La tecnología no puede con la magia de Papá Noel

24/12/2014
Clarín – Pág. 3-4

Una tradición que pasa de generación en generación.Pese a que están conectados y súper informados, los chicos siguen creyendo en el mito navideño hasta los 9 años, tal como sucedía tiempo atrás con sus padres y sus abuelos.
Preparar un Papá Noel es una tarea de meses. Mantener la barba blanca requiere varias visitas a la peluquería y armar un stand con renos, pinos y duendes puede llevar más de medio año de trabajo. “Papá Noel es un rockstar”, dice convencida una directora de marketing sobre el señor que en pleno verano va de traje y gorro. “Más de 80 mil chicos lo visitan en un solo shopping”, cuenta un representante de Papá Noel. Sí, un representante de Papá Noel. Porque aunque los chicos manejen la tablet mejor que sus padres o se burlen de la abuela porque no reconoce ni entiende la diferencia entre un e-mail y Facebook, Papá Noel sigue cotizando casi como un Rolling Stone. Y cuando hoy el reloj marque las doce, todos los chicos estarán mirando el cielo para ver el momento en que aparece el trineo tirado por los nueve renos voladores.

“Es un rockstar –cuenta Juliana Monsalvo, gerente de marketing de APSA, la empresa que maneja buena parte de los shoppings de la Ciudad–”este año, en particular nos sorprendió la respuesta de los chicos, sigue siendo un momento mágico. Para nosotros es fundamental que siga estando el espacio de Navidad, los chicos siguen pidiendo sacarse fotos o visitarlo”.

Carlos Giache es el representante de Papá Noel. Tiene más de cincuenta que trabajan en 26 shoppings de todo el país, además de los eventos y contratos para repartir regalos el día de Nochebuena. Cuenta que en Unicenter, por ejemplo, en los 24 días que dura el stand pueden pasar unos 80 mil chicos, y otros 50 mil en el Abasto o el Alto Avellaneda.

No quedan dudas, Papá Noel es un excelente vendedor y representa como nadie el mundo del consumo. “Su mitología se sustenta en la dinámica del ‘regalo’. Es en sí mismo un paradigma del consumo que genera también de manera directa la alegría de los niños y de los adultos que participan en esta cadena”, explica Gustavo Corra, miembro del Grupo de Estudio Psicoanalíticos de los Mitos de la Asociación Psicoanalítica de Argentina (APA). Para él “la figura de Papá Noel es un aporte en términos de representante de la ilusión, la inocencia y la esperanza de que se puede obtener lo que no se tiene. Pero por otro lado polarizar a la navidad como “fiesta del regalo” lleva a anular y transformar en lo contrario a la esencia de una fiesta cuyo origen es el amor que triunfa sobre los valores materiales”.

No importa cuán rápido puedan manejar las teclas de un celular ni su habilidad para saltar paredones en un juego de la Play. Lo que ningún aparato podrá explicarles es como hace Papá Noel para saber los regalos de todos los chicos del mundo.

Según distintos especialistas, los chicos siguen creyendo en Papá Noel hasta los nueve años. Una encuesta realizada por D’Alessio Irol determinó que el 71 por ciento se enteró a esa edad sobre la verdadera identidad de Santa Claus. Y el mismo porcentaje reconoció que al menos una vez tomó lápiz y papel para escribirle una carta.

Es que ese mundo mágico de Papá Noel tiene que ver con “la riqueza emocional de un niño, su imaginación –señala Juan Eduardo Tesone, médico psiquiatra y miembro de la Sociedad Psicoanalítica de París– es donde el mundo mágico tiene un lugar preponderante. Que los niños actuales estén super conectados no impide que valoren las estructuras de ficción; a través de la realidad virtual justamente, han percibido más que nunca que la noción de realidad es muy relativa, y la superconectividad no le quita nada al espíritu lúdico existente en todo niño”. Mónica Cruppi, especialista en niños y adolescentes, opina que más allá del acceso que hoy los chicos tienen a la tecnología, Papá Noel sigue siendo una “representación social en la que también participan los padres y sirve para transmitir un modelo normativo de nuestra cultura: ‘pórtate bien y tenés regalo’”.

Existen aplicaciones para enviarle un e-mail a Papá Noel y que de inmediato llegue una respuesta. Otros ofrecen videos grabados. Quizá ya no se sienten a escribir la cartita, pero esta noche, como hicieron sus padres y sus abuelos, los chicos se devanarán los sesos tratando de entender en qué momento llegaron los regalos