Para los empresarios, la rentabilidad seguirá cayendo con el próximo gobierno

A pesar de ser un poco más optimistas que en 2014, los principales ejecutivos del país piden impuestos menos distorsivos y pro inversión y acceso a crédito a largo plazo
Si bien se muestran un poco más optimistas que en 2014, la mayoría de los hombres de negocios del país no espera un recomposición de la rentabilidad de sus empresas, sino por el contrario, cree que continuará cayendo y lo cual impactará en el empleo y en la capacidad de producción que se viene reduciendo en comparación con otros años.

Además, advierten que el próximo gobierno deberá eliminar impuestos distorsivos para promover las inversiones; generar reglas de juego claras para atraer más capital; implementar una política fiscal pro inversión y ofrecer acceso a financiamiento a largo plazo. También reclaman a la próxima gestión más inversión en energía (electricidad y gas) y en rutas, así como privilegiar una reforma tributaria y educativa para incrementar la competitividad.

Todos estos datos forman parte de una encuesta elaborada el mes pasado por la consultora D’Alessio IROL para IDEA bajo el nombre de Expectativas de Ejecutivos. El relevamiento, hecho de forma online entre 182 de los principales ejecutivos del país, indicó también que el pesimismo que habían evidenciado a fines de 2014 frente a lo que iba a ocurrir este año finalmente no fue tanto. La evaluación del período fue de 8 puntos por encima de lo previsto, según la encuesta, y los ejecutivos esperan un segundo semestre sin mayores sobresaltos. “Hay una ligera mejora de las expectativas, que se encuentran prácticamente en un punto de equilibrio. Y en período electoral, ya finalizando el actual mandato, los empresarios prevén que no habrá mayores sobresaltos” explica el trabajo de D’Alessio.

Durante la presentación de la encuesta también estuvo Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com, quien le dio el marco macro económico y político a los resultados del relevamiento de IDEA. En este sentido, el economista estimó que el poder adquisitivo podría ganar unos puntos y el mercado laboral no volverá a ajustar. Igualmente estimó que la inversión seguirá retrasada; la construcción estancada y el leve repunte de las ventas no beneficia a todos los sectores.

Para Sica, en el último semestre del año se mantendrá la debilidad de la economía, con una inversión debilitada. “Si el Gobierno quiere darle prioridad al objetivo de actividad, va a presionar sobre el frágil equilibrio alcanzado en la primera mitad del año”, aseguró Sica, para quien se deberían flexibilizar las importaciones “para no generar restricciones de oferta. De hecho, en junio se observó una desaceleración, aunque la duda está en si esto va a continuar”. En el caso de las exportaciones, Sica no cree que puedan mejorar, con lo cual el margen para importar será limitado. A esto se suman los altos vencimientos en dólares hasta fin de año y que las reservas cerrarían por debajo de u$s 30.000 millones.

En tanto, en la encuesta de D’Alessio, los empresarios no esperan cambios en la política internacional, ni una recomposición de su rentabilidad en 2016. “La mitad cree que continuará disminuyendo. Esto amplió la brecha de la capacidad disponible, en especial por la retracción de las ventas”. El trabajo asegura que una de cada cuatro empresas está en el 85% de su capacidad cuando hace 5 años, este escenario se daba en la mitad de las compañías.

Del mismo modo, los ejecutivos ven a la competitividad como variable del tipo de cambio y perciben mayoritariamente una mala situación para el país en este aspecto. Al respecto, el estudio de Sica agrega datos preocupantes en cuanto a la evolución del consumo. “Mientras el objetivo consumo demanda seguir con los anuncios sociales, y con ello el déficit seguirá creciendo y eso se financia con emisión monetaria”, advirtió Sica. Es decir, el país volvió al viejo esquema monetario-cambiario que podría profundizarse. “Pero no es sencillo de sostener un esquema de apreciación cambiaria y aceleración de la emisión, frente a un cambio de expectativas”, explicó el titular de Abeceb.com. En definitiva, según Sica, “el primer semestre nos dejó una mejora relativa pero no fue suficiente para impulsar la actividad y se espera que la segunda mitad del año muestre la misma tendencia aunque no está exenta de riesgos”.
Piden debate sobre educación, seguridad y justicia
Frente a la cercanía de las elecciones presidenciales, la lista de temas que los ejecutivos quieren oír debatir a los candidatos la encabeza la educación, seguida por la justicia y la seguridad. Es decir, los mismos que reclama el resto de la sociedad. De todos modos, le suman, en cuarto lugar, el interés por conocer las propuestas relacionadas con la política impositiva.
De manera adicional, ya no les preocupa tanto las definiciones sobre la concertación con los acreedores externos, al igual que la negociación con organismos internacionales. Pero se mantiene la importancia de salarios, retención de talentos y obtención de créditos. Y se incrementa el peso de la tecnología.

Las empresas creen que seguirán perdiendo rentabilidad

Por Pablo Fernández Blanco | LA NACION

Para las principales empresas de la Argentina el presente es mejor de lo que imaginaron en 2014, cuando la crisis cambiaria amenazaba con generar una escasez de dólares que derramara sus efectos negativos sobre la economía. Pero aún está lejos de ser auspicioso, porque la presión de los costos, el atraso cambiario y una demanda que, si bien mejoró, está lejos de ser buena harán que sigan perdiendo rentabilidad en los próximos meses.
Son algunas de las conclusiones que surgen de la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos Edición 2015, que se hace todos los años a pedido de IDEA, una de las principales asociaciones empresarias del país, y que se presentó ayer. El trabajo se hizo sobre la base de las respuestas de 185 ejecutivos socios de la entidad, que congrega a compañías como Cargill, Fiat, GM, Banco Galicia, Coca-Cola, Loma Negra, Carrefour y Techint, entre muchas otras.
Un 85% de los encuestados considera que sus ganancias durante los próximos 12 meses no aumentarán, pero más de la mitad espera una evolución negativa: el 40% piensa que disminuirá levemente, mientras que un 12% teme que caerá “significativamente”. “Con respecto a la rentabilidad influyen no sólo el tipo de cambio, sino los salarios, que estuvieron por encima de los precios, y la carga impositiva”, explicó Eduardo D’Alessio, de la consultora D’Alessio Irol, a cargo de la encuesta.
Hay otros elementos para tener en cuenta. Por caso, apenas un 26% de los encuestados sostuvo que utiliza entre un 85 y un 100% de su capacidad instalada, mientras que la mayoría tiene infraestructura ociosa. Con respecto al trabajo anterior, que se hizo en octubre de 2014, trepó de un 29 a un 35% la cantidad de empresas que usan apenas hasta un 70% de sus instalaciones.
Para los próximos 12 meses, un 37% de los consultados cree que sus ventas no se modificarán, un 27% piensa que mejorarán de manera moderada y sólo un 3% espera tener números aun mejores.
Para el economista Dante Sica, de la consultora Abeceb, los malos presagios empresarios no se cumplieron porque Economía cambió el rumbo a fines de 2014. “Las expectativas eran peores en octubre del año pasado, cuando se pensaba que la falta de dólares iba a ocasionar baja de reservas y mayores problemas cambiarios. Pero el Gobierno cambió de política, se endeudó, consolidó reservas y planchó el tipo de cambio”, explicó. Fue el primer puntapié para dar origen a una “sensación de estabilidad”. De todas maneras, remarcó que los indicadores de la economía aún no lograron arrancar. “Tendremos un segundo semestre similar al primero, con una economía mejor, pero tirando al estancamiento”, sostuvo.
En línea con la situación de estancamiento, las empresas destinarán este año alrededor de un 10% de sus ventas a inversión, que se orientará antes a capacitación, comercialización y búsqueda de nuevos mercados que a la compra de bienes de capital o la construcción de nuevas plantas.
La cuestión cambiaria, sin embargo, sigue al tope de sus prioridades, a tal punto que el 40% definió su propia competitividad por la relación entre el peso y el dólar más que por su propia eficiencia. D’Alessio lo explicó en términos concretos: “Cuando se considera que el tipo de cambio está desfasado, tapa al resto de los factores que tienen que ver con la competitividad”, resumió.
La encuesta de expectativas no preguntó sobre las preferencias políticas de los empresarios. Sí, en cambio, sobre qué temas les gustaría que debatieran los candidatos a presidente. Entre los cinco primeros surgieron temas variados: en primer término, la educación, seguida por la situación de la Justicia, la seguridad, la política impositiva y la política cambiaria. En sexto lugar quedó la preocupación por los subsidios y aún más atrás la pelea con los holdouts.
Un sistema cuestionado por el campo
Arranque en 2008
Ese año entró en vigor un sistema de permisos de embarque, conocidos como ROE, para la apertura de exportaciones por cupos
Blanco de críticas
Las entidades del agro objetaron desde un principio ese mecanismo por considerar que afecta la libre competencia entre los operadores y deprime los precios
Sospechas
El manejo de los cupos sin control es otra de las críticas al sistema.

Empresarios: el 41% piensa que la situación empeorará

Encuesta de IDEA sobre expectativas:

Por Alejandro Alfie

Hay una “ligera mejora” de las expectativas de los ejecutivos en la situación económica del país, según una encuesta realizada por la consultora D’Alessio IROL, para IDEA. “Se espera un segundo semestre sin mayores sobresaltos y con retorno a la normalidad”, destacó el informe presentado ayer en la sede del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
La expectativa de los ejecutivos, que había caído 15 puntos en 2014, retornó a valores similares a los de años anteriores, ya que el 30% de los encuestados dijo que la situación en el segundo semestre seguirá igual, el 41% que será peor y el 29% que mejorará.
“El segundo semestre del año pasado fue duro y la expectativa era de serias dificultades económicas. Pero esa visión tan negativa no se dio y mejoraron las expectativas”, explicó Eduardo D’Alessio, titular de la consultora D’Alessio IROL.
Consultado por Clarín sobre el aumento en el precio del dólar, el economista Dante Sica, director de la consultora Abeceb, sostuvo que “el tipo de cambio paralelo es la variable que puede hacer más ruido, porque el Gobierno tiene márgenes de maniobra limitados; pero eso no cambia la tendencia, hay expectativas estables para el segundo semestre”.
Pese a ello, el 52% de los ejecutivos consultados prevé una disminución en la rentabilidad de sus empresas en 2016. Para hacer frente a esa situación, la mitad de los ejecutivos bajará la inversión y
el 29% disminuirá el empleo en sus propias empresas.
Sica agregó que la mayoría de los sectores de la economía muestran una desaceleración en la caída y que “el único sector que crece es la construcción”, apalancada por la obra pública, el plan Procrear y los arreglos de la gente en sus casas.
Los ejecutivos consideran prioritario para mejorar la producción que haya mayores inversiones en electricidad, gas y rutas y caminos. Además, les gustaría que los candidatos a presidente de la Nación debatan sobre educación, justicia, seguridad, política impositiva y política cambiaría, en ese orden. .
Los principales reclamos para promover la inversión son la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y otra política fiscal. De hecho, la reforma impositiva es “el principal factor para aumentar la competitividad del país”, plantearon los 182 ejecutivos socios de IDEA que respondieron la encuesta. –
Fuente D’ALESSIO IROL / IDEA

Empresarios esperan segundo semestre “sin sobresaltos”

El sector no espera que una recomposición de la rentabilidad en el 2016.

El sector empresarial espera un segundo semestre “sin sobresaltos” en ventas, inversión y empleo, mientras para el próximo año no prevé una recomposición de su rentabilidad y más de la mitad cree que “continuará disminuyendo”.
Así lo indicó la Encuesta de Expectativas de Ejecutivos 2015, elaborada por el consultor Eduardo D’Alessio y el economista Dante Sica para el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea).
“El pesimismo mostrado en la medición de fines del 2014 no se vio convalidado en la realidad de este período”, subrayó el sondeo que consultó online a 182 ejecutivos.
Arrojó que “se espera un segundo semestre sin sobresaltos y con retorno a la normalidad”, ya que el 32% estima que será “peor” y un 30% cree que seguirá “igual”.
El estudio indicó que “para el próximo año se prevé estabilidad de los principales factores que afectan a la empresa con un ligero incremento de las ventas en el mercado interno” y remarcó que “los principales factores de mejora siguen siendo los internos a cada compañía”.
“Los empresarios no esperan una recomposición de su rentabilidad en el próximo año. Más aún, la mitad de ellos cree que la misma continuará disminuyendo”, alertó el estudio.
A su vez, señaló que creció “la brecha de la capacidad disponible como consecuencia de la retracción de semestres anteriores en las ventas”.
“Una de cada cuatro empresas opera por sobre el 85% de su capacidad: hace 5 años atrás, esta situación se daba en la mitad de las compañías consultadas”, precisó la encuesta.
Con relación a las inversiones sobre las ventas, el sector empresarial consultado opinó que se mantienen estables en el 10%, luego de que en los últimos años oscilara entre un 10% y 13%.
De cara al futuro, los encuestados indicaron que los tres factores predominantes para promocionar las inversiones son eliminación de impuestos distorsivos, clarificación de las reglas del juego y reforma impositiva. Los empresarios consideraron, por otro lado, que en los principales temas de desafío siguen predominando los salarios y la retención de talentos, mientras creció la importancia del factor tecnológico.
Respecto de la competitividad, el informe señaló que en las empresas esa cuestión “parecería estar más determinada por el tipo de cambio que por factores estructurales”, al tiempo que evaluó: “Se entiende que, en general, es relativamente baja”.
“La competitividad, además, estaría regida por las características impositivas del mercado local”, aclaró el trabajo de Idea.

“Las PyMES son más optimistas que las grandes empresas”

El titular de D’Alessio IROL, Eduardo D’Alessio, compartió los detalles de la encuesta realizada entre los 300 hombres de negocios más poderosos del país en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata.

 

En contacto con Agenda PyME, D’Alessio describió la comparación entre los dos sectores que participaron del relevamiento y dijo que “las PyMES y las grandes empresas son dos pasajeros que van en distintos camarotes del mismo barco, tienen problemáticas muy parecidas, pero las primeras son más optimistas porque siempre tienen la esperanza de poder arreglárselas y ser los suficientemente hábiles para poder sortear los problemas”.

Además, el consultor señaló un eje conflictivo que atraviesa a todas las pequeñas y medianas empresas: “Pagan impuestos por ganancias ficticias, al no haber ajuste por inflación, se paga por algo que realmente no es utilidad, sumado a que cada vez es mayor el premio a la evasión y por lo tanto cada vez es mayor el premio a la competencia desleal”.

En comunicación con Nino Fernández y Gabriela Ensinck, el titular de D’alessio IROL se refirió a la proyección empresaria general para los próximos dos años y aseguró que “existe una cauta expectativa, suponen que las cosas van a estar más o menos igual”.

Puede escucharse la entrevista completa acá: http://www.notasdeactualidad.com.ar/las-pymes-son-mas-optimistas-que-las-grandes-empresas/

 

No habrá sobresaltos, concluyó IDEA

El Gobierno llegará al 2015 sin colapsos como los de los últimos 30 años, pronosticaron los expertos: En el cierre del 49º Coloquio, se destacó la resiliencia del empresario argentino. Se elogió la presencia de Scioli, la única voz oficialista. GUSTAVO GARCÍA

Mar del Plata – En un clima de sereno optimismo, en el cierre del 49a Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), el presidente de la organización, Miguel Blanco, destacó “la calidad profesional, el empuje y la resiliencia del empresario argentino” que es reconocida en el mundo, que sigue “apostando al futuro, arriesgando su capital y creando empleos y, adicionalmente, dedicando parte de su tiempo a proyectos de responsabilidad social empresaria”.
En las conclusiones, luego de tres jornadas de exposiciones y debates, se hizo hincapié en la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli -única voz oficial en el máximo encuentro empresarial argentino-, quien destacó la necesidad de apuntalar el diálogo público-privado como “clave del desarrollo en la Argentina que viene”.
Los organizadores remarcaron en las palabras del mandatario la idea de remarcar “la importancia de la inversión en educación, vinculándola con el mundo del trabajo”, y que el desarrollo “es necesariamente una construcción que propone cambios cualitativos, y tiene dimensión ética, institucional, social y económica”.
Desde el campo académico se indicó que la Argentina tiene una democracia sólida y como contrapartida, un excesivo “clientelismo político” que, confía, puede corregirse. Hay instituciones que propician el crecimiento económico -agregó Blanco- y otras que lo impiden. A las primeras se las llamó inclusivas y a estas últimas extractivas.
En el panel que analizaron las Principales tendencias de la situación internacional, los expositores coincidieron que los países de la Eurozona ya pasaron lo peor de la crisis aunque con altos costos recesivos, fundamentalmente en el área laboral y se prevé aumento de tasas de interés a largo plazo.
“Algunas naciones emergentes se consumieron la bonanza de la última década y no hicieron inversiones genuinas para incrementar la productividad y sus consecuencias negativas se verán en el futuro”, destacaron los analistas.
También se destacó que los países emergentes siguieron creciendo a partir de que los bancos centrales inyectaron liquidez a los mercados a través de la compra de activos, en muchos casos tóxicos y esto produjo una baja en las tasas de interés.
POBREZA
En cuanto a la pobreza, se consideró que “el Estado es actor fundamental en la lucha por la desigualdad”, a pesar que “demostró ser ineficiente” en este tema, mientras que el rol del empresariado es “insustituible e indelegable”. En el panel sobre los desafíos a enfrentar para la Construcción de capital simbólico e institucional se coincidió en el excesivo personalismo de la política y baja calidad de democracia participativa y la ausencia de transparencia en los estamentos de poder.
Los panelistas subrayaron el “escaso respeto por la división de poderes” y una ausencia de visión compartida, olvido del largo plazo y una crisis de representatividad de los partidos políticos.
En el panel de Infraestructura logística para la competitividad los expositores coincidieron en la necesidad de aplicar políticas globales y permeables entre los distintos medios de transporte que permitan complementariedad, reducción de costos y tornar eficientes las inversiones oficiales y privadas en la red caminera, ferroviaria y portuaria.
Por último, las conclusiones del Coloquio remarcaron que los economistas descartaron “una crisis como las registradas en los años 70,80 o 90”, mientras que el Gobierno llegará al 2015 sin problemas extremos.
ENCUESTA INTERACTIVA
Sobre el cierre del encuentro empresarial, la consultora D’Alessio IROL dio a conocer los resultados de la encuesta interactiva desarrollada el jueves, destacándose que la principal preocupación de las grandes compañías pasa por obtener un mecanismo de contratación de personal más flexible para poder recuperar competitividad.
Durante la lectura de los resultados, D’Alessio aclaró que el pedido de contar con un esquema más laxo a la hora de contratar empleados no está vinculado con un sistema de precarización del empleo, sino con aliviar la presión fiscal.
Los empresarios que se dieron cita en IDEA remarcaron también que “el fin no justifica los medios”, y mayoritariamente rechazan la corrupción como dato estructural al que haya que adaptarse para operar en materia de negocios.

Las empresas prevén vender más en 2014, pero con menos rentabilidad

18.10.13  Calculan menores ganancias debido a factores que afectan la competitividad de sus negocios como la presión impositiva y la evolución del tipo de cambio

por ANDRÉS SANGUINETTI. Mar del Plata

Un escenario de negocios estables o en crecimiento, y ventas también equilibradas o en aumento pero con una importante pérdida de rentabilidad es el que la mayoría de los empresarios argentinos espera para los próximos 12 meses. La foto, que no parece estar atada a los resultados de las próximas elecciones parlamentarias del 27 de octubre, tiene más que ver con la agenda de problemas que los hombres de negocios vislumbran por fuera del mapa político. Es decir, prevén menores ganancias debido a factores que afectan la competitividad de sus negocios como la presión impositiva, la evolución del tipo de cambio, la inflación y las negociaciones salariales, además de la calidad institucional.

Este panorama, que refleja el pensamiento de la mayoría de los ejecutivos argentinos, fue evidenciado por la encuesta de expectativas que todos los años realiza la consultora D’ Alessio IROL durante el 49 Coloquio de IDEA que se está llevando a cabo en Mar del Plata.

A modo de síntesis del relevamiento se puede decir que con una presión fiscal del orden del 40%, con un cepo a la posibilidad de ajustar sus costos por la inflación real y con un panorama económico de menor crecimiento macro, la mayoría de los empresarios que participan del Coloquio reclaman que el Gobierno revise el marco tributario, mejore las reglas de juego y que el sector financiero ofrezca mejores tasas y plazos.

En este sentido, el trabajo indica que un 41% de los consultados estima que tendrá menores ganancias. Dicho de otra forma, cuatro de cada 10 empresarios advierte un escenario de pérdida de rentabilidad para los próximos 12 meses.

En tanto, solo un 23% considera que mejorará. Además, otro 36% prevé estar peor, un 28% moderadamente peor y otro 8% mucho peor. En las antípodas, solo un 23% estima que sus ganancias mejorarán, otro 39% cree que la situación económica se mantendrá inalterable durante los próximos seis meses, mientras que otro 25% estima que su situación mejorará.

“Generalmente se cree que la macro va mejor que la micro”, analizó el economista Luis Secco durante la presentación de los resultados del estudio.

Será por ese motivo que también advierten los empresarios que se encuentra “altamente comprometida” la capacidad de producción en casi un 80% de sus posibilidades.

Frente a este panorama, los hombres de negocios reclamaron eliminar los impuestos que consideran distorsivos y clarificar las reglas de juego para revertir este panorama de complicaciones que advierten para el próximo año. De la encuesta surge que seis de cada 10 ejecutivos pide también una política fiscal ‘pro inversión’, mientras que un 47% reclama financiamiento a más largo plazo y una recomposición de los costos laborales.

Casi el 90% de las empresas manifestaron también problemas para disponer de recursos humanos. Es más, respecto del empleo, sólo tres de cada 10 firmas prevén incorporar más personal, mientras que la mitad dice que no se modificará la plantilla. La misma proporción asegura que no habrá mayores cambios en cuanto a las exportaciones y la inversión.

De todos modos, un 25% arriesga que esas variables aumentarán durante los próximos 12 meses. En tanto, el mayor optimismo está puesto en las ventas: casi la mitad de los ejecutivos cree que aumentarán y sólo el 14% espera algún tipo de disminución. “Entre las razones hay contar el aguinaldo, el verano que se viene y el próximo Mundial de Fútbol, evento que siempre suele impulsar el consumo en general, no sólo de TVs”, justificó Secco.

El 40% de las empresas cree que caerá su ganancia

Esperan que siga esa tendencia en los próximos seis meses; impuestos, tipo de cambio e inflación, las principales causas

Por Darío Palavecino  | LA NACION
MAR DEL PLATA.- Todo seguirá igual hasta abril próximo. O casi, ya que para la mayoría de los empresarios, y salvo pequeños matices, no se prevén cambios relevantes en la situación económica durante el próximo semestre, un escenario al que se proyecta casi calcado a idéntico período evaluado en mayo pasado.

La tradicional Encuesta de Expectativas de Ejecutivos que realiza la consultora D’Alessio IROL se presentó ayer durante el 49° Coloquio de IDEA y dejó algunos datos relevantes. Por un lado, el repetido reclamo del sector privado para que se eliminen impuestos distorsivos, una política fiscal proinversión y la clarificación de reglas de juego. Por otro, cuatro de cada diez empresas anticipan una eventual prolongación de la caída en su rentabilidad que dicen estar afrontando como consecuencia de la política económica.

La medición permite confirmar además que, en promedio, las empresas están operando al 70% de su capacidad y estiman que durante 2014 destinarán a la inversión el 11% de su facturación anual. “Estamos ante un período muy plano, con un amesetamiento en términos de expectativas”, resumió Eduardo D’Alessio, responsable de la consultora que recabó datos entre 206 ejecutivos socios de IDEA.

Según los indicadores, la evaluación del período mayo/octubre está apenas por encima de las proyecciones que habían plasmado en la encuesta anterior. “La expectativa da cuenta de que no se esperan cambios en el corto plazo”, señaló Luis Secco, economista que participó de la presentación del estudio. Con porcentajes bastante modestos, el patrón predominante en las respuestas destaca que se esperan para el año próximo muy leves repuntes tanto en exportación como en ventas.

Los ejecutivos confirmaron que en los planes de inversión para el próximo año sobresale la búsqueda de nuevos mercados, innovación de productos e incorporación de maquinaria. “Hay incentivos a partir de un dólar barato”, dijo Secco.

Pero para promover la inversión dejaron en claro demandas muy similares a las que habían planteado aquí mismo hace un año. Apuntaron a los impuestos distorsivos (en particular, Ganancias) y pidieron políticas que los tienten a volcar capitales al desarrollo de sus empresas.

Cuando se les consultó sobre tres factores fundamentales que afectan las condiciones de competitividad para sus empresas, las respuestas fueron muy coincidentes: impuestos, tipo de cambio e inflación, seguidos muy de cerca por los salarios. “Se sienten afectados en particular por componentes macroeconómicos, ajenos a sus empresas”, destacó Secco. También pusieron la cuestión salarial al tope de los desafíos para sus negocios en 2014.

Otra queja contundente se refiere al acceso a servicios financieros. Seis de cada diez consultados afirmaron que es restringida o nula la chance de tomar un crédito tanto de entidades privadas como públicas. Mayor aún (67 y 68%) se plantea la imposibilidad para hacer lo propio en bancos de desarrollo o en el mercado de capitales.

En términos de empleo, el 54% de los consultados considera que en el próximo semestre no habrá variaciones en el mercado laboral, lejos del 28% que cree que puede darse una leve mejora y el 17% que cree que habrá pérdidas leves o significativas de puestos de trabajo.

La mayor inquietud en este tema es por las dificultades de tomar personal calificado, admitida por casi el 90% de los encuestados.

Queja de bancos por la presión impositiva

El piso 12° del hotel Sheraton fue el lugar que la banca extranjera agrupada en ABA eligió para reunirse con dirigentes de la Asociación Bancaria y repasar los números del sector. Allí, el presidente del Banco Santander Río, Enrique Cristofani, estimó que “por cada punto de aumento de la presión tributaria, se resignan 0,2 de crecimiento”. Y afirmó: “La presión impositiva subió más de 13 puntos en los últimos diez años, llegando en la actualidad a cerca de 38% del PBI”.

El sector tiene una rentabilidad de 25%, pero “si se ajusta por inflación, apenas conservamos el patrimonio”, dijo un ejecutivo. El encuentro fue convocado por el presidente de ABA, Claudio Cesario.

Los ejecutivos ven un 2014 con mucha facturación y poca ganancia

18/10/2013

Sorpresas en la encuesta de ejecutivos:la provisión de energía y la pérdida de competitividad, relativizadas. Escasa generación de nuevo empleo.

Mar del Plata. Los ejecutivos no prevén mayores cambios
en la situación económica del próximo semestre, es decir, después de las elecciones parlamentarias del domingo 27, aunque sí advierten mayoritariamente que la rentabilidad de las empresas cae o, cuanto menos, permanece estancada.

La tradicional encuesta de “Expectativas de ejecutivos”, que realiza la consultora D’Alessio IROL y que se difunde en el marco del Coloquio Anual de Idea, exhibe resultados para el último semestre “algo superiores a los previstos” y contiene varias sorpresas.

A criterio de los analistas, este horizonte positivo marca que el empresariado tiene una percepción de la macroeconomía diferente de lo que efectivamente les ocurre puertas adentro de sus compañías.

Los datos del estudio son en cierto modo sorpresivos en varios aspectos. Uno de los más polémicos es el vinculado con el cepo cambiario y las dificultades del comercio exterior.

“La falta de exportación proviene más de las estrategias locales e internacionales (de las compañías) que de la falta de competitividad. Casi el 40 por ciento de las empresas pueden reemplazar las importaciones por oferta local”, dice, llamativamente, una de las conclusiones.

Luego, el economista Luis Secco, quien acompañó a Eduardo D’Alessio en la presentación, consideró que la palabra “pueden” podría reemplazarse por “deben”. “No podemos saber hasta qué punto las empresas están obligadas a sustituir sus importaciones por bienes nacionales”, dijo.

El estudio de expectativas se efectuó en octubre a través de encuestas online sobre 206 ejecutivos asociados a Idea, entidad que congrega a las empresas argentinas de mayor estructura, volumen de facturación y de distintos rubros.

Para el próximo semestre, posterior a las elecciones, el 39 por ciento de los ejecutivos espera una situación igual, otro 22 la califica como moderadamente mejor y el tres por ciento como mucho mejor.

Cuando se les pregunta por las perspectivas para los próximos 12 meses, entre el 40 y el 54 por ciento de los ejecutivos dijo que no se modificará la situación en materia de exportaciones, inversión, ventas y empleo. Es más, una tercera parte de los encuestados dijo que la actividad aumentará “moderadamente”. Pero este clima está lejos de crear empleo de forma masiva. De cada 10 empresas, cinco no modificará sus estructuras de recursos humanos y tres incorporará gente.

La contrapartida al man­tenimiento del volumen de actividad y de facturación está
en la rentabilidad, indicó D’Alessio. El 77 por ciento de los consultados asegura que las ganancias no se modificarán (36) o disminuirán.

La capacidad instalada aparece claramente como un cuello de botella para recuperar rentabilidad. En esa línea, el nivel de inversiones previsto se ubica en el 12 por ciento promedio como porcentaje de la facturación anual para 2014, valor similar al del último año.

Otra sorpresa que deparó el relevamiento fue qué lugar tiene la provisión de energía dentro de las preocupaciones empresariales. En un esquema de 10 ítems, aparece como penúltima. Primero están claramente los salarios, luego la retención de talentos, la falta de crédito, las tarifas y el acceso a la tecnología, entre otras.

La explicación es que “la mayor parte del sector privado ya sustituyó a otro costo y que incide en la rentabilidad”, indicó D’Alessio. Sin embargo, en la lista de factores que pegan en la competitividad, la energía también está penúltima.

El primer factor de pérdida de competitividad señalado por los ejecutivos son los impuestos, luego tipo de cambio, inflación, salarios, calidad institucional, acceso al crédito, mano de obra, tecnología y acceso a la materia prima. La logística, está última.

Las pymes se preparan para un repunte económico, asegura una encuesta

El trabajo preparado por Eduardo D’Alessio señala que la mitad de las pequeñas y medianas empresas tuvo un buen primer semestre del año, aunque hubo retracción en las ventas, que impactó en la rentabilidad promedio.

Las pymes se preparan para un repunte en el segundo semestre en juego con los cambios internacionales y porque están superando los problemas con los trámites de importación”, afirmó ayer el consultor Eduardo D’Alessio, al analizar su encuesta de Expectativa de Empresas Pymes.
Los números, que fueron presentados el miércoles en el marco del 4º Encuentro IDEA Pymes, recogen apreciaciones de 125 dirigentes de ese segmento, de los que el 50% respondió que en el primer semestre mantuvo “resultados positivos” y que alcanzó objetivos en torno a mantener las ventas y facturación, pese a que reconocieron “una retracción de la demanda con pérdida de rentabilidad”, además de complicaciones con las nuevas metodologías de comercio exterior.
A contramano de lecturas apocalípticas, D’Alessio llamó a poner en contexto los datos y evaluó que “esa inflexión es significativa para la mitad de las empresas: hay que ver a qué segmento pertenecen; hubo un impacto, pero insignificante comparado con otras caídas”, comparó el analista, quien vaticinó para el actual semestre una mejora fundada en cambios de la coyuntura mundial, con eje en Brasil.
El titular de la consultora D’Alessio Irol dijo que las empresas que esperen mejorar sus rendimientos en el segundo semestre, en lugar de trasladar costos a precios, deberán “invertir en capacitación, modernización y mayor eficiencia”. En esa línea, otro de los problemas señalados en la encuesta fue el impacto de las paritarias en la rentabilidad: “Cerraron uno o dos puntos por encima de lo que preveían y es una preocupación porque no se puede volcar un 25% al precio. La solución es la inversión en nuevas estrategias”, apuntó el analista, quien agregó que “en lugar de trasladar, las pymes tienen que aportar más eficiencia, más inversión en maquinaria, bastante más que el año pasado, marketing: cuando la rentabilidad baja hay que aumentar el volumen”, recetó.
Uno de los indicadores importantes de la encuesta señaló que el 52% no tuvo problemas con los controles a las importaciones. Sin embargo, también fue alto el porcentaje de “perjudicados”. “El otro 48% –aclaró– tampoco tuvo problemas en sentido estricto, sino que debió afrontar nuevos trámites” desconocidos hasta entonces para las empresas chicas, lo que complicó los procedimientos, según dijo.
Un aspecto saliente de la medición informó que los empresarios no tienen previsto hacer movimientos en el campo laboral. “Hay estabilidad laboral, probablemente entre las empresas que no inviertan estarán muchas que no abran puestos de trabajo pero tampoco se prevé eliminación de empleos.”