La batalla por la provincia de Buenos Aires: Vidal vs Kicillof

Juntos por el Cambio y el kirchnerismo acaparan la mayor cantidad de simpatizantes: un 32% se identifica con la agrupación de la Gobernadora mientras que un 26% de los votantes con la del exministro de Economía.

En la columna anterior analizamos los datos de un estudio reciente que realizamos junto a D´Alessio-Irol, enfocado en la Provincia de Buenos Aires, donde sus habitantes señalaron los atributos que esperan encontrar en su gobernador ideal: que sea honesto, que sepa de economía y que tenga experiencia en gestión. Los competidores que tienen más chances de gobernar la provincia, la actual gobernadora María Eugenia Vidal y el exministro de economía kirchnerista, Axel Kicillof comparten algunos de estos requisitos, aunque éste último corre con ventaja en el atributo “conocer de economía”. Por otra parte, los consultados señalaron que la prioridad a resolver por el próximo gobernante de la provincia gira en torno a la inseguridad, seguida de cerca por la economía, especialmente, la inflación. Pero a la hora de elegir, ¿por cuál candidato se inclinarán los votantes bonaerenses? ¿Cuántos ya tienen decidido su voto a gobernador y cuántos todavía están indecisos?

Los datos revelan, además, que Cambiemos y el kirchnerismo acaparan la mayor cantidad de simpatizantes: un 32% se identifica con la agrupación de Vidal y un 26% de los votantes, con la de la expresidenta. Le siguen los independientes con 14%, el peronismo con 12%, la izquierda y el liberalismo, ambos con 2% y Consenso Federal representaría el 1%. En tanto que los que no se identifican con ningún sector rondan el 7%.

Ante la pregunta de si ya tienen decidido su voto para gobernador, el 83% de los bonaerenses admite que sí, aumentado entre simpatizantes de Cambiemos a 93% y entre kirchneristas a 95%. Todavía existe un 17% que aún no ha decidido qué candidato lo convence para que sea su futuro gobernante. Entre ellos se destacan 5 de cada 10 de quienes no se sienten cercanos a ninguna posición política y 3 de cada 10 de los que se definen independientes. El 29% de los jóvenes menores de 34 años y el 23% de los que pertenecen a los niveles medio bajos tampoco aún se han definido. (Datos pertenecientes a la medición efectuada en forma online en la segunda semana de junio de 2019, a 1019 hombres y mujeres mayores de 16 años en condiciones de votar en la Provincia de Buenos Aires).

En cuanto a imagen, la actual gobernadora Vidal obtiene 42% de valoración positiva y 51% de negativa, contra 38% y 56%, respectivamente, del candidato del Frente de Todos, Kicillof. Los datos de intención de voto reflejan que la candidata de Juntos por el Cambio se impondría por 5 puntos por sobre su principal rival en territorio bonaerense: 46% la votaría como gobernadora en octubre, 4% podría llegar a votarla; 48% nunca la votaría y 2% no sabe qué hará. El porcentaje de quienes la volverían a elegir aumenta entre los mayores de 55 años (53%); los que viven en la zona norte del Gran Buenos Aires (54%) y los pertenecientes a los niveles altos (50%). Entre los que nunca la votarían se encuentran el 56% de los jóvenes hasta 34 años y el 54% de los que habitan en la zona oeste del Gran Buenos Aires.

Como contracara, 41% votaría a Kicillof, 4% podría llegar a votarlo; 52% nunca lo votaría y 3% aun no se ha definido. A diferencia de la gobernadora, 5 de cada 10 jóvenes de hasta 34 años y los comprendidos en el tramo etario de 35 a 45 lo elegirían gobernador en octubre, así como los que viven en la zona Oeste del Gran Buenos Aires. En cambio, 6 de cada 10 mayores de 55 años y los que habitan en la zona Norte del Gran Buenos Aires, nunca lo votarían.

Ambos candidatos a la gobernación cuentan con el apoyo esperado por parte de sus simpatizantes, el 97% de los cercanos a Cambiemos votarían a Vidal y en idéntico porcentaje los cercanos al kirchnerismo lo harían por Kicillof. Sin embargo, en el caso de Kicillof se suman el 86% de los que se identifican con el peronismo y 6 de cada 10 votantes del Frente de Izquierda y de Una Nueva Alternativa (UNA) en la elección a gobernador en 2015.

Cuando se consultó cuál es el candidato que podría mejorar la situación económica también la polarización que caracteriza a este proceso electoral se hizo evidente, centrándose las esperanzas sobre un futuro económico más favorable en ambos candidatos, prácticamente sin sacarse diferencias: 43% se inclina por Kicillof y 41% por la actual gobernadora Vidal.

Finalmente, la grieta se hace presente en el motivo de su decisión del voto para ambos candidatos: tanto Vidal como Kicillof, pueden llegar a ser votados para actuar como freno para el otro, con una leve ventaja a favor de la actual gobernadora: un 40% la votaría para que no gane Kicillof, un 38% votaría al exministro para que no gane Vidal y el 24% restante no contesta o aún no sabe lo que haría.

Como de costumbre, la elección en la provincia de Buenos Aires concentra la atención no sólo de los bonaerenses sino de toda la Argentina por la magnitud y la importancia política y simbólica que tiene este distrito.

Sin perder de vista que estos resultados son productos de la “foto” del momento en que se hizo el relevamiento y que pueden variar a medida que nos acerquemos al 11 de agosto, se puede afirmar que la batalla por la provincia de Buenos Aires se centrará en los candidatos de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos, Vidal y Kicillof, y que promete ser voto a voto.Vale recordar que en la provincia de Buenos Aires no hay balotaje. Y en un escenario de paridad como el actual un sólo voto puede inclinar la balanza.

 

Publicado por TN el 06/07/19.

La imagen positiva de Macri en Córdoba volvió a los mismos valores que antes de la crisis

Según un sondeo del Monitor Social y Político, Macri tiene en la actualidad en Córdoba una imagen positiva del 54 por ciento, y una negativa del 40

La imagen positiva del presidente Mauricio Macri en Córdoba experimentó una importante recuperación y volvió a ubicarse en valores similares a los que había alcanzado previo la crisis financiera que terminaría en una larga recesión, lo que significó una fuerte caída de la economía en todo el país.

En abril de 2018, la imagen positiva de Mauricio Macri en Córdoba llegó al 60 por ciento. Sin embargo, lo peor para el Presidente llegó en abril pasado, después de un nuevo terremoto del dólar, cuando el registro positivo sobre Macri tocó su valor más bajo.

Sin embargo, esta tendencia parece haber cambiado desde mayo: en dos meses, la valoración positiva de los cordobeses hacia el Presidente creció 13 puntos porcentuales, para lograr el mejor registro desde hace un año.

El número surge del Monitor Social y Político que, mensualmente, las consultoras Berensztein y D’Alessio Irol elaboran para La Voz y que publicamos desde enero del año pasado.

Según la encuesta de junio, Macri tiene en la actualidad en Córdoba una imagen positiva del 54 por ciento, y una negativa del 40 (bajó 12 puntos desde abril).

Por el lado de Cristina Kirchner, en junio volvió a caer su imagen positiva en Córdoba. Pasó del 21 al 19 por ciento, mientras que la negativa creció un punto: 76 a 77.

La candidata a vicepresidenta por Todos había tenido su mejor mes en abril pasado, cuando alcanzó 26 por ciento de valoración positiva entre los cordobeses. Desde allí, perdió siete puntos hasta ahora.

Por su parte, la gobernadora bonaerense, como sucede desde enero de 2018, María Eugenia Vidal sigue siendo la política nacional con la imagen positiva más alta entre los cordobeses.

En junio, midió 63% (contra 31 de negativa), lo que significó un crecimiento de dos puntos con relación al mes pasado.

Luego la sigue otra mujer: Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad de la Nación subió seis puntos y obtuvo un 56 por ciento de opiniones positivas.

Tercero queda Macri, y cuarto Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

¿Quién es el kirchnerista mejor valorado entre los cordobeses? Axel Kicillof, con un 23 por ciento (la negativa es del 72).

Caso aparte es el de Miguel Ángel Pichetto. En marzo pasado, tenía una imagen positiva del ocho por ciento. En junio, ese número pasó a ser del 41.

No sólo la imagen de Macri subió en junio. También lo hicieron otros indicadores que le vuelven a sonreír al Gobierno nacional.

Por ejemplo, aquel que mide el optimismo a futuro. Según la encuesta, el 64 por ciento de los cordobeses cree que la situación económica dentro de un año será mejor que la que se vive hoy. La referencia es muy seguida por los analistas, que suelen ver en este número un anticipo de conducta de los electores.

El dato es que los cordobeses siguen siendo más optimistas que las demás provincias, ya que en el resto del país ese porcentaje es del 54 por ciento.

El cambio de la evaluación sobre el futuro económico es notable: en abril pasado, el 44 por ciento creía que el país estaría mejor dentro de un año. Pero en julio, ese número creció 20 puntos porcentuales, hasta llegar al 64.

Entre el votante de Cambiemos, el porcentaje llega al 74 por ciento, mientras que entre los kirchneristas ese número es del 36.

Ante la pregunta sobre cómo se evalúa la situación económica hoy con respecto al año pasado, el 71 por ciento dijo que “peor” (cuando en abril pasado ese número fue del 85 por ciento), mientras que los que ven que Argentina está mejor ahora llegaron al 26 por ciento (en abril era del 13).

Si se divide por simpatía política, el 92 por ciento de los kirchneristas dijo que “peor” o “mucho peor”.

Desde este escenario, el 75 por ciento de los que votaron a Cambiemos dijo que realizará algún proyecto este año, contra el 36 del kirchnerismo. ¿Qué podrían hacer? Tomarse vacaciones o comprar ropa.

Tal como sucedió en los últimos meses, la inflación sigue siendo el tema que más preocupa a los cordobeses. El 91 por ciento lo reconoció así. Segundo, la incertidumbre sobre la situación económica (el 70 por ciento), y tercero, aparecen la inseguridad y la delincuencia (58).

 

Publicado por iProfessional el 03/07/19.

Midieron a 20 candidatos en un sondeo nacional: reprobaron 19

La idea de que la elección de este año estará marcada más por el espanto que por la esperanza lo muestra el rechazo a los dos principales candidatos y exponentes de la grieta: tanto Mauricio Macri como Cristina Kirchner superan el 50% en el incómodo “nunca los votaría”. Sin embargo, esa mirada escéptica sobre los políticos no se agota en ellos. Una nueva encuesta puso bajo la lupa a 20 candidatos. 19 reprobaron. Sólo una, y por poquísimo, logró más imagen positiva que negativa, el parámetro que sirve para comparar dirigentes de todo el país.

El trabajo es de D’Alessio IROL – Berensztein, una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda pertenece a Sergio Berensztein, que fue director de Poliarquía pero hace varios años fundó su propia empresa.

Se trata de un sondeo nacional de 1.038 casos, que se relevaron durante junio; los resultados fueron difundidos este lunes. Es el informe de “Humor social y político” que estas consultoras publican mensualmente. Puede verse la evolución de las imágenes de los principales políticos desde julio de 2017.

En su último trabajo muestran datos de 32 dirigentes muy variados: 17 serán candidatos en agosto y octubre; 3 ya se postularon en sus provincias este año. Desde los experimentados Macri y Cristina a los debutantes José Luis Espert y Matías Lammens.

Como en muchas encuestas, la única que rompe la hegemonía es María Eugenia Vidal. Según D’Alessio IROL – Berensztein, combinó en junio 48% de imagen positiva con 47% de negativa. Balance a favor de un punto. La gobernadora tuvo un pico de 60% de ponderación favorable en noviembre de 2017. En mayo estaba en 51%. Su piso, de 45%, lo había tocado en abril.

Los otros 19 postulantes, ordenados por su imagen positiva, son:

1) Horacio Rodríguez Larreta (42 de positiva).

2) Alberto Fernández (41).

3) Axel Kicillof (41).

PUBLICIDAD

4) Macri (39).

5) Roberto Lavagna (38).

6) Martín Lousteau (38).

7) Cristina (37).

8) Juan Schiaretti (35).

9) Pino Solanas (34).

10) Miguel Angel Pichetto (31).

11) Diego Santilli (30).

12) Juan Manuel Urtubey (27).

13) Omar Perotti (26).

14) Sergio Uñac (25).

15) Victoria Donda (25).

16) José Luis Espert (24).

17) Matías Lammens (24).

18) Alfredo Cornejo (17).

19) Sergio Massa (16).

Schiaretti, Perotti y Uñac ya consiguieron un triunfo para gobernadores en Córdoba, Santa Fe y San Juan. El resto, con Vidal, serán candidatos en los comicios nacionales.

Si el orden se hace por el diferencial de imagen (el resultado de restar la positiva de la negativa), debajo de la gobernadora (con un punto a favor, la única en verde), se ubican Perotti (-3), Schiaretti (-7), Larreta (-8) y Lavagna (-9).

En el caso del ex ministro y candidato de Consenso Federal, si bien tiene uno de los mejores balances, fue notoria su caída desde que anunció que se postularía para la presidencia. Un dato: en junio del año pasado, cuando aún seguía afuera de la campaña, llegó a tener dos puntos más de imagen positiva que Vidal (55 contra 53).

El que venía muy mal y apenas repuntó es Massa: pasó de 11 puntos de positiva en mayo a 16 en junio. Su diferencial sigue siendo rojo oscuro (-55), el peor entre los candidatos.

Del resto de los dirigentes medidos por D’Alessio IROL – Berensztein, algunos datos para destacar:

– El neurocirujano Facundo Manes, con 46% de imagen positiva y sólo 27% de negativa, queda con un diferencial top: 19 puntos a favor.

– En el otro polo, el sindicalista Hugo Moyano, con 12 de positiva y 77 de negativa, termina con 65 puntos en contra. Otro récord. Pero por lo malo.

 

Publicado por Marcelo Bonelli el 02/07/19.

Encuesta: si Massa es su precandidato a presidente, el Frente Todos podría superar el 48% de los votos en las PASO

Después de la inscripción de las alianzas que competirán en las elecciones 2019, quedan apenas unos días para el cierre de listas definitivo, que tendrá lugar el sábado 22 de junio. A menos de dos meses de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto, los nombres siguen circulando para las posibles candidaturas de cada espacio, y la especulación está a la orden del día. En ese contexto, una encuesta de Federico González y Asociados arroja conclusiones significativas tanto para el kirchnerismo como para el macrismo.

Cristina Fernández de Kirchner cedió hace un mes la precandidatura presidencial a su exjefe de Gabinete, Alberto Fernández. La decisión parece no haber aumentado su intención de voto, aunque sí mejoró las perspectivas de lograr acuerdos con otros sectores del peronismo que fueron opositores a su gestión. Esta semana, después de meses de negociaciones, se cerró un acuerdo entre Unidad Ciudadana y el Frente Renovador de Sergio Massa, que integrará el llamado Frente Todos junto al kirchnerismo, aunque todavía no se definió qué lugar ocupará en las boletas. Los escenarios en danza para el exintendente de Tigre oscilan entre encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, la idea de competir como precandidato a presidente contra la fórmula Fernández-Fernández en las primarias, e incluso la posibilidad de que CFK se dé un “baño de humildad” y le ceda su lugar en la boleta presidencial.

Según el sondeo de González y Asociados, si Massa llegara a competir en las PASO como precandidato a Presidente dentro del Frente de Todos, éste espacio obtendría un 48.1% de intención de voto, con una ventaja de 18 puntos frente a la fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto de Juntos por el Cambio, que llegaría a un 29.7%. “El desempeño electoral del Frente de todos surge al integrar los 33.9% que obtendría la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner más el 14.2% que alcanzaría Sergio Massa, acompañado de un precandidato a vice peronista a determinar”, detalla el estudio al que accedió PERFIL.

La encuesta se llevó a cabo entre el 12 de junio y el 15 de junio sobre 1600 casos con método mixto (presencial en AMBA y telefónica en el interior del país).

Según el sondeo, en ese escenario, la fórmula de Consenso Federal, representada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, se ubicaría en tercer lugar, con 11.4% de intención de voto. José Luis Espert se posicionaría en el cuarto lugar con un 5%. Por último, el Frente de Izquierda integrada por Nicolás del Caño y Romina Del Plá, se ubicaría en quinto lugar alcanzando un 4.6%.

Los datos son significativos a pesar de que el sondeo es reciente y que el panorama puede cambiar en los próximos dos y cuatro meses. Si bien el estudio mide la intención de voto para las PASO (y no se pueden extrapolar los resultados a otra instancia), las cifras cobran relevancia si se considera que en las primarias del 27 de octubre se puede consagrar un ganador en primera vuelta si obtiene más del 45% de los votos, o más del 40% con 10 puntos de diferencia sobre el segundo, si este no supera el 30%.

El análisis cambia si Massa encabeza la lista del Frente de Todos como precandidato a diputado nacional. Con esa variable, el kirchnerismo mantiene su ventaja, pero su intención de voto desciende al 42,1%, con menos de 10 puntos de ventaja sobre Macri-Pichetto, que crece al 32.5%. “En consecuencia, la brecha entre el Frente de Todos respecto de Juntos por el Cambio se achicaría a alrededor de 9 puntos porcentuales (casi a la mitad del 18% verificado en el escenario anterior)”, afirma el texto.

En este marco, los guarismos revelan que del 14.2% que obtendría Sergio Massa en caso de que compitiera como precandidato a presidente, “un 8.3% quedaría dentro del Frente de todos”. El resto se transferiría transversalmente así: 2.8% a Macri-Pichetto; 1.7% a Lavagna-Urtubey; 0,2% a José Luis Espert; 0.9% a Del Caño – Del Pla; 0.4% a otras fórmulas. Por su parte, la fórmula de Consenso Federal volvería a ubicarse en tercer lugar, con 13.1%, mejorando su desempeño electoral en casi dos puntos.

“En términos de potencia electoral, la conformación del Frente de Todos, basada en la alianza entre el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa, se revela como una coalición exitosa, ya que amplifica ostensiblemente la brecha electoral entre un peronismo unido y el oficialismo”, concluye el análisis.

No obstante, revela también que la apertura de una PASO donde Massa compitiera como precandidato a Presidente contra la fórmula Fernández–Fernández, representa una opción “claramente favorable” para las chances del espacio.

“En efecto, el efecto aditivo de las principales fuerzas integrantes pondría al Frente de Todos casi al borde de anticipar un triunfo en primera vuelta (al superar el 45% de los votos). En cambio, la alternativa de resignar la candidatura de Sergio Massa relegándolo como diputado nacional, si bien continúa siendo competitiva, deja al Frente de todos en una zona peligrosa, al instaurar un eventual ballotage de final abierto e incierto” expresan desde la consultora.

Este estudio se sumó a los primeros sondeos que tuvieron lugar tras el anuncio de la fórmula del presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto. Las primeras mediciones mostraron una mejora en las posibilidades del oficialismo de ganar en los comicios. Además, la mayoría de los encuestados cree que el senador nacional “garantiza” la gobernabilidad de un segundo mandato de Macri.

Un relevamiento de la D’Alessio IROL Berensztein —que midió 500 casos online entre el 11 y 12 de junio de 2019— cocnluyó que el 48% de los consultados cree que el jefe de Estado tiene más probabilidades de ganar las elecciones con Pichetto como vice. En el mismo sondeo, otro 29% consideró que el anuncio no cambia nada, mientras que el 18% vio como “menos probable” un triunfo oficialista.

Como suele ocurrir, esa encuesta quedó marcada por la grieta: la diferencia de percepción fue abismal si se separan los resultados según a qué partido votó cada encuestado: el 78% de quienes eligieron a Cambiemos cree que la inclusión de Pichetto “hace más probable que gane”, en contraste con el 16% que piensa lo mismo entre quienes optaron por el Frente Para la Victoria (ahora Frente Todos).

 

Publicada por Perfil el 17/06/19.

Ahora Macri busca un triunfo en primera vuelta

Al final de una de sus mejores semanas del último año (y tuvo pocas buenas), Mauricio Macri empezó a proyectar un triunfo en primera vuelta sobre el binomio Fernández-Kirchner. La muy buena repercusión en la economía de la elección de Miguel Ángel Pichetto como candidato a vicepresidente. Algunos mensajes reservados de gobernadores peronistas recibidos por Macri. Ciertas mediciones de opinión pública. Una de ellas, la de Poliarquía, consignó un aumento de seis puntos en la imagen positiva de la gestión del Presidente, el tercer mayor crecimiento intermensual de su mandato.

Esta medición, hecha antes de la sorprendente aparición de Pichetto al lado del Presidente, registró también un crecimiento de todos los números que benefician al Gobierno, sobre todo los que se refieren a la situación de la economía. Está visto que Macri solo necesita, en su confrontación con Cristina Kirchner, la estabilidad de la economía, más que nada la quietud del dólar y la tendencia hacia la baja de la inflación. Todos esos datos lo llevaron a imaginar que el combate podría terminar con un triunfo propio en octubre y que, por lo tanto, no sería necesaria la segunda vuelta de noviembre.

Es consciente de que existen algunos obstáculos para esa victoria en primera vuelta. Uno de ellos es la candidatura de Roberto Lavagna, porque tanto él como Juan Manuel Urtubey hurgan entre los votantes del Presidente, no en los de Cristina. Los valores políticos e institucionales que expresan Lavagna y Urtubey son muy parecidos a los de la coalición gobernante, aunque disienten en el manejo de la economía. Nadie les puede reprochar eso a Lavagna y a Urtubey, porque ningún dirigente político está obligado a jugar su carrera electoral de acuerdo con los beneficios y perjuicios de otras corrientes políticas. De todos modos, lo único seguro hasta ahora es el acuerdo entre Lavagna y Urtubey. La conformación de esa fórmula es un trascendido cuya confirmación debe aguardar todavía la negociación con los otros partidos de la alianza que lidera el exministro de Economía. Debe aguardar, más que nada, las elecciones de Santa Fe, que se realizarán hoy, y que definirán si el socialismo, el primero y principal aliado de Lavagna, continuará en el gobierno de esa decisiva provincia, el tercer distrito electoral del país. Macri necesita descabalgar también de la candidatura presidencial a José Luis Espert y a Juan José Gómez Centurión, porque lo que ellos cosechen, necesariamente poco, serán votos también sustraídos al macrismo.

De todos modos, se trata de decisiones ajenas. Mucho más importante es lo que Macri pueda cosechar entre los gobernadores, ya sean peronistas o de partidos provinciales. Juan Schiaretti, el más fuerte de los dirigentes peronistas, porque acaba de ganar Córdoba con una victoria arrasadora, anunció que sus candidatos a diputados nacionales irán con una boleta corta. Es decir, no llevarán candidato a presidente. Un favor implícito a su viejo amigo Macri. Es también el resultado de la imposibilidad de Schiaretti de hacer otra cosa. Jamás compartirá una boleta con Cristina y quedó dolido por algunas actitudes personales de Lavagna cuando el gobernador cordobés intentaba mantener vivo el peronismo alternativo. Es el segundo guiño de Schiaretti a Macri. La noche de su triunfo dijo una frase llena de sentidos: “Sé que muchos que me votaron a mí votarán después a un candidato a presidente de otro partido”. Solo le faltó nombrar a Macri. La boleta corta ya se anunció en varias provincias gobernadas por partidos provinciales, pero que en algunos casos, como el que lidera Gerardo Zamora en Santiago del Estero, tiene una larga historia de cercanía con Cristina Kirchner. El Gobierno trabaja para agregar otras provincias gobernadas por peronistas.

A varios integrantes de la nueva generación de gobernadores peronistas se los escuchó decir que a ellos les conviene más un nuevo y último mandato de Macri. Se asegurarían por cuatro años más el envío en tiempo y forma de los recursos que les corresponden a las provincias. Reconocen que Macri ha sido más generoso que Cristina con el dinero que, claro está, es de las provincias, no del gobierno federal. A su vez, ellos tendrían tiempo para ejecutar una renovación definitiva del peronismo. A Cristina la mandarían a su casa después de la que sería su cuarta derrota consecutiva en elecciones nacionales (2013, 2015, 2017 y eventualmente 2019). Al revés, un triunfo de Cristina la instalaría de nuevo en el poder durante ocho años posibles. Muchos temen, además, la advertencia que viene haciendo Pichetto (y que motivó su compromiso con Macri): Cristina trae proyectos fundacionales que devaluarían el sistema democrático, las libertades públicas y la división de poderes. Sobre este último y esencial principio del sistema, la separación de los poderes del Estado, hubo figuras destacadas del kirchnerismo (Raúl Zaffaroni, el más significativo porque sabe de qué habla) que confirmaron las dramáticas aseveraciones de Pichetto.

El senador significó para Macri una garantía de gobernabilidad que no se la hubiera dado ni siquiera Urtubey, porque Pichetto es más conocido por el “círculo rojo” argentino y por sectores económicos y financieros internacionales. Nunca dejó de frecuentarlos en sus tiempos de decisivo senador en el Congreso. De hecho, hace poco estuvo en Wall Street. Un ejecutivo financiero que lo invitó a Nueva York (trabaja en el Banco Barclays) le transmitió el jueves que su designación había caído inmejorablemente bien entre los hombres que manejan las finanzas del mundo. Alberto Fernández dijo que su designación había caído también bien en los círculos financieros. Tiene razón. Su aparición como candidato benefició hasta ahora más a Macri que a Cristina, porque fue una señal de moderación de la expresidenta ante los mercados. La figura de Cristina es, con razón o sin razón, casi sinónimo de default para influyentes sectores económicos. Alberto Fernández también es conocido por sectores empresarios y financieros. El otro aporte de Alberto fue la recaptura de Sergio Massa, pero este llegó ya en situación de fatal naufragio, después de que Macri lo madrugara con la elección de Pichetto.

El senador convocará en los próximos quince días a una reunión nacional de dirigentes peronistas que están dispuestos a seguir su línea. Tanto él como Macri esperan cosechar algunas adhesiones de dirigentes influyentes del interior, muchos de los cuales fueron legisladores nacionales. Por lo pronto, una encuesta de D”Alessio-Berensztein registró que para el 48 por ciento de los encuestados Macri tiene ahora más posibilidades de ganar. Un 56 por ciento cree que Pichetto significa un aporte a la gobernabilidad. La decisión le tributó a Macri, según esta encuesta, un crecimiento de seis puntos (del 37 al 43 por ciento) en su imagen positiva. El mismo porcentaje de crecimiento había registrado Poliarquía, aunque la medición de esta fue hecha antes de la aparición de Pichetto.

El histórico sistema de partidos está crujiendo. El radicalismo está en la coalición oficialista, aunque varios de sus dirigentes habrían preferido fugarse con Lavagna. El peronismo tiene representantes en las tres principales fórmulas. Alberto y Cristina. Macri y Pichetto. Lavagna y Urtubey. No es un signo de fortaleza, sino de la implosión de ese partido después de la experiencia kirchnerista. Según Alejandro Catterberg, podría tratarse del instante en que la Argentina decidió abandonar el bipartidismo peronista-radical para caminar hacia la conformación de dos grandes bloques, uno de centroderecha y otro de centroizquierda. Catterberg acepta que en esta primera etapa la división podría ser más rústica: entre democracia y populismo, entre republicanismo y antirrepublicanismo. Es la teoría en la que se afianza Pichetto.

Lo cierto es que las encuestas marcan también una mayor profundización de la polarización. Las otras variantes tienden a encogerse, por ahora. Puede ser que la gente común esté pensando solo en personas, Macri o Cristina, pero la opción es más profunda, claramente disruptiva. Ese dramático dilema de las próximas elecciones es un elemento nuevo en la democracia argentina. El hecho inédito también entusiasmó a Macri para confiar en una victoria en primera vuelta.

 

Publicado por La Nación el 16/06/19.

El plan de Pichetto para sumar votos del PJ

Una mezcla de ingeniería electoral sumado a la campaña tradicional de folklore peronista. Bajo estas dos premisas se sustenta el plan para sumar votos del PJ que le planteó Miguel Ángel Pichetto en las últimas horas a Mauricio Macri para apuntalar la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio.

En el vuelo que los llevó a un acto en Neuquén y en las charlas que mantuvieron en Olivos el Presidente oyó los planteos electorales de Pichetto y la estrategia que ofreció su candidato a vicepresidente para sumar votos en el oficialismo. También hubo reuniones de Macri con diversos referentes del peronismo tradicional que responden al senador de Río Negro y que arrimaron otras ideas de armado de campaña.

“¿Quien dijo que Pichetto no le sumará votos a Macri?”, se preguntó con cierto aire de molestia y otro tanto de arrogancia un encumbrado dirigente del PJ que conoce desde hace 20 años al ahora candidato a vicepresidente y que en épocas del gobierno de Carlos Menem compartían bancada en el Congreso.

Una parte de la respuesta a esta pregunta ya llegó a manos de Macri y tiene una fuerte impronta en la necesidad de dar con una campaña tradicional pura del peronismo: es decir, el armado de una agrupación peronista que sustentará a Pichetto y que el 28 de junio lanzará en un acto en Parque Norte ese apoyo concreto.

En ese armado se ubican dirigentes históricos del peronismo como Humberto Roggero, Daniel Chicho Basile, Juan Nemirovsky, Eduardo Camaño, Angel Abasto y Juan Vitale, entre otros. Este grupo, que aun no tiene nombre, ya empezó a tejer lazos en todas las provincias porque quieren que Pichetto recorra todo el país con la prédica del peronismo ortodoxo.

Es cierto que el senador del PJ ya no tiene poder territorial en Río Negro. Hace tiempo que Pichetto perdió espacio en su distrito porque el kirchnerismo nunca le dio la oportunidad de dar pelea por la gobernación. Pero el ahora candidato a vicepresidente de Macri nunca dejó de tender lazos con los gobernadores del PJ desde su puesto clave de presidente del bloque de senadores peronistas y mantuvo a lo largo de los años una ininterrumpida relación con peronistas de las más diversas corrientes.

Este grupo puso en marcha un “operativo clamor” desde el peronismo a la fórmula Macri-Pichetto y tendrá como base de sustentación una fuerte campaña en todo el país cuyo lema central se sintetiza en una frase: “República versus Venezuela”. Es decir, que buscarán traccionar los votos del peronismo histórico que no comulga con el kirchnerismo y que no encuentran en Roberto Lavagna una garantía de acceso al poder. Tratarán de contraponer el avasallamiento a los poderes que, entienden, encarna el kirchnerismo para imponer el republicanismo democrático.

El acto de Parque Norte será la cristalización plena de esta agrupación aunque ello será apenas el puntapié inicial para empezar a movilizar todo el aparto del PJ ortodoxo en todas las provincias para respaldar la fórmula Macri-Pichetto.

“Tenemos que mostrar que hay un peronismo movilizado en todo el país que no quiere que vuelva Cristina Kirchner”, sentenció a Infobae uno de los armadores de de esta agrupación.

En el esquema que se planteó este grupo que respalda a Pichetto ya hubo conversaciones con los gobernadores que llevarán boletas cortas y dieron libertad de acción a su electorado para definir la Presidencia. Estos son los mandatarios Juan Schiaretti (Córdoba), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Mariano Arcioni (Chubut), Alberto Weretilneck (Rio Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Hugo Passalacqua (Misiones). Todos estos tienen contacto asiduo con Pichetto y están más cerca a sus posiciones que al entramado de la fórmula Fernández-Fernández.

La idea es que el aparato tradicional del peronismo traccione votos en esos distritos y que le reste fuerza a la dupla kirchnerista. En este esquema subyace la idea central que le llevó Pichetto a Macri desde el primer día en que le propusieron ser candidato a vicepresidente: tender puentes con el peronismo tradicional y con los gobernadores.

Ingeniería electoral

En paralelo a esta estrategia hay una idea de buscar una ingeniería electoral que también sume votos a Macri desde el peronismo y está sustentada por el ex gobernador de Misiones y actual embajador en España, Ramón Puerta. Se trata de un esquema que el propio misionero peronista le llevó a la quinta de Olivos al Presidente y es sumar candidatos del PJ en las PASO en las provincias para competir con los del PRO. Este esquema, al entender de Puerta, le restará votos al kirchnerismo.

“El peronismo es una realidad de la Argentina y forma parte de la gobernabilidad que puede tener Macri hacia el futuro. Si logramos poner candidatos peronistas en las PASO en todo el país lograremos sumar entre 10 y 12 puntos más a la base actual para ganarle a los Fernández”, explicó a Infobae un allegado a Puerta.

Desde esta ingeniería electoral, el dirigente peronista de Misiones le mostró a Macri que si en cada distrito se suma entre 0,5 y 1% de los votos con candidatos propios que compitan en las PASO con los del PRO, ello sumaría el 12% de votos más que necesita Macri para no ir a un balotaje.

En la Casa Rosada aseguran que Macri dio rienda suelta a todas las ideas que le llegaron. De hecho, ya dio libertad de acción para avanzar en PASO en todos los distritos en listas de candidatos a senador y diputados.

Pichetto abraza también cualquier alternativa que sume. La idea sustancial que quiere mostrar el senador del PJ hacia afuera es que el nombre de Juntos por el Cambio es más que un nombre: es la síntesis consumada de que Cambiemos ya es parte del pasado y que Macri deberá co-gobernar con el peronismo en su segundo mandato.

Otro ardid más de esta jugada: el esquema cierra en los mercados y el establishmet tradicional para mantener el dólar quieto como necesita Macri hasta las elecciones. “¿Qué mejor solución para el FMI que un peronismo que garantice gobernabilidad? ¿Acaso el Fondo necesitará prestar más dinero a la Argentina si hay un dólar quieto, el riesgo país baja y el peronismo garantiza apoyo?”, se preguntó el armador de este esquema de poder con Pichetto como sustento de la fórmula presidencial.

Macri se entusiasmó con la encuesta de D’Alessio que le llegó a sus manos en estos días y que responde a todo este plan de poder con peronismo adentro. Según ese sondeo, el 48% de los encuestados cree que Pichetto le sumará votos a Macri y un 44 entiende que la nueva fórmula presidencial es un aporte para la gobernabilidad.

“La política -como suele decir un viejo dirigente del peronismo- es la sumatoria de ciencia, arte y magia”. Esto es lo que pretende aportar Pichetto a Macri: en la ciencia está la ingeniería electoral posible, en el arte el armado de una campaña sólida con base peronista fuerte y la magia es todo aquello que dependerá de lo que logre impregnar Macri con el nuevo esquema de poder que le propone ofrecer a los argentinos.

Tras oficialización de fórmula Macri-Pichetto, primera encuesta mide su impacto

Tras la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente de Mauricio Macri para las elecciones, ya empiezan a aparecer los primeros datos.

Un estudio nacional de 500 casos de D’Alessio IROL – Berensztein fue realizado en modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio.

RESULTADOS:

Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.

 

A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.

Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.

En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.

 

Con respecto a la imagen del senador del PJ, comparada con mayo, se duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

 

“Muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ‘atrapa todos’, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ‘atrapa todos’ plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”, expresó Berensztein.

 

Publicado por Diario 26 el 15/06/19.

Mejoran las expectativas económicas e impactan en los números de Mauricio Macri

Lo muestran cuatro encuestas a las que accedió Clarín. Se revierte una tendencia negativa que llevaba más de un año. La duda: ¿le alcanzará para vencer a los K?

Hace poco más de un año, cuando ya habían bajado la espuma del triunfo electoral y los coletazos de la reforma previsional, las encuestas encendieron un alerta en el Gobierno: comenzaba una caída en las expectativas económicas. La gente que creía que en el futuro estaría peor empezaban a ser mayoría. Aquel quiebre estadístico fue el anticipo de una debacle generalizada en los sondeos para Mauricio Macri. El dólar, la inflación y la caída en la actividad empujaron al fondo la ponderación del Presidente y su gestión. Desde hace algunas semanas, distintas consultoras vienen alertando sobre un cambio: después de larguísimos meses, los optimistas vuelven a ganarles a los pesimistas, pese a que la economía se mantiene como la principal preocupación de los argentinos. Esto se tradujo en una mejora en la imagen y la intención de voto. Las dudas: ¿hasta cuándo seguirá esta relativa calma económica? ¿Alcanzará para vencer a los K?

Una de las primeras encuestadoras en advertir la novedad fue Opinaia, una firma que hace estudios de mercado y políticos y se destacó de arranque por hacer mediciones online. En su encuesta nacional de fines de mayo, que Clarín adelantó en exclusiva, se veía el cruce de las líneas roja y verde. “¿Sobre el futuro de la economía del país, qué opina?”, le preguntaron a 3.500 personas de todo el país. Con el 35% ganó el “mejorará”, contra 33% de “empeorará” y 32% de “se mantendrá igual”. Desde marzo de 2018 siempre habían ganado los pesimistas.

 

Para Juan Mayol, director de Opinaia, ese cambio en las expectativas, es el “dato clave” del estudio. También remarca que “crece de un piso bajo la evaluación positiva de gestión del Gobierno. Y se recupera la imagen de Macri: pasa de 34% positiva en abril a 40% en mayo”. Esto se refleja también en la intención de voto: es una de las consultoras que, proyectando indecisos, lo da al Presidente arriba de los Fernández: 51% a 49%. Para PASO y primera vuelta lo mantiene abajo por cinco puntos (32% a 37%).

Un recorrido similar tiene el último sondeo de Synopsis, también adelantado por este diario. Es uno de los que refleja, como pocos, la profundización de la grieta. El voto “espanto”. Cuando le preguntaron a la 2.254 personas a nivel nacional, “¿cuál de estos candidatos usted no quisiera que gane la elección?”, un 46,5% dijo “Macri”…y exactamente el mismo porcentaje respondió “Alberto Fernández -Cristina”.

En la medición de Synopsis, cuando se planteaba la pregunta “¿cómo cree usted que será la situación económica del país dentro de un año?”, noviembre de 2017 había sido el último mes en el que los que respondían “mejor” habían superado a los que optaban por “peor” o “igual”. En junio de este año volvió a ocurrir: un 33,7% se mostró optimista contra un 28,1% pesimista. Los que no vislumbran cambios sumaron en 25,5%.

Pese a esta mayor esperanza, las preocupaciones económicas dominan la encuesta como principales problemas del país: en este caso, entre “inflación” (37,7%) y “desempleo” (23,9%), superan los 61 puntos.

Synopsis coincide también con Opinaia en el trazo grueso de la foto electoral actual. Macri debajo de los Fernández en una PASO y primera vuelta (39 a 34, aproximadamente), pero arriba por muy poco en un balotaje (50,7% a 49,3%) cuando se proyectan los indecisos.

Otro sondeo que refleja el cambio de humor social es el de D’Alessio IROL – Berensztein. Es una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda, una suerte de desprendimiento de Poliarquía (Sergio Berensztein era uno de sus directores).

Como Synopsis, fines de 2017 había marcado un quiebre, entre los que creían que la economía estaría “mejor”. Desde entonces fueron minoría, hasta la última medición, con 1.054 casos en todo el país relevados durante mayo. Los optimistas subieron al 48% contra 40% de pesimistas.

En este caso, no hay números electorales, pero sí de imagen. Y, aún con balance en rojo, Macri repunta: su ponderación positiva sube 6 puntos en un mes (de 31 a 37) y la negativa baja en igual proporción (de 62 a 56). Respecto a la gestión, de abril a mayo la positiva pasó de 24 a 31 y la negativa bajó de 74 a 67.

También el estudio que hace Management & Fit para Clarín (llamado “Indice de Optimismo”) trajo una suba en las expectativas económicas: subieron 3,1 puntos en una semana, para llegar a 34,7%.

En el Gobierno aseguran percibir una tendencia similar, que coincide con la estabilidad del dólar en torno a los 46 pesos y la baja de la inflación (4,7% en marzo, 3,4% en abril y se espera un descenso en la cifra oficial de mayo). Pero agregan otros datos.

“La imagen de Mauricio no mejora solamente por el cambio de expectativas económicas. La aparición de Cristina y el acelere del ‘modo elecciones’ hace que la gente empiece a contrastar valores, situaciones y figuras, y eso nos hace crecer. Las obras inauguradas también aceleran ese cambio en el humor social”, asegura a Clarín una fuente de la Casa Rosada que sigue diariamente estos números.

En el Gobierno también coinciden a groso modo con que Macri corre de atrás en las encuestas electorales. Sobre todo para las PASO y la primera vuelta. Aunque advierten por los márgenes de error de los estudios y escenarios aún indefinidos. Se preguntan por ejemplo, qué terminará haciendo Sergio Massa.

 

Publicado por Clarín el 09/06/2019

Eduardo D’Alessio: “La reputación no puede ir más allá que el reflejo de la realidad”

La construcción del prestigio es una meta que las Pymes comienzan a buscar para la obtención de beneficios que permita su expansión. Eduardo D’Alessio, presidente de D’Alessio IROL, explica de qué se trata y como las Pymes pueden mejorarla.

Ganarse la confianza plena y convencida de la comunidad es el desafío que hoy se presenta entre las Pymes. Hallar la reputación adecuada puede ser un trampolín de beneficios que, a largo plazo, permita diferenciarse entre los competidores. Fortalecer aspectos como el cuidado al medio ambiente, el tratamiento del personal o la preocupación por los problemas sociales son claves que beneficiarán y fortalecerán la imagen de la empresa. Con el objetivo de conocer qué significa para las empresas, cómo pueden las pymes fortalecerlas y la actualidad en Argentina, Multitaskersconversó con Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora D’Alessio IROL, con más de 30 años de trayectoria profesional en el tema.

¿Qué tan importante es la reputación corporativa?

El concepto de reputación fue instalándose en el vocabulario empresario, partiendo de los países avanzados, en donde la mayor parte de las compañías cotizan en el mercado bursátil. Allí se descubrió hace tiempo que la cotización de las empresas, elemento fundamental de evaluación del management, depende de factores que exceden lo que arrojen los estados contables. O sea, la reputación influye en las perspectivas económicas de una firma, en tanto el público se inclina a adquirir acciones de empresas que demuestren un buen comportamiento social.

¿Cómo se genera?

Influye el tratamiento que se da al propio personal, el cuidado del medio ambiente, el respeto por las comunidades donde se actúa y la sensibilidad hacia los problemas sociales son elementos que toman relevancia, especialmente entre los sectores más jóvenes de la población.

¿Qué beneficios trae?

Los beneficios de cuidar la actuación en estos aspectos incluyen ahorros económicos (gracias a la mejora de los procesos y la buena relación con la cadena de valor), mayor cantidad de ventas gracias a una apreciación positiva por parte de los consumidores y una atenuación del daño ante una potencial crisis. Hay que saber que muchos años de buen manejo de la reputación pueden verse derrumbados en un solo día por una contingencia (accidente laboral, conflicto sindical, fallas en productos, etc.). La rápida reacción para subsanar los problemas y su inmediata incidencia minimizan, y muchas veces neutralizan, el daño. Por eso las empresas trabajan preventivamente, generando un comité de crisis que prevé los potenciales incidentes, para tener previstas rápidas soluciones que permitan arribar a una situación reparadora -si no superadora- de lo acontecido.

¿De qué manera una pyme puede fortalecer su reputación?

La reputación no puede ir más allá que el reflejo de la realidad. Entonces, para que una pyme tenga buena reputación tiene que observar los mismos elementos con empresa grande, esto es, productos de calidad, buen servicio de posventa, excelente tratamiento de su capital humano, remuneraciones acordes con el mercado y cuidado del medio ambiente y de la comunidad a la cual pertenece. Pero además de ser correctos, los empresarios deben demostrarlo, para lo cual es importante que publiciten las actividades que desarrollan y muestren los logros concretos de su compañía. La comunicación vacía no sirve, porque en la actualidad las mentiras quedan rápidamente expuestas. Pero tampoco es útil actuar sin que nadie se entere. El apego a la verdad es indispensable por cuanto nadie puede ir más allá que la opinión que vierten sus propios empleados. Por eso, se debe mantener la coherencia en todas las acciones. Se deben generar programas con una meta clara y que involucren a todos los sectores de la compañía. Y cuando las acciones definidas se llevan a cabo, hay que comunicarlas efectivamente.

¿Qué incidencia tiene las redes sociales y los comentarios de los usuarios en la reputación?

Las redes sociales han abierto una ventana de democratización, cuyos resultados finales no podemos predecir hasta donde llegarán. Hay empresas que aún se preguntan si deben o no estar presentes en las redes sociales. La respuesta es que ya están en las redes, les guste o no. Ya están porque sus empleados, sus vecinos, sus clientes y hasta sus competidores se encuentran opinando sobre ellas, independientemente de si tienen o no una fan page. Hoy ya no hay dudas del impacto de las redes.

Las empresas tienen una mala imagen ¿Cómo incide esto en la reputación corporativa?

Es probable que el empresario tenga problemas de imagen como institución dentro de la sociedad argentina, más que las empresas propiamente dichas. Este es un fenómeno cultural que llevará mucho tiempo corregir, a partir de hacer las cosas bien y mostrar a la comunidad que las empresas dan trabajo, generan crecimiento ofrecen excelentes productos a precios razonables.

¿Qué rubros se destacan en Argentina por su buena reputación? ¿Por qué?

Hay en particular rubros profesionales que son muy valorados por la sociedad, como los educadores o los médicos. Los mismos contagian su buena reputación a las instituciones que los albergan, así los establecimientos educativos privados en todos sus niveles y las instituciones médicas de prestaciones de primer nivel se encuentran entre las firmas de alta reputación. También se destacan las empresas de consumo masivo, que han demostrado constancia y presencia en cada uno de los factores que ya hemos mencionado.

Qué daña más a una reputación ¿una denuncia de corrupción o quejas reiteradas de los usuarios?

Es una pregunta de difícil respuesta ya que ambos factores generan daños, pero sobre distintos flancos de la compañía. En firmas que son proveedoras del Estado o de grandes empresas, las denuncias de corrupción impactan más fuertemente que en las de consumo. Las quejas reiteradas de los usuarios van produciendo daño con el tiempo y generan dificultades, pero todavía no existe un análisis de largo plazo en profundidad sobre este particular. Las empresas de servicio son naturalmente la que más se encuentran expuestas, en general en todo el mundo, a la queja reiterada de sus usuarios.

Macri mantiene buenos niveles de popularidad

Pese a la recesión, el Presidente mantiene índices elevados. Sin embargo, Vidal lo supera.

La inseguridad se consolida como la principal preocupación. La mayoría señala que la situación económica es crítica, pero persiste un optimismo moderado Vidal se mantiene al tope en las encuestas La inseguridad se consolida al frente de las preocupaciones de los argentinos, en general, y de los bonaerenses en particular, según buena parte de las encuestas de opinión que se dieron a conocer en las últimas horas.

Esos sondeos, además, reafirman la buena performance de la gobernadora María Eugenia Vidal y los sobresaltos del presidente Mauricio Macri, que distribuye consideraciones positivas y negativas de manera reñida.

Según la encuesta de González y Valladares, la evaluación de la gestión de Mauricio Macri resulta buena para el 41,2% de los consultados y negativa para el 38,3. No obstante, mientras la situaciónactualdelpaís es considerada extendidamente adversa (sólo el 9,3% la observa buena y un rotundo 60,41a ve mal), persiste el optimismo. Las expectativas para el año próximo son benevolentes en el 48,7%; el 29,3 estima que la situación será peor; y el 18,3, que será igual. La encuesta de González y Valladares se realizó entre 600 casos, en la provincia de Buenos Aires, los días 24 y 25 de octubre de 2016.

Para el estudio de Dicen, el 39,2% aprueba la gestión del Gobierno Nacional; superada por la desaprobación, que recibe 45. En la desagregación por regiones, se observa un mayor nivel de rechazo en el Area Metropolitana de Buenos Aires, donde llega al 55,21 puntos por encima del nivel de aceptación. En el interior del país, la evaluación suele ser más benevolente. La aprobación llega al 42 y la desaprobación al 40. El informe de Dicen se realizó entre 1012 casos efectivos, los días 26 y 27 de octubre.

En la encuesta de Raúl Aragón & Asociados, la imagen de Macri es muy buena en el 9,7% de los casos; buena en el 41,5; mala en el 23,1; y muy mala en el 19,7. En cuanto a su gestión, las consideraciones a favor y en contra están muy reñidas: el 45,8% la aprueba, mientras que el 46,4 le baja el pulgar. En este caso, se encuestaron 1997 ciudadanos bonaerenses, entre el 21 al 27 de octubre de 2016.

La imagen positiva del presidente Macri descendió 16% desde diciembre pasado según la secuencia de estudios de Analía del Franco Consultores. El dato relevante, en ese sentido, es que, desde agosto a la fecha, esa performance aumentó 4 puntos. Jimio, julio y agosto fue el trimestre más complicado para el Presidente. Y el grupo etario de 30 a 44 años, residentes en el Gran Buenos Aires, es el más crítico, según este informe.

D´Alessio IROL / Berensztein, en tanto, midieron el humor político de la sociedad, con resultados alentadores para el Gobierno, a pesar de las dificultades económicas. Por caso, se mantiene el porcentaje de los que creen que en 2017 van a estar mejor y crece el optimismo de aquellos que dicen estar mejor que hace un año. En tanto, si bien un porcentaje alto sostiene que está algo o mucho peor (62%), es menor el 58% considera que 2017 el país va a estar mejor, contra 39 más pesimista. Estos datos se desprenden de la medición de octubre del Tracking de Humor Social y Político. Vidal, en verde En cuanto a la política estrictamente bonaerense, las encuestas en cuestión confirman la buena performance de la gobernadora Vidal, creciente en los últimos meses. Según González y Valladares el 50,3 evalúa su gestión como buena; mientras que el 23 carga tintas negativas. Para la consultora Dicen, la imagen de la mandataria es muy buena para el 43,3% de los consultados; buena para el 16,9; regular para el 15,1; y muy mala para el 14,9. En el estudio de Raúl Aragón & Asociados, la consideración de su gobierno es muy buena en el 15,5% dé los casos; buena en el 50,l; mala en el 19,3 y muy mala en el 6,5.

Vidal, en ese sentido, sigue siendo la dirigente con mayor imagen positiva. Pero sin encontrar todavía referentes en quien pueda descansar una posible candidatura de Cambiemos en la provincia, con suerte a su favor. En la encuesta de Dicen está por encima de Cristina Fernández de Kirchner, que si bien tiene una consideración muy buena en el 32,3% de los casos (y buena en otros 11) tiene una imagen negativa alta (regular, 15; muy mala, 35,9). En esta misma encuesta, el presidente Macri cuenta con 28,6% de encuestados que consideran su imagen como muy buena; 23,6 como buena; 21,6 como regular; y 22,7 como muy mala. El dirigente del Frente Renovador, Sergio Massa, a su vez, acumula 17,6% de imagen muy buena; 34,6 de buena; 29,5 de regular; y 8 de muy mala. Mientras que el exgobernador Daniel Scioli retrocede, con un pico de 15,2 de muy buena; 27,9 de buena; 20,4 de regular; y24,5 de muy mala. Demandas En todas las encuestas, la inseguridad está en el primer lugar de las preocupaciones. Según el sondeo de González y Valladares, el 43,6% de los bonaerense lo coloca como el principal problema, seguido a bastante distancia por el desempleo y la falta de trabajo, con el 17,1; la inflación y la situación económica, con el 12,9;yla corrupción,conelll,4. En el relevamiento de Raúl Aragón & Asociados, está también bien alto, con el 55,2%; lejos de la desocupación, con el 11,4; la corrupción, con el 10,3; y la inflación, 9,8. Mientras que en el relevamiento de Analía del Franco Consultores hay una variante. La falta de trabajo está por encima en la primera mención que hacen los encuestados como problema principal, pero de manera reñida: 22,4 a 22,2. Más atrás figuran la corrupción con 19; la educación, 10,8. La inflación, en tanto, encabeza en las menciones acumuladas, más allá del orden, con 35,8%.

En el estudio de D´ Alessio IROL / Berensztein, en su informe nacional, la inflación y la inseguridad se mantienen como los problemas más relevantes. Con una modificación entre septiembre y octubre. En este último mes la inseguridad pasó al primer lugar, el aumento de precios se ubica en segundo lugar y disminuye la incidencia de los aumentos en tarifas.