Por compromiso y para no quedar mal, las razones para ser amigo del jefe en Facebook

Una encuesta muestra que ocho de cada 10 usuarios de redes sociales accede al pedido de amistad virtual de un superior pero con incomodidad, para no quedar mal o cuidando los posteos. Los hombres mayores de 35 años encuentran un valor más ´utilitario´ a la relación. Dicen que es positivo conectarse con sus jefes a través de Facebook o por Instagram con el fin de poder mejorar el vínculo laboral

FLORENCIA LENDOIRO

La idea de compartir los perfiles en las redes sociales

con un círculo íntimo de amigos fue perdiendo valor y cada vez más usuarios amplían la aceptación de nuevos contactos que accedan a sus fotos y comentarios. Pero a pesar de que redes como el Facebook o Instagram motivan vínculos entre personas del entorno cotidiano, cercano y no tanto, la naturalización de su uso genera cautela cuando se trata de relaciones laborales. Sucede que los perfiles virtuales son una extensión de lo que se muestra habitualmente en forma pública, y la mayoría de los usuarios todavía tiene resistencia a que sus jefes crucen esa línea. Así lo muestra una encuesta realizada por D´Alessio IROL paraGestión Compartida, que indica que 78% de los empleados acepta a su jefe como contacto en las redes sociales, pero por compromiso y para no quedar mal o dañar el vínculo.

Los resultados de este estudio muestran que la relación virtual entre los empleados y los jefes es contradictoria. La gran mayoría de los usuarios (73%) asegura que no le preocuparía que sus jefes revisen su perfil en las redes sociales porque no tienen “contenido conflictivo o demasiado íntimo”. Sin embargo, casi la misma proporción pone condiciones. Un 24% dice que recibir una solicitud de amistad digital de un superior le genera incomodidad pero lo aceptaría para no quedar mal. Otro 24% asegura que también le daría permiso para acceder pero que cuidaría más los posteos. Yun 30% se haría amigo de su jefe con el fin de mejorar el vínculo. Entre los últimos, que coinciden en esta visión “utilitarista” de las redes sociales, son mayoría los hombres y con más de 35 años.

En conclusión, solo dos de cada 10 empleados osaría rechazar el pedido de amistad de un jefe. El resto se cuida de no dañar el vinculo laboral por una imprudencia virtual.

Los datos del informe demuestran que más allá de las relaciones con los superiores dentro del trabajo, las redes sociales son utilizadas laboralmente con intensidad.

Un 49% aseguró que se mantiene en contacto con colegas por redes y 30% participa en grupos online de su especialidad. Aunque en menor proporcion, un 18% de los participantes de la encuesta consiguió clientes y ventas a través de esos contactos virtuales y un 25% generó vínculos online útiles para futuras búsquedas laborales.

El estudio de DAlessio Irol y Gestión Compartida analiza además, en un sentido más amplio, el uso de las redes sociales y la tecnología en ámbitos laborales. Entre las conclusiones destacadas se observa que el 94% de los encuestados cambió su forma de trabajar a partir de la incorporación de adelantos tecnológicos. Y son los hombres quienes utilizan en mayor medida estas herramientas.

Según el informe, la suba en el uso de la tecnología se debe principalmente a la ampliación de las prestaciones que brindan los smartphones. Dentro de los nuevos desarrollos, uno que fue rápidamente adoptado es el WhatsApp, por su inmediatez y facilidad en su uso. Si bien empezó como medio de contacto más informal, entre grupos de amigos, hoy ya es plenamente utilizado para mantener contacto con colegas y clientes. En rigor, el 60% de los encuestados coincidió con que revisa mails laborales desde el celular y un 45% reconoció que atiende llamadas vinculadas al trabajo fuera del horario de oficina.

¿Cómo se construye una marca valiosa?

Por Eduardo D’Alessio, presidente de D’Alessio IROL

Año a año, los rankings de prestigio nos muestran en sus podios cuáles son las compañías elegidas por los consumidores. Y no es casual que en los primeros puestos estén aquellas que pregonan valores que trascienden su rubro comercial y buscan instaurar una relación más profunda con los consumidores: son aquellas, las marcas que nos enamoran.

Marcas: Consumidores vs. fanáticos 

La mayoría de las empresas se preocupan por lograr no sólo vender sus productos y servicios, sino también por generar una “relación” con sus clientes, que les permita ganar su predilección y su fidelidad. Las más exitosas son las que entienden que este vínculo debe ir más allá de la conveniencia mutua o la funcionalidad, para transformarse en una relación afectiva.

Pensemos por ejemplo, en marcas como Apple, que logran que sus usuarios sigan con fanatismo cada uno de sus pasos ¿esto se debe sólo a la calidad e innovación de sus productos? ¿Cuál es el valor agregado que convierte a un cliente en un fanático de una marca?

Para responder a estas preguntas surge una especialidad llamada “Branding emocional”, como la ciencia de lograr consumidores “enamorados” de las marcas. De esta forma, podemos analizar las estrategias de quienes han logrado despertar verdadera pasión entre su público.

Los conocimientos tradicionales nos dictan que lo primero es conocer al consumidor. Y así, las empresas se vuelcan a intentar descubrir quiénes son y qué necesitan. Pero, volviendo al caso de Apple, vemos que esta compañía no se centró en descubrir las necesidades (es que ¿acaso alguno de nosotros necesitaba, 10 años atrás, un iPad?), sino que se orientó a conocer sus deseos y en base a ellos, generar innovación.

Un punto clave es entender que generar pasión en los usuarios no es una cuestión solo de publicidad, imagen o marketing. Los verdaderos pilares son como los de un matrimonio: hay que tener respeto, saber escuchar y cumplir con las promesas hechas.

 Los consumidores actuales están conscientes de su poder y son cada vez más exigentes. Por eso reclaman respecto en cada uno de los contactos que tienen con la marca. Un producto innovador y de calidad que se ofrece en un entorno de venta pobre y descuidado puede ser conveniente, pero nunca logrará generar la mística necesaria para diferenciar a su marca.

La filosofía de una marca debe mantenerse viva en cada detalle, para que sea transmitida y compartida por los usuarios.

Las redes sociales ¿Aliadas o enemigas?

Las redes sociales permiten un espacio de mayor complicidad, donde empresa y cliente están en mayor plano de igualdad y permiten un mayor acercamiento. Los usuarios siguen voluntariamente a las marcas, difunden sus productos y generan reputación positiva.

Las redes ayudan a generar algo muy importante: Sensación de pertenencia. Los usuarios valoran el hecho de sentir de que comprar una determinada marca los hace miembros de un grupo particular, de una comunidad que comparte gustos y códigos.

Las redes sociales son especiales para esto, ya que permiten a los usuarios compartir experiencias que los unen. Pensemos tan solo en los 76 millones (¡!) de fans de Coca Cola en Facebook. O bien,  pensando en nuestro país, los casi 4 millones de usuarios que ostenta Cerveza Quilmes.

Sin embargo, estos nuevos “espacios públicos” obligan a un mayor cuidado de la atención al cliente, ya que un usuario enojado puede causar mucho daño en una reputación construida arduamente a lo largo del tiempo.

En una reciente encuesta de nuestra consultora entre usuarios argentinos de redes sociales, encontramos que ante una experiencia negativa con una marca, el 65% difundiría lo sucedido para evitar que otras personas sufran lo mismo.

Y de hecho, 3 de cada 10 participantes de redes efectivamente ya han difundido en alguna red social su disconformidad con una empresa. Y a su vez estos comentarios negativos han logrado en el 25% de los casos repercusiones entre los contactos de quienes los hicieron, generándose una viralidad negativa que afecta enormemente la reputación. Sin embargo, estos nuevos “espacios públicos” obligan a un mayor cuidado de la atención al cliente, ya que un usuario enojado puede causar mucho daño en una reputación construida arduamente a lo largo del tiempo.

 En una reciente encuesta de nuestra consultora entre usuarios argentinos de redes sociales, encontramos que ante una experiencia negativa con una marca, el 65% difundiría lo sucedido para evitar que otras personas sufran lo mismo.

Y de hecho, 3 de cada 10 participantes de redes efectivamente ya han difundido en alguna red social su disconformidad con una empresa. Y a su vez estos comentarios negativos han logrado en el 25% de los casos repercusiones entre los contactos de quienes los hicieron, generándose una viralidad negativa que afecta enormemente la reputación.

Un amor para toda la vida

Las empresas pueden ser más o menos exitosas en sus intentos de conquistar al público. Lo que no pueden hacer, es dejar de intentarlo. Mantenerse en el podio de las favoritas requiere una completa dedicación a todos los detalles y continuidad. Pero la recompensa es grande, dado que un usuario fiel es el mejor capital.