Crece la morosidad en el sistema, pero no asusta a bancos ni a tarjetas

En un año, la morosidad de las familias con las tarjetas de crédito aumentó 33 por ciento, según el Informe sobre Bancos que el Central difundió ayer, y que corresponde a julio pasado.

 El coeficiente de morosidad de los préstamos a las familias se situó en 3,5 por ciento en julio frente al 2,3 por ciento del mismo mes de 2017.

De todos modos, el ratio es bajo en relación a otros países e incluso, a otras crisis locales. En 2009, por ejemplo, la mora en los plásticos fue del 6,4 por ciento. Por mora se considera a quien no puede cancelar la deuda dentro de los 90 días de vencido el plazo establecido.

Consumidores y tarjetas: ¿una crisis de pareja?

“Es una morosidad absolutamente controlada; la gente valora la tarjeta como instrumento y viene a negociar formas de pago”, dijeron fuentes de un banco local.

 Lo que sí advierten es un “deterioro controlado”: quienes pagaban la totalidad del resumen hoy abonan una parte, y los que asumían el mínimo, son los que entran en mora. En promedio, cada familia adeuda unos 9.500 pesos a las tarjetas. Las compras ya realizadas por cobrar suman 322 millones de pesos. En términos interanuales, el saldo de financiaciones aumentó 17,3 por ciento.

“Hay enojo cuando no se puede pagar todo lo que se compró y se la necesita (a la tarjeta) para cosas que ahora son urgentes”, señala Nora D’Alessio, de la consultora D’Alessio Irol.

La mayoría de las compras con plásticos se pagan en hasta tres cuotas, como máximo

“Súper y combustible son gastos que no deberían hacerse con tarjeta, o sólo en un pago, pero bueno, se hicieron así y hoy no se pueden terminar de pagar y los intereses empiezan a comerte”, grafica.

En tanto, la irregularidad en los créditos hipotecarios se mantiene en torno a 0,2 por ciento. “Uno de los niveles más bajos en la serie”, indica el Central. En julio de 2017, la mora era del 0,3 por ciento, lo que revela que las familias no atravesaban dificultades, al menos hasta julio, para afrontar el pago de la cuota, que se indexa con la unidad de valor adquisitivo (UVA), que en los últimos 12 meses aumentó 30,2 por ciento.

Y a pesar de la corrida cambiaria, en agosto el sistema financiero canalizó más de 8.900 millones de pesos en créditos en UVA al sector privado.

Publicado en La Voz del Interior el 13/09/2018

Tarjetas: te amo, te odio, dame más

Casi siete de cada 10 cordobeses tienen una deuda, y en ese grupo los plásticos explican casi la mitad de los compromisos. Consumidores y tarjetas: ¿una crisis de pareja?

El Banco Central ratificó esta semana –tal como se especulaba en los mercados– que al menos hasta fin de año mantendrá la tasa de interés de referencia en 60 por ciento, por lejos el nivel más alto en el mundo.

Esa medida, aplicada para poner algún tipo de obstáculo en la fuga hacia el dólar y, de paso, sujetar la inflación, no sólo tiene un mediocre resultado en la práctica, sino también efectos colaterales que se sienten en el financiamiento de la economía doméstica.

El reverso del premio que la Argentina ofrece a los inversores para que elijan quedarse en la moneda nacional es el altísimo costo que se paga por pedir pesos prestados. Y el impacto no es inocuo en la estrecha relación de los consumidores con las tarjetas de crédito.

Consumidores y tarjetas: ¿una crisis de pareja?

Si bien los principales plásticos aseguran que el financiamiento al consumo se mantiene en niveles aceptables, e incluso con crecimiento interanual en algunos rubros, la capacidad de los hogares para comprar en cuotas ha empezado a tocar ciertos límites.

Eso reflejamos en nuestro Primer plano, a partir de los resultados de una encuesta realizada en Córdoba por D’Alessio Irol en julio pasado, es decir, antes de la última disparada del dólar.

Ya en ese momento, los créditos a las familias canalizados por las tarjetas estaban copiando la curva descendente que los préstamos personales y prendarios reflejaron apenas arrancó este año, según los datos que el Banco Central recoge entre las entidades del sistema financiero.

Casi siete de cada 10 cordobeses tienen una deuda, y en ese grupo los plásticos explican prácticamente la mitad, en tiempos en que los pagos mínimos tienen costos financieros “prohibitivos”, que superan el 100 por ciento anual.

Eso explica que, aun cuando navegue por zonas bajas en la comparación histórica, el nivel de morosidad en los préstamos a las familias esté aumentando lentamente y ya se ubique en la misma cota de 2014, otro año en el que hubo devaluación y alta inflación.

Publicado en La Voz del Interior el 13/09/2018

Informe Especial: A 35 años de la democracia

En el marco del 35º aniversario de la restauración democrática, el Monitor de Humor Social y Político que D’Alessio IROL efectúa en forma continua junto a Berensztein arrojó a Raúl Alfonsín como el mejor presidente de la era contemporánea.

Las principales críticas al sistema democrático argentino son que “permite la corrupción” y que “ha fracasado en materia económica”.

Medición realizada en forma online entre el 31 de octubre y el 1° de noviembre de 2018, a 800 encuestados mayores de 18 años de todo el país.

Informe completo: Informe Especial – A 35 años de democracia- 2 de noviembre de 2018

Una nueva demanda social

El acuerdo político que el país necesita excede la aprobación del Presupuesto 2019 y no incluye un cogobierno

Desde que comprendimos que a la dirigencia política le importan mucho las encuestas, nos acostumbramos a tener en cuenta sus resultados. La pregunta clave es si hemos aprendido a leerlas de modo crítico. Es decir, si podemos hacer alguna interpretación interesante de los porcentajes y de las tendencias que informan.

Los estudios de opinión pública, en los últimos meses y en medio de la crisis económica y de la causa judicial por los cuadernos de las coimas, por ejemplo, detectan que el segundo tema no impacta demasiado y que el primero le provoca al Gobierno una fenomenal caída.

Es cierto que la evaluación negativa del gabinete de Mauricio Macri y del propio Presidente ha crecido de modo considerable. Eso llevó a algunos analistas a sostener que podría peligrar su reelección en 2019. Pero esos mismos analistas, más allá de advertir que Cristina Fernández puede haber mejorado su imagen en una proporción que no sería significativa electoralmente, subrayan que no hay ninguna figura en el espectro político que capitalice la debacle presidencial.

Por lo tanto, la pregunta que dejan abierta es si la elección de 2019 se definirá en términos de “economía versus corrupción”. Si una franja importante de la sociedad entendiese que ha llegado el momento del “nunca más” a la corrupción, podría votar por el oficialismo, aun en medio de una complicada situación económica; si, por el contrario, se privilegiara hallar una solución a las urgencias económicas, una figura del peronismo podría tener chances de volver a la Casa Rosada.

Es la economía

Mi lectura apunta en otro sentido. El monitor social y político que Berensztein y D’Alessio Irol realizan cada mes en nuestra provincia para este diario permite sostener la hipótesis de que la sociedad está evaluando a la dirigencia política en términos de “economía versus economía”.

En el relevamiento de agosto –mes que cerró con la crisis cambiaria ya transformada en crisis económica y política–, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió son los únicos tres dirigentes cuya imagen posee un diferencial positivo, aun en plena caída. No hay una sola figura de la oposición que esté cerca de lograr algo semejante: Juan Manuel Urtubey tiene un diferencial de -21%, y Cristina Fernández, de -64%.

Ahora, en el plano económico, la encuesta registra estos dos datos: apenas un 10% de los encuestados afirman estar mejor que hace un año, pero un 49% de ellos sostienen que dentro de un año estarán mejor que hoy. La primera cifra describe una alta dosis de realismo. La segunda revela una expectativa positiva en el plan económico del Gobierno.

Berensztein y D’Alessio Irol subrayan que los cordobeses se desvían de la tendencia nacional: a nivel país, la idea de que dentro de un año estaremos económicamente mejor que ahora sólo es sostenida por un 38 por ciento de la sociedad.

Como esas diferencias están presentes desde las elecciones presidenciales de 2015, tal vez sea oportuno recordar que en la primera vuelta, un 53% de los cordobeses votaron al candidato de Cambiemos, que a nivel país sólo consiguió un 34% de los sufragios. Aquel 53% no está lejos de este 49% de los cordobeses, del mismo modo que aquel 34% a nivel nacional no está lejos de este 38%. Por el contrario, lo que el plan económico de Macri parece perder en nuestra provincia podría estar recuperándolo en el resto del país.

El camino elegido

Según esta lectura, entonces, un amplio sector de la sociedad está de acuerdo con las medidas centrales del programa económico del oficialismo: eliminar el déficit fiscal, contener la emisión monetaria (directa o indirecta), combatir la inflación, reducir los subsidios aunque aumenten las tarifas, abrir la economía liberando de modo paulatino sus variables, recuperar competitividad, apostar al crecimiento vía inversión privada y sostener la asistencia social para los sectores vulnerables.

El consiguiente rechazo de las figuras más destacadas del peronismo podría estar determinado por su insistencia en oponerse a ese programa económico, proponiendo en su lugar las medidas populistas de control de las variables y de supuesta protección social que tantas veces fracasaron en el pasado.

La caída de la imagen del elenco presidencial estaría indicando que la sociedad está disgustada con la administración y con la falta de resultados positivos, pero no con el camino elegido. Por eso, en otro estudio reciente de los mismos encuestadores, un 65 por ciento de los consultados pedía “cambios en el Gobierno”, no cambiar al gobierno.

Un vasto sector de la oposición debiera comprender esta nueva demanda social y obrar en consecuencia. El acuerdo político que el país necesita excede la aprobación del Presupuesto 2019 y no incluye un cogobierno que le dé, por ejemplo, ministros peronistas a Macri.

Lo que hace falta es que otras fuerzas políticas se comprometan a sostener desde sus programas el esquema macroeconómico actual. Sólo así tendrán la chance de producir un cisne negro y volverse preocupantes para Macri.

Publicado en La Voz del Interior el 12/09/2018

Encuesta: ¿Cómo está la imagen de los principales dirigentes oficialistas?

Tal como es costumbre, Grupo La Provincia te acerca los últimos estudios de opinión.

Grupo La Provincia te acerca las últimas encuestas, en esta oportunidad la realizada por la Consultora D’Alessio IROL, que encuestó a más de 1.400 personas de todo el país, sobre las principales figuras del oficialismo. Al respecto obtuvo los siguientes resultados:

Acerca de la figura presidencial, Mauricio Macri, el 54% de los consultados lo definió con una imagen negativa, mientras que el 41% aun tiene un buen concepto del jefe de Estado. Cabe destacar que en la proyección de los últimos 23 meses, el presidente supo conseguir varias fluctuaciones en su imagen, es decir, no tuvo un comportamiento uniforme ni la negativa ni la positiva, siendo la primera de ellas la que en los últimos meses creció un poco menos de diez puntos.

Con respecto a la figura de la gobernadora la misma obtuvo un 53% de imagen positiva, mientras que la negativa alcanzó un 42%. Con respecto a la evolución de la misma, los comportamientos no resultaron tan dispares en los últimos 23 meses, ya que el promedio de la positiva ronda el 55% aproximadamente, mientras que la negativa se posiciona un poco más que el 35%.

Publicado en Grupo La Provincia el 08/09/2018

Encuesta: ¿Quién es el dirigente nacional que más aceptación tiene?

La Consultora D’ Alessio IROL realizó un estudio en el que midió la imagen de los principales dirigentes de la política argentina. En ese sentido, consultó a más de 1.300 argentinos mayores de 18 años de manera on line durante agosto, y obtuvo los siguientes resultados:

Según lo sondeado, la mayoría de los dirigentes políticos en gestión tienen una baja con respecto al estudio predecesor, es decir el de julio, salvo por Elisa Carrió, que continúa igual. Quien encabeza el listado, a pesar de la baja, es la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, con un 48%, seguida por Carrió con un 40%.

Completan el podio Mauricio Macri y Martín Losteau, con un 37%, seguidos por Esteban Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, con un 32%. Recién por debajo de ellos asoma la ex mandataria Cristina Fernández con un 29%, secundada por Juan Manuel Urtubey y Gabriela Michetti, con un 25%.

Finalmente, completan el listado Sergio Uñac, el gobernador sanjuanino, Daniel Scioli y el senador Miguél Ángel Pichetto, con un 11% y un 8% respectivamente.

De quienes no forman parte de la gestión, una de “las figuras más valoradas”, según la Consultora, es Robeto Lavagna, que llega a un 50% de los votos, seguido por el radical Ernesto Sanz, con un 33%. Loego lo siguen Margarita Stolbizer, con 20 puntos menos que el economista cabecilla, y el ex ministro Florencio Randazzo, con un 25%. Completan el listado Sergio Massa y Hugo Moyano, con un 10% y un 8% respectivamente.

Publicado en Grupo La Provincia el 05/09/2018

Encuesta: A pesar de la crisis los cordobeses son más optimistas que resto del pais

En agosto, el estudio mensual de Berensztein (con D’Alessio Irol), sobre el humor social y político, mostró que el descontento sigue, pero hay una mirada un poco más positiva en la provincia. Eso sí: la imagen de Macri sigue en caída.

La crisis financiera ya es crisis económica. Los indicadores muestran una fuerte caída en la actividad industrial y también, aunque en menor medida, en la construcción. Pero, además, las paritarias no logran recomponer los sueldos de los empleados en relación de dependencia, una franja que está compuesta por la clase media.

En ese contexto, no sólo la economía cae. También los números de la gestión de Mauricio Macri ante la opinión pública. Eso sí: los cordobeses mantienen un optimismo mayor que el resto del país.

Así lo afirma el último monitor social y político de Berensztein (junto a D’Alessio Irol) que realiza en la provincia de Córdoba para La Voz.

Según los últimos números, el optimismo en Córdoba sobre cómo estará la situación económica del país es más alto que en otras provincias.

Casi la mitad de los encuestados (el 49%) piensa que dentro de un año estará “mucho mejor” (10%) o “mejor” (39%) que hoy. El diferencial es positivo porque los pesimistas suman un 46% (el 16% dijo que “peor” y el 30%, que “mucho peor”).

Cae la industria y la construcción resiste

¿Qué pasa en el resto del país? Los pesimistas son más: el 57% por ciento, contra el 38% que piensa positivamente a futuro.

También entre los cordobeses crece la idea de recuperación (lleva dos meses seguidos la tendencia): el 62% de los que respondieron dijo que considera realizar este año proyectos que impliquen dinero. Son casi el 10% más que en junio pasado.

¿Qué tipo de proyectos? A largo plazo, comprar, cambiar o reparar la casa (24%). Y, a corto, tomarse vacaciones (33% piensa hacerlo).

Eso sí: el 38% dijo que no tiene proyecto alguno.

La nota de la grieta: el 71% de los que votaron a Cambiemos considera que podrá realizar alguno de esos proyectos, mientras que apenas el 39% de los que votaron al kirchnerismo lo haría.

Negativo

 De todas maneras, la opinión de la situación económica actual es negativa y esa tendencia no ha parado de crecer desde abril, cuando estalló la crisis cambiaria.

Para tener una idea del cambio de opinión: en septiembre de 2017, el 70% de los cordobeses pensaba que la situación era mejor que el año anterior. Hoy, ese porcentaje cayó a sólo el 10%.

En cambio, los que creen que todo está peor ya son casi el 90% de los encuestados. Un porcentaje que en septiembre del año pasado era del 28%.

Imagen de Macri

La evaluación negativa del Gobierno nacional también crece. En agosto, llegó al nivel más alto de la gestión de Macri: el 57% dijo que es mala (“mala” y “muy mala”). Mientras, la opinión positiva cae al 41%, la más baja de Cambiemos.

En cuanto a la imagen positiva de Macri, bajó otra vez: fue del 47% en agosto, la más baja de la gestión de Cambiemos. Al revés, la imagen negativa subió al 44% (en julio fue del 41%).

Con todo y la crisis, el diferencial del presidente en Córdoba sigue siendo positivo. Lo mismo que otras dos dirigentes de Cambiemos, como María Eugenia Vidal y Elisa Carrió.

Para los cordobeses, la gobernadora de Buenos Aires es la política con mejor imagen: 57% (contra 36%). En tercer lugar, Carrió: 47% de imagen positiva (contra 43%).

A partir de esos tres, todos las demás figuras políticas a nivel nacional (no está Juan Schiaretti, valga la aclaración) tienen un diferencial negativo.

¿Cómo está Cristina Fernández de Kirchner? La expresidenta tiene una imagen negativa del 79% en Córdoba.

El dato: Cristina posee, en Córdoba, un cinco por ciento de votantes de Cambiemos que la valoran positivamente.

Fuera de la polarización, Roberto Lavagna tiene buena consideración, con el 43% de imagen positiva.

El ranking de agosto

En Córdoba, de los 10 políticos con mejor imagen, ocho son de Cambiemos. El primer peronista es Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta, y en 10° posición está CFK.

1) María Eugenia Vidal: 57% de imagen positiva (36 negativa)

2) Mauricio Macri: 47% (44)

3) Elisa Carrió: 47% (43)

4) Horacio Rodríguez Larreta: 37% (46)

5) Martín Lousteau: 37% (48)

6) Esteban Bullrich: 36% (45)

7) Marcos Peña: 34% (50)

8) Gabriela Michetti: 32% (55)

9) Juan Manuel Urtubey: 31% (52)

10) Cristina Fernández: 15% (79)

Datos de la encuesta

Medición realizada en forma on line durante agosto de 2018. Se incluyeron las respuestas de 478 encuestados, mayores de 18 años, con residencia en la provincia de Córdoba.

Publicado en La Voz del Interior el 06/09/2018

La crisis económica argentina, consecuencia de la crisis política de Macri

Los sindicatos ratifican su decisión de convocar un paro general el 25 de septiembre

El diario económico «El Cronista» abrió su información con el presidente de Argentina en medio de un océano de agua que le llegaba al cuello de la camisa. La imagen ilustraba las horas de angustia que atraviesa un Gobierno que trabaja, contra reloj, en un paquete de medidas que convenza a los banqueros y a las fuerzas vivas de Argentina. Sino a todas, al menos a las que pueden provocar otros episodios de histeria que disparen de nuevo el valor del dólar. Ayer, por fin, la divisa estadounidense parecía quedarse estancado por debajo de los cuarenta pesos.

Mientras, el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, se encerraba con Macri y «la mesa chica» del poder en la residencia presidencial de Olivos, el titular del Banco Central, Nicolás Caputo, salía al contraataque para bajarle los humos al «billete verde». Su fórmula consistió en licitar, en horarios clave y anunciados, 600 millones de dólares. Objetivo aparentemente cumplido por la tarde, este viernes se convirtió en el examen de preparación de las renegociaciones que tendrá que afrontar el titular de Economía en Washington con Christine Lagarde y los suyos, para recibir cuanto antes los anticipos pedidos del préstamo de 50.000 millones de dólares que el organismo concedió este año al país. El FMI adelantó que lo abalizará «rápido» y no pondrá obstáculos.

Cambio de Gabinete

En este contexto, en Argentina -y fuera de ella- se comienza a hablar de crisis política como el origen de la económica. Las voces que se alzan contra la hoja de ruta del Gobierno suben el volumen y la población se suma a ella. De acuerdo a un sondeo de D’Alessio IROL/Berensztein, dos de cada tres argentinos piden que Macri modifique su Gabinete pero el presidente, tenaz -o terco para algunos- se resiste pese a los avisos, cada vez, más dramáticos del mundo de las finanzas, la economía y la gente.

Los mensajes le llegan al Gobierno por diferentes vías. Las empresas argentinas que cotizan en Wall Street se lamían las heridas al advertir un desplome que les supuso una pérdida de valor de unos cuatro mil millones de dólares. En simultáneo, JPMorgan, la calificadora que más disgustos le da al Gobierno argentino recomendaba desprenderse de las acciones de firmas argentinas.

Lo que Wall Street leía como un fracaso en el Mercado de Valores de Buenos Aires (Merval) se celebraba con subidas de las acciones locales. La depreciación del jueves del dólar del 10 por ciento en el sector mayorista y del 16 en la compra venta de particulares, se traducía en una buena noticia para empresarios como Christinao Ratazzi. El CEO de Fiat Argentina observó: «Un dólar alto nos va a hacer importar menos y exportar mucho más, y eso va a crear mano de obra funcional».

En el polo opuesto, la gobernadora kirchnerista de Tierra del Fuego, sur del sur de Argentina, se descolgaba con un anuncio preocupante. Rosana Bertone, integrante de las filas del Frente para la Victoria que fundó el matrimonio Kirchner, sugirió la posibilidad de llevar «fuera del país» los fondos de su provincia. «Si nos parece que tenemos que sacar el dinero para resguardarlo en mejores condiciones, también lo vamos a hacer», amenazó. La hipótesis recordó un hecho histórico, la colocación, en un destino misterioso hasta el día de hoy, de cerca de mil millones de dólares de la provincia de Santa Cruz, por decisión del por entonces gobernador, Néstor Kirchner. Aquellos fondos, fruto de las regalías petroleras, pertenecían a la provincia pero ésta, nunca los recuperó en su totalidad.

Malos tiempos para Argentina y para Macri. Mes de conflicto con los docentes, la semana se cerró con turbulencias en la calle. La manifestación convocada por medio centenar de universidades públicas se trasformó el jueves en un ataque, de miles de personas, feroz al Gobierno y el sindicalismo, de momento, se ratificó en su decisión de convocar una huelga general para el 25 de septiembre.

Publicado en ABC (España) el 04/09/2018