Lavagna recibió a Pichetto y, en silencio, continúa alimentando expectativas de una candidatura

Roberto Lavagna ya no solo le abre la puerta a los dirigentes de la oposición que se acercan a consultarlo por los avatares de la economía presente y futuros El exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner se permite hablar con ellos de encuestas, construcciones políticas y candidaturas, al menos las ajenas. Y posa para las fotos con sus visitantes. El motor inmóvil de la oposición sigue dejando que otros hablen por él y se sirve de sus ecos. Pero ahora también se mueve y se muestra, en sandalias y con medias.

Esa fue la postal que dejó la visita que esta mañana hizo el senador nacional del PJ Miguel Ángel Pichetto, precandidato presidencial de Alternativa Federal, a la casa que Lavagna tiene en Cariló. La segunda en cuatro días, si se cuentan las imágenes que el economista compartió en el mismo lugar con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

“Roberto es una figura presidencial, pero también es muy prudente y, eventualmente, él decidirá que camino seguir”, le dijo Pichetto a LA NACION, para destacar una coincidencia del café compartido con Lavagna: “Es fundamental que a partir de diciembre la Argentina tenga un gobierno de unidad nacional que reúna el aporte de todas las fuerzas democráticas. Quedó claro que las visiones sectarias le han hecho mucho daño al país”.

El viernes, Lifschitz había roto la inercia discursiva que siguió a los encuentros que Lavagna comparte desde hace años con gobernadores, sindicalistas, referentes opositores y empresarios. “Roberto estaría dispuesto a encarar un proyecto presidencial”, dijo el santafesino sin mayores tapujos.

Hasta ese entonces, y si se deja de lado el impulso que Duhalde viene dando a la postulación de Lavagna, la frase más arrojada había llegado de boca del gobernador sanjuanino, Sergio Uñac, que visitó al economista en diciembre. “Creo que si varios como yo nos juntamos y se lo proponemos, él podrá analizar ser candidato”, señaló.

¿Qué opinó en público Lavagna? Nada. Lo mismo que ayer, tras reunirse con Pichetto, y el viernes, tras conversar con Lifschitz. Igual que cuando semanas atrás recibió a referentes de la CGT, al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey o al otro precandidato presidencial de Alternativa Federal, Sergio Massa, con quien habla seguido.

Para no censurar las expresiones públicas de sus invitados, o porque prefiere mantener viva la llama, el economista comenta entre los suyos que dichos como los de Lifschitz son “interpretaciones respetables” y que las peregrinaciones hacia su puerta, como otros movimientos en la oposición, responden a la idea de que un gobierno “de unión nacional” es “una necesidad a gritos después de ocho años de retroceso económico y social”, como define al último mandato de Cristina Kirchner y el de Mauricio Macri.

En su entorno más cercano son más tajantes. “Roberto no piensa ser candidato. Sigue sosteniendo, como hace tres años, que es tiempo de los jóvenes, que él está para ayudar. Escucha a todos los que lo visitan y les da consejos, pero a nadie le dice que va postularse o quiera hacerlo: eso sí, a todos les repite que hay que lograr la unidad”, enfatizan.

La visita de Pichetto a Lavagna no fue el primer encuentro entre ambos. De hecho, compartieron varios el año pasado. La diferencia es que ayer el rionegrino desembarcó con su equipo de comunicación y el bonaerense no tuvo reparos en posar para las cámaras. “Así como estaba”, bromeaban cerca del economista, a sabiendas que Lavagna presta poca atención a esos detalles.

El fenómeno del Lavagna como foco de atención opositor puede ser adjudicado tanto a la crisis económica que desde abril del año pasado le estalló al Gobierno como a la encuestadora D’Alessio IROL/Berenztein, que a mediados de 2018 reveló que el exministro aparecía como el dirigente -no en funciones- que mejor medía en el país. Al compás de los vaivenes financieros, Lavagna pasó de medir 47 puntos de imagen positiva en febrero a 55, en junio.

Cuando se dio a conocer esa encuesta se produjo el segundo fenómeno: inmediatamente después de que Lavagna se convirtió en un candidato posible para los encuestados, sus números dejaron de crecer y cayeron: en julio su imagen positiva bajó a 51 puntos.

“No hay que confundir imagen con intención de voto. Cuando uno se convierte en candidato debe empezar a dar respuestas, fijar posiciones”, resume Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora. Le sucede cada año a las figuras con renombre fuera de la política que deciden postularse a un cargo.

Lavagna se maneja fuera de los márgenes de esas alquimias. “No le interesan, él sigue escuchando y dando consejos”, repiten a su lado. Pero ahora, también, se mueve.

Publicado por La Nación el 16/01/2019

¿Será Lavagna el candidato “tapado”?

Nadie puede asegurar hoy si el exministro de Economía Roberto Lavagna estará o no dispuesto a competir en el proceso rumbo a las elecciones presidenciales y convertirse en un “tapado”. Pero el simple hecho de que se lo mencione con tanta insistencia en las últimas horas y de que no pocos representantes del empresariado vean con buenos ojos su posible participación electoral da cuenta de una realidad: que hay una vasta porción de la ciudadanía que no se siente representada por Mauricio Macri , ni por Cristina Kirchner , ni por ninguno de los principales precandidatos del peronismo no kirchnerista.

La supuesta polarización del electorado entre Macri y Cristina Kirchner es por ahora una hipótesis de trabajo, que alientan tanto la Casa Rosada como los principales adláteres de la expresidenta de la Nación. La suma de la intención de voto entre ambas figuras solo arrastra por el momento al 60% del electorado o poco más. Quiere esto decir que alrededor del 40% de la ciudadanía no se ha subido a la teoría de que la única opción electoral está planteada entre el primer mandatario y su antecesora inmediata.

Este dato también da cuenta de la existencia de espacio para terceras alternativas. Por una cuestión de peso y de estructura territorial, sería la llamada Alternativa Federal, que reúne al peronismo no alineado detrás de Cristina Kirchner, el sector político llamado a ocupar ese lugar de tercera fuerza capaz de competir por un lugar en una hipotética segunda vuelta electoral.

La Alternativa Federal tiene a su favor el apoyo de referentes de 11 provincias, incluidos nueve gobernadores peronistas y los dirigentes Sergio Massa , de Buenos Aires, y Miguel Pichetto , de Río Negro.

Pero el grupo tiene dos cosas en contra: la primera es que la posibilidad de concurrir juntos o separados de Cristina Kirchner divide las opiniones entre sus dirigentes. La segunda es que ninguno de sus precandidatos presidenciales (Massa, Pichetto y Juan Manuel Urtubey ) ostenta una imagen positiva mayor que su imagen negativa, al tiempo que su intención de voto se ubica lejos de la que se les asigna a Macri y a la líder del kirchnerismo.

Es en este particular contexto que cobra importancia lo que pueda hacer Lavagna, una figura moderada con atributos personales que parecen otorgarle cierta competitividad electoral y que resulta atractiva tanto para hombres del peronismo como del radicalismo, al tiempo que, recientemente, recibió el apoyo explícito del gobernador de Santa Fe, el socialista Miguel Lifschitz . Este aseguró que Lavagna podría ser candidato si hay apoyo suficiente.

Una reciente encuesta de D’Alessio IROL y Berensztein ubicó a Lavagna como la figura política con mayor imagen positiva (52%), por encima de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , que lo sigue con el 48%. Ese mismo relevamiento, efectuado en diciembre entre 1355 encuestados que forman parte de un panel online, situó al exministro de Economía con el mejor diferencial entre imagen positiva y negativa. Su balance es de 20 puntos, que resulta de la resta entre el 52% de imagen favorable y el 32% de percepción desfavorable.

Algo interesante de Lavagna, según el mismo sondeo, es que tiene imagen positiva entre el 48% de los votantes de Cambiemos y entre el 58% de los votantes del kirchnerista Frente para la Victoria en el último ballottage presidencial de 2015.

Otra encuesta, de la consultora Opinaia, también lo ubica como el dirigente con mayor imagen positiva (52%), aunque eleva su imagen negativa al 48%.

Las probabilidades de que Lavagna pueda ser candidato de la Alternativa Federal habrían aumentado en los últimos días. Anoche, en el programa Terapia de Noticias, el senador Pichetto lo calificó como “un gran candidato”.

Quienes lo conocen, sin embargo, señalan que difícilmente Lavagna acepte ser de la partida “si no le ponen la mesa servida”. Esto es, si no hay un amplio consenso en torno de su postulación que le evite tomar parte en una primaria abierta para definir la candidatura presidencial definitiva. Hay quienes piensan que su edad (el 24 de marzo cumplirá 77 años) podría ser un limitante para una eventual postulación y están quienes descreen que su buena imagen en la opinión pública se traduzca fácilmente en los votos necesarios para superar a Macri o a Cristina Kirchner.

En las elecciones presidenciales de 2007, que ganó Cristina Kirchner con algo más del 45% de los votos, Lavagna compitió con una alianza encabezada por la Unión Cívica Radical y terminó tercero, con el 16,9% de los sufragios, detrás de Elisa Carrió , que cosechó el 23%.

Independientemente de las chances reales de que Lavagna compita o no, el dato llamativo es que el redescubrimiento de este veterano dirigente que fue ministro de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner es un síntoma más de la debilidad que exhiben los principales postulantes presidenciales en vísperas de los comicios de octubre.

Publicado por La Nación el 15/01/2019

Predomina el desgaste de la clase política argentina

ENCUESTA | RUMBO A LAS URNAS

La principal preocupación de los argentinos sigue siendo la economía, particularmente la inflación, señala un sondeo de Berensztein v D´Alessio IrolMauricio Macri y Cristina Fernández asoman con mayor piso electoral consolidado en el mapa electoral que se avecina, aunque esto no significa que pueda surgir otra figura c[ue quiera instalarse. Esa es una de las conclusiones que D Alessio Irol y Berensztein hicieron en el país. El sondeo, denominado `Humor Social y Político`, revela, además, el desgaste profundo que tiene la clase política argentina, en la que los líderes tienen más imagen negativa que positiva. Además, la economía continúa siendo la principal preocupación de los argentinos, particularmente por la, inflación. La inseguridad, a su vez, persiste como un foco relevante de angustia. Según el sondeo, María Eugenia Vidal y Roberto Lavagna asoman como las excepciones a la regla.

El rumbo económico será determinante para la campaña que se avecina, señala un sondeo de D´Alessio Irol y Berensztein

La economía continúa siendo la principal preocupación de los argentinos, basada en una observación negativa sobre las variables centrales y la falta de certezas sobre su evolución. Así lo indica un sondeo realizado por DAlessio Irol y Berensztein. La encuesta, a la que tuvo acceso LA GACETA, señala, además, que la inseguridad persiste como un foco relevante de angustia. `Este último tema, junto con la entrega indiscriminada de subsidios y los cortes de calle son particularmente importantes para el electorado de Cambiemos`, remarca. Por otro lado, la corrupción produce indignación en ambos lados de la grieta, diferenciándose al momento de especificar quienes son los involucrados. En diálogo con nuestro diario, el analista político Sergio Berensztein estableció también los tres ejes del trabajo realizado en todos el país.

Por lejos, la principal preocupación de los argentinos es la economía. La pregunta que uno se hace es hasta qué punto la instalación del problema de la inseguridad puede tener impacto positivo, por caso, para el oficialismo nacional, con los atributos que generalizó el actual presidente de Brasil Jair Bolsonaro. En casi todos los líderes predomina más la imagen negativa que la positiva. Hay signos evidentes de un desgaste profundo en la clase política argentina. Casi excepcionalmente se diferencian de esa regla general la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal y el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna que conserva un silencio estratégico, de cara a las elecciones, y sostiene niveles llamativos de imagen positiva.

Mirando hacia adelante, dice el analista, estamos frente a un año que seguramente la economía será determinante para la preferencia del electorado entre los candidatos que saldrán a competir. Si bien queda un trecho, está claro que hasta ahora las figuras con pisos electorales más consolidados son el presidente Mauricio Macri y la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner. Eso no quita que pueda surgir un tercer candidato, aunque no le resultará sencillo instalarse en el terreno electoral. Evaluación El sondeo, realizado en diciembre pasado, indica también que 2018 cerró con una evaluación crítica del presente económico y un optimismo bajo, pero con signos de recuperación gracias a una mayor confianza entre oficialistas. Se detiene el avance de las críticas hacia la gestión del Gobierno nacional. `Su imagen sigue siendo negativa, pero se observa cierta mejora en el vínculo con su electorado`, remarca el trabajo privado.

CARACTERIS

FICHA TÉCNICA.- La encuesta de D Alessio Irol y Berensztein corresponde a la medición de diciembre realizada en forma oniine a 1.355 encrestados mayores de 18 años de todo el país.

INVERSIONES FAMILIARES.- Se observa un crecimiento lento de la mención de proyectos personales. Quienes los afrontarían demuestran capacidad para solventarlos sin recurrir a un endeudamiento riesgoso. Los consultados consideran que la economía ha empeorado en el último año y la mayor parte no espera una mejora en el mediano plazo. ? SITUACIÓN ECONÓMICA OEL PAÍS.- La calificación sobre la actualidad mejora levemente entre oficialistas, dentro de un nivel elevado de cuestionamientos. Quienes votaron al Frente para la Victoria conservan su fuerte disconformidad. Mirando a lo que puede suceder este año, se regitra una leve recuperación del optimismo entre electores de Cambiemos, que regresa a valores obtenidos a mediados de 2018, puntualiza el sondeo privado. Gestión del Gobierno: los 10 temas que más preocupan Respuesta múltiple -%-Total diciembre

Publicado el 10/01/2019 por La Gaceta

Encuesta D Alesio IROL: ¿Se recupera la imagen de Mauricio Macri?

La Consultora D’ Alessio IROL y Berensztein realizó un sondeo en el cual midió la popularidad del actual jefe de Estado, Mauricio Macri,quien recupera algunos puntos luego de la turbulenta crisis económica de mediados de 2018 que afectó severamente la imagen del mandatario.
Para ello consultó a más de 1300 argentinos , mayores de 18 años, durante diciembre del año anterior, y obtuvo los siguientes resultados:

Si bien continúa en un alto porcentaje, 55%, la imagen negativa del jefe de Estado cayó en los últimos tres meses dos puntos porcentuales, capitalizados en imagen positiva, que ascendió a los 38 puntos porcentuales.
Respecto de la imagen de la gestión presidencial, el estudio concluyó en que el 30% de los encuestados determinó que la misma es positiva, siendo en los últimos 4 meses el porcentaje más alto, mientras que la negativa se posicionó en el mismo punto que en septiembre del 2018, es decir, en un 68%.
“El Gobierno nacional consigue frenar el avance de la de la tendencia negativa sobre la imagen de su gestión, aunque aún se encuentra en valores bajos en relación a meses anteriores”, analizó la Consultora.

Publicado por Grupo la Provincia el 09/01/2019

Las encuestas que mira Mauricio Macri: cuáles lo tranquilizan y cuáles lo incomodan

Mientras el presidente Mauricio Macri descansa junto a su familia en el country Cumelén de Villa La Angostura, dos encuestas sobre su desempeño en las futuras elecciones presidenciales lo tranquilizan y una lo incomoda. En el programa Modo verano, que se transmite por LN+, contaron cuáles son y qué números surgen de esas encuestas que mira Macri.

Según la encuestadora D’Alessio Irol-Berensztein, Macri cuenta con un 38% de imagen positiva. Eso significa que el Presidente subió dos puntos con respecto a la encuesta realizada antes del G20 . Mientras tanto, la expresidenta Cristina Kirchner acumula un 33% de imagen positiva y, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , un 48%. Tanto Cristina como Vidal continúan con el mismo porcentaje que en la encuesta de noviembre pasado.

Asimismo, la encuestadora señaló que, según el sondeo realizado, la gente que participó del mismo considera en un 39% que la situación del país mejorará este año. El porcentaje aumentó dos puntos luego del G20. Por último, señalaron que un 52% de los encuestados considera que la gestión del Gobierno es buena.

Otra de las encuestas que el oficialismo ve con buenos ojos es la de Poliarquía, que se realizó sobre el círculo rojo. Éste considera en un 74% que Macri será reelecto como presidente. En cuanto a Cristina, solo un 4% cree que tiene chances de ganar en los comicios. Además, el 58% considera que la economía mejorará este año.

Sin embargo, una tercera encuesta incomoda al Gobierno. Es la de Marketing & Estadística, que posiciona a Cristina con un 41% de apoyo, a Macri con un 30% y a Vidal con un 37%. Además, un 67% de los encuestados votaría un cambio en la gestión del Gobierno y solo un 28% votaría por la continuidad.

Publicado por La Nación el 08/01/2019

Leve repunte de la imagen de Macri y del Gobierno durante diciembre

Más de la mitad del electorado del Presidente considera su gestión como buena. María Eugenia Vidal, por su parte, sigue siendo la dirigente mejor valorada.

El año electoral inicia con una buena noticia para Mauricio Macri. Sucede que durante diciembre el Gobierno nacional logró frenar el avance de tendencia negativa sobre la imagen de su gestión, aunque continúa con valores bajos con relación a los porcentajes registrados durante el transcurso de 2018.

Al ser consultados al respecto, 7 de cada 10 argentinos considera mala o muy mala la gestión de Cambiemos, aunque más de la mitad de su electorado (52%) la considera buena o muy buena.

Sin embargo, el 93% de los opositores rechazan su imagen y la calificación negativa es más fuerte en los segmentos más jóvenes. Así lo demuestran los datos del último monitor del “Humor Social y Político”, realizada mensualmente entre D’Alessio- Irol y Berensztein.

La encuesta se realizó de manera online durante todo el mes de diciembre y se recabaron un total de 1355 entrevistados mayores de 18 años a lo largo y ancho del país.

Los resultados revelaron además que el Gobierno sumó 5 puntos de aprobación en el último mes, pero la crítica hacia la gestión continúa en un nivel muy elevado durante el transcurso del último año: 9 de cada 10 votantes del Frente para la Victoria en 2015 están disconformes con el gobierno de Macri.

En lo que respecta a la imagen del Presidente, cabe destacar que pese a que la situación económica desgasta la imagen de los principales dirigentes del oficialismo, Mauricio Macri sigue siendo un candidato competitivo ya que, hasta el momento, ningún líder o fuerza opositora logró capitalizar la situación.

De esta manera, y tras varios meses de caída, la imagen positiva del presidente Macri culminó el año con un leve repunte alcanzando el 38%,aunque sigue alejada de los valores obtenidos en el primer cuatrimestre de 2018.

Además, la gobernadora María Eugenia Vidal continúa siendo la dirigente mejor valorada: en esta medición su imagen negativa y positiva coincidieron en 48%, al igual que en noviembre. Luego de Vidal, siguen Mauricio Macri, con 38% y Carolina Stanley, con 34%, que culmina el podio. Elisa Carrió, por su parte, pierde espacio respecto a otras figuras de Cambiemos, pasando de 40% de imagen positiva en noviembre a 32% en diciembre, lo que significa una pérdida de 8 puntos porcentuales en su valoración positiva, en especial por parte de los partidarios de la coalición gobernante.

Entre los opositores se destacan Martín Lousteau con 35%, y Fernando “Pino” Solanas y Cristina Fernández de Kirchner, ambos con 33%. La exmandataria tiene en términos electorales un potencial bastante similar al del presidente Macri, pero su imagen negativa es del 62%, mientras que la del presidente es de 55%.

 Publicado por Radio Mitre el 07/01/2019

Macri tacha la doble, la gran Angeloz y el cristinismo mapuche

La campaña está lanzada. Este lunes, reunión clave del PRO. Movimientos en las provincias.

Define el Gobierno campañas provinciales sin internas

Una de las leyes de la política no escritas –esas de vigencia permanente– es que nunca debés dejar que tus adversarios se junten y hagan fila para cachetearte. Y menos si ellos segmentan los turnos de bofetada, como los gobernadores que piden hora para elegir día de elecciones, despegadas de las nacionales. El objetivo de la primera reunión del año de la mesa chica del PRO, este lunes, es desbaratar esa maraña que se va armando de elecciones en serie, cada una más adelantada que las otras, y en todo caso convertirla en una palanca para la reelección.

 Le pone espuma el resultado de algunas encuestas, como la D’Alessio IROL – Berensztein, que dice que el 39% cree que la situación mejorará en 2019. Ahí es adonde está el voto, y no tanto en los nombres que aparecen en los sondeos, según creen los que hacen campañas con marketing y no con estrategia. Un ejemplo es que, para esa consultora, las figuras de mayor prestigio, y en aumento, son Roberto Lavagna y Ernesto Sanz, que no juegan este partido.

 “La triste reflexión es que, si te vas de todos lados y además te callás la boca, crecés en las encuestas…”, comentó uno que sí está en el juego. La cita es de urgencia, para desmenuzar, por ejemplo, la situación en Río Negro. El viernes, el rionegrino Alberto Weretilneck madrugó a todos anunciando que los comicios para cargos en su provincia serán el 7 de abril. Lo dijo pocas horas después de estar a solas con Mauricio Macri en Bariloche. La cercanía temporal la manejó el astuto gobernador para dar la señal de que tiene el aval presidencial.

 No importaría mucho ese simple capricho de fecha, si no viniera con delación premiada (diría un lava jato): Macri escuchó el plan de Weretilneck para hacerse reelegir por tercera vez como si fuera la segunda. ¿Quién no va a creer que eso fue prenda de un acuerdo para asegurar un triunfo del no peronismo en esa provincia, que tiene en Martín Soria a un abanderado del cristinismo extremo? Que se lo expliquen a los macristas de Río Negro, a quienes lastima este aval presidencial, después de que dieran la vida peleando contra el reeleccionismo.

Esa y otras cuitas provinciales justifican que la mesa que coordina Marcos Peña adelante su trabajo para este lunes de verano inmisericorde –por el calor y por los sofocones que motivan estos adelantamientos–. Van a estar Rogelio Frigerio, Humberto Schiavoni, Horacio Rodríguez Larreta, Francisco Quintana –que no la esperen a María Eugenia Vidal, que aguardó a los Reyes Magos en Chapadmalal y seguirá allí algunos días más–. Hace además campaña en Mar del Plata, adonde cree es vital ganar las elecciones después del resbaladizo mandato de Carlos Arroyo, que no quiere compartir con ella ni el sol. Para ese propósito copa la plaza que antes acaparaba Daniel Scioli.

Ultimátum: Córdoba se resuelve con encuestas

El reencuentro de la mesa chica del PRO ocurrirá este lunes al mediodía en el comedor del jefe de Gabinete, que es hoy quien tiene el tablero de comando con todo el vértice del poder de vacaciones. Por estas horas regresa Federico Pinedo, que viene con todos los secretos de Cumelén, después de compartir las mágicas costas del Nahuel Huapi con Macri y un itinerante grupo, que transitó junto a él en varias cenas y almuerzos –entre ellos Esteban Bullrich, Nicolás Dujovne, Javier Campos, Nicolás Caputo, Carolina Stanley, Federico Salvai, y muchos otros–.

 Entre esos secretos está el del propio futuro de Pinedo, a quien el Senado elegirá en la última semana de febrero como presidente provisional, pero debe resolverse si reelegirá o tendrá otra misión como candidato porteño –seguramente primero en la lista de diputados, si es que no repite en la Cámara alta–. En esta reunión del PRO, que ya está en “modo campaña”, a diferencia de sus aliados del radicalismo, que están en “modo avión” –desconectados de la red, por así decirlo– se alzará la voz para imponer algunos criterios ante el adelantamiento masivo. Uno de ellos es evitar, cuando se pueda, las elecciones internas para candidatos en las provincias, sean locales o nacionales. Quieren un festival del acuerdo, de la rosca diría un Monzó, si lo dejasen hablar.

El caso testigo va a ser Córdoba. En una previa al almuerzo del PRO “chez Marcos”, la mesa va a recibir a un cuarteto cordobés. Lo integran los diputados Héctor Baldassi –detto “La Coneja”– y Gabriel Frizza, la senadora Laura Rodríguez Machado y el presidente del partido en esa provincia, Darío Capitani. Les van a decir que en su distrito no va a haber internas, que la candidatura a gobernador saldrá de las encuestas, y que por ahora el que va adelante es Mario Negri, con el apoyo de Baldassi y Luis Juez.

Ramón Mestre tendrá que aceptar, porque si no el PRO no le firmará el llamado a internas. Ramoncito va a responder, porque no es fácil. El celo del oficialismo en este distrito es innegociable. Macri cuando habló en una radio de Córdoba dijo: “Ustedes mueven al país, son mi provincia”. Lo mueven a él, como en 2015 que lo hicieron presidente. ¿Cómo no va a ser su provincia?

Non bis in idem, o el veto a doble candidaturas

Otro criterio es imponerles a los que se postulen a cargos locales de gobernador en elecciones anticipadas, la prohibición para que después se presenten a cargos nacionales. Non bis in idem (No dos veces por lo mismo), diría el jurista. Los adelantamientos tienen que ver no sólo con martingalas de marketing. Los ardides con fechas, enganches y desenganches, nunca son demasiado importantes para el resultado. El público es siempre más astuto que los dirigentes, y se da cuenta de que son espejitos de colores. Lo que los adelantamientos permiten es más libertad a los dirigentes. El 22 de junio cierra la inscripción de precandidatos a las PASO nacionales. Desde esa fecha corren incompatibilidades para postularse en varios cargos. Pero hasta esa fecha, un Schiaretti, o un Juan Manzur pueden ser candidatos a gobernadores, y después ir a una PASO nacional.

En ese registro tiene sentido el acuerdo de Pichetto con Weretilneck, con quien puede hacer campaña provincial antes del cierre de las PASO; y después anotarse a presidente, o a senador nacional en la banca que termina este año. “El senador Miguel Pichetto tiene atornillada la relación con el gobernador” –como dijo Weretilneck después de reunirse con Macri– y en ese entendimiento figura una candidatura de su hijo, Juan Manuel, a la intendencia de Viedma. Los radicales no piensan anotar candidatura, porque dividirían al anti-peronismo, y podrían facilitar el triunfo de Martín Soria, que orbita en el cristinismo extremo. El consuelo es armar una colectora de diputados provinciales que le permita a Cambiemos estar cerca de quien tiene más chance de ganar, con un lugar para Sergio Wiski, uno de los predilectos de Peña en Río Negro (hoy es diputado nacional y se le acaba la banca).

La mesa del PRO comunicará que no se puede ser candidato “doble a nada”. Es el momento de los radicales de esa provincia: en un encierro nominaron a la diputada nacional Lorena Matzen como postulante a gobernadora –igual su mandato como diputada vence en 2021–. Con esa ficha van a buscar un acuerdo con Weretilneck, que tiene que impedir que se le divida el no-peronismo para frenarlo a Soria. Amparado en el magnicidio de Carlos Soria –cuya fórmula integró en 2015–, hará la gran Angeloz, o la gran Evo Morales, que sostiene su pretensión para repetir en Bolivia, donde ser candidato es un derecho humano.

 ¿Y la justicia? Weretilneck le dijo a Macri que el Tribunal de Justicia de su provincia lo apoya ya con tres votos, y que la Suprema Corte de la Nación no se meterá, como no se metió en la ley de lemas de Santa Cruz. Todo rapidito, rapidito: en Río Negro hubo ley de PASO local obligatoria, pero nunca llegó a aplicarse y fue derogada. El 15 de enero hay cierre de listas. Sin aliento.

 Señal al mercado: el cristinista que quiere gobernar Vaca Muerta con los mapuches

Algo tendrá que decir la mesa sobre Neuquén, en donde se dio –en la madrugada del sábado– el cierre de candidaturas para las elecciones del 10 de marzo y en donde se enfrenta un Cambiemos empapado de neo evangelismo con el papismo más rancio. “Pechi” Quiroga no sólo lleva a un pastor protestante de candidato a vicegobernador, David Schlereth. Desafía al gobernador Omar Gutiérrez y busca apoyos en esa frecuencia religiosa, que pone también a la segunda legisladora provincial de una tira colectora que lo apoya. Se trata de Nadia Márquez, de la Iglesia Jesús es Rey. Todo un desafío para el votante estándar del macrismo.

 Interviene en esa disputa el cristinismo, cuya lista presentó el propio Juan Grabois, que está entre Santa Marta y el Instituto Patria. La intención de este tercio es que logre el voto del peronismo y la izquierda neuquina, y ya levanta temores entre el empresariado. Imaginan, a la tercera copa, que si ganase el candidato Rioseco, que tiene la venia del Instituto Patria, pasará a gobernar nada menos que el territorio en donde late el principal proyecto de esta Argentina, Vaca Muerta. Si ocurriera, dramatizan en las mesas de petroleros, menudo mensaje político a los inversores –cuya merma preocupa en la región, antes tan atractiva para los negocios–, ya que sería una muestra de recorte de poder de un gobierno que perdería un emirato propio, en manos, nada menos, que de un mandatario identificado con la madre de todos los temores –Cristina de Kirchner–.

Esta posibilidad incluye el fantasioso escenario de un gobierno cristinista y mapuche, que aportaría ideas, como darles a esos pueblos originarios participación en las riquezas. Algunos con más calle y recorrido, desdramatizan al recordar que Rioseco viene de una ciudad como Cutral Co, a la que el gobierno de Felipe Sapag le dio, como reparación de los efectos de la privatización de YPF, una concesión petrolera que le permite una caja importante para hacer política. Esa concesión es de 1996 y por 99 años. La comuna la concedió a privados y este año se extendió por 35 años con un contrato por más de USD 2.500 millones de inversión, y un bono para esas comunas de USD 15 millones, según la propuesta pública de la firma Pampa Energía, que administra el empresario Marcel Mindlin. O sea que Rioseco es un colega en la actividad hidrocarburífera.

 Otros, que calan más hondo, creen que después de que Macri avaló el debate sobre el aborto, no le costará mucho avanzar en alguna concesión a los mapuches. Ya validó el matrimonio igualitario –al no apelar aquel fallo judicial, antes de que se sancionase la ley en 2010– y empujó la entrega de tierras en las villas a sus ocupantes.

Nueva encuesta coincide en la recuperación de la imagen positiva de Macri

Por segundo mes consecutivo, muestra subas en imagen personal y de gestión. También repuntan las expectativas. Pero en todos los casos sigue en rojo.

 “Una evaluación crítica del presente económico y un optimismo bajo, pero con signos de recuperación gracias a una mayor confianza entre oficialistas”. Con esas palabras, la consultora D’Alessio IROL – Berensztein arranca las conclusiones de su última encuesta mensual de “Humor Social y Político” de 2018. Con letras más grandes, en su completo informe de 32 páginas y a modo de título, agrega: “Por segundo mes consecutivo, la imagen del Gobierno se recupera moderadamente”.

 Se trata de una de las firmas que viene midiendo al presidente Mauricio Macri y su gestión casi desde que asumió. Por eso, permite ver la evolución de algunos parámetros clásicos de ponderación social.

 En cuanto al trabajo de diciembre, fueron 1.355 encuestados de modo online en todo el país. En base a los resultados, Clarín destaca cinco “datos consuelo” para Cambiemos. Pequeños chispazos verdes dentro de un horizonte rojo. Estamos mal pero vamos bien, versión 2019.

1) Situación económica respecto a un año atrás

Pese a los datos malos sobre la economía que se suceden desde hace semanas -el último, la caída abrupta de la industria y la construcción en noviembre-, bajó la puntuación negativa (de 89 a 88, tras el pico de 92 en septiembre y octubre) y creció la positiva (de 8 a 10, tras el piso de los meses más pesimistas) respecto a la comparación un año atrás.

 En octubre de 2017, el Gobierno había logrado su clímax en este rubro: un 55% veía la situación económica “mejor” que un año antes y un 42%, “peor”.

 2) Situación económica dentro de un año

 Es lo que se conoce como las “expectativas económicas”; un rubro fundamental, desde el punto de vista económico (la gente se puede predisponer a consumir más, por ejemplo, o a encarar una inversión) y también político (si cree que con este Gobierno la economía mejorará, probablemente lo vote).

 Acá se ve una tendencia parecida a la anterior, pero partiendo de techos y pisos distintos. En octubre pasado, un 63% pronosticaba que la economía empeoraría en el siguiente año; en diciembre bajaron a 57%. De modo inverso, en octubre un 34% era optimista respecto a la evolución de la economía y en la última medición subieron a 39%.

 En ambos casos se nota la incidencia de los votantes de Cambiemos en la mejora de los números. Los kirchneristas siguen siendo igual de pesimistas.

 3) Proyectos de inversión

 Es uno de los ítems particulares e interesantes que mide D’Alessio IROL – Berensztein. La predisposición de la gente a realizar ciertos proyectos de largo, mediano y corto plazo, como “comprar/cambiar/mejroar la vivienda”, “terminar con las deudas” o “vacaciones/viajar”.

 Este parámetro viene mejorando para el Gobierno desde agosto: los que tienen proyectos de inversión pasaron de 44% a 49%; los que no, de 56% a 51%.

  4) Gestión de Gobierno

 Ya sobre la evaluación más pura de Cambiemos, también se cuentan repuntes por segundo mes consecutivo, tras los picos y pozos de octubre. En dos meses, la mirada positiva de la gestión subió de 26% a 30% y la negativa bajó de 72% a 68%.

 Claro que hace apenas poco más de un año, según muestra el gráfico de la serie, el parámetro de imagen “buena y muy buena” estaba en 56%, y el de “mala y muy mala” en 42%.

 Dentro de este capítulo, y como otra prueba del cambio de humor de los seguidores del oficialismo, los votantes de Cambiemos que tienen mirada positiva de la gestión volvieron a superar a los que la mantienen negativa: 52% a 45%.

 5) Imagen de Mauricio Macri

 Con leve repunte en diciembre, la imagen del Presidente igual sigue en los niveles más bajos desde que la mide la consultora. Cerró el año con 55% de negativa y 38% de positiva. En noviembre estaba en 56% y 36%.

 ¿Otras conclusiones que aporta la consultora en su informe de diciembre?

 – “Se detiene el avance de las críticas hacia la gestión del Gobierno. Su imagen sigue siendo negativa, pero se observa cierta mejora en el vínculo con su electorado”.

 – “La economía continúa siendo la principal preocupación de los argentinos, basada en una observación negativa sobre las variables centrales y la falta de certezas sobre su evolución. La inseguridad persiste como un foco relevante de angustia. Este último tema, junto con la entrega indiscriminada de subsidios y los cortes de calle son particularmente importantes para el electorado de Cambiemos. Por otro lado, la corrupción produce indignación en ambos lados de la grieta, diferenciándose al momento de especificar quienes son los involucrados”.

– “Se observa un crecimiento lento de la mención de proyectos personales. Quienes los afrontarían demuestran capacidad para solventarlos sin recurrir a un endeudamiento riesgoso”.

 – “Imagen de políticos: Vidal continúa destacándose; le sigue Macri, que podría estar capitalizando cierta recuperación de la confianza en su gestión; Carrió pierde espacio entre electores de Cambiemos”.

 – “Cristina logra acaparar la mayor aceptación entre votantes opositores. Sin embargo, no genera el mismo entusiasmo que la gobernadora de Buenos Aires; Lavagna mantiene una buena imagen en ambos posicionamientos políticos”.

Publicado por Clarín el 06/01/2019

Macri recupera apoyos pero preocupa la delicada situación económica

La visión sobre la actualidad es muy crítica aunque dos de cada tres electores del Presidente confían en que se revertirá este año. Lavagna y Cristina, en carrera.

Luego de atravesar un 2018 en el que experimentó un deterioro de imagen y expectativas, el Gobierno encara el año electoral con la difícil misión de recuperar adhesión en la opinión pública, para sostener la posibilidad de alcanzar la reelección presidencial de Mauricio Macri.

 El control de la crisis cambiaria le permitió tomar un leve respiro en el último bimestre que, no obstante, será puesto a prueba en los próximos meses, debido a que la combinación de alta inflación con recesión alimentan una evaluación crítica de la sociedad.

 Así lo revela la última entrega del Monitor del Humor Social que elabora la D’Alessio IROL/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El estudio, realizado el mes pasado a 1355 adultos en todo el país, recogió un cese en el avance de los cuestionamientos, principalmente gracias a una mayor confianza de quienes eligieron a Macri en 2015.

 Es por ello que mientras que la evaluación de la actualidad económica recoge de manera casi unánime una visión negativa (88%), las perspectivas sobre la situación que registrará dentro de un año recuperaron el nivel que mostraba en agosto pasado, antes de que se iniciara el fuerte proceso de devaluación que impactó fuertemente en los precios.

 Hoy, si bien un mayoritario 57% del total de los encuestados mantiene proyecciones negativas, dos de cada tres votantes de Cambiemos expresa su confianza en que la actividad evolucione favorablemente en los próximos 12 meses. El número refleja una mejora de nueve puntos respecto del piso observado en octubre pasado, pero también el desgaste de un año de gestión, en el que el optimismo entre los oficialistas cayó 10 puntos, mientras que el pesimismo de los opositores conservó su elevado nivel, que hoy abarca al 85% de los entrevistados.

 Esa tendencia es la que puede observarse en la evaluación de la gestión, que recoge un 30% de adhesiones, básicamente por haber recobrado el balance positivo entre los votantes oficialistas que le otorgaron 52% de aprobación, cinco puntos más que el mes previo.

 En esa línea, hoy cerca de la mitad de los encuestados considera que podrá concretar proyectos personales, un número que se muestra en ascenso desde septiembre pasado. Entre ellos, un 18% proyecta mejoras en su vivienda (tres de cada cuatro de ellos planea pintarla), un 12% proyecta terminar con sus deudas, otro 10% piensa en la compra de indumentaria y un mayoritario 30% piensa en viajar o tomarse vacaciones. El estudio plantea que un alza de la confianza en el Gobierno “podría incidir en una mejora de la expectativa personal de gasto o inversión de dinero” y refleja que solo un 8% planea comprar o adquirir un vehículo y apenas 2% tiene el mismo pensamiento respecto a un inmueble.

 “Los datos del monitor del mes pasado sugieren que se consolida una leve recuperación de los principales indicadores en relación a la imagen del Presidente, a la eventual recuperación de la economía en el próximo año y a sus eventuales perspectivas en términos electorales. No significa esto, de ninguna manera, que se trata de cifras contundentes para que el oficialismo enfrente con optimismo el escenario electoral pero, indudablemente, el año termina mucho mejor de lo que se suponía cuando se profundizó la crisis cambiaria hacia agosto/septiembre del año pasado”, sostiene el politólogo Sergio Berensztein.

 “El Gobierno sigue disfrutando de un interregno de tranquilidad cambiaria que ha quebrado su tendencia decreciente ya por segundo mes consecutivo. Siguen los referentes de Cambiemos, entre quienes se encuentran en gestión, liderando el rango de Imagen”, agrega el consultor Eduardo DAlessio.

 Sin embargo, el mismo desgaste referido para la gestión es el que puede detectarse en esa imagen de los principales dirigentes políticos en funciones. Así, mientras que la gobernadora María Eugenia Vidal se sostiene como la funcionaria con mejor posicionamiento (48% de imagen positiva y balance neutro) y el Presidente capitalizó una leve recuperación de la confianza (38%), ambos cedieron cinco y seis puntos de apoyos, respectivamente, a lo largo del año. Peor le fue a la diputada Elisa Carrió, que cedió 16 puntos en todo ese período, ocho de los cuales cayeron en la última medición.

 Para el caso de Macri, el dato lo ubica apenas cinco puntos por encima de la calificación estable que registra la senadora Cristina Kirchner (33%), aunque con un menor nivel de rechazos (55% frente a 62%).

 “Vale la pena señalar la relevancia de la figura de Roberto Lavagna, a quién mostró por primera vez como figura de prestigio El Cronista a través de este Monitor en el mes de junio pasado. Desde entones su imagen positiva se ha mantenido entre el 50 y 55%”, remarca DAlessio.

 En efecto, el ex ministro de Economía, que un grupo de dirigentes peronistas y del socialismo pretende lanzar como candidato presidencial, cosecha adhesiones de ambos lado de la grieta, con un 52% de imagen positiva y apenas 32% de negativa.

 Para vislumbra la pelea en las urnas, Berensztein considera que “va a ser fundamental monitorear cómo evoluciona la opinión pública en los próximos dos meses, de cara a un proceso electoral que definirá las principales variables en el comienzo del segundo trimestre, en particular las candidaturas y, sobre todo, las eventuales alianzas, principalmente si el peronismo logra consolidar ese nuevo espacio llamado Alternativa Federal. Antes que eso, febrero será un mes clave para entender si vamos a un desdoblamiento de la elección en la provincia de Buenos Aires. Por eso, lo que ocurra en los próximos meses será fundamental”.

 Por lo pronto, la agenda de preocupaciones sigue dominada por la situación económica, en particular por la evolución de la inflación que abarca al 90% de los consultados, pero también por la incertidumbre sobre el futuro, el incremento de tarifas y hasta el desempleo, que forma parte de la lista de los principales temores de la oposición. En cambio, para los votantes del oficialismo y los mayores de 55 años, la inseguridad, la corrupción, la entrega sin control de subsidios y que no se logren detener los piquetes son temas que reclaman una solución y que, seguramente, formarán parte de la campaña proselitista.

Publicado por El Cronista el 04/01/2019

Mayoría apoya el protocolo de seguridad, pero también espera excesos

Así lo revela una encuesta de D’Alessio, que sostiene que el 59% de los argentinos está de acuerdo con la reglamentación anunciada por la ministra Patricia Bullrich a principios de mes.

 La inclusión en la agenda pública a las puertas del año electoral del nuevo protocolo de seguridad sobre el uso de armas de fuego parece revelarse con el correr de las semanas como un acierto político del Gobierno a la luz de los apoyos que recoge entre los argentinos, a dos semanas de su presentación.

 Así lo revela una encuesta de D’Alessio Irol & Berensztein que sostiene que el 59% de la sociedad está de acuerdo con la nueva reglamentación, que no estuvo exenta de polémica y desató un fuerte contrapunto entre la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la diputada de Cambiemos Lilita Carrió, quien salió a oponerse públicamente a la medida.

 Es que el nuevo protocolo autorizó a los efectivos policiales a usar su arma sin dar la voz de alto, si es que existe un peligro inminente de muerte para ellos o para terceros, ante un caso de enfrentamiento con delincuentes.

 El sondeo se llevó a cabo en forma online entre el 12 y el 13 de diciembre pasado, sobre una muestra de 1121 encuestados mayores de 18 años en todo el país.

 Tendrán retenciones a cargo del receptor, también para municipios que no estaban en la ley. Habrá un cronograma para el resto de las actividades y la AFIP avisará en su página cuando estén operativos los sistemas para empezar a emitirlas.

De la encuesta surge que los respaldos que recoge el nuevo reglamento provienen en su gran mayoría de los votantes de Cambiemos: un 91% de ellos lo apoya, contra sólo un 25% de los simpatizantes del Frente para la Victoria que está de acuerdo con la medida.

 Sin embargo, el estudio señala también que existe un 66% que admite que con la aplicación del nuevo protocolo podría haber excesos por parte de las fuerzas de seguridad: un 37% está seguro de que los efectivos “se excederán”, mientras un 29% cree que “hay probabilidad de que se excedan”. El porcentaje de los que desconfían del flamante protocolo crece también entre los votantes del FpV (89%) y decrece entre los que votaron a Cambiemos (45%).

 Por otra parte, la encuesta revela la opinión casi consensuada de que las fuerzas de seguridad necesitan “mucho” o “bastante” entrenamiento para aplicar el nuevo protocolo. En ese lote se ubica un 73% de los encuestados. Sólo un 22% cree que los efectivos cuentan en la actualidad con el entrenamiento suficiente para aplicarlo.

 La economía, primero

El sondeo arroja otro dato relevante al que el Gobierno deberá prestarle atención: y es que la preocupación por la economía está muy por encima de la demanda de seguridad. En efecto, ocho de cada diez argentinos consideran que la economía es la prioridad a resolver por el Gobierno antes que la inseguridad. Y en el desagregado de los números, Cambiemos queda en desventaja respecto a este tema: el 39% considera que el kirchnerismo es quien puede garantizar una mejora económica, mientras que el 34% le da al Gobierno su voto de confianza para llevar adelante esa tarea. A un 24%, en tanto no le gusta ninguno de los dos.

En el caso de la seguridad, se da la situación inversa: un 41% cree que el oficialismo es el adecuado para solucionar los problemas de seguridad y sólo el 25% se inclina por el kirchnerismo. Un 29% no confía en ninguno de los dos.

Publicado por El Cronista el 20/12/2019