El último Monitor del Humor Social de D”Alessio IROL indica que continúa la tendencia positiva a futuro sobre las expectativas económicas. De acuerdo a los resultados, el 52% cree que la economía del país estará mejor dentro de un año, contra el 38% que opina que estará peor, valores que se acercan a los previos a las legislativas de 2017.
Este optimismo es sostenido principalmente por electores de Cambiemos, ya que el 71% considera que estará mucho mejor o mejor el año entrante, contra el 32% de aquellos que votaron a Scioli en el balotaje en 2015. Aún en el grupo de electores de la oposición se observa una merma en la visión negativa hacia al futuro económico de la Argentina, quizás debido a la esperanza que sientan por un cambio de gobierno con cual se sientan más identificados, pasando del 57% al 55% en esta medición, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2017.A pesar de la estabilidad del dólar y la calma de los mercados, la realidad es que la situación económica sigue siendo angustiante para la enorme mayoría de los argentinos: el 78% opina que la situación económica del país está peor en comparación con el año pasado, contra el 20% que expresa lo contrario.
Nuevamente se observa una diferencia de percepciones según el lado de la grieta en que se encuentra el consultado: para el 35% de los electores de Macri en el balotaje en 2015 la situación está mejor que hace un año (cuando esa cifra llegaba a 15% hace apenas dos meses), mientras que esta visión alcanza a sólo un 4% de los votantes opositores.Una vez más la obsesión por la inflación y la incertidumbre sobre el rumbo económico se encuentran entre los principales problemas que desvelan a los argentinos: para el 94% de los consultados la inflación lidera el podio, seguida por la falta de certeza respecto del rumbo de la economía del país, con el 72%, aunque parecieran tener mayor peso entre los opositores (98% y 83%) que entre los partidarios de Cambiemos (90% y 61%, respectivamente).
En tercer lugar, aparece los temas vinculados a la inseguridad y delincuencia con el 59%, preocupación que crece al 69% entre oficialistas.
En cuarto lugar, con 42%, las menciones a no ver propuestas realizables para mejorar el crecimiento económico, seguida por el persistente reclamo por la corrupción del gobierno anterior, con alrededor del 40%, pero que asciende a 6 de cada 10 partidarios de Cambiemos.
Le siguen la dificultad para pagar tarjetas y créditos, con 39%, que sigan dando subsidios a quienes no lo merecen, con el 36%, y el temor a perder el trabajo, con idéntico porcentaje.Sin embargo, la dificultad para afrontar el pago de tarjetas y créditos se da con mayor énfasis entre los opositores (54%), así como el temor a perder la fuente de ingresos (55%), en cambio, la entrega indiscriminada de subsidios es un reclamo sostenido por el 57% de los electores oficialistas.
Sigue la inquietud acerca de la posible corrupción del actual gobierno, con el 34%, preocupación que alcanza al 46% de los opositores.
Finalmente aparecen quién resultará vencedor en octubre, con el 31% y la falta de control de los piquetes, con 26%, inquietudes que tienen mayor peso entre oficialistas: 46% (contra 15% entre opositores) y 45% (contra 5% entre opositores), respectivamente.La preocupación por la inflación atraviesa de manera similar a todos los encuestados por igual, sin distinción por tramo etario.
Sin embargo, las diferencias aparecen en torno la inseguridad y a cuestiones de tinte político, como la corrupción del gobierno kirchnerista, la entrega indiscriminada de subsidios y la falta de control de los piquetes y cortes, que se afectarían más a los mayores de 55 años.
También se observan distinciones respecto de las dificultades para afrontar los pagos de créditos y tarjetas, del temor a perder el trabajo, que afectarían más a los segmentos de hasta 55 años.Por último, la falta de crédito para comprar una vivienda preocupa más a los menores de 35 años.Pese a que los altos niveles de inflación y la incertidumbre sobre la economía siguen estando al tope de las preocupaciones, en la visión más optimista influyó la menor volatilidad que registró el mercado cambiario en los últimos días, sumada a una leve recuperación del consumo, producto de los planes de estímulo lanzados por la Casa Rosada, tales como Precios Cuidados y Esenciales, más la extensión de los programas Ahora 3, 6, 12 y 18 cuotas.
En efecto, el pago en cuotas es una práctica común de los argentinos: tres de cada cuatro consultados se encuentra actualmente realizando ese tipo de operaciones, ya sea por tarjeta de crédito (55%), préstamos bancarios (16%) o de algún otro tipo (3%).
Además, 3 de cada 10 admiten que comprarán indumentaria, calzado y marroquinería con estos planes en cuotas fomentados por el Gobierno Nacional y un 21% que los destinarán al turismo.
Aunque los que apoyan a la administración macrista, se muestren más propensos a su uso: un 39% de ellos aseguró que comprará indumentaria en cuotas o un 30% que los destinará al turismo, contra sólo 18% y el 9%, respectivamente, del votante Frente para la Victoria en el balotaje de 2015, según TN.El fortalecimiento del peso en la Argentina, en un contexto en el cual el dólar se aprecia a nivel internacional, alimenta en los mercados la sensación de estabilidad relativa de nuestra moneda.
Hace poco más de una semana el periódico británico Financial Times publicó un artículo titulado “Los inversores se entusiasman con las señales de la Argentina”, en el que se destaca el surgimiento de un escenario más prometedor para el país.
Por el momento parecen haber quedado atrás las jornadas en las cuales los inversores se desprendían masivamente de los activos argentinos ¿Parará la contienda electoral con la misma apacibilidad? Es la principal incertidumbre.
Los balanceos propios de la contienda electoral tienen la potencialidad de provocar nuevas mareas, estas podrían afectar la calma relativa.
Volviendo al ámbito doméstico, la mejora de los salarios y el provecho de los planes electoralistas (en el pasado vituperados por los socios de Cambiemos cuando eran utilizados por el FPV como instrumento para ganar elecciones) renuevan el humor social, lo que a su vez promueve una mayor ilusión en la campaña del oficialismo. La euforia es tal que el propio Jaime Durán Barba afirmó que se puede ganar en primera vuelta. ¿Exageración, realidad o mera estrategia de campaña?.