Según encuesta, crece la imagen positiva del Presidente Macri y de su gestión de gobierno

De acuerdo con el último monitoreo de D´Alessio Irol y Berensztein, esto se debe a la tranquilidad cambiaria de los últimos meses

Por segundo mes consecutivo, la imagen y la evaluación positiva del Presidente Mauricio Macri están en ascenso.

Según el último monitoreo de D´Alessio Irol y Berensztein, esto se debe en gran medida a las mejoras obtenidas en las expectativas económicas logradas por la tranquilidad cambiaria de los últimos meses.

El 32% de los consultados evalúa positivamente su administración, mientras que el 66% la reprueba.

Si se tiene en cuenta las edades, las críticas hacia la gestión de Macri disminuyen entre los mayores de 55 años, con el 51%, mientras que entre los más jóvenes ascienden al 82%.

En esta medición, la imagen positiva del Presidente Macri pasó de 37% a 39%, registrando el valor más alto desde septiembre del año pasado, y su imagen negativa se mantuvo en 56%.

Estos números lo colocan dos puntos por delante de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero también dos puntos debajo de su principal adversario, Alberto Fernández.

En el caso de la senadora, en junio recuperó dos puntos y obtuvo 37% de imagen positiva y 59% de negativa.

En cuanto a María Eugenia Vidal, si bien la imagen positiva de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires bajó tres puntos en comparación a la medición anterior, por lo que pasó de 51% a 48%, sigue al frente del ranking y es la única figura del oficialismo cuya imagen positiva es mayor a la negativa.

Al hacer un paneo de la imagen y posicionamiento de los principales candidatos,  Vidal está al frente con 48%, seguidos por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, con 42% cada uno.

Por detrás está Axel Kicillof y Alberto Fernández, con 41%. Le sigue el presidente Macri con 39% y Martín Lousteau, con 38%, quien tiene el mismo porcentaje que Roberto Lavagna. Al final está la expresidenta Cristina Fernández, con 37%.

Estos datos corresponden a la medición de junio realizada en forma online a 1.038 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

 

Publicado por iProfesional el 15/07/19.

Nueva encuesta habla de tres tercios: macrismo, peronismo e “independientes”

Según un nuevo estudio de D’Alessio Irol y Berensztein, “6 de cada 10 argentinos consideran que las PASO no son útiles, Fernández y Macri aparecen como las únicas figuras políticas capaces de mejorar la situación económica. Además, 3 de cada 10 votantes se identificarían con el sector de Juntos por el Cambio (Cambiemos), 2 de cada 10 son kirchneristas y hay otro 11% que es peronista. “El tercio restante estaría compuesto por aquellos independientes y descreídos de la política”.

Según un nuevo estudio de D’Alessio Irol y Berensztein, “6 de cada 10 argentinos consideran que las PASO no son útiles ni necesarias como instancia previa, incrementándose a 8 de cada 10 entre votantes de Cambiemos”. Con respecto al cierre de listas, casi la mitad de los ciudadanos considera que hubo más “traiciones” y sorpresas que en otros años. Esta tendencia se acentúa entre votantes de Cambiemos.

Además, la mayoría de los consultados sostuvo que está conforme con los candidatos electorales, pero un 21% hubiese preferido que María Eugenia Vidal sea candidata, y otro 21% dijo lo mismo pero sobre Cristina Fernández de Kirchner.

Además, “7 de cada 10 votantes del FPV hubieran preferido que no se postulara Macri, en tanto que 6 de cada 10 votantes del oficialismo hubieran preferido que no lo hiciera Fernández”. Alejandro Biondini, que se postula como candidato presidencial por el Frente Patriótico, encabeza la lista de candidatos “rechazados”, el más nombrado ante la pregunta “¿hay alguno que hubiera preferido que no se postulara?”.

“La fórmula Fernández – Fernández con Cristina como vice aparece como hecho más significativo previo al cierre de listas, seguido de cerca por la fórmula Macri – Pichetto. El regreso de Massa al frente de Cristina se posiciona en tercer lugar”, dice también.

Las perspectivas económicas a corto plazo, hay mucha incertidumbre, pero los votantes de Cambiemos creen que van a estar mejor en octubre. “La inflación aparece como la principal problemática a resolver por el próximo gobierno, seguido por otras temáticas de índole económica como la pobreza y la desocupación, siendo más marcado entre votantes kirchneristas. Luego, se encuentra la preocupación por la inseguridad, en especial en el electorado de Cambiemos”.

3 de cada 10 votantes se identificarían con el sector de Juntos por el Cambio (Cambiemos), 2 de cada 10 son kierneristas y hay otro 11% que es peronista. “El tercio restante estaría compuesto por aquellos independientes y descreídos de la política”.

Por otro lado, la mayoría de los votantes tiene decidido su voto, pero hay todavía un 15% que no sabe a quién votar. Además, casi la mitad de los argentinos (47%) cree que Mauricio Macri será el próximo presidente, mientras que el 42% cree que será Alberto Fernández.

“Fernández y Macri aparecen como las únicas figuras políticas capaces de mejorar la situación económica”, dice el informe, que especifica que prácticamente no se sacan diferencias. “Prácticamente, la mitad del electorado piensa que tanto la fórmula Macri – Pichetto como Fernández – Fernández harán un buen gobierno en caso de ganar, evidenciando la grieta existente”.

Ficha técnica: Datos correspondientes a la medición realizada en forma online entre el 24 y 25 de junio de 2019. Se incluyeron las respuestas de 827 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

 

Publicado por Urgente24 el 12/07/19.

Una elección económica

 

La próxima elección presidencial cobra una trascendencia histórica que debieran valorar aquellos que creen que sólo se trata de una estrategia de polarización entre los dos márgenes de la grieta.

A comienzos de septiembre de 2018, para numerosos analistas las elecciones presidenciales de 2019 se definirían en términos de economía versus corrupción.

En agosto, la crisis cambiaria se había transformado en una crisis económica y política; y los arrepentidos de la causa de los cuadernos exfuncionarios y empresarios, sobre todo reconocían, entre otras cuestiones, la cartelización de la obra pública durante la pasada gestión kirchnerista.

El escenario que se vislumbraba era que si la sociedad priorizaba ponerle un límite a la corrupción, aun en medio de una complicada situación económica, Mauricio Macri obtendría otro mandato presidencial. Pero si la sociedad privilegiaba las urgencias económicas y dejaba en un segundo plano las causas por corrupción que acumulaba Cristina Fernández, la figura del peronismo que contara con su apoyo tendría chances de llegar a la Casa Rosada.

Tomando distancia de esa escena, sostuve la hipótesis de que la sociedad evaluaba a la dirigencia política en términos de economía versus economía (Una nueva demanda social, 12 de septiembre de 2018).

Mi razonamiento se basaba en una lectura cualitativa de las encuestas, sobre todo la que Berenstein y DAlessio Irol realizaban mensualmente para este diario: un 49 por ciento de los cordobeses y un 38 por ciento de los argentinos sostenían que dentro de un año su situación económica estaría mejor que entonces, lo que se traducía en una expectativa positiva en el plan económico del Gobierno.

El disgusto con la falta de resultados positivos daba pie al pedido de ciertos cambios en el Gobierno, pero no implicaba un deseo de cambiar de gobierno.

Esa demanda social parece coincidir, ahora, con la oferta electoral. El oficialismo ha cambiado algunas cosas, pero sostiene el rumbo de la economía, cuyos objetivos siguen siendo eliminar el déficit fiscal, contener la emisión monetaria (directa o indirecta), combatir la inflación, reducir los subsidios, abrir la economía, recuperar competitividad, apostar al crecimiento vía inversión privada y sostener la asistencia social para los sectores vulnerables.

 

Dos programas

El acuerdo de libre comercio firmado la semana pasada entre la Unión Europea y el Mercosur, luego de que el presidente Macri destrabara un último conflicto que enfrentaba a Francia con Brasil, reactualiza y potencia todos esos objetivos en el mediano plazo. Para que el acuerdo tenga vigencia, es imprescindible su aprobación en el Congreso. Y como ese debate político girará sobre cada una de las variables que definen la macroeconomía y cuestiones conexas, un resultado positivo aseguraría la estabilidad del esquema emergente en el largo plazo.

Ahora bien mientras los candidatos de Juntos por el Cambio apoyan esa línea, los del Frente de Todos se han opuesto desde el primer día. Ni siquiera se mostraron dispuestos a discutir la letra chica y técnica del acuerdo, algo que llevará su tiempo y donde podrían hacer aportes significativos.

Día negro, dijo Fernando Solanas, candidato a diputado nacional. Tragedia, rotuló Axel Kicillof, exministro de Economía de Cristina Fernández y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Nada para festejar, concluyó el candidato presidencial Alberto Fernández, quien además lo interpretó como un tratado que condena al país a un modelo exportador de productos primarios y como un nuevo privilegio que Macri les otorga a las potencias extranjeras.

Tan categórico rechazo se vuelve un claro símbolo de la oposición de este sector al programa económico vigente. Su propuesta alternativa, aun con matices propios del momento, recicla el modelo que caracterizó al kirchnerismo hasta 2015: un fuerte intervencionismo del Estado para controlar cada una de las variables económicas, el privilegio del consumo como dinamizador del mercado interno y la reformulación por la negativa de la apertura global de nuestra economía.

En recientes declaraciones, Alberto Fernández no dudó en reivindicar el cepo cambiario como la vía menos dañina para hacer frente a la falta de dólares de nuestra economía, y manifestó que es responsabilidad del Gobierno garantizar el consumo; por lo tanto, en una hipotética presidencia suya, el Estado daría incentivos para hacer crecer la economía y el dólar dejaría de flotar libremente.

En consecuencia, y sin que esto implique desplazar a un segundo plano el grave problema de la corrupción, las dos fórmulas que disputarán la elección presidencial representan visiones opuestas del programa económico y del andamiaje institucional que el país requiere para solucionar sus problemas.

De un lado, la propuesta se parece demasiado a las que, en el pasado, sólo consiguieron acentuar el círculo vicioso de nuestras recurrentes crisis. Del otro, la alternativa es novedosa y no exenta de riesgos; por eso, como dijo el nuevo vocero del oficialismo, el candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, hace falta explicarla.

Vista así, la próxima elección presidencial cobra una trascendencia histórica que debieran valorar aquellos que creen que sólo se trata de una estrategia de polarización entre los dos márgenes de la grieta.

 

Publicado por La Voz del Interior (Online) el 07/07/2019.

 

 

Encuesta: si Massa es su precandidato a presidente, el Frente Todos podría superar el 48% de los votos en las PASO

Después de la inscripción de las alianzas que competirán en las elecciones 2019, quedan apenas unos días para el cierre de listas definitivo, que tendrá lugar el sábado 22 de junio. A menos de dos meses de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto, los nombres siguen circulando para las posibles candidaturas de cada espacio, y la especulación está a la orden del día. En ese contexto, una encuesta de Federico González y Asociados arroja conclusiones significativas tanto para el kirchnerismo como para el macrismo.

Cristina Fernández de Kirchner cedió hace un mes la precandidatura presidencial a su exjefe de Gabinete, Alberto Fernández. La decisión parece no haber aumentado su intención de voto, aunque sí mejoró las perspectivas de lograr acuerdos con otros sectores del peronismo que fueron opositores a su gestión. Esta semana, después de meses de negociaciones, se cerró un acuerdo entre Unidad Ciudadana y el Frente Renovador de Sergio Massa, que integrará el llamado Frente Todos junto al kirchnerismo, aunque todavía no se definió qué lugar ocupará en las boletas. Los escenarios en danza para el exintendente de Tigre oscilan entre encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, la idea de competir como precandidato a presidente contra la fórmula Fernández-Fernández en las primarias, e incluso la posibilidad de que CFK se dé un “baño de humildad” y le ceda su lugar en la boleta presidencial.

Según el sondeo de González y Asociados, si Massa llegara a competir en las PASO como precandidato a Presidente dentro del Frente de Todos, éste espacio obtendría un 48.1% de intención de voto, con una ventaja de 18 puntos frente a la fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto de Juntos por el Cambio, que llegaría a un 29.7%. “El desempeño electoral del Frente de todos surge al integrar los 33.9% que obtendría la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner más el 14.2% que alcanzaría Sergio Massa, acompañado de un precandidato a vice peronista a determinar”, detalla el estudio al que accedió PERFIL.

La encuesta se llevó a cabo entre el 12 de junio y el 15 de junio sobre 1600 casos con método mixto (presencial en AMBA y telefónica en el interior del país).

Según el sondeo, en ese escenario, la fórmula de Consenso Federal, representada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, se ubicaría en tercer lugar, con 11.4% de intención de voto. José Luis Espert se posicionaría en el cuarto lugar con un 5%. Por último, el Frente de Izquierda integrada por Nicolás del Caño y Romina Del Plá, se ubicaría en quinto lugar alcanzando un 4.6%.

Los datos son significativos a pesar de que el sondeo es reciente y que el panorama puede cambiar en los próximos dos y cuatro meses. Si bien el estudio mide la intención de voto para las PASO (y no se pueden extrapolar los resultados a otra instancia), las cifras cobran relevancia si se considera que en las primarias del 27 de octubre se puede consagrar un ganador en primera vuelta si obtiene más del 45% de los votos, o más del 40% con 10 puntos de diferencia sobre el segundo, si este no supera el 30%.

El análisis cambia si Massa encabeza la lista del Frente de Todos como precandidato a diputado nacional. Con esa variable, el kirchnerismo mantiene su ventaja, pero su intención de voto desciende al 42,1%, con menos de 10 puntos de ventaja sobre Macri-Pichetto, que crece al 32.5%. “En consecuencia, la brecha entre el Frente de Todos respecto de Juntos por el Cambio se achicaría a alrededor de 9 puntos porcentuales (casi a la mitad del 18% verificado en el escenario anterior)”, afirma el texto.

En este marco, los guarismos revelan que del 14.2% que obtendría Sergio Massa en caso de que compitiera como precandidato a presidente, “un 8.3% quedaría dentro del Frente de todos”. El resto se transferiría transversalmente así: 2.8% a Macri-Pichetto; 1.7% a Lavagna-Urtubey; 0,2% a José Luis Espert; 0.9% a Del Caño – Del Pla; 0.4% a otras fórmulas. Por su parte, la fórmula de Consenso Federal volvería a ubicarse en tercer lugar, con 13.1%, mejorando su desempeño electoral en casi dos puntos.

“En términos de potencia electoral, la conformación del Frente de Todos, basada en la alianza entre el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa, se revela como una coalición exitosa, ya que amplifica ostensiblemente la brecha electoral entre un peronismo unido y el oficialismo”, concluye el análisis.

No obstante, revela también que la apertura de una PASO donde Massa compitiera como precandidato a Presidente contra la fórmula Fernández–Fernández, representa una opción “claramente favorable” para las chances del espacio.

“En efecto, el efecto aditivo de las principales fuerzas integrantes pondría al Frente de Todos casi al borde de anticipar un triunfo en primera vuelta (al superar el 45% de los votos). En cambio, la alternativa de resignar la candidatura de Sergio Massa relegándolo como diputado nacional, si bien continúa siendo competitiva, deja al Frente de todos en una zona peligrosa, al instaurar un eventual ballotage de final abierto e incierto” expresan desde la consultora.

Este estudio se sumó a los primeros sondeos que tuvieron lugar tras el anuncio de la fórmula del presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. Las primeras mediciones mostraron una mejora en las posibilidades del oficialismo de ganar en los comicios. Además, la mayoría de los encuestados cree que el senador nacional “garantiza” la gobernabilidad de un segundo mandato de Macri.

Un relevamiento de la D’Alessio IROL Berensztein —que midió 500 casos online entre el 11 y 12 de junio de 2019— cocnluyó que el 48% de los consultados cree que el jefe de Estado tiene más probabilidades de ganar las elecciones con Pichetto como vice. En el mismo sondeo, otro 29% consideró que el anuncio no cambia nada, mientras que el 18% vio como “menos probable” un triunfo oficialista.

Como suele ocurrir, esa encuesta quedó marcada por la grieta: la diferencia de percepción fue abismal si se separan los resultados según a qué partido votó cada encuestado: el 78% de quienes eligieron a Cambiemos cree que la inclusión de Pichetto “hace más probable que gane”, en contraste con el 16% que piensa lo mismo entre quienes optaron por el Frente Para la Victoria (ahora Frente Todos).

 

Publicada por Perfil el 17/06/19.

Ahora Macri busca un triunfo en primera vuelta

Al final de una de sus mejores semanas del último año (y tuvo pocas buenas), Mauricio Macri empezó a proyectar un triunfo en primera vuelta sobre el binomio Fernández-Kirchner. La muy buena repercusión en la economía de la elección de Miguel Ángel Pichetto como candidato a vicepresidente. Algunos mensajes reservados de gobernadores peronistas recibidos por Macri. Ciertas mediciones de opinión pública. Una de ellas, la de Poliarquía, consignó un aumento de seis puntos en la imagen positiva de la gestión del Presidente, el tercer mayor crecimiento intermensual de su mandato.

Esta medición, hecha antes de la sorprendente aparición de Pichetto al lado del Presidente, registró también un crecimiento de todos los números que benefician al Gobierno, sobre todo los que se refieren a la situación de la economía. Está visto que Macri solo necesita, en su confrontación con Cristina Kirchner, la estabilidad de la economía, más que nada la quietud del dólar y la tendencia hacia la baja de la inflación. Todos esos datos lo llevaron a imaginar que el combate podría terminar con un triunfo propio en octubre y que, por lo tanto, no sería necesaria la segunda vuelta de noviembre.

Es consciente de que existen algunos obstáculos para esa victoria en primera vuelta. Uno de ellos es la candidatura de Roberto Lavagna, porque tanto él como Juan Manuel Urtubey hurgan entre los votantes del Presidente, no en los de Cristina. Los valores políticos e institucionales que expresan Lavagna y Urtubey son muy parecidos a los de la coalición gobernante, aunque disienten en el manejo de la economía. Nadie les puede reprochar eso a Lavagna y a Urtubey, porque ningún dirigente político está obligado a jugar su carrera electoral de acuerdo con los beneficios y perjuicios de otras corrientes políticas. De todos modos, lo único seguro hasta ahora es el acuerdo entre Lavagna y Urtubey. La conformación de esa fórmula es un trascendido cuya confirmación debe aguardar todavía la negociación con los otros partidos de la alianza que lidera el exministro de Economía. Debe aguardar, más que nada, las elecciones de Santa Fe, que se realizarán hoy, y que definirán si el socialismo, el primero y principal aliado de Lavagna, continuará en el gobierno de esa decisiva provincia, el tercer distrito electoral del país. Macri necesita descabalgar también de la candidatura presidencial a José Luis Espert y a Juan José Gómez Centurión, porque lo que ellos cosechen, necesariamente poco, serán votos también sustraídos al macrismo.

De todos modos, se trata de decisiones ajenas. Mucho más importante es lo que Macri pueda cosechar entre los gobernadores, ya sean peronistas o de partidos provinciales. Juan Schiaretti, el más fuerte de los dirigentes peronistas, porque acaba de ganar Córdoba con una victoria arrasadora, anunció que sus candidatos a diputados nacionales irán con una boleta corta. Es decir, no llevarán candidato a presidente. Un favor implícito a su viejo amigo Macri. Es también el resultado de la imposibilidad de Schiaretti de hacer otra cosa. Jamás compartirá una boleta con Cristina y quedó dolido por algunas actitudes personales de Lavagna cuando el gobernador cordobés intentaba mantener vivo el peronismo alternativo. Es el segundo guiño de Schiaretti a Macri. La noche de su triunfo dijo una frase llena de sentidos: “Sé que muchos que me votaron a mí votarán después a un candidato a presidente de otro partido”. Solo le faltó nombrar a Macri. La boleta corta ya se anunció en varias provincias gobernadas por partidos provinciales, pero que en algunos casos, como el que lidera Gerardo Zamora en Santiago del Estero, tiene una larga historia de cercanía con Cristina Kirchner. El Gobierno trabaja para agregar otras provincias gobernadas por peronistas.

A varios integrantes de la nueva generación de gobernadores peronistas se los escuchó decir que a ellos les conviene más un nuevo y último mandato de Macri. Se asegurarían por cuatro años más el envío en tiempo y forma de los recursos que les corresponden a las provincias. Reconocen que Macri ha sido más generoso que Cristina con el dinero que, claro está, es de las provincias, no del gobierno federal. A su vez, ellos tendrían tiempo para ejecutar una renovación definitiva del peronismo. A Cristina la mandarían a su casa después de la que sería su cuarta derrota consecutiva en elecciones nacionales (2013, 2015, 2017 y eventualmente 2019). Al revés, un triunfo de Cristina la instalaría de nuevo en el poder durante ocho años posibles. Muchos temen, además, la advertencia que viene haciendo Pichetto (y que motivó su compromiso con Macri): Cristina trae proyectos fundacionales que devaluarían el sistema democrático, las libertades públicas y la división de poderes. Sobre este último y esencial principio del sistema, la separación de los poderes del Estado, hubo figuras destacadas del kirchnerismo (Raúl Zaffaroni, el más significativo porque sabe de qué habla) que confirmaron las dramáticas aseveraciones de Pichetto.

El senador significó para Macri una garantía de gobernabilidad que no se la hubiera dado ni siquiera Urtubey, porque Pichetto es más conocido por el “círculo rojo” argentino y por sectores económicos y financieros internacionales. Nunca dejó de frecuentarlos en sus tiempos de decisivo senador en el Congreso. De hecho, hace poco estuvo en Wall Street. Un ejecutivo financiero que lo invitó a Nueva York (trabaja en el Banco Barclays) le transmitió el jueves que su designación había caído inmejorablemente bien entre los hombres que manejan las finanzas del mundo. Alberto Fernández dijo que su designación había caído también bien en los círculos financieros. Tiene razón. Su aparición como candidato benefició hasta ahora más a Macri que a Cristina, porque fue una señal de moderación de la expresidenta ante los mercados. La figura de Cristina es, con razón o sin razón, casi sinónimo de default para influyentes sectores económicos. Alberto Fernández también es conocido por sectores empresarios y financieros. El otro aporte de Alberto fue la recaptura de Sergio Massa, pero este llegó ya en situación de fatal naufragio, después de que Macri lo madrugara con la elección de Pichetto.

El senador convocará en los próximos quince días a una reunión nacional de dirigentes peronistas que están dispuestos a seguir su línea. Tanto él como Macri esperan cosechar algunas adhesiones de dirigentes influyentes del interior, muchos de los cuales fueron legisladores nacionales. Por lo pronto, una encuesta de D”Alessio-Berensztein registró que para el 48 por ciento de los encuestados Macri tiene ahora más posibilidades de ganar. Un 56 por ciento cree que Pichetto significa un aporte a la gobernabilidad. La decisión le tributó a Macri, según esta encuesta, un crecimiento de seis puntos (del 37 al 43 por ciento) en su imagen positiva. El mismo porcentaje de crecimiento había registrado Poliarquía, aunque la medición de esta fue hecha antes de la aparición de Pichetto.

El histórico sistema de partidos está crujiendo. El radicalismo está en la coalición oficialista, aunque varios de sus dirigentes habrían preferido fugarse con Lavagna. El peronismo tiene representantes en las tres principales fórmulas. Alberto y Cristina. Macri y Pichetto. Lavagna y Urtubey. No es un signo de fortaleza, sino de la implosión de ese partido después de la experiencia kirchnerista. Según Alejandro Catterberg, podría tratarse del instante en que la Argentina decidió abandonar el bipartidismo peronista-radical para caminar hacia la conformación de dos grandes bloques, uno de centroderecha y otro de centroizquierda. Catterberg acepta que en esta primera etapa la división podría ser más rústica: entre democracia y populismo, entre republicanismo y antirrepublicanismo. Es la teoría en la que se afianza Pichetto.

Lo cierto es que las encuestas marcan también una mayor profundización de la polarización. Las otras variantes tienden a encogerse, por ahora. Puede ser que la gente común esté pensando solo en personas, Macri o Cristina, pero la opción es más profunda, claramente disruptiva. Ese dramático dilema de las próximas elecciones es un elemento nuevo en la democracia argentina. El hecho inédito también entusiasmó a Macri para confiar en una victoria en primera vuelta.

 

Publicado por La Nación el 16/06/19.

El plan de Pichetto para sumar votos del PJ

Una mezcla de ingeniería electoral sumado a la campaña tradicional de folklore peronista. Bajo estas dos premisas se sustenta el plan para sumar votos del PJ que le planteó Miguel Ángel Pichetto en las últimas horas a Mauricio Macri para apuntalar la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio.

En el vuelo que los llevó a un acto en Neuquén y en las charlas que mantuvieron en Olivos el Presidente oyó los planteos electorales de Pichetto y la estrategia que ofreció su candidato a vicepresidente para sumar votos en el oficialismo. También hubo reuniones de Macri con diversos referentes del peronismo tradicional que responden al senador de Río Negro y que arrimaron otras ideas de armado de campaña.

“¿Quien dijo que Pichetto no le sumará votos a Macri?”, se preguntó con cierto aire de molestia y otro tanto de arrogancia un encumbrado dirigente del PJ que conoce desde hace 20 años al ahora candidato a vicepresidente y que en épocas del gobierno de Carlos Menem compartían bancada en el Congreso.

Una parte de la respuesta a esta pregunta ya llegó a manos de Macri y tiene una fuerte impronta en la necesidad de dar con una campaña tradicional pura del peronismo: es decir, el armado de una agrupación peronista que sustentará a Pichetto y que el 28 de junio lanzará en un acto en Parque Norte ese apoyo concreto.

En ese armado se ubican dirigentes históricos del peronismo como Humberto Roggero, Daniel Chicho Basile, Juan Nemirovsky, Eduardo Camaño, Angel Abasto y Juan Vitale, entre otros. Este grupo, que aun no tiene nombre, ya empezó a tejer lazos en todas las provincias porque quieren que Pichetto recorra todo el país con la prédica del peronismo ortodoxo.

Es cierto que el senador del PJ ya no tiene poder territorial en Río Negro. Hace tiempo que Pichetto perdió espacio en su distrito porque el kirchnerismo nunca le dio la oportunidad de dar pelea por la gobernación. Pero el ahora candidato a vicepresidente de Macri nunca dejó de tender lazos con los gobernadores del PJ desde su puesto clave de presidente del bloque de senadores peronistas y mantuvo a lo largo de los años una ininterrumpida relación con peronistas de las más diversas corrientes.

Este grupo puso en marcha un “operativo clamor” desde el peronismo a la fórmula Macri-Pichetto y tendrá como base de sustentación una fuerte campaña en todo el país cuyo lema central se sintetiza en una frase: “República versus Venezuela”. Es decir, que buscarán traccionar los votos del peronismo histórico que no comulga con el kirchnerismo y que no encuentran en Roberto Lavagna una garantía de acceso al poder. Tratarán de contraponer el avasallamiento a los poderes que, entienden, encarna el kirchnerismo para imponer el republicanismo democrático.

El acto de Parque Norte será la cristalización plena de esta agrupación aunque ello será apenas el puntapié inicial para empezar a movilizar todo el aparto del PJ ortodoxo en todas las provincias para respaldar la fórmula Macri-Pichetto.

“Tenemos que mostrar que hay un peronismo movilizado en todo el país que no quiere que vuelva Cristina Kirchner”, sentenció a Infobae uno de los armadores de de esta agrupación.

En el esquema que se planteó este grupo que respalda a Pichetto ya hubo conversaciones con los gobernadores que llevarán boletas cortas y dieron libertad de acción a su electorado para definir la Presidencia. Estos son los mandatarios Juan Schiaretti (Córdoba), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Mariano Arcioni (Chubut), Alberto Weretilneck (Rio Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Hugo Passalacqua (Misiones). Todos estos tienen contacto asiduo con Pichetto y están más cerca a sus posiciones que al entramado de la fórmula Fernández-Fernández.

La idea es que el aparato tradicional del peronismo traccione votos en esos distritos y que le reste fuerza a la dupla kirchnerista. En este esquema subyace la idea central que le llevó Pichetto a Macri desde el primer día en que le propusieron ser candidato a vicepresidente: tender puentes con el peronismo tradicional y con los gobernadores.

Ingeniería electoral

En paralelo a esta estrategia hay una idea de buscar una ingeniería electoral que también sume votos a Macri desde el peronismo y está sustentada por el ex gobernador de Misiones y actual embajador en España, Ramón Puerta. Se trata de un esquema que el propio misionero peronista le llevó a la quinta de Olivos al Presidente y es sumar candidatos del PJ en las PASO en las provincias para competir con los del PRO. Este esquema, al entender de Puerta, le restará votos al kirchnerismo.

“El peronismo es una realidad de la Argentina y forma parte de la gobernabilidad que puede tener Macri hacia el futuro. Si logramos poner candidatos peronistas en las PASO en todo el país lograremos sumar entre 10 y 12 puntos más a la base actual para ganarle a los Fernández”, explicó a Infobae un allegado a Puerta.

Desde esta ingeniería electoral, el dirigente peronista de Misiones le mostró a Macri que si en cada distrito se suma entre 0,5 y 1% de los votos con candidatos propios que compitan en las PASO con los del PRO, ello sumaría el 12% de votos más que necesita Macri para no ir a un balotaje.

En la Casa Rosada aseguran que Macri dio rienda suelta a todas las ideas que le llegaron. De hecho, ya dio libertad de acción para avanzar en PASO en todos los distritos en listas de candidatos a senador y diputados.

Pichetto abraza también cualquier alternativa que sume. La idea sustancial que quiere mostrar el senador del PJ hacia afuera es que el nombre de Juntos por el Cambio es más que un nombre: es la síntesis consumada de que Cambiemos ya es parte del pasado y que Macri deberá co-gobernar con el peronismo en su segundo mandato.

Otro ardid más de esta jugada: el esquema cierra en los mercados y el establishmet tradicional para mantener el dólar quieto como necesita Macri hasta las elecciones. “¿Qué mejor solución para el FMI que un peronismo que garantice gobernabilidad? ¿Acaso el Fondo necesitará prestar más dinero a la Argentina si hay un dólar quieto, el riesgo país baja y el peronismo garantiza apoyo?”, se preguntó el armador de este esquema de poder con Pichetto como sustento de la fórmula presidencial.

Macri se entusiasmó con la encuesta de D’Alessio que le llegó a sus manos en estos días y que responde a todo este plan de poder con peronismo adentro. Según ese sondeo, el 48% de los encuestados cree que Pichetto le sumará votos a Macri y un 44 entiende que la nueva fórmula presidencial es un aporte para la gobernabilidad.

“La política -como suele decir un viejo dirigente del peronismo- es la sumatoria de ciencia, arte y magia”. Esto es lo que pretende aportar Pichetto a Macri: en la ciencia está la ingeniería electoral posible, en el arte el armado de una campaña sólida con base peronista fuerte y la magia es todo aquello que dependerá de lo que logre impregnar Macri con el nuevo esquema de poder que le propone ofrecer a los argentinos.

Tras oficialización de fórmula Macri-Pichetto, primera encuesta mide su impacto

Tras la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente de Mauricio Macri para las elecciones, ya empiezan a aparecer los primeros datos.

Un estudio nacional de 500 casos de D’Alessio IROL – Berensztein fue realizado en modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio.

RESULTADOS:

Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.

 

A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.

Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.

En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.

 

Con respecto a la imagen del senador del PJ, comparada con mayo, se duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

 

“Muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ‘atrapa todos’, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ‘atrapa todos’ plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”, expresó Berensztein.

 

Publicado por Diario 26 el 15/06/19.

Primera encuesta: miden el impacto de Miguel Angel Pichetto en la fórmula con Mauricio Macri

Es un sondeo nacional de D”Alessio IROL – Berensztein. ¿Se fortalece o debilita el voto oficialista? ¿Qué pasa con la imagen del senador peronista?

Es una primera evaluación, en caliente, del segundo movimiento político que sacudió el tablero electoral. Después de la inédita nominación a presidente de Alberto Fernández que hizo Cristina Kirchner, la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente del oficialismo obligó a resetear las encuestas. O al menos a ajustarlas. Y ya empiezan a aparecer los primeros datos.
Clarín accedió a un estudio nacional de 500 casos de D”Alessio IROL – Berensztein. Es una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda, una suerte de desprendimiento de Poliarquía (Sergio Berensztein era uno de sus directores).
El relevamiento se hizo de modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio. Principales resultados:
– Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.
– A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.
– Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.
– En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.
– Por último, acaso el dato más llamativo en términos porcentuales, se relaciona con la imagen del senador del PJ. Respecto a mayo, más que duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

Más allá de los términos numéricos, este es el análisis que hizo para Clarín el consultor Sergio Berensztein ( junto con nueve colegas ) días atrás sobre la nueva fórmula oficialista:
– “Toda la política argentina está moviéndose a posiciones pragmáticas. Lo que empezó Cristina designando Alberto lo complementa ahora Macri con Pichetto. Y así como para muchos kirchneristas duros la figura de Alberto no fue fácil de digerir, lo mismo ocurre ahora para los sectores más puros de Cambiemos, que tienen dificultades para admitir a un peronista en la ecuación”.
– “Lo interesante es que hay una especie de triunfo en algún sentido curioso de la tercera vía, que buscaba el fin de la grieta, el consenso y lo consiguió a expensas de su suerte electoral, porque finalmente las dos principales coaliciones se están encargando de generar una etapa pos grieta y eso es positivo”.
– “Adelanto algo: muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ”atrapa todos”, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ”atrapa todos” plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”.
– “Acá tenés una coalición rara, social cristiana y demócrata cristiana, que es la nueva coalición pos Cambiemos. Tenés a un Jesús Rodríguez miembro de la Internacional Socialista, sectores más típicos como si fuera Merkel, una gran coalición alemana por un lado. Y por otro lado tenés una cosa plural con el peronismo como eje, con sectores más radicalizados populistas con Cristina y sectores más moderados con Massa. Ahora, ¿son coaliciones estables? No lo sé. No sé que pasará después de la elección”.

 

Publicado por Clarín el 14/06/2019.

 

De acuerdo con las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización

De acuerdo con las encuestas, Pichetto mejora las chances de Macri pero mantiene la polarización. La decisión del presidente Mauricio Macri de ofrecerle a Miguel Ángel Pichetto que lo acompañe como precandidato a vicepresidente para las elecciones 2019 fue casi tan sorpresiva como el lanzamiento de Fernández-Fernández, y también generó reacciones enfrentadas a un lado y otro del arco político.
Las primeras mediciones tras el lanzamiento de la fórmula de Juntos por el Cambio (ex Cambiemos) muestran una mejora en las posibilidades del oficialismo de ganar en los comicios. Además, la mayoría de los encuestados cree que el senador nacional “garantiza” la gobernabilidad de un segundo mandato de Macri. Un relevamiento de la encuestora D”Alessio IROL Berensztein -que midió 500 casos online entre el 11 y 12 de junio de 2019- examina que el 48% de los consultados cree que el jefe de Estado tiene más probabilidades de ganar las elecciones con Pichetto como vice.

En el mismo sondeo, otro 29% considera que el anuncio no cambia nada, mientras que el 18% ve como “menos probable” un triunfo oficialista. Como suele ocurrir, la encuesta está marcada por la grieta: la diferencia de percepción es abismal si se separan los resultados según a qué partido votó cada encuestado: el 78% de quienes eligieron a Cambiemos cree que la inclusión de Pichetto “hace más probable que gane”, en contraste con el 16% que piensa lo mismo entre quienes optaron por el Frente Para la Victoria (ahora Frente Todos).

El “efecto neto” del lanzamiento de la fórmula Macri-Pichetto, según analizó la encuestadora, “es positivo”. Esta idea surge frente a la pregunta de “¿Cómo influye la inclusión de Pichetto en su decisión de votar a Macri?”. El 16% de los consultados respondió que esta decisión aumenta las ganas de votarlo, a un 30% no le influye porque iba a votarlo de todas maneras, y un 44% respondió que “no iba” a elegirlo. El efecto “negativo” es menor: apenas un 9% dijo que el anunció disminuyó la intención de votar al jefe de Estado. Al margen de las encuestas, el “efecto Pichetto” se sintió ante todo en la reacción de los mercados: después de varias semanas, el dólar -que mantenía estabilidad en las últimas semanas- perforó el piso de $45 y el riesgo país cruzó hacia abajo la barrera de los 900 puntos.

El dato no es menor: la economía será uno de los principales ejes de campaña, y lo que pase con las finanzas afectará (no se sabe hasta qué punto) el resultado de las PASO de agosto, las generales de octubre y el eventual balotaje de noviembre. Si el mercado mejora, anticiparon esta semana analistas económicos en diálogo con PERFIL, aplicaría una suerte de “círculo virtuoso” para el mandatario nacional que podría ayudarlo a ganar. Si la economía no muestra mejoras, de la misma forma, golpearía sus chances de ser reelecto. Uno de los argumentos a favor de la elección del senador nacional es que su elección mejora las chances de construir acuerdos con otros sectores, en especial el peronismo, para garantizar la estabilidad en un eventual segundo mandato macrista.

Más de la mitad de los encuestados por D”Alessio IROL Berensztein cree que la designación del peronista “es un aporte a la gobernabilidad”. Ahí aparece una vez la grieta: entre quienes votaron a Cambiemos, un 85% respondió que lo considera así, quienes votaron al kirchnerismo, opinaron en un 66% que no.

Al comparar las dos principales opciones que irán por la presidencia y que acumulan la mayor intención de voto, para los votantes de Fernández-Fernández y los de Macri-Pichetto, cada fórmula elegida es la correcta en términos de competitividad. En la imagen positiva de cada candidato, además, se ve que tras el anuncio los números de cada postulante aumentaron respecto a las mediciones de mayo. Cristina Fernández de Kirchner pasó de 35% a 37% y Alberto Fernández de 38% en mayo a 40% tras el anuncio. La mayor brecha entre mayo y la última medición la mostraron Mauricio Macri y Miguel Pichetto: pasaron de 37% a 43% y 16% a 36% respectivamente.

Por otro lado, PERFIL relevó las opiniones de sus lectores entre el día miércoles 12 y jueves 13, en el que se les consultó vía online si la elección de Pichetto como compañero de fórmula de Macri modificaba su voto. En base a un total de 6517 respuestas, 4985 (un 76,5%) respondieron que no cambiaba su voto, y 1371 (21%) dijeron que sí lo hacía. 161 respondieron no sabe/no contesta.

Por último, según un relevamiento de la encuestadora Oh! que publicó El destape (en base a 600 casos online el 12 de junio), si las PASO fueran hoy, la fórmula Fernández Fernández se impondría con el 39% de los votos, mientras que la dupla Macri-Pichetto alcanzaría un 34%. Ante un eventual balotaje, el Frente de Todos ganaría la elección con un 43%, frente al 38% de Juntos por el cambio.

Publicado por Diario Veloz el 14/06/19.

De acuerdo con una encuesta, Macri tiene más probabilidades de ganar con Pichetto como vice

Para el 56%, el senador peronista aportará a la gobernabilidad en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

La sorpresiva fórmula entre Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto tuvo un efecto positivo en la sociedad. Según una encuesta de la consultora D’Alessio IROL-Berensztein, el 48% de los 500 encuestados aseguró que el Presidente tiene más probabilidades de ser reelecto gracias a la incorporación del senador justicialista.

La medición, que se realizó entre el 11 y 12 de junio, detalló que el 56% de los encuestados considera que Pichetto garantiza la gobernabilidad en un eventual segundo mandato de Cambiemos.

Con respecto a cómo se trasladará este análisis a las urnas, el 16% destacó que aumentaron sus ganas de votar al frente “Juntos por el Cambio”gracias a la designación del senador del PJ. Y el 30% aclaró que ya tenía previsto votar al oficialismo, más allá del precandidato a vice.

A pesar de la sorpresa que generó esta fórmula, el Presidente logró atender el principal reclamo del radicalismo: la ampliación del frente oficialista Cambiemos, como lo planteó el partido en el documento final de la Convención partidaria realizada a fines del mes pasado.

El histórico jefe de bancada peronista en el Senado -que anunció su renuncia al cargo después de aceptar el ofrecimiento de Macri- es conocido por su capacidad para la “rosca” política y su aceitada relación con gobernadores del espacio. El legislador adelantó que hablará con ellos para sumar respaldo a la fórmula y para restarle peso a la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner.

El impacto no solo se vio en el escenario político y social, sino también en los mercados. Al oficializarse la fórmula con Pichetto, se registró una baja de casi 90 puntos del riesgo país en pocas horas. Y las acciones llegaron a subir, en algunos casos, hasta el 15 % y los bonos, el 4%.

 

Publicado en TN el 13/06/2019