El desborde inflacionario genera un pico de pesimismo en la sociedad

Tres de cada cuatro personas evalúa que la situación económica es peor a la de hace un año y la mayoría le pone nota negativa al Gobierno. Piden cambios en el Gabinete.

Como corolario de una corrida cambiaria que desbordó los niveles de inflación esperada para el mes pasado, la sociedad exhibe signos de desgaste en la relación con el Gobierno que se reflejan en un alto pesimismo sobre el andar de la economía. Hoy, tres de cada cuatro personas considera que la situación actual es peor que la de hace un año y la mayoría estima que es tiempo de hacer correcciones en el gabinete ministerial.

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Así lo muestra la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El resultado de la encuesta, realizada el mes pasado a 1510 adultos en todo el país, arroja un pico de 75% en la visión negativa sobre la actualidad económica, que supera las diferencias de la grieta política. Y es que mientras casi un 89% de quienes votaron al Frente para la Victoria en la última elección presidencial sostiene en el tiempo que la situación es peor o mucho peor que la de hace un año atrás, también un 60% de los que optaron por Mauricio Macri se manifiestan de esa forma, 20 puntos más que la cifra registrada para el mismo grupo en abril pasado.

“Buena parte del crecimiento de la disconformidad proviene de Cambiemos. Hoy la discusión con quienes no lo votaron gira en torno a tarifas y el FMI, aunque en otro momento pueden ser los despidos u otro tema… Haga lo que haga el Gobierno, la relación con la oposición no cambia. Sin embargo, hay deterioro de la relación con los votantes propios”, señala el consultor Eduardo D’Alessio quien, no obstante resalta que “no hay dirigentes que puedan capitalizar ese descontento y los votantes de Macri no piensan en saltar a otro lado”.

Por su parte, el analista Sergio Berensztein agregó su valoración política. “La crisis cambiaria potenció el desgaste que la administración Macri viene experimentado desde diciembre pasado”, remarcó. “Sin embargo, vale la pena resaltar dos elementos de la actual coyuntura política. Por un lado, una fragmentada oposición sigue sin poder capitalizar el creciente descontento de la opinión pública. Veremos si esto cambia en el contexto de las medidas de austeridad que son ahora impostergables”.

Para Berensztein, “Cambiemos sigue teniendo el apoyo de alrededor de un tercio de la sociedad, lo que constituye un piso significativo y sobre todo superior al que obtienen otros espacios políticos. Si la oposición continúa fragmentada, el gobierno sigue siendo muy competitivo en términos electorales”.

La tendencia negativa comenzó a escalar en octubre pasado y fue acompañada, en menor escala, por una mirada cada vez menos optimista sobre el futuro. Si bien en mayo esa medición no registró variables, aún un 52% de los entrevistados, el valor más elevado de la serie; supone que la situación económica del país estará peor dentro de un año, frente a un 43% que proyecta que será mejor.

Esta visión tiene su correlato en la calificación que se le otorga a la gestión de Gobierno, que de la misma manera exhibe un máximo de 56% en las notas malas, contra un mínimo de 40% en las buenas. Lejos de los valores del clima de victoria electoral de 2017, hoy uno de cada tres de los votantes oficialistas considera que la gestión es mala o muy mala. Más aún, un 62% de quienes eligieron a Macri piensa que es necesario que el jefe de Estado realice cambios en el Gabinete.

Al respecto, también un 62% de los encuestados consideró positiva la ampliación de la “mesa chica” de decisiones en la que el Presidente apoya su administración, con la inclsuión del ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y el radical Ernesto Sanz.

La principal razón del enojo se puede encontrar en la falta de una solución al principal temor que arrastra la sociedad, sea cual sea la preferencia política del consultado. Con una inflación que, según estiman las consultoras privadas, alcanzó al menos el 2,7% en mayo y acumula ya más de 12% en cinco meses, la suba de precios continúa al tope de los temas que más preocupan para nueve de cada diez encuestados, seguida por la inseguridad (72%), el aumento de las tarifas de luz y el gas (64%) y la presión impositiva (58%).

Pese a todo, un 71% de los votantes de Cambiemos (42% del FpV) cree que en el próximo año podrá concretar proyectos personales como comprar o reparar la vivienda, adquirir un vehículo, salir de vacaciones o saldar deudas, entre otros. Quizá porque, según el sondeo, solo 16% de los que pusieron la boleta de Macri en la urna lo hicieron “para estar mejor económicamente”, un 34% tomó esa decisión “para que no gane el kirchnerismo”, mientras que un 45% la eligió para “volver alas instituciones republicanas”. Es este último grupo el que mantiene la visión más positiva sobre el devenir económico del país y personal. Pero los que optaron por Macri para derrotar al kirchnerismo o estar mejor económicamente, esperan más de la actual gestión y remarcan la necesidad de cambios en el Gabinete.

Publicado en El Cronista el 04/06/2018

Aprender a gobernar desde la debilidad.

Vivimos en un país caracterizado por una endémica fragilidad institucional que explica recurrentes crisis de gobernabilidad. Nada hace suponer que estemos, al menos por ahora, próximos a un nuevo episodio, pero el entorno político ha cambiado de forma súbita y profunda. Sin embargo, algunos actores políticos, sobre todo dentro del Gobierno, no se han adaptado aún al nuevo escenario. Por el contrario, continúan comportándose como si la reciente crisis cambiaria no hubiese implicado un punto de inflexión en la historia de la administración Macri.

Parecen esos boxeadores que luego de sufrir un duro golpe bailotean en el ring buscando oxígeno como si nada hubiera pasado. Pero el impacto se ha sentido, queda aún un largo round cambiario por delante y es imperiosa una estrategia adecuada para recuperar la iniciativa, pues la pelea por la reducción del déficit fiscal recién está comenzando. Ni hablar del proceso electoral 2019, que parecía resuelto hasta hace unas semanas y hoy está caracterizado por niveles de incertidumbre muy considerables.

La pelea por las tarifas, la votación del Senado y el posterior veto son tres fotos con un mismo origen: remiten a la renuencia por parte del Gobierno a concretar un acuerdo macro de gobernabilidad que incluya pautas concretas en materia de políticas de estabilización y reformas estructurales. La tentación hiperpresidencialista de Cambiemos, o al menos del macrismo puro, derivó en una errónea lectura de las victorias de 2015 y 2017: era posible gobernar con acuerdos contingentes, minimalistas y de limitada importancia. Por no querer aparecer débil y buscar el consenso con la legitimidad y el prestigio intactos, ahora el Gobierno no tiene más opción que lograr un compromiso, pero lo hace desde una posición de fragilidad.

El Gobierno necesita los apoyos necesarios para aprobar el presupuesto 2019 con fuertes recortes: esto implica en la práctica el fin (el fracaso) del gradualismo. En estos días se está negociando con el FMI la profundidad de las medidas de austeridad, pero todo hace suponer que si este año el déficit rondará los 2,5% del PBI, el año próximo debería reducirse al menos a la mitad. Semejante recorte implica un esfuerzo muy superior a las medidas que en su momento propuso Ricardo López Murphy en su breve paso como ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Por eso Macri está rápidamente buscando el diálogo con los gobernadores: aunque la mayoría tenga un presupuesto relativamente equilibrado, la Argentina necesita gastar mucho menos, tanto en la administración central como en las provincias y los municipios. Además, es imperioso bajar la carga tributaria para estimular el crecimiento: tenemos múltiples desafíos en materia de competitividad, pero uno de los obstáculos más evidentes es la presión fiscal. Nada de eso puede lograrse sin un consenso que incluya a los gobernadores. Aunque debería involucrar a otros actores económicos, políticos y sociales.

¿Está trabajando el Gobierno en esa dirección? Hasta ahora no parecen haberse dado los pasos necesarios. La reincorporación de los exiliados (Monzó, Frigerio) a la mesa política constituyó un giro más cosmético que real. Y si bien es cierto que Nicolás Dujovne tiene asignada la agria tarea de “ajustador oficial”, no hubo una modificación efectiva en los principales procesos de toma de decisiones. El concepto que impulsaron los gurúes comunicacionales del oficialismo durante la reunión de gabinete ampliado la semana pasada fue “convicción”. Nada indica que exista en Cambiemos algo parecido a un espíritu autocrítico. Como si la tormenta cambiaria hubiese constituido un hecho discreto sin repercusiones relevantes en el equilibrio político real.

Esto puede generar entonces un problema reputacional. ¿Tiene el Gobierno las credenciales adecuadas para buscar un acuerdo? Tantas idas y venidas, tantos amagues nunca concretados pueden generar dudas en los potenciales involucrados. De hecho, los intentos para que el Senado aborte la cuestión tarifaria fueron hechos a destiempo y sin la sutileza necesaria. “Es tarde”, sentenció Miguel Ángel Pichetto cuando la Casa Rosada pretendió forzar la negociación para evitar el costo político del veto presidencial. Cambiemos debe reforzar mucho su músculo político si en efecto pretende concretar un plan de austeridad sustentable y convencer a los mercados de que tiene una política económica seria.

Sin embargo, la debilidad política del Gobierno debe ser puesta en contexto: el presidente aún conserva el apoyo de al menos un tercio de la población, algo de lo que no pueden jactarse muchos de sus colegas de la región. El desgaste limó su imagen, pero aún sigue siendo competitivo en la medida en que los líderes opositores sigan siendo incapaces de capitalizar los cambios de humor social. Más aún, tanto Elisa Carrió como, sobre todo, María Eugenia Vidal siguen teniendo umbrales de imagen positiva muy significativos. Lo mismo ocurre con Rodríguez Larreta en el AMBA. Es notable el caso de la gobernadora de Buenos Aires, que de hecho experimentó una leve mejora en el contexto de la crisis, de acuerdo con un sondeo recientemente realizado por D’Alessio Irol/Berensztein. Matices interesantes de un gobierno que pensaba llegar al proceso electoral de 2019 con una gestión consolidada y reconocida como eficiente. Sobre todo en materia económica, la gestión podrá mostrar muchos menos logros de los esperados.

La ausencia de candidatos competitivos por parte de la oposición es generalmente evaluada como una debilidad. Pero pueden contemplarse otras visiones alternativas. Si en efecto el peronismo ya tuviera una figura instalada, estaría sometido al desgaste de tener que dar respuesta a múltiples cuestiones de coyuntura. Como ocurrió con Sergio Massa desde las elecciones de 2013, picar en punta demasiado pronto puede ser contraproducente. Por el contrario, mantener la incertidumbre y aparecer sobre el final del proceso electoral aprovechando el factor sorpresa puede constituir una estrategia más adecuada, sobre todo dadas las restricciones presupuestarias que imperan en esta etapa en que el sector privado está mayoritariamente apoyando a Cambiemos.

Deben descartarse sin embargo sprints finales como los de Raúl Alfonsín en 1983 o el del mismo Néstor Kirchner dos décadas más tarde. En efecto, el nuevo régimen electoral, incluyendo las PASO, obliga a todos los participantes a mostrar su juego con mucha anticipación. Esto siempre beneficia al “incumbente”, el que está en el ejercicio del poder, pues cuenta con más recursos políticos, institucionales e incluso económicos para torcer al menos en el margen voluntades electorales, como ocurrió la primavera pasada con los “préstamos Argenta”, focalizados en jubilados con prestaciones mínimas y beneficiarios de programas sociales. Esto explicó al menos en parte la mejora de la imagen del Gobierno justo antes de las elecciones, así como su declive cuando esos préstamos implicaron descuentos en los ingresos en un contexto de más inflación de la esperada.

Las prácticas demagógicas cruzan a todo el sistema político, incluyendo al Gobierno. Y las “magias” de corto plazo siempre se desmoronan ante el peso de una realidad atrapada en viejos problemas estructurales.

Por: Sergio Berensztein

Publicado en La Nación el 01/06/2018

Monitor de Humor Social y Político – Mayo

La crisis impacta negativamente  en la imagen de Gestión, no así en los referentes de Cambiemos. María Eugenia Vidal, incluso, vuelve a crecer.

-Los acontecimientos de mayo impactaron negativamente en la visión sobre el presente económico.
-Crecen las críticas entre votantes del actual Gobierno. Siguen esperando más de la gestión.
-La preocupación por la actualidad no se traslada por completo a las expectativas: predomina un pesimismo sobre la situación general, pero dentro de valores equilibrados; y conservan proyectos personales solventados principalmente por ingresos propios.
-Inflación e inseguridad siguen siendo los temas que más preocupan en ambos lados de la grieta. Difieren en: reclamos sobre la corrupción del pasado, la distribución de subsidios y los piquetes (votantes de Cambiemos); y el rechazo al aumento tarifario (electores del FPV).

-Necesitan percibir acciones concretas ante los vaivenes económicos, y los cambios en el gabinete serían una buena señal. En este marco, valoran la ampliación de la “mesa chica” de Macri.

-La incertidumbre coyuntural no impacta de lleno en la imagen de los principales dirigentes de Cambiemos (Macri, Vidal y Carrió). Esta coalición fue votada por factores políticos e ideológicos antes que económicos y su panorama electoral sería favorable. Vidal, la diregente opositora más reconocida por quienes votaron al FPV, con un 28% de calificaciones positivas en este segmento.

Argentines Stage Protest Against Decision to Seek IMF Help

BUENOS AIRES, Argentina — Thousands of Argentines swarmed into the capital’s downtown Friday to protest the government seeking financial help from the International Monetary Fund.

Marching on the holiday commemorating the Revolucion de Mayo, which led to Argentina’s independence from Spain in 1816, demonstrators draped themselves in the white-and-sky blue national flag. They also held banners protesting high inflation and rises in fuel and transportation costs.

Protesters snarled traffic as they blocked some of the city’s busiest streets in a march that was organized by some of the country’s largest unions and human rights groups and drew popular musicians, actors and other artists.

President Mauricio Macri announced earlier this month that he was starting talks with the IMF on getting a credit line to finance his government, following a sharp drop in the value of Argentina’s peso.

The decision unsettled Argentines, many of whom blame the IMF for introducing policies that led to the country’s economic implosion in 2001 and its record $100 billion bond default in 2002. The crisis left one of every five Argentines out of work.

Former President Cristina Fernandez said Friday that it was “a tragedy” to be asking for IMF help, in her first public comment since Macri’s May 8 announcement.

Fernandez and her late husband and predecessor as president, Nestor Kirchner, renegotiated or paid off most of Argentina debt after the collapse, kept energy cheap through subsidies and dug deep into the treasury to redirect revenue to the poor through handouts.

For a few years, Argentina enjoyed fast growth fueled by Chinese demand for its agricultural commodities, but then demand waned and economic growth fell. Macri inherited myriad economic problems from Fernandez, including an inflation rate estimated at about 30 percent.

Since taking office in 2015, he has focused on cutting government spending and ending economic distortions blamed for years of spiraling consumer prices. Macri has also been credited with resolving a long dispute with creditors to return Argentina to global credit markets.

But he has faced labor protests after ordering thousands of layoffs of public workers and raising utility rates while Argentines continue to lose purchasing power amid one of the world’s highest inflation rates.

“All of the policies that have been put in place since the beginning of this government are against the lower classes, the working classes and even against the middle classes,” said protester Marcos Mino. “The pressure that they (the government) are putting on us is really extreme.”

A survey by pollsters D’Alessio Irol/Berensztein said 75 percent of Argentines feel that seeking assistance from the IMF is a bad move. The survey of 1,077 people in early May had a margin of error of three percentage points.

 

Publicado por The New York Times el 25/05/2018

El FMI puede ser la última carta para salvar el gradualismo en la economía

Volver al FMI: ¿última carta de Macri para salvar el gradualismo? El gobierno busca una garantía del Fondo Monetario para evitar un ajuste profundo. Pero se desconocen las condiciones que impondrá el organismo. Las claves.

Por Sebastián Aulicino

Curiosamente, más allá de los pronósticos más catastróficos y resquemores por los condicionamientos que el FMI pueda imponer, hay consenso de diagnóstico en el mundo económico: en Washington, el gobierno se juega la última carta para sostener el `gradualismo`. Las diferencias surgen cuando se evalúa si el Ejecutivo se adelantó al pedir un crédito al Fondo y quemó esa carta anticipadamente, o si no le quedaba otra salida. Pero el mismo oficialismo ubica al FMI abiertamente como `garante` para mantener el plan económico y evitar el ajuste salvaje. La negociación sigue mañana entre los equipos técnicos, una discusión que a pesar de la decisión del Fondo de hacerlo de manera expeditiva, demoraría varias semanas.

No hay certezas por ahora. Según el Ministerio de Hacienda, que encabeza Nicolás Dujovne, y el FMI, el gobierno negocia un crédito `stand-by` de `alto acceso`, un préstamo de duración flexible entre 1 y 3 años, sujeto al cumplimiento de `las políticas del FMI`. La cifra oscila, dependiendo de las fuentes, entre los u$s 20.000 y 30.000 millones, pero no hubo aún confirmación oficial, tampoco sobre la tasa, aunque se habla del4%.

Mientras negocia, el gobierno busca calmar las aguas en el frente interno. Aunque no logra controlar la suba del dólar -que el viernes se fue a 23,70-, el Ejecutivo recibió respaldo político, aunque tibio, de los gobernadores del PJ dialoguista: San Juan, Entre Ríos, Chaco, Tucumán y Córdoba. En el plano internacional, sí ha recibido el apoyo que buscaba. En los últimos días confirmaron su respaldo Estados Unidos, China, Japón, Brasil y Chile. El Tesoro de EE. UU. -miembro más importante del Fondo- transmitió su `fuerte apoyo al programa de reformas` del gobierno y `le dio la bienvenida` a las conversaciones de la Argentina con el FMI. Japón también está entre los socios de mayor peso del organismo. La misma directora del FMI, Christine Lagarde, expresó la intención del organismo de arribar a un acuerdo de forma `expeditiva` y reiteró, también, el `firme apoyo a las reformas`.

Las dudas pasan sobretodo por cuáles serán las condiciones. Un pronóstico puede hacerse revisando la relación del FMI con la gestión Macri. En noviembre del 2016, luego de tres años, el Fondo levantó la moción de censura sobre Indec por manipulación de datos durante el gobierno kirchnerista. Al año siguiente, llegó la primera misión FMI desde el 2006, para realizar la auditoríayel informe económico al que se someten todos los miembros. El resultado fúe elogioso: `regreso a los mercados`, `desequilibrios macroeconómicos corregidos`, `recuperación sostenida de la recesión`.

Pero no faltaron advertencias, que se convirtieron ahora en profecías cumplidas. El Fondo consideró que el plan fiscal estaba bien orientado, pero una aceleración de las reformas mitigaría vulnerabilidades, entre las que se consideró un posible `endurecimiento de las condiciones de financiamiento externas`, tal como sucedió. También observaban una caída de la inflación más lenta de lo previsto y el tipo de cambio real presionado. Celebró la reforma tributaria, pero planteó la necesidad de una reforma laboral. El gobierno trabaja una en el Congreso. No mencionó la necesidad de una reforma del sistema previsional, tremendamente deficitario, pero es una discusión pendiente. Hasta ahora sólo ha modificado el cálculo de reajuste jubilatorio.

El Ejecutivo considera que la única manera de sostener el gradualismo es, hoy, el financiamiento externo. Nohay otro ajuste posible sin desmadre social: el 70% del Presupuesto nacional lo consumen jubilaciones, planes sociales y sueldos. La obra pública, que ya sufrirá un recorte de $ 30.000 millones, no incide tanto. Pero la suba de tasas en EE. UU. oscureció el panorama para la colocación de bonos. El crédito del FMI -más barato económicamente, pero mucho más caro políticamente- se perfila como la última carta del gobierno. Qué pidió la misión que vino en septiembre

Un equipo de técnicos del FMI visitó el país en septiembre de 2017 para una consulta periódica, por primera vez desde el 2006. Esto pidió: Se precisan esfuerzos adicionales. Un menor déficit fiscal reduciría las vulnerabilidades externas, generaría credibilidad y ayudaría a anclar las expectativas de inflación y mitigaría las vulnerabilidades de generaría un endurecimiento de las condiciones de financiamiento. Es esencial reducir el gasto público, sobre todo en los ámbitos en que ha aumentado en los últimos años, en particular salarios, pensiones y transferencias sociales. La reforma de las instituciones del mercado laboral contribuiría a reducir la informalidad.

1958. Argentina solicita el primer acuerdo `stand-by` durante el gobierno de Arturo Frondizzi, por u$s 75 millones. 76/82. Al inicio de la dictadura, con ajuste ortodoxo, el FMI dio asistencia. La deuda externa llegó a u$s 42,000 millones. Un pasado de desencuentros

83/89. Alfonsín logró 2 líneas de crédito, pero los planes de estabilización fracasaron y terminó con hiperinflación. 89/99. Hasta el 88, el FMI acompañó la Convertibilidad con cinco créditos. Pero el entró en crisis y creció la deuda. 00/01. Recesión. De la Rúa sostiene la convertibilidad. FMI presta u$s 20.000 millones. Corralito y cese de pagos. Una palabra maldita en la historia económica argentina

La decisión de volver al FMI es muy reciente y hay pocas encuestas aún para medir cuál es el efecto concreto sobre la evaluación del gobierno. Las consultoras D´Alessio y Berensztein se adelantaron al anuncio que el martes realizó Macri y midieron, días antes, la popularidad que tendría la medida de ser tomada. El rechazo fue alto: el 75% consideró que la medida sería inadecuada; el 18% lave como `adecuada pero resistida`; sólo el 2% la calificó de `adecuada`. La mitad de los votantes de Cambiemos está en contra. `Río Negro` consultó a Jorge Giacobbe y Enrique Zuleta Puceiro, dos de los consultores que previeron con mayor certeza los resultados de la última elección nacional. `ElFMIesuna palabra que despierta todos los temores de los argentinos, bien no va a caer. Este último mes, a aquellos que creen que el ajuste de tarifas lo tiene que pagar el Estado y no los ciudadanos le preguntamos cómo lo tiene que pagar el Estado. Tomando deuda lo dice el 2%. O sea, la política que implementa el gobierno es popular para el 2%. El 18% emitiendo dinero, que termina en inflación. Y el 76% dice que lo debería recortar de otro presupuesto`, cuenta Giacobbe. La pregunta es de dónde recortar: `Nadie sabe. ¿Obra pública, jubilados, empleados públicos, educación, salud? No, no y no. Saben lo que no quieren, pero no saben cómo hacerlo de otra manera`, dice Giacobbe. Para Zuleta, director de OPSM, el FMI dejó de ser una buena opción incluso en lo que podría considerarse su propio público: `No es un lugar que tenga prestigio ni siquiera como receta ortodoxa, no se cree que de allí puedan venir recetas innovadoras o ingresos de inversión que hoy no existen, ya no es esa especie de fuerza representativa de un capitalismo potente de la globalización, como garantía tranquilizadora. Es notable, porque en los años 90 parecía lo contrario`, sostiene.

 

Publicado en Río Negro el 17/05/2018

Encuesta: ¿Cambiemos o el FPV a quién se culpa por la situación actual?

Grupo LA PROVINCIA te acerca las últimas mediciones. En este caso una que aborda el nivel de confianza que genera en la población la decisión del gobierno nacional de acudir al FMI.

Se trata de una encuesta realizada por D’Alessio IROL-Berensztein, ante la posibilidad de que el Gobierno solicitara el apoyo del organismo de crédito. Son datos correspondientes a una medición realizada en forma online durante mayo de 2018. Se incluyeron las respuestas de 1077 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

¿Cambiemos o FPV a quién se culpa por la situación actual?

En ese marco, la mayoría de la población consideró inadecuado el pedido de ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI).  En la encuesta también se indagó en la suba del dólar. En tanto que se hizo un llamativo corte para evaluar las distintas opiniones entre quienes votaron a Cambiemos y el FPV en balotaje.

– ¿Cómo cae la decisión de recurrir al FMI?

Según estimó D’Alessio IROL-Berensztein, recurrir al FMI “Es una medida con poca aceptación entre los votantes oficialistas y opositores. Uno de cada tres simpatizantes de Cambiemos entienden que la medida, aunque ingrata, es necesaria”.

| Te puede interesar la encuesta sobre la imagen de María Eugenia Vidal y el indice de Confianza sobre el gobierno.

| Además el estudio de Analogías y la Universidad de San Andrés sobre Mauricio Macri.

-¿A qué se debió la suba del dólar?

Según los resultados de la encuesta los simpatizantes de Cambiemos son más proclives a considerar los distintos factores que podrían influir sobre el valor del dólar. Los del FPV atribuyen el alza principalmente a la política monetaria.

-¿Quién es el responsable de la situación actual?

Según la postura ideológica, se responsabiliza al Gobierno actual o al anterior. Esto es que del total de los encuestados el 39 por ciento responsabiliza al gobierno anterior y el 50 por ciento a la gestión de Cambiemos. Siendo que entre los votantes de Macri, el 68 por ciento responsabiliza al kirchnerismo, mientras que entre los votantes del FPV un 83 por ciento culpa a la gestión Macri por la situación económica actual.

| Otra encuesta la misma percepción:

Según un estudio realizado en todo el país por la Consultora Taquión y Tres Punto Zero reflejó la imagen que tiene la población sobre el organismo internacional y sobre quién caen “las culpas” de la crisis.

Es que la consulta sobre la responsabilidad de la crisis económica, un 53,3% cree que la culpa es del Gobierno Nacional, mientras que sólo un 12,4% le achaca la responsabilidad a la oposición. Por otro lado, sólo un 9,8% culpa a la “herencia recibida”.

Publicado en Grupo La Provincia el 16/05/2018

Tarifas y FMI golpean la imagen del Gobierno

Las encuestas marcan el rechazo creciente a las medidas en un contexto de mayor incertidumbre. Coincidencias en los sondeos.

Los aumentos tarifarios y la crisis cambiaria, que derivó en un intento del Gobierno por acordar con el Fondo Monetario Internacional, golpearon fuerte la imagen del oficialismo, que cayó a sus mínimos niveles.

En el sondeo que dieron a conocer Taquion y Trespuntozero, el 47,9% de los consultados sostiene que cambio `para peor` la consideración sobre la gestión de Mauricio Macri, mientras que sólo el 13,2% señaló que cambió `para mejor`. El 39%, en tanto, consideró que la medida no modificó su apreciación.

Otro elemento preocupante para la Casa Rosada es que los entrevistador por esta consultora consideran en un 53,4% que la responsabilidad de la crisis hay que adjudicársela a su gestión, mientras que un más modesto 12,4% apunta a la oposición en general y el 9,8% a la herencia recibida.

Por otro lado, se derrumbó la confianza en el Gobierno. Según este sondeo, el 68,5% ya no confía en el Gobierno, contra el 29,4 que dice que sí lo hace. Números parecidos tiene la imagen del Gobierno. El 64,5% considera que es negativa y el 33,8% que es positiva.

D´Alessio IROL-Berensztein fue la primera en analizar la medida, apenas se la dio a a conocer. En ese estudio, sólo el 2% le parece adecuado solicitar ayuda al organismo, mientras que 50% responsabiliza `al Gobierno` por la situación económica contra 39% del `gobierno anterior`. La consultora Raúl Aragón & Asociados, en tanto, midió el impacto del incremento de las tarifas en la Ciudad de Buenos Aires. El 83,4% dice estar de acuerdo con el proyecto opositora para frenarlos y apenas el 9,5% sostiene la posición del Gobierno. Respecto de un posible veto presidencial si el proyecto se convierte en ley, el 68,9% de todos los porteños lo rechaza, mientras que el 25,8% lo considera correcto.

 

Publicado en El Economista el 15/05/2018 

Por el dólar, el “círculo rojo” improvisa tregua con Macri, pero desconfía del plan oficial para superar la crisis

En la intimidad del mundo corporativo resurgen quejas y reproches hacia equipo económico. Critican su falta de reacción al desbarajuste cambiario. Además, hay un grupo que considera que algunas de las últimas decisiones oficiales tendrán un impacto negativo. El martes se renuevan Lebac.

La corrida tomó desprevenido al “círculo rojo” y lo sumió en un clima de incertidumbre, como no se veía desde la crisis del 2008. El estado de alteración quedó reflejado en la maratón de reuniones y cumbres que encabezó el grupo selecto esta semana y que concluyó el viernes en Olivos, donde una decena de estos empresarios fueron recibidos por Mauricio Macri y parte de su gabinete.

En el último encuentro estuvieron Jaime Campos (Asociación Empresaria Argentina), Amancio Oneto (Molinos Rio de La Plata), Gerardo Díaz Beltrán (Came), Miguel Acevedo (UIA), Luis Betnaza (Techint), Eduardo Eurnekian (AA2000), Enrique Cristofani (Santander Río), Alfredo Coto (Coto), Eduardo Elzstain (IRSA), Cristiano Rattazzi (FCA) y Martín Migoya (Globant).

El motivo de la cita extraordinaria fue la necesidad del Presidente de trasmitirles tranquilidad, luego de la decisión de negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Pero la convocatoria cursada por Macri también buscó mostrarlo rodeado de dirigentes poderosos -con varios de los que mantiene una tensión velada- y pedirles de nuevo que confiaran en el Gobierno.

El mismo día, el líder de Cambiemos había hecho algo similar con siete gobernadores, una cifra insuficiente si se quiere en el “poroteo” nacional, pero mejor que el apoyo mostrado inicialmente por sus interlocutores provinciales. La renovada preocupación oficial por tender puentes coincide con la avanzada opositora contra la suba de tarifas, medida que provocó a la vez cortocircuitos con Elisa Carrió y la UCR.

En las más altas esferas del empresariado, hay un consenso implícito de evitar que la crisis se traslade al terreno político y cierta sensación sobre la conveniencia de una “tregua” con el oficialismo. Con esa preocupación, buena parte de los hombres de negocios salieron a respaldar la decisión de negociar un crédito con el FMI, cuyos detalles se desconocen aún, pero que según analistas alcanzaría los u$s30.000 millones.

“La economía muestra una buena y positiva situación, por lo que ratificamos las medidas que está implementando al presente el Gobierno nacional”, dijo Eurnekian. Menos entusiasta fue la declaración reciente del Grupo de los Seis, que se limitó a señalar que el equipo económico “cuenta con los instrumentos” para generar previsibilidad. El espacio está integrado por la UIA, la Cámara de Comercio, Construcción, la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural y la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba).

El repentino giro hacia el Fondo del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien en 2016 rechazaba volver al organismo, se sumó así al paquete anunciado el viernes previo, por el que se subió la tasa al 40%, se disminuyó la posición neta en dólares de los bancos y se ordenó recortar la obra pública en $30.000 millones.

Con esos instrumentos y las reservas, se intenta frenar la divisa, aunque sin resultados: la última semana siguió en alza y cerró en $23,70. Igual de fluctuantes, en la intimidad del mundo corporativo resurgen quejas y reproches al equipo económico. En primer lugar, por su incapacidad de reacción al desbarajuste cambiario.

Pero sobre todo, se nota el descontento de aquellos que se ven perjudicados por las últimas decisiones oficiales, que según prevén tendrán un impacto negativo en la inflación, el consumo y la actividad.

Una prueba de fuego.
La sensación predominante es que primero hay que “pasar la tormenta”. La prueba de fuego para el Banco Central llegará este martes, cuando vencen Lebac por unos $640.000 millones. El JP Morgan advirtió que “una falla en la renovación de las acciones de Lebacs en proceso de vencimiento generaría una oferta por desorden sobre el dólar y una salida de capital renovada”.

En el sector financiero, también están expectantes por conocer el volumen del préstamo que negocia la Argentina con el FMI y las condicionalidades que se espera imponga el organismo. “No vemos una situación grave, algunos se quejan de las tasas pero primero hay que resolver esto”, dijo a iProfesional la mano derecha de un banquero privado al salir de un evento privado.

En la mesa de dinero de otra entidad comparten el “cambio de estrategia” adoptado por el equipo económico de Cambiemos para tratar de frenar la sangría de reservas que provocó un “desbalanceo cambiario”.

La lectura optimista es que “el Banco Central volvió a tomar el timón” al elevar el 4 de mayo pasado en 1.275 puntos la tasa y dejar atrás el 28D. El relajamiento de las metas de inflación a fines de diciembre fue leído por la banca como la victoria del ala política del gabinete sobre el el titular de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, quien redujo entonces la tasa al 27%, decisión que según los analistas financieros terminó por desembocar en una suba del dólar.

En la city financiera creen que hay una “migración hacia el dólar” motorizada por la devaluación de las monedas, el encarecimiento del financiamiento para la Argentina, el impuesto anunciado a la renta financiera y la falta de oferta de divisas del sector privado por la retención de liquidación de exportaciones de granos. Pero también responsabilizan al BCRA.

“Está tomando medidas con agresividad, pero no todas fueron bienvenidas”, admitieron en un banco privado. Los analistas cuestionan la demora en reaccionar y la eficacia de incrementar las tasas a niveles récord. Pero tampoco ven con buenos ojos la orden dada a los bancos de reducir del 30 al 10% su posición general neta en dólares.

“Ellos quieren que se pesifique el mercado, pero si buscaban forzar a los bancos a vender divisas en el spot o futuros, no fue efectivo”, explicó un operador. Desde la entidad aseguran que el sector público es el que posee una mayor tenencia de dólares, entre ellos el Banco Nación. Otra lectura posible es que el “mensaje” apuntó a evitar una recompra de dólares de los privados, antes que a un desprendimiento de moneda extranjera. Sería una manera de inducirlos a absorver Lebac este martes.

Interna empresaria
Con el pasar de los días, el temor a un agravamiento de la corrida terminó por unificar o al menos dejó en segundo plano la internaentre un sector de empresarios que salió a respaldar sin fisuras al Gobierno frente a la embestida opositora para frenar la suba de tarifas y, por otra parte, un arco heterogéneo de industriales, el campo y el comercio, molestos por los aumentos en las boletas y el impacto de las últimas medidas sobre la economía.

Con familiares de funcionarios en su seno, la Cámara de Comercio mantiene un apoyo cerrado al Gobierno. En sus comunicados dejó en claro que las decisiones oficiales apuntan a “fortalecer las finanzas de la economía a fin de darle mayor certidumbre y estabilidad a nuestro país en un contexto externo más adverso y volátil”.

Asimismo, respaldaron la iniciativa de lograr el apoyo financiero del FMI “de manera preventiva”, ya que de ese modo -sostienen- la tasa de interés sería “significativamente menor” a la que podría ofrecer el mercado de capitales.

En tanto, el comité ejecutivo de la UIA decidió llevar calma con la difusión de un comunicado el martes pasado de tono neutral en el que se aseguró que “las áreas responsables de la política económica (BCRA, Ministerio de Hacienda y Ministerio de Finanzas, entre otros) cuentan con los instrumentos y los activos necesarios para brindar previsibilidad cambiaria y financiera de largo plazo.

“No estamos en el 2001, la idea es esperar que pase todo esto para volver al rumbo productivo”, tradujo José Urtubey a iProfesional. De ese modo, los industriales optaron por la prudencia después de debatir durante tres horas si publicar o no un comunicado. Dentro de la central fabril persisten diferencias entre los “optimistas y pesimistas” sobre la política económica. Mientras los sectores exportadores piden paciencia, las industrias ligadas al mercado interno reclaman una reacción urgente.

La UIA quedó envuelta en un conflicto semanas atrás, cuando apareció acompañando como parte del Foro Convergencia el rechazo del Gobierno a bajar las tarifas. “Hay un quilombo tremendo en UIA con las tarifas porque el 98% son Pymes y muchos quedan fuera de mercado con los aumentos”, reconoció el directivo de una alimenticia de primer nivel.

En algunos sectores empresarios, ven que el aumento de las tasas y el recorte a la obra enfriará aún más la economía, mientras que el esquema de tarifas llevaría la inflación a entre el 23 y 25%. La preocupación es compartida por industriales, la Cámara de la Construcción e incluso inversores que esperaban un despegue de la actividad en el segundo semestre.

“Seguimos sin tener un programa industrial, el tema es cómo generás dólares genuinos”, dijo a este medio Silvio Zursolo, directivo de la cámara de industriales bonaerenses ADIBA y miembro del comité de la UIA.

Por lo pronto, el Gobierno enfrentará mayores dificultades para cubrir sus pasivos. Con una menor perspectiva de producción, inversión y exportaciones, la economía no generará los recursos suficientes para reducir el rojo provocado por la salida de dólares vía importaciones (entre ellas las de combustibles) y turismo.

La balanza comercial acumuló en el primer trimestre del año un saldo negativo de u$s2.494 millones, más del doble que los u$s1.177 millones del año pasado. Sin una fuente propia de dólares y la toma de nueva deuda, los intereses seguirán en ascenso.

En ese contexto, los economistas ya hablan de los “ganadores y perdedores” del plan de emergencia que según Macri busca preservar la estabilidad financiera y el “gradualismo”. “En la foto, los sectores exportadores se benefician por el tipo de cambio, y se perjudican los que venden al mercado interno y se financian en el mercado local en pesos, al igual que los asalariados”, explicó a este medio Marina Dal Pogetto, directora de EcoGo.

Entre los ganadores figuran los fondos especulativos que desarmaron posiciones en pesos e iniciaron la corrida a favor del dólar. Pero también, el complejo cerealero que aporta el 44% de las exportaciones argentinas y se beneficia de la devaluación, que desde diciembre ya acumula un 25%. Lo mismo ocurre con los productoresque retienen granos.

En los primeros cuatro meses, el polo agroexportador liquidó u$s6.000 millones, pero las autoridades esperaban un mayor volumen. Si bien la sequía en el campo redujo el nivel de cosecha previsto y las lluvias en los últimos 15 días dificultaron la llegada de camiones a los puertos, los operadores admiten que “es un momento complejo para liquidar porque cada sector especula”.

Contra ellos se despachó Carrió, sorprendida por la reacción del sector que se ve también beneficiado por la baja gradual de retenciones. “Nosotros acompañamos al campo en los momentos difíciles, bajamos las retenciones, la sociedad acompañó… ahora les digo a ellos: Hagan patria, no retengan la soja, empiezen a liquidar para que ingresen divisas”, rogó la diputada días atrás.

Incertidumbre política
Una de las cuestionas que genera desconcierto en el “círculo rojo” es la capacidad política del Gobierno para encauzar su programa económico, cuestionado desde dentro de la alianza oficialista como desde la oposición y una parte del empresariado. Los ejecutivos siguen de cerca las encuestas que muestran una menor simpatía de la ciudadanía por Cambiemos.

“La confianza se derrumbó como un castillo de naipes”, explicó uno de los principales miembros de la UIA. Según un estudio de la consultora Analogías realizado el 6 y 7 de mayo en la provincia de Buenos Aires, la desaprobación del Gobierno alcanza el 60,1%, un aumento de 8,1 puntos desde abril, mientras que la imagen positiva descendió 20 puntos desde las elecciones legislativas de octubre pasado.

La caída en la valoración positiva del desempeño presidencial se extendió incluso a la percepción sobre la gobernadora María Eugenia Vidal, que hasta ahora se mantenía indemne. En tanto, el paquete de medidas contra la corrida recibió un rechazo mayoritario entre los bonaerenses, del 67% y se impone incluso en segmentos que simpatizan moderadamente con el macrismo.

Ahora, se espera que el regreso al tutelaje del FMI impacte aún más en la imagen de Macri. Un relevamiento realizado a inicios de este mes por las consultoras D´Alessio IROL y Berensztein, reveló que el 75% de los encuestados considera “inadecuado” pedir ayuda al organismo internacional.

Al igual que el sondeo de Analogías, el rechazo no solo proviene de quienes votaron a la oposición sino también de los votantes de Cambiemos, en el cual llega al 58%. Los empresarios tomaron nota del escenario político más adverso. Si bien aseguran que no hay una oposición que capitalice la pérdida de apoyo del Gobierno, creen que el peronismo está en condiciones de especular con dar la pelea en un eventual ballotage.

Un alto ejecutivo de la Cámara de Empresas Alimenticias (Copal) vinculó los nuevos vientos con la caída de las expectativas económicas de la gente. En la entidad ya aseguran que el primer trimestre fue “malo para el consumo” y que, si bien prevén nuevos aumentos de precios en los próximos 15 días, aseguran que el traslado de mayores costos por los insumos dolarizados tiene un límite.

El consumo masivo cerró el primer trimestre del año con una caída del 1% frente al mismo período del año pasado, según la consultora Kantar Worldpanel. Salvo dos sectores (bebidas y alimentos secos), el resto de los rubros (lácteos, congelados, infusiones, cuidado personal y cuidado de higiene) registraron caídas de hasta el 9%.

Según datos de la Copal a los que accedió iProfesional, la manteca cayó 6%, quesos 5,7%, yogures 5% y pastas frescas 4,5%. La caída de las ventas se sintió hasta en el papel higíenico, que registró una baja del 5%. La menor demanda coincide con un nuevo retroceso en la percepción sobre la situación económica futura y un deterioro en las percepciones sobre el momento para la compra de bienes durables. Según un estudio de Kantar TNS, un 53% dice no tener el dinero para vivir según las necesidades y expectativas para su propia vida.

“Esta situación se acentúa principalmente en los niveles socioeconómicos medio bajos y bajos y, en el Gran Buenos Aires, dato que marca una disminución del poder adquisitivo respecto a los últimos dos años”, explicó Mercedes Ruiz Barrio, Investigadora Senior de la consultora.

 

Publicado en IProfesional el 14/05/2018

Efecto FMI: vuelve a caer la imagen de Macri en las encuestas

Así lo marcan siete trabajos a los que accedió Clarín. El peso de la herencia K, también en baja.

Por Eduardo Paladini para Clarín

Si, como dicen en su entorno, Mauricio Macri está dispuesto a pagar un alto costo político por su decisión de volver al Fondo Monetario Internacional (FMI) para frenar la corrida cambiaria, el Presidente debe ser advertido: según las últimas encuestas, parte de ese capital personal ya lo estaría perdiendo. Así lo muestran al menos siete encuestas a las que accedió Clarín en los últimos días. Se trata, en realidad, de la profundización de una caída que arrancó en diciembre, con la aprobación de la reforma previsional. La incógnita ahora, paradójicamente, es inversa a la del dólar: aquí no se duda del techo sino del piso.

Los sondeos son de Management & Fit (exclusivo para este diario), Synopsis, D’Alessio-Irol/Berensztein, Taquion/Trespuntozero, Gustavo Córdoba & Asociados, Analogías y CIGP. En el Gobierno dijeron no tener mediciones para difundir.

La mayoría trabaja dos ejes: la negociación con el Fondo y las miradas sobre Macri y el Gobierno. Los números, en general, no traen buenas noticias para el oficialismo. A la mencionada caída en la imagen presidencial, se suman opiniones más negativas que positivas respecto a las últimas decisiones económicas. En realidad, son todas cifras que se alimentan mutuamente.

Las encuestas, además, traen una confirmación y una novedad: por un lado, como adelantó Clarín, se ratifica que el escenario actual también pega en la ponderación de la gobernadora María Eugenia Vidal;por el otro, cuando Macri ya transcurrió más de la mitad de su mandato, pareciera empezar a diluirse en la gente la idea la herencia K. Esto eso, que todos los males actuales tienen raíz en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

Management & Fit

La consultora que hace en exclusiva para Clarín una encuesta nacional sobre la gestión de Macri muestra esta semana un fenómeno inédito: cayeron todas las variables que pondera y que forman el llamado Indice de Optimismo, dividido a su vez en la mirada económica y política de la administración.

Synopsis

Esta firma, una de las que mejor pronosticó la elección de 2017, terminó el fin de semana su última medición nacional. Allí aparece una fuerte caída en las expectativas económicas y el desacuerdo con la decisión de ir al FMI casi que duplica a los que avalan esa jugada. Además, es una de las mediciones que muestra un cambio en la grieta: un 45,2% cree que Macri “tiene más responsabilidad de la situación económica actual” contra un 42,6% que apunta a CFK.

D’Alessio IROL-Berensztein

Fue de las primeras en difundir un trabajo sobre la negociación con el Fondo. Y es la que exhibe el mayor nivel de desacuerdo con la decisión (a sólo un 2% le parece “Adecuado” solicitar ayuda al organismo). También abona la teoría del menor impacto de la herencia: un 50% responsabiliza “al Gobierno actual” por la situación económica contra 39% del “Gobierno anterior”.

Taquion/Trespuntozero

También trae datos preocupantes para el oficialismo. Pregunta directamente: ¿el anuncio sobre el FMI hizo que cambiara la imagen que usted tenía del Gobierno? Gana el 47,9%, que dice que “sí, para peor”.

Gustavo Córdoba & Asociados

Otro sondeo nacional que hace un recorrido de la caída de la imagen del Gobierno y advierte que “desde diciembre, cayó 25 puntos la aprobación” de la gestión de Macri.

Analogías

La firma que conduce un ex funcionario K hizo un relevamiento bonaerense y alerta sobre la desconfianza en el Gobierno: más del 50% “no” cree que logrará parar la corrida cambiaria.

CIGP

Una de las firmas más chicas; su trabajo se circunscribe a las dos Buenos Aires. Afirma que más de la mitad está en desacuerdo con negociar con el FMI.

 

Publicado en Radio Mitre el 14/05/2018

Veto al acuerdo con el FMI: los argentinos le bajan el pulgar a Macri

El apoyo al Presidente sigue en caída y se profundiza por la reciente negociación con el Fondo Internacional.

La vuelta de la Argentina al FMI y la inestabilidad económica por la volatilidad del dólar que vivió nuestro país en los últimos días impactó directamente en el respaldo a la gestión del presidente Mauricio Macri. Así lo revelaron los últimos sondeos de Management & Fit, Synopsis,D’Alessio-Irol/Berensztein, Taquion/Trespuntozero, Gustavo Córdoba & Asociados, Analogías y CIGP.

De acuerdo a las encuestas, publicadas por el diario Clarín, también empieza a diluirse en la gente la idea la “pesada herencia K”, que todos los males actuales provenían de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

El estudio de la consultora Management & Fit muestra un fenómeno inédito esta semana porque cayeron todas las variables que pondera, y Synopsis aseguró en su última medición nacional que hay una fuerte baja en las expectativas económicas al tiempo que el desacuerdo con la decisión de ir al FMI casi duplica a los que están de acuerdo. Un 45,2% cree que Macri “tiene más responsabilidad de la situación económica actual” contra un 42,6% que apunta a Cristina Kirchner.

Por su parte, la firma D’Alessio IROL-Berensztein mostró el mayor nivel de desacuerdo con la decisión en los resultados de las encuestas. Sólo un 2% le parece “adecuado” solicitar ayuda al organismo. También registró un menor impacto de la herencia: un 50% responsabiliza “al Gobierno actual” por la situación económica contra 39% del “Gobierno anterior”.

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Taquion/Trespuntozero, preguntó si el anuncio sobre el FMI hizo que cambiara la imagen que usted tenía del Gobierno, y un el 47,9% respondió: “sí, para peor”.

El sondeo nacional de Gustavo Córdoba & Asociados advierte que “desde diciembre, cayó 25 puntos la aprobación” de Macri, y Analogías alerta sobre la desconfianza de los bonaerenses en el Gobierno: más del 50% “no” cree que logrará parar la corrida cambiaria. CIGP, afirma que más de la mitad de la población de Buenos Aires está en desacuerdo con negociar con el FMI.

 

Publicado en Minuto Uno el 14/05/2018