Un informe realizado por la consultora D’Alessio IROL y la gente de Prudential, arroja luz sobre este fenómeno. En una muestra de casi 1.000 casos sobre el comportamiento financiero femenino, el estudio mostró que las mujeres de nivel socioeconómico medio y alto tienen una creciente participación en las decisiones financieras porque aumentó su responsabilidad sobre la economía del hogar.
“La inflación y la falta de reglas claras genera temor y esto influye en las decisiones; por ello aumentó la incertidumbre y las mujeres perciben que tomar decisiones es más complejo”, señala el informe.
Un perfil promedio las muestra como mujeres “prácticas” y “conservadoras”, que conocen bien los productos financieros “más sencillos” y que “piensan en el ahorro como una clave para mantener su estilo de vida”.
En este sentido, uno de los mitos que el informe se encarga de derribar es sobre la supuesta compulsión femenina a consumir. “La mujer está más preocupada ahora que antes, no derrocha y mantiene el control sobre el manejo del dinero extra; el respaldo para el futuro es un tema que la inquieta a medida que se acerca la edad de jubilación”, señala Mauricio Zanatta, presidente de Prudential.
Los números avalan esta línea conceptual. Consultadas sobre un potencial ingreso de dinero extra ?unos $ 35.000? un 16% dijo que compraría moneda extranjera o invertiría en bienes mientras que 29% señaló que utilizaría esos recursos para hacer una refacción del hogar. Otro 18% dijo que lo colocaría en el banco, mientras que 17% restante haría un plazo fijo.
En este sentido, el ejecutivo señaló que “nueve de cada diez mujeres participan en la toma de decisiones con respecto a las finanzas domésticas” pero “siete de cada diez que participan de las decisiones siente que le falta experiencia”.
En esta misma línea, el informe muestra un dato preocupante: si bien las mujeres son las que perciben en forma cotidiana la importancia de comprender las distintas alternativas de protección (seguros) e inversión, del informe se desprende que es bajo el conocimiento de instrumentos financieros. “La mujer continúa teniendo una mentalidad práctica: conoce muy bien productos para el consumo y para la protección en la vida diaria, pero no aquellos que impliquen mayor complejidad”, señala el informe.
Seguridad ante todo
Un punto relevante del estudio muestra que potencialmente, las mujeres resultan un sector altamente permeable a los productos que ofrecen protección y ahorro como los seguros. “Del estudio se desprende que a la hora de la toma de decisiones, las mujeres necesitan sentirse protegidas y además proteger a su familia. Los seguros de vida pueden cumplir con esa función”, señala Zanatta.
El ejecutivo sostuvo que en muchos casos resulta evidente que existe brecha entre los objetivos clave y la seguridad de alcanzarlos, lo que genera una sensación de desprotección. El 78% eligió como la meta más valorada “tener dinero suficiente para mantener el estilo de vida actual al jubilarse”.