El mito de que las mujeres pueden tenerlo todo parece estar dejándolas agotadas e insatisfechas. Una encuesta de la consultora D’Alessio IROL demostró que cuatro de cada 10 mujeres del país se sienten estresadas. El estudio detalla las características que definen a la fémina actual: multifuncional, proactiva, gran administradora; hiperactiva y a la vez muy presionada.
La investigación precisa, además, que las mujeres han ganado terreno en muchos ámbitos, como el laboral, pero siguen relegadas en otros, como el hogar, donde la mayoría de las tareas domésticas recae sobre sus espaldas.
Culpas y creencias
La psicóloga Patricia Chehuán describe a toda una generación de mujeres que fueron criadas para creer que es posible ser independientes, tener una carrera estelar, un matrimonio maravilloso y varios hijos exitosos. “El problema es que la mujer nunca se conforma. Cuando tiene una buena carrera laboral siente el dolor de no poder dedicarles más tiempo a sus hijos. Si decide no ser madre, sufre por ello”, explica.
Replanteos
Pese a los muchos logros, la especialista sostiene que ellas no están conformes, porque no se sienten bien consigo mismas. “El hombre tiene su rol definido y la sociedad no lo cuestiona. Tal vez la mujer deba empezar a plantearse si tiene sentido querer tantas cosas y no ser feliz. Se puede ser equilibrada: tener familia, casa y trabajo, sin ser excepcional en todo; simplemente siendo feliz, disfrutando de cada uno de esos espacios”, resalta.
El feminismo no ha desaparecido, pero se queja de dolor, dicen los expertos. La falta de límites a las exigencias parece ser la explicación, según Chehuán. “Las mujeres merecemos estar más relajadas y no padecer por nuestra condición, que es maravillosa”, sostiene. La clave es, dice, dejar de pensar que es un deber alcanzar la perfección en todas las esferas de la vida, lo cual inevitablemente hace sentir a ellas cada vez más estresadas.