 2015

Los siguientes datos corresponden a la medición de Junio 2015 de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para IDEA. La misma muestra las percepciones de los empresarios argentinos sobre  el rumbo de sus negocios y de la economía nacional.

 

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Salarios y retención de talentos: los desafíos de los empresarios argentinos para 2016

Los datos surgen de la encuesta Expectativas de Ejecutivos, realizada por la consultora D’Alessio IROL y presentada en IDEA. Los próximos 12 meses.

Para una mayoría de ejecutivos, la situación económica del país está igual o peor que el semestre pasado; sin embargo, la mirada pesimista comienda a ceder. La consultora D’alessio IROL encuestó a 182 líderes socios de IDEA para conocer las expectativas a futuro del empresariado argentino.

En términos generales, la situación económica fue evaluada mejor que durante el último semestre de 2014. Y las proyecciones a futuro auguran una mirada mucho menos pesimista por parte de quienes dirigen compañías en el país. Para el segundo semestre de este año se espera que la actividad se desarrolle sin sobresaltos y que comience el retorno a la normalidad. A su vez, los empresarios consultados estiman que en 2016 los principales factores que afectan a la empresa se mantendrán estables, con un ligero incremento de las ventas en el mercado interno. Ventas, inversión y empleo tampoco variarán demasiado.

En cuanto a las oportunidades de crecimiento, las claves siguen estando en los aspectos intrínsecos de las empresas. El abaratamiento de costos, la diversificación de productos y servicios y los procesos de reingeniería internos son los principales factores a mejorar según los ejecutivos.

Si bien las expectativas de los empresarios son mejores que las de hace algunos meses, la realidad actual sigue mostrando una actividad desacelerada. Según el informe de D’alessio IROL, una de cada cuatro empresas opera por sobre el 85 por ciento de su capacidad; hace 5 años atrás, esta situación se daba en la mitad de las compañías consultadas. Los empresarios no esperan una recomposición de su rentabilidad en el próximo año, y más aún, la mitad de ellos cree que la misma continuará disminuyendo.

Otro factor que continuará estable es el de la inversión, que se mantendrá en el 10 por ciento sobre las ventas. El objetivo principal serán las inversiones soft o blandas, con el marketing a la cabeza de las políticas a implementar. Para promocionar las inversiones, los ejecutivos señalan tres factores predominantes:la eliminación de impuestos distorsivos, una clarificación de las reglas del juego y una reforma impositiva.

Sobre la competitividad de sus compañías, una mayoría de los empresarios no solo la consideró baja, sino que a su vez la estimaron altamente determinada más por el tipo de cambio que por factores estructurales. Además, en su opinión, la influencia en este aspecto de las características impositivas del mercado local superan a la de factores como la educación y la inversión.

Al momento de establecer los desafíos a futuro, temas como los salarios y la retención de talentos fueron protagonistas. El factor tecnológico también tuvo su importancia en las respuestas de los encuestados. De cara a las elecciones de octubre, los reclamos a los candidatos presidenciales se resumen en cuatro puntos: educación, justicia,  seguridad y política impositiva.

Para los empresarios, la rentabilidad seguirá cayendo con el próximo gobierno

A pesar de ser un poco más optimistas que en 2014, los principales ejecutivos del país piden impuestos menos distorsivos y pro inversión y acceso a crédito a largo plazo
Si bien se muestran un poco más optimistas que en 2014, la mayoría de los hombres de negocios del país no espera un recomposición de la rentabilidad de sus empresas, sino por el contrario, cree que continuará cayendo y lo cual impactará en el empleo y en la capacidad de producción que se viene reduciendo en comparación con otros años.

Además, advierten que el próximo gobierno deberá eliminar impuestos distorsivos para promover las inversiones; generar reglas de juego claras para atraer más capital; implementar una política fiscal pro inversión y ofrecer acceso a financiamiento a largo plazo. También reclaman a la próxima gestión más inversión en energía (electricidad y gas) y en rutas, así como privilegiar una reforma tributaria y educativa para incrementar la competitividad.

Todos estos datos forman parte de una encuesta elaborada el mes pasado por la consultora D’Alessio IROL para IDEA bajo el nombre de Expectativas de Ejecutivos. El relevamiento, hecho de forma online entre 182 de los principales ejecutivos del país, indicó también que el pesimismo que habían evidenciado a fines de 2014 frente a lo que iba a ocurrir este año finalmente no fue tanto. La evaluación del período fue de 8 puntos por encima de lo previsto, según la encuesta, y los ejecutivos esperan un segundo semestre sin mayores sobresaltos. “Hay una ligera mejora de las expectativas, que se encuentran prácticamente en un punto de equilibrio. Y en período electoral, ya finalizando el actual mandato, los empresarios prevén que no habrá mayores sobresaltos” explica el trabajo de D’Alessio.

Durante la presentación de la encuesta también estuvo Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com, quien le dio el marco macro económico y político a los resultados del relevamiento de IDEA. En este sentido, el economista estimó que el poder adquisitivo podría ganar unos puntos y el mercado laboral no volverá a ajustar. Igualmente estimó que la inversión seguirá retrasada; la construcción estancada y el leve repunte de las ventas no beneficia a todos los sectores.

Para Sica, en el último semestre del año se mantendrá la debilidad de la economía, con una inversión debilitada. “Si el Gobierno quiere darle prioridad al objetivo de actividad, va a presionar sobre el frágil equilibrio alcanzado en la primera mitad del año”, aseguró Sica, para quien se deberían flexibilizar las importaciones “para no generar restricciones de oferta. De hecho, en junio se observó una desaceleración, aunque la duda está en si esto va a continuar”. En el caso de las exportaciones, Sica no cree que puedan mejorar, con lo cual el margen para importar será limitado. A esto se suman los altos vencimientos en dólares hasta fin de año y que las reservas cerrarían por debajo de u$s 30.000 millones.

En tanto, en la encuesta de D’Alessio, los empresarios no esperan cambios en la política internacional, ni una recomposición de su rentabilidad en 2016. “La mitad cree que continuará disminuyendo. Esto amplió la brecha de la capacidad disponible, en especial por la retracción de las ventas”. El trabajo asegura que una de cada cuatro empresas está en el 85% de su capacidad cuando hace 5 años, este escenario se daba en la mitad de las compañías.

Del mismo modo, los ejecutivos ven a la competitividad como variable del tipo de cambio y perciben mayoritariamente una mala situación para el país en este aspecto. Al respecto, el estudio de Sica agrega datos preocupantes en cuanto a la evolución del consumo. “Mientras el objetivo consumo demanda seguir con los anuncios sociales, y con ello el déficit seguirá creciendo y eso se financia con emisión monetaria”, advirtió Sica. Es decir, el país volvió al viejo esquema monetario-cambiario que podría profundizarse. “Pero no es sencillo de sostener un esquema de apreciación cambiaria y aceleración de la emisión, frente a un cambio de expectativas”, explicó el titular de Abeceb.com. En definitiva, según Sica, “el primer semestre nos dejó una mejora relativa pero no fue suficiente para impulsar la actividad y se espera que la segunda mitad del año muestre la misma tendencia aunque no está exenta de riesgos”.
Piden debate sobre educación, seguridad y justicia
Frente a la cercanía de las elecciones presidenciales, la lista de temas que los ejecutivos quieren oír debatir a los candidatos la encabeza la educación, seguida por la justicia y la seguridad. Es decir, los mismos que reclama el resto de la sociedad. De todos modos, le suman, en cuarto lugar, el interés por conocer las propuestas relacionadas con la política impositiva.
De manera adicional, ya no les preocupa tanto las definiciones sobre la concertación con los acreedores externos, al igual que la negociación con organismos internacionales. Pero se mantiene la importancia de salarios, retención de talentos y obtención de créditos. Y se incrementa el peso de la tecnología.

Las empresas creen que seguirán perdiendo rentabilidad

Por Pablo Fernández Blanco | LA NACION

Para las principales empresas de la Argentina el presente es mejor de lo que imaginaron en 2014, cuando la crisis cambiaria amenazaba con generar una escasez de dólares que derramara sus efectos negativos sobre la economía. Pero aún está lejos de ser auspicioso, porque la presión de los costos, el atraso cambiario y una demanda que, si bien mejoró, está lejos de ser buena harán que sigan perdiendo rentabilidad en los próximos meses.
Son algunas de las conclusiones que surgen de la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos Edición 2015, que se hace todos los años a pedido de IDEA, una de las principales asociaciones empresarias del país, y que se presentó ayer. El trabajo se hizo sobre la base de las respuestas de 185 ejecutivos socios de la entidad, que congrega a compañías como Cargill, Fiat, GM, Banco Galicia, Coca-Cola, Loma Negra, Carrefour y Techint, entre muchas otras.
Un 85% de los encuestados considera que sus ganancias durante los próximos 12 meses no aumentarán, pero más de la mitad espera una evolución negativa: el 40% piensa que disminuirá levemente, mientras que un 12% teme que caerá “significativamente”. “Con respecto a la rentabilidad influyen no sólo el tipo de cambio, sino los salarios, que estuvieron por encima de los precios, y la carga impositiva”, explicó Eduardo D’Alessio, de la consultora D’Alessio Irol, a cargo de la encuesta.
Hay otros elementos para tener en cuenta. Por caso, apenas un 26% de los encuestados sostuvo que utiliza entre un 85 y un 100% de su capacidad instalada, mientras que la mayoría tiene infraestructura ociosa. Con respecto al trabajo anterior, que se hizo en octubre de 2014, trepó de un 29 a un 35% la cantidad de empresas que usan apenas hasta un 70% de sus instalaciones.
Para los próximos 12 meses, un 37% de los consultados cree que sus ventas no se modificarán, un 27% piensa que mejorarán de manera moderada y sólo un 3% espera tener números aun mejores.
Para el economista Dante Sica, de la consultora Abeceb, los malos presagios empresarios no se cumplieron porque Economía cambió el rumbo a fines de 2014. “Las expectativas eran peores en octubre del año pasado, cuando se pensaba que la falta de dólares iba a ocasionar baja de reservas y mayores problemas cambiarios. Pero el Gobierno cambió de política, se endeudó, consolidó reservas y planchó el tipo de cambio”, explicó. Fue el primer puntapié para dar origen a una “sensación de estabilidad”. De todas maneras, remarcó que los indicadores de la economía aún no lograron arrancar. “Tendremos un segundo semestre similar al primero, con una economía mejor, pero tirando al estancamiento”, sostuvo.
En línea con la situación de estancamiento, las empresas destinarán este año alrededor de un 10% de sus ventas a inversión, que se orientará antes a capacitación, comercialización y búsqueda de nuevos mercados que a la compra de bienes de capital o la construcción de nuevas plantas.
La cuestión cambiaria, sin embargo, sigue al tope de sus prioridades, a tal punto que el 40% definió su propia competitividad por la relación entre el peso y el dólar más que por su propia eficiencia. D’Alessio lo explicó en términos concretos: “Cuando se considera que el tipo de cambio está desfasado, tapa al resto de los factores que tienen que ver con la competitividad”, resumió.
La encuesta de expectativas no preguntó sobre las preferencias políticas de los empresarios. Sí, en cambio, sobre qué temas les gustaría que debatieran los candidatos a presidente. Entre los cinco primeros surgieron temas variados: en primer término, la educación, seguida por la situación de la Justicia, la seguridad, la política impositiva y la política cambiaria. En sexto lugar quedó la preocupación por los subsidios y aún más atrás la pelea con los holdouts.
Un sistema cuestionado por el campo
Arranque en 2008
Ese año entró en vigor un sistema de permisos de embarque, conocidos como ROE, para la apertura de exportaciones por cupos
Blanco de críticas
Las entidades del agro objetaron desde un principio ese mecanismo por considerar que afecta la libre competencia entre los operadores y deprime los precios
Sospechas
El manejo de los cupos sin control es otra de las críticas al sistema.

Empresarios: el 41% piensa que la situación empeorará

Encuesta de IDEA sobre expectativas:

Por Alejandro Alfie

Hay una “ligera mejora” de las expectativas de los ejecutivos en la situación económica del país, según una encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL, para IDEA. “Se espera un segundo semestre sin mayores sobresaltos y con retorno a la normalidad”, destacó el informe presentado ayer en la sede del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
La expectativa de los ejecutivos, que había caído 15 puntos en 2014, retornó a valores similares a los de años anteriores, ya que el 30% de los encuestados dijo que la situación en el segundo semestre seguirá igual, el 41% que será peor y el 29% que mejorará.
“El segundo semestre del año pasado fue duro y la expectativa era de serias dificultades económicas. Pero esa visión tan negativa no se dio y mejoraron las expectativas”, explicó Eduardo D’Alessio, titular de la consultora D’Alessio IROL.
Consultado por Clarín sobre el aumento en el precio del dólar, el economista Dante Sica, director de la consultora Abeceb, sostuvo que “el tipo de cambio paralelo es la variable que puede hacer más ruido, porque el Gobierno tiene márgenes de maniobra limitados; pero eso no cambia la tendencia, hay expectativas estables para el segundo semestre”.
Pese a ello, el 52% de los ejecutivos consultados prevé una disminución en la rentabilidad de sus empresas en 2016. Para hacer frente a esa situación, la mitad de los ejecutivos bajará la inversión y
el 29% disminuirá el empleo en sus propias empresas.
Sica agregó que la mayoría de los sectores de la economía muestran una desaceleración en la caída y que “el único sector que crece es la construcción”, apalancada por la obra pública, el plan Procrear y los arreglos de la gente en sus casas.
Los ejecutivos consideran prioritario para mejorar la producción que haya mayores inversiones en electricidad, gas y rutas y caminos. Además, les gustaría que los candidatos a presidente de la Nación debatan sobre educación, justicia, seguridad, política impositiva y política cambiaría, en ese orden. .
Los principales reclamos para promover la inversión son la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y otra política fiscal. De hecho, la reforma impositiva es “el principal factor para aumentar la competitividad del país”, plantearon los 182 ejecutivos socios de IDEA que respondieron la encuesta. –
Fuente D’ALESSIO IROL / IDEA

Empresarios esperan segundo semestre “sin sobresaltos”

El sector no espera que una recomposición de la rentabilidad en el 2016.

El sector empresarial espera un segundo semestre “sin sobresaltos” en ventas, inversión y empleo, mientras para el próximo año no prevé una recomposición de su rentabilidad y más de la mitad cree que “continuará disminuyendo”.
Así lo indicó la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos 2015, elaborada por el consultor Eduardo D’Alessio y el economista Dante Sica para el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea).
“El pesimismo mostrado en la medición de fines del 2014 no se vio convalidado en la realidad de este período”, subrayó el sondeo que consultó online a 182 ejecutivos.
Arrojó que “se espera un segundo semestre sin sobresaltos y con retorno a la normalidad”, ya que el 32% estima que será “peor” y un 30% cree que seguirá “igual”.
El estudio indicó que “para el próximo año se prevé estabilidad de los principales factores que afectan a la empresa con un ligero incremento de las ventas en el mercado interno” y remarcó que “los principales factores de mejora siguen siendo los internos a cada compañía”.
“Los empresarios no esperan una recomposición de su rentabilidad en el próximo año. Más aún, la mitad de ellos cree que la misma continuará disminuyendo”, alertó el estudio.
A su vez, señaló que creció “la brecha de la capacidad disponible como consecuencia de la retracción de semestres anteriores en las ventas”.
“Una de cada cuatro empresas opera por sobre el 85% de su capacidad: hace 5 años atrás, esta situación se daba en la mitad de las compañías consultadas”, precisó la encuesta.
Con relación a las inversiones sobre las ventas, el sector empresarial consultado opinó que se mantienen estables en el 10%, luego de que en los últimos años oscilara entre un 10% y 13%.
De cara al futuro, los encuestados indicaron que los tres factores predominantes para promocionar las inversiones son eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de las reglas del juego y reforma impositiva. Los empresarios consideraron, por otro lado, que en los principales temas de desafío siguen predominando los salarios y la retención de talentos, mientras creció la importancia del factor tecnológico.
Respecto de la competitividad, el informe señaló que en las empresas esa cuestión “parecería estar más determinada por el tipo de cambio que por factores estructurales”, al tiempo que evaluó: “Se entiende que, en general, es relativamente baja”.
“La competitividad, además, estaría regida por las características impositivas del mercado local”, aclaró el trabajo de Idea.

Cuatro de cada 10 empresarios prevén una caída de rentabilidad

Viernes 18 de octubre 2013
Por: Jorgelina do Rosario
La situación no es dramática pero se proyecta una pérdida en el próximo semestre. Según reflejó la tradicional encuesta de expectativas en el Coloquio de IDEA, los impuestos, el tipo de cambio y la inflación son los factores que más afectan a la competitividad

Jorge Goulu, presidente del 49° Coloquio de IDEA Crédito: NA

Enviada especial a Mar del Plata. “Se prolonga el proceso de caída de rentabilidad”. Con esa frase, la consultora D’Alessio IROL dio a conocer los resultados de su tradicional encuesta de expectativas entre más de 200 ejecutivos. Presentada en el marco del Coloquio de IDEA, cuatro de cada 10 empresarios prevén una pérdida de rentabilidad en el próximo semestre, y sólo el 23% prevé que mejorará.

Si bien la tendencia no marca una situación dramática para el empresariado argentino, sí proyecta un 2014 con menor rentabilidad. Con todo, las expectativas económicas no son malas: el 36% cree que la situación económica será moderadamente peor y mucho peor, contra un 39% que estima que no habrá grandes cambios.

Cinco de cada 10 de los consultados y socios de IDEA consideran que los principales factores que afectan a la competitividad de sus negocios son los impuestos, el tipo de cambio y la inflación. Un 30% de los ejecutivos también nombró la calidad institucional. “Los factores más significativos que impactan en la competitividad son externos a las empresas”, subrayó la encuesta.

Además, el 80% de las compañías tienen comprometida la capacidad de producción, ya que operan a más del 70 por ciento. Como sucedió en 2012, los empresarios estiman que el 11% de sus ventas será destinado a inversiones. Las cinco medidas preferidas para promover la inversión son la eliminación de impuestos distorsivos, una política fiscal pro inversión, clarificación de las reglas de juego, financiamiento de largo plazo y recomposición de costos laborales.

Los salarios son el principal desafío de cara a 2014. Las negociaciones paritarias a un ritmo del 25% anual es una de las primeras preocupaciones de los empresarios en este contexto de alta inflación. La retención de talentos y la obtención de créditos son los otros dos temas más importantes, seguidos por tarifas y tecnología.

La calidad de la provisión de energía según la industria y la región donde opera cada empresa definió el capítulo de infraestructura. Con respecto a la provisión energética, el 45% dice que es “algo deficiente”, el 24% “muy deficiente” y el 19% “adecuada”. Sólo el 1% la califica de “inexistente”. Sin embargo, se debe considerar que el 60% de los encuestados son “empresas de servicio”.

El estado de las rutas es” adecuado” para el 9% de los encuestados, “algo deficiente” para el 39% y “muy deficiente” para tres de cada 10 ejecutivos. Las  telecomunicaciones también son “algo deficiente” para el 40% de los entrevistados.

El 40% de las empresas cree que caerá su ganancia

Esperan que siga esa tendencia en los próximos seis meses; impuestos, tipo de cambio e inflación, las principales causas

Por Darío Palavecino  | LA NACION
MAR DEL PLATA.- Todo seguirá igual hasta abril próximo. O casi, ya que para la mayoría de los empresarios, y salvo pequeños matices, no se prevén cambios relevantes en la situación económica durante el próximo semestre, un escenario al que se proyecta casi calcado a idéntico período evaluado en mayo pasado.

La tradicional Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL se presentó ayer durante el 49° Coloquio de IDEA y dejó algunos datos relevantes. Por un lado, el repetido reclamo del sector privado para que se eliminen impuestos distorsivos, una política fiscal proinversión y la clarificación de reglas de juego. Por otro, cuatro de cada diez empresas anticipan una eventual prolongación de la caída en su rentabilidad que dicen estar afrontando como consecuencia de la política económica.

La medición permite confirmar además que, en promedio, las empresas están operando al 70% de su capacidad y estiman que durante 2014 destinarán a la inversión el 11% de su facturación anual. “Estamos ante un período muy plano, con un amesetamiento en términos de expectativas”, resumió Eduardo D’Alessio, responsable de la consultora que recabó datos entre 206 ejecutivos socios de IDEA.

Según los indicadores, la evaluación del período mayo/octubre está apenas por encima de las proyecciones que habían plasmado en la encuesta anterior. “La expectativa da cuenta de que no se esperan cambios en el corto plazo”, señaló Luis Secco, economista que participó de la presentación del estudio. Con porcentajes bastante modestos, el patrón predominante en las respuestas destaca que se esperan para el año próximo muy leves repuntes tanto en exportación como en ventas.

Los ejecutivos confirmaron que en los planes de inversión para el próximo año sobresale la búsqueda de nuevos mercados, innovación de productos e incorporación de maquinaria. “Hay incentivos a partir de un dólar barato”, dijo Secco.

Pero para promover la inversión dejaron en claro demandas muy similares a las que habían planteado aquí mismo hace un año. Apuntaron a los impuestos distorsivos (en particular, Ganancias) y pidieron políticas que los tienten a volcar capitales al desarrollo de sus empresas.

Cuando se les consultó sobre tres factores fundamentales que afectan las condiciones de competitividad para sus empresas, las respuestas fueron muy coincidentes: impuestos, tipo de cambio e inflación, seguidos muy de cerca por los salarios. “Se sienten afectados en particular por componentes macroeconómicos, ajenos a sus empresas”, destacó Secco. También pusieron la cuestión salarial al tope de los desafíos para sus negocios en 2014.

Otra queja contundente se refiere al acceso a servicios financieros. Seis de cada diez consultados afirmaron que es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto de entidades privadas como públicas. Mayor aún (67 y 68%) se plantea la imposibilidad para hacer lo propio en bancos de desarrollo o en el mercado de capitales.

En términos de empleo, el 54% de los consultados considera que en el próximo semestre no habrá variaciones en el mercado laboral, lejos del 28% que cree que puede darse una leve mejora y el 17% que cree que habrá pérdidas leves o significativas de puestos de trabajo.

La mayor inquietud en este tema es por las dificultades de tomar personal calificado, admitida por casi el 90% de los encuestados.

Queja de bancos por la presión impositiva

El piso 12° del hotel Sheraton fue el lugar que la banca extranjera agrupada en ABA eligió para reunirse con dirigentes de la Asociación Bancaria y repasar los números del sector. Allí, el presidente del Banco Santander Río, Enrique Cristofani, estimó que “por cada punto de aumento de la presión tributaria, se resignan 0,2 de crecimiento”. Y afirmó: “La presión impositiva subió más de 13 puntos en los últimos diez años, llegando en la actualidad a cerca de 38% del PBI”.

El sector tiene una rentabilidad de 25%, pero “si se ajusta por inflación, apenas conservamos el patrimonio”, dijo un ejecutivo. El encuentro fue convocado por el presidente de ABA, Claudio Cesario.

Empresas prevén que su rentabilidad seguirá cayendo

El sondeo se difundió en el marco del 49 Coloquio de IDEA.

Los empresarios que participan del seminario de IDEA en Mar del Plata consideran que el próximo semestre va a ser “levemente peor” al anterior y vislumbran que seguirá la caída de rentabilidad de sus compañías. Así lo indicó la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realizó la consultora D’Alessio IROL entre los socios del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) y que se presentó en el 49 Coloquio.

La encuesta realizada durante este mes arrojó 46 puntos, cuatro puntos por debajo de la media, que indica una situación “igual”, en una tabla que llega a 100. Los resultados muestran una leve pérdida de confianza respecto del semestre anterior que fue calificado con 47 puntos.

Mientras que el 25% de los consultados señala que a la economía le va a ir entre mejor y mucho mejor, el 39% considera que se mantendrá igual, mientras que el 36% evalúa que estará entre moderadamente peor y mucho peor. Las diferencias se concentran en la base de las opiniones, ya que en el semestre que terminó 6% dijo que le fue mucho peor, mientras que ese grupo sube a 8 % cuando se mira el semestre que está por delante.

El problema de los empresarios se concentra en la pérdida de rentabilidad de sus negocios, ya que solo el 23 por ciento considera que mejorará mientras que el 41 estima que seguirá cayendo.

La mitad de los empresarios considera que los principales factores que afectan a la competitividad de sus negocios son los impuestos, el tipo de cambio y la inflación, en ese orden.

En tanto que al ser consultados sobre provisión de gas, solo 31 % considera que es “adecuada”, 26 % ve que es “algo deficiente”, 19 % “muy deficiente” y 4 % dice que es “inexistente”. En materia de electricidad, solo 19 % dice que es “adecuada”, el 45 % es “algo deficiente”, 24 % “muy deficiente” y 1 % la califica de “inexistente”.

Por otro lado, en promedio las empresas dicen que invertirán tan solo el equivalente al 11 por ciento de su facturación. Casi la mitad de las empresas consultadas espera incrementar sus ventas en el 2014. En relación al empleo, de cada 10 empresas, 3 esperan incorporar más personal, 5 continuarán sin cambios y 2 lo disminuirán. Se prevé además un ligero aumento de exportaciones y la inversión.