El 70% espera un aumento en sus ventas en el próximo año

Según la última medición de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para IDEA, se instaló cierto optimismo entre los empresarios: el 55% evaluó positivamente el semestre y el 78% considera que la situación económica mejorará de aquí a seis meses. Además, el 70% espera crecimiento en sus ventas en el próximo año.

Los factores que consideran como “positivos” son la estabilidad cambiaria, la merma de la inflación, el equilibrio fiscal y la menor incertidumbre económica. Sin embargo, aún persisten factores negativos como la inflación (que se mantiene alta), la pérdida de fuentes de trabajo y la falta de reactivación económica.

Algunos elementos que abonan este panorama son las expectativas para el próximo año, en su mayoría positivas. En cuanto a las exportaciones, el 43% considera que aumentarán y 46% que se mantendrán iguales. Un escenario similar se plantea en términos de inversión: el 47% espera un aumento en los próximos 12 meses. El mejor panorama es el de las ventas, ya que un 70% espera un incremento.

Por último, el factor empleo es el que espera menor crecimiento. El 39% espera tomar personal en el próximo año y 45% no evalúa modificaciones en este área.

Hacia el final de la encuesta, se les consultó a los empresarios qué movimiento tendrá hasta las elecciones el dólar, la tasa de interés y el riesgo país. El 57% considera que la moneda estadounidense tendrá pequeñas oscilaciones; 40% cree que las tasas continuarán bajando y el 41% evalúa que no habrá grandes cambios en el riesgo país, más allá de algunos movimientos.

La mayoría de los empresarios (67%) coincidió en que el elemento más necesario para aumentar la competitividad del país es una reforma impositiva.

EXPECTATIVAS

Eduardo D’Alessio habló en Eco Medios sobre las expectativas que tiene la gente sobre la economía y sostuvo que “este semestre fue mejor aun de lo que preveían y eso marca dos cosas. Por un lado que la mejora va a seguir hasta fin de año, que va a haber estabilidad cambiaria y que habrá un proceso de reactivación”.

Explicó que “el segundo semestre del año pasado hizo caer significativamente las expectativas” y que ahora “es importante que haya una percepción de que está bajando la inflación”.

Sin embargo, especificó que “más allá del optimismo, con la tasa impositiva, se percibe que no puede haber crecimiento ni desarrollo. Este es un país muy poco competitivo”.

Publicado por El Día el 05/08/19

Más consumidores eligen las segundas marcas

Los clientes abandonan los productos líderes de cada categoría y se vuelcan hacia otras opciones más económicas. 14/07/2019 11:16 Los cambios en el consumo, producto de la caída de la actividad económica impactaron en todas las clases sociales. Frente a este panorama, los clientes abandonan los productos líderes de cada categoría y optan por segundas y terceras marcas.

La crisis económica está generando importantes modificaciones en los hábitos de consumo, entre las que se destaca el abandono de las “primeras marcas” hacia otras opciones más económicas, e incluso en ocasiones se llega al “abandono de la categoría”, es decir, suspender la compra de determinada línea de productos. Este fenómeno se verifica en mayor medida en rubros como indumentaria, juguetes, electrónica y muebles, pero también afecta al consumo masivo, que se compone de productos vinculados al uso cotidiano.

Según un estudio realizado por la consultora D’Alessio Irol y Berensztein, “9 de cada 10 hogares de clase media reemplazaron a las primeras marcas por otras alternativas de menor precio”.

Respecto a este fenómeno, Carlos María Beigbeder, presidente de la Cámara de Comercio de Posadas, indicó a PRIMERA EDICIÓN que ésta “es una cuestión netamente monetaria. A la gente no le alcanza el dinero y entonces termina buscando segundas marcas, en muchos casos no llenan más el carrito del supermercado sino que hacen compras diarias. Van cambiando la forma de gastar su dinero, lo dosifica mucho más. No hace una compra general, sino va haciendo compras más cortitas para poder ir distribuyendo el dinero de otra manera”.

A su vez, también destacó que “lo último que se deja de consumir es lo que uno come, pero así y todo hay un montón de gastos e inclusive lo que se lleva a la boca ha sido reemplazado. Antes todos los domingos se hacía asado, ahora un domingo sí y un domingo no, o se hace fideos, o pastas. Van achicando esa clase de consumo que son superfluos”.

Con el objetivo de suprimir lo que pueda generar mayor impacto en el presupuesto, las gaseosas son el primer producto en ser desplazado. Los consumidores consideran que pueden suplir lo que resulta más costoso por productos de estación. De este modo, la categoría gaseosa es la que más se descartó; un 71% ya no consume esta bebida como antes. El cambio de hábito se dio en todos los niveles sociales, más fuerte en las clases más bajas y aunque la clase media resiste al cambio, un 71% ya las reemplazó.
“Aquella familia que tomaba una gaseosa de primera marca, hoy lo hace con menos frecuencia y también eligen en muchos casos una segunda marca. Aquella que tomaba una gaseosa de segunda marca, hoy toma agua”, destacó Beigbeder.

Siguiendo esta línea, las categorías de alimentos que más cayeron están encabezadas por la carne: un 72% dejó de consumirla. Las carnes estarían siendo suplantadas por arroz (41%), fideos (40%), y pollo (36%). De este modo, las personas optan por consumir mayor cantidad de verduras (35%) y frutas (31%).
Frente a este panorama, las familias están armando una nueva planificación de sus gastos donde los “extras” están quedando afuera. Es así como fueron descartando el apoyo escolar para los chicos (48%), las actividades extracurriculares (33%), salidas al cine o teatro (32%), gimnasios (30%), comidas fuera de casa (30%) y viajes o vacaciones (28%).

“Una familia tipo que necesita más de 30 mil pesos para comprar o para mantenerse dentro de la canasta básica, en esa línea, busca ahorrar también en los costos. Primero deja algunas cuestiones superfluas y después empieza a buscar otras cosas”, destacó el presidente de la CCIP.

Con la caída de la demanda, antes de que el público abandone el hábito de consumo, las propias empresas líderes impulsan marcas más económicas. Respecto a esto, Beigbeder comentó que “las primeras marcas, las más tradicionales están pasando por una situación económica complicada, justamente por eso. Porque no le alcanza a la gente y entonces empieza a consumir segundas marcas, que es lo que viene ocurriendo en todo el país, no sólo en Misiones”, y agregó: “Hay muchas empresas que tienen segundas marcas y eso invita a poder abarcar ese segmento de consumidores que no pueden comprar primeras marcas. En algunos casos se nota la diferencia, pero en muchos otros es bastante similar la primera a la segunda marca”.

“ Está mutando el consumo porque no puede sostenerse como tal, en la medida en que lo veníamos haciendo. Hoy llenar un carrito de supermercado si lo haces una vez o dos veces a la semana son 2 mil o 3 mil pesos y hay gente que no puede destinar ese dinero. En muchos casos van a comprar a los mayoristas. Esa es una herramienta que se está utilizando mucho, en esos casos no es demasiado el ahorro, pero la gente tiene la idea de que comprar en el mayorista es mucho más barato, y en muchos casos no es así. En realidad no es tan barato”, concluyó.

 

Publicado por Primer Edición (Misiones) el 14/07/19.

El 52% de los argentinos piensa que la economía estará mejor dentro de un año

El último Monitor del Humor Social de D”Alessio IROL indica que continúa la tendencia positiva a futuro sobre las expectativas económicas. De acuerdo a los resultados, el 52% cree que la economía del país estará mejor dentro de un año, contra el 38% que opina que estará peor, valores que se acercan a los previos a las legislativas de 2017.

Este optimismo es sostenido principalmente por electores de Cambiemos, ya que el 71% considera que estará mucho mejor o mejor el año entrante, contra el 32% de aquellos que votaron a Scioli en el balotaje en 2015. Aún en el grupo de electores de la oposición se observa una merma en la visión negativa hacia al futuro económico de la Argentina, quizás debido a la esperanza que sientan por un cambio de gobierno con cual se sientan más identificados, pasando del 57% al 55% en esta medición, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2017.A pesar de la estabilidad del dólar y la calma de los mercados, la realidad es que la situación económica sigue siendo angustiante para la enorme mayoría de los argentinos: el 78% opina que la situación económica del país está peor en comparación con el año pasado, contra el 20% que expresa lo contrario.

Nuevamente se observa una diferencia de percepciones según el lado de la grieta en que se encuentra el consultado: para el 35% de los electores de Macri en el balotaje en 2015 la situación está mejor que hace un año (cuando esa cifra llegaba a 15% hace apenas dos meses), mientras que esta visión alcanza a sólo un 4% de los votantes opositores.Una vez más la obsesión por la inflación y la incertidumbre sobre el rumbo económico se encuentran entre los principales problemas que desvelan a los argentinos: para el 94% de los consultados la inflación lidera el podio, seguida por la falta de certeza respecto del rumbo de la economía del país, con el 72%, aunque parecieran tener mayor peso entre los opositores (98% y 83%) que entre los partidarios de Cambiemos (90% y 61%, respectivamente).

En tercer lugar, aparece los temas vinculados a la inseguridad y delincuencia con el 59%, preocupación que crece al 69% entre oficialistas.

En cuarto lugar, con 42%, las menciones a no ver propuestas realizables para mejorar el crecimiento económico, seguida por el persistente reclamo por la corrupción del gobierno anterior, con alrededor del 40%, pero que asciende a 6 de cada 10 partidarios de Cambiemos.

Le siguen la dificultad para pagar tarjetas y créditos, con 39%, que sigan dando subsidios a quienes no lo merecen, con el 36%, y el temor a perder el trabajo, con idéntico porcentaje.Sin embargo, la dificultad para afrontar el pago de tarjetas y créditos se da con mayor énfasis entre los opositores (54%), así como el temor a perder la fuente de ingresos (55%), en cambio, la entrega indiscriminada de subsidios es un reclamo sostenido por el 57% de los electores oficialistas.

Sigue la inquietud acerca de la posible corrupción del actual gobierno, con el 34%, preocupación que alcanza al 46% de los opositores.

Finalmente aparecen quién resultará vencedor en octubre, con el 31% y la falta de control de los piquetes, con 26%, inquietudes que tienen mayor peso entre oficialistas: 46% (contra 15% entre opositores) y 45% (contra 5% entre opositores), respectivamente.La preocupación por la inflación atraviesa de manera similar a todos los encuestados por igual, sin distinción por tramo etario.

Sin embargo, las diferencias aparecen en torno la inseguridad y a cuestiones de tinte político, como la corrupción del gobierno kirchnerista, la entrega indiscriminada de subsidios y la falta de control de los piquetes y cortes, que se afectarían más a los mayores de 55 años.

También se observan distinciones respecto de las dificultades para afrontar los pagos de créditos y tarjetas, del temor a perder el trabajo, que afectarían más a los segmentos de hasta 55 años.Por último, la falta de crédito para comprar una vivienda preocupa más a los menores de 35 años.Pese a que los altos niveles de inflación y la incertidumbre sobre la economía siguen estando al tope de las preocupaciones, en la visión más optimista influyó la menor volatilidad que registró el mercado cambiario en los últimos días, sumada a una leve recuperación del consumo, producto de los planes de estímulo lanzados por la Casa Rosada, tales como Precios Cuidados y Esenciales, más la extensión de los programas Ahora 3, 6, 12 y 18 cuotas.

En efecto, el pago en cuotas es una práctica común de los argentinos: tres de cada cuatro consultados se encuentra actualmente realizando ese tipo de operaciones, ya sea por tarjeta de crédito (55%), préstamos bancarios (16%) o de algún otro tipo (3%).

Además, 3 de cada 10 admiten que comprarán indumentaria, calzado y marroquinería con estos planes en cuotas fomentados por el Gobierno Nacional y un 21% que los destinarán al turismo.
Aunque los que apoyan a la administración macrista, se muestren más propensos a su uso: un 39% de ellos aseguró que comprará indumentaria en cuotas o un 30% que los destinará al turismo, contra sólo 18% y el 9%, respectivamente, del votante Frente para la Victoria en el balotaje de 2015, según TN.El fortalecimiento del peso en la Argentina, en un contexto en el cual el dólar se aprecia a nivel internacional, alimenta en los mercados la sensación de estabilidad relativa de nuestra moneda.

Hace poco más de una semana el periódico británico Financial Times publicó un artículo titulado “Los inversores se entusiasman con las señales de la Argentina”, en el que se destaca el surgimiento de un escenario más prometedor para el país.

Por el momento parecen haber quedado atrás las jornadas en las cuales los inversores se desprendían masivamente de los activos argentinos ¿Parará la contienda electoral con la misma apacibilidad? Es la principal incertidumbre.

Los balanceos propios de la contienda electoral tienen la potencialidad de provocar nuevas mareas, estas podrían afectar la calma relativa.

Volviendo al ámbito doméstico, la mejora de los salarios y el provecho de los planes electoralistas (en el pasado vituperados por los socios de Cambiemos cuando eran utilizados por el FPV como instrumento para ganar elecciones) renuevan el humor social, lo que a su vez promueve una mayor ilusión en la campaña del oficialismo. La euforia es tal que el propio Jaime Durán Barba afirmó que se puede ganar en primera vuelta. ¿Exageración, realidad o mera estrategia de campaña?.

Continúa el optimismo: el 52% piensa que la economía del país estará mejor dentro de un año

El dato sobresaliente del último Monitor del Humor Social que elaboramos mensualmente junto a D”Alessio IROL es que continúa la tendencia, evidenciada en el mes anterior, hacia una vuelta del optimismo, donde las expectativas económicas a futuro volvieron a ser favorables y mayoritarias: el 52% cree que la economía del país estará mejor dentro de un año, contra el 38% que opina que estará peor, valores que se acercan a los previos a las legislativas de 2017. Este optimismo es sostenido principalmente por electores de Cambiemos, ya que el 71% considera que estará mucho mejor o mejor el año entrante, contra el 32% de aquellos que votaron a Scioli en el balotaje en 2015. (Datos correspondientes a la medición de junio realizada en forma online a 1.038 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país).

Aún en el grupo de electores de la oposición se observa una merma en la visión negativa hacia al futuro económico de la Argentina, quizás debido a la esperanza que sientan por un cambio de gobierno con cual se sientan más identificados, pasando del 57% al 55% en esta medición, alcanzando su nivel más bajo desde octubre de 2017.

A pesar de la estabilidad del dólar y la calma de los mercados, la realidad es que la situación económica sigue siendo angustiante para la enorme mayoría de los argentinos: el 78% opina que la situación económica del país está peor en comparación con el año pasado, contra el 20% que expresa lo contrario. Nuevamente se observa una diferencia de percepciones según el lado de la grieta en que se encuentra el consultado: para el 35% de los electores de Macri en el balotaje en 2015 la situación está mejor que hace un año (cuando esa cifra llegaba a 15% hace apenas dos meses), mientras que esta visión alcanza a sólo un 4% de los votantes opositores.

Una vez más la obsesión por la inflación y la incertidumbre sobre el rumbo económico se encuentran entre los principales problemas que desvelan a los argentinos: para el 94% de los consultados la inflación lidera el podio, seguida por la falta de certeza respecto del rumbo de la economía del país, con el 72%, aunque parecieran tener mayor peso entre los opositores (98% y 83%) que entre los partidarios de Cambiemos (90% y 61%, respectivamente). En tercer lugar, aparece los temas vinculados a la inseguridad y delincuencia con el 59%, preocupación que crece al 69% entre oficialistas. En cuarto lugar, con 42%, las menciones a no ver propuestas realizables para mejorar el crecimiento económico, seguida por el persistente reclamo por la corrupción del gobierno anterior, con alrededor del 40%, pero que asciende a 6 de cada 10 partidarios de Cambiemos. Le siguen la dificultad para pagar tarjetas y créditos, con 39%, que sigan dando subsidios a quienes no lo merecen, con el 36%, y el temor a perder el trabajo, con idéntico porcentaje.

Sin embargo, la dificultad para afrontar el pago de tarjetas y créditos se da con mayor énfasis entre los opositores (54%), así como el temor a perder la fuente de ingresos (55%), en cambio, la entrega indiscriminada de subsidios es un reclamo sostenido por el 57% de los electores oficialistas. Sigue la inquietud acerca de la posible corrupción del actual gobierno, con el 34%, preocupación que alcanza al 46% de los opositores. Finalmente aparecen quién resultará vencedor en octubre, con el 31% y la falta de control de los piquetes, con 26%, inquietudes que tienen mayor peso entre oficialistas: 46% (contra 15% entre opositores) y 45% (contra 5% entre opositores), respectivamente.

La preocupación por la inflación atraviesa de manera similar a todos los encuestados por igual, sin distinción por tramo etario. Sin embargo, las diferencias aparecen en torno la inseguridad y a cuestiones de tinte político, como la corrupción del gobierno kirchnerista, la entrega indiscriminada de subsidios y la falta de control de los piquetes y cortes, que se afectarían más a los mayores de 55 años. También se observan distinciones respecto de las dificultades para afrontar los pagos de créditos y tarjetas, del temor a perder el trabajo, que afectarían más a los segmentos de hasta 55 años.Por último, la falta de crédito para comprar una vivienda preocupa más a los menores de 35 años.

Pese a que los altos niveles de inflación y la incertidumbre sobre la economía siguen estando al tope de las preocupaciones, en la visión más optimista influyó la menor volatilidad que registró el mercado cambiario en los últimos días, sumada a una leve recuperación del consumo, producto de los planes de estímulo lanzados por la Casa Rosada, tales como Precios Cuidados y Esenciales, más la extensión de los programas Ahora 3, 6, 12 y 18 cuotas. En efecto, el pago en cuotas es una práctica común de los argentinos: tres de cada cuatro consultados se encuentra actualmente realizando ese tipo de operaciones, ya sea por tarjeta de crédito (55%), préstamos bancarios (16%) o de algún otro tipo (3%).

Además, 3 de cada 10 admiten que comprarán indumentaria, calzado y marroquinería con estos planes en cuotas fomentados por el Gobierno Nacional y un 21% que los destinarán al turismo.Aunque los que apoyan a la administración macrista, se muestren más propensos a su uso: un 39% de ellos aseguró que comprará indumentaria en cuotas o un 30% que los destinará al turismo, contra sólo 18% y el 9%, respectivamente, del votante Frente para la Victoria en el balotaje de 2015.

Publicado por TN el 14/07/19.

Encuesta D’Alessio Irol: ¿Cuáles son los temas que más preocupan a los argentinos?

La última encuesta de opinión pública elaborada por la Consultora D’ Alessio IROL en conjunto con Berensztein develó cuál es la problemática que más preocupa a los argentinos. La misma se basa en la respuesta de los más de mil encuestados en todo el país, en el mes de junio de manera on line, y demuestra que una vez más, el devenir de la economía tiene un papel relevante entre los argentinos.

Según lo concluído por la Consultora, “se mantienen como principales preocupaciones la inflación y la incertidumbre”, es decir, hacen hincapié en lo relacionado a la economía. “Otros asuntos de tinte económico figuran entre los más mencionados, aunque con menor peso que los primeros (crecimiento, deudas personales y temor al desempleo)”, sondeó el estudio.

“La inseguridad sigue siendo el segundo tópico de angustia”, subrayan las principales conclusiones, en la que se recalcan, también, que se “sostienen reclamos por la corrupción (especialmente la kirchnerista) y por la entrega de subsidios”.

Cabe destacar que quienes eligieron por Macri en el 2015 son los que en la actualidad se encuentran más preocupados por la inseguridad, los subsidios innecesarios, y los piquetes, como así también por los resultados de las próximas elecciones, que se darán en octubre; en tanto que quienes eligieron por el Frente Para la Victoria, son la incertidumbre económica, la dificultad para saldar las deudas pendientes, y el temor al perder el empleo.

“Los ciudadanos de mayor edad se expresan más preocupados por la inseguridad y por asuntos políticos vinculados a la corrupción kirchnerista, la entrega de subsidios y los piquetes”, sostiene la consultora en su informe. Finalmente, aclara que “algunos temas económicos podrían afectar más a los grupos jóvenes, como el pago de deudas, el desempleo y el acceso a la vivienda (este último con foco en menores de 35 años)”.

Leve mejora en el ánimo del votante oficialista

Según el Monitor de Humor Social de D´Alessio IROL/Berensztein, mejoró la percepción de la economía entre los que votaron a Macri en 2015. También creció la imagen del Presidente y de Vidal.

Los planes de pagos en cuotas tienen mejor recepción entre quienes votaron a Macri en 2015. Hoy la mayoría de ellos cree que la gestión es buena y proyecta que la situación económica será mejor dentro de un año

La cercanía de las elecciones primarias activó en el Gobierno la necesidad de estabilizar el mercado cambiario y alentar el consumo para mejorar el ánimo de la sociedad e incrementar así, las posibilidades de una reelección. Y el resultado, al menos entre quienes eligieron a Mauricio Macri en el 2015, por ahora resulta positivo.

Así lo refleja la última entrega del Monitor del Humor Social que elabora D´Alessio IROL/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El estudio, realizado en los últimos días sobre las respuestas de 1038 adultos de todo el país, refleja un crecimiento de la imagen presidencial y de la gestión, así como una leve mejora de la visión sobre la situación actual de la economía y de la proyectada dentro de un año, fundamentalmente basadas en las opiniones favorables de quienes votaron por Cambiemos en 2015.

`El último monitor confirma la recuperación de las principales variables en materia de opinión pública, lo cual genera un entorno muy propicio para el oficialismo, justo cuando entramos en la etapa previa a las primarias`, señaló el analista político Sergio Berensztein y agregó que `las expectativas económicas, fundamentalmente, han mejorado mucho y esto explica la recuperación de la imagen del Presidente y de otras figuras de la coalición gobernante, incluyendo el senador Pichetto que, simplemente por participar de esta coalición tiene ahora una imagen significativamente mayor`.

La calificación positiva de la gestión del Gobierno entre los votantes oficialistas alcanzó su máximo nivel desde julio del año pasado, mientras que del otro lado de la grieta mantiene un rechazo casi unánime (94%). Pese a que los altos niveles de inflación y la incertidumbre sobre la economía siguen estando al tope de las preocupaciones, en la visión más optimista influyó la menor volatilidad que registró el mercado cambiario en los últimos días, sumada a una leve recuperación del consumo, producto de los planes de estímulo lanzados por la Casa Rosada, tales como Precios Cuidados y Esenciales, más la extensión del Programa Ahora 12.

Al respecto, el consultor Eduardo DAlessio remarcó que `la población por segundo mes consecutivo aumenta (de 45% a 53%) la elaboración de proyectos que implican utilización de dinero. Esto necesariamente significa que ha aumentado el horizonte de planeamiento de la familia como consecuencia de la mejora de sus expectativas económicas`.

El pago en cuotas es una práctica común de los argentinos. De hecho, tres de cada cuatro consultados se encuentra actualmente realizando ese tipo de operaciones, ya sea por la tarjeta de crédito (55%), un préstamo bancario (16%) o de algún otro tipo (3%). Por ello, no es de extrañar que quienes apoyan a la administración macrista, se muestren más propensos a su uso. Por ejemplo, un 39% de ellos aseguró que comprará indumentaria en cuotas, mientras que sólo 18% del votante FpV dijo que seguirá el mismo camino.

Lo cierto es que hoy un 35% de los electores de Macri cree que la situación económica está mejor que hace un año (solo 4% del votante opositor), cuando esa cifra apenas alcanzaba a 15% hace dos meses. Y 71% prevé que estará mejor dentro de un año, frente al 32% de quienes eligieron a Daniel Scioli en 2015. En esa diferencia de percepciones se instala la pelea electoral que se avecina. Berensztein: “La percepción de una recuperación parcial abarca a sectores más afines al oficialismo”.

 

Publicado por El Cronista el 01/07/19.

En abril las ventas en supermercados cayeron 12,6%, mientras que en shoppings se desplomaron 22,9%

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), difundió este martes su Encuesta de Supermercados y Autoservicios mayoristas correspondiente a abril de 2019, así como la Encuesta de Centros de Compras para el mismo período.

El ente estadístico comunicó que las ventas en supermercados a precios constantes (base de diciembre de 2016) sumaron en abril pasado un total de $23.097,7 millones, lo que representa una caída de 6,4% respecto al mes anterior y una caída del 12,6% respecto a abril de 2018.
El INDEC añadió que las ventas a precios corrientes para abril de 2019 relevadas en la Encuesta de Supermercados sumaron un total de $49.672,3 millones, lo que representa una caída de 2,8% respecto al mes anterior y un aumento de 45,6% respecto al mismo mes del año anterior, congruente con una inflación interanual de 55,8 por ciento.

Asimismo, las ventas en los centros de compras (shopping center) restaron en abril un 22,9% a precios constantes (de abril de 2016) en la comparación interanual, a 3.252,0 millones de pesos. Respecto de marzo, la caída de ventas se acota a 7,4% en términos reales, que incorporan la inflación.

A precios corrientes, en abril último las ventas de los shoppings alcanzaron un total de $7.036,7 millones, lo que representa una disminución de 2,3% respecto al mes anterior y un incremento de 21,2% respecto al mismo mes del año anterior.

Con estos datos, el primer cuatrimestre de 2019 finalizó con una baja de 12,5% en las ventas de supermercados a precios constantes, y con una disminución de 17,5% en el caso de los centros de compras., siempre en comparación con el primer cuatrimestre de 2018.

En cuanto al personal ocupado en los supermercados y autoservicios, el INDEC reportó un recorte de 3% en la plantilla en comparación con abril del año pasado, y de 0,6% contra el mes previo.

SIN HORIZONTE DE RECUPERACIÓN

Un informe sobre el mercado argentino de supermercados elaborado por la consultora Claves indicó que la situación del sector es “sumamente delicada”.

“No solamente se trata de uno de los rubros más golpeados por la caída del consumo, hecho que generó que varias empresas cerraran el 2018 con balances en negativo, sino que, además, las perspectivas no hacen presumir una pronta recuperación”, explicó Claves.

Una encuesta de D’Alessio/IROL detalla que ocho de cada diez consumidores se pasaron a segundas marcas y las utilizan en un rango del 20 al 60 por ciento de sus categorías de compras.

Grandes cadenas aumentan la elaboración de marcas propias para ganar clientes

La pérdida de poder adquisitivo hizo que el consumidor cambie sus hábitos de consumo y recurra a productos de segunda líneas. Atentos a esta tendencia, los supermercados empezaron a aumentar la elaboración de sus marcas para ganar clientes en ese mercado.

Una encuesta elaborada por DAlessio/IROL detalló que 8 de cada 10 consumidores se pasaron a segundas marcas y las utilizan en el 20% a 60% de sus categorías de compras. El motivo responde a la gran caída en el poder adquisitivo de los hogares, que generó nuevas estrategias de compra: cambiar de comercios, de marca o buscar promociones para hacer rendir al máximo su gasto en la canasta básica.

En esa línea, el trabajo detalló que los niveles de ventas en supermercados registraron una caída del 14,5% a precios constantes en marzo de 2019, mientras que en autoservicios mayoristas esta caída fue del 16,0 por ciento.

Frente a la retracción del consumo y a un cambio de hábitos por parte de los consumidores, el sector supermercadista viene potenciando la expansión de la marca propia, buscando la innovación y el desarrollo de productos a menor costo. Algunas de las cadenas ya han desarrollado más de 400 productos básicos de su marca propia, ofreciendo un surtido amplio a menor costo. Otras empresas también apelaron a estrategias de reorganización del negocio a través de procesos de reconversión, ampliación y reducción.

Para aumentar las ventas y disminuir su stock, supermercados ofrecen promociones (la segunda unidad al 50% de descuento; 3×2; 2×1; ofertas especiales en determinados di as) y alternativas de pago y financiación (descuentos con algunos bancos y pago en cuotas). Otras empresas también apelaron a estrategias de reorganización del negocio a través de procesos de reconversión, ampliación y reducción.

Las segundas marcas ganaron 10 puntos de mercado en los últimos tres años, también en ese período las marcas premium perdieron dos puntos en los sectores de alimentos y lácteos, pero resisten en cuidado del hogar y belleza. Los mayoristas alcanzan su participación histórica y los formatos de cercanía como discounters y minimercados son los que más crecen.
Para la consultora, la gran caída en el poder adquisitivo de los hogares, debido principalmente al aumento en las tarifas y el aumento generalizado de precios, hace que el momento del consumo masivo en Argentina sea quizá uno de los más complejos de su historia. La investigación señala que los supermercados no ven en el corto plazo que la recuperación económica se vaya a manifestar en el consumo masivo; prevén un año difícil y entienden que va a haber que trabajar aún con más austeridad.

 

Publicado en BAE el 26/06/19.

Por las elecciones y la caída del consumo, se desplomó 60% el financiamiento estructurado

La calificadora de riesgo detectó que por las presidenciales, la crisis económica y las altas tasas la “mayoría” de los emisores argentinos redujeron sus volúmenes de originación y se enfocan en los deudores de alta calidad. La incertidumbre política por las elecciones y las elevadas tasas de interés que encarecen el crédito provocaron una abrupta caída de las emisiones de financiamiento estructurado en la Argentina.

Según un reporte de Standard & Poor’s, el número de emisiones de financiamiento estructurado en América Latina bajó 30% a u$s 2.600 millones en el primer trimestre del año, por una fuerte de caída en la cantidad de transacciones con derivados financieros locales. Este tipo de emisiones incluyen transacciones toda clase de valores respaldados por activos o no como los créditos hipotecarios, prendarios o al consumo, las cuentas por cobrar, ingresos o flujos futuros de diversos tipos, entre otros.

“Las emisiones en la Argentina durante el primer trimestre de 2019 bajaron 60% en comparación con el primer trimestre de 2018”, remarcó S&P. “Todavía proyectamos que las principales emisiones estén respaldadas por los ingresos de las cuentas por cobrar de tarjetas de crédito regionales y por créditos al consumo no garantizados. Las nuevas emisiones aumentaron en abril y mayo, pero no prevemos un crecimiento real en el volumen de 2019”, agregó.

La calificadora de riesgo detectó que por las presidenciales, la crisis económica y las altas tasas la “mayoría” de los emisores argentinos redujeron sus volúmenes de originación y se enfocan en los deudores de alta calidad.

Pero además, alertaron por la fuerte caída del consumo masivo por la “complicada” situación económica, aunque admiten que todavía hay margen para endeudarse.

“Este tipo de operaciones todavía tienen suficiente respaldo crediticio a través de la subordinación y el margen excedente para tolerar mayores niveles de morosidad”, señalaron, y remarcaron que hasta junio los portafolios “más afectados” son los de los minoristas y las pequeñas empresas financieras que otorgan créditos personales.

En este marco, indicaron que el desempeño de las tarjetas de crédito regionales se estabilizó tras el endurecimiento de las políticas de originación (análisis crediticio del cliente) y el fortalecimiento de los procesos de cobranza, y que los créditos con descuento vía nómina (descuento salarial) todavía presentan el nivel más bajo de pérdidas de todos los activos locales.

Para S&P, el perfil del deudor común de un crédito al consumo estructurado se mantiene en un l rango de ingresos “bajo a mediano” y que destina los fondos para refinanciar otro crédito anterior o para comprar de bienes de consumo básico, como los alimentos. Por este motivo, la calificadora alertó que la pérdida del crédito disponible podría afectar significativamente el ingreso de las familias.

Un reciente estudio de la consultora D’Alessio IROL presentado en un seminario económico organizado por el IAEF reveló que los deudores argentinos que pagan cuotas de tarjetas de crédito desean pagar en el primer vencimiento, pero cuatro de cada 10 ya no pueden hacerlo. Hoy, un 77% dijo que no paga en fecha cuando un año atrás eran el 68%. El atraso en las tarjetas es el inicio de un espiral del endeudamiento y reducen hasta un tercio de los ingresos de los hogares.

A pesar de los incumplimientos, S&P aseguró que una intensificación de las diversas prácticas para cobrar los servicios de la deuda reflejan cifras de morosidad más bajas que las de otros países de la región.

En América Latina, Brasil encabeza la tendencia de emisión de estos activos en la región. Standard & Poor’s estimó que la expectativa total para 2019 se ubica entre u$s 11.000 millones y u$s 13.000 millones. “Esperamos estabilidad en las calificaciones en las carteras de financiamiento estructurado de América Latina. La tendencia de los activos en la región se mantiene sin cambios, y seguimos esperando la llegada de nuevos emisores y nuevas clases de activos en 2019”, afirmaron.

 

Publicado por Ámbito Financiero el 24/06/19.

De alimentos a Netflix, todo cae en el recorte

Una encuesta de D’Alessio IROL revela que el 70 por ciento de los consumidores redujo sus compras de alimentos, pero también hay recortes en gastos de Internet y Netflix.

El 70 por ciento de los consumidores redujo sus compras de carne vacuna y de gaseosas en los últimos meses y el 80 por ciento sustituyó primeras marcas por otras opciones más baratas en el mercado de consumo masivo. También 8 de cada 10 personas bajaron o abandonaron sus compras de indumentaria y 6 de cada 10 achicaron el consumo de artículos de higiene personal. El 40 por ciento redujo sus compras de remedios: “los medicamentos no fueron abandonados, pero sí están en disminución, en especial en el nivel socioeconómico medio bajo”, indica la última edición del Monitor de Humor Político y Social que realiza mensualmente en forma online la consultora D’Alessio IROL y Berensztein en base a 700 encuestados. Los datos muestran que el deterioro del poder adquisitivo que se viene acumulando en los últimos años tiene impacto en prácticamente todo tipo de consumos, desde la comida hasta Netflix. Y del otro lado está el empleo, afectado porque no hay ventas, en un círculo que se autoalimenta.
Según un reciente informe de la UMET, el poder adquisitivo del salario acumula desde el comienzo del gobierno de Mauricio Macri una baja del 17 por ciento en promedio, con caídas mensuales ininterrumpidas desde diciembre de 2017. Ese deterioro se explica porque los salarios corren muy por detrás a la inflación pero también por el aumento del desempleo, caída de horas extra, suspensiones y la incertidumbre que hace del consumidor más previsor.

El alimento más afectado por la baja de consumo es la carne vacuna, ya que el 72 por ciento de los encuestados dijo haber restringido o abandonado esas compras, junto con gaseosas. Le siguen cerveza (-66,0), vino (-54,0), postres lácteos (-54,0) y fiambres (-51 por ciento). Entre el 40 y el 50 por ciento de los encuestados achicó o abandonó sus compras de pescado, manteca, azúcar, agua mineral, quesos y yogur, mientras que en la franja de entre el 40 y el 30 por ciento de los encuestados aparece la caída o eliminación del consumo de aceite, galletitas, leche y pan. Los únicos dos productos que mejoraron su desempeño es arroz y fideos, ya que cuatro de cada diez encuestados dice haber aumentado esos consumos.

Por fuera de alimentos y bebidas, en el tope del ranking de las restricciones según D’Alessio IROL y Berensztein está ir a comer fuera de casa, ya que el 81 por ciento de los consumidores redujo o abandonó ese gasto en lo que va del año. En el caso del delivery, el 77 por ciento achicó sus gastos. Por eso, el sector gastronomía viene siendo uno de los grandes perjudicados por la política económica del gobierno de Mauricio Macri. En el caso de las pizzerías (que no son el segmento más afectado ya que ofrecen un producto relativamente económico), el dato es que en el último año cerró el 7 por ciento de los locales (400 establecimientos).

El segundo sector de la economía más afectado por la baja del consumo es indumentaria, ya que el 78 por ciento de los consumidores dicen haber bajado o anulado esas compras. Como contraparte, los textiles vienen penando hace tiempo, afectados también por las importaciones. Se estima una reducción de un 30 por ciento de la actividad textil a lo largo de los cuatro años de la administración Cambiemos y un fuerte deterioro laboral.

En cine, teatro y entretenimiento, hay una merma en el 76 por ciento de los encuestados, lo cual afecta a todo el abanico cultural, mientras que en viajes y vacaciones el 74 por ciento bajó su nivel de consumo. En el taxi, el porcentaje de encuestados que redujo su consumo o dejó de consumir pasó del 42 al 70 por ciento, también a causa del crecimiento de Uber.

Además, hay achicamiento de gastos en rubros más esenciales, como artículos de perfumería e higiene personal (el 66 por ciento dice haber bajado sus compras) y artículos de limpieza (63 por ciento). El 62 por ciento limitó el uso del auto propio a causa de la fuerte suba de la nafta y de los peajes, el 60 por ciento restringió el uso del gimnasio y el 5, de los cursos y otro tipo de proyectos de formación. En telefonía celular, el 55 por ciento bajó su consumo.

En la escala de los rubros más afectados por la crisis de consumo luego aparece la televisión por cable, en donde el 44 por ciento pidió cambios en los abonos, y actividades extracurriculares para los chicos (42 por ciento). Seguidamente aparecen los medicamentos, un rubro que lidera las subas inflacionarias por el alto contenido importado de las drogas, en donde el 41 por ciento de los encuestados dijo hacer achicado su consumo, un porcentaje muy alto si se tiene en cuenta que es un sector de primera necesidad. Menos afectadas que el rubro de medicamentos están las clases de apoyo escolar para los chicos (39 por ciento de los encuestados bajó o anuló el consumo), Internet (34,0) y Netflix (33,0).