Crece la aprobación de la gestión de gobierno de Macri en la provincia de Buenos Aires

En julio, se observa una mejora de 6 puntos porcentuales: el 35% de los bonaerenses aprueba lo realizado hasta el momento por el gobierno nacional, mientras que el 63% lo evalúa negativamente.

A dos semanas de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la situación en la provincia de Buenos Aires comienza a emparejarse paulatinamente, aunque sigue presentándose una situación compleja ya que la diferencia entre los principales contendientes, la gobernadora Vidal, por Juntos por el Cambio y el exministro kirchnerista Axel Kicillof, del Frente de Todos, es acotada.

Según el monitor del Humor Social y Político para la provincia de Buenos Aires, que realizamos mensualmente en forma conjunta con D’Alessio Irol, en julio se observa una mejora de 6 puntos porcentuales en la imagen de la gestión del gobierno nacional: el 35% de los bonaerenses aprueba lo realizado hasta el momento por el gobierno de Mauricio Macri, mientras que el 63% lo evalúa negativamente. En este incremento mucho tiene que ver la aprobación entre oficialistas, que alcanza su valor más alto de los últimos 15 meses: 66% de los que eligieron a Macri en el balotaje en 2015 piensan que la gestión es muy buena y buena contra el 35% que se encuentra desencantado.

En cambio, el gobierno no consigue revertir la opinión de quienes votaron por Scioli, entre quienes la disconformidad se sostiene: para el 94% la gestión es mala o muy mala. (Datos de la medición de julio de 2019 realizada en forma online a 398 encuestados, mayores de 18 años, con residencia en la provincia de Buenos Aires)

Respecto de la situación económica del país, la visión predominante indica que la economía ha empeorado en el último año para 7 de cada 10 bonaerenses. Pero continúa la tendencia descendente de los cuestionamientos sobre el presente económico, iniciada hace tres meses, alcanzando el valor más bajo desde mayo de 2018. La percepción sobre la economía continúa mejorando gracias a una mayor conformidad con la situación actual del electorado de Cambiemos, quienes se dividen al evaluar el presente económico y, también, luego de 15 meses las opiniones positivas al comparar el presente con el pasado son las que prevalecen por sobre las negativas. Por el contrario, se sostiene la crítica para 9 de cada 10 votantes de la oposición.

Al preguntarles acerca de cuáles son sus expectativas para el 2020, el optimismo, sostenido por la mitad de los bonaerenses, es superior al pesimismo: así el 50% cree que la situación económica estará mejor dentro de un año en tanto que el 39% opina que estará peor. Estos valores son récord desde el inicio de nuestra serie, en marzo de 2018, y por tercer mes consecutivo la posición optimista es la que prevalece. Entre los votantes de la coalición gobernante en el ballotage en 2015, este porcentaje se acrecienta al 78%, el más alto desde abril de 2018. Por el otro lado de la grieta, quienes optaron por el Frente para la Victoria, mantienen su visión poco alentadora: 60% piensa que estará peor dentro de un año, y si bien son mayoritariamente pesimistas, cerca de un cuarto presenta expectativas favorables hacia el futuro y un 16% prefiere no contestar.

Los temas económicos, con inflación (86%) e incertidumbre acerca del rumbo que tomará la economía (64%) como principales tópicos, son los que más preocupan en Buenos Aires. Sin embargo, se suaviza su intensidad en julio. La inseguridad (61%) se mantiene como el segundo problema de peso. Sostienen los reclamos de justicia por los hechos de corrupción del kirchnerismo (37%), existe temor a perder el trabajo (34%) y esperan una distribución de subsidios más razonable (32%). Los opositores hacen mayor énfasis en los problemas económicos. El segmento oficialista se muestra más preocupado por la inseguridad y por temas de tinte político como la corrupción del kirchnerismo, la entrega de subsidios, los piquetes y las elecciones de octubre.

Las principales figuras de Juntos por el Cambio mejoran su imagen en julio, y la gobernadora María Eugenia Vidal sigue liderando en ranking en la provincia con una imagen positiva de 49% y una negativa de 48%, lo que la convierte en la única con balance positivo de imagen. Un escalón debajo, la sigue Martín Lousteau, con 44% y Horacio Rodríguez Larreta, con 43%. Entre los candidatos de la oposición, se destacan Axel Kicillof, también con 43%, Alberto Fernández con 42%, ambos con una leve merma en el último mes, y Roberto Lavagna, con 41%, mostrando un ascenso de 4 puntos porcentuales.

También crece la imagen positiva del presidente Macri, pasando de 37% al 40% en esta medición. En cuanto a la candidata a la vicepresidencia por el Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, pierde aprobación en julio, cayendo 4 puntos porcentuales: su imagen positiva es de 36% en tanto que la negativa 60%. Dos puntos por debajo de la expresidenta se ubica Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula de Macri de Juntos por el Cambio. Espert, Urtubey y Massa no consiguen mejorar su imagen, ubicándose lejos de los otros candidatos. Si analizamos la imagen positiva según el voto en el balotaje en 2015, el 85% del electorado de Cambiemos prefiere a Vidal sobre el resto. En segundo lugar, ubican a Macri con 75% y a Rodríguez Larreta, 73%. Los votantes de la oposición destacan a Kicillof con 78% y a Fernández, con 75%, por encima de Cristina, que igual obtiene una alta valoración: 67%. Lavagna puede convencer a ambos segmentos, aunque más a los que se inclinaron por el Frente para la Victoria en 2015 (46%) que los que lo hicieron por Cambiemos (36%). Mientras que Espert y Urtubey son más aceptados por oficialistas, con 28% y 39%, respectivamente.

Históricamente, la elección en la provincia de Buenos Aires concentra la atención no sólo de los bonaerenses sino de toda la Argentina por la magnitud y la importancia política y simbólica que tiene este distrito, que representa casi el 37% del padrón electoral que, respecto de 2017, sumó 272.653 nuevos votantes. El candidato a presidente que gane en este distrito tendrá altas chances de convertirse en el gobernante de la nación. En la mayoría de las elecciones desde el retorno de la democracia, el partido que gobernó la provincia de Buenos Aires es el que también ha ocupado la presidencia. En las elecciones de 2015, el triunfo de la actual gobernadora María Eugenia Vidal por sobre el candidato kirchnerista Aníbal Fernández fue determinante para la consolidación de la victoria de Mauricio Macri a nivel nacional, donde la actual gobernadora obtuvo unos 466 mil votos más que Macri, que denota un corte de boleta alto. ¿Podrá repetirlo este año, dado que los distritos que más electores sumaron (La Matanza, con el 28%, Florencio Varela y Moreno, ambas con el 5%) son donde el macrismo tiene peor desempeño? La batalla promete ser pareja entre Vidal y Kicillof y como no hay balotaje, un solo voto puede facilitarle o complicar las aspiraciones de reelección de Mauricio Macri.

 

Publicado por TN el 29/07/19

Cinco datos que hay que saber antes de que abra el mercado

ntre las novedades más importantes se destaca un nuevo relevamiento que marca una mejora de la imagen del presidente Macri, a días de las elecciones primarias. También las nuevas expectativas sobre las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, y los planes sobre el Brexit del primer ministro del Reino Unido, entre otros. Arranca la semana con nuevos temas tanto locales como del resto del mundo que habrá que conocer para estar preparados antes de que abra el mercado. Entre los datos más destacados que servirán de brújula se destaca un relevamiento que asegura que mejoró la imagen del presidente Mauricio Macri, a días de las elecciones primarias, también las nuevas expectativas sobre las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, y los planes sobre el Brexit del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, entre otros.
Por primera vez, China habló sobre las protestas de Hong Kong
El gobierno chino admitió hoy que hay “deficiencias” en la actuación del Ejecutivo de Carrie Lam en Hong Kong, ante las protestas multitudinarias contra la ley de extradición a la China continental, asegurando que a partir de ahora será más “inclusivo”, si bien insistió que los países occidentales están intentando usar Hong Kong para “socavar” al gigante asiático.
Los portavoces de la oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang y Xu Luying dieron hoy una conferencia de prensa. Es la primera vez que esté organismo reacciona a las protestas de Hong Kong, después de un fin de semana de demostraciones que ilustran el desafío de reprimir un movimiento de protesta sin líderes, impredecible y generalizado.
Casi tres meses después de que sus conversaciones comerciales se rompieran por despojo, los negociadores chinos y estadounidenses se reunieron nuevamente en Shanghai en los últimos días en medio de expectativas moderadas de avances en su guerra comercial de un año.
Está programado que se reinicien dos días de conversaciones después de una tregua incómoda alcanzada por los presidentes Donald Trump y Xi Jinping al margen de la cumbre del Grupo de los 20 en Osaka, Japón, el mes pasado. Sin embargo, las tensiones profundas permanecen, y los días recientes han traído señales mixtas de ambos lados, sin que ninguno muestre un impulso de compromiso.
Los planes sobre Brexit
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson formó un gabinete de guerra de seis ministros principales para planificar una salida antes del 31 de octubre, y el asesor principal Dominic Cummings dijo que el divorcio se producirá por “cualquier medio necesario”, según el Sunday Times.
Johnson está preparado para suspender el Parlamento o celebrar una elección para frustrar a los que se interpongan en su camino. “Ningún acuerdo es ahora una perspectiva muy real”, escribió Michael Gove en el periódico.
Advertencia al mundo
A medida que el mundo se hunde en una era de tasas de interés cada vez más bajas y un abismo de bonos de rendimiento negativo, la experiencia de Japón ofrece a los inversores un precedente invaluable.
Han pasado dos décadas desde que la nación fue pionera en tasas cero y más de seis años en el estímulo récord del jefe del banco central Haruhiko Kuroda. Los administradores de dinero que han sido testigos de todo esto brindan conocimientos únicos sobre estrategias para sobrevivir a un régimen de este tipo.
En el plano local, mejoró la imagen de Macri a días de las PASO
En los días previos a las elecciones primarias de las legislativas en las que el oficialismo obtuvo un fuerte aval de la ciudadanía. Así lo refleja la última entrega del Monitor del Humor Social, que D”Alessio Irol/Berensztein realizan de forma ininterrumpida desde hace tres años en exclusiva para El Cronista.
El relevamiento, que obtuvo este mes respuestas de 1124 adultos en todo el país, mostró que la calma cambiaria no solo contribuyó disminuir levemente la inflación, sino que también redujo las críticas entre los votantes del oficialismo sobre la actual situación económica y elevó las esperanzas de una mejora a futuro.
Según el estudio, pese a que la inflación sigue siendo la mayor preocupación de la sociedad, uno de cada dos encuestados que votaron a Macri en el ballottage de 2015 considera que en la actualidad la economía está mejor que hace un año (solo 5% de quienes habían optado por el FpV), y tres de cada cuatro supone que dentro de doce meses mostrará una evolución favorable (apenas 27% del FpV), lo que mantuvo la proyección positiva general en 52%, tres puntos más que los registrados en julio 2017.
Mercados del Mundo
Bolsas asiáticas
Parecía que las acciones asiáticas comenzaban la semana con una nota mixta al reanudarse las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China y se espera que la Reserva Federal entregue su primer recorte de tasas de interés en una década.
Los futuros apuntaban a modestas ganancias en Japón y Australia, mientras que los contratos de Hong Kong se redujeron. Los índices S&P 500 y Nasdaq Composite alcanzaron nuevos récords el viernes cuando las acciones tecnológicas se recuperaron.
Los bonos del Tesoro cambiaron poco y el dólar avanzó frente a sus principales pares después de que el asesor de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que Estados Unidos ha descartado planes para intervenir en los mercados de divisas
Bolsas de Europa
Los principales mercados europeos amanecían planos o con signo negativo, a pesar de los intentos de mantenerse sin pérdidas. Pocos minutos después del toque de campana el Cac 40 de Paris registraba descensos del -0,15%, seguido por el Dax alemán, que como el Eurostoxx 50 se mantenían prácticamente planos. En positivo, se giraban al alza el Ftse 100 de Londres, que repuntaba un 0,60% y el Ibex 35, con subidas del 0,20%.
Las débiles ganancias de la cervecera Heineken y la tensa espera de un recorte de los tipos de interés en Estados Unidos contrarrestaban la suba de las tasas de interés en London Stock Exchange por el posible acuerdo para la compra de la empresa de datos financieros Refinitiv.
La segunda cervecera más grande del mundo caía un 5,6% tras no alcanzar las estimaciones de beneficios del primer semestre, mientras que la aerolínea Ryanair comunicó una caída de los beneficios y advirtió sobre una bajada de las tarifas.
En tanto, las acciones de London Stock Exchange Group, el operador de la Bolsa de Londres, subían un 11% después de que anunciara que estaba negociando la compra de Refinitiv Holdings al fondo de inversión estadounidense Blackstone Group por u$s 27.000 millones, incluyendo deuda.

Publicado por El Cronista el 29/07/19

Según encuesta, crece la imagen positiva del Presidente Macri y de su gestión de gobierno

De acuerdo con el último monitoreo de D´Alessio Irol y Berensztein, esto se debe a la tranquilidad cambiaria de los últimos meses

Por segundo mes consecutivo, la imagen y la evaluación positiva del Presidente Mauricio Macri están en ascenso.

Según el último monitoreo de D´Alessio Irol y Berensztein, esto se debe en gran medida a las mejoras obtenidas en las expectativas económicas logradas por la tranquilidad cambiaria de los últimos meses.

El 32% de los consultados evalúa positivamente su administración, mientras que el 66% la reprueba.

Si se tiene en cuenta las edades, las críticas hacia la gestión de Macri disminuyen entre los mayores de 55 años, con el 51%, mientras que entre los más jóvenes ascienden al 82%.

En esta medición, la imagen positiva del Presidente Macri pasó de 37% a 39%, registrando el valor más alto desde septiembre del año pasado, y su imagen negativa se mantuvo en 56%.

Estos números lo colocan dos puntos por delante de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero también dos puntos debajo de su principal adversario, Alberto Fernández.

En el caso de la senadora, en junio recuperó dos puntos y obtuvo 37% de imagen positiva y 59% de negativa.

En cuanto a María Eugenia Vidal, si bien la imagen positiva de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires bajó tres puntos en comparación a la medición anterior, por lo que pasó de 51% a 48%, sigue al frente del ranking y es la única figura del oficialismo cuya imagen positiva es mayor a la negativa.

Al hacer un paneo de la imagen y posicionamiento de los principales candidatos,  Vidal está al frente con 48%, seguidos por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, con 42% cada uno.

Por detrás está Axel Kicillof y Alberto Fernández, con 41%. Le sigue el presidente Macri con 39% y Martín Lousteau, con 38%, quien tiene el mismo porcentaje que Roberto Lavagna. Al final está la expresidenta Cristina Fernández, con 37%.

Estos datos corresponden a la medición de junio realizada en forma online a 1.038 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

 

Publicado por iProfesional el 15/07/19.

Luego de su momento más crítico, mejora la imagen de la gestión de Macri

El 31% de los consultados aprueba su administración al frente de la Casa Rosada y en las últimas semanas recuperó siete puntos.

Según los datos del último Monitor Social y Político que realizamos mensualmente junto a D´Alessio- Irol, la gestión de gobierno del presidente Mauricio Macri, luego de haber alcanzado su etapa más crítica el mes pasado, parece haber detenido su caída: el 67% califica su administración como mala en tanto que el 31% la apruebarecuperando 7 puntos porcentuales contra el 74% y 24% obtenidos en la anterior medición, respectivamente.

Y en esta recuperación mucho tuvo que ver la visión entre sus simpatizantes: el 56% de los electores de Cambiemos en el balotaje de 2015 apoya la gestión del presidente Macri contra el 41% que la reprueba. Por el contrario, el rechazo asciende al 93% entre los votantes del Frente para la Victoria.

Si analizamos la gestión de Cambiemos teniendo en cuenta la edad de los consultados, las críticas merman entre los mayores de 55 años, con el 56%, en tanto que en los demás tramos etarios se mantienen alrededor del 74%. (Datos correspondientes a la medición de mayo realizada en forma online a 1.054 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país).

Luego de alcanzar en el anterior sondeo valores récords de disconformidad para ambos lados de la grieta desde que iniciamos las mediciones de nuestro monitor en julio de 2016, el balance entre aprobación y desaprobación de la gestión de gobierno vuelve a ser positivo entre electores de Cambiemos, regresando a valores similares a los de agosto del año pasado. En cambio, entre opositores se observa un rechazo de lo hecho hasta el momento por la gestión Macri del 93%, cifra que persiste desde julio de 2018.

La Argentina está muy condicionada por la crisis económica y a pesar de que hay algunos indicios de que “lo peor ya pasó”, la realidad es que la situación económica sigue siendo angustiante para la enorme mayoría de los argentinos. A pesar del descenso de 8 puntos porcentuales respecto de la medición de abril, todavía 8 de cada 10 consultados considera que se está peor que el año pasadocontra el 16% que opina que la economía del país está mejor.

Entre los electores de Cambiemos en el balotaje en 2015 la visión es un poco más alentadora: los que expresan que la economía está mejor que hace un año atrás alcanza al 28%. En cambio, entre los opositores el pesimismo reina: apenas un escueto 4% confiesa que está mejor que en 2018.

Sin embargo, un dato sobresaliente de este monitor es el retorno del optimismo, donde las expectativas económicas a futuro volvieron a ser favorables, hecho que no se daba desde noviembre de 2017: el 48% cree que la economía del país estará mejor dentro de un año, contra el 40% que opina que estará peor.Este optimismo es sostenido principalmente por electores de Cambiemos: el 69% considera que estará mucho mejor o mejor el año entrante. Aunque el 57% de los votantes al FPV en el balotaje en 2015opinan lo contrario, también se observa un marcado descenso de casi 20 puntos en la visión negativa hacia el futuro en el grupo de electores de la oposición, quizás debido a la esperanza que sientan por un cambio de gobierno con cual se sientan más identificados.

No obstante, para el 44% de los consultados el gobierno no puede garantizar la estabilidad del dólar hasta las elecciones, mientras que el 31% confía en que sí puede lograrlo y un 25% todavía tiene sus dudas. El 53% del segmento de votantes oficialistas se muestra más tranquilo en torno a este punto; mientras que el 70% de los opositores imaginan inestabilidad cambiaria. Además, el 64% supone que la subida del dólar acompañará o superará a la inflación, pero a mayor cercanía con el Gobierno crece la confianza en que el alza de la divisa no supere al aumento general de precios.

Consecuentemente, una vez más los temas vinculados a la economía siguen siendo los que predominan entre las preocupaciones de los argentinos: la obsesión por la inflación y la incertidumbre sobre el rumbo económico se encuentran entre los principales problemas que nos desvelan. Para el 92% de los consultados, a ambos lados de la grieta, la inflación lidera el podio, seguida por la falta de certeza respecto del rumbo de la economía del país, con el 75%, aunque pareciera tener mayor peso entre los opositores (83%) que entre los partidarios de Cambiemos (67%). En tercer lugar, cerrando el podio, aparece los temas vinculados a la inseguridad y delincuencia con el 59%, preocupación que crece al 67% entre oficialistas. En cuarto lugar, con 46%, las menciones a no ver propuestas realizables para mejorar el crecimiento económico, seguida por el persistente reclamo por la corrupción del gobierno anterior, con énfasis entre los partidarios de Cambiemos. Le siguen la dificultad para pagar tarjetas y créditos y el temor a perder el trabajo, con 38% y 36%, respectivamente, ambas con mayor fuerza entre votantes al FPV en el balotaje en 2015. A un 35% le preocupa la entrega indiscriminada de subsidios, reclamo sostenido por el 55% de electores oficialistas. Sigue la inquietud acerca de la posible corrupción del actual gobierno, con el 33%, preocupación que alcanza al 49% de los opositores. Finalmente aparecen quién resultará vencedor en octubre, con el 32% y la falta de control de los piquetes, con 27%, inquietudes que tienen mayor peso entre oficialistas: 44% (contra 18% entre opositores) y 46% (contra 7% entre opositores), respectivamente.

Al analizar qué es lo que más preocupa a los argentinos por edad, vemos que la inflación y no ver propuestas realizables para lograr el crecimiento económico, atraviesan de manera similar a todos los encuestados por igual, sin distinción por tramo etario. Sin embargo, las diferencias aparecen en torno a la inseguridad y a cuestiones de tinte político, como la corrupción, la entrega indiscriminada de subsidios, que se afectarían más a los mayores de 55 años. También se observan distinciones respecto del temor a perder el trabajo, que afectarían más a los segmentos de hasta 55 años y de las dificultades para afrontar los pagos de créditos y tarjetas, a los comprendidos entre los 35 y 54 años. Por último, a los más jóvenes les inquieta la falta de crédito para comprar una vivienda.

Dentro de pocos meses los argentinos deberemos definir quien nos gobierne por los próximos cuatro años. Nos encontramos en un contexto de (mal) humor social y también político electoral en el cual la economía se ha vuelto una obsesión. Para ser competitivo, el gobierno deberá sobreponerse a la cuestión económica y trabajar mucho para que ésta no repercuta en las chances de reelección del presidente Macri. Veremos si lo logra.

 

Publicado por TN el 22/06/2019.

Primera encuesta: miden el impacto de Miguel Angel Pichetto en la fórmula con Mauricio Macri

Es un sondeo nacional de D”Alessio IROL – Berensztein. ¿Se fortalece o debilita el voto oficialista? ¿Qué pasa con la imagen del senador peronista?

Es una primera evaluación, en caliente, del segundo movimiento político que sacudió el tablero electoral. Después de la inédita nominación a presidente de Alberto Fernández que hizo Cristina Kirchner, la confirmación de la candidatura de Miguel Angel Pichetto a vicepresidente del oficialismo obligó a resetear las encuestas. O al menos a ajustarlas. Y ya empiezan a aparecer los primeros datos.
Clarín accedió a un estudio nacional de 500 casos de D”Alessio IROL – Berensztein. Es una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda, una suerte de desprendimiento de Poliarquía (Sergio Berensztein era uno de sus directores).
El relevamiento se hizo de modo online, entre martes (día del anuncio) y miércoles. La conclusión inicial es que hubo un impacto positivo para los ex Cambiemos, ahora Juntos por el Cambio. Principales resultados:
– Para el 48% de los electores de los consultados, Mauricio Macri tiene más probabilidades de ganar con esta fórmula.
– A un 16% le “aumenta las ganas de votar a Macri” con la inclusión de Pichetto, contra un 9% que le “disminuye”. Un 30% se mantiene “igual” y un 44% “de todas maneras no iba a votarlo”.
– Para un 56%, la presencia de Pichetto “garantiza la gobernabilidad en una eventual reelección de Macri”. Los que opinan en este sentido, se dividen en partes iguales: 28% respondió que “sí, seguramente” y un 28% que “sí, probablemente”. Con matices, el “no” sumó 39%.
– En términos de “competitividad de las fórmulas”, hubo casi empate entre la postulación de Pichetto y la de Alberto Fernández. En el primer caso, un 48% opinó que fue la “decisión más acertada” para intentar ganar, contra un 45% del segundo.
– Por último, acaso el dato más llamativo en términos porcentuales, se relaciona con la imagen del senador del PJ. Respecto a mayo, más que duplicó su ponderación positiva. Aunque sigue navegando por abajo: pasó de 16% a 36%. Se mantiene debajo de Cristina (37%), Alberto F. (40%) y Macri (43%). Sólo supera al devaluado Sergio Massa (14%).

Más allá de los términos numéricos, este es el análisis que hizo para Clarín el consultor Sergio Berensztein ( junto con nueve colegas ) días atrás sobre la nueva fórmula oficialista:
– “Toda la política argentina está moviéndose a posiciones pragmáticas. Lo que empezó Cristina designando Alberto lo complementa ahora Macri con Pichetto. Y así como para muchos kirchneristas duros la figura de Alberto no fue fácil de digerir, lo mismo ocurre ahora para los sectores más puros de Cambiemos, que tienen dificultades para admitir a un peronista en la ecuación”.
– “Lo interesante es que hay una especie de triunfo en algún sentido curioso de la tercera vía, que buscaba el fin de la grieta, el consenso y lo consiguió a expensas de su suerte electoral, porque finalmente las dos principales coaliciones se están encargando de generar una etapa pos grieta y eso es positivo”.
– “Adelanto algo: muy probablemente observemos por primera vez una nueva configuración del escenario político, que nunca tuvo esto con una coalición de centro izquierda y una de centro derecha. Siempre la Argentina teníamos dos partidos ”atrapa todos”, plurales ideológicamente, porque tanto el radicalismo como el peronismo tenían un sector más católico conservador, otro más liberal en términos culturales. En fin eran partidos ”atrapa todos” plurales, pero donde la derecha e izquierda no era una cuestión definitoria”.
– “Acá tenés una coalición rara, social cristiana y demócrata cristiana, que es la nueva coalición pos Cambiemos. Tenés a un Jesús Rodríguez miembro de la Internacional Socialista, sectores más típicos como si fuera Merkel, una gran coalición alemana por un lado. Y por otro lado tenés una cosa plural con el peronismo como eje, con sectores más radicalizados populistas con Cristina y sectores más moderados con Massa. Ahora, ¿son coaliciones estables? No lo sé. No sé que pasará después de la elección”.

 

Publicado por Clarín el 14/06/2019.

 

Los mercados viven una “primavera financiera” mientras esperan por el cierre de alianzas

En medio de una economía fría, el Merval se acercó al máximo histórico de febrero y el dólar se mantiene estable. Qué proyectan los analistas sobre el riesgo país.

La suba de acciones, la caída del riesgo país y la calma cambiaria del último mes y medio fueron conformando una suerte de “primaverita” financiera en pleno otoño y con una actividad económica todavía fría. Dos factores se alinearon para que eso sucediera: el contexto internacional pasó a ser un poco más favorable para el país y, además, el mercado empezó a ver que la reelección de Mauricio Macri es una posibilidad más cercana que hasta hace algunas semanas.

La recuperación económica se frenó en marzo y la actividad cayó 1,3% en la comparación mensual
Este lunes, el Merval subió 2,2% y trepó hasta los 36.452 puntos, el mayor nivel desde principios de febrero, cuando alcanzó un récord de 37.685 unidades.

Y el riesgo país anotó la quinta baja consecutiva, tras el pico de 1014 puntos que había alcanzado hace exactamente una semana. El último cierre fue de 934 puntos, todavía un nivel considerado muy alto por todos los analistas. La clave para entender por qué el riesgo país revirtió la tendencia después de su techo hay que buscarlas afuera.

Según explicó a TN.com.ar Martín Vauthier, director de EcoGo, “la baja del riesgo país de los últimos días hay que contextualizarla en que se partía de un nivel de 1000 puntos, vinculado a temas internacionales”. “Las tensiones entre Estados Unidos y China y México por los aranceles se descomprimieron un poco. Siguen siendo niveles muy altos y no lo veo vinculado al escenario político local”, consideró.

El dólar hoy: la divisa cerró a $46,12 y terminó estable en la semana previa a una fecha electoral clave
Más allá de las condiciones externas más amigables para los activos argentinos, el mercado también empieza a analizar escenarios políticos, escudriñar encuestas electorales y sacar conclusiones sobre lo que pueda suceder en las PASO y, más adelante, en las generales. Y, como consecuencia, comienzan a mover dinero.

Según cuentan experimentados operadores en la city porteña, los grandes inversores ven que, por un lado, las chances de que el presidente Macri pueda revalidar su mandato en las urnas creció en las últimas semanas. “Hoy en día ven posibilidades crecientes de una reelección porque el peronismo opositor no se termina de unir y el peronismo no kirchnerista está más cerca del oficialismo”, comentó un analista financiero.

Y hay algunas encuestas que dan la razón a quienes ven un repunte de la imagen y posibilidad de voto hacia Cambiemos. Un estudio de la consultora D’Alessio Irol/Berensztein mostró una reversión en la tendencia a la baja sobre la consideración de gestión del oficialismo.

El dato no es menor, pero la diferencia entre la imagen negativa y la positiva todavía es muy grande: 67% contra 31%, respectivamente. Además, el informe mostró que el 48% de los encuestados cree que la situación económica será mejor o mucho mejor en 2020, mientras que el 42% considera que será peor o mucho peor. Esa diferencia a favor de aquellos que son más optimistas no se registraba desde diciembre de 2017.

El calendario electoral no da respiro y este miércoles tendrá lugar la fecha tope en la cual todos los espacios políticos tendrán que definir su espectro de alianzas con el cual participarán de las PASO. Se espera, en este contexto, si habrá -o no- una concreción de coalición entre el PJ-Unidad Ciudadana y el Frente Renovador de Sergio Massa.

Para Juan Manuel Carnevale, especialista en mercado de capitales, una confirmación del acercamiento entre el kirchnerismo y el massismo puede llegar a interrumpir la racha positiva en las acciones del Merval, aunque no por mucho tiempo. “¿El mercado está apostando a Macri ganador? Sí. ¿Descuenta una renegociación de deuda? Sí. Veo una suba de acciones para los próximos días, eventualmente puede venir toma de ganancias el miércoles, tras el cierre de alianzas, pero la imagino como una baja cortita. Si las encuestas siguen dando que gana Macri, las acciones van a seguir subiendo”, concluyó.

Algunos analistas identifican a este clima de leve euforia financiera a un famoso mandato de los mercados que los inversores conocen bien: comprar con el rumor y vender con la noticia. Es decir, adelantarse y adquirir una posición por anticipado (a la victoria de Macri) y desprenderse cuando el hecho se consumó.

Ahora bien, para Carnevale, no necesariamente sea la única forma de ganar plata si Macri resultara reelecto. “La gente piensa que adelantarse a la noticia es bueno, pero si mañana llegara un presidente que le gustara al mercado, para los que tienen acciones hay posibilidades de que haya un amplio recorrido alcista”, apuntó.

Según Vauthier, esa mejora en la consideración del Poder Ejecutivo está ligada a varios elementos. “La estabilidad cambiaria y los créditos sin interés pueden estar ayudando a mejorar expectativas. No hay forma de que esto implique un plan expansivo para la economía pero puede haber mejorado la percepción. El precio del dólar es una referencia, y el hecho de que esté estable más de un mes termina ayudando a que mejore en las encuestas, en medio de una economía que no repunta”, concluyó.

 

Publicada por TN el 10/06/2019

Mejoran las expectativas económicas e impactan en los números de Mauricio Macri

Lo muestran cuatro encuestas a las que accedió Clarín. Se revierte una tendencia negativa que llevaba más de un año. La duda: ¿le alcanzará para vencer a los K?

Hace poco más de un año, cuando ya habían bajado la espuma del triunfo electoral y los coletazos de la reforma previsional, las encuestas encendieron un alerta en el Gobierno: comenzaba una caída en las expectativas económicas. La gente que creía que en el futuro estaría peor empezaban a ser mayoría. Aquel quiebre estadístico fue el anticipo de una debacle generalizada en los sondeos para Mauricio Macri. El dólar, la inflación y la caída en la actividad empujaron al fondo la ponderación del Presidente y su gestión. Desde hace algunas semanas, distintas consultoras vienen alertando sobre un cambio: después de larguísimos meses, los optimistas vuelven a ganarles a los pesimistas, pese a que la economía se mantiene como la principal preocupación de los argentinos. Esto se tradujo en una mejora en la imagen y la intención de voto. Las dudas: ¿hasta cuándo seguirá esta relativa calma económica? ¿Alcanzará para vencer a los K?

Una de las primeras encuestadoras en advertir la novedad fue Opinaia, una firma que hace estudios de mercado y políticos y se destacó de arranque por hacer mediciones online. En su encuesta nacional de fines de mayo, que Clarín adelantó en exclusiva, se veía el cruce de las líneas roja y verde. “¿Sobre el futuro de la economía del país, qué opina?”, le preguntaron a 3.500 personas de todo el país. Con el 35% ganó el “mejorará”, contra 33% de “empeorará” y 32% de “se mantendrá igual”. Desde marzo de 2018 siempre habían ganado los pesimistas.

 

Para Juan Mayol, director de Opinaia, ese cambio en las expectativas, es el “dato clave” del estudio. También remarca que “crece de un piso bajo la evaluación positiva de gestión del Gobierno. Y se recupera la imagen de Macri: pasa de 34% positiva en abril a 40% en mayo”. Esto se refleja también en la intención de voto: es una de las consultoras que, proyectando indecisos, lo da al Presidente arriba de los Fernández: 51% a 49%. Para PASO y primera vuelta lo mantiene abajo por cinco puntos (32% a 37%).

Un recorrido similar tiene el último sondeo de Synopsis, también adelantado por este diario. Es uno de los que refleja, como pocos, la profundización de la grieta. El voto “espanto”. Cuando le preguntaron a la 2.254 personas a nivel nacional, “¿cuál de estos candidatos usted no quisiera que gane la elección?”, un 46,5% dijo “Macri”…y exactamente el mismo porcentaje respondió “Alberto Fernández -Cristina”.

En la medición de Synopsis, cuando se planteaba la pregunta “¿cómo cree usted que será la situación económica del país dentro de un año?”, noviembre de 2017 había sido el último mes en el que los que respondían “mejor” habían superado a los que optaban por “peor” o “igual”. En junio de este año volvió a ocurrir: un 33,7% se mostró optimista contra un 28,1% pesimista. Los que no vislumbran cambios sumaron en 25,5%.

Pese a esta mayor esperanza, las preocupaciones económicas dominan la encuesta como principales problemas del país: en este caso, entre “inflación” (37,7%) y “desempleo” (23,9%), superan los 61 puntos.

Synopsis coincide también con Opinaia en el trazo grueso de la foto electoral actual. Macri debajo de los Fernández en una PASO y primera vuelta (39 a 34, aproximadamente), pero arriba por muy poco en un balotaje (50,7% a 49,3%) cuando se proyectan los indecisos.

Otro sondeo que refleja el cambio de humor social es el de D’Alessio IROL – Berensztein. Es una conjunción de dos firmas: la primera, una consultora con más de 30 años en el mercado, básicamente dedicada al marketing y los negocios; la segunda, una suerte de desprendimiento de Poliarquía (Sergio Berensztein era uno de sus directores).

Como Synopsis, fines de 2017 había marcado un quiebre, entre los que creían que la economía estaría “mejor”. Desde entonces fueron minoría, hasta la última medición, con 1.054 casos en todo el país relevados durante mayo. Los optimistas subieron al 48% contra 40% de pesimistas.

En este caso, no hay números electorales, pero sí de imagen. Y, aún con balance en rojo, Macri repunta: su ponderación positiva sube 6 puntos en un mes (de 31 a 37) y la negativa baja en igual proporción (de 62 a 56). Respecto a la gestión, de abril a mayo la positiva pasó de 24 a 31 y la negativa bajó de 74 a 67.

También el estudio que hace Management & Fit para Clarín (llamado “Indice de Optimismo”) trajo una suba en las expectativas económicas: subieron 3,1 puntos en una semana, para llegar a 34,7%.

En el Gobierno aseguran percibir una tendencia similar, que coincide con la estabilidad del dólar en torno a los 46 pesos y la baja de la inflación (4,7% en marzo, 3,4% en abril y se espera un descenso en la cifra oficial de mayo). Pero agregan otros datos.

“La imagen de Mauricio no mejora solamente por el cambio de expectativas económicas. La aparición de Cristina y el acelere del ‘modo elecciones’ hace que la gente empiece a contrastar valores, situaciones y figuras, y eso nos hace crecer. Las obras inauguradas también aceleran ese cambio en el humor social”, asegura a Clarín una fuente de la Casa Rosada que sigue diariamente estos números.

En el Gobierno también coinciden a groso modo con que Macri corre de atrás en las encuestas electorales. Sobre todo para las PASO y la primera vuelta. Aunque advierten por los márgenes de error de los estudios y escenarios aún indefinidos. Se preguntan por ejemplo, qué terminará haciendo Sergio Massa.

 

Publicado por Clarín el 09/06/2019

Un nuevo enfoque para resolver el problema de los piquetes

En sintonía con el proceso de reformas y acuerdos que ha puesto en marcha el Gobierno de Mauricio Macri, fundamentalmente en el plano económico, inicia la segunda etapa de su mandato con la necesidad de comenzar a resolver la situación de conflictividad persistente que se padece en las calles y las rutas del país. Este fenómeno de los cortes sistemáticos en la vía pública constituye una singularidad negativa de nuestro país, al dejar en evidencia de manera palmaria el fracaso del Estado en una de sus prerrogativas esenciales, como lo es garantizar el orden público y la libre circulación de sus ciudadanos. Y pone en entredicho la declamada intención gubernamental de mostrar que el país va hacia la normalidad.

Es cierto que, como ocurre con otras cuestiones estructurales que obstaculizan las posibilidades de desarrollo de nuestro país, la pretensión de que se puede resolver de manera simple y expeditiva un problema del nivel de complejidad de los piquetes no sería realista. La apuesta al gradualismo también aquí podría ser acertada. Pero es un hecho que, sobre todo a partir del claro triunfo electoral de medio término, ya no subsisten los principales condicionantes que pudieron haber desalentado una acción firme al respecto, fundamentalmente las dudas de gobernabilidad que pesaban sobre un gobierno no peronista.

Por el contrario, para un oficialismo que parece tener allanado el camino hacia un ciclo de varios años de gobierno, constituye un mandato dar señales convincentes de que puede llevar adelante una política razonable de orden público, aun pagando costos en el corto plazo ante una opinión pública tan proclive a fluctuar en sus posiciones. Justamente, la relevancia pública del problema en la actualidad se ve en parte reflejada desde la percepción ciudadana, como revela una encuesta reciente de D’Alessio y Berensztein que sostiene que una mayor firmeza ante los piquetes está entre los principales reclamos que se le hacen al Gobierno.

Pero son sobre todo las cifras las que acercan a una real dimensión de la magnitud de la problemática. El último informe de Diagnóstico Político muestra que si bien hubo una disminución en la cantidad total de cortes registrados en 2017 (5.221 casos) en relación con los cinco años precedentes, el que pasó fue el sexto año consecutivo en que se superó el número de cinco mil piquetes en la Argentina. Si se consideran los últimos 9 años, la cantidad total de cortes llega a la inconcebible cifra de casi 45 mil casos.

A su vez, los dos factores que en 2017 caracterizaron la dinámica de los piquetes fueron una mayor politización y un aumento de la violencia, lo que constituye un agravante por cuanto exterioriza síntomas claros de degradación institucional. La creciente politización es un proceso que se viene registrando desde el inicio del Gobierno de Cambiemos, y se explica en buena medida a partir de la actitud de organizaciones afines al kirchnerismo que, por razones obvias, hasta 2015 no fomentaban la protesta callejera. En este sentido, la realización de cortes de calle llevados a cabo por gremios estatales, organizaciones sociales y agrupaciones político-partidarias ha ganado participación y representa en torno al 70% del total, al tiempo que se redujo la cantidad de cortes espontáneos (mayormente vecinos autoconvocados, que representaron el 15% en 2017).

En lo referente a la violencia en las calles, esta se puso de manifiesto fuertemente en la segunda parte del año, sobre todo a partir de los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, que dieron lugar a múltiples manifestaciones, cortes y destrozos tanto en las provincias patagónicas como en Buenos Aires. Recientemente, ante el tratamiento de la reforma previsional en el Congreso, donde grupos radicalizados en connivencia con algunos sectores políticos llevaron a cabo incidentes de una gravedad inusitada.

Dos lógicas temporales para resolver la problemática

Ante este cuadro de situación, resulta claro que los piquetes representan desde hace tiempo una práctica extendida y naturalizada por distintos sectores de la población, e incluso por actores políticos que la promueven. Un reclamo sindical de empleados con altos salarios, una interna partidaria a dirimir, una protesta estudiantil o bien un corte de luz en barrios de clase media alta, se constituyeron todas en razones legítimas para cortar y transformar en caos las calles, lo que perjudica a otros ciudadanos. Se ha consolidado lo que puede denominarse una “cultura del piquete”, que evidentemente no es un fenómeno aislado, sino una manifestación más de la anomia argentina y de la ausencia del Estado.

Por lo tanto, resulta imprescindible abordar el problema desde esa complejidad, con una mirada integral. Esto, por un lado, implica atender las cuestiones y las falencias estructurales que resultan en factores detonantes de la conflictividad en las calles (pobreza, exclusión), para lo que son indispensables políticas de mediano y largo plazo, sobre todo en materia de educación y desarrollo económico, que paulatinamente vayan recomponiendo el tejido social. Es decir, reducir las condiciones objetivas que explican una parte del fenómeno.

En simultáneo, pero en lo inmediato, debe sistematizarse una política de acción preventiva y ordenadora de los conflictos en la vía pública. Esto supone la intervención de los gobiernos en sus distintos niveles según corresponda (nacional, provinciales) para dar la respuesta adecuada ante las disímiles situaciones y variadas formas que adoptan los cortes, bajo la premisa de que debe primar ante todo el respeto a la ley y el derecho de todo ciudadano a transitar libremente. Para ello será condición necesaria que las fuerzas de seguridad se desempeñen con criterio en el marco de sus protocolos de actuación, y que el Poder Judicial empiece a tener una participación responsable.

Un enfoque que armonice estas dos lógicas, del corto y del largo plazo, permitirá disminuir la conflictividad en las calles y comenzar a desarraigar la cultura piquetera. Y constituirá un paso ineludible para restaurar el Estado de derecho y reinsertar a la Argentina en las vías de un desarrollo posible.

El autor es politólogo, analista jefe en Diagnóstico Político.

 

Publicado en Infobae el 9/01/2018

Enamorado de su gradualismo

Muchos esperaban que este 2018 sin elecciones a la vista pudiera ser el año del ajuste. Probablemente aún lo sea para quienes analizan la realidad desde una óptica populista y piensan que cesantear a un solo empleado estatal es poco menos que un sacrilegio. Pero las más recientes señales del gobierno de Mauricio Macri, empezando por la `recalibración` de las metas de inflación, indican que el combate al populismo se dará al compás de la canción que hizo célebre el puertorriqueño Luis Fonsi. Esto es, despacito.
¿Qué ocurrió para que, de pronto, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quedara reducido a la altura de un ministro del Poder Ejecutivo y por debajo del jefe de Gabinete, Marcos Peña? ¿Qué obró para que todos olvidaran que, al inicio de su gestión presidencial, Macri se jactaba de que una de las principales contribuciones que podía hacerle a la economía era respetar la autonomía del Banco Central?
Dos factores explican el triunfo de la postura encabezada por Peña y el enamoramiento del gradualismo. El primero fue que imperó cierto temor a que una excesiva concentración en la lucha contra la inflación terminara impidiendo un mayor crecimiento económico. El segundo, la caída en la imagen presidencial y en las expectativas económicas de la opinión pública durante el último mes.
Distintas encuestas reflejan que los sectores medios de la sociedad, en particular, quienes mayoritariamente votaron a Cambiemos, han comenzado a exhibir malestar ante el devenir económico. El estudio de DAlessio Irol y Berensztein, concluido el 20 de diciembre entre 1.278 encuestados, da cuenta de que, por primera vez en la presidencia de Macri, es negativa la percepción social sobre el futuro económico. La gestión del Gobierno, que en noviembre era calificada como buena por el 53% y mala por el 42%, pasó a fines de 2017 a ser calificada como mala por el 54% y buena por el 45%.
El consuelo para el oficialismo es que no solo cayó la imagen positiva de Macri (del 53 al 44% en un mes). También se derrumbó la imagen de prácticamente toda la dirigencia. La oposición no logra rearmarse y el peronismo es percibido como una fuerza fragmentada, carente de liderazgo y sin poder de fuego.
Solo Cristina Fernández de Kirchner surge con un claro perfil en la oposición. Ella misma lo dejó trascender en sus últimas exposiciones, tanto en el Senado como ante dirigentes de su sector: hay que oponerse a todo lo que proponga el gobierno de Macri. `Para eso nos ha votado la gente`, aclara la expresidente. Su objetivo de mínima es debilitar a Macri de cara a su posible reelección en 2019; su objetivo de máxima, bastante improbable, es forzar su retiro anticipado del poder, como ocurrió con De la Rúa.
Mientras los dirigentes peronistas debaten qué perfil adoptar y el Gobierno intenta aislar al kirchnerismo, la mencionada encuesta ofrece otro dato interesante: el 40% dice que le gustaría ver un peronismo dialoguista en los próximos años; solo el 22% prefiere un peronismo combativo.

 

Publicado en Diario Castellanos, el 6/01/2018.

Finalmente, el gobierno de Macri terminó enamorado de su gradualismo

El pulso político por Fernando Laborda.

Muchos esperaban que este 2018 sin elecciones a la vista pudiera ser el año del ajuste. Probablemente aún lo sea para quienes analizan la realidad desde una óptica populista y piensan que cesantear a un solo empleado estatal es poco menos que un sacrilegio. Pero las más recientes señales del gobierno de Mauricio Macri, empezando por la `recalibración` de las metas de inflación, indican que el combate al populismo se dará al compás de la canción que hizo célebre el puertorriqueño Luis Fonsi. Esto es, despacito.

¿Qué ocurrió para que, de pronto, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, quedara reducido a la altura de un ministro del Poder Ejecutivo y por debajo del jefe de Gabinete, Marcos Peña? ¿Qué obró para que todos olvidaran que, al inicio de su gestión presidencial, Macri se jactaba de que una de las principales contribuciones que podía hacerle a la economía era respetar la autonomía del Banco Central?

Dos factores explican el triunfo de la postura encabezada por Peña y el enamoramiento del gradualismo. El primero fue que imperó cierto temor a que una excesiva concentración en la lucha contra la inflación terminara impidiendo un mayor crecimiento económico. El segundo, la caída en la imagen presidencial y en las expectativas económicas de la opinión pública durante el último mes.

Distintas encuestas reflejan que los sectores medios de la sociedad, en particular, quienes mayoritariamente votaron a Cambiemos, han comenzado a exhibir malestar ante el devenir económico. El estudio de D´Alessio Irol y Berensztein, concluido el 20 de diciembre entre 1278 encuestados, da cuenta de que, por primera vez en la presidencia de Macri, es negativa la percepción social sobre el futuro económico. La gestión del Gobierno, que en noviembre era calificada como buena por el 53% y mala por el 42%, pasó a fines de 2017 a ser calificada como mala por el 54% y buena por el 45%.

El consuelo para el oficialismo es que no solo cayó la imagen positiva de Macri (del 53 al 44% en un mes). También se derrumbó la imagen de prácticamente toda la dirigencia. La oposición no logra rearmarse y el peronismo es percibido como una fuerza fragmentada, carente de liderazgo y sin poder de fuego.

Solo Cristina Fernández de Kirchner surge con un claro perfil en la oposición. Ella misma lo dejó trascender en sus últimas exposiciones, tanto en el Senado como ante dirigentes de su sector: hay que oponerse a todo lo que proponga el gobierno de Macri. `Para eso nos ha votado la gente`, aclara la expresidenta. Su objetivo de mínima es debilitar a Macri de cara a su posible reelección en 2019; su objetivo de máxima, bastante improbable, es forzar su retiro anticipado del poder, como ocurrió con De la Rúa.

Mientras los dirigentes peronistas debaten qué perfil adoptar y el Gobierno intenta aislar al kirchnerismo, la mencionada encuesta ofrece otro dato interesante: el 40% dice que le gustaría ver un peronismo dialoguista en los próximos años; solo el 22% prefiere un peronismo combativo.

 

Publicado en La Nación 5/01/2018.