La crisis no impacta de lleno en los referentes de Cambiemos

Así se desprende del reciente Monitor de Humor Social y Político de D’Alessio IROL y Berensztein. El principal factor es que esta coalición fue votada por factores políticos e ideológicos antes que económicos. De todos modos, es creciente el descontento con la gestión.

Los acontecimientos de mayo impactaron negativamente en la visión sobre el presente económico, lo que deparó en más críticas entre votantes del actual Gobierno, quienes siguen esperando más de la gestión.

La preocupación por la actualidad no se traslada por completo a las expectativas, pues predomina un pesimismo sobre la situación general, pero dentro de valores equilibrados; y conservan proyectos personales solventados principalmente por ingresos propios.

An Digital

De acuerdo al Monitoreo de Humor Social y Político elaborado por D’Alessio IROL y Berensztein, inflación e inseguridad siguen siendo los temas que más preocupan en ambos lados de la grieta.

Además, necesitan percibir acciones concretas ante los vaivenes económicos, y los cambios en el Gabinete serían una buena señal. En este marco, valoran la ampliación de la “mesa chica” de Mauricio Macri.

Como dato saliente del informe de mayo, vale resaltar que la incertidumbre coyuntural no impacta de lleno en la imagen de los principales dirigentes de Cambiemos (Macri, María Eugenia Vidal y Elisa Carrió).

Esta coalición fue votada por factores políticos e ideológicos antes que económicos y su panorama electoral sería favorable.

Finalmente, la gobernadora Vidal continúa siendo la dirigente opositora más reconocida por quienes votaron al FpV, con un 28 % de calificaciones positivas en este segmento.

Publicado en AN Digital el 04/06/2018

La corrida del dólar y los precios generan un pico de pesimismo en la sociedad.

El 60% de los votantes de Macri tiene una visión negativa, según el monitor de D’Alessio IROL/Berensztein. El desborde inflacionario genera un pico de pesimismo en la sociedad Tres de cada cuatro personas evalúa que la situación económica es peor a la de hace un año y la mayoría le pone nota negativa al Gobierno. Piden cambios en el Gabinete

Como corolario de una corrida cambiaria que desbordó los niveles de inflación esperada para el mes pasado, la sociedad exhibe signos de desgaste en la relación con el Gobierno que se reflejan en un alto pesimismo sobre el andar de la economía. Hoy, tres de cada cuatro personas considera que la situación actual es peor que la de hace un año y la mayoría estima que es tiempo de hacer correcciones en el gabinete ministerial.

Así lo muestra la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El resultado de la encuesta, realizada el mes pasado a 1510 adultos en todo el país, arroja un pico de 75% en la visión negativa sobre la actualidad económica, que supera las diferencias de la grieta política. Y es que mientras casi un 89% de quienes votaron al Frente para la Victoria en la última elección presidencial sostiene en el tiempo que la situación es peor o mucho peor que la de hace un año atrás, también un 60% de los que optaron por Mauricio Macri se manifiestan de esa forma, 20 puntos más que la cifra registrada para el mismo grupo en abril pasado.

`Buena parte del crecimiento de la disconformidad proviene de Cambiemos. Hoy la discusión con quienes no lo votaron gira en torno a tarifas y el FMI, aunque en otro momento pueden ser los despidos u otro tema… Haga lo que haga el Gobierno, la relación con la oposición no cambia. Sin embargo, hay deterioro de la relación con los votantes propios`, señala el consultor Eduardo D´Alessio quien, no obstante resalta que `no hay dirigentes que puedan capitalizar ese descontento y los votantes de Macri no piensan en saltar a otro lado`.

La tendencia negativa comenzó a escalar en octubre pasado y fue acompañada, en menor escala, por una mirada cada vez menos optimista sobre el futuro. Si bien en mayo esa medición no registró variables, aún un 52% de los entrevistados, el valor más elevado de la serie; supone que la situación económica del país estará peor dentro de un año, frente a un 43% que proyecta que será mejor.

Esta visión tiene su correlato en la calificación que se le otorga a la gestión de Gobierno, que de la misma manera exhibe un máximo de 56% en las notas malas, contra un mínimo de 40% en las buenas. Lejos de los valores del clima de victoria electoral de 2017, hoy uno de cada tres de los votantes oficialistas considera que la gestión es mala o muy mala. Más aún, un 62% de quienes eligieron a Macri piensa que es necesario que el jefe de Estado realice cambios en el Gabinete.

Al respecto, también un 62% de los encuestados consideró positiva la ampliación de la `mesa chica` de decisiones en la que el Presidente apoya su administración, con la inclsuión del ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y el radical Ernesto Sanz. La principal razón del enojo se puede encontrar en la falta de una solución al principal temor que arrastra la sociedad, sea cual sea la preferencia política del consultado. Con una inflación que, según estiman las consultoras privadas, alcanzó al menos el 2,7% en mayo y acumula ya más de 12% en cinco meses, la suba de precios continúa al tope de los temas que más preocupan para nueve de cada diez encuestados, seguida por la inseguridad (72%), el aumento de las tarifas de luz y el gas (64%) y la presión impositiva (58%).

Pese a todo, un 71% de los votantes de Cambiemos (42% del FpV) cree que en el próximo año podrá concretar proyectos personales como comprar o reparar la vivienda, adquirir un vehículo, salir de vacaciones o saldar deudas, entre otros. Quizá porque, según el sondeo, solo 16% de los que pusieron la boleta de Macri en la urna lo hicieron `para estar mejor económicamente`, un 34% tomó esa decisión `para que no gane el kirchnerismo`, mientras que un 45% la eligió para `volver alas instituciones republicanas`. Es este último grupo el que mantiene la visión más positiva sobre el devenir económico del país y personal. Pero los que optaron por Macri para derrotar al kirchnerismo o estar mejor económicamente, esperan más de la actual gestión y remarcan la necesidad de cambios en el Gabinete.

Publicado en El Cronista el 04/06/2018

Aprender a gobernar desde la debilidad.

Vivimos en un país caracterizado por una endémica fragilidad institucional que explica recurrentes crisis de gobernabilidad. Nada hace suponer que estemos, al menos por ahora, próximos a un nuevo episodio, pero el entorno político ha cambiado de forma súbita y profunda. Sin embargo, algunos actores políticos, sobre todo dentro del Gobierno, no se han adaptado aún al nuevo escenario. Por el contrario, continúan comportándose como si la reciente crisis cambiaria no hubiese implicado un punto de inflexión en la historia de la administración Macri.

Parecen esos boxeadores que luego de sufrir un duro golpe bailotean en el ring buscando oxígeno como si nada hubiera pasado. Pero el impacto se ha sentido, queda aún un largo round cambiario por delante y es imperiosa una estrategia adecuada para recuperar la iniciativa, pues la pelea por la reducción del déficit fiscal recién está comenzando. Ni hablar del proceso electoral 2019, que parecía resuelto hasta hace unas semanas y hoy está caracterizado por niveles de incertidumbre muy considerables.

La pelea por las tarifas, la votación del Senado y el posterior veto son tres fotos con un mismo origen: remiten a la renuencia por parte del Gobierno a concretar un acuerdo macro de gobernabilidad que incluya pautas concretas en materia de políticas de estabilización y reformas estructurales. La tentación hiperpresidencialista de Cambiemos, o al menos del macrismo puro, derivó en una errónea lectura de las victorias de 2015 y 2017: era posible gobernar con acuerdos contingentes, minimalistas y de limitada importancia. Por no querer aparecer débil y buscar el consenso con la legitimidad y el prestigio intactos, ahora el Gobierno no tiene más opción que lograr un compromiso, pero lo hace desde una posición de fragilidad.

El Gobierno necesita los apoyos necesarios para aprobar el presupuesto 2019 con fuertes recortes: esto implica en la práctica el fin (el fracaso) del gradualismo. En estos días se está negociando con el FMI la profundidad de las medidas de austeridad, pero todo hace suponer que si este año el déficit rondará los 2,5% del PBI, el año próximo debería reducirse al menos a la mitad. Semejante recorte implica un esfuerzo muy superior a las medidas que en su momento propuso Ricardo López Murphy en su breve paso como ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Por eso Macri está rápidamente buscando el diálogo con los gobernadores: aunque la mayoría tenga un presupuesto relativamente equilibrado, la Argentina necesita gastar mucho menos, tanto en la administración central como en las provincias y los municipios. Además, es imperioso bajar la carga tributaria para estimular el crecimiento: tenemos múltiples desafíos en materia de competitividad, pero uno de los obstáculos más evidentes es la presión fiscal. Nada de eso puede lograrse sin un consenso que incluya a los gobernadores. Aunque debería involucrar a otros actores económicos, políticos y sociales.

¿Está trabajando el Gobierno en esa dirección? Hasta ahora no parecen haberse dado los pasos necesarios. La reincorporación de los exiliados (Monzó, Frigerio) a la mesa política constituyó un giro más cosmético que real. Y si bien es cierto que Nicolás Dujovne tiene asignada la agria tarea de “ajustador oficial”, no hubo una modificación efectiva en los principales procesos de toma de decisiones. El concepto que impulsaron los gurúes comunicacionales del oficialismo durante la reunión de gabinete ampliado la semana pasada fue “convicción”. Nada indica que exista en Cambiemos algo parecido a un espíritu autocrítico. Como si la tormenta cambiaria hubiese constituido un hecho discreto sin repercusiones relevantes en el equilibrio político real.

Esto puede generar entonces un problema reputacional. ¿Tiene el Gobierno las credenciales adecuadas para buscar un acuerdo? Tantas idas y venidas, tantos amagues nunca concretados pueden generar dudas en los potenciales involucrados. De hecho, los intentos para que el Senado aborte la cuestión tarifaria fueron hechos a destiempo y sin la sutileza necesaria. “Es tarde”, sentenció Miguel Ángel Pichetto cuando la Casa Rosada pretendió forzar la negociación para evitar el costo político del veto presidencial. Cambiemos debe reforzar mucho su músculo político si en efecto pretende concretar un plan de austeridad sustentable y convencer a los mercados de que tiene una política económica seria.

Sin embargo, la debilidad política del Gobierno debe ser puesta en contexto: el presidente aún conserva el apoyo de al menos un tercio de la población, algo de lo que no pueden jactarse muchos de sus colegas de la región. El desgaste limó su imagen, pero aún sigue siendo competitivo en la medida en que los líderes opositores sigan siendo incapaces de capitalizar los cambios de humor social. Más aún, tanto Elisa Carrió como, sobre todo, María Eugenia Vidal siguen teniendo umbrales de imagen positiva muy significativos. Lo mismo ocurre con Rodríguez Larreta en el AMBA. Es notable el caso de la gobernadora de Buenos Aires, que de hecho experimentó una leve mejora en el contexto de la crisis, de acuerdo con un sondeo recientemente realizado por D’Alessio Irol/Berensztein. Matices interesantes de un gobierno que pensaba llegar al proceso electoral de 2019 con una gestión consolidada y reconocida como eficiente. Sobre todo en materia económica, la gestión podrá mostrar muchos menos logros de los esperados.

La ausencia de candidatos competitivos por parte de la oposición es generalmente evaluada como una debilidad. Pero pueden contemplarse otras visiones alternativas. Si en efecto el peronismo ya tuviera una figura instalada, estaría sometido al desgaste de tener que dar respuesta a múltiples cuestiones de coyuntura. Como ocurrió con Sergio Massa desde las elecciones de 2013, picar en punta demasiado pronto puede ser contraproducente. Por el contrario, mantener la incertidumbre y aparecer sobre el final del proceso electoral aprovechando el factor sorpresa puede constituir una estrategia más adecuada, sobre todo dadas las restricciones presupuestarias que imperan en esta etapa en que el sector privado está mayoritariamente apoyando a Cambiemos.

Deben descartarse sin embargo sprints finales como los de Raúl Alfonsín en 1983 o el del mismo Néstor Kirchner dos décadas más tarde. En efecto, el nuevo régimen electoral, incluyendo las PASO, obliga a todos los participantes a mostrar su juego con mucha anticipación. Esto siempre beneficia al “incumbente”, el que está en el ejercicio del poder, pues cuenta con más recursos políticos, institucionales e incluso económicos para torcer al menos en el margen voluntades electorales, como ocurrió la primavera pasada con los “préstamos Argenta”, focalizados en jubilados con prestaciones mínimas y beneficiarios de programas sociales. Esto explicó al menos en parte la mejora de la imagen del Gobierno justo antes de las elecciones, así como su declive cuando esos préstamos implicaron descuentos en los ingresos en un contexto de más inflación de la esperada.

Las prácticas demagógicas cruzan a todo el sistema político, incluyendo al Gobierno. Y las “magias” de corto plazo siempre se desmoronan ante el peso de una realidad atrapada en viejos problemas estructurales.

Por: Sergio Berensztein

Publicado en La Nación el 01/06/2018

Rusia 2018: Messi es el héroe; Sampaoli, la duda, y Alemania, el rival

-Grandes expectativas para la Selección en el Mundial: 7 de cada 10 consultados cree que el equipo de Sampaoli llegará hasta las últimas instancias. Solo uno de cada cuatro se anima a predecir que seremos campeones.

-Los alemanes desplazaron a Brasil como el rival supremo a derrotar en la final soñada.

-Preferencias: Armani al arco y el “Kun” Agüero como 9. Se espera que este sea el momento de la revelación de Pavón. El gran faltante: Icardi.

-Sampaoli tiene que ganarse el amor de los simpatizantes: 6 de cada 10 creen que no está a la altura de las circunstancias.

-Messi es profeta en su tierra: se lo considera el mejor del mundo y se espera que pueda jugar también el próximo Mundial.

-El equipo campeón del ’86 es considerado el mejor de la historia argentina y Bilardo el mejor técnico.

-El Mundial cambia las rutinas diarias: 4 de cada 10 argentinos reacomodarán sus horarios.

-Si bien mayormente se considera que los resultados futbolísticos no impactarán en el clima social hacia el Gobierno, alrededor del 30% de los consultados creen que puede tener alguna influencia.

-La televisión es el formato por excelencia para ver los partidos. Se complementa con sitios online y redes sociales.

 

Informe completo:  7 de cada 10 argentinos confían en que la Selección llegará al menos a cuartos de final

Monitor de Humor Social y Político – Mayo

La crisis impacta negativamente  en la imagen de Gestión, no así en los referentes de Cambiemos. María Eugenia Vidal, incluso, vuelve a crecer.

-Los acontecimientos de mayo impactaron negativamente en la visión sobre el presente económico.
-Crecen las críticas entre votantes del actual Gobierno. Siguen esperando más de la gestión.
-La preocupación por la actualidad no se traslada por completo a las expectativas: predomina un pesimismo sobre la situación general, pero dentro de valores equilibrados; y conservan proyectos personales solventados principalmente por ingresos propios.
-Inflación e inseguridad siguen siendo los temas que más preocupan en ambos lados de la grieta. Difieren en: reclamos sobre la corrupción del pasado, la distribución de subsidios y los piquetes (votantes de Cambiemos); y el rechazo al aumento tarifario (electores del FPV).

-Necesitan percibir acciones concretas ante los vaivenes económicos, y los cambios en el gabinete serían una buena señal. En este marco, valoran la ampliación de la “mesa chica” de Macri.

-La incertidumbre coyuntural no impacta de lleno en la imagen de los principales dirigentes de Cambiemos (Macri, Vidal y Carrió). Esta coalición fue votada por factores políticos e ideológicos antes que económicos y su panorama electoral sería favorable. Vidal, la diregente opositora más reconocida por quienes votaron al FPV, con un 28% de calificaciones positivas en este segmento.

Argentines Stage Protest Against Decision to Seek IMF Help

BUENOS AIRES, Argentina — Thousands of Argentines swarmed into the capital’s downtown Friday to protest the government seeking financial help from the International Monetary Fund.

Marching on the holiday commemorating the Revolucion de Mayo, which led to Argentina’s independence from Spain in 1816, demonstrators draped themselves in the white-and-sky blue national flag. They also held banners protesting high inflation and rises in fuel and transportation costs.

Protesters snarled traffic as they blocked some of the city’s busiest streets in a march that was organized by some of the country’s largest unions and human rights groups and drew popular musicians, actors and other artists.

President Mauricio Macri announced earlier this month that he was starting talks with the IMF on getting a credit line to finance his government, following a sharp drop in the value of Argentina’s peso.

The decision unsettled Argentines, many of whom blame the IMF for introducing policies that led to the country’s economic implosion in 2001 and its record $100 billion bond default in 2002. The crisis left one of every five Argentines out of work.

Former President Cristina Fernandez said Friday that it was “a tragedy” to be asking for IMF help, in her first public comment since Macri’s May 8 announcement.

Fernandez and her late husband and predecessor as president, Nestor Kirchner, renegotiated or paid off most of Argentina debt after the collapse, kept energy cheap through subsidies and dug deep into the treasury to redirect revenue to the poor through handouts.

For a few years, Argentina enjoyed fast growth fueled by Chinese demand for its agricultural commodities, but then demand waned and economic growth fell. Macri inherited myriad economic problems from Fernandez, including an inflation rate estimated at about 30 percent.

Since taking office in 2015, he has focused on cutting government spending and ending economic distortions blamed for years of spiraling consumer prices. Macri has also been credited with resolving a long dispute with creditors to return Argentina to global credit markets.

But he has faced labor protests after ordering thousands of layoffs of public workers and raising utility rates while Argentines continue to lose purchasing power amid one of the world’s highest inflation rates.

“All of the policies that have been put in place since the beginning of this government are against the lower classes, the working classes and even against the middle classes,” said protester Marcos Mino. “The pressure that they (the government) are putting on us is really extreme.”

A survey by pollsters D’Alessio Irol/Berensztein said 75 percent of Argentines feel that seeking assistance from the IMF is a bad move. The survey of 1,077 people in early May had a margin of error of three percentage points.

 

Publicado por The New York Times el 25/05/2018

El FMI puede ser la última carta para salvar el gradualismo en la economía

Volver al FMI: ¿última carta de Macri para salvar el gradualismo? El gobierno busca una garantía del Fondo Monetario para evitar un ajuste profundo. Pero se desconocen las condiciones que impondrá el organismo. Las claves.

Por Sebastián Aulicino

Curiosamente, más allá de los pronósticos más catastróficos y resquemores por los condicionamientos que el FMI pueda imponer, hay consenso de diagnóstico en el mundo económico: en Washington, el gobierno se juega la última carta para sostener el `gradualismo`. Las diferencias surgen cuando se evalúa si el Ejecutivo se adelantó al pedir un crédito al Fondo y quemó esa carta anticipadamente, o si no le quedaba otra salida. Pero el mismo oficialismo ubica al FMI abiertamente como `garante` para mantener el plan económico y evitar el ajuste salvaje. La negociación sigue mañana entre los equipos técnicos, una discusión que a pesar de la decisión del Fondo de hacerlo de manera expeditiva, demoraría varias semanas.

No hay certezas por ahora. Según el Ministerio de Hacienda, que encabeza Nicolás Dujovne, y el FMI, el gobierno negocia un crédito `stand-by` de `alto acceso`, un préstamo de duración flexible entre 1 y 3 años, sujeto al cumplimiento de `las políticas del FMI`. La cifra oscila, dependiendo de las fuentes, entre los u$s 20.000 y 30.000 millones, pero no hubo aún confirmación oficial, tampoco sobre la tasa, aunque se habla del4%.

Mientras negocia, el gobierno busca calmar las aguas en el frente interno. Aunque no logra controlar la suba del dólar -que el viernes se fue a 23,70-, el Ejecutivo recibió respaldo político, aunque tibio, de los gobernadores del PJ dialoguista: San Juan, Entre Ríos, Chaco, Tucumán y Córdoba. En el plano internacional, sí ha recibido el apoyo que buscaba. En los últimos días confirmaron su respaldo Estados Unidos, China, Japón, Brasil y Chile. El Tesoro de EE. UU. -miembro más importante del Fondo- transmitió su `fuerte apoyo al programa de reformas` del gobierno y `le dio la bienvenida` a las conversaciones de la Argentina con el FMI. Japón también está entre los socios de mayor peso del organismo. La misma directora del FMI, Christine Lagarde, expresó la intención del organismo de arribar a un acuerdo de forma `expeditiva` y reiteró, también, el `firme apoyo a las reformas`.

Las dudas pasan sobretodo por cuáles serán las condiciones. Un pronóstico puede hacerse revisando la relación del FMI con la gestión Macri. En noviembre del 2016, luego de tres años, el Fondo levantó la moción de censura sobre Indec por manipulación de datos durante el gobierno kirchnerista. Al año siguiente, llegó la primera misión FMI desde el 2006, para realizar la auditoríayel informe económico al que se someten todos los miembros. El resultado fúe elogioso: `regreso a los mercados`, `desequilibrios macroeconómicos corregidos`, `recuperación sostenida de la recesión`.

Pero no faltaron advertencias, que se convirtieron ahora en profecías cumplidas. El Fondo consideró que el plan fiscal estaba bien orientado, pero una aceleración de las reformas mitigaría vulnerabilidades, entre las que se consideró un posible `endurecimiento de las condiciones de financiamiento externas`, tal como sucedió. También observaban una caída de la inflación más lenta de lo previsto y el tipo de cambio real presionado. Celebró la reforma tributaria, pero planteó la necesidad de una reforma laboral. El gobierno trabaja una en el Congreso. No mencionó la necesidad de una reforma del sistema previsional, tremendamente deficitario, pero es una discusión pendiente. Hasta ahora sólo ha modificado el cálculo de reajuste jubilatorio.

El Ejecutivo considera que la única manera de sostener el gradualismo es, hoy, el financiamiento externo. Nohay otro ajuste posible sin desmadre social: el 70% del Presupuesto nacional lo consumen jubilaciones, planes sociales y sueldos. La obra pública, que ya sufrirá un recorte de $ 30.000 millones, no incide tanto. Pero la suba de tasas en EE. UU. oscureció el panorama para la colocación de bonos. El crédito del FMI -más barato económicamente, pero mucho más caro políticamente- se perfila como la última carta del gobierno. Qué pidió la misión que vino en septiembre

Un equipo de técnicos del FMI visitó el país en septiembre de 2017 para una consulta periódica, por primera vez desde el 2006. Esto pidió: Se precisan esfuerzos adicionales. Un menor déficit fiscal reduciría las vulnerabilidades externas, generaría credibilidad y ayudaría a anclar las expectativas de inflación y mitigaría las vulnerabilidades de generaría un endurecimiento de las condiciones de financiamiento. Es esencial reducir el gasto público, sobre todo en los ámbitos en que ha aumentado en los últimos años, en particular salarios, pensiones y transferencias sociales. La reforma de las instituciones del mercado laboral contribuiría a reducir la informalidad.

1958. Argentina solicita el primer acuerdo `stand-by` durante el gobierno de Arturo Frondizzi, por u$s 75 millones. 76/82. Al inicio de la dictadura, con ajuste ortodoxo, el FMI dio asistencia. La deuda externa llegó a u$s 42,000 millones. Un pasado de desencuentros

83/89. Alfonsín logró 2 líneas de crédito, pero los planes de estabilización fracasaron y terminó con hiperinflación. 89/99. Hasta el 88, el FMI acompañó la Convertibilidad con cinco créditos. Pero el entró en crisis y creció la deuda. 00/01. Recesión. De la Rúa sostiene la convertibilidad. FMI presta u$s 20.000 millones. Corralito y cese de pagos. Una palabra maldita en la historia económica argentina

La decisión de volver al FMI es muy reciente y hay pocas encuestas aún para medir cuál es el efecto concreto sobre la evaluación del gobierno. Las consultoras D´Alessio y Berensztein se adelantaron al anuncio que el martes realizó Macri y midieron, días antes, la popularidad que tendría la medida de ser tomada. El rechazo fue alto: el 75% consideró que la medida sería inadecuada; el 18% lave como `adecuada pero resistida`; sólo el 2% la calificó de `adecuada`. La mitad de los votantes de Cambiemos está en contra. `Río Negro` consultó a Jorge Giacobbe y Enrique Zuleta Puceiro, dos de los consultores que previeron con mayor certeza los resultados de la última elección nacional. `ElFMIesuna palabra que despierta todos los temores de los argentinos, bien no va a caer. Este último mes, a aquellos que creen que el ajuste de tarifas lo tiene que pagar el Estado y no los ciudadanos le preguntamos cómo lo tiene que pagar el Estado. Tomando deuda lo dice el 2%. O sea, la política que implementa el gobierno es popular para el 2%. El 18% emitiendo dinero, que termina en inflación. Y el 76% dice que lo debería recortar de otro presupuesto`, cuenta Giacobbe. La pregunta es de dónde recortar: `Nadie sabe. ¿Obra pública, jubilados, empleados públicos, educación, salud? No, no y no. Saben lo que no quieren, pero no saben cómo hacerlo de otra manera`, dice Giacobbe. Para Zuleta, director de OPSM, el FMI dejó de ser una buena opción incluso en lo que podría considerarse su propio público: `No es un lugar que tenga prestigio ni siquiera como receta ortodoxa, no se cree que de allí puedan venir recetas innovadoras o ingresos de inversión que hoy no existen, ya no es esa especie de fuerza representativa de un capitalismo potente de la globalización, como garantía tranquilizadora. Es notable, porque en los años 90 parecía lo contrario`, sostiene.

 

Publicado en Río Negro el 17/05/2018

Encuesta: ¿Cambiemos o el FPV a quién se culpa por la situación actual?

Grupo LA PROVINCIA te acerca las últimas mediciones. En este caso una que aborda el nivel de confianza que genera en la población la decisión del gobierno nacional de acudir al FMI.

Se trata de una encuesta realizada por D’Alessio IROL-Berensztein, ante la posibilidad de que el Gobierno solicitara el apoyo del organismo de crédito. Son datos correspondientes a una medición realizada en forma online durante mayo de 2018. Se incluyeron las respuestas de 1077 encuestados, mayores de 18 años, de todo el país.

¿Cambiemos o FPV a quién se culpa por la situación actual?

En ese marco, la mayoría de la población consideró inadecuado el pedido de ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI).  En la encuesta también se indagó en la suba del dólar. En tanto que se hizo un llamativo corte para evaluar las distintas opiniones entre quienes votaron a Cambiemos y el FPV en balotaje.

– ¿Cómo cae la decisión de recurrir al FMI?

Según estimó D’Alessio IROL-Berensztein, recurrir al FMI “Es una medida con poca aceptación entre los votantes oficialistas y opositores. Uno de cada tres simpatizantes de Cambiemos entienden que la medida, aunque ingrata, es necesaria”.

| Te puede interesar la encuesta sobre la imagen de María Eugenia Vidal y el indice de Confianza sobre el gobierno.

| Además el estudio de Analogías y la Universidad de San Andrés sobre Mauricio Macri.

-¿A qué se debió la suba del dólar?

Según los resultados de la encuesta los simpatizantes de Cambiemos son más proclives a considerar los distintos factores que podrían influir sobre el valor del dólar. Los del FPV atribuyen el alza principalmente a la política monetaria.

-¿Quién es el responsable de la situación actual?

Según la postura ideológica, se responsabiliza al Gobierno actual o al anterior. Esto es que del total de los encuestados el 39 por ciento responsabiliza al gobierno anterior y el 50 por ciento a la gestión de Cambiemos. Siendo que entre los votantes de Macri, el 68 por ciento responsabiliza al kirchnerismo, mientras que entre los votantes del FPV un 83 por ciento culpa a la gestión Macri por la situación económica actual.

| Otra encuesta la misma percepción:

Según un estudio realizado en todo el país por la Consultora Taquión y Tres Punto Zero reflejó la imagen que tiene la población sobre el organismo internacional y sobre quién caen “las culpas” de la crisis.

Es que la consulta sobre la responsabilidad de la crisis económica, un 53,3% cree que la culpa es del Gobierno Nacional, mientras que sólo un 12,4% le achaca la responsabilidad a la oposición. Por otro lado, sólo un 9,8% culpa a la “herencia recibida”.

Publicado en Grupo La Provincia el 16/05/2018

Consumidor con otra visión, pero hipersensible y malhumorado

La suba de tarifas y el retraso salarial ante la inflación impactan en la demanda masiva. Los hogares se cuidan en el gasto, y los que pueden, ahorran, viajan y buscan experiencias.

Por Diego Dávila

El mercado está frente a un consumidor hipersensible a las sacudidas del dólar y de la inflación, y con malhumor por el aumento de las tarifas y el retraso salarial. Pero es diferente al perfil del consumidor promedio con el que interactuó hasta 2015. El actual no gasta todo sus ingresos, compra menos ropa, va al shopping a comer más que a adquirir productos, apuesta a la vivienda con créditos hipotecarios y prioriza el turismo, las salidas y las experiencias.

Así lo destacan consultores especializados en consumo, para quienes este el cambio ha llegado para quedarse. El malhumor.

Hasta 2015, el consumidor destinó la mayor parte de su ingreso a consumo porque no tenía demasiadas opciones. La inflación y luego el cepo conspiraron contra el ahorro. A partir de 2016 empezó a captar las dificultades del nuevo escenario, pero creyó ver alguna recuperación en un horizonte cercano.

Según la encuesta nacional de Humor Social y Político de D’Alessio Irol y Berensztein, hasta el año pasado más del 50 por ciento de los consultados consideró que la situación económica del país era peor comparada con 2016 (en Córdoba, la misma proporción pensó que era mejor), pero un porcentaje similar confiaba en que mejoraría al año siguiente.

En 2018 esto cambió. Esa mayoría sigue considerando que la economía está peor comparada con 2017, pero entre enero y abril casi la mitad cree que no mejorará. `Se perdió la euforia sobre el futuro. Esto no quiere decir estar en bancarrota. Muestra que está molesto`, asegura Eduardo D´Alessio, uno de los responsables de la encuesta.

Según el estudio, en abril los temas económicos más preocupantes fueron la inflación, el aumento de la luz y el gas, y la alta presión impositiva.`La inflación es el gran generador de molestia. Pero las tarifas sumaron otro problema. Mientras fueron baratas, la clase media envió a sus hijos a un colegio privado o compró tecnología en cuotas. Ahora tiene que pagar más por los servicios y no tiene un horizonte claro de hasta cuándo van a seguir aumentando`, explica D´Alessio. 

Por segmento el mercado de consumo masivo cayó uno por ciento en 2017 y otro uno por ciento en el primer trimestre de este año, según la consultora Kantar Worldpanel. Pero no fue igual en todos los niveles socioeconómicos. El sector bajo inferior aumentó tres por ciento en 2017 (tras la baja de ocho por ciento en 2016) y otro uno por ciento entre enero y marzo pasados. Se benefició con el crecimiento de la construcción, la creación de empleo informal y los reajustes en los planes sociales.

En cambio, el nivel bajo superior lo achicó dos por ciento en 2017 y otro cuatro por ciento en el primer trimestre de este año.`Este ha sido el sector más afectado por la inflación y el ajuste de tarifas y transporte. Hay que entender que entre 15 y 20 por ciento de su ingreso disponible se destina a servicios públicos. En este segmento hay acumulado mucho malhumor social`, advierte Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel.

Según el ejecutivo, estos hogares recortaron consumo por obligación. Los superiores lo hicieron por elección.`En el segmento medio-bajo, las tarifas representan siete a ocho por ciento del presupuesto. Tiene margen para el ahorro, mantiene el gasto pero sacrifica marcas y elige lugares baratos. Junto al nivel alto medio son los que siguen haciendo la compra mensual en el canal mayorista`, agrega.

Los dos niveles superiores son también los que apostaron a los créditos hipotecarios en UVA, alentados en 2017 por una visión positiva del futuro y la promesa del Gobierno de bajar la inflación. ‘Estos niveles consumen menos productos masivos, pero compran autos usados y nuevos, motos, turismo y bienes durables. Esto reconfigura el gasto`, explica Filipponi.

Un clic en los hábitos
Más allá del malhumor coyuntural, en el consumidor se produjo `un clic, un cambio que va a durar, que llegó para quedarse`. Así lo asegura Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel, según el cual el comprador pone un equilibrio `más razonable` en sus compras.

Para el especialista, el cambio que muestra el consumidor tiene `dos aristas`. Una es de fondo y modificó la composición de sus gastos. Empezó a relegar productos masivos y re direccionó su demanda hacia experiencias como el turismo, las tecnologías y las salidas. Otra coyuntural, ya que al acelerarse la inflación, fue más amplia la distancia que puso con el consumo masivo. `Si de ahora en más los cambios son mayores o menores no importa, esta tendencia no va a cambiar`, resalta.

Resta determinar el impacto que tendrán en la Argentina fenómenos como el comercio electrónico.`El e-commerce no creció en el segmento de los productos masivos, que apenas representan 0,5 por ciento del consumo total en el país, porque los supermercados no lo desarrollaron`, explica el especialista.

Algo similar advierte Eduardo D´ Alessio, de D´Alessio Irol, a partir de la encuesta de Humor Social y Político. `A pesar del malhumor, el consumidor no toca los grandes proyectos: vivienda, automóvil y vacaciones`, señala.

Compras por sector social. Variación del consumo en productos masivos según el nivel socioeconómico.
A diferencia del ciclo kirchnerista, que sostuvo la economía mediante el incentivo al consumo, el gobierno de Cambiemos le quitó fuego a esta actividad para darle lugar a la inversión.
Esto profundizó el cambio que provocaron los millennials (nacidos durante el cambio de siglo), generación con una incidencia cada vez mayor en la economía. Así lo asegura Oscar Piccardo, presidente de IPorl, consultora especializada en consumo.`El consumo encontró competidores: el crédito hipotecario y el aumento de las tarifas. Además, las tarjetas bajaron la agresividad de sus planes hasta 12 cuotas y no en todos los casos. Tanta agresividad era inviable para el comercio y para los bancos, que habían encontrado su techo`, opina.

Este proceso aceleró el `redireccionamiento` en la toma de decisiones de los consumidores, lo que explica que los últimos fines de semana largos hayan registrado cifras récord de turistas y de gasto, mientras que, en forma simultánea, el consumo masivo se reducía.

`El consumidor millennial no gasta 100 dólares en una chomba, tiene un ropero más chico. Mientras tanto, el comercio tradicional sigue basado en el atributo simbólico de la marca prestigiosa, cuando estos nuevos compradores tienen un consumo racional, gastan sus ingresos de manera distinta`, resalta.

Comercio en crisis.
Según Piccardo, este cambio en el consumidor se trata de una tendencia global y que puso en crisis al comercio a niveles globales. ‘Esta situación ha provocado mortandad de shoppings y de grandes centros comerciales en Estados Unidos. También aceleró la crisis de los grandes jugadores del retail, como las cadenas de supermercados`, explica.

Agrega que en Latinoamérica, todo el comercio se queja de la dificultad para crecer. `Lo que sucede en Argentina es que la situación económica genera un cóctel que lo potencia, y ante esto el consumidor responde de manera sensible y exagerada`, indica.

Para el especialista, hay un nuevo consumidor que `vive la vida hoy`. Puesto en el contexto argentino, el millennial racionaliza su consumo, reacciona de manera sensible a las fuertes contracciones del ingreso y redirecciona su gasto a los servicios públicos y tarifas, pero también al turismo, a la gastronomía o a la vivienda.

`Si el comercio no vuelve a pensar la forma en que hace las cosas y no se redimensiona, está condenado a seguir cayendo. Todo depende de la espalda (financiera) que tenga para aguantar. Al que no trabaje con experiencias y con lo digital, le costará mantenerse. Ya no alcanza con estar en los shoppings o en la peatonal, el volumen de circulación de gente no lo es todo`, advierte. Cambios Comercio electrónico El `e-commerce` versus el comercio tradicional.

Canales.

Para Oscar Piccardo, el ecommerce empezó a horadar a algunos sectores del comercio tradicional, ya que se trata de un canal de venta distinto. Un ejemplo es la venta de indumentaria, rubro en el que el comercio electrónico `está modificando los ámbitos y las cantidades del consumo`, señala el especialista.

Publicado en La Voz del Interior el 15/05/2018

Tarifas y FMI golpean la imagen del Gobierno

Las encuestas marcan el rechazo creciente a las medidas en un contexto de mayor incertidumbre. Coincidencias en los sondeos.

Los aumentos tarifarios y la crisis cambiaria, que derivó en un intento del Gobierno por acordar con el Fondo Monetario Internacional, golpearon fuerte la imagen del oficialismo, que cayó a sus mínimos niveles.

En el sondeo que dieron a conocer Taquion y Trespuntozero, el 47,9% de los consultados sostiene que cambio `para peor` la consideración sobre la gestión de Mauricio Macri, mientras que sólo el 13,2% señaló que cambió `para mejor`. El 39%, en tanto, consideró que la medida no modificó su apreciación.

Otro elemento preocupante para la Casa Rosada es que los entrevistador por esta consultora consideran en un 53,4% que la responsabilidad de la crisis hay que adjudicársela a su gestión, mientras que un más modesto 12,4% apunta a la oposición en general y el 9,8% a la herencia recibida.

Por otro lado, se derrumbó la confianza en el Gobierno. Según este sondeo, el 68,5% ya no confía en el Gobierno, contra el 29,4 que dice que sí lo hace. Números parecidos tiene la imagen del Gobierno. El 64,5% considera que es negativa y el 33,8% que es positiva.

D´Alessio IROL-Berensztein fue la primera en analizar la medida, apenas se la dio a a conocer. En ese estudio, sólo el 2% le parece adecuado solicitar ayuda al organismo, mientras que 50% responsabiliza `al Gobierno` por la situación económica contra 39% del `gobierno anterior`. La consultora Raúl Aragón & Asociados, en tanto, midió el impacto del incremento de las tarifas en la Ciudad de Buenos Aires. El 83,4% dice estar de acuerdo con el proyecto opositora para frenarlos y apenas el 9,5% sostiene la posición del Gobierno. Respecto de un posible veto presidencial si el proyecto se convierte en ley, el 68,9% de todos los porteños lo rechaza, mientras que el 25,8% lo considera correcto.

 

Publicado en El Economista el 15/05/2018