Pico de optimismo empresarial en IDEA

La encuesta del Coloquio mostró indicadores en niveles históricos

MAR DEL PLATA.- Hace un año, todavía en vísperas de las elecciones, el cambio de humor era notorio. “Cualquiera que gane significará un desahogo ante lo que se sufrió con el kirchnerismo puro”, decían a LA NACION.

Esta vez, las flechas de los indicadores de optimismo entre empresarios vuelven a apuntar hacia arriba, de tal manera que alcanzaron niveles récord en casi dos décadas.

La encuesta de medición de expectativas de ejecutivos difundida ayer en el 52° Coloquio de IDEA destaca que dos de cada tres de los consultados aprobaron el desempeño económico del inicio de la gestión de Mauricio Macri y que ocho de cada diez auguraron aún mejores condiciones para 2017.

La evaluación es positiva en casi todos los rubros vinculados con los negocios y hace notar fallas notorias sobre todo en cuestiones coyunturales.

El principal tirón de orejas es por las dificultades en la instrumentación de tarifas; casi a la par, los problemas oficiales de comunicación y, cerca, el repetido mecanismo de prueba yerror que permitió ajustes pero a costa de mellar la confianza en el Gobierno.

La tradicional medición del estudio D’Alessio Irol mostró un pulgar en alto en rubros sensibles como la inversión y el empleo. Confiados en la posibilidad de mejorar sus ventas, el 57% de los hombres de negocios admite que volcará ganancias a capital de producción y un 45% estima que incorporará mano de obra en los próximos doce meses.

“Más que en lo particular, los motivos pasan por el clima y la expectativa por los cambios macro que se están dando”, describió el economista Luis Secco, que admitió su sorpresa por los altos índices de la encuesta.

Con datos recabados entre 196 ejecutivos asociados a IDEA, la consultora puso a prueba la evaluación económica del último semestre y la proyección de expectativas para el siguiente. El 51% consideró que lo ya recorrido fue “moderadamente mejor” y un 14% “mucho mejor” a lo esperado, en tanto un 24% se repartió entre “peor” y “mucho peor”. Los indicadores y la brecha crecen al medir lo que viene: el 78% espera mejoras y sólo un 8% es pesimista.

La eliminación del cepo (elogiado como principal acierto), acuerdo con holdouts, mejoras económicas y reingreso al mundo son los argumentos de los que aprueban lo realizado. Los rechazos se sustentan en la retracción al consumo, la competencia de productos importados, la inflación, la suba de tarifas, el déficit fiscal y los despidos.

En esa balanza es que Eduardo D’Alessio valoró el peso de aprobaciones en valores inéditos. “La recuperación de expectativas es de 72% y es récord en 18 años de nuestras encuestas”, aseguró. El pico anterior había sido de 69% en 2003.

Es cierto que el optimismo que en la encuesta huele a euforia es una apuesta. Así ocurrió en la medición anterior, de junio, cuando la expectativa inicial había tocado 68% y cayó a 64% cuando se midió la satisfacción sobre lo sucedido entre ese mes y la medición presentada ayer.

A los ejecutivos se los sondeó sobre objetivos y perspectivas a 12 meses en cuatro rubros: ventas, inversión, exportaciones y empleo. En todos los casos -y en ese orden- el balance (diferencia entre optimismo y pesimismo) fue positivo. En el primero, 80% vislumbra mejoras y apenas 7% se prepara para algo peor. La mitad arriesga que crecerán sus chances de colocar producción en el exterior.

La mirada positiva hacia el futuro inmediato -quizás apuntalada por el dinero adicional que llegaría a los bolsillos de la gente con el bono de fin de año y la reducción en el impuesto a las ganancias en el aguinaldo- contrasta con algunos tropiezos que se advierten en estos últimos meses, sobre todo por la retracción en las ventas. El 44% de las empresas (en su mayoría industrias) reconoce que está operando con 50 a 70% de su capacidad. El 37% (en este caso con prevalencia del sector servicios) lo hace al 85% y apenas un 19% está al límite de sus máximas posibilidades.

Con mayor confianza que la plasmada en la medición de junio, más de la mitad de los encuestados confía en mejorar su rentabilidad y, en niveles comparables en lo inmediato a 2010, se eleva a 13 puntos el porcentaje de facturación anual que prevén destinar a inversión. “Sube la cantidad de empresas que invertirán y también el monto”, apuntó Secco.

En la rama soft, nuevos productos y capacitación son destino priorizado para inversiones en industrias; en tanto desarrollo de tecnologías y software pesan más en el sector de servicios. Incorporación de maquinaria está a la cabeza de la industria y equipamiento informático en servicios.

A los ejecutivos también se les pidió abrir el abanico más allá de sus negocios. Al tope volvieron a ubicar la educación. Pero esta vez se fortaleció la inquietud por la seguridad y la Justicia, en pleno repunte, además de la preocupación por la contención social y el narcotráfico.
Del editor: ¿qué significa? Sin negar los problemas actuales ni futuros, los empresarios siguen apostando a que el año próximo la economía logrará recuperarse.

 

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Siete de cada 10 empresarios aseguran que les irá mejor

Luis Ceriotto

“Hace 13 años que no se daba una estampida de optimismo como ahora”, gráfico ayer Eduardo D´Alessio, titular de la consultora D´Alessio IROL, tras revelar que siete de cada diez de los empresarios socios del Instituto de Desarrollo Empresario (IDEA) estiman que durante el segundo semestre del año les irá “moderadamente mejor” (49%) e incluso “mucho mejor” (21%).

La muestra abarca a una porción considerable del universo empresario, ya que los 182 dueños o directores de empresas asociados a IDEA que respondieron la encuesta provienen tanto de la industria como de los servicios. También aseguraron que habrá aumentos, entre moderados y “significativos”, en inversiones (65% de los encuestados), ventas (69%), empleo (50%) y exportaciones (41%). Los pronósticos pesimistas, esta vez, son franca minoría en exportaciones (9%), inversiones (11%), ventas (14%) y empleo (14%).

“Las expectativas de mayor creación de empleos están más volcadas a los servicios que a la industria, mientras que los planes de inversión vuelven a los niveles de cuatro años atrás, del orden del 13% sobre la facturación promedio de las compañía”, agregó D´Alessio durante una presentación en la nueva sede de IDEA, ubicada en el microcentro. “También notamos que las diferencias políticas se reflejan con nitidez en las respuestas económicas: aquellos que se dicen identificados con Cambiemos coinciden con los pronósticos optimistas, mientras que quienes votaron por Scioli o se identifican políticamente con el Frente para la Victoria suelen manejar expectativas negativas”.

Dante Sica, titular de la consultora Abeceb y ex secretario de Industria, acompañó la presentación, tal como ocurrió a fines del año pasado, durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. “Para nosotros las expectativas de una recuperación son recién a partir del cuarto trimestre del año. El tercer trimestre, que comienza este viernes, será el de la baja de la inflación. En junio, sólo en el ámbito de Capital Federal, a nosotros nos está dando una inflación de 1,8%. Y ya se están observando los indicios de lo que llamamos los brotes verdes en la actividad económica”, agregó. ¦ En septiembre Foro para impulsar nuevas inversiones Dow, IBM, General Electric, Siemens, Toyota y Coca Cola, son algunas de las grandes empresas que ya comprometieron su presencia en el próximo Foro de Inversión y Negocios de la Argentina (FINA), que se realizará en el Centro Cultural Kirchner, del 12 al 15 de septiembre. “Será una gran oportunidad para que los sectores público y privado analicen nuevas formas de asociación bajo un mismo objetivo: generar trabajo de calidad”, explicó Juan Procaccini, presidente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional.

Siete de cada 10 ejecutivos cree que la economía del segundo semestre será mejor

La medición de junio de la encuesta Expectativas de Ejecutivos realizada por D´Alessio IROL para IDEA reflejó un cambio positivo de percepciones.

Según la medición de la encuesta Expectativas de Ejecutivos realizada por la consultora D’Alessio IROL para IDEA reflejó que “se espera una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo“.

“Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia”, explicó el documento correspondiente a junio de 2016, el primero del año publicado por IDEA.infobae grafico

La encuesta detectó entre los hombres de negocios “cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores”.

Si bien “la capacidad disponible se ha ampliado por la retracción anterior de las ventas”, destaca que “aun así el 59% tiene más del 70% de capacidad empleada”.

“La inversión sobre ventas es del 13%, la más alta de los últimos años”

Una afirmación relevante fue que para siete de cada 10 ejecutivos consultados, la situación económica del segundo semestre del año será mejor. Puntualmente, un 21% consideró que será “mucho mejor” y un 49%, “moderadamente mejor”.

Entre otras conclusiones, “se destaca el requerimiento de la disminución del déficit fiscal, mejoras en la educación y reforma laboral”, indicó D’Alessio IROL, mientras que encontró “amplia coincidencia” en que “el blanqueo de capitales es tan necesario como injusto”.

Encuesta refleja más optimismo entre ejecutivos

Según se desprende del primer sondeo de expectativas de los ejecutivos de IDEA hubo un cambio positivo en junio. El sondeo realizado por la consultora DAlessio IROL destaca que “se espera una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo.

Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia”. “También cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores”. Otro resultado destacado es que “la capacidad disponible se ha ampliado por la retracción anterior de las ventas; aún así el 59% tiene más del 70% de capacidad empleada”. Refleja ademásunaamplica coincidencia sobre que el blanqueo de capitales es tan necesario como injusto.

A continuación los datos más relevantes de la encuesta.

• La inversión sobre ventas es del 13%, la más alta de los últimos años.

• Hay una ligera mejoría del primer semestre del año ya prevista en la medición anterior que fue confirmada durante esta encuesta.

• Para el próximo semestre se espera un mejoramiento más sostenido, respecto al anterior.

• El 70% de las empresas se ubica en el próximo semestre entre moderadamente mejor (49%) o mucho mejor (21%).

• En este contexto, las empresas de servicio plantean una visión más optimista que las de producción.

• Se evidencia una tendencia futura superadora respecto a los años anteriores. Hay que remontarse a 2002, cuando ocurrió un fuerte cambio de tendencia gubernamental, paraencontrar valores similares del índice como es el de la presente evaluación.

• El optimismo manifestado en el indicador sobre el futuro se refleja en las expectativas de inversión, ventasyespecialmente en el empleo.

• A diferencia de años anteriores, en donde el equilibrio entre aumento de empleo y disminución se mantuvo a lo largo de varias mediciones,se detecta un resultado positivo. El 50% de lasempresassugieren algún tipo de incremento en su planta de personal.

Los ejecutivos mantienen el optimismo para el segundo semestre

Ejecutivos de empresas locales mantienen su optimismo de cara al segundo semestre Financiamiento de largo plazo y baja de impuestos, principales demandas

La situación económica general, incluyendo ventas, inversión y empleo, mejorarán en el segundo semestre, según el 70% de las empresas consultadas en la encuesta de expectativas de ejecutivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).

Además, aunque en forma moderada, las exportaciones también toman esta tendencia, mientras el blanqueo de capitales es considerado “tan necesario como injusto”. “Se espera un próximo semestre con clara tendencia positiva” y se aclara que “el sector servicios evalúa mejor la situación actual y tiene mejores perspectivas para el próximo semestre”, indico el estudio presentado ayer.

En el sondeo, entre 182 ejecutivos socios de IDEA, también se pidió “seguir disminuyendo el déficit fiscal, bajar la presión tributaria, introducir mejoras en la educación y avanzar con una reforma laboral”.

En el sondeo realizado por la consultora D´Alessio IROL para IDEA se señaló como los cuatro principales temas para promover la inversión en lo que resta del año, el financiamiento de largo plazo, la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de reglas de juego y una política fiscal pro-inversión.

“Hay un cambio positivo de percepciones en la primera medición de Expectativas de Ejecutivos del 2016”, destacó el especialista Eduardo D´Alessio en la presentación.

El estudio arrojó que “prácticamente la mitad de las empresas consideran como factor predominante la reducción del déficit fiscal como forma de poder obtener un impacto significativo”. Además, señala que el 71% de los consultados considera que se debe incrementar la participación del presupuesto en educación, el 40% en educación pública y el 39% en seguridad.

En tanto, el 45% de los consultados considera que la reducción del déficit fiscal es uno de los factores “que tendría mayor impacto positivo en la economía”. El segundo sería el “estímulo a las PYMES y la simplificación burocrática”, el 38% cree que son las obras de infraestructura y el 31% considera que una reducción de gravámenes dinamizaría la actividad económica. La reducción del déficit fiscal es uno de los factores que tendría mayor impacto positivo El 71% dice que se debe incrementar el presupuesto en educación Empresarios esperanzados En porcentaje Mucho mejor 9 Servicios Moderadamente mejor Industria Igual Moderadamente peor Mucho peor

Fuente: D´Alessio IROL/IDEA BAE Negocios SIETE DE CADA DIEZ EJECUTIVOS LO CONSIDERAN INJUSTO El blanqueo de capitales despierta polémicas ¦ El blanqueo de capitales sigue generando polémicas entre los empresarios argentinos. Si bien el 89% de los consultados lo encuentra necesario, el 73% coincide en que es injusto hacia quienes han cumplido regularmente con todas sus obligaciones.

También se destaca que se verifica una “tendencia futura superadora de las expectativas respecto a los años anteriores”, mientras se aguarda una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo. Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia.

Incluso, el trabajo arroja la expectativa de una “cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores”. El estudio determinó que la inversión sobre las ventas es del 13%, la más alta de los últimos años.

Por último, para el 70% de los consultados la economía argentina funcionará entre moderadamente mejor y mucho mejor en el segundo semestre del año.

Expectativas de Ejecutivos IDEA – Junio 2016

Cambio positivo de percepciones en la primera medición de Expectativas de Ejecutivos del año 2016

  • Se espera una mejora de la situación económica general, así como en las ventas, la inversión y el empleo. Aunque en forma moderada, las exportaciones también tornan a esa tendencia.
  • Cierta recuperación de la rentabilidad perdida en los ejercicios anteriores.
  • La capacidad disponible se ha ampliado por la retracción anterior de las ventas. Aun así el 59% tiene más del 70% de capacidad empleada.
  • La inversión sobre ventas es del 13%, la más alta de los últimos años.
  • Se destaca el requerimiento de la disminución del déficit fiscal, mejoras en la educación y reforma laboral.
  • Amplia coincidencia: el blanqueo de capitales es tan necesario como injusto.

Descargá el informe completo acá:  Expectativas de Ejecutivos IDEA – Junio 2016  

PYMES, CUESTA ARRIBA

 Viejos desafíos en un nuevo escenario

Responsables del 70% del empleo, las pequeñas y medianas empresas enfrentan dificultades para financiarse y altas cargas impositivas; cómo ven las políticas de la gestión macrista Texto Lujan Scarpinelli | Ilustración Vicente Martí a marcha sobre el plano inclinado es ardua.
El viento de la inflación que eleva los costos achica la rentabilidad sigue soplando contra las pymes. La mochila impositiva vuelve el paso cada vez más pesado, y los consumidores, que trepan a la par, van perdiendo el aliento por el recorte de su poder adquisitivo. El 95% de las firmas en la Argentina son pequeñas y medianas empresas. Según datos de la Secretaría Pyme de la Nación (Sepyme), el 70% del empleo depende del sector: unas 600.000 firmas emplean a alrededor de 6,5 millones de trabajadores. Las cifras explican por qué el segmento se ha convertido en una pieza clave para reactivar la creación de empleo privado, estancado en los últimos cuatro años. El objetivo enfrenta un escenario cargado de contratiempos; algunos están relacionados con las complicaciones de la macroeconomía, y otros tantos son parte del propio repertorio de las pymes. Entre las preocupaciones más recientes entre los industriales, por caso, se inscribe la eliminación del sistema de declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAIS), impuestas durante el tórchnerismo y objetadas por la Organización Mundial del Comercio, que trababan el ingreso de productos foráneos al país. Aunque para muchos significó un alivio, buena parte del empresariado pyme encendió alarmas, atemorizado ante la posibilidad de una invasión de bienes importados que hasta el momento no ocurrió y que, según la palabra de los funcionarios, no ocurrirá. A esto se suman problemas de más larga data que saturan el aire en la atmósfera pyme. El financiamiento, la presión fiscal y el recorte de la rentabilidad -reclaman en las cámaras y en las compañíasrequieren atención urgente. No pronostican un año fácil. Pero aun cuando existen dudas hacia adelante, las expectativas mejoraron respecto del pasado ante la promesa oficial de previsibilidad y reglas claras. El diálogo con el Gobierno está abierto y la sensación en este período, que todavía se enuncia como de transición, es de tregua. El interés por preservar el empleo y traccionar el crecimiento mientras se encauza la economía es mutuo. Las pymes argentinas pertenecen en su mayoría al sector de servicios; en segundo lugar, al de comercio, y luego, al de la industria. En el mapa, los puntos geográficos de mayor concentración son la ciudad de Buenos Aires y el territorio bonaerense, aunque se cuentan de a miles de Norte a Sur, en todas las provincias. De esta enorme masa de firmas, sólo un puñado vende sus productos al exterior, realidad que, según Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes de la Nación, se propone cambiar. La baja participación de las empresas en las exportaciones, dicen en la Cámara de Exportadores (CERA), es consecuencia de la falta de competitividad y el desconocimiento de cómo insertarse en un mercado ajeno. Las “pimex”, en general, tienen como principal destino a América latina. La lista de pendientes imprescindibles para subir la cuesta -e incluso transitar exitosamente por caminos llanos- también abarca la profesionalización. En la Sepyme, dependiente del Ministerio de Producción, y en la academia, lo consideran un proceso ineludible para que las empresas puedan fijarse horizontes que trasciendan a sus fundadores.

Las pymes, con viejos desafíos en un nuevo escenario Posicionadas como un sector vital en el empleo, afrontan la escasez de créditos y la necesidad de la profesionalización Viene de tapa La agenda de la nueva gestión tiene tres prioridades: la formación de los recursos humanos en una nueva cultura relacionada con la economía del conocimiento; la innovación productiva, que consiste en la implementación de soluciones a problemas cotidianos con la colaboración de una red de consultores, y la asociatividad o colaboración regional y sectorial. “Estamos trabajando en un paquete de medidas para las pymes, codo a codo con las cámaras, la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, sobre la base de los reclamos que escuchamos. En general, coinciden en las cargas impositivas, administrativas y de financiamiento”, detalla Mayer. La idea de fondo, amplía, es “impulsar una mayor densidad empresarial y generar empleo genuino a partir de las pymes, incrementando su productividady competitividad a través de la mejora del marco regulatorio”. Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), esboza un diagnóstico: las pymes, dice, están en una situación tal de deterioro de su rentabilidad que “prácticamente no tienen resto para resistir otro año recesivo”. El control de la inflación demorará, y el traslado a precios, aseguran, es obligadamente moderado ante la baja del consumo. Aun desde ese punto de partida Hernán Etiennot, director de la célula Pyme de la IAE Business School, destaca cierto optimismo: “Se espera un año un poco mejor; hay expectativas entre un alto porcentaje de pymes de mejorar su performance. Habrá una coyuntura de inflación, pero con reglas un poco más claras -saber por ejemplo que los insumos no van a quedar en la Aduana-, las pymes estarán más tranquilas”. Pero los pequeños empresarios ambicionan soluciones a problemas que se han vuelto estructurales. Entre ellos, el tema recurrente del financiamiento, que se refleja en la estadística: sólo tres de cada diez pymes obtienen créditos en los bancos. En un intento de aliviar al sector, el Banco Central prorrogó en enero una disposición vigente desde 2012 que obliga a los bancos que tengan más de 1% de los depósitos privados del sistema a destinar a préstamos para inversión productiva un porcentaje que elevó de 7 a 14% de esos depósitos, aunque encareció su costo promedio, al llevarlo a 22% anual. El monto de la línea para minipymes fue estimado en $ 110.000 millones. Se trata de un aliciente útil, pero insuficiente, según reconocen desde el propio Gobierno. El problema viene de larga data, dice Cornide. “La mayoría de las pymes sigue sin acceder al crédito bancario, problema que lleva décadas y que el sistema financiero no supo resolver; las empresas se financian a tasas inviables.” Un alivio podría encontrarse al atacar otro de los puntos críticos. “Si el Gobierno avanza en una reducción de la presión fiscal -evalúa-, seguramente habrá más pymes que puedan acceder al crédito.” Ambas son metas en el plan de la Sepyme. Según ArielAguilar,queconducela Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero (CIMA), es una variable que influye en la competitividad. “Es fundamental tener tasas diferenciales para créditos y para el descuento de cheques. Descontar a 27% o tomar créditos para capital de trabajo con tasas mayores a 30% no ayuda a la competitividad pyme”, dice. En algunos rubros, la cadena de pagos se empieza a resentir y complica la situación financiera de las empresas. Alberto Sellara, presidente de la cámara del calzado, advierte que “los plazos de cobro se han extendido a más de 60 días y hay un porcentaje de devolución de cheques”. Más allá de los bancos, existen distintos instrumentos para la financiación de pymes en la Bolsa de Comercio, donde en 2015 más de 14.000 firmasobtuvieronUS$ 5000millonesa través de distintos vehículos: cheques de pago diferido, fideicomisos financieros y obligaciones negociables. Hay, además, un panel de acciones con tres pymes. La propuesta es una alternativa en crecimiento, aunque muchos todavía creen que la bolsa es para grandes y entendidos. Como el crédito, la carga impositiva están entre las grandes preocupaciones. Sumados, los tributos de las distintas jurisdicciones se comen una tajada importante del negocio. Los costos empresarios hablan de un récord histórico: en el conjunto de la economía, el peso de la carga se incrementó 100% entre 2002 y 2015, al pasar del 18,3% del PBI al 36,6%, precisa un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El impuesto alas ganancias y el IVA en el plano nacional, e Ingresos Brutos en el provincial, son los más significativos. Además, los empleadores destacan el impacto de las cargas sociales. “Esa presión nos quita competitividad”, señala Matías Furió, presidente de la cámara que agrupa a fabricantes de juguetes, un sector de extracto eminentemente pyme. Ante el ahogo, Aguilar pide una “reforma impositiva” que segmente las cargas teniendo en cuenta variables como la cantidad de empleos e inversión. En lo inmediato, dice, una rebaja en las cargas sociales podría ayudar al sector que se acerca a paritarias con baja de ventas y subas de precios de los insumos. Para Etiennot, “el costo de contratación laboral desarbitra al mercado”. Un mercado que no atraviesa un momento auspicioso. La Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo que releva los principales centros urbanos del país muestra caídas y estancamiento en la evolución del empleo desde 2012 en empresas de entre 10 y200 empleados. Además, el porcentaje de informalidad es alto. La estimación de trabajadores no registrados vade 30 a 50% en los peores diagnósticos. Sin embargo, comenta Etiennot, “las grandes empresas están ejerciendo presión a sus proveedores”, desarrollando los eslabones de su cadena de valor. Derogadas las DJAI, el Gobierno estableció el Sistema Integral de Monitoreo de Importación con licencias no automáticas. Se aplica, por caso, en el rubro textil, dice Jorge Sorabilia, presidente de la Fundación ProTejer. “La medida es un paso para preservar el trabajo, aunque es contradictoria la aprobación de DJAI durante un período, que si permite ingresar grandes stocks perjudicará a las empresas y por lo tanto al empleo”, explica Sorabilia, conciliador, pero con un signo de interrogación a futuro. Bajo control oficial, los productos de afuera llegarán al país. Habrá Barbies, Hot Weels y juguetes a control remoto mezclados con baldecitos nacionales, dice Furió: “Un 50% del mercado es importado. Con los supermercados mantuvimos un acuerdo para que en las góndolas haya 50% de productos locales. Creemos que este año crecerá 15% el empleo”. De igual modo, ingresarán zapatos importados. La condición para que no haya perjuicios, dijo Sellaro al Gobierno, es un límite de 20 millones de pares al año (los made in Argentina son 125 millones). El compromiso para 2017 es buscar clientes externos. La previsión oficial indica que 2016 será un año de tibio crecimientoy el consumo, según economistas, caerá por tercer año consecutivo. Mala noticia para las pymes abocadas al mercado interno: la mayoría. Las exportadoras son apenas 6000 pymes con alta rotación, detalla Ricardo Rozemberg, director del observatorio pyme de la Cámara de Exportadores. En los últimos años, la tendencia de las ventas fue en declive. “Las pymes, que venden de forma diferenciada y no se rigen por precios internacionales -analiza-, sufrieron más la pérdida de competitividad por el atraso del tipo de cambio.” La inflación, la baja previsibilidad y la escasez de crédito redujeron las oportunidades. Enumeradas las necesidades de las pymes, Etiennot agrega un condicionante sin el cual aun el mejor entorno es insuficiente: la profesionalización. Es decir, el proceso que permite “que las pymes sean empresas y no mueran cuando muere el dueño”.

La Nacion - 02

 

Un nuevo desafío

Cambio es la palabra de este año electoral. Para las más de 600.000 pequeñas y medianas compañías que hacen al grueso de la matriz empresarial argentina, cambio es el pan de cada día. Acostumbradas a tener que adaptarse a una de las coyunturas más demandantes del mundo, según una investigación realizada por The Economist, la PyME argentina es hoy una de los activos de la economía local. Así también lo graficaron los programas de los tres precandidatos presidenciales que acudieron al 51° Coloquio de IDEA, celebrado al cierre de esta edición en su ya tradicional sede de Mar del Plata. Todos remarcaron que, en un eventual gobierno propio, la PyME será uno de los principales frentes a activar para volver a insertar la economía argentina en el mundo. Razón no le falta: el sector es uno de los que más sufre el círculo vicioso que generó el intento fallido de regular la economía a través de controles al comercio exterior, restricción de acceso a las divisas y la pérdida de talento calificado. Sin embargo, al mismo tiempo, se trata de un segmento que hace de la resi-
liencia una marca registrada. La tradicional encuesta que realiza la consultoraD’Alessio IROL para Idea Pyme reveló que un 51 por ciento de las PyMEs consultadas tuvo resultados positivos en el primer semestre (en 2014, había sido un 48 por ciento). Un 45 por ciento de las compañías logró superar los resultados del año pasado. En lo que va de 2015, las PyMEs también lograron hacerse atractivas para los bancos. Aprovecharon los préstamos a tasa subsidiada del 18 por ciento anual vigentes para hacer inversiones de mediano y largo plazo. Mientras, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) se convierten más y más en una herramienta
de valor. El stock de financiamiento al sector crecerá en torno a un 30 por ciento en 2015 estiman los expertos. Parte de la razón radica en las proyecciones que hace un 30 por ciento de los empresarios, en cuanto espera una mejora de la situación económica hacia fin de año; en 2014, a esta altura, solo lo hacía un 24 por ciento. Una de las oportunidades radica en ampliar su inclusión en la cadena de valor de las grandes organizaciones. Solo el 25 por ciento de las pequeñas y medianas empresas pertenecen a la cadena de valor de una gran compañía, según revelan los datos de D’Alessio IROL. Otro potencial se presenta en el sector de servicios e innovación, donde la rentabilidad, siempre según los datos duros, anticipa incrementar su tendencia positiva.
En el lado B de las expectativas para el futuro inmediato, las PyMEs sitúan la presión impositiva, el nivel de inversión y el mantenimiento de la demanda interna en primer lugar. Mientras, el mercado coincide en que el próximo año marcará un antes y un después para la realidad PyME local. Es por eso que decidimos orientar el foco de este reporte anual de El Cronista en las herramientas que guían en este momento de cambio. La meta, la de siempre: aportar para encarar mejor lo que viene. Hasta el próximo número.

*Podés conocer la visión de los empresarios PyME en: http://goo.gl/qYStW1