Una relación cada vez más emocional

LOS CLIENTES Y LOS BANCOS: Para fidelizar a los clientes, ya no basta con promociones y descuentos. La clave es poder mostrar propuestas Taylor Made para cada perfil, combinados con eficiencia en los canales para la operatoria online y costos competitivos. Un combo costoso, pero inevitable, para las entidades financieras.

No corren tiempos fáciles para acercarse a los clientes. La multiplicidad de ofertas, el acceso online para comparar casi cualquier producto o servicio con otro; el exceso de información y el poder del consumidor para probar aquí y allá, sin casarse con ningún proveedor ni ninguna marca, les complican la cancha a las empresas, especialmente en épocas de vacas flacas y negocios magros. Los bancos, obviamente, no son una excepción dentro de este escenario.

Si bien buena parte del volumen de clientes bancarios viene atado a las cuentas sueldo, una especie de segmento casi cautivo que llegó a serlo por decisión de su empleador y no por elección propia, traccionarlos y convencerlos de consumir más servicios en el banco, por encima de la mínima caja de ahorros donde le depositan su salario, es todo un desafío. Las entidades necesitan más que nunca aumentar el volumen de negocios, porque el alto nivel de regulaciones y límites a las comisiones y tasas de interés van erosionando la rentabilidad real. Ampliar la base y ganar volumen, es la clave.

BAJO NIVEL. Los niveles de bancarización en la Argentina son de los más bajos de Latinoamérica, en torno del 15% sobre el PBI, mientras que en Chile ese ratio es de 100% y en Brasil del 70%. El camino está lleno de oportunidades. Capitalizarlas dependerá del buen timing de cada entidad para acercarse con la propuesta justa, en el momento adecuado al cliente mejor predispuesto pero también, claro, del ritmo y el tono que vayan imprimiendo la política y la economía, y eso ya está fuera del alcance de los banqueros.

Saber qué priorizan y qué desean los clientes está en la agenda de todo el sector, que en general se mantiene proactivo y con iniciativas permanentes para retenerlos y atraerlos. De acuerdo con un trabajo realizado por PwC Argentina, a la hora de elegir un banco, los aspectos que más pesan en la decisión son: precio (81 %, lo menciona como algo importante, en encuesta de respuestas múltiples), cantidad de sucursales (76%), posibilidad de operar a través de online banking (73%) y oferta de servicios y productos personalizados (50%).

“Somos conscientes de que en el último tiempo el cliente se ha tornado más sofisticado, y que para poder satisfacer sus necesidades en un entorno de gran competencia debemos otorgar un diferencial”, aclara de entrada Milagro Medrano, gerente de relaciones institucionales de Banco Macro. “Nuestra estrategia, en ese sentido, es profundizar la política de hacer más fácil la vida a nuestros clientes. Además de poner especial énfasis en el interior del país que, como nuestra historia lo demuestra, es el ámbito que el banco considera estratégicamente prioritario”, asegura la ejecutiva.

“Lógicamente, al ser el nivel de intermediación bancaria en Argentina muy bajo en relación con estándares internacionales, los grados de fidelización aparecen diluidos”, explica Fernando Quiroga Lafargue, socio a cargo de Servicios Financieros de KPMG. “Los vínculos con los clientes típicamente se fortalecen con las relaciones crediticias de largo plazo, en donde el conocimiento, por parte de la entidad, del perfil de riesgo y de los flujos de ingresos y egresos, junto con el conocimiento, por parte del cliente, del grado de celeridad y comodidad de los servicios bancarios ofrecidos, conforman un proceso de aprendizaje mutuo que es gradual y costoso. Por ese motivo, una vez establecido y consolidado ese núcleo de relaciones, es de difícil reemplazo”, anota el especialista en la lista que hace a la base de la relación cliente/banco y que en la Argentina es una pata que por ahora falta. “Desde la última gran crisis en 2001/02, algunas de estas relaciones se han ido conformando pero fueron de algún modo interrumpidas por los ciclos económicos posteriores y limitadas en número por el escaso nivel de intermediación en relación con el nivel de actividad económica. Esto ha sido más significativo con los clientes corporativos, donde el proceso de aprendizaje es más largo y costoso”, aclara.

ALGO MAS QUE DESCUENTOS. Sin anclas de largo plazo, como es el crédito hipotecario (que aunque cambie el escenario económico tras la renovación presidencial, tardará un tiempo en recomponerse), los pilares para construir la relación con sus clientes pasan por un mix entre promociones, servicios personalizados, rápida respuesta, un buen home banking y todo a un precio competitivo.

“La típica diferenciación racional por precio, producto, promoción, tiene hoy productividad marginal decreciente en este mercado. Un factor importante pasa a ser la diferenciación emocional”, remarcan en PwC. A raíz de los resultados del trabajo de investigación realizado El nuevo desafío: cambio de paradigma en el perfil del diente en la era digital, “debe recurrirse a las experiencias y a las emociones en el relacionamiento con los clientes. Lo importante es identificar para cada segmento o microsegmentos los atributos emocionales y poder utilizarlos”, detallan en la consultora.

Es decir, las campañas de descuentos y premios masivos que hace unos años sorprendían a los clientes, hoy ya se volvieron un básico, que no puede faltar en el menú, pero no alcanzan para tener su voluntad incondicional. A eso hay que agregarle una propuesta que haga que el cliente se sienta “identificado”, que sienta que está pensada para sus necesidades. Un proceso complejo y costoso.

“Las promociones ya son, desde hace varios años, un commodity de la oferta de los bancos, y son buscadas y reclamadas por los usuarios. Sin embargo, a pesar de que en el último tiempo han crecido, no necesariamente mejoró la conformidad de los clientes con las entidades”, explica Nora D’Alessio, vicepresidenta de D’Alessio IROL, especializada en estudios de mercado. “Los problemas subsisten, en especial la no conformidad con la resolución de los inconvenientes y con las demoras en las respuestas”, apunta la especialista.

De acuerdo con los últimos datos relevados por la consultora, el 32% de los clientes consultados mencionó haber tenido en el último trimestre algún inconveniente con alguno de los bancos con los que opera. “Esto tiene mayor incidencia en el segmento adultos (entre 45 y 54 años), que es, potencialmente el rango de los clientes más activos.”

El tablero es, sin dudas, hoy más complejo que hace algunos años atrás, el consumidor tiene más poder y marca el terreno. En ese sentido, hay tres datos que los banqueros tienen sobre sus escritorios resaltados en color fluor: ? En promedio los clientes operan con tres bancos, lo cual indica atomización en los productos que utiliza con cada uno.

Según PwC, el 90% de los clientes directamente no tiene, o tiene, una baja segmentación.
Uno de cada tres clientes posee para el banco niveles de rentabilidad bajos, también según números de PwC Argentina.

De este diagnóstico, pueden surgir inmensas ventanas de oportunidades. En Banco Galicia, famosos por sus Puntos Quiero y por la historia de Marcos y Claudia que tanta empatia genera en clientes y no clientes, la estrategia desde hace un tiempo, cuentan a Estrategas, “es adoptar una segmentación por perfil de cliente”. “De este modo se crearon servicios específicos para atender las necesidades de cada grupo de clientes y surgieron Galicia Eminent, una sólida propuesta de valor orientada a los clientes premium; NyP, servicio pensado para atender las necesidades de los Negocios y Pequeñas empresas; o Move, una nueva propuesta de valor para el segmento joven. Cada uno de estos servicios posee una plataforma de beneficios exclusivamente desarrollada para cada perfil”, explican. Leonel Piraino, gerente de Política Comercial de Banco Provincia, pone en blanco sobre negro la estrategia de relacionamiento con sus clientes partiendo de la base de que, como banco público, debe “funcionar expuesto tanto a la competencia de mercado como a la ejecución de planes comerciales en los que es necesario trabajar en la masividad y la inclusión vía, por ejemplo, subsidios de tasas de interés en coordinación con la Nación y la Provincia, con propuestas de naturaleza masiva”. “Se ha tomado conciencia de que las entidades financieras no sobreviven sólo del negocio de la intermediación financiera clásica (recibiendo depósitos y otorgando préstamos) y, por lo tanto, que se debe estar atento a la generación de productos y servicios. Por esta razón es que nuestro programa de beneficio al cliente continuará incorporando dinamismo para competir de manera estricta con las entidades privadas nacionales e internacionales”, subraya el ejecutivo.

En Banco Francés la alianza comercial con LAN es la nave insignia en la estrategia comercial de segmentación. “Generamos una oferta de valor diferenciada para cada uno de los segmentos que nos hemos propuesto. Trabajamos fuertemente para que nuestros clientes más exigentes reconozcan la diferencia entre las propuestas masivas y las de alto valor como la que hemos dado en llamar Premium World, donde se destaca para los clientes un 40% extra en la suma de kilómetros LanPass, además de acceso a la sala VIP de la aerolínea en Ezeiza cuando se viaja por esa línea y otros beneficios especiales.”

Las diez claves para entender cómo consumen los mendocinos

Las características salientes: gastadores y apasionados por las marcas y promociones.
La tradición y los juicios cerrados desde hace años dicen que los mendocinos ?como colectivo genérico? son conservadores en líneas generales, lo que tiene su correlato con lo que sucede en su mundo material. Un estudio pormenorizado del modo en que consumen quienes viven en Mendoza, muestra que los “clientes” locales pueden ser más desprejuiciados a la hora de hacer y pensar sus compras de lo que en general se cree.

La consultora D’Alessio Irol, en un trabajo exclusivamente realizado para este diario, presentó hace un par de semanas 10 claves para entender al consumidor mendocino. Entre las pautas que se destacan hay algunas que no sorprenden, como que aquí están más interesados en comprar autos que en la media del país.

Además, los mendocinos se han mostrado más “desprendidos” que en otras provincias ya que también se muestran más dispuestos al consumo que sus compatriotas. Esto, no obstante, lo harán en base a endeudarse con las tarjetas de crédito y a aprovechar cuanta promoción se cruce por su camino.

A continuación, algunos de los resultados de este trabajo que intenta caracterizar el modo de consumir de los mendocinos.

Compradores

Nueve de cada diez mendocinos tienen algún proyecto en el mediano plazo. Aunque es claro que no todos pasan por consumir, el estudio realizado por D’Alessio -una empresa dedicada a las investigaciones de mercado tanto en Argentina como en otros países- mostró que mientras en el país el 56% de las personas tienen intención de consumir y el resto (44%) de ahorrar, en Mendoza esa relación es de 60% a 40%.

Aquí hay tres cosas en las que la gente de la provincia hace “punta” a la hora de pensar en gastar su dinero. La primera está relacionada con la necesidad de viajar. Mientras el 43% de los mendocinos piensa más en salir a pasear, esta cifra es del 40% en Argentina.

Del mismo modo -y en parte por la dificultad de ahorrar para una vivienda y por la inflación que se come los ahorros- los mendocinos pensaron en destinar más plata que en el resto del país a mejoras en la casa o comprar muebles, así como para comprar autos nuevos o usados. La casa propia también es un bien deseado y programado.

Tecnológicos

Según lo expresado por López, la encuesta de D’Alessio también muestra el gusto por la innovación y por “tener lo último” que poseen los consumidores que viven en la provincia. Así, por caso, el 67% de los encuestados afirmó que cambiaría su celular con el fin de estar al día con la tecnología más nueva en el mercado.

Al respecto, el publicista Antonio López de la agencia Eme Efe explica -en base a diversos estudios que ha encarado con su firma- que el mendocino tiene cierta tendencia a ser gastador. Sobre todo en lo suntuario. “Le gusta lo novedoso y tiene la ventaja de comprarlo en Chile más barato”, comentó el publicista.

Más allá de la importancia y de la necesidad de estar al día con las nuevas tecnologías, Mendoza está unos puntos por debajo del promedio país en lo que a deseos de compra de electrodomésticos y equipos electrónicos (notebook, i-pad, etc.) se refiere.
Eso sí, para el Día del Niño, en 8 de cada 10 hogares consultados, los chicos pidieron de regalo celulares, play station, cámaras de fotos y tablets, entre otros.

Endeudados y “culposos”

En Argentina, alrededor del 95% de las personas está pagando algún tipo de deuda, así como el 40% de los hogares destina el 20% de sus ingresos a sus gastos con tarjetas de crédito.

“Esto, para la mitad de los mendocinos es un peso”, explicó Nora de D’Alessio, vicepresidente de D’Alessio Irol y socióloga especializa-da en psicosociología, quien aclaró, no obstante, que al 38% de los encuestados le gustaría seguir comprando en cuotas. En los estratos más altos de la sociedad, las personas se manejan con al menos dos tarjetas distintas.

Innovadores

Aunque la encuesta de D’Alessio no lo marca específicamente más allá de que toma nota de la propensión al consumo de lo nuevo o lo último, los publicistas consultados coincidieron en que aquella imagen del consumista mendocino conservador está quedando atrás.

“Eso ha cambiado mucho, la globalización ha hecho que a la hora de consumir la gente de Mendoza sea más parecida a la de otras ciudades del país. Ha habido un cambio de mentalidad que también se observa en el sector empresario”, sostuvo Daniel Viderman, vicepresidente y director general creativo de la empresa de publicidad PyLV.

En este sentido, Hernán Gabriel, también publicista, opinó que el mendocino es conservador e innovador al mismo tiempo y que, en consonancia con los cambios constantes del consumidor en general -cambios relacionados con hábitos y situación político económica del país- el mendocino es más bien innovador. “Pero con la condición de que la marca sepa qué, cómo y dónde ofrecerle un producto o servicio”, expresó el joven profesional. De otra manera, continuará siendo apegado a lo que ya conoce.

Atentos a la oportunidad

En el último mes (agosto), el 63% de los mendocinos utilizó alguna promoción o descuento. Así, aunque las promociones “llegaron para quedarse”, lo cierto es que -según explicaron desde D’Alessio- las mismas no están bien identificadas por los clientes con determinadas empresas sino que éstos las utilizan de acuerdo a la oportunidad que se les presente. “No hacen grandes diferencias entre las firmas”, sostuvo la especialista.

En este sentido, Viderman subrayó que todas las empresas brindan en la actualidad algún descuento u ofrecen diversos plus a sus clientes, pero que, para él, lo primordial es no dejar de lado el respeto por ellos y, en el caso de los mensajes publicitarios, por el público en general.

Esta característica de no perder oportunidades de compra también se apoya en la característica que resalta López y que es la de comparar detenidamente los precios. “De allí que, en el caso de los supermercados, las ofertas de los domingos funcionen como un catálogo de compras”, observó.

Fiel a las marcas

El estudio de D’Alessio no lo señala pero los oriundos de esta provincia se han caracterizado por tener un afecto especial por las marcas y ser fieles a ellas. Así lo expresó Antonio López, quien remarcó que el mendocino ha sido bastante “caprichoso” en su manera de comprar y sobre todo, fiel a las marcas. “Muchos se compraban un Ford porque sus padres habían tenido uno”, recordó.

Hernán Gabriel agregó que el mendocino valora las marcas y que esta característica se puede ver en todos los estratos sociales. “Todo consumidor busca identificarse con una marca y con su discurso, buscando ser parte de ese “mundo” creado por cada empresa, sintetizó el publicista.