Transacciones en móviles

Más del 70% de los usuarios de teléfonos móvil utiliza aplicaciones para hacer operaciones electrónicas y siete de cada 10 asegura que está seguro al mover dinero en línea, según un estudio de la compañía Certlsur y la consultora D´AlessIo IROL. El primer resultado generallsta del estudio asegura que la cantidad de usuarios de Internet creció este año 10% hasta los 33 millones de personas únicas, lo que representa 75% de la población.

Publicado en La Gaceta el 19/11/2018

Impuntualidad a la argentina: aunque llega tarde, la gente cree que es puntual

Según una encuesta, sólo una de cada diez personas se reconoce impuntual. Pero para la mayoría, un retraso de 15 minutos es normal. Para los expertos, no influye la tecnología sino cuestiones culturales.

“Les digo que estoy a la altura de Superí y Elcano, pero todavía estoy en casa. Mis amigos me cargan porque miento y siempre llego tarde”. ¿Qué momento pasaría este porteño de 34 años (“un poco chanta”, dirían algunos), si cuando avisa por mensajito sus amigos le pidieran que les mande la geolocalización?. A su favor, es cierto que Osvaldo es parte del pequeño porcentaje de argentinos que tiene la entereza de reconocerse impuntual: un 11%, según una reciente encuesta a la que tuvo acceso Clarín.

Pocos lo admiten, pero muchos lo son. Porque en Argentina la puntualidad tiene valor relativo: la cita “en punto” es un puntapié que da curso libre a la interpretación. Y así, mientras en países como Suecia “la puntualidad es de oro”, cuenta Nicolás Speraggi, un argentino pisando los 40 que vive en Estocolmo, en Argentina la tolerancia de espera es de al menos 15 minutos: casi la mitad de los 800 mayores de 18 años encuestados por D’Alessio IROL consideró que debe pasar ese lapso para considerar al prójimo impuntual. Y lo llamativo: para el 10% de los consultados debe transcurrir media hora.

Hasta acá, todo más o menos esperable. El tema es que -invocando un símbolo de la idiosincrasia local- a muchos de los impuntuales argentinos no les gusta la impuntualidad ajena: la mitad de quienes admiten no llegar a horario reconoce “fastidio” ante las demoras de los otros. Preguntados por la impuntualidad en sentido general, el 82% de quienes se juzgan impuntuales le otorga entre “alguna” y “mucha” importancia al asunto. No les da igual.

“Ojo, yo sé que es una falta de respeto llegar tarde”, fue la frase esbozada por todos los impuntuales consultados por esta cronista. Y de ahí se proyecta el sentimiento de culpa: la encuesta de D’Alessio IROL revela que el 41% de quienes llegan tarde, “siempre” se siente culpable. El 51%, “a veces”.

Eduardo Rodríguez Moreno es psicólogo y está a cargo del curso ejecutivo de Administración del Tiempo que se dicta en la UADE. El experto introduce un elemento central ya que, para él, la puntualidad cuelga de la motivación: “Llegar a horario está íntimamente ligado con la motivación que a la persona le signifique aquello que va a hacer”.

Pero, entonces, quien se toma la libertad de llegar media hora tarde a un encuentro con amigos, ¿tiene simplemente falta de ganas? Otro psicólogo, Andrés Roussos, docente de Metodología de la Investigación de la Facultad de Psicología de la UBA e investigador del Conicet, que trabaja en temas de salud mental y tecnologías del bienestar, ahonda en este punto: “No hay un sólo tipo de personalidad asociada a la puntualidad. Por ejemplo, se dice que los TOC, los obsesivos, son muy puntuales, pero suele ser al revés: se la pasan haciendo cosas y no llegan nunca a tiempo. Lo que hay son dinámicas y culturas. Por ejemplo, la variabilidad con la que sale un tren en Japón es de un máximo de 36 segundos”.

Para Roussos “la puntualidad es un acuerdo, y hay quienes frente a los acuerdos son más flexibles que otros. Pero también hay un tema de premios y castigos: podés valorar la puntualidad, pero si no te castigan por llegar tarde, lo vas a seguir haciendo”. Rodríguez Moreno coincide: “La penalidad introduce un elemento importante en cuanto a la motivación”.

¿De qué se queda afuera el que llega tarde en la Argentina? En 2006, una empresa proveedora de gas natural había querido echar a un empleado por sus llegadas tarde y faltas sin aviso. Pero dos años después la Justicia laboral entendió que no se justificaba el despido. ¿Sentó jurisprudencia? ¿Los impuntuales no podrán ser echados de sus trabajos? Consultados por Clarín, desde el Ministerio de Trabajo de la Nación se pronunciaron sin mucha precisión: “Depende del caso y de su correspondiente resolución en la Justicia”.

Lo cierto es que sin grandes castigos se puede llegar tarde a la escuela, a la facultad… y a todos les molesta, pero nadie dice nada frente a los impuntuales sin remedio que llegan al cine con la película arrancada y su molesto “permisooo”. Del mismo modo, el médico no se hace drama por demorarse ni diez minutos ni una hora entera. Son pocos los espacios -al estilo del Teatro Colón- donde por llegar tarde uno se queda literalmente afuera.

“En ciertos países de Europa sería inadmisible”, cuenta Carolina Lagos, una docente treintañera que vive en una pequeña ciudad de Finlandia, Jyväskylä. “Llegar tarde es visto como algo egoísta, como que no te importa el tiempo del otro. Esperar al otro es tener que depender de él”.

¿Y cómo responden finlandeses? “No se hacen mucho problema. Simplemente empiezan la actividad. No te esperan, pero no te lo reprochan. Hay reglas, pero nadie te dice qué tenés que hacer. Es distinto en países como Alemania, donde las reglas son más claras. Y si no las tenés claras, te las tienden a recordar”.

Con cierta liviandad tiende a afirmarse que somos más impuntuales desde que podemos avisar por mensajito de nuestra demora y que, entonces, hay una etapa pre-tecnológica en la que el mundo era más respetuoso y cumplía el protocolo del horario.

Sobre los celulares, los expertos coinciden en que la incidencia no es relevante. Para Roussos, “no han mejorado ni empeorado la puntualidad. La tecnología sólo potencia nuestras características personales. Hay una infinidad de apps para ajustar tus niveles de puntualidad y, también, cantidad que te ayudan a perder el tiempo”.

En esta dirección opina Mónica Ortega, profesora de Ceremonial y Protocolo: “La tecnología permitió resolver la incertidumbre, y si la persona es educada y avisa que llegará con demora, un evento que en otro momento hubiera empezado tarde ahora comienza a tiempo. Pero la impuntualidad es netamente cultural: los latinos somos impuntuales por naturaleza. No pasa por el celular”.

Para Ortega, “las personas mayores son puntuales porque están educadas así: ven como una falta de respeto llegar tarde. Son códigos que se fueron abandonando”.

Por su vasta experiencia ceremonial, la experta concluye: “Quienes deberían ser puntuales son las autoridades, que en Argentina son los más impuntuales de todos. Hemos tenido que esperar al Presidente 30 o 40 minutos. Y un ex presidente, habiendo confirmado su participación, simplemente faltó. Es la cultura: no están bien educados en la parte protocolar. No entienden que es una cuestión de imagen”.

 “A los 51 años no es tan fácil cambiar estas cosas”. Verónica Luque, cordobesa insertada en la porteñidad desde hace décadas, es escéptica. Porque, ¿cómo emparchar la fatal imagen de impuntual cuando la anécdota que todos recuerdan es que llegó tarde a su propio casamiento?

“Tenías que ver la cara de Pablo, mi marido… pobre, y en pleno en invierno”. Y ahí da inicio a una explicación al menos resbalosa: “No sé, qué sé yo. Cuando tengo que ir a otro lugar, siempre alguna cosa termina extendiendo todo. Digo ‘ay, nos tomamos un cafecito’, y me relajo. Doy vueltas, me tomo mi tiempo. Juro que lo puedo manejar, no me gusta hacer todo rápido y salir. Me agobia, me ahoga”.

¿Podría ser peor? Sí. Que además de llegar tarde de punta en blanco, el de la puerta de la iglesia te diga “un minuto más y no la dejaba entrar a usted”. También, más desopilante: que el recinto esté a reventar porque empezaron a entrar los invitados de la próxima boda. Y que afuera veas tejiendo y destejiendo “a la novia del turno siguiente”, recuerda Verónica.

“Tengo que pedirles disculpas a mis amigos: siempre llego tarde. ¿Será la pachorra del interior o que odio llegar antes y ser yo la que espera?”, reflexiona.

Pero hay dos ámbitos en los que el reloj le pesa positivamente. Como licenciada en Administración de Personal, en el trabajo es rigurosa y prolija con los tiempos. Y, quién diría, así como sabe relajarse, Verónica es una infatigable maratonista. Entrena estoicamente, compite en cuanta maratón haya y, cada año, mejora su tiempo de llegada.

 “Llego tarde porque intento exprimir cada minuto del día”

Habla de los imprevistos y del tránsito como si viviera en una metrópolis caótica e imposible. Pero lo rodea el agradable aire de montaña, el cielo azul y las flores de una entrañable ciudad neuquina: San Martín de los Andes. Y sin embargo, Nicolás Escobar llega tarde.

No al trabajo, remarca. Es docente y, asegura, la vocación y la responsabilidad por sus alumnos lo ponen en otra sintonía. Pero a sus 30 años, ya se ganó entre sus amigos una linda reputación de impuntual.

“La verdad es que es una etiqueta que llevo puesta. A veces son otros los que llegan tarde, pero siempre me gastan a mí”. ¿Que si avisa por celular que está demorado? “¡Es que antes me apuran ellos a mí! ¡Ni siquiera me dan tiempo de avisar!”, enfatiza.

“Me pasó con algún cumpleaños: llegué a cualquier hora y ya habían soplado la velita. Básicamente me demoro en las juntadas con amigos. Dicen ‘nos juntamos a las siete y media’ y, no sé, por ahí estoy dando clases y me tomo mi tiempo. Quizás es una demora en el trabajo o alguna otra cosa. Siempre voy al límite”.

Algunos dirían que se cuelga, pero él lo ve de otro modo: “Intento exprimir cada minuto del día, aprovecharlo. Es cierto que subestimo los tiempos. Estimo que en diez o quince minutos voy a llegar, pero no cuento con el tránsito u otras cosas que podrían demorarme. Siempre me pasa”.

“Si tocaban el portero eléctrico tardaba 45 minutos en bajar a abrir”

Está a las corridas todo el día: dos chicos, la casa, el trabajo como gestora y cuidando los hijos de otros. Pero Samy Sabia, de 33 años, admite que no es el desborde diario: siempre fue impuntual. “Ojo, al trabajo no llegué tarde nunca”, subraya.

Y se ríe mientras describe su defecto, como quien se aceptó y se hizo aceptar, o como quien logró mutar un rasgo negativo en inimputable encanto: “Ahora mejoré mucho. Sólo llego 20 minutos, tal vez media hora tarde. Antes podía llegar con una o dos horas de demora a cualquier lado”.

Son escenas de comedia: “Tengo recuerdos de los 15 años de que me toquen el portero eléctrico y yo ahí empezaba a vestirme. No tardaba menos de 45 minutos en bajar a abrir. Casi me quedo libre en el secundario por llegar tarde”.

¿Cómo organiza su vida más allá de lo laboral? “Si tengo que ir al gym y es una clase con horario fijo, directamente no la hago. Me anoto en todas las actividades libres. Me estresa mal tener horarios, me cansa psicológicamente. Me estanco y no arranco”, explica.

Es que a Samy le pasa lo que a muchos impuntuales: son ansiosos y odian estar ellos en el rol de la espera: “Me aburro, es cierto. Quiero llegar justo o tarde porque me aburre esperar. Me muero de la angustia con sólo cinco minutos esperando”.

Publicado en Clarín el 11/08/2018

Día del “niñe”: a la caza de micromachismos

Después de los humoristas, los publicistas deben ser los más damnificados por el tsunami de género que invade el pensamiento de Occidente. La feminidad y la masculinidad ya asumidas como construcciones culturales movieron el piso sobre el que por demasiado tiempo se asentaron las diferencias entre unas y otros.

Pero en este último año, la aceleración del umbral de tolerancia al patriarcado está dejando en offside a más de un desactualizado. Cacho Castaña vaya y pase. Pero ¿un creativo publicitario que ignore la tierra conceptual que habita? Mientras trata de recordar qué desayunó antes de concebir los afiches para Carrefour en el día del niño, el mentor de la catástrofe al menos se ampara en que consiguió ubicar a la marca al tope del trending de twitter. Un podio traccionado por insultos, pero visible al fin. Para enmendar su campaña gráfica destinada a vender juguetes del día del niño a varones “con C de campeón” y a nenas “con C de cocineras”, el supermercado anunció que retirará los afiches. Dicen que fue un error, como si se hubieran pasado por alto un acento y el sexismo fuera ortografía.

El día del “niñe” es un gran termómetro para los cambios de paradigmas que nos atraviesan. ¿Y los huevos Kinder rosa y celestes? ¿Y los premios de las cajitas felices para nenas y nenes? Atención jugueteros: las detectoras de micromachismos están a la orden del día.

Aunque la gran temporada de caza se desatará a principios de octubre, con la conmemoración maternal. Quedan debidamente advertidos los vendedores de electrodomésticos. Para esa fecha sensible, mejor abstenerse.

En España, donde el Círculo de Creativos es presidido por una mujer, Uschi Henkes, ya pusieron manos en el asunto. A instancias de la creativa se diseñó una campaña llamada “Over” tendiente a despertar sensibilidad respecto de los estereotipos que se siguen utilizando en publicidad por costumbre, inercia o comodidad. Over (Se acabó) es un grito contra esos anuncios sostenidos por clichés sexuales atemporales. Henkes invitó a compartir en twitter reflexiones con el hashtag #over.

Un estudio de la consultora D`Alessio Irol para la Asociación Argentina de Publicidad determinó este año que el 77% de las mujeres no se identifica con los modelos que propone la publicidad en el país.

A mover las neuronas y dejar en el archivo las mujeres en éxtasis por un quitamanchas y los feuchos que coleccionan mujeres gracias al desodorante. Un tropel de consumidoras sabrán recompensarlos.

Publicado en Total News el 01/08/2018

Batev 2018: Entrega de premios a los ganadores del Ranking

El jueves se entregarán los premios y las menciones Ranking de Excelencia ARQ 2017 en el auditorio del Pabellón Verde de La Rural. También se expondrán los trabajos premiados en el `Concurso de Ideas Vivienda Social Sustentable`.

Desde 2003, la encuesta de ARQ viene sondeando la consideración del público y de los profesionales en las categorías Estudios de arquitectura/Arquitectos, Empresas constructoras y Empresas proveedoras de materiales y servicios.

El jueves 7 de junio a las 18,30 horas ARQ entregará los premios y las menciones Ranking de Excelencia ARQ 2017 en el auditorio del Pabellón Verde de La Rural. El reconocimiento surge de la encuesta que todos los años realiza la consultora D´Alessio IROL entre los lectores para elegir a los mejores en cada categoría.

Desde 2003, en ese momento como Ranking de Prestigio, la encuesta de ARQ viene sondeando la consideración del público y de los profesionales en las categorías Estudios de arquitectura/Arquitectos, Empresas constructoras y Empresas proveedoras de materiales y servicios para la construcción. En 2010 se incorporó el rubro Desarrolladores Inmobiliarios. En 2011 la encuesta abrió la categoría Voces emergentes y generación intermedia. Y el año pasado, se sumó Estudios de diseño de interiores.

Año a año, los guarismos de la encuesta muestran una marcada estabilidad. Pero la observación detallada permite encontrar los sutiles movimientos que hacen la diferencia. Por caso, en el rubro Empresas Proveedoras de Materiales y Servicios, por primera vez en estos 15 años, Grupo FV relegó la punta: fue desplazado por Vasa, que hace un año era segunda en el Ranking del rubro y, en 2015, militaba en el puesto 11°.

Entre los Desarrolladores , el primer puesto fue para TGLT y el segundo para Irsa. Estos dos gigantes se reparten históricamente el primer y segundo lugar. El cuarto puesto fue para Arquitectonika y el quinto, para ATV Arquitectos. Se trata de dos desarrolladores de menor porte que también miden muy bien en el segmento Estudios de Arquitectura, donde obtienen el 6° y 9° puesto respectivamente.

Esta singularidad pinta cabalmente los últimos 15 años, durante los que los arquitectos tuvieron que gestionar sus propios emprendimientos. Justamente, este año, en ese rubro se impuso Luciano Kruk después de permanecer en el segundo lugar desde hace dos años.

Otro caso inusual es el del estudio mendocino Bórmida-Yanzón, que ganó por segundo año consecutivo en el rubro Estudios de Diseño de Interiores y obtuvo, en el segmento Estudios de Arquitectura, el cuarto lugar. El año pasado alcanzaron el 10° lugar.

Entre los arquitectos, los estudios Mario Roberto Álvarez y M/SG/S/S/S se vienen repartiendo el primer lugar desde 2013, con la excepción de 2014, en el que ganó el primer lugar Rafael Iglesia.

En esta ocasión, M/SG/S/S/S alcanzó el tope del podio superando su performance de otros años. Un dato saliente es la aparición del estudio Adamo-Faiden en el tercer lugar, una dupla que había resultado ganadora de rubro Emergentes en 2014.

Como novedad para este año se expondrán los trabajos premiados en el `Concurso de Ideas Vivienda Social Sustentable`, promovido por Clarín ARQ, junto a la Sociedad Central de Arquitectos y la organización social Vivienda Digna, y auspiciado por BA- TEV.

Publicado en Clarín el 05/06/2018

Tecnologías de 2017

La cuarta revolución industrial está en marcha. Inteligencia artificial, Internet de las Cosas y realidad virtual, entre otros actores, serán sus protagonistas. Qué se verá este año.

por Alicia Giorgetti

La revolución 4.0 promete cambiar la forma en la que nos relacionamos y trabajamos. La primera revolución industrial sucedió entre 1760 y 1830, y la marcó el paso de la producción manual a la mecanizada. La segunda

ocurrió alrededor de 1850, cuando surgió la electricidad, que hizo posible la fabricación en serie. Cien años más tarde, la aparición de la electrónica y de las tecnologías informática y de las comunicaciones (TIC) marcó la tercera revolución industrial. Y la cuarta, se basa en la convergencia entre tecnologías digitales, físicas y biológicas que, se estima, permitirá la automatización total de los procesos de manufactura.

Su nombre deriva de un proyecto de alta tecnología, iniciado por el gobierno alemán en 2013, para independizar totalmente la producción de la mano de obra humana. `La cuarta revolución industrial no se define por un conjunto de tecnologías emergentes sino por la transición de nuevos sistemas construidos sobre la infraestructura de la revolución digital anterior. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes. Y afectará al mercado del empleo, el futuro del trabajo y la desigualdad en el ingreso`, predice Klasu Schwab, autor del libro La cuarta revolución industrial, publicado en 2016, y director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Justamente, el último WEF celebrado en Davos alertó sobre la posibilidad de que esta revolución elimine cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo. Pero, más allá de estas consecuencias indeseadas, la tecnología es imparable. En todo caso, habrá que evaluar cómo reconvertir las capacidades de esos trabajadores para que puedan estar incluidos en la revolución 4.0.

Además de esta visión global sobre lo que viene, muchos proveedores de tecnología ofrecen su propia perpectiva que, en general, está algo teñida con los productos y servicios que comercializan. No obstante, merecen atención también.

`MADE IN ARGENTINA´

Según un estudio realizado por la consultora D´Alessio Irol para la filial local de Microsoft, el 88% de las pymes argentinas invirtió en tecnologíás informáticas en 2016, aunque el 67% afirmó que, antes de invertir, observa las experiencias de otras pymes que ya incorporaron innovaciones. Para Marina Hasson, gerente del segmento Pymes de Microsoft para Argentina y Uruguay, `las pequeñas y medianas empresas también están atravesadas por la transformación digital, y la posibilidad de perdurar, crecer y capturar nuevas oportunidades; depende de cuán rápido puedan cambiar su mentalidad y reinventar su modelo de negocio`.

En el país, hay varias iniciativas que apuntan a la innovación tecnológica y que ya pueden mostrar algún dispositivo. Por ejemplo, en el Centro INTI Madera y Muebles se desarrolló un sistema inteligente para monitorear ciertos parámetros de procesos industriales. El dispositivo permite vigilar la temperatura, la humedad relativa y el sentido de circulación del aire dentro de cámaras de secado de madera. Lo interesante es que hará posible la sustitución de importaciones y que podrá implementarse en otros procesos industriales, tales como el tratamiento térmico de embalajes de madera o el acondicionamiento del acero para variar sus propiedades físicas.

El sistema tiene dos sensores -uno para cada lado de la cámara de secado- que envían los datos de temperatura y humedad al controlador o concentrador (hardware). Éste se comunica con una computadora, donde un software permite visualizar los valores en tiempo real para saber si en la cámara de secado está encendida la calefacción, los humidificadores, para qué lado giran los ventiladores, si están abiertas las chimeneas de ventilación, entre otros aspectos. Es posible, además, almacenar y recuperar datos, y programar cada cuánto se deben medir las variables y en qué niveles se desean mantener. Una de las ventajas es que el controlador es autónomo y, por lo tanto, no requiere la conexión permanente con una PC.

Actualmente, para hacer estas tareas en los secaderos, se usan placas de celulosa o métodos más precarios. `Este sistema se diferencia por su velocidad de reacción inmediata y por su precisión, ya que los sensores funcionan entre -20 y 100 °C de temperatura, y entre cero y 100% de humedad, con un margen de error menor al 1 y al 3%, respectivamente. Los otros métodos brindan valores estimativos`, dice Emiliano Arduini, integrante del Laboratorio de Insumos Madereros del INTI Madera y Muebles, y responsable del desarrollo.

En épocas en las que la energía eléctrica sube su costo, el control del consumo es una tarea indispensable para limitar gastos, tres emprendedores argentinos diseñaron y fabrican un monitor de consumo eléctrico, muy sencillo de usar, que se enmarca en la llamaada Internet de las Cosas, o Internet of Things (IoT).

Se llama Wabee y consta de una pequeña caja que se conecta al tablero eléctrico. Luego, hay que bajar una aplicación móvil a una tablet o smartphone con Android o iOS, y desde ella se puede visualizar en tiempo real la información de consumo eléctrico y recibir alertas ante cortes o picos de tensión. Así, mediante la red Wi-Fi, es posible saber cuánta energía eléctrica se usa, cuánto consume cada equipo, cuándo se cortó el suministro y cuándo se recuperó, entre otros datos. Es decir, ayuda a conocer los hábitos de consumo para tender al consumno eficiente. `La cuestión de la eficiencia energética es un tema donde todos podemos hacer un aporte concreto`, dice Claudio Figuerola, uno de los diseñadores. El equipo se completa con Gabriel Cacosso y Marcelo Gore.

El producto incluye componentes desarrollados en el país, cuesta aproximadamente $ 2.800, y superó los ensayos eléctricos previos a la certificaciónIRAM.

MUNDO HIPERCONECTADO

La Internet de las Cosas, o IoT, no se trata más que de la tendencia a dotar de conectividad a toda clase de productos, desde ropa hasta equipos industriales que pueden alertar sobre alguna condición no esperada.

Para Guillermo Castelli, CEO de la empresa Quadminds, el 2017 será el año de la IoT, entendida como `nuevas formas de conectividad de los sensores, con redes como Lo-Ra (Low Range), dispositivos más inteligentes capaces de tomar mejores decisiones y una fuerte disminución de su consumo de energía. El boom del mundo conectado`.

El ejecutivo opina que el impacto de la IoT podrá observarse en diversas áreas. Por ejemplo, el sector de los electrodomésticos comenzará a incluir nuevos y más sofisticados sensores que, al integrarse con los smartphones, permitirán a los usuarios gestionarlos en cuanto al consumo energético, su funcionamiento y el anticipo de fallas.

Otro segmento que podrá nutrirse de la IoT es el de los edificios. `Habrá ascensores capaces de gestionar el flujo de paradas, sensores de movimiento que permitan coordinar el uso de aire acondicionado y luz, y reserva de salas y espacios comunes desde una aplicación móvil. El foco será el uso más eficiente de la energía y su consecuente disminución de costos y de la huella de carbono`, afirma Castelli.

Algo que ya está en el mercado desde hace un tiempo son los weareables, dispositivos que se pueden llevar puestos y que permiten interactuar u obtener información. Concretamente, se integran a la ropa -por ejemplo, remeras-, los anteojos, los relojes, las pulseras, las zapatillas y más. Sus aplicaciones son varias: obviamente en el deporte, la salud y el entretenimiento, pero también pueden usarse en ámbitos industriales.

Castelli explica que incluyen `desde relojes inteligentes, o smartwatches, que centralizan muchas funciones del celular, hasta bandas capaces de medir oxígeno en sangre, pulsaciones y niveles de glucosa en tiempo real. En el sector de la salud, hay pulseras que combaten la muerte súbita en bebés y´kinesiólogos digitales´ que detectan movimientos de la cabeza, el tronco y las extremidades de los pacientes`.

Según un informe de Intel, habrá más de 50 billones de cosas y dispositivos conectados hacia 2020 y más de 200 billones de sensores que generarán gran volumen de datos. `La innovación va más allá de almacenar datos. Ahora, se analizan, se comparten y se actúa sobre ellos en tiempo real, algo que transforma industrias y soluciona problemas, incluso antes de que sucedan`, dice Lorena Zicker, gerente general de Intel Alemania fue el primer país en incluir la revolución 4.o en su agenda de gobierno como `estrategia de alta tecnología`. La revolución 4.o se basa en sistemas que combinan infraestructura física con software, sensores y telecomunicaciones. La Internet de las Cosas (loT) jugará un rol primordial en la revolución 4.o. La revolución 4.o sumará US$ 14,2 billones a la economía mundial en los próximos 15 años. Es probable que cambie completamente el mundo del empleo y que afecte a industrias del todo el mundo.

Argentina. Y agrega que al aplicar una inteligencia similar a la humana, a las máquinas, se logra un cambio real, sea un tratamiento altamente personalizado para un paciente con cáncer o mejores rendimientos de las cosechas.

MUCHO MÁS

Hace años que en la industria se usan brazos robóticos para diversas tareas. Según un informe de PwC, una red de empresas presente en 157 países que ofrece servicios de consultoría, auditoría y outsourcing, en 2005 había menos de un millón de estos dispositivos basados en inteligencia artificial, y hoy hay 1,8 millones. Su previsión es que en tres años haya 2,6 millones de robots industriales.

La tecnología puede aumentar la productividad al bajar costos e incrementar la eficiencia. Pero, `la automatización puede representar una mayor amenaza para el empleo, aunque esta estimación varía y hay datos contradictorios sobre su posible impacto. Según estudios de la Universidad de Oxford, el 47% de los empleos actuales pueden verse altamente amenazados por el progreso tecnológico en el transcurso de las siguientes dos décadas. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indica que sólo puede considerarse en riesgo el 9% de los puestos actuales de trabajo. Las tecnologías digitales también crean nuevos puestos, por lo cual el efecto no es totalmente negativo`, afirma el estudio de PwC.

También asegura que la tecnología que complementa a los profesionales tendrá un efecto menos negativo sobre el empleo. `En el sector Servicios, donde el factor humano es de vital importancia, hay menos margen para que los robots -al menos por ahora- reemplacen a los humanos`, dice. No obstante, advierte: `Los cambios tecnológicos son una fuerza disruptiva para los empleados y para las empresas. De este proceso, pueden beneficiarse los trabajadores que cuenten con habilidades que aún las máquinas no poseen, como la empatia y la creatividad; y las compañías que logren adaptar de la forma más rápida posible dichas innovaciones tecnológicas`, concluye.

Otra transformación habilitada por la tecnología la sufrirá la realidad, que ya no será única: en 2017 se mezclará cada vez más con otras dos realidades, la virtual y la aumentada. Si bien la realidad virtual está presente desde hace años, recién ahora está al alcance de la mayoría.

Para Roberto Soboll, director ejecutivo de Productos de Alcatel Latinoamérica, `las redes sociales y la realidad virtual pronto tendrán una gran sinergia. Los video chats cambiarán la forma de relacionarnos. Quizás el mayor problema sea acceder a ambas tecnologías: tenemos acceso a las redes sociales, pero no tanto a dispositivos que habiliten la realidad virtual. No obstante, hay proveedores empeñados en hacerlo posible`.

Es cierto que la realidad aumentada aún no es utilizada mayoritariamente, pero el éxito reciente del juego Pokemon Go demostró el poder que puede tener vincular ambos mundos -el digital y el físico- a través de tecnologías móviles.

Según Zicker, `la clave será la realidad combinada. La realidad virtual y la realidad aumentada combinan entornos y movimientos de la vida real con entornos, acciones y objetos virtuales. Hoy, la realidad virtual no es tan virtual, porque requiere múltiples consolas, sensores, cámaras y controladores. Nuestro proyecto Alloy es una solución todoen-uno de realidad virtual, que permite operar sin cables ni sensores, y usando las manos para interactuar`. Éstos son sólo unos pocos avances tecnológicos que se verán en 2017.

Pymes en modo tech

Las pequeñas y medianas empresas demandan cada vez más nuevos servicios y aplicaciones.

Inversión El 88% de las pymes argentinas invirtieron en tecnología en el 2016, dato que se desprende de un estudio de la consultora
D´Alessio IROL para la firma Microsoft. Titulado `Revolución 4.0: Cómo viven las pymes argentinas la transformación digital`, se realizó con el objetivo de indagar cómo perciben el cambio de era y los desafíos para su negocio. De ahí se desprenden que existen dos grandes factores que inciden en las pymes al momento de incorporar tecnología: uno de ellos es la perspectiva de su negocio para el 2017 y el otro, la posición con la que enfrentan las innovaciones, es decir, si se consideran a sí mismas como innovadoras y vanguardistas o conservadoras.

El celular en la mesa: qué es lo que más les molesta a los argentinos

Las fiestas invitan a reunirnos con nuestros familiares y amigos pero ¿cuáles son las nuevas costumbres tecnológicas que más incomodan a los argentinos?

Hoy en día, muchas actividades no pueden ser imaginadas sin el celular incluso cuando no implique su uso. La hora de comer no es la excepción. Las fiestas invitan a reunirnos con nuestros familiares y amigos pero ¿cuáles son las nuevas costumbres tecnológicas que más incomodan a los argentinos?

El 64% de los encuestados mostró su descontento con que se mire permanente el celular en la mesa. En segundo lugar, con el 49%, aparece “que se comente todo lo que se hace en las redes sociales”.

En tercer lugar se ubica que “se etiquete comiendo o bebiendo a las personas”. Es este caso el 45% mostró su descontento. Con el 42% se ubican la cacería de Pokemones y la desesperación porque no funciona internet de la casa.

Los hombres son los que más les incomoda el uso de la tecnología en la mesa, según la encuesta realizada por D’alessio Irol.

Más rezagado en la lista de molestias se ubican “la deprecios porque no le contestan por Whatsapp”, “Presumir por su celular nuevo” y que “se saque decenas de selfies”.

El celular en la mesa, una pelea constante entre los argentinos

Un informe destaca que lo que más incomoda es que un comensal “mire permanentemente el celular”.

Muchas de las nuevas costumbres tecnológicas pueden resultar molestas. Las selfies, las interrupciones permanentes, WhatsApp que no para o hasta los Pokémon (?).

Un informe de D’Alessio IROL, con una muestra de 400 casos a nivel nacional, revela que lo que más incomoda a los argentinos en la mesa festiva es que otra persona mire permanentemente el celular.

Esa opción recibió el 64% de los votos. Le siguen “que comente en las redes todo lo que hace”, el etiquetado de fotos comiendo o bebiendo y, lo más original de todo, que cace pokemones (!).

Por supuesto que hay otras cosas que molestan en las cenas, como la desesperación por la falta de WiFi, el que cancherea porque tiene un celular nuevo o que uno se deprima porque no le contestan un WhatsApp.

Leé tambiénUsó el dedo de su mamá dormida para desbloquear el celular y comprar juguetes

Desde TN Tecno, aunque nos gusta estar conectados, fomentados el no uso del celular en la mesa… excepto por los Pokémon. Si hay uno difícil dando vueltas ¡tenemos que sacar el teléfono y atraparlo!

El uso del celular durante la comida, un fastidio para los argentinos

El 64% de quienes respondieron una encuesta local considera muy molesto al comensal que está absorto con lo que sucede en su pantalla mientras está sentado a la mesa

La consultora D’Alessio Irol encuestó a un grupo de 400 voluntarios para conocer cuáles eran, al momento de sentarse a la mesa, los modales (o la falta de ellos) relacionados con el uso del celular que más los molestaba.

El 64 por ciento de los encuestados respondió que mirar en forma permanente el celular durante la comida era lo que más los fastidiaba, seguido con la costumbre de comentar en las redes sociales todo lo que hace el familiar, pareja o amigo (49 por ciento), etiquetar a otra persona mientras está comiendo o bebiendo (45%), cazar pokémones durante la comida (42%) o que se queje si no hay Wi-Fi (42%).

Otras actitudes que irritaron a los encuestados son el estar pendientes del Whatsapp, postear fotos de lo que está comiendo o exagerar con las autofotos, entre otras cosas.

Nueve de cada 10 pymes invirtieron en tecnología

Con buenas perspectivas para el negocio en el año entrante, las empresas invierten en tecnología como el almacenamiento en la Nube. No obstante, son cautelosas ya que casi siete de cada 10 espera a ver qué hacen sus pares.

Así se entiende del trabajo “Revolución 4.0: cómo viven las pymes argentinas la Transformación Digital”. El estudio, llevado a cabo por D’Alessio IROL para Microsoft, afirma que el 88% de las pymes confirmó que este año invirtió en tecnología. Sin embargo, las pymes son cautelosas: el 67% manifestó que prefiere esperar a ver las experiencias de quienes incorporan innovación antes de invertir. Hay dos factores que inciden en las pymes al momento de incorporar tecnología: uno es la perspectiva de su negocio para 2017; y el otro, la posición con la que enfrentan las innovaciones tecnológicas, es decir, si se consideran a sí mismas como innovadoras, vanguardistas o conservadoras.

En este sentido, la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas encuestadas tiene una visión optimista para el año que viene ya que el 83% considera que a su negocio le irá mejor o que seguirá yendo bien.

Las inversiones se repartieron en desarrollo y mantenimiento web (57%), sistemas de gestión (55%), sistemas CRM para clientes (32%), actualización de hardware (28%), almacenamiento (27%), Nube (24%), aplicación principal del negocio (17%) e Intranet (12%). “El rubro que agrupamos como financiero, servicios y/o retail invirtió en promedio en 3,4 soluciones mientras que la industria lo hizo en 2,0”, explica Nora D’Alessio, vicepresidenta de la consultora D’Alessio IROL.

El caso de la Nube

En relación a estas inversiones, el rubro de servicios y las pymes del interior son las que más activas se mostraron. Sin embargo, existen barreras para la adopción de estas soluciones, según el estudio hay tres aspectos principales que impactan en la no valoración de la utilidad de la Nube: desconfianza en sus ventajas operativas (33%); no ver ventajas en el ahorro de costos (26%) y seguridad (22%). Por otro lado, el relavamiento encontró que los usuarios tienden a calificar mejor el servicio tras experimentarlo. Teniendo en cuenta un promedio de valoración de la utilidad (en una escala de 1 a 10) quienes ya tienen experiencia en el uso de la Nube lo califican con un puntaje de 7,5. En cambio, en quienes no tuvieron experiencia directa con la

Nube la valoración es regular (valoración 5,9).

Para realizar la encuesta, la consultora acudió a 100 pymes argentina.