La inversión sigue mostrando caídas en todos los rubros salvo obra pública

Con un nivel de inversión sobre PBI en 13% y por debajo del promedio de los últimos diez años, casi todos los componentes muestran caídas, salvo los vinculados a la obra pública. Así lo marcan los datos del Monitor que lleva adelante la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional.

Con datos al primer trimestre de 2019, la inversión en transporte cayó 56%, en equipo durable un 37% y en maquinaria un 31,5%.

Los flujos de inversión extranjera directa también cayeron un 10%. Totalizaron US$ 2.660 millones. Por las menores rentas, la reinversión de utilidades cayó un 27%. La IED representa el 2,3% del PBI.

`El crédito no crece. El crecimiento es, literalmente, cero. La inversión está en 13% del PBI contra un promedio del 20% en la última década y del 25% del PBI que es el promedio de los países emergentes`, explicó el economista Luis Secco esta semana en la presentación de las expectativas de los empresarios de IDEA. Allí, en una encuesta a cargo de DAlessio IROL, el 46% de los ejecutivos señalaron que prevén aumentar sus inversiones.

En ese marco también contestaron que prevén un 13% de inversión sobre su porcentaje de facturación anual para este año. Los desembolsos irán al desarrollo de obras civiles, tecnología, software y capacitación, principalmente.

Entre enero y mayo de este año la construcción cayó 9% pero el gasto de capital del Estado -el gasto en obra pública- creció 21,5%. Las compras de maquinaria y equipo, en cambio, cayeron 27% en los primeros cinco meses. En mayo mostraron una desaceleración con una caída del 15%. Lo mismo pasó con las importaciones de bienes de capital que en los primeros cinco meses bajaron 32% y en mayo 27%. En cambio, las importaciones de equipos para transporte no muestran mejoras. Cayeron 68% en cinco meses y 69% en mayo.

Publicado por Perfil el 03/08/09.

El 70% espera un aumento en sus ventas en el próximo año

Según la última medición de la encuesta de Expectativas de Ejecutivos, que realiza D’Alessio IROL para IDEA, se instaló cierto optimismo entre los empresarios: el 55% evaluó positivamente el semestre y el 78% considera que la situación económica mejorará de aquí a seis meses. Además, el 70% espera crecimiento en sus ventas en el próximo año.

Los factores que consideran como “positivos” son la estabilidad cambiaria, la merma de la inflación, el equilibrio fiscal y la menor incertidumbre económica. Sin embargo, aún persisten factores negativos como la inflación (que se mantiene alta), la pérdida de fuentes de trabajo y la falta de reactivación económica.

Algunos elementos que abonan este panorama son las expectativas para el próximo año, en su mayoría positivas. En cuanto a las exportaciones, el 43% considera que aumentarán y 46% que se mantendrán iguales. Un escenario similar se plantea en términos de inversión: el 47% espera un aumento en los próximos 12 meses. El mejor panorama es el de las ventas, ya que un 70% espera un incremento.

Por último, el factor empleo es el que espera menor crecimiento. El 39% espera tomar personal en el próximo año y 45% no evalúa modificaciones en este área.

Hacia el final de la encuesta, se les consultó a los empresarios qué movimiento tendrá hasta las elecciones el dólar, la tasa de interés y el riesgo país. El 57% considera que la moneda estadounidense tendrá pequeñas oscilaciones; 40% cree que las tasas continuarán bajando y el 41% evalúa que no habrá grandes cambios en el riesgo país, más allá de algunos movimientos.

La mayoría de los empresarios (67%) coincidió en que el elemento más necesario para aumentar la competitividad del país es una reforma impositiva.

EXPECTATIVAS

Eduardo D’Alessio habló en Eco Medios sobre las expectativas que tiene la gente sobre la economía y sostuvo que “este semestre fue mejor aun de lo que preveían y eso marca dos cosas. Por un lado que la mejora va a seguir hasta fin de año, que va a haber estabilidad cambiaria y que habrá un proceso de reactivación”.

Explicó que “el segundo semestre del año pasado hizo caer significativamente las expectativas” y que ahora “es importante que haya una percepción de que está bajando la inflación”.

Sin embargo, especificó que “más allá del optimismo, con la tasa impositiva, se percibe que no puede haber crecimiento ni desarrollo. Este es un país muy poco competitivo”.

Publicado por El Día el 05/08/19

Las pymes esperan un buen año

La mayoría de las pymes cree que sus resultados serán mejores que en 2016 Más de la mitad estudia una reducción de costos

El 73% de los empresarios pymes es optimista respecto de 2017 y confía en que los resultados de sus compañías estarán por encima de los de 2016.

No obstante, del total de empresarios (de todos los sectores) un 44% señaló que continúa preocupado por el desempeño de la economía, según el relevamiento realizado por la consultora PwC Argentina.

La encuesta reveló que si bien las expectativas de los empresarios pymes son favorables, `siguen siendo cautelosos a la hora de tomar decisiones de inversión en el corto y mediano plazo`.

Los datos obtenidos señalaron que el 42% de los encuestados manifestaron que sus resultados del primer semestre de 2016 fueron inferiores a los del 2015.

Entre las dificultades sorteadas refirieron la inflación, los aumentos de salarios y los incrementos tarifarios, puntualizó la consultora. Asimismo, el 53% está pensando en la reducción de costos para mejorar el margen de rentabilidad. Presión tributaría Las pymes han coincidido en que los factores que más le preocupan son fundamentalmente la presión tributaria, las altas tasas de inflación y el incremento en los costos laborales, detalló PwC. También indicó que el financiamiento (29%) y la volatilidad-imprevisibilidad del tipo de cambio (27%) siguen siendo temas de agenda.

Durante el año pasado, seis de cada diez empresarios encuestados continuaron sin tener acceso a financiamiento bancario o similar para desarrollar sus negocios, a raíz de las `altas tasas de interés y la complejidad en los trámites`, alertó iKvC.

El informe indica que el Gobierno es consciente de la situación coyuntural y saben también que las Pymes son el motor de crecimiento de la economía, generando más del 60% del empleo.

La reciente sanción de la Ley Pyme (Ley 27264- Programa de Recuperación Productiva) alienta la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante el fomento a las inversiones, alivio fiscal y más opciones de financiamiento. Para Pablo Boruchowicz, socio responsable de la división Pymes de PwC Argentina, si bien la sanción de la norma es un paso `importante`, todavía queda un largo camino por recorrer `que involucre la totalidad de las pequeñas y medianas empresas que integran el tejido económico del país`. Y anticipa que `las autoridades nacionales prevén para el 2017 la realización de un foro de inversión y negocios para Pymes, similar al concretado este año con las grandes empresas locales y extranjeras, que le permitirá al sector comenzar a discutir seriamente su integración en las cadenas de valor, analizando además nuevas medidas que fortalezcan su crecimiento`. Peces gordos Las grandes empresas también proyectan un 2017 con menos inflación, repunte de la actividad industrial y alza del consumo que, aseguran, estará acompañado por renovados planes de inversión y creación de empleo.

En ese sentido, un informe elaborado por la consultora D´Alessio Irol indicó que casi la mitad de las compañías espera incorporar mano de obra en los próximos doce meses, y el 57% estaría dispuesto a ampliar sus inversiones. Lo cierto es que, en los últimos dos meses, los empresarios comenzaron a percibir ciertas señales positivas que los hicieron cambiar de parecer en poco tiempo: en septiembre del año pasado, menos de un tercio de las compañías preveía contratar más personal.

Los empresarios comienzan a detectar que el Gobierno empieza a tomar decisiones de largo plazo y eso les entrega un panorama mucho más claro para el futuro. `Hay una desaceleración de la inflación y la gente va teniendo confianza, fundamental para el crecimiento. La situación de fondo, que es la política, cambió. Las cosas se están haciendo porque al país le conviene y no porque le conviene a unos pocos`, destaca el informe de la consultora. El financiamiento y la volatilidad del dólar siguen siendo temas de agenda Las pymes son el motor de crecimiento de la economía, generando más del 60% del empleo

Mejoran las expectativas de los empresarios para después de las elecciones presidenciales

Del relevamiento, efectuado a 178 ejecutivos de empresas y realizado por la consultora D´Alessio IROL, se observa que “un 12% de los encuestado anticipan que la situación será mucho mejor en el próximo semestre, otro 29% anticipa que será “moderadamente mejor”, y un 35% que anticipó que la situación será “igual”. La evaluación del semestre en curso resultó positiva en un 56%, “rompiendo la tendencia que se evidenciaba desde el primer semestre del 2012, con un valor neutro del 50%”, destacó el informe. “Para encontrar números positivos semejantes hay que remontarse a 2010”, manifestó a Infobae el consultor Eduardo D’Alessio.

El analista destacó que “desde marzo de 2012 las expectativas estaban dentro de los rangos moderadamente peor o mucho peor, con lo que el nuevo dato irrumpe dentro del lado positivo y coincide claramente con el cambio de gobierno”.

Para el 2016, los socios de IDEA consultados esperan un crecimiento de las ventas, de las exportaciones, y la inversión, con mantenimiento del nivel de empleo. “Esto último, se contradice con algunas estimaciones laborales que anticipan despidos para después de los comicios de octubre”, dijo el experto.

El estudio señala además que para enfrentar este mayor nivel de actividad, el 75% de las compañías trabajan a menos del 85% de su capacidad instalada. “En lo que respecta a las inversiones sobre las ventas, se mantienen en el 11%, con preeminencia de las inversiones “blandas”, que pueden integrarse en dosis relativamente pequeñas y sucesivas, y que en general sirven para sacar el mayor provecho a las inversiones “duras” o de equipos productivos.

En cuanto a las preocupaciones para aumentar la inversión, los empresarios identifican tres factores que son “la clarificación de las reglas de juego, eliminación de los impuestos distorsivos, y una política fiscal pro inversión”. Los empresarios también reclamaron más inversiones en electricidad y gas para impulsar el crecimiento industrial, y en segundo lugar aparecen el estado de las rutas y del ferrocarril.

Las expectativas de los empresarios son las mejores desde 2010

En la anterior encuesta de julio 2015 un 59% de los ejecutivos de grandes empresas consideró que el segundo semestre de 2015 sería igual o mejor que igual período del año anterior, lo que reflejó un cambio positivo respecto de lo que planteaban a fines de 2014, cuando las proyecciones fueron mayoritariamente negativas.

El mismo estudio realizado en noviembre de 2014 reflejó que para el primer semestre del año los ejecutivos eran menos optimistas, ya que un 30% consideró que seguiría igual, un 14% moderadamente mejor y apenas un 3% mucho mejor.

La consultora evaluó que “el pesimismo mostrado en la medición de fines del 2014 no se vio convalidado en la realidad de este período” y que entre los ejecutivos “se espera un segundo semestre sin sobresaltos y con retorno a la normalidad”. En ese entonces, los factores predominantes que se señalaban a futuro para promocionar las inversiones eran la eliminación de impuestos distorsivos y la clarificación de las reglas del juego. Los principales temas de desafío para los empresarios eran los salarios y la retención de talentos.

Los grandes empresarios esperan crecer en el próximo semestre

Coloquio de Idea en Mar del Plata. Prevén más ventas al mercado interno, por las políticas de apoyo al consumo. Piden menos impuestos y aliento a la inversión.

El cambio de ciclo político atado a las elecciones presidenciales les levantó el ánimo a los empresarios, que por primera vez desde 2012 esperan con claridad que el próximo semestre sea mejor, o mucho mejor, que el año que termina.

Así se desprende de la encuesta de expectativas de ejecutivos que cada año presenta en el Foro de Idea la consultora D’Alessio, que señala que existe “una clara tendencia positiva para el próximo semestre con una mejoría de la situación de las empresas y recuperación de expectativas” que abarca al 76 por ciento de los encuestados.

Hilando un poco más fino, esa mejora reposaría _según el centenar y medio de hombres de negocios consultados_ sobre todo en una mejora de ventas en el mercado interno, algo que espera más de la mitad de los encuestados.

Este escenario positivo y de expectativas renovadas no es casual. Según Dante Sica, director de la consultora Abeceb, la batería de medidas proconsumo dispuestas por el gobierno durante este año ayudó a generar este fenómeno: “Mejorar las expectativas fue un claro objetivo del Ejecutivo con una inyección al consumo, a través de la tranquilidad que trajo el swap con China, al aumento de las transferencias sociales y al atraso cambiario que redundó en una mejora de los salarios”, dijo.

Tanto Sica como D’Alessio atribuyen el cambio de humor al recambio político, en el sentido de que existe una sensación generalizada entre los empresarios de que, gane quien gane, “habrá cambios”, y que esos cambios (correcciones del tipo de cambio y de la política fiscal, entre otros) no van a diferir demasiado con uno u otro candidato sentado al mando de la Casa Rosada.

“No hay atajos ni magia. Todos saben que una medida sola no alcanza, y los diagnósticos son bastantes compartidos respecto a lo que hay que hacer”, afirmó el consultor, para quien ayuda el hecho de que la transición económica entre el gobierno saliente y el entrante “es la mejor desde la restauración de la democracia”.

Sin embargo, esta mejora de ventas esperada no va a traducirse en un incremento de la rentabilidad: “Este es un tema que viene preocupando, aunque si bien las ganancias seguirán en caída esta tendencia se atempera”, dijo D’Alessio.

Empleo e inversiones. La mejora esperada en las ventas no afectará el nivel de empleo registrado privado, que seguirá en niveles actuales sin incorporaciones ni bajas.

Sin grandes mejoras en la inversión prevista por los empresarios (que rondará el 11 por ciento del total de las ventas), las firmas esperan mejorar su desempeño a través de factores internos, como la diversificación de productos y servicios ofrecidos, nuevas alianzas comerciales, baja de los costos y reingeniería interna para optimizar procesos.

“Veremos sobre todo inversiones blandas no relacionadas ni con equipos ni con ampliaciones, de alguna forma se busca estirar al máximo el equipo productivo”, agregó D’Alessio, quien señaló que si bien creció un poco la brecha entre capacidad y utilización, por la retracción de ventas, “igualmente el 68 por ciento de las empresas trabaja con al menos el 70 por ciento de la capacidad instalada”.

Respecto a lo que esperan que cambie para que mejore el nivel de inversión privada, los empresarios mencionaron “la eliminación de impuestos distorsivos, la clarificación de las reglas de juego y una política fiscal pro-inversión” como los elementos más importantes para mejorar el clima de negocios del país.

También señalaron que la inversión pública debe centrarse sin duda en mejora y ampliación de la infraestructura, en áreas como la energía (electricidad y gas), rutas, ferrocarriles y puertos.

Devaluación. Si bien la encuesta no pregunta de manera explícita sobre expectativas devaluatorias, tanto D’Alessio como Sica retomaron el tema durante su presentación.

Por un lado, si el grueso del empresariado espera mejoras gracias a mayores ventas en el mercado interno, eso significa que la devaluación no es esperada como el milagro económico que los salvará.

Existe otra cuestión: aunque mejore el tipo de cambio (algo que ambos analistas descontaron que va a ocurrir), el comercio global no es demasiado esperanzador. “Los dólares ya no vendrán por cuenta corriente, sino por endeudamiento externo e inversiones”, explicó Sica.

Para el director de Abeceb, la mejora vendrá por “una devaluación fiscal” y no una del tipo de cambio: “La devaluación de Kicillof de enero 2014 demostró que una medida así tomada de forma aislada no sirve para nada, y los candidatos lo tienen muy claro”.

Massa prometió reducir la presión tributaria

El candidato a presidente Sergio Massa, del frente UNA, tuvo ayer por la tarde su media hora de “reflexiones” frente a los empresarios que participan del 51 coloquio de Idea, ante quienes expuso su plan económico con eje en la baja de la inflación, la disminución de la presión fiscal, un plan de créditos hipotecarios para construir 1,2 millones de viviendas y un “cambio cultural” para pasar de una lógica asistencialista a otra basada “en la cultura del trabajo”.

El actual diputado llegó acompañado de su equipo económico con Roberto Lavagna a la cabeza, y aprovechó el estrado para confirmar que Carlos Garetto (Coninagro) será su ministro de Agricultura (usó esa categoría) en caso de ganar las elecciones.

Al igual que Scioli un día antes, explicó que el camino a tomar es el del crecimiento, “no el del ajuste o la devaluación, datos pendulares de la historia económica argentina”.

En ese punto, destacó que de acceder a la Casa Rosada creará un consejo económico y social donde se reunirán empresarios, trabajadores y el Estado, “para seguir metas de corto plazo y establecer políticas de desarrollo”.

En materia agropecuaria, dijo que se reducirá la presión tributaria a través de la eliminación de las retenciones al trigo, al maíz y al girasol, y de la compensación por flete para las economías regionales.

Respecto a la presión impositiva en general, aseguró que debe reducirse en un 30 por ciento. “El crecimiento de la presión tributaria ha quitado competitividad aún a sectores que lo eran, es una obligación rediscutir la matriz tributaria”, dijo.

A nivel de política para el empleo, explicó que se generarán medidas para el primer empleo, ya que “cada trabajador que se incorpore que venga de un programa social seguirá cobrando el plan, mientras que al empleador se le reducirá la carga impositiva”.

También prometió una inversión en infraestructura de 22 mil millones de dólares el primer año de gobierno, que llegaría a los 45 mil millones el cuarto año, con la idea de crecer al 4 por ciento anual.