La corrida del dólar y los precios generan un pico de pesimismo en la sociedad.

El 60% de los votantes de Macri tiene una visión negativa, según el monitor de D’Alessio IROL/Berensztein. El desborde inflacionario genera un pico de pesimismo en la sociedad Tres de cada cuatro personas evalúa que la situación económica es peor a la de hace un año y la mayoría le pone nota negativa al Gobierno. Piden cambios en el Gabinete

Como corolario de una corrida cambiaria que desbordó los niveles de inflación esperada para el mes pasado, la sociedad exhibe signos de desgaste en la relación con el Gobierno que se reflejan en un alto pesimismo sobre el andar de la economía. Hoy, tres de cada cuatro personas considera que la situación actual es peor que la de hace un año y la mayoría estima que es tiempo de hacer correcciones en el gabinete ministerial.

Así lo muestra la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El resultado de la encuesta, realizada el mes pasado a 1510 adultos en todo el país, arroja un pico de 75% en la visión negativa sobre la actualidad económica, que supera las diferencias de la grieta política. Y es que mientras casi un 89% de quienes votaron al Frente para la Victoria en la última elección presidencial sostiene en el tiempo que la situación es peor o mucho peor que la de hace un año atrás, también un 60% de los que optaron por Mauricio Macri se manifiestan de esa forma, 20 puntos más que la cifra registrada para el mismo grupo en abril pasado.

`Buena parte del crecimiento de la disconformidad proviene de Cambiemos. Hoy la discusión con quienes no lo votaron gira en torno a tarifas y el FMI, aunque en otro momento pueden ser los despidos u otro tema… Haga lo que haga el Gobierno, la relación con la oposición no cambia. Sin embargo, hay deterioro de la relación con los votantes propios`, señala el consultor Eduardo D´Alessio quien, no obstante resalta que `no hay dirigentes que puedan capitalizar ese descontento y los votantes de Macri no piensan en saltar a otro lado`.

La tendencia negativa comenzó a escalar en octubre pasado y fue acompañada, en menor escala, por una mirada cada vez menos optimista sobre el futuro. Si bien en mayo esa medición no registró variables, aún un 52% de los entrevistados, el valor más elevado de la serie; supone que la situación económica del país estará peor dentro de un año, frente a un 43% que proyecta que será mejor.

Esta visión tiene su correlato en la calificación que se le otorga a la gestión de Gobierno, que de la misma manera exhibe un máximo de 56% en las notas malas, contra un mínimo de 40% en las buenas. Lejos de los valores del clima de victoria electoral de 2017, hoy uno de cada tres de los votantes oficialistas considera que la gestión es mala o muy mala. Más aún, un 62% de quienes eligieron a Macri piensa que es necesario que el jefe de Estado realice cambios en el Gabinete.

Al respecto, también un 62% de los encuestados consideró positiva la ampliación de la `mesa chica` de decisiones en la que el Presidente apoya su administración, con la inclsuión del ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y el radical Ernesto Sanz. La principal razón del enojo se puede encontrar en la falta de una solución al principal temor que arrastra la sociedad, sea cual sea la preferencia política del consultado. Con una inflación que, según estiman las consultoras privadas, alcanzó al menos el 2,7% en mayo y acumula ya más de 12% en cinco meses, la suba de precios continúa al tope de los temas que más preocupan para nueve de cada diez encuestados, seguida por la inseguridad (72%), el aumento de las tarifas de luz y el gas (64%) y la presión impositiva (58%).

Pese a todo, un 71% de los votantes de Cambiemos (42% del FpV) cree que en el próximo año podrá concretar proyectos personales como comprar o reparar la vivienda, adquirir un vehículo, salir de vacaciones o saldar deudas, entre otros. Quizá porque, según el sondeo, solo 16% de los que pusieron la boleta de Macri en la urna lo hicieron `para estar mejor económicamente`, un 34% tomó esa decisión `para que no gane el kirchnerismo`, mientras que un 45% la eligió para `volver alas instituciones republicanas`. Es este último grupo el que mantiene la visión más positiva sobre el devenir económico del país y personal. Pero los que optaron por Macri para derrotar al kirchnerismo o estar mejor económicamente, esperan más de la actual gestión y remarcan la necesidad de cambios en el Gabinete.

Publicado en El Cronista el 04/06/2018

La oposición no capitaliza el malhumor con la gestión.

Pese al retroceso progresivo que evidencia la gestión del Gobierno en el sondeo de D’Alessio IROL/Berensztein, en particular en el capítulo económico, la imagen de los principales dirigentes de la oposición no logra captar mayor adhesión y, por el contrario, se solidifica la de algunos oficialistas. Por caso, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal cosechó un mayo un 57% de las valoraciones positivas, dos puntos más que el mes anterior, contra solo un 37% de negativas. La diputada Elisa Carrió, a su vez, trepó al 51% de imagen positiva, mientras que el presidente Mauricio Macri cayó dos puntos hasta el 45%. Entre los opositores, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey ascendió a un 32% de calificación positiva, pero con un 48% de negativa. Aún así, su imagen es mejor que la del jefe de Gabinete, Marcos Peña (30% y 57%, respectivamente) y muy superior a la de otros opositores como los senadores Cristina Kirchner (20% y 75%) y Miguel Ángel Pichetto (19% y 63%).

 

Publicado en El Cronista el 04/06/2018

El desborde inflacionario genera un pico de pesimismo en la sociedad

Tres de cada cuatro personas evalúa que la situación económica es peor a la de hace un año y la mayoría le pone nota negativa al Gobierno. Piden cambios en el Gabinete.

Como corolario de una corrida cambiaria que desbordó los niveles de inflación esperada para el mes pasado, la sociedad exhibe signos de desgaste en la relación con el Gobierno que se reflejan en un alto pesimismo sobre el andar de la economía. Hoy, tres de cada cuatro personas considera que la situación actual es peor que la de hace un año y la mayoría estima que es tiempo de hacer correcciones en el gabinete ministerial.

Sin título2

Sin título

Así lo muestra la última entrega del Monitor del Humor Social, que elabora D’Alessio Irol/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El resultado de la encuesta, realizada el mes pasado a 1510 adultos en todo el país, arroja un pico de 75% en la visión negativa sobre la actualidad económica, que supera las diferencias de la grieta política. Y es que mientras casi un 89% de quienes votaron al Frente para la Victoria en la última elección presidencial sostiene en el tiempo que la situación es peor o mucho peor que la de hace un año atrás, también un 60% de los que optaron por Mauricio Macri se manifiestan de esa forma, 20 puntos más que la cifra registrada para el mismo grupo en abril pasado.

“Buena parte del crecimiento de la disconformidad proviene de Cambiemos. Hoy la discusión con quienes no lo votaron gira en torno a tarifas y el FMI, aunque en otro momento pueden ser los despidos u otro tema… Haga lo que haga el Gobierno, la relación con la oposición no cambia. Sin embargo, hay deterioro de la relación con los votantes propios”, señala el consultor Eduardo D’Alessio quien, no obstante resalta que “no hay dirigentes que puedan capitalizar ese descontento y los votantes de Macri no piensan en saltar a otro lado”.

Por su parte, el analista Sergio Berensztein agregó su valoración política. “La crisis cambiaria potenció el desgaste que la administración Macri viene experimentado desde diciembre pasado”, remarcó. “Sin embargo, vale la pena resaltar dos elementos de la actual coyuntura política. Por un lado, una fragmentada oposición sigue sin poder capitalizar el creciente descontento de la opinión pública. Veremos si esto cambia en el contexto de las medidas de austeridad que son ahora impostergables”.

Para Berensztein, “Cambiemos sigue teniendo el apoyo de alrededor de un tercio de la sociedad, lo que constituye un piso significativo y sobre todo superior al que obtienen otros espacios políticos. Si la oposición continúa fragmentada, el gobierno sigue siendo muy competitivo en términos electorales”.

La tendencia negativa comenzó a escalar en octubre pasado y fue acompañada, en menor escala, por una mirada cada vez menos optimista sobre el futuro. Si bien en mayo esa medición no registró variables, aún un 52% de los entrevistados, el valor más elevado de la serie; supone que la situación económica del país estará peor dentro de un año, frente a un 43% que proyecta que será mejor.

Esta visión tiene su correlato en la calificación que se le otorga a la gestión de Gobierno, que de la misma manera exhibe un máximo de 56% en las notas malas, contra un mínimo de 40% en las buenas. Lejos de los valores del clima de victoria electoral de 2017, hoy uno de cada tres de los votantes oficialistas considera que la gestión es mala o muy mala. Más aún, un 62% de quienes eligieron a Macri piensa que es necesario que el jefe de Estado realice cambios en el Gabinete.

Al respecto, también un 62% de los encuestados consideró positiva la ampliación de la “mesa chica” de decisiones en la que el Presidente apoya su administración, con la inclsuión del ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y el radical Ernesto Sanz.

La principal razón del enojo se puede encontrar en la falta de una solución al principal temor que arrastra la sociedad, sea cual sea la preferencia política del consultado. Con una inflación que, según estiman las consultoras privadas, alcanzó al menos el 2,7% en mayo y acumula ya más de 12% en cinco meses, la suba de precios continúa al tope de los temas que más preocupan para nueve de cada diez encuestados, seguida por la inseguridad (72%), el aumento de las tarifas de luz y el gas (64%) y la presión impositiva (58%).

Pese a todo, un 71% de los votantes de Cambiemos (42% del FpV) cree que en el próximo año podrá concretar proyectos personales como comprar o reparar la vivienda, adquirir un vehículo, salir de vacaciones o saldar deudas, entre otros. Quizá porque, según el sondeo, solo 16% de los que pusieron la boleta de Macri en la urna lo hicieron “para estar mejor económicamente”, un 34% tomó esa decisión “para que no gane el kirchnerismo”, mientras que un 45% la eligió para “volver alas instituciones republicanas”. Es este último grupo el que mantiene la visión más positiva sobre el devenir económico del país y personal. Pero los que optaron por Macri para derrotar al kirchnerismo o estar mejor económicamente, esperan más de la actual gestión y remarcan la necesidad de cambios en el Gabinete.

Publicado en El Cronista el 04/06/2018

Aprender a gobernar desde la debilidad.

Vivimos en un país caracterizado por una endémica fragilidad institucional que explica recurrentes crisis de gobernabilidad. Nada hace suponer que estemos, al menos por ahora, próximos a un nuevo episodio, pero el entorno político ha cambiado de forma súbita y profunda. Sin embargo, algunos actores políticos, sobre todo dentro del Gobierno, no se han adaptado aún al nuevo escenario. Por el contrario, continúan comportándose como si la reciente crisis cambiaria no hubiese implicado un punto de inflexión en la historia de la administración Macri.

Parecen esos boxeadores que luego de sufrir un duro golpe bailotean en el ring buscando oxígeno como si nada hubiera pasado. Pero el impacto se ha sentido, queda aún un largo round cambiario por delante y es imperiosa una estrategia adecuada para recuperar la iniciativa, pues la pelea por la reducción del déficit fiscal recién está comenzando. Ni hablar del proceso electoral 2019, que parecía resuelto hasta hace unas semanas y hoy está caracterizado por niveles de incertidumbre muy considerables.

La pelea por las tarifas, la votación del Senado y el posterior veto son tres fotos con un mismo origen: remiten a la renuencia por parte del Gobierno a concretar un acuerdo macro de gobernabilidad que incluya pautas concretas en materia de políticas de estabilización y reformas estructurales. La tentación hiperpresidencialista de Cambiemos, o al menos del macrismo puro, derivó en una errónea lectura de las victorias de 2015 y 2017: era posible gobernar con acuerdos contingentes, minimalistas y de limitada importancia. Por no querer aparecer débil y buscar el consenso con la legitimidad y el prestigio intactos, ahora el Gobierno no tiene más opción que lograr un compromiso, pero lo hace desde una posición de fragilidad.

El Gobierno necesita los apoyos necesarios para aprobar el presupuesto 2019 con fuertes recortes: esto implica en la práctica el fin (el fracaso) del gradualismo. En estos días se está negociando con el FMI la profundidad de las medidas de austeridad, pero todo hace suponer que si este año el déficit rondará los 2,5% del PBI, el año próximo debería reducirse al menos a la mitad. Semejante recorte implica un esfuerzo muy superior a las medidas que en su momento propuso Ricardo López Murphy en su breve paso como ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Por eso Macri está rápidamente buscando el diálogo con los gobernadores: aunque la mayoría tenga un presupuesto relativamente equilibrado, la Argentina necesita gastar mucho menos, tanto en la administración central como en las provincias y los municipios. Además, es imperioso bajar la carga tributaria para estimular el crecimiento: tenemos múltiples desafíos en materia de competitividad, pero uno de los obstáculos más evidentes es la presión fiscal. Nada de eso puede lograrse sin un consenso que incluya a los gobernadores. Aunque debería involucrar a otros actores económicos, políticos y sociales.

¿Está trabajando el Gobierno en esa dirección? Hasta ahora no parecen haberse dado los pasos necesarios. La reincorporación de los exiliados (Monzó, Frigerio) a la mesa política constituyó un giro más cosmético que real. Y si bien es cierto que Nicolás Dujovne tiene asignada la agria tarea de “ajustador oficial”, no hubo una modificación efectiva en los principales procesos de toma de decisiones. El concepto que impulsaron los gurúes comunicacionales del oficialismo durante la reunión de gabinete ampliado la semana pasada fue “convicción”. Nada indica que exista en Cambiemos algo parecido a un espíritu autocrítico. Como si la tormenta cambiaria hubiese constituido un hecho discreto sin repercusiones relevantes en el equilibrio político real.

Esto puede generar entonces un problema reputacional. ¿Tiene el Gobierno las credenciales adecuadas para buscar un acuerdo? Tantas idas y venidas, tantos amagues nunca concretados pueden generar dudas en los potenciales involucrados. De hecho, los intentos para que el Senado aborte la cuestión tarifaria fueron hechos a destiempo y sin la sutileza necesaria. “Es tarde”, sentenció Miguel Ángel Pichetto cuando la Casa Rosada pretendió forzar la negociación para evitar el costo político del veto presidencial. Cambiemos debe reforzar mucho su músculo político si en efecto pretende concretar un plan de austeridad sustentable y convencer a los mercados de que tiene una política económica seria.

Sin embargo, la debilidad política del Gobierno debe ser puesta en contexto: el presidente aún conserva el apoyo de al menos un tercio de la población, algo de lo que no pueden jactarse muchos de sus colegas de la región. El desgaste limó su imagen, pero aún sigue siendo competitivo en la medida en que los líderes opositores sigan siendo incapaces de capitalizar los cambios de humor social. Más aún, tanto Elisa Carrió como, sobre todo, María Eugenia Vidal siguen teniendo umbrales de imagen positiva muy significativos. Lo mismo ocurre con Rodríguez Larreta en el AMBA. Es notable el caso de la gobernadora de Buenos Aires, que de hecho experimentó una leve mejora en el contexto de la crisis, de acuerdo con un sondeo recientemente realizado por D’Alessio Irol/Berensztein. Matices interesantes de un gobierno que pensaba llegar al proceso electoral de 2019 con una gestión consolidada y reconocida como eficiente. Sobre todo en materia económica, la gestión podrá mostrar muchos menos logros de los esperados.

La ausencia de candidatos competitivos por parte de la oposición es generalmente evaluada como una debilidad. Pero pueden contemplarse otras visiones alternativas. Si en efecto el peronismo ya tuviera una figura instalada, estaría sometido al desgaste de tener que dar respuesta a múltiples cuestiones de coyuntura. Como ocurrió con Sergio Massa desde las elecciones de 2013, picar en punta demasiado pronto puede ser contraproducente. Por el contrario, mantener la incertidumbre y aparecer sobre el final del proceso electoral aprovechando el factor sorpresa puede constituir una estrategia más adecuada, sobre todo dadas las restricciones presupuestarias que imperan en esta etapa en que el sector privado está mayoritariamente apoyando a Cambiemos.

Deben descartarse sin embargo sprints finales como los de Raúl Alfonsín en 1983 o el del mismo Néstor Kirchner dos décadas más tarde. En efecto, el nuevo régimen electoral, incluyendo las PASO, obliga a todos los participantes a mostrar su juego con mucha anticipación. Esto siempre beneficia al “incumbente”, el que está en el ejercicio del poder, pues cuenta con más recursos políticos, institucionales e incluso económicos para torcer al menos en el margen voluntades electorales, como ocurrió la primavera pasada con los “préstamos Argenta”, focalizados en jubilados con prestaciones mínimas y beneficiarios de programas sociales. Esto explicó al menos en parte la mejora de la imagen del Gobierno justo antes de las elecciones, así como su declive cuando esos préstamos implicaron descuentos en los ingresos en un contexto de más inflación de la esperada.

Las prácticas demagógicas cruzan a todo el sistema político, incluyendo al Gobierno. Y las “magias” de corto plazo siempre se desmoronan ante el peso de una realidad atrapada en viejos problemas estructurales.

Por: Sergio Berensztein

Publicado en La Nación el 01/06/2018

Rusia 2018: la AFA de Tapia y el DT Sampaoli son vistos como los culpables del mal momento de la selección

Datos correspondientes a la medición realizada en forma online durante el 22 de junio de 2018, tras la derrota de la Selección argentina ante el seleccionado de Croacia.

  • Los argentinos están defraudados y buscan un culpable (99%). Y, acusan a la AFA encabezada por Chiqui Tapia. Sampaoli es juzgado como el otro responsable de este equipo es Sampaoli.
  • Los jugadores, en especial Lionel Messi no se indican como responsables del mal desempeño del equipo argentino. La mayor parte encuentra que puede destacarse alguna figura. Y Cristian Pavón, El Kun Agüero y Javier Mascherano. por primera vez superan a Messsi en el primer podio.
  • Piden cambio de arquero, reemplazar a Caballero  por Franco Armani (81% piensan de esta manera).
  • Ante los resultados, se encuentra una posición ambivalente: los que prefieren aventurar un resultado positivo contra Nigeria y avanzar a los octavos de final se equiparan a los que preferirían que la selección regrese y “empezar de nuevo”.
  • ¿Como es la imagen de la AFA? Mala y corrupta “como siempre”. Pero consideran que debe cambiar sin intervención del Gobierno.
  • Hoy, con la imagen desvalorizada de la Selección y la AFA, no consideran que Argentina se encuentre en condiciones de integrar la organización de la Copa del Mundo 2030.

Informe completo: Rusia 2018 – La AFA de Tapia y el DT Sampaoli son vistos como los culpables del mal momento de la Selección

Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

55% de la población espera que el proyecto sea aprobado sin cambios por el Senado

Mujeres y jóvenes son los principales pilares del apoyo. El debate abre la necesidad de replantearse temáticas conectadas, como las adopciones y la educación sexual.

  • Una experiencia legislativa positiva: 79% de los argentinos destaca la forma en que el Congreso trató la temática.
  • Más allá del nivel de debate, la temática del aborto toca fibras íntimas y convicciones muy personales, por lo que es bajo el porcentaje de quienes han cambiado de posición a partir de las exposiciones de los distintos argumentos.
  • 55% de la población espera que el proyecto actual sea aprobado sin modificaciones. Incluso quienes guardan reparos frente al mismo entienden que es necesario el tratamiento del tema: solo 20% prefiere la eliminación del proyecto, en tanto que un 24% preferiría que se apruebe pero con diversos grados de cambios.

Informe completo: 55% de la población espera que el proyecto sea aprobado sin cambios por el Senado

Rusia 2018: Messi es el héroe; Sampaoli, la duda, y Alemania, el rival

-Grandes expectativas para la Selección en el Mundial: 7 de cada 10 consultados cree que el equipo de Sampaoli llegará hasta las últimas instancias. Solo uno de cada cuatro se anima a predecir que seremos campeones.

-Los alemanes desplazaron a Brasil como el rival supremo a derrotar en la final soñada.

-Preferencias: Armani al arco y el “Kun” Agüero como 9. Se espera que este sea el momento de la revelación de Pavón. El gran faltante: Icardi.

-Sampaoli tiene que ganarse el amor de los simpatizantes: 6 de cada 10 creen que no está a la altura de las circunstancias.

-Messi es profeta en su tierra: se lo considera el mejor del mundo y se espera que pueda jugar también el próximo Mundial.

-El equipo campeón del ’86 es considerado el mejor de la historia argentina y Bilardo el mejor técnico.

-El Mundial cambia las rutinas diarias: 4 de cada 10 argentinos reacomodarán sus horarios.

-Si bien mayormente se considera que los resultados futbolísticos no impactarán en el clima social hacia el Gobierno, alrededor del 30% de los consultados creen que puede tener alguna influencia.

-La televisión es el formato por excelencia para ver los partidos. Se complementa con sitios online y redes sociales.

 

Informe completo:  7 de cada 10 argentinos confían en que la Selección llegará al menos a cuartos de final

Monitor de Humor Social y Político – Mayo

La crisis impacta negativamente  en la imagen de Gestión, no así en los referentes de Cambiemos. María Eugenia Vidal, incluso, vuelve a crecer.

-Los acontecimientos de mayo impactaron negativamente en la visión sobre el presente económico.
-Crecen las críticas entre votantes del actual Gobierno. Siguen esperando más de la gestión.
-La preocupación por la actualidad no se traslada por completo a las expectativas: predomina un pesimismo sobre la situación general, pero dentro de valores equilibrados; y conservan proyectos personales solventados principalmente por ingresos propios.
-Inflación e inseguridad siguen siendo los temas que más preocupan en ambos lados de la grieta. Difieren en: reclamos sobre la corrupción del pasado, la distribución de subsidios y los piquetes (votantes de Cambiemos); y el rechazo al aumento tarifario (electores del FPV).

-Necesitan percibir acciones concretas ante los vaivenes económicos, y los cambios en el gabinete serían una buena señal. En este marco, valoran la ampliación de la “mesa chica” de Macri.

-La incertidumbre coyuntural no impacta de lleno en la imagen de los principales dirigentes de Cambiemos (Macri, Vidal y Carrió). Esta coalición fue votada por factores políticos e ideológicos antes que económicos y su panorama electoral sería favorable. Vidal, la diregente opositora más reconocida por quienes votaron al FPV, con un 28% de calificaciones positivas en este segmento.

Argentines Stage Protest Against Decision to Seek IMF Help

BUENOS AIRES, Argentina — Thousands of Argentines swarmed into the capital’s downtown Friday to protest the government seeking financial help from the International Monetary Fund.

Marching on the holiday commemorating the Revolucion de Mayo, which led to Argentina’s independence from Spain in 1816, demonstrators draped themselves in the white-and-sky blue national flag. They also held banners protesting high inflation and rises in fuel and transportation costs.

Protesters snarled traffic as they blocked some of the city’s busiest streets in a march that was organized by some of the country’s largest unions and human rights groups and drew popular musicians, actors and other artists.

President Mauricio Macri announced earlier this month that he was starting talks with the IMF on getting a credit line to finance his government, following a sharp drop in the value of Argentina’s peso.

The decision unsettled Argentines, many of whom blame the IMF for introducing policies that led to the country’s economic implosion in 2001 and its record $100 billion bond default in 2002. The crisis left one of every five Argentines out of work.

Former President Cristina Fernandez said Friday that it was “a tragedy” to be asking for IMF help, in her first public comment since Macri’s May 8 announcement.

Fernandez and her late husband and predecessor as president, Nestor Kirchner, renegotiated or paid off most of Argentina debt after the collapse, kept energy cheap through subsidies and dug deep into the treasury to redirect revenue to the poor through handouts.

For a few years, Argentina enjoyed fast growth fueled by Chinese demand for its agricultural commodities, but then demand waned and economic growth fell. Macri inherited myriad economic problems from Fernandez, including an inflation rate estimated at about 30 percent.

Since taking office in 2015, he has focused on cutting government spending and ending economic distortions blamed for years of spiraling consumer prices. Macri has also been credited with resolving a long dispute with creditors to return Argentina to global credit markets.

But he has faced labor protests after ordering thousands of layoffs of public workers and raising utility rates while Argentines continue to lose purchasing power amid one of the world’s highest inflation rates.

“All of the policies that have been put in place since the beginning of this government are against the lower classes, the working classes and even against the middle classes,” said protester Marcos Mino. “The pressure that they (the government) are putting on us is really extreme.”

A survey by pollsters D’Alessio Irol/Berensztein said 75 percent of Argentines feel that seeking assistance from the IMF is a bad move. The survey of 1,077 people in early May had a margin of error of three percentage points.

 

Publicado por The New York Times el 25/05/2018

Despenalización del aborto: el debate cobra protagonismo en las aulas de los secundarios

Entre compañeros y profesores, el tema se instaló entre los adolescentes ¿Cómo conviven la militancia por la legalización del aboto y las posturas “pro vida” en los colegios religiosos? ¿Cuál es el rol de los docentes?

Por Lucía Ríos

Hace pocos días, una vecina de Boedo se acercó hasta la puerta del colegio Nacional Nº3 Mariano Moreno con una queja puntual: quería que sacaran el pañuelo verde, emblema de la campaña para legalizar el aborto, que colgaba de la puerta de entrada. “La rectora le contestó que no pensaba sacarlo”, reconstruye Tamara Goldzamd, entrevistada por Télam, sobre cómo se vive el debate que se da en el Congreso y, también, en el colegio.

El centro de estudiantes del Mariano Moreno y su Secretarías de Géneros son los que motorizan los debates, asambleas, pañuelazos y hasta charlas con profesionales para abordar la legalización del aborto. “Cuando la problemática alrededor de la violencia de género empieza a fortalecerse, la secretaría también lo hace”, afirma Goldzamd. Esta institución es conocida por tener, entre otras cosas, un centro de estudiantes “bastante luchador” y sus alumnos dan la discusión de manera regular: “Sólo dos personas se animaron a decir que estaban en contra”, cuenta la militante.

“En nuestro caso, no necesitamos un Centro de estudiantes. Es un colegio chico y cualquiera puede hablar en representación de un grupo o a nivel personal con el director o con quien sea”, cuenta sobre la dinámica diaria María Clara del Castillo, alumna de quinto año del colegio católico San Francisco de Asís de La Plata. Algo parecido les sucede a Nadia Valdez y Andrea Rodríguez del Agrotécnico Didascalio Santa Teresa del niño Jesús, en Banfield, quienes relatan: “No hay centro de estudiantes pero sí contamos con el diálogo con los profesores y los directivos. El debate se da en un clima clima familiar”.

Allí, quienes impulsan las charlas con doctores o los debates en las aulas son los directores y autoridades. En el caso del San Francisco de Asís también participan los dueños del instituto. “Nadie está obligado a participar, son invitaciones”, cuenta María Clara.

La escuela Ecos, un instituto privado en el barrio porteño de Villa Crespo, tiene un centro de estudiantes que surgió con la iniciativa de tres alumnas. Cindy Fraenkel, una de sus fundadoras, cuenta que el pañuelo verde se convirtió en un símbolo muy fuerte que permitió llevar el tema los distintos colegio cuando algunos alumnos lo empezaron a mostrar y surgieron preguntas: qué es y cómo se consigue. Eso dio pie a que pudiesen organizar charlas con profesionales, debates y que “participáramos de movilizaciones”. Cindy reconoce que las alumnas se enfrentan con otro problema: “Damos el debate todos los días en nuestras casas con algunos familiares porque tienen un nivel de deconstrucción muy distinto”.

Educación integral y aborto: ¿Cómo se relacionan?
Durante la adolescencia, hay una exploración de la sexualidad y de la propia identidad y es lógico que los jóvenes se involucren con esos temas. La posibilidad de un embarazo no deseado es uno de los miedos que aparecen en ese mundo. “Ronda desde siempre en las charlas de amigos, amigas y en las familias”, cuenta Cindy y explica: “Apostamos a la aplicación real de la ley de Educación Sexual Integral ya que cuando un estudiante le pregunta algo a algún profesor, al no haber capacitaciones docentes, no saben qué contestar y dicen: averigualo en tu casa. Es la peor respuesta que podemos recibir”.

El tema es abordado, en algunos casos, por profesores que se organizan, como en el caso del Mariano Moreno: “Hacen charlas en sus cursos y fomentan la discusión sobre esto y muchos otros temas más como la transfobia o las identidades de género”, cuenta Tamara.

Las escenas a las que remiten Cindy y Tamara están en sintonía con lo que indica un mapa más amplio. Según una investigación de la consultora D’Alessio Irol, dos de cada diez alumnos de escuelas secundarias públicas y privadas de la CABA y la provincia de Buenos Aires reciben información relacionada con educación sexual integral de manera habitual.

Una tríada clave: los profesores, los padres y la escuela
“Si algun profesor está a favor de la despenalización no lo suele manifestar porque al estar contratado por el instituto tiene que cumplir con el reglamento y las enseñanzas”, sentencia María Clara y continúa: “No está prohíbido pero no le corresponde expresar lo que piensa, así que supongo que se limita a no tocar el tema”. La alumna de quinto año cuenta que igualmente “toda pregunta de un alumno que no sea provida es bienvenida”.

Las entrevistadas coinciden en que hay alumnos a los que se les dificulta hablar el tema del aborto en sus casas. “Hay muchos padres en contra o que sostienen que son asesinatos o que simplemente no saben qué decir. Los de primer año, por ejemplo, nos cuentan que entienden la problemática y están a favor pero que en sus casas es un tema que no se toca”, explica Tamara y sigue con una anécdota que explica sobre por qué el debate es una puerta de entrada para hablar de salud reproductiva: “En una charla informal con chicas de primer año, terminamos explicándoles cómo se pone un preservativo porque tampoco lo sabían. En sus casas son temas tabú y les resulta imposible hablarlo”.

Azul Sokolowicz es vocal de la comisión directiva de la Escuela  Carlos Pellegrini, uno de los colegios que dependen de la Universidad de Buenos Aires. “Es fundamental que entendamos que tenemos el derecho de elegir sobre nuestros propios cuerpos y no tenemos por qué someternos a ser madres de manera forzada”, opina. “La mayoría se están posicionando a favor mediante votación”, avalúa.

Con respecto al rol de las instituciones, las tres cocincen: los debates son largos pero respetuosos, al menos hasta ahora.

¿Por qué el debate sobre el aborto tiene que estar presente en el aula?
Cindy da su postura: “Las adolescentes estamos en un momento de puro conocimiento de nuestro cuerpo. Los sábados voy a Ciudad Oculta a dar apoyo escolar y recreación y empecé a ver que pibas de entre 11 y 17 años con hijos o embarazadas y ahí es donde la injusticia social se ve de lejos”.

María Clara explica que en su colegio, al ser católico, tienen catequesis desde muy chicos y que en el secundario tienen formación religiosa “para tratar temas de ética y moral”. El aborto es central y lo abordan “muy a fondo”. “La campaña provida estuvo siempre, ya que el colegio promueve la vida mediante charlas y todo lo que se enseña en Biología y en las materias donde se pueda llegar a tratar este tema. Pero con el último proyecto de ley que se presentó en el Congreso, la campaña se hace con mucha más fuerza. El colegio busca concientizar a los alumnos mediante charlas con doctores y debates en clase sobre la gravedad del crimen que se quiere despenalizar”.

Para Azul, en cambio, el eje del debate es otro: “No es una cuestión de moral, sino que está en juego la salud de las mujeres. Acá  entra la cuestión de la igualdad social: no puede ser que las pobres mueran y las ricas puedan aportar”.

 

Publicado por Télam el 24/05/2018