Cuando la credibilidad queda en el medio de la grieta

Por Hugo E. Grimaldi

La palabra italiana omertà engloba la regla número uno del crimen organizado que obliga a callar las actividades delictivas de otros. Por extensión, se la define como la solidaridad que existe entre miembros de un mismo grupo para encubrir o justificar los defectos de los demás y así, para salvaguardar sus propios intereses. En tiempos de sospechas de corrupción generalizada, un refrán criollo sintetiza mejor la cosa: Entre bueyes no hay cornadas.
En la Argentina, hubo y hay tapaderas entre políticos, sindicalistas y empresarios acostumbrados a vivir de la teta del Estado, aunque a veces hay cargos de conciencia, como el que quizás sufrió el financista Aldo Ducler, quien la semana pasada, antes de morir de un infarto en la calle, apuntó a dilucidar qué pasó con los fondos de Santa Cruz. El caso podría destapar las aristas más oscuras de un proceso que llevó a sumar a la privatizada YPF en manos de Repsol al Grupo Eskenazi y luego, al patriotero engaño implícito en la apurada estatización de 2012.
Pese a estos espasmos de transparencia, nunca antes se había observado como ahora que la más grave muestra de deterioro institucional que sufre el país, incluida la justificación alevosa de todo camarada que transite la misma ruta, esté radicada en el mundo de la Justicia, hoy partido en dos por cuestiones ideológicas y, como nunca, invadido por supuestos operadores que tironean en los pasillos de Tribunales de manera desembozada ante jueces y fiscales para satisfacer o para salvarle el pellejo a sus mandantes de la política.
Lo cierto es que puja tan inmoral, que se suma a la objetiva lentitud de procedimientos y a alguna sospecha de mayor ralentización en causas emblemáticas, impacta de lleno en el descreimiento ciudadano y horada el resto de las instituciones. Los jugadores están agrupados en, al menos, dos notorias facciones, de acuerdo al proyecto político que defienden: el populismo kirchnerista o la promesa del cambio.
El Gobierno ha tomado debida nota de las demandas de una parte de la sociedad sobre los males de la Justicia, casi todos votantes de Cambiemos con perfil más institucional y ha decidido meterle un poco de presión a la caldera, aunque sepa que va a recibir algunos vueltos. ¿Fue solamente casualidad que durante la semana comenzaran a correr con mayor fuerza tres o cuatro causas que apuntan al corazón de la vidriosa gestión kirchnerista?
Sin embargo, si se hace un repaso de lo sucedido en los Tribunales de Comodoro Py se puede concluir que así, en tropel, las diferentes circunstancias que ponen en la picota al gobierno anterior sirven, a la vez, como un excelente marco para la victimización de los ex funcionarios, por más que casi todas las causas tengan su andadura.
En la semana hubo novedades judiciales más bien negras para Julio De Vido y Ricardo Jaime y tres pronunciamientos sucesivos en contra de Cristina Fernández: el que investiga la acumulación de retornos de la obra pública a través de la empresa Hotesur, acusación que además involucra a su familia, pero también la unificación de la denuncia de Alberto Nisman con otra por traición a la Patria que ha quedado en manos, nada menos, que del juez Claudio Bonadio, su enemigo íntimo. Esta decisión partió de la Cámara Federal, tribunal de alzada que preside el juez Martín Irurzun quien, a la vez, volvió a pedirle al juez Sebastián Casanello, instructor de la causa conocida como Ruta del Dinero K, que se esmere y que sume a la ex presidenta a ese circuito.
El descrédito judicial
La profunda investigación del caso Hotesur que hicieron los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, quienes en un escrito de 317 páginas y en un anexo con un Indice que sirve de guía a la tarea, tras decir que como delito precedente del lavado de dinero a través de la actividad hotelera que se investiga estuvo la defraudación al Estado Nacional, detallaron cuáles fueron las cuatro etapas de la maniobra que involucró presuntos sobreprecios en las obras públicas adjudicadas casi en exclusividad a Lázaro Báez y cómo llegaron los eventuales retornos a los Kirchner con el alquiler de habitaciones de sus hoteles, nunca ocupadas.
Así, describieron con lujo de detalles una calesita perfecta en relación a los fondos que habrían pasado del bolsillo de los contribuyentes al patrimonio personal de la familia Kirchner: a) la adquisición de su parte de la cadena hotelera; b) la interposición de la empresa Valle Mitre (integrada con personas del entorno de los ex presidentes y en espejo de la firma Hotesur) para la administración y explotación de los establecimientos; c) la canalización de fondos desde las empresas del Grupo Báez y d) la incorporación del dinero al patrimonio de la ex familia presidencial. Con este trabajo como fundamento, los fiscales solicitaron al juez Julián Ercolini la declaración indagatoria de Cristina, de sus hijos Máximo y Florencia y de otros 17 imputados, incluidos Lázaro y Martín Báez.
Si bien la Justicia está interpelada desde muchos ángulos por sus posturas acomodaticias, cierto periodismo no es ajeno tampoco al descrédito judicial, sobre todo por la banalización que se hace de estos y otros casos, desgaste que contribuye a dividir la cuestión entre santos y demonios. La tarea que acometieron los fiscales parece sumamente profesional, aunque será recién en la etapa del juicio cuando se pongan las pruebas sobre la mesa y se determinen culpabilidades o inocencias.
El asesor del Presidente en temas de imagen, Jaime Durán Barba, acaba de sostener que al núcleo más duro del voto al kirchnerismo no le importa que eventualmente los gobernantes que representan su modo de pensar que, para hacer política, los Kirchner se hayan quedado con algún dinero en el bolsillo: Cristina es corrupta y les parece muy bien, planteó descarnadamente.
Si bien parece que el consultor ecuatoriano ha exagerado peligrosamente la nota, resulta notorio que el kirchnerismo utiliza siempre la estrategia de meter a todos en el mismo lodo para bajarle las exigencias a la ciudadanía. Está claro que, por estrategia, a cada estocada responde con contradenuncias o con argumentos similares a los que esgrimía la entonces oposición cuando acusaba a Cristina Fernández de manipular la Justicia, lo que coloca la situación actual en el peor de los mundos, una suerte de sordo callejón sin salida.
Por ejemplo, el senador sanjuanino del Frente para la Victoria, Ruperto Godoy, miembro cuestionado del Consejo de la Magistratura, acaba de decir que es el macrismo quien manipula a la Justicia y puso una serie de ejemplos bien convenientes, mientras del otro lado, el diputado del PRO y también miembro del Consejo, Pablo Tonelli, hizo lo mismo al revés, ya que aseguró que fue la procuradora Alejandra Gils Carbó quien demostró en los hechos su adhesión a la causa kirchnerista.
Justamente, Gils Carbó y el fracasado juicio político al camarista Eduardo Freiler, junto a un par de muertos guardados en el placard que tendría el Gobierno han sido temas más que emblemáticos durante la semana que se cerró. La primera, porque todo el poder dialéctico gubernamental, incluido lo de Tonelli y el abordaje que hizo el mismísimo presidente Mauricio Macri, fue desplegado en estos días para mostrar cómo la Procuradora se ha convertido o se podría convertir, si finalmente llagan las pruebas desde Brasil, en un tapón del emblemático caso Odebrecht para defender a los kirchneristas supuestamente implicados, pese a que en su círculo más cercano afirman que ella le ha entregado el manejo de las causas a los fiscales.
Lo de Freiler resultó ser todavía más tirante, ya que la Comisión de Disciplina del Consejo de la Magistratura aprobó el expediente de juicio político contra el camarista con dos votos en contra, el de Godoy y el del representante de los académicos, Jorge Candis, un hombre muy cercano al ex ministro de Justicia kirchnerista, Julián Alvarez.
Desde lo objetivo, Freiler sumaba cinco cargos que incluían mal desempeño por falsear u omitir datos en sus declaraciones patrimoniales, entre vehículos y propiedades; deudas impositivas no atendidas; gastos millonarios muy por encima de sus ingresos; dar motivos falsos para pedir licencias con goce de haberes y ausentarse del país durante días hábiles judiciales. Pese a los cargos, el jueves pasado, el Consejo no se reunió y el caso quedó en suspenso hasta que, en diciembre, cambie su composición.
Los sacudones de Lilita
Todo este descalabro de la Justicia ha puesto a la defensiva a muchos ciudadanos y les suma descreimiento. Este subproducto del escándalo no es menor, porque se trata de uno de los tres poderes del Estado y no atenderlo de modo conveniente puede conducir a la anarquía, río revuelto adonde pescan los regímenes autoritarios.
Los sacudones de Elisa Carrió parece que no fueron inocuos dentro del Gobierno para mover un poco el avispero, sobre todo en negociaciones con la fiscal argentina de Odebrecht, aunque en materia de delaciones premiadas la legislación del país se da de patadas con la brasileña. Así, el ministro de Justicia, Germán Garavano, fue a los Estados Unidos buscando datos que podrían surgir de las declaraciones que la constructora brasileña hizo allí sobre las coimas pagadas en la Argentina. La idea es primerear a Gils Carbó y en el Gobierno aseguran que, si se sabe algo, Macri no va a esconder nada, aunque haya parientes involucrados.
Tanto activismo no es inocuo en materia de imagen, ya que las encuestas muestran al Gobierno subiendo escalones por recuperación de la iniciativa. También Durán Barba ha dicho que el ejercicio de la política terminará supliendo a las cuestiones económicas, que podría quedar para algo más adelante. Este sesgo es el que ha empezado a reflejarse en algunos sondeos de estos días, sobre todo cuando se compara la situación actual con la futura.
Según la consultora IPSOS Public Affaires, la aprobación de gestión del gobierno de Macri está en 46 por ciento y mientras que 22 por ciento de los consultados dice que la situación económica actual es buena, 39 por ciento piensa que va a estar mejor en los próximos doce meses. En tanto, DAlessio-Berensztein relevaron que la mayor parte de quienes respondieron su evaluación mensual del Humor Económico y Político cree que la situación económica empeoró respecto del año pasado (57%), pero a la vez dicen que el año próximo será mejor (52%).
En cuanto a cuestiones políticas, ante una pregunta sobre si Macri está cambiando la Argentina este último relevamiento indicó que dentro del 46 por ciento que dijo que sí, 84% votó a Cambiemos en las últimas elecciones y del 39 por ciento que sostuvo que no, 76% votó por el FpV. La grieta, que privilegia modelos basados en concepciones ideológicas, ya es casi una cuestión estructural y la Justicia no es ajena a ese fenómeno. Lamentablemente, todo pasó a ser subjetivo en cuestión tan delicada.

El Gobierno y los industriales coinciden en el diagnóstico: con estos márgenes de rentabilidad, la inversión seguirá lenta

El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, señaló que el sector vive un momento complicado, pero ve que la situación mejora gradualmente. Apunta al atraso cambiario, la inflación y la presión fiscal. En esto último coincide Cabrera, quien espera que la reforma tributaria reduzca los costos
Actualidad
`Estamos mal, pero vamos bien`, disparó este viernes Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), para sintetizar el difícil presente que viven las empresas y la esperanza sobre los signos de recuperación de la economía.
Según el directivo, el sector industrial tiene un panorama `complicado`, dado que `la producción baja porque baja el consumo`, a pesar de que perciben una leve recuperación de los puestos de trabajo.
Sin embargo, uno de los principales problemas para las Pymes tiene que ver con el dólar, al que consideran atrasado.
El otro gran tema es el avance de la inflación, que si bien consideran que se está controlando, no tiene su reflejo en la cotización del billete verde.
Finalmente, la retracción del consumo es el otro gran tópico que desvela a los industriales.
`El dólar está retrasado, hablando para el sector industrial, lo que son las Pymes. En otros lados posiblemente haya un dólar que todavía es competitivo para exportar; pero para las Pymes o muchas economías regionales claramente el dólar está retrasado`, puntualizó Acevedo.
Por ello, señala que la inflación `hay que combatirla sí o sí` y llamó a no `poner medias tintas en este tema`.
No solamente cree que el Gobierno cumplirá con su meta de 17% para este año, sino que espera que sea totalmente realizable.
Con todos estos temas en la agenda, los industriales saben que la clave está en el consumo.
El propio ministro de Producción, Francisco Cabrera, les dio la razón.
Durante el Foro Argentina-Unión Europea, el funcionario remarcó que `la Argentina necesita inversiones, pero no llegan porque la rentabilidad no es la esperada`.
El plan del Gobierno será avanzar en mejorar los costos energéticos y logísticos, más una reducción de la presión tributaria, para lograr que los márgenes sean más atractivos para las empresas que deseen radicarse en el país.
El ministro también cree que la nueva `apertura` a la importación de ciertos bienes no tiene como objeto hacer `perdedores` a la industria local, sino para `ser ganadores` con el incremento de las inversiones que lleguen.
En este sentido, remarcó que la apertura al ingreso de computadoras tiene que ver con que `mejorar el acceso a la tecnología incrementa la productividad`. El concepto es `integración inteligente` al mundo.
Pero el Gobierno sabe que la presión impositiva, que atenta de manera directa contra la rentabilidad de las empresas, es demasiado alta.
De hecho, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne está preparando una reforma integral tributaria que logre entre, otras cosas, dinamizar el consumo. Y que se conocería luego de las elecciones legislativas de octubre.
`Necesitamos una reforma tributaria, porque la presión tributaria es alta y tenemos impuestos distorsivos`, deslizó Cabrera.
Desde la industria esperan esa reforma.
De hecho, el propio Acevedo afirmó que dentro de los costos de producción los `asociados al salario que, por ahí, son impuestos que son los que hay que bajar`.
Lo cierto es que la industria no logra despegar, salvo algunos sectores que muestran más dinamismo, como el campo, impulsado por el esquema de retenciones que inauguró Cambiemos poco después de asumir; y la construcción, revigorizado por mayor disponibilidad de créditos hipotecarios y la apuesta a la obra pública.
Según el Indec, la actividad industrial en su conjunto decreció 2,3% en abril y lleva 15 meses sin dar señales positivas.
`Luego de 17 meses de baja actividad estamos viendo una recuperación amarreta, pero la estamos viendo`, había sido el análisis de Acevedo al asumir como conductor de la UIA.
Para Acevedo, `lo que necesita una industria fuerte es un mercado fuerte también y que la gente pueda consumir`.
Y los consumidores, en gran parte, coinciden con el `estamos mal, pero vamos bien` reeditado por Acevedo.
Según un informe de DAlessio Irol y Berensztein, el 57% de los argentinos considera que la situación económica actual es negativa. Y ante un escenario desfavorable, elige consumir menos.
No obstante, piensan que el año que viene les irá mejor: 28% señalaron que mejorará `mucho`, mientras que 24% señalaron que sólo mejorará `algo`.

Sigue alto el apoyo a Macri en Córdoba

El 50 por ciento avala la gestión del Presidente. La inflación es la primera preocupación.

GOBIERNO NACIONAL

La mitad de los cordobeses consultados le pone un aprobado a la gestión nacional que encabeza el presidente Mauricio Macri.

Al mismo tiempo, un 48 por ciento considera que la situación económica ha mejorado respecto al año pasado, mientras que otro 49 por ciento asegura que retrocedió.

Esos resultados forman parte del último estudio de opinión pública realizado por las consultoras D´Alessio, Irol y Berensztein para el mes de mayo.

En la consideración de la gestión de Cambiemos al frente del gobierno nacional se observa una fuerte polarización.

Pese a mostrar niveles de aprobación del 50 por ciento, otro 47 por ciento la reprueba con notas entre `mala` y `muy mala`.

El 88 por ciento de los que avalan lo hecho por Macri hasta aquí lo votaron en el balotaje de 2015, en el que venció a Daniel Scioli.

Algo similar sucede con los detractores: el 86 por ciento adhirieron a la opción kirchnerista.

A nivel país, la valoración del macrismo es menor que en nuestra provincia, con un 45 por ciento de aprobación. Perspectivas e inquietudes

En materia económica, Córdoba le sigue sonriendo al Presidente. Seis de cada 10 provincianos (60 por ciento) suponen que la situación económica será mejor a la actual dentro de un año.

En cambio, un 37 por ciento observa un horizonte negativo. El diferencial es de 23 puntos positivos.

Replicada la consulta a nivel nacional, la diferencia favorable baja a 6 puntos. Esto se debe a que un 52 por ciento espera que la situación mejore dentro de 12 meses, cuando otro 46 por ciento es pesimista.

En cuanto a las principales preocupaciones de los cordobeses, por primera vez la economía figura al tope del listado, relegando al segundo lugar a la inseguridad.

Puntualmente, la inflación es el aspecto con mayor incidencia negativa. Y también preocupan el `aumento de luz y de gas` y los `aumentos en los impuestos`.

El trabajo de D´Alessio, Irol y Berensztein incluyó una muestra nacional de 1.150 personas y de otras 300 en Córdoba.

El gobierno de los segundos semestres

Hace un año, las expectativas eran más o menos las mismas: todas las fichas al segundo semestre. Pero la segunda mitad de 2016 pasó sin pena ni gloria. Y los primeros meses de este año no han alcanzado para modificar el panorama de manera contundente, aun cuando los indicadores de la macroeconomía ofrecen varias líneas de optimismo.
PRIMER PLANO. La actividad avanza mucho más lento que lo previsto
Pero despacito y desparejo, como si tuvieran miedo de perder el leve ritmo que van tomando. Salvo algunos casos puntuales, todavía los números son amarretes y la sensación térmica sigue fría.

El Gobierno no lo desconoce y, aunque se esfuerza por darles visibilidad a algunos datos positivos, sabe que la elegida ruta del gradualismo tiene muchas más curvas que las deseadas.
El año ya se comió cinco meses y las elecciones de medio tiempo para validar pergaminos están a la vuelta de la esquina. Ergo, el Gobierno vuelve a apostar por el segundo semestre.Relacionadas
La actividad avanza mucho más lento que lo previsto

¿Cómo se ve a sí mismo y cómo lo ven quienes le toman el pulso a la economía? Eso abordamos en nuestro Primer plano, con un repaso de los principales indicadores públicos y de consultoras privadas, además de una entrevista al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien ayer realizó varias actividades en Córdoba.
Según el relevamiento que hicieron DAlessio Irol y Berensztein durante mayo, inflación, junto con aumentos en servicios públicos, presión impositiva e inseguridad, son las cuestiones dominantes en el humor social, pero con un detalle para nada menor: El bolsillo ganó en el primer lugar a la inseguridad.
Si bien el pesimismo decrece, todavía son mayoría quienes creen que la situación económica es peor que la de hace un año.
Que la economía sea uno de los aspectos que más influyen en las urnas no es novedad para la volatilidad argentina. Pero es la prueba que tiene que superar el oficialismo, incluso si aspira a persistir a mediano plazo en el tablero del poder vernáculo.

La gente ve peor la economía de 2017, pero cree que mejorará en 2018

Un informe de D’Alessio Irol señala que 57% de los argentinos ve que la situación es mala, aunque una cifra similar cree que será más favorable. No obstante, el 54% de los entrevistados se mostró crítico con respecto a la gestión de Mauricio Macri

Los últimos datos del Indec no son alentadores. Por un lado, el último registro de la inflación señala un acumulado de 9% en los primeros cuatro meses del año, más de la mitad del tope de 17%.

Más recientemente, el organismo estadístico señaló que la actividad industrial decreció 2,3% en abril y lleva 15 meses en rojo.

Pero las expectativas de la gente no son del todonegativas según el informe “Humor Político y Social” de mayo elaborado por las consultoras D’Alessio Irol y Berensztein.

En efecto, el 38% de los argentinos siente que la situacióneconómica actual es “algo mejor” que la del año pasado, mientras 3% indicó que es “algo mejor”.

Es decir, el 41% de los entrevistados cree que  la economíaargentina tuvo un mejor desempeño en 2017 en relación con el año previo.

En el otro extremo, el 34% remarcó que la situación actual esmucho peor, mientras que un 23% señaló que está algo peor.

En consecuencia, para el 57% de los argentinos la visión sobre el rumbo de Cambiemos es negativa.

Pero la torta se invierte a la hora de pensar en la situación económica del año que viene.

En este caso, el 52% señaló que el escenario será másfavorable en 2017: 28% señalaron que mejorará “mucho”, mientras que 24% señalaron que sólo mejorará “algo”.

En tanto que 46% remarcaron que la economía argentina estará peor durante el año que viene.

Lo curioso es que, leyendo la tendencia histórica, las curvasde las visiones negativas y positivas sobre la situación económica se acercan. Tanto en la percepción actual como en las perspectivas para el próximo año.

Evaluación del Gobierno

El informe no sólo muestra las expectativas económicas, sino también la opinión de los argentinos sobre la gestión de Mauricio Macri.

En mayo, el 54% opinó que considera mala a la administración de Cambiemos, contra el 45% que la aprueba.

En este caso, no se trata de un número concluyente, pues latendencia fue variando en los últimos meses.

No obstante, hay que remarcar que la visión positiva nunca superó el 49% durante los últimos 12 meses, mientras que la visión negativa nunca estuvo por debajo del 48% en el mismo periodo.

Por otra parte, dentro del 45% que respondió que la gestión es buena, el 85% votó a Cambiemos en las últimas elecciones presidenciales, en tanto que el 9% se inclinó por el Frente para la Victoria.

Dentro del 54% que se mostró crítico, el 89% eligió la fórmula Daniel Scioli-Alberto Zannini, mientras que el 14% apoyó la lista de Mauricio Macri-Gabriela Michetti.

Entre los temas que más preocupan a los argentinos, lainflación se ubicó en el primer lugar, con el 74% de las adhesiones, seguida por la inseguridad (69%) y el aumento de las tarifas de electricidad y gas (61%).

El top-5 lo completaron la falta de un freno para la violencia contra las mujeres (58%) y el bajo nivel de la educación primaria (51%)

La actividad avanza mucho más lento que lo previsto

A un mes de que termine la primera mitad de 2017, las señales de rebote de la actividad económica son mucho más tenues que lo esperado por el Gobierno.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se muestran optimistas para el resto del año. Pero los pronósticos privados, si bien muestran una mejora respecto a la situación de 2016, no son para estar exultantes.
NOTA RELACIONADA. La inflación de mayova a estar por debajo del 1,8%

En primer lugar, porque se parte de un escenario muy malo (el año pasado, la mayoría de los indicadores económicos tuvo un deterioro importante) y, en segundo lugar, porque el rebote es lento y focalizado en algunos sectores.
Según un sondeo de DAlessio Irol y Berensztein, realizado en mayo, para el 41 por ciento de los argentinos la situación económica actual es peor que hace un año y, para el 57 es igual. Los datos muestran una mejora respecto a los meses previos, pero siguen siendo negativos.Relacionadas
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Tal vez Todesca no comprendió bien

En tanto, la mitad de los encuestados (52 por ciento) mantienen expectativas positivas para el año próximo.
La estadística refleja, en parte, esta percepción de la población. Los últimos datos oficiales mostraron un crecimiento de 0,8 por ciento interanual en marzo, según el Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae). El balance del primer trimestre es casi neutro, con un 0,1 por ciento de suba.
Los estudios privados también dan cuenta de una recuperación leve desde marzo.
El Índice General de Actividad (IGA), de Orlando Ferreres y Asociados, mostró aumentos interanuales de 2,2 por ciento en marzo y 3,3 por ciento en abril.
Para Econométrica, el producto interno bruto (PIB) subirá 2,6 por ciento en el segundo trimestre, luego de una baja interanual de 0,7 en los primeros tres meses de 2017. Los datos de recaudación van en esta línea: el IVA impositivo creció 33 por ciento en el primer cuatrimestre, y los aportes a la seguridad social, 36 por ciento.
Comportamiento dispar
Esta reacción de la economía no es generalizada y tiene grandes diferencias entre sectores.
Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió dos de los indicadores que muestran mayor disparidad.
El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (Isac) creció 10,5 por ciento interanual en abril, similar al 10,8 de marzo. Fueron los primeros aumentos en más de un año y el sector acumula una suba de 3,8 por ciento en el primer cuatrimestre.
En cambio, el Estimador Mensual Industrial (EMI) volvió a caer por 15° mes consecutivo en abril. La baja interanual del mes fue de 2,3 por ciento y el acumulado del primer cuatrimestre, de 2,4 por ciento, inferior a los guarismos del segundo semestre de 2016.
El nivel de empleo también mostró una moderada reacción este año, aunque con la misma diferencia sectorial. La última Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que releva trabajadores registrados privados, en marzo se mostró estable pero arrojó un saldo negativo de 0,3 por ciento en el primer trimestre.
En el acumulado del año, la construcción recuperó 0,5 por ciento del empleo, y el comercio, 2,4 por ciento. Pero en la industria, los puestos de trabajo cayeron en 4,7 por ciento.
La inflación es el problema que más preocupa a los argentinos (al 74 por ciento, según la encuesta de DAlessio). Peña dijo ayer en el Congreso que bajará en julio a un 21 por ciento interanual, la inflación más baja desde 2009, cuando en abril fue de 27,5 por ciento.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, los privados esperan una suba de precios de 1,6 por ciento en mayo (fue de 2,6 por ciento en abril).

D´Alessio: “ya no hacemos encuestas”

El consultor señala que `la gente decide su voto 48 horas antes de las elecciones`, por lo que es imposible hacer `predicciones electorales`. D´Alessio: `hoy es muy difícil hacer encuestas, la población es muy volátil Los encuestadores no la han pasado muy bien en los últimos años. No sólo en Argentina. El fenómeno de los `resultados sorpresivos` en distintos países llenó de descrédito a buena parte de quienes realizan encuestas previas a las elecciones. En ese sentido, EduardoD´Alessio, de la consultora DAIessio Irol/Berensztein no anduvo con vueltas a la hora de blanquear que no hacen más `predicciones electorales`. `No somos adeptos a la predicción electoral, porque los ciudadanos deciden su voto 48 horas antes de votar. La población es muy volátil por eso es difícil hacer encuestas. En Estados Unidos están trabajando en técnicas nuevas, lo mismo que en Francia, pero todavía queda mucho por aprender`, sostuvo en diálogo con Punto a Punto Radio. Respecto al escenario electoral, el especialista sostuvo que `se va configurando un panorama en el cual los que en ballotage votaron al Frente Para la Victoria o Cambiemos, van teniendo posiciones no sólo contrapuestas, si no calcificadas, por lo que los datos externos no producen grandes modificaciones`. En ese sentido, agregó que `el 76% de los que votaron a Cambiemos hoy lo harían nuevamente y lo interesante es que ese 24% no cambió de bando, ya que está en el área del ´hoy no se qué haría´`. Con este marco, explicó que `si se llegan a polarizar las posiciones, es probable que unos vuelvan a Cambiemos y otros al FPV o al justicialismo, porque en el caso de los que votaron a Scioli, sólo la mitad dice que volvería a votar a un representante del kichnerismo y la otra mitad a un representante del peronismo o justicialismo`. Y concluyó: `Si van a hacer lo mismo o no, es crucial para los resultados de octubre`. ¦ Eduardo D´Alessio asegura que hoy es difícil hacer encuestas. `La gente decide el voto 48 antes de votar`, señala.

Pese a la inflación, votantes de Cambiemos perciben una mejora económica y mantienen su apoyo a Macri

Según un sondeo de D´Alessio IROL Berensztein, el humor social sigue cruzado por la polarización Pág.6

LA POLARIZACIÓN DOMINA EL ESCENARIO A 77 DÍAS DE LAS ELECCIONES PRIMARIAS Pese al impacto de la inflación, el Gobierno lidera la intención de voto Un sondeo revela que la suba de precios es la principal preocupación social, pero la mayoría de los votantes de Macri avala la gestión y tres de cada cuatro volvería a elegirlo

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La idea de un cambio positivo y la perspectiva de un mejor futuro son suficientes para que parte de la sociedad supere las dificultades que representa la inflación, a partir de la suba generalizada de los precios y el aumento de las tarifas. Al menos lo es para la mayoría de quienes optaron por elegir a Mauricio Macri como Presidente en el ballottage de 2015, un número que, ante un escenario de marcada polarización electoral con el peronismo, le permite a Cambiemos liderar la intención de voto cuando restan solo 77 días para el turno de las primarias simultáneas y obligatorias.

Así lo revela el estudio del Humor Social y Político realizado este mes por DAlessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. La encuesta, elaborada sobre 1150 adultos distribuidos en todo el país, muestra que el andar de la economía se mantiene entre las principales preocupaciones del electorado, pero carece de impacto a la hora de analizar el respaldo político a la fuerza gobernante.

Así, si bien la inflación surge como el tema más preocupante para el 74% de los consultados, seguidos por la inseguridad (69%) y el aumento de luz y gas(64%), un 52% de ellos considera que la economía estará mejor dentro de un año, mientras que un 46% cree que estará peor. De hecho, con el correr de los meses el porcentaje de los consultados que cree que la economía se deterioró en el último año, fue retrocediendo desde el 70% en julio de 2016 hasta el 57% actual. En el mismo lapso, el porcentaje de quienes aprecian una mejoría, trepó del 28% hasta el 41%.

`Para el votante de Cambiemos, el Gobierno es bueno. Hay una resiliencia fuerte en sus propios votantes`, remarca el consultor Eduardo DAlessio. Y es que si bien hoy un 46% cree que el jefe de Estado está cambiando de manera positiva al país, la cifra trepa hasta el 84% cuando se trata de los votantes del oficialismo. En cambio, un 76% de quienes eligieron al Frente para la Victoria considera que se ha producido un cambio negativo. Es por ello que el votante de Macri califica a la gestión con un 7 y tres de cada cuatro de ellos asegura que volvería a elegirlo. Mientras que los que optaron por Daniel Scioli le ponen un 2 al Gobierno, pero solo uno de cada tres repetiría el voto en favor del ex gobernador bonaerense.

Al respecto, el analista Sergio Berensztein remarcó que `la Argentina entra al proceso electoral con una opinión pública que sigue significativamente polarizada, sobre todo en temas vinculados a la economía, las instituciones y la corrupción. Solo en materia de política exterior y en cuestiones de defensa/seguridad, existen consensos más amplios. Más aún, la cuestión del 2×1, que tanto debate generó luego del fallo de la Corte, constituye uno de los puntos de encuentro más importantes dentro de una cultura política caracterizada por la conflictividad`.

Esa polarización también encuentra una línea divisoria generacional cuando se trata de evaluar la gestión macrista. Mientras que la mitad de los mayores de 55 años considera estar más tranquilo que con el gobierno anterior, un 44% de los menores de 34 años se siente más intranquilo. Pero como en cada pregunta, el escenario es marcado por la simpatía con el oficialismo o el FPV. La desconfianza alcanza a 72% de los votantes de Scioli. La serenidad, al 73% de los de Macri.

Es en el núcleo duro favorable y en la dispersión de un peronismo que aún divide aguas entre Cristina Kirchner, Florencio Randazzo y Sergio Massa; donde se apoya el oficialismo para encarar las PASO con una perspectiva positiva, a pesar de que la actividad no llegará con una recuperación vigorosa al 13 de agosto próximo y la inflación, que ya se proyecta de 1,8% para este mes, mostrará para entonces un acumulado anual cercano al 24%. Quizá allí haya que encontrar la razón por la que el Gobierno decidió postergar hasta el año próximo el incremento de tarifas del transporte, mientras el Banco Central hace uso de todos los instrumentos a su alcance para encarrilar la suba de precios hacia la meta de 17% prevista para todo el año. No obstante, la división política en la sociedad es tan marcada que, al menos por ahora, amortigua el posible impacto en las urnas de la marcha de la economía. También hay grieta en la relación con Chinay EE.UU A la hora de analizar las relaciones internacionales del gobierno de Mauricio Macri, también se hace presente la marcada división entre los votantes de Cambiemos y quienes acompañan al kirchnerismo. Según revela el estudio de D´Alessio IROL/Berensztein, la grieta vuelve a surgir a la hora de consultar a quién preferiría si la Argentina tuviera que definirse por estar más cerca de China o de los Estados Unidos con Trump. Entre los votantes de Cambiemos, un 31% eligió a EE.UU., un 45% se inclinó por ambos y solo un 10% por China. En tanto, los votantes del FPV eligieron en un 42% a China, un 32% a ninguno de los dos y solo un 4% a EE.UU.

Seguros: el grueso de las quejas se relaciona con el proceso de venta

Según una encuesta de D´Alessio IROL, que será presentada el lunes en el 8Q Congreso de Bancos y Seguros de AMBA, el 48% se quejó de la venta, el 37% reclamó por el servicio post venta, el 8% expresó desconfianza y el 7% apuntó al precio

El mercado del seguro tiene mucho potencial en el país. Sin embargo, todavía debe enfrentar varios desafíos para lograr un cambio de paradigma. Según un informe de D´Alessio IROL, que será presentado este lunes en el marco en el 8o Congreso de Bancos y Seguros, el principal problema del mercado empieza por la venta.

`Lo que más pesa a la hora de la disconformidad con el seguro es la venta`, asegura el estudio que presentará Nora D´Alessio, vicepresidenta de DAlessio IROL, en el congreso organizado por AM- BA. Al respecto, tanto asegurados como ex asegurados declararon sobre las principales quejas: `No me dan beneficios extra`, `No me dan lo que necesito` y `No son rápidos en responder`.

En números, el 48% mostró disconformidad con la venta, el 37% reclamó sobre el servicio post venta, el 8% expresó desconfianza, mientras que 7% se quejó por el precio.

`En nuestra investigación encontramos que el promedio de conformidad con los seguros contratados es de 7,37 puntos (en una escala donde 10 es plenamente conformes). Es decir que aprueban el servicio, pero sin sentirse plenamente satisfechos`, dijo DAlessio. Según la experta, para poder

competir es fundamental entender cómo los clientes llegan a la contratación: `Hay múltiples caminos complementarios entre sí. Inicialmente, cuando hay interés, el cliente se preocupa por conocer opciones y toma una actitud activa, que le demanda cierto esfuerzo. Por ejemplo, un 30% de los consultados se acercaría a consultar al banco o compañía de seguros, y un 19% llamaría por teléfono`.

Así, los canales online ganan un importante terreno, tanto para brindar información como para la búsqueda de cotización online. De todas formas, lo que los clientes siguen destacando es la importancia de las redes de contactos, ya que casi la mitad de los consultados pediría referencias a sus conocidos o bien al productor de seguros con quien ya trabajan.

`En nuestra encuesta analizamos también a aquellos individuos que actualmente no posee ninguna cobertura. El dato interesante que surge es que 6 de cada 10 no asegurados tuvieron en algún momento cobertura, pero han decidido no mantenerla. Esto desnuda un problema en cuanto a la retención`, subrayó. En sintonía, se refirió a `la puerta giratoria`; si el 60% tuvo un seguro y en la actualidad no lo tiene quiere decir que los clientes están entrando y saliendo del sistema.

Finalmente, un punto importante es que para garantizar la satisfacción de los clientes no es suficiente pagar el siniestro, en cambio, no pagarlo afecta la reputación de la aseguradora, pero también del resto de la industria.

`El 43% del total de los asegurados piensa que las compañías de seguros son confiables. En tanto, entre aquellos asegurados que tuvieron un siniestro que fue resuelto la confiabilidad permanece prácticamente igual, en un 40%. Sin embargo, aquellos asegurados que sufrieron un siniestro y este no fue resuelto la confianza se hunde al 11%`, comentó D´Alessio. `Un siniestro que no se paga afecta la reputación de toda la industria`, dijo D´Alessio