IDEA: siete de cada diez empresarios dicen estar peor que el año pasado

Las expectativas que tenían para este año los empresarios chocaron de frente con la realidad. El optimismo récord que habían mostrado en la encuesta de D’Alessio IROL para la organización IDEA en octubre pasado mostró en el relevamiento de este año un dato elocuente: el 68% de los 230 ejecutivos sondeados dijo que en el primer semestre de este año les fue peor que en el período anterior.

El estudio, que se hace dos veces al año desde 2000, toma a un grupo de empresas que representa entre el 70 y 80% del PBI. En el coloquio pasado de IDEA, que se llevó a cabo en octubre, una semana antes de la victoria del Gobierno en las elecciones legislativas, la encuesta presentada indicaba que el 76% de los sondeados creía que la economía iba a mejorar en el primer semestre del año. Había sido un récord de optimismo para el historial de la encuesta.

“Los resultados están alejados de las expectativas. Hubo mucho optimismo y los resultados no fueron los esperados”, indicó ayer Eduardo D’Alessio, presidente de la consultora, al presentar el informe. El especialista señaló que el sondeo se realizó entre la segunda y la tercera semana de junio, cuando la mayor parte de la devaluación ya se había concretado.

Solo una vez desde que se hace la encuesta hubo una diferencia mayor entre las expectativas y la realidad. Fue en los informes de mayo y octubre de 2001, cuando en el medio sucedió el atentado del 11 de Septiembre a las Torres Gemelas.

“Cuando se realizó la anterior encuesta, el dólar estaba en menos de $18 y todavía no se había dado el 28 de diciembre [la conferencia de prensa con el presidente del Banco Central en la Casa Rosada]. La expectativa de inflación todavía era alta, pero se estimaba por abajo del 20%. Tuvimos desde entonces un período de variabilidad extrema”, explicó el economista José Siaba Serrate, al comentar los resultados en la presentación de la encuesta. “Hay que tomar con pinzas las expectativas y analizar en qué momento se formularon para entenderlas”, agregó.

Para el próximo semestre, si bien los ejecutivos consultados sostienen una percepción adversa de la situación económica, el 51% confía en que va a estar moderadamente o mucho mejor. Las razones que dan son una mejor posición financiera del país, luego del acuerdo con el FMI y la recategorización a país emergente por la sociedad MSCI, y una mejora en el comercio exterior, producto de la apertura internacional, del aumento del dólar y de la mejora en los términos de intercambio. Mientras un 24% de los consultados cree que la situación se mantendrá igual, el 25% restante que cree que el contexto actual es mucho peor señala que es culpa de la devaluación del peso, de la inflación, de la caída del nivel de actividad, de la baja en el consumo, de la falta de inversión, de las elevadas tasas de interés y de la imposibilidad de bajar el déficit fiscal.

Nuevas expectativas

Para el próximo año, todas las expectativas de empleo, ventas y rentabilidad bajaron considerablemente en comparación con las previsiones de las empresas en octubre pasado.

La única variable que continúa estable es la inversión estimada. Si bien el año pasado los niveles habían sido récord, con una promesa de invertir el 14% de la facturación anual, el porcentaje solo cayó al 13%, aun en niveles por encima del promedio de los últimos ocho años. “La inversión por unidad de negocio sigue estando por encima del promedio, aun con este panorama. Lo que cambió fue el destino de la inversión: ahora prevalecen las del tipo blandas (desarrollo de tecnología, de nuevos productos y búsqueda de nuevos mercados), más que la inversión dura (incorporación de maquinaria, obras civiles y equipamiento informático)”, indicó D’Alessio.

En cuanto a la creación de puestos de trabajo, de los 230 ejecutivos consultados, apenas un 19% cree que el empleo en su empresa aumentará en los próximos doce meses; una caída significativa con respecto al 48% que esperaba aumentar la cantidad de personal en el informe anterior.

La expectativa de ventas, por otro lado, también cayó fuertemente: del 83% que creía el año pasado que iban a aumentar, la estimación en el último sondeo bajó al 34%. Asimismo, el 41% de los ejecutivos ahora proyecta que el nivel de ventas disminuirá dentro de los próximos 12 meses, mientras que en octubre pasado solo el 8% preveía un panorama negativo.

Además, solo el 28% de las empresas cree que su rentabilidad aumentará en el próximo año, mientras que en la encuesta pasada, el 43% creía que crecería.

Otro cambio de tendencia fue en el comercio exterior, donde un 43% cree que sus exportaciones van a aumentar, en comparación con el 31% de octubre pasado, lo que refleja el mejor contexto que brinda la devaluación a esta actividad.

Publicado en La Nación el 11/07/2018

Empresarios prevén mejor segundo semestre pero baja de rentabilidad

Consideran que la reforma impositiva es vital para los negocios. La comunicación y la conformación del equipo económico, los mayores errores del Gobierno.

El optimismo empresario chocó contra la realidad económica. La percepción de los ejecutivos para el primer semestre fuela más alta en los 22 años que D’Alessio Irol realiza una encuesta junto al Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Pero una vez superado este período, el balance de los ejecutivos es como el célebre “no positivo”. El 68% de los 230 empresarios relevados afirma que su situación está mucho o moderadamente peor en la primera parte del año. Sin embargo, los resultados de la medición de junio arrojan un panorama alentador para los hombres de negocio, ya que más de la mitad (51%) pronostica un segundo semestre mejor. La reforma impositiva es uno de los temas mencionados como vitales para los próximos meses. Además señalan a la comunicación y a la conformación del equipo económico como los mayores errores del Gobierno.

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Para los ejecutivos que ven con buenos ojos la performance de los últimos seis meses, los puntos más altos son el acuerdo con el FMI, la reclasificación de la Argentina como “mercado emergente”, la apertura internacional y el aumento del dólar. En cambio, aquellos que evalúan que están en una situación actual “mucho peor” señalan a la inflación, la devaluación, las elevadas tasas de interés y la crisis cambiaria como algunas de las principales causas.

“Hay una percepción adversa del primer semestre, pero existe una expectativa de recuperación”, mencionó Eduardo D’Alessio durante la presentación del informe. Entre los relevados, solo el 25% pronostica un semestre moderadamente o mucho peor, mientras que 2 de cada 10 creen que la performance no cambiará.

La única variable económica en la que los empresarios muestran perspectivas positivas son las exportaciones. El 43% afirma que aumentarán entre moderada y significativamente, lo cual marca un aumento respecto al 31% de la encuesta de octubre de 2017. Esto es producto, de acuerdo al informe, de las modificaciones cambiarias. Solo el 8% señala que disminuirán.

Las expectativas para las ventas y la inversión son menos prometedoras. Una quinta parte de los consultados confía en incrementar las inversiones, especialmente las empresas medianas. En tanto, tres de cada 10 aseguran que disminuirán en los próximos 12 meses. No obstante, la inversión estimada como porcentaje de la facturación anual continúa por encima del promedio de los últimos años.

Respecto a las ventas, un tercio de las empresas espera subas (34%), a diferencia del resultado de octubre de 2017 que arrojaba optimismo en 83% de los relevados. Más del 40% de los ejecutivos prevé que las ventas caigan el año que viene.

La mitad de los ejecutivos (49%) considera que no habrá cambios en materia de empleo. El 19% espera que aumente, en particular las empresas pequeñas y de servicios, mientras que un 32% asegura que disminuirá. En la medición de octubre de 2017, solo el 11% pronosticaban un descenso. Los empresarios también esperan que la rentabilidad de sus compañías acuse recibo de la turbulencia económica. El 48% pronostica una caída para los próximos 12 meses.

Publicado en El Cronista el 11/07/2018

Las últimas encuestas que alertan al Gobierno: no mejoran las expectativas económicas

Distintas consultoras reflejan un escenario similar: se agudiza la percepción negativa del futuro. Cómo cae la imagen del Presidente y qué dicen sobre 2019

Las encuestas, uno de los principales instrumentos para medir el humor social, no arrojan buenas noticias para el Gobierno.

Desde que comenzó la corrida cambiaria, que llevó a que el dólar rozase los $30 y aumentase la inflación, el presidente Mauricio Macri no logró torcer el rumbo de las expectativas de la sociedad en torno al futuro económico del país. Estas siguen a la baja, lo que implica un mal augurio para Cambiemos. Es que el malestar se siente, incluso, en la tropa propia. Ni los cambios en el gabinete nacional ni el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) lograron repercutir positivamente en la opinión pública.

Distintas encuestas de diferentes consultoras a las que accedió Clarín muestran el recorrido de la imagen de Macri y su gestión.

Tras el triunfo de Cambiemos en las elecciones de octubre, la imagen de Macri y el Gobierno tocó su pico. Pero el optimismo no se mantuvo. Tras la cuestionada reforma previsional, los números empezaron a caer. No obstante, ante la medición de los distintos escenarios electorales, el Presidente se muestra como un candidato aceptable para el 2019, con capacidad de traccionar los votos necesarios para lograr un triunfo.

La baja de Macri, como suele suceder cuando cae la imagen del referente de un espacio, arrastró a las de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Tan evidente como esto fue que ningún opositor logró capitalizar el descenso de la imagen del oficialismo en general.

En pos de avivar la grieta, y acaso una buena noticia para la Casa Rosada, es que la que más creció fue la expresidenta Cristina Kirchner, quien aún mantiene altos niveles de rechazo.

Ricardo Rouvier & Asociados

La encuesta mensual que realiza la consultora Ricardo Rouvier & Asociados, una firma que estuvo relacionada al kirchnerismo, realizó en su último monitoreo nacional dos ponderaciones de las expectativas económicas. Una general y otra puntual con la inflación. Las dos le dan al Gobierno en baja.

Según el trabajo de Ricardo Rouvier, la imagen negativa de Macri asciende al 58,8% contra una positiva de 37,4%. Las cifras son similares a las de mayo.

La imagen del Gobierno nacional empeora un poco más respecto a la de su referente: 61,8%. Y también se profundiza la caída de las expectativas económicas: 51,9% es pesimista respecto al futuro.

No obstante, a la hora de evaluar un escenario de balotaje entre Macri y la ex presidenta Cristina Kirchner, gana el actual mandatario: 43,6% contra 35,8%. La grieta vuelve a jugar a favor de Cambiemos.

Management & Fit

La encuesta semanal, nacional, que la consultora hace en exclusiva para Clarín, muestra en su última medición números bajos en las expectativas económicas y políticas.

El índice de expectativas económicas llega a 32,1 puntos sobre 100. Apenas un 10,3% cree que la situación de los precios mejorará. También hay alertas por el empleo.

Respecto a las expectativas políticas, cayó en la última semana la ponderación del liderazgo del Presidente y de la capacidad del Gobierno.

“La diferencia en el optimismo entre lo que se espera del futuro de la economía y el diagnóstico sobre la situación actual se situó en 4,6 puntos (la diferencia entre índice de expectativas y el de confianza económica). Esto implica una caída de 8,2 puntos en dicha diferencia respecto a su pico en Junio de 2016, cuando las expectativas mantenían un nivel muy por encima del diagnóstico actual”, resume el licenciado Juan Pablo Hedo, de M&F, según publicó el matutino.

CIGP

En el mismo sentido que las anteriores, el sondeo mensual de la Consultora de Imagen y Gestión Política (CIGP) le da números en rojo a Macri y su Gobierno pero el Presidente se mantiene medianamente sólido electoralemente.

El trabajo de CIGP es en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires: consta de 939 casos con un margen de error de 3,2%.

El pesimismo sobre la gestión del Gobierno y el futuro económico se manifiesta en varios cuadros y números del estudio.

Según la encuesta, un 44,41% considera que la gestión de Cambiemos es “muy mala” mientras que un 17,89% la considera “mala”. Esto implica que más de un 60% considera estos dos años y medio de Macri como “malos o muy malos”.

Además, un 57,83% no cree que Macri sea capaz de “revertir la crisis”.

En lo que implica una profundización de la caída de las expectativas, un 60% piensa que el año próximo empeorará su situación personal. Un poco más, el 68%, considera que la situación del país tampoco se revertirá en 2019.

A pesar de estos datos, en el escenario electoral, si bien cae un poco la intención de voto del oficialismo y crece la del FPV, Cambiemos sigue arriba.

Opinaia

Otra consultora que mide online, Opinaia, registra una mejora de la percepción de la situación económica actual (la negativa baja de 55 a 50 puntos y la regular sube de 31 a 37), pero también refleja que sigue creciendo el pesimismo respecto a cómo estará dentro de un año.

El 45% cree que empeorará. Esto implica 15 puntos porcentuales más que en noviembre.

En este trabajo también aparece fuerte el descontento de los seguidores de Cambiemos: son más los que creen que la situación actual del país es entre “mala y muy mala” (28%) que los que la consideran “buena y muy buena” (26%).

Gustavo Córdoba & Asociados

Días atrás, presentó su último trabajo nacional en el que registró que la inflación sigue siendo el principal problema que preocupa a los argentinos (25,5%) y que la gestión de Macri mantiene altos niveles de rechazo (un 60%).

Ante este escenario, no sorprende que haya pesimismo respecto de la marcha de la economía a futuro.

Taquion / Trespuntozero

En este caso, se destaca un estudio de credibilidad, en el que se registró un nivel de desconfianza generalizado entre las figuras y los partidos políticos.

Un 55,6% dijo que “no le cree” a Macri cuando habla (contra 34,4% que “sí le cree”) y fueron más aún los que aseguraron no creer “cuando el Gobierno dice que trabaja para mejorar el futuro de los argentinos”.

Circuitos

El sondeo de la consultora Circuitos también muestra números muy negativos en cuanto a las expectativas económicas, pubicó Clarin.

Es de las que peores números le da al Gobierno en el principal distrito del país: la provincia de Buenos Aires.

Respecto al futuro, un 57,1% piensa que el Gobierno no puede resolver los problemas económicos del país.

Un 33,5% cree que la situación actual del país es “muy mala” y 25,3% “mala”; un 58,9% considera que las medidas adoptadas por Macri “lo perjudican”; y 35,2% cree que la situación económica puede “empeorar” en los próximos meses.

Finalmente, un 22,4% cree que el cuadro económico puede “empeorar mucho”.

D’Alessio IROL – Berensztein

Según esta consultora, “los sucesos económicos recientes acentuaron la crítica del presente y el pesimismo hacia el futuro. Los votantes del actual Gobierno sienten que aún no recibieron lo que esperaban, pero mantienen su confianza en la gestión”, dice el informe, publica Clarín.

De acuerdo al trabajo, un 57% considera que la situación económica del país dentro de un año estará peor.

Publicado en IProfesional el 09/07/2018

Las últimas encuestas y un alerta para el Gobierno: pese a los cambios, no mejoran las expectativas económicas

Clarín accedió a ocho sondeos distintos. Locales y nacionales. El descontento en la tropa propia y el consuelo de la grieta.

Incertidumbre. Acaso en una sola palabra, que el Gobierno no logra despejar, se explique el (mal) humor social extendido entre los argentinos. Y que encuentra hoy al presidente Mauricio Macri y su administración en un presente complicado a los ojos de la sociedad: pese al acuerdo con el FMI, pese a los cambios de funcionarios, las expectativas económicas siguen con tendencia a la baja. Ahora, con un aditamento extra: el descontento también se siente fuerte entre los votantes de Cambiemos.

Clarín analizó los resultados de 8 encuestas de diferentes consultoras a las que accedió en los últimos días. Decenas de números que muestran el recorrido de la imagen de Macri y su gestión, de dónde viene, la foto actual y lo que vislumbran los argentinos a futuro.

Más allá de los matices, hay algunas conclusiones bastante generalizadas:

– La imagen del Presidente y su administración habían tocado un pico (positivo) tras el triunfo electoral de octubre, pero tras la cuestionada reforma previsional empezó a caer y aún no está claro cómo terminará. Hoy todos esos números tienen un diferencial en rojo (más negativos que positivos).

– La caída de Macri arrastró a sus dos principales gobernadores: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Más a la primera que al segundo en varios sondeos, aunque la mandataria bonaerense sigue siendo la dirigente con mejor imagen del país.

– Ningún opositor logró capitalizar aún esta caída. La que más creció es Cristina Kirchner, con su inteligente silencio en medio de la crisis económica, pero aún mantiene altos niveles de rechazo.

– Esta particularidad, y la persistencia gruesa de la grieta, hace que Cambiemos (Macri, básicamente) siga conservando números aceptables cuando se plantean escenarios electorales para 2019.

Sin embargo, los últimos trabajos encienden dos nuevos alertas: los anuncios económicos (el acuerdo con el Fondo, y el recambio de funcionarios en el Banco Central y los ministerios de Producción y Energía) no lograron recrear las expectativas económicas, un insumo clave para los triunfos electorales de Cambiemos. El dólar inestable y la inflación en alza repercuten claramente.

La mayoría de los consultados por las firmas dice que está peor que hace un año y cree que dentro de un año el panorama será aún más complicado. También ponen en duda la capacidad del Gobierno para solucionar los problemas.

Uno por uno, estos son los datos más salientes de las encuestas:

Management & Fit

La encuesta semanal, nacional, que la consultora hace en exclusiva para Clarín muestra en su última medición números bajos en las expectativas económicas y políticas.

El trabajo se denomina “Indice de Optimismo”, aunque a futuro pareciera haber más bien pesimismo. El índice de expectativas económicas llega a 32,1 puntos sobre 100. Apenas un 10,3% cree que la situación de los precios mejorará. También hay alertas por el empleo.

Respecto a las expectativas políticas, cayó en la última semana la ponderación del liderazgo del Presidente y de la capacidad del Gobierno (en 27,6 y 22,3 puntos, respectivamente).

“La diferencia en el optimismo entre lo que se espera del futuro de la economía y el diagnóstico sobre la situación actual se situó en 4,6 puntos (la diferencia entre índice de expectativas y el de confianza económica). Esto implica una caída de 8,2 puntos en dicha diferencia respecto a su pico en Junio de 2016, cuando las expectativas mantenían un nivel muy por encima del diagnóstico actual”, resume el licenciado Juan Pablo Hedo, de M&F.

D’Alessio IROL – Berensztein

Sondeo online, nacional, de 1.477 casos. ¿Algunas conclusiones? “Los sucesos económicos recientes acentuaron la crítica del presente y el pesimismo hacia el futuro. Los votantes del actual Gobierno sienten que aún no recibieron lo que esperaban, pero mantienen su confianza en la gestión”, dice el informe en su arranque.

Opinaia

Otra consultora que mide online y tuvo excelentes pronósticos en las últimas elecciones. En este caso, su último trabajo incluye el análisis de 3.108 casos, de todo el país, con un margen de error de 1,5%.

A favor del Gobierno, mejora la ponderación de la situación económica actual (la negativa baja de 55 a 50 puntos y la regular sube de 31 a 37), pero sigue creciendo el pesimismo respecto a cómo estará dentro de un año. El 45% cree que empeorará; 15 puntos más que en noviembre.

En este trabajo también aparece fuerte el descontento de los seguidores de Cambiemos: aunque por poco, son más los que creen que la situación actual del país es entre “mala y muy mala” (28%) que los que la consideran “buena y muy buena” (26%).

Gustavo Córdoba & Asociados

Días atrás, presentó su último trabajo nacional, de 1.200 casos y un margen de error de 2,83%. Sus principales conclusiones:

– La inflación sigue siendo el principal problema que preocupa a los argentinos (25,5%).

– La gestión del presidente Macri mantiene los altos niveles de rechazo en la opinión pública, con un 60%.

– Se mantiene el pesimismo respecto de la marcha de la economía a futuro. La mayoría de los argentinos cree que dentro de un año la situación de la economía va a empeorar y sólo 27% opina de modo contrario.

Ricardo Rouvier & Asociados

Su último monitoreo nacional, de 1.200 casos y un margen de error de +/- 2,8%, hace dos ponderaciones de las expectativas económicas. Una general y otra puntual con la inflación. Las dos le dan al Gobierno en baja.

Consuelo para Macri: aunque se trata de un encuestador que midió durante años para el kirchnerismo, es uno de los que aún le otorga una diferencia clara al actual presidente en un eventual balotaje con Cristina: 43,6% vs. 35,8%.

CIGP

El trabajo de la Consultora de Imagen y Gestión Política, una firma chica que viene midiendo en las últimas elecciones, es de Ciudad y Provincia de Buenos Aires: 939 casos con un margen de error de 3,2%.

El pesimismo sobre la gestión del Gobierno y el futuro económico se manifiesta en varios cuadros y números: más de un 60% considera estos dos años y medio de Macri como malos o muy malos; un 57,83% cree que el Gobierno no será capaz de revertir la crisis económica que atraviesa el país; un 60% piensa que el año próximo empeorará su situación personal; y un 68% opina que la situación del país también evolucionará para mal en 2019.

Taquion / Trespuntozero

En este caso, los datos de alerta para el Gobierno vienen en un interesante estudio sobre “credibilidad”, cuyos resultados adelantó Clarín la semana anterior. Fue un trabajo nacional, de 2.275 encuestados y un margen de error de +/- 2,05%.

En un nivel de desconfianza generalizado entre las figuras y los partidos políticos, un 55,6% dijo que “no le cree” a Macri cuando habla (contra 34,4% que “sí le cree”) y fueron más aún los que aseguraron no creer “cuando el Gobierno dice que trabaja para mejorar el futuro de los argentinos”.

Circuitos

Otra encuestadora chica, que también midió para los últimos comicios. Ahora hizo un estudio en la provincia de Buenos Aires, de 955 casos y margen de error de +/- 3,5%.

Es de las que peores números le da al Gobierno en el principal distrito del país. Respecto al futuro, más del 50% cree que la situación económica en los próximos meses empeorará y un 57,1% piensa que el Gobierno no puede resolver los problemas económicos del país.

Publicado en Clarín el 08/07/2018

Los ministros de Mauricio Macri, en rojo: el 70% tiene imagen negativa

Jorge Triaca, titular de la cartera de Trabajo, es el “peor” para los votantes. Frigerio, el “mejor”.

En medio de la devaluación, las dificultades para contener la inflación y un contexto social cada vez más complejo, otra mala noticia llegó a los pasillos de la Casa Rosada. Se trata de una encuesta que midió a los 20 ministros de la gestión de Mauricio Macri y el resultado fue contundente: 14 tienen imagen negativa.

El trabajo, realizado por la consultora Marketing & Estadística SRL, se basó en preguntarle a más de 1.000 personas sobre los “mejores” y “peores” ministros nacionales. Debían incluir a tres en cada grupo y el titular de la cartera de Trabajo, Jorge Triaca, es el más complicado. Un 29,6 % lo reprobó, mientras que solo un 1,5 lo avaló. El diferencial de sus número arroja un -28,1 por ciento.

El segundo lugar pertenece a un funcionario que ya no está: Juan José Aranguren. Para un 20,7 % de los votantes, el exministro de Energía era el “peor” del gabinete, mientras que un 3,3 por ciento lo consideró “el mejor”. El resultado también fue negativo: -17,4 % en el diferencial.

Al ahora titular del Banco Central, Luis Caputo, apenas un 2 % lo puso “entre los mejores”, y un 17,4 por ciento entre los peores, por lo que obtuvo un resultado final de -15,4. Apenas por debajo, Nicolás Dujovne cerró con un -12,5 %, producto del diferencial entre el 18,5 % que lo cuestionó, y el 6 por ciento que lo apoyó.

El top 5 lo completa Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad es un caso particular: obtuvo la mayor cantidad de votos negativos (33%), aunque paradójicamente fue la funcionaria con más apoyo: un 23,2 por ciento dijo que era “la mejor”. En el diferencial, obtuvo un saldo negativo de -9,8 por ciento.

En la vereda de enfrente, Rogelio Frigerio es el ministro con mejor imagen: un 19,4 por ciento dijo que es el “mejor”, mientras que un 4,6 por ciento lo rechaza. La titular de la cartera de Desarrollo Social, Carolina Stanley, es la segunda funcionaria con mejores números, al recibir un 11,3 por ciento de apoyo, y un 3,9 % de disconformidad con su gestión. El diferencial es positivo con +7,3%.

Guillermo Dietrich también puede estar contento. Un 9,2 por ciento de los usuarios de redes sociales que participaron de esta encuesta cree que el ministro de Transporte está en la cima de los mejores, mientras que un 4,8 lo ubicó en el subsuelo. El saldo también es positivo: +4,5 por ciento.

El top 5 de los más acompañados por la gente lo completan Gustavo Santos, de Turismo, quien obtuvo +1,7 y Lino Barañao, de Ciencia y Tecnología, con +1,2 por ciento.

La encuesta no incluyó al Presidente Mauricio Macri, que según una encuesta que recientemente realizó Sergio Berensztein con D’Alessio IROL, conserva el 54 por ciento de los votos. El propio analista político lo definió como un número “considerable”.

Publicado en TN el 05/07/2018

Casi el 90% de los argentinos cree que Sampaoli y Tapia deben dejar su cargo

Una encuesta revela que Diego Simeone parte como uno de los favoritos de la gente para hacerse con la dirección técnica.

El fracaso de la Selección Argentina en el Mundial de Rusia tiene dos responsables, en la opinión de la gente: Jorge Sampaoli y Claudio “Chiqui” Tapia.

El 87% de los encuestados por la consultora D´Alessio Irol/Berenzstein cree que Tapia debe dejar el cargo, número similar (86%) al rechazo que provoca Sampaoli. El 48% de los encuestados cree que la AFA es la principal responsable de la pronta eliminación, mientras que el 36% apunta al director técnico y sólo un 13% a los jugadores.

Entre los mayores reclamos se destaca la ausencia de Mauro Icardi, centrodelantero y capitán del Inter de Italia. El 50%, en una pregunta abierta, respondieron que fue el gran ausente de la lista de 23 convocados. Por detrás quedaron Lautaro Martínez y Ricardo Centurión.

Por otra parte, Paulo Dybala y Giovanni Lo Celso fueron los dos futbolistas señalados por el público que les hubiera gustado ver con más presencia en el equipo. El 10 de la Juventus solo tuvo 22 minutos de fútbol en la derrota ante Croacia y el volante del Paris Saint Germain no jugó en todo el campeonato.

En reemplazo de Sampaoli, quien tendría los días contados como entrenador de la albiceleste, la gente se inclina mayoritariamente por Diego Simeone. El 40% cree que el DT del Atlético Madrid debe tomar el cargo, bien por delante de Josep Guardiola (14%) y Marcelo Gallardo (13%).

Publicado en Marcelo Longobardi el 05/07/2018

Las fortalezas de Cambiemos

La imagen de Macri sigue siendo positiva y la alianza gobernante tiene un piso importante de apoyo aún en un contexto económico tan complicado. A esto, se suma la incapacidad de opositores y críticos, entre otros factores.

Hace apenas ocho meses, luego del triunfo en las elecciones de mitad de mandato de octubre pasado, casi nadie ponía en duda que Mauricio Macri se encaminaba hacia su reelección y que su poder iba camino a consolidarse en su segundo mandato. Más aún, algunos incluso ya pensaban en la sucesión del 2023.

Había, de hecho, una “lista de buena fe” dentro de Cambiemos, por cierto para nada numerosa: la mejor posicionada, por lejos, era María Eugenia Vidal, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires que desde hace tiempo lidera los sondeos de opinión pública gracias a su excelente imagen y reputación de fortaleza y honestidad.

Sin embargo, era una suerte de secreto a voces que -gracias al estratégico lugar que ocupa junto al Presidente de la Nación, quien lo considera casi un hijo- venía ganando impulso el “JFK argentino” (por John F. Kennedy), Marcos Peña. Aún sus críticos le reconocen una enorme influencia en el proceso de tomas de decisiones, gran habilidad en materia de comunicación electoral y una notable capacidad para plantear y sostener los ejes discursivos del gobierno, a pesar de que a menudo no se logren los resultados esperados.

Hubo, sin embargo, una predicción esencial que lo impulsó a Peña al corazón del poder y consolidó así, tal vez para siempre, su vínculo con Macri. En efecto, hacia mediados de mayo del 2015, cuando arreciaban en Cambiemos las presiones para abrir la coalición y llegar a un acuerdo electoral con el Frente Renovador, Peña y sus colaboradores, inspirados en los trabajos de Jaime Durán Barba, llegaron a la conclusión de que era posible ganar “en tres tiempos”, manteniendo la autonomía de Cambiemos: las PASO, la primera vuelta de octubre y el ballotage. Entonces, su gran obra maestra fue haber dibujado el camino crítico hacia el triunfo electoral y manejado con astucia y disciplina toda la campaña eventualmente ganadora. Es más, cinco meses antes de la definición de todo el proceso electoral, Marcos Peña le acercó al por entonces jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires un conjunto de escenarios que, con asombrosa precisión, fueron efectivamente acertados.

No fue su primer aporte a la consolidación del proyecto presidencial de Mauricio Macri. Desde el 2005 fue ganando espacio (y elecciones) de forma ininterrumpida, construyendo una relación profesional, afectiva y personal con su jefe político. Por último, corriendo de atrás, atrincherado en la impactante sede de Parque Patricios y apostando al éxito de su gestión como sucesor de Macri en la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, aparecía callado Horacio Rodríguez Larreta. Sin el carisma de Vidal ni la cercanía con Macri de la que disfruta Peña, Larreta se consolidó políticamente dentro y fuera del gobierno. Mantiene un diálogo fluido con los principales factores de poder del país. Es respetado por todos por su impresionante capacidad de trabajo, eficiencia, pragmatismo y manejo de equipos. Una inusual mezcla de olfato político y obsesión por la gestión lo había convertido en un candidato natural en esa lista corta de la que tanto se hablaba.

Desde esa etapa poselectoral, sobre todo desde ese ya famoso 28 de diciembre, a la fecha, el entorno político y económico se ha modificado tan dramáticamente que no solo no se habla del 2023, sino que incluso aparecen cuestionamientos respecto de qué hacer para llegar con chances en el 2019. Aquel trío de potenciales sucesores (Vidal, Peña, Larreta) están más cerca que nunca de Mauricio Macri, pero como integrantes ahora de una suerte de informal comité de crisis. Llevamos 11 semanas de una crisis que, lejos de aplacarse, acuerdo con el FMI mediante, sigue girando como una rueda loca, sin que por lo menos hasta ahora el gobierno haya logrado retomar el control de la situación. Ayer la tasa de las LEBAC llegó al 65% anual. Esto es, la demanda de dólares (es decir, la desconfianza en el peso) por parte de los inversores y de la ciudadanía en general sigue siendo imparable.

Curiosamente, al menos para mí, los funcionarios más allegados al presidente Macri consideran que, a pesar de todo, incluyendo la importante caída de imagen que experimentó tanto el gobierno como sus principales referentes desde diciembre en adelante, a pesar también del pesimismo reinante en materia de las perspectivas económicas futuras, Cambiemos cuenta todavía con enormes chances de ganar las elecciones del próximo año. “La reelección de Mauricio está garantizada”, me aseguró uno de los funcionarios más cercanos al epicentro del poder. Es cierto que hay otras voces menos apasionadas. “Por supuesto que estamos muy preocupados, pero vamos a salir adelante y llegaremos recompuestos y con muchas fuerzas al proceso electoral, que es lo que mejor sabemos hacer”, afirmó otro integrante (siempre cauto) de una de las mesas chicas donde se definen los destinos de la Nación.

¿Cuáles son los fundamentos empíricos y conceptuales que tiene el Gobierno para contemplar con semejante optimismo el proceso electoral del año próximo? ¿No estarán, una vez más, sesgando la lectura de la realidad con hipótesis un tanto benevolentes? Veamos entonces fríamente que nos dicen los datos disponibles. De acuerdo a una encuesta que realicé recientemente con D’Alessio IROL, a pesar del desgaste que efectivamente experimentó en los últimos tiempos, la imagen de Mauricio Macri y de la gestión de gobierno siguen siendo considerables.

Si bien la economía es sin lugar a dudas el principal motivo de preocupación, hay todavía un núcleo significativo de argentinos que sigue pensando que las cosas van a mejorar el año próximo. Es cierto que los primeros cuatro meses del año fueron relativamente buenos, y que la desaceleración se comenzó a sentir a partir de la corrida a finales de abril. Muchos economistas consideran que los próximos dos trimestres serán muy duros, pero que con la próxima campaña de la cosecha gruesa (maíz y soja), clima mediante, la tendencia debería revertirse. Más allá de estas especulaciones, la información que surge de ese mismo estudio de opinión pública es que, en efecto, Cambiemos tiene un piso importante de apoyo aún en este contexto económico tan complicado.

Asimismo, hasta ahora una de las características más interesantes de este gobierno fue que los opositores y críticos fueron incapaces de capitalizar el desgaste de la gestión y los errores no forzados cometidos por el oficialismo. ¿Se ha modificado hasta ahora esa tendencia? Analicemos comparativamente los datos de imagen de los principales líderes oficialistas y de oposición.

Como puede advertirse, sigue cumpliéndose esa máxima registrada hasta ahora, con la parcial excepción de Roberto Lavagna, que se ha consolidado como uno de los líderes mejor considerados. Digo parcial, pues el exministro de Economía hace mucho que no está en los primeros planos de la política nacional, lo que lo preserva del natural desgaste, si bien tiene una clara identificación con el Frente Renovador de Sergio Massa.

Esto sugiere, entonces, que el optimismo que impera por lo menos en una parte importante del gobierno no es absoluto infundado. En mi próxima columna, como continuidad de este análisis, incluiré otros aspectos a mi entender muy importantes y característicos de Cambiemos como coalición, incluyendo un excelente equipo de comunicación electoral, que refuerzan esta idea de que Mauricio Macri conserva aún muy buenas posibilidades de retomar la iniciativa política y plantarse como un candidato competitivo con chances de conseguir su reelección.

Publicado en TN  el 04/07/2018

La AFA y el problema de que nos sigan sacando la lengua

Aterrizar en Ezeiza con la burlona lengua de los Rolling Stones en el fuselaje generó hoy un extraño efecto: puso en marcha la máquina del tiempo. Sólo así se explica el tono sepia que se desprendía de las fotos, obviamente en colores, que registraron la llegada de Claudio “Chiqui” Tapia a Buenos Aires. Al estilo del peronismo verticalista de los ’70, sesenta dirigentes aplaudiendo al líder, muchos de ellos sin poder dejar de mirar al piso. ¿Pudor? Seguramente, porque no está el asunto precisamente para aplaudir. Y los aplaudidores no sabían aún del resultado del trabajo de D’Alessio IROL/Berenzstein que LA NACION publicará mañana. Un adelanto: el 87 por ciento de los encuestados cree que Tapia deben dejar su puesto. Lo mismo cree el 86 por ciento sobre Jorge Sampaoli. Un dato que no le hará ni cosquillas a la dirigencia de la AFA, que sigue el modelo del sindicalismo peronista: el desprestigio es un asunto menor, la clave pasa por mantener el poder y lo que se ha dado en llamar “la caja”. La AFA, dice, tiene “la caja” mejor que nunca, porque cumple con sus pagos en término y ya no existe más el tráfico de cheques endosados. Cuando la economía funciona, ninguna molestia por otros aspectos gana suficiente entidad, pasa también en la política.

Lo que está claro ya es que lo de la AFA es caso de estudio, protagonista de un insólito agrande tras el peor resultado de la selección en 16 años. Es cierto que la salud del fútbol argentino no pasa sólo por los resultados de la selección, y es cierto, también, que esta AFA gobierna hace sólo un año. Pero es la que gobierna, por eso es la responsable. No sirve tomarse en serio lo que dice Humberto Grondona (“Mi Papá elegía a entrenadores campeones y del medio local. Nunca hubiera pagado una rescisión como la de Sampaoli”), entre otras cosas porque su padre le dio la selección en un Mundial a Diego Maradona. Pero, claro, fueron 35 años, y el fútbol argentino tiene el problema de seguir recordando a papá.

En todo caso, papá es hoy “Chiqui”, dueño de un sólido poder no necesariamente condicionado por el de Daniel Angelici. Lo asombroso es cómo se sostiene el enojo con Marcelo Tinelli. No les alcanza el 38-38, ahora lo acusan de “grondonista”. “La continuidad del grondonismo era Tinelli. Ni Tapia ni ninguno de nosotros fuimos socios de Burzaco. Tinelli, sí. No fuimos tampoco socios de Cristóbal López y Fabián de Souza. Tinelli, sí. A Tinelli no le fue bien en una sola empresa, todas las quebró. Vendían a Tinelli como lo nuevo y era la continuidad de Burzaco”. Hablan los incondicionales de Tapia, que siguen exhibiendo el poder del fútbol de ascenso contra los clubes grandes y son capaces de pronunciar frases como la siguiente: “Esto es como cuando estaban convencidos de que ganaba Tinelli, se equivocó todo el periodismo. Fue Atlas, Villa Dálmine, Claypole y Victoriano Arenas contra Mirtha y los Leuco”.

El fútbol argentino tiene un problema si se instala la idea de que en la noble competencia de la D y el ascenso en general está su fuerza y su futuro. El fútbol son todos, claro, pero una federación nacional, que representa al país ante una internacional como la FIFA, y que tiene además una selección que disputa Mundiales con la ambición de llegar lejos, tiene que aspirar a más.

Si no sucede lo que se está dando con Sampaoli, ese técnico que fracasó y que por eso, pese a bajar del mismo avión con la lengua afuera, hoy fue ignorado por prácticamente todos los dirigentes que aplaudieron a Tapia. Ese Sampaoli que no fue contratado un año y medio atrás porque su cláusula de rescisión del Sevilla costaba un millón y medio de dólares, ese mismo que hoy, si lo forzaran a irse, podría costarle 11 millones a la AFA. O menos, si el “operativo desgaste” cumple sus objetivos, pero millones al fin. El avión tiene razón: nos siguen sacando la lengua.

Publicado en La Nación el 04/07/2018

Encuesta: los argentinos ya no quieren a Sampaoli, y tampoco creen en la AFA de Tapia

Sería un error pensar que el Mundial ya terminó. No solo por la evidencia de que en Rusia hay ocho equipos luchando por el título, sino porque para la Argentina nunca termina: a cuatro años y cuatro meses de que comience Qatar 2022, la selección está en crisis y hay que hacer algo con ella. ¿Debe seguir Jorge Sampaoli en el puesto de técnico hasta el Mundial en el emirato? ¿O hay que dar un nuevo golpe de timón? ¿Puede la AFA eludir su responsabilidad? Si se va Sampaoli, ¿quién debe entrar en su lugar? ¿Un técnico del campeonato local? ¿Uno que dirija en Europa? ¿O incluso un europeo? Y como el Mundial nunca se termina, los argentinos siguen analizando qué le faltó a la selección que se fue en octavos. ¿Un “9” no convocado, quizás?

Una encuesta de D’Alessio IROL/Berenzstein, exclusiva para LA NACION, refleja qué sienten los argentinos mientras en Rusia ocho selecciones preparan la caza del título. Y las conclusiones son sorprendentes. Ni Sampaoli ni Claudio Tapia , presidente de la AFA, salen bien parados: el 86 por ciento cree que el técnico debe dejar su puesto, aunque el peso mayor cae sobre la AFA, porque el 87 por ciento considera que Tapia debe renunciar a su cargo, mientras que otro 48 por ciento cree que es el ente rector del fútbol argentino el mayor responsable del fracaso en el Mundial; el 36 por ciento culpa al entrenador y solo el 13 por ciento a los jugadores. Ya entrando en los partidos, dos jugadores concentran la incomprensión del hincha hacia el técnico de la selección: el 38 por ciento cree que Paulo Dybala debió ser titular, y lo mismo opina el 24 por ciento sobre Giovani Lo Celso.

 Números contundentes, Sampaoli y Tapia, rechazados por los hinchas futboleros Números contundentes, Sampaoli y Tapia, rechazados por los hinchas futboleros

Visto lo visto, en especial en el fracasado intento de que Lionel Messi jugara como “falso nueve” ante Francia, los encuestados piden mayoritariamente un 9 de área, un “finalizador”. El 50 por ciento no perdona que en la lista de los 23 definitivos faltara Mauro Icardi, el 13 por ciento reclama a Lautaro Martínez y el 10 por ciento, a Ricardo Centurión.

En el supuesto de que Sampaoli deje tarde o temprano su cargo, la AFA deberá buscar nuevo técnico, y para ese puesto el favorito es Diego Simeone : lo pide el 40 por ciento. La sorpresa salta con el nombre del segundo más elegido: Josep Guardiola es reclamado por el 14 por ciento. Muy cerca quedó Marcelo Gallardo, pedido por el 13 por ciento, seguido de Ricardo Gareca, con el diez.

Resignados a ser espectadores y no protagonistas, los argentinos ya tienen su corazón puesto en un equipo: el 46 por ciento quiere ver campeón a Uruguay, seguido de un 13 por ciento que prefiere a Bélgica. Solo el seis por ciento se alegraría con un “hexa” brasileño -que despierta menos simpatías que el elenco local, Rusia- y apenas el uno por ciento toleraría una Inglaterra campeona del mundo 52 años después del último y único título de los “three lions”.

Publicado en La Nación el 05/07/2018

La crisis social hace emerger a un tapado: una encuesta muestra a Lavagna como presidenciable

Un estudio de D´Alessio IROL y Berensztein asegura que por el escenario de crisis económica que se vive en la actualidad, el exministro de Economía de Néstor Kirchner y actual integrante del equipo técnico massista reúne una imagen positiva superior a ala de la actual gobernadora bonaerense. Los datos son correspondientes a una medición realizada en forma online durante junio de 2018.

La crisis social hace emerger a un tapado: una encuesta muestra a Lavagna como presidenciable

D´Alessio IROL y Berensztein dio a conocer su última encuesta y para sorpresa de uchos emergió un actor tapado en las consideraciones presidenciables de los argentinos.

Los datos, correspondientes a una medición realizada en forma online durante junio de 2018 y extraídos de una muestra que abarcó respuestas de 1.477 encuestados, mayores de 18 años de todo el país asegura que el exministro de Economía de Néstor Kirchner y actual integrante del equipo técnico/económico del massismo sostiene mejor imagen positiva que la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.

55% de imagen positiva es el número que alcanza Lavagna superando por dos puntos porcentuales a la mandataria provincia que ostenta el 53%. En tercer lugar aterriza Carrió con un 44% y en el cuarto el actual Jefe de Estado, Mauricio Macri, con 41%.

Según el análisis de los datos, el estudios sotiene que este escenario se genera debido a que “la idea de crisis podría afectar negativamente a la imagen de los principales políticos en actividad”.

En ese sentido, el análisis sostiene que “Lavagna es aprobado en ambos lados de la grieta con un 61% de buena visión sobre votantes del FpV y un 48% de misma valoración en votantes de Cambiemos”

Y agrega que “Lavagna consigue su mejor evaluación desde su ingreso al tracking” al tiempo que apunta que “entre las figuras que no forman parte de la política, Manes logra un peso relevante de aprobación, a diferencia de Tinelli”.

Entre los argumentos que posibilitan estas variables encuentran mucha incidencia el humor social ya que “los sucesos económicos recientes acentuaron la crítica del presente y el pesimismo hacia el futuro”.

“Los votantes del actual Gobierno sienten que aún no recibieron lo que esperaban, pero mantienen su confianza en la gestión”, acota el estudio que además revela que “inflación e inseguridad continúan siendo los temas preocupantes más recurrentes”.

“Los encuestados muestran interés por la corrupción, con foco en el pasado o el presente según posicionamiento político”, asegura el estudio y muestra que “los electores de Cambiemos sostienen reclamos por movilizaciones/piquetes y subsidios indiscriminados; mientras que los del FPV hacen mayor hincapié en la economía cotidiana: tarifas, desempleo y deudas”.

Publicado en La Tecla el 04/07/2018